Bisexualidad (1)

Como empece a practicar la bisexualidad

Bi (1)

Hola, tengo sesenta años y hace unos 12 que admití que era bisexual. Los primeros tiempos fueron un poco la lucha entre la negación de lo evidente y la tendencia.

En aquellos años, empecé a ir a algún cine porno que había en la ciudad. Me acuerdo la primera vez que entre en uno el nerviosismo y el morbo que recorría mi cuerpo. El no saber que había dentro de la sala, era como la primera vez que sabiendo lo que era, tenía miedo.

En fin compre mi entrada y entre en aquella boca del lobo. La sala estaba muy oscura me costó acostumbrarme , tropezaba con las butacas al no atinar con el pasillo. Poco a poco me venia la luz que la pantalla reflejaba y mis ojos se acostumbraban a la oscuridad, me senté en una butaca al lado del pasillo, quizás por precaución si tenía que salir deprisa. Me puse a ver la película, tres mujeres se lo hacían con un joven francamente excitante. Al poco rato se me acercó una tia, iba en bragas y con una blusa a tirantes. No veía mucho pero sus tetas le salían por el escote. Bajo la cabeza a la altura de la oreja lo cual hizo que sus pechos quedaran a la altura de la vista. Una voz susurrando me dijo – te la chupo?. No sabia que hacer o decir, me salió – no gracias, y la mujer siguió su camino hacia otro.

Mis nervios parecían que se calmaban, al lado en la misma fila una butacas mas para allá un hombre con pantalón corto de deporte, tenía la mano dentro de este y parecía que estaba tocándose, no distinguía bien y el miedo a que dijera alguna cosa solo miraba de reojo. Paso un ratito y otro hombre se sentó a su lado, el primer hombre bajo su pantalón hasta que su polla salió del escondite, la tenia parada y con la piel tapando su glande. El segundo hombre se la cogió y empezó una paja, des de mi sitio veía que aquello se ponía interesante. Acto seguido el que hacia la paja acerco la boca a la polla y empezó una mamada, se la metía toda en la boca y cuando la sacaba con la lengua lamia el capullo de forma que el otro rugía de gusto. Yo des de mi butaca le oía, me estaba poniendo malo mi polla estaba respondiendo al entorno que estaba. No tardo mucho en lanzar un chorro de leche y varios mas pequeños detrás. ¡lo vacio!. Termino el espectáculo con la marcha del pajero, el primero se quedo sentado con la polla fuera siguiendo el tocamiento, esta vez sin el pantalón puesto.

No sabía que hacer, lo primero que se me ocurrió es ir al servicio y hacerme una paja encerrado en el wc. Me levante y siguiendo el pasillo me dirigí donde un pequeño letrero luminoso indicaba el servicio. Empuje la puerta y dentro un tío meaba y en el otro la mujer que momentos antes se había ofrecido a chupármela meraba también medio sentada en la taza, la mirada era de no importarle que yo estuviera mirando delante de aquel wc sin puerta. Mi gozo en un pozo. No podía pajearme tranquilo los servicios eran sin puerta. La mujer, se limpio con el papel subió las bragas y salió con toda naturalidad.

Yo salí detrás, volví a mi sitio con la misma calentura que entré, tenia los huevos cargados y los pantalones me apretaban el bulto. Por primera vez observé que allí nadie se fijaba que hacia el otro. Si apetecía se ponía al lado y se hacían una paja o una mamada. La mujer aquella se acercó a otro quedaron en el precio y se sentaron al final de la fila. La mujer se sacó los pechos mientras el hombre se sacaba la polla. Empezó otra película porno al fondo de la fila la tia empezó a mamarla, el hombre tocaba lo que podía hasta que la mujer se puso a horcajadas encima del hombre iniciando un sube y baja hasta correrse, se bajo saco el condón se puso las tetas de4ntro y las bragas en su sitio y siguió la ruta.

Aquello era algo que en mis años nunca había visto, seguía con mi calentura y no sabía, ni tenía el valor de hacérmela allí. Paso un rato, yo no sabía cómo ponerme ni dónde mirar. Un hombre de edad mayor, más que yo, se sentó a mi lado sin dejar ni una butaca entre los dos. Me puse muy nervioso, no sabía si levantarme y irme del cine o esperar acontecimientos. La curiosidad pudo más, me quedé. El hombre empezó un acercamiento con su brazo, cada vez mas cerca su mano se posó en mi pierna, yo estaba como un flan, paralizado, el seguía subiendo la mano por la pierna hasta mi bragueta, su mano refregaba mi paquete por encima del pantalón. Yo de reojo miraba su cara, no me atrevía ni mirarle de cara ni mirar su mano que empezaba la tarea de bajar la cremallera que separaba el pantalón del instrumento. Metió la mano por el agujero de la bragueta y empezó a masajear por encima del calzoncillo, yo no se si aguantaría mucho sin manchar todo.

El, acerco su cara a la mia y en la oreja me dijo –te la saco?, voy hacerte una paja que quedaras seco. Quieres?. Como es de suponer no me salió ninguna palabra solo asentí con la cabeza. Su mano con mucha agilidad me desabrocho el cinturón desabotonó el pantalón y saco mi polla del escondrijo. Yo no era capaz de nada solo de aguantar lo que me hacia. Empezó el sube y baja suave mientras que en el oído oia unas palabras. – voy a chuparla quiero que te corras en mi boca. Bajo la cabeza y joder vaya mamada, nunca podía imaginar que un hombre me diera tanto gusto, no tarde en lanzar mis espasmos de leche dentro de su boca no se la que eché, pero me quede como en letargo. Ahora pensé me dirá que se lo haga yo, que le toca disfrutar a el. Eso ya era otra cosa, no se si podría. Pensaba en levantarme irme antes de que ocurriera. Pero no, con un pañuelo se limpio la boca y se largo.

Que corte, ahora no se si hubiera querido que se lo hiciera, fue como una frustración, me quedo algo dentro de mi que no era normal. Mientras la mujer que trabajaba dentro del cine seguía haciendo clientes satisfaciendo necesidades sin tener ningún problema en que los demás miraran y se pajearan a la vista de su trabajo.

Me levanté y salí del cine, descargado y habiendo aprendido que la gente no repara en los demás, que cada uno a lo suyo. Mi percepción que todos miraban de donde salí o donde había ido se esfumó. En la calle unas putas intentaban hacer negocio con los clientes que salían del cine calientes y con ganas de descargar los depósitos.

Esa es mi primera vez comprobando  mi bisexualidad.

Tom