Bisex (2)

El seguir de mis andanzas por la bisexualidad en cines porno

Bisex  (2)

Bueno esta es mi segunda experiencia como bisexual.

Des de mi primera experiencia  en un cine porno, mi cabeza no dejaba de pensar en aquellos momentos y en lo que podía haber hecho. Lo del tio que me la chupó estuvo bien. ¿Pero el hacerlo yo?, me atrevería?, sería capaz de ponerme al lado de un tío y hacerle una paja. Por que no había aceptado los servicios de la mujer que me susurro – Tela chupo?. Solo de pensar en aquello me ponía a cien. Una tarde que tenía tiempo volví al cine aquel. Compre la entrada y me metí en la sala como la otra vez, tuve que esperar unos momentos a que mi vista se acostumbrara a la oscuridad.

Pasado unos minutos apareció la sala, no había mucha gente, los que habían estaban intercalados en las filas. Algunos juntos otros solos gozando de la película. La mujer del otro dia estaba igual y aparte otra estaba sentada en un apoyabrazos esperando trabajo. Un cuadro, parecía todo un cuadro.

Me dirigí a la butaca, me senté y empecé a mirar la película. Mi polla empezaba a ponerse durilla, el ambiente era propicio para que uno empezara a imaginar. El olor a desinfectante ayudaba a que el entorno fuera mas morboso. Al ratito, la mujer del otro dia se me acercó y volvió a susurrarme

– pasamos un ratito?.

– No gracias ahora no.

Y como la otra vez siguió su camino. Mi observatorio empezaba a mirar el alrededor, en mi fila a la izquierda un viejo se estaba masturbando, una polla ya caduca daba las ultimas señales de vida sexual. A la derecha al otro lado del pasillo nadie, la película como todas era de lo mas pedagógica. Posturas y posturitas complejas de tios follando, tias chupando, dos pollas metidas en el mismo agujero, en fin sugerente.

Mi mente se fue hacia el servicio y yo detrás. Había visto a la tia que se metió en el y quería verla mear. Apresure el paso y me meti en el servicio. Efectivamente la chica estaba sentada en la taza, disimulando un poco me puse a mear en el otro cubículo como si no hubiera visto nada. Ella asomó la cabeza por la puerta y soltó:

-       Oye mira que coño y que culo, no te apetece tocarlos y meterla en caliente?. Solo 20 euros y pasamos un buen rato sin prisas.

Con las piernas abiertas y abriendo los labios vaginales enseñaba la mercancía y intentaba que el negocio prosperara.

-       No gracias es que ahora no me apetece.

Se puso las bragas y se dio la vuelta para salir. Volvió hacia mi y me dijo:

-       Oye si te has fijado en la otra es un tio, tiene rabo. Te lo advierto por si luego te llevas una sorpresa.

Dio media vuelta y se fue, dejándome a mi con la polla fuera y mirando como un tonto.

La guardé y salí a la sala a ocupar mi sitio. Fui mas atrás en las ultimas filas a ver si había mas ambiente. Al pasar al lado de la chica que estaba sentada en el apoyabrazos esta se levanto y con voz un poco ronca me llamo:

-       Oye guapo, quieres que nos sentemos y pasemos un rato gozando?. Veras como quedas contento. Mira mete la mano aquí.

Y cogiéndome mi mano la llevo a su entrepierna. Puaf, que polla, no me cavia en la mano, sus tetas eran de 110 como mínimo.

-       No ahora no gracias

Conteste tartamudeando, y sin mirarla me fui para sentarme.

Sentado, intentaba mirar la película y a mi alrededor, al poco el transexual se levantó y fue a provocar a un maduro que había entrado. Lo mismo, le puso la mano en su paquete y habló con el.

El hombre, se saco dinero del bolsillo y se lo dio. Acto seguido el hombre se arrodillo allí mismo le levanto la falda y se puso a mamar aquella magnifica polla mientra el viejo se hacia una paja. Eso duro unos cinco minutos hasta que el señor mayor se corrió. Se levantó y se fue a sentar.

Que espectáculo, yo no me atrevía a sacármela y empezar a pajearme, me desabroches el pantalón y la saque tímidamente. Empecé a cascármela suave con miedo a que me vieran. Al rato la mujer que vi en el servicio se acercó

-       Que, no te apetece mas que yo te la chupe mientras me tocas por donde quieras. Te puedes correr en mi boca en mi coño o en mi culo. Que te parece?

No sabia que decir ni hacer. Me salió un hilo de voz

-       Me has dicho veinte?

-       Si, estaremos un rato, sin prisas

-       Pero aquí, la gente mira y me da corte

-       No te preocupes, la gente está por sus cosas. Las que miran solo eso miran, les gusta mirar.

-       Que? Me siento?.

Asentí con la cabeza. Ella paso y como vi el ultimo dia se saco las tetas, me las enseñó.

-       Tócalas, son firmes, has visto que pezón?

Seguidamente se bajo las bragas, su peludo coño quedo a la vista. Mi dedo se acercó a su felpudo y empecé a a masajear su raja. Estaba húmeda sus flujos mojaban el dedo. Me puso un condón y se sentó encima de mi verga con movimientos de abajo arriba, mientras mi manos cogían sus grandes pezones, los pellizcaba con suavidad. La leche notaba que subía por el tubo, veía que no tardaría mucho en escupir el almacén de mis huevos. Por fin descargue y ella desmontó de mis piernas sacó el condón me limpio y siguiendo con su liturgia de ponerse el sujetador y las bragas para seguir trabajando.

Yo quede ex auto aquel polvo, aun con la polla fuera y sin darme cuenta de ello, repose. Al rato me la guardaba y salía del cine.

Caminando por la calle y pensando como había ocurrido aquello. Me parecía bien y estaba contento con mi comportamiento De que mis manías se fueran desvaneciendo y que admitía que me gustaba todo.

Seguirá

Tom