Bibidi Babidi Bu

¿Crees en las hadas madrinas? Yo, Skarlet, no. Sin embargo............

Bibidi Babidi Bu

Buenas noches bonita, descansa. -Escribió José, como acostumbraba.

dale corazin, besitos, duerne rixo -Le contesté yo, con esas mismas faltas de ortografía, ya que siempre trato de escribir rápido y tiendo a equivocarme mucho.

Así nos despedíamos José y yo. Nos conocimos gracias a este mundillo de relatos eróticos, ya que suelo, o solía al menos, publicar escritos de este tipo en una página, todorelatos.com. Él es uno de mis lectores más asiduos y desde hace un tiempo ya nos veníamos hablando, primero por mail, luego por facebook.

Mi nombre es Skarlet. Si me has leído antes, es muy posible que sepas muy bien lo que viene a continuación: mido 1.75 metros, delgada, blanquita, de medidas 105-60-94, de cabello negro y liso, a media espalda. Me considero una chica bella de rostro, lo que suele llamar mucho la atención de hombres (y mujeres también) allá por donde paso. Mi cuerpo es natural (si, esos 105 centímetros también lo son, aunque parezcan operados, pero es que son casi perfectos, mi mayor orgullo…como siempre digo en mis relatos), trabajado de gimnasio. Tengo 35 años, estoy soltera, más que todo porque así lo he deseado, pretendientes no me faltan. Quiero disfrutar un poco más mi soltería…y tantear el terreno a ver si aparece alguien que valga la pena. Nací y vivo aún en Venezuela, o lo que es lo mismo, el infierno en la tierra. No me pondré a discutir los motivos por los que sigo aquí.

Aunque no por mucho, al menos no por la siguiente noche. Pero no nos adelantemos a los hechos.

José, hasta donde sé, es un hombre de Perú. Y la verdad, desconozco todo de su apariencia a pesar de haber recibido una foto de su parte. Su rasgo más característico es que esta en una silla de ruedas, esto debido a una enfermedad degenerativa. El apenas puede mover sus manos hasta donde me ha explicado. No pude evitar sentirme mal la primera vez que me lo dijo por mail, y cuando me repitió su condición por nuestros chats de facebook. Y no, lo curioso es que no me sentí mal por él. Me sentí mal por mí misma, y se lo dije, de hecho. Me sentí mal porque él, a pesar de su condición ha logrado salir adelante, tiene un buen empleo y ha logrado sacar una buena carrera, y va por un postgrado. Y yo…bueno, yo no he logrado culminar una carrera a pesar de haber comenzado dos.

José es todo un personaje digno de admirar y debe verse más como un ejemplo a seguir de superación. Y so pena de quedar como lamebotas, es un chico genial y bastante amistoso.

Y como todos, tiene secretos. Uno de los suyos es que le gusta el porno, y leer relatos eróticos. Y henos aquí, charlando a diario.

Me di una ducha rápida, y me metí en mi cama, viendo una porno. Me dispuse a tocarme un poco calentándome mientras veía la película, donde la actriz Victoria June le hacia una felación de infarto a James Deen. Pero más pudo el cansancio, con las ganas, ya que, estando húmeda con los pezones duros, me quedé rápidamente dormida.

- Skarlet....despierta niña…- Me despertó una voz. Una voz dulce, pero este hecho no impidió que me despertara asustada, ya que vivo sola.

-¿¡¡Eh!!? ¿¡¡Quién está ahí!!? -Pregunté con el corazón acelerado, pero aún medio somnolienta. En toda la oscuridad pude apreciar una figura, alta, esbelta. De repente, y de forma muy sorpresiva, se encendió la punta de lo que yo creí que era una lámpara led, iluminando toda mi habitación. Era Victoria June, la mismísima actriz porno, en persona. Me quedé petrificada.

-¡Holis! -Me dijo.

-¿¿¿¿Pero qué mierda???? -Exclamé, asustada. Tomé el control del televisor y se lo lancé, pero no sirvió de nada, ya que la atravesó como si ella fuera un fantasma, yendo el control a parar a la pantalla de mi televisor, partiéndola. Aunque no reparé en ese detalle, creo que coincidirán conmigo en que una pantalla rota era un detalle insignificante en comparación a tener a las mismísima Victoria June frente a mí, en modo fantasma al parecer.

-¡¡SHHHHHH NIÑA!! -Me dijo ella. -Quédate tranquila…no pasará nada malo.

-¿¡Quien coño eres!? -Le pregunté exaltada.

-Pues mi nombre es... ¡Hada Madrina! Un placer conocerte -me dijo, extendiendo su mano a mí.

-…¿¡Disculpa!? -Le dije, más extrañada y descolocada que nada.

-Me llamo Hada Madrina, Skarlet. -Me repitió, sin dejar de ofrecerme su mano.

-Claaaaaro, claro…y yo soy Cenicienta…- Le dije.

-Oh claro...no espero que me creas, al menos no de buenas a primeras… -me dijo. Dejó de ofrecerme su mano, y se dio media vuelta. Estaba vestida con un body que se adivinaba de seda, de color mostaza, y que le realzaba obscenamente las tetas. Sus manos estaban enfundadas en guantes del mismo color y material, que le llegaban a la mitad del brazo. Y tenía unas botas largas a medio muslo, también del mismo color y material. Al darse la vuelta pude apreciar que el body le tapaba medio culo y dejaba la parte alta de su espalda desnuda, al igual que por delante de la mitad de las tetas hacia arriba. -Bibidi babidi bu.......¡el burro sabe más que tú! -Dijo, de forma graciosa, y con lo que yo creí que era una lámpara led, tocó la pantalla rota de mi televisor, reparándose mágicamente. De más está decir que quedé boquiabierta ante esto.

-Espera....ya sé…estoy en un sueño... -Dije, consternada, asustada.

-Jijiji nu bobita...¡¡esto es real! ! -Dijo ella volteándose hacia mí. Me pellizqué en el brazo, y solté un gritito no muy duro. Pero no, no desperté. -Te dije que esto es tan real como el hecho de que tu país pasa por un mal momento tontita… -Me dijo ella de nuevo. Yo volví a pellizcarme más fuerte, gritando un poco más duro, pero no, no me despertaba. Ella se acercó a mí, atravesando la cama con su cuerpo etéreo, quedando su torso y brazos por encima de esta y el resto del cuerpo desaparecido bajo el colchón y las sábanas. Yo me quedé ahí, sin reaccionar, inmóvil. Ella tomó ambos pezones y me los retorció fuertemente, y no, no grité, sino que gemí de placer, placer producido por ese dolor provocado por ella. -Jijijiji ¿ves? Estás despierta.

-¿Q-que ere-eres? ¿qué quieres? -Pregunté, asustada.

-Ya te dije niña…soy Hada Madrina.

-¡Las hadas no existen! -Exclamé.

-No mi amor, los que no existen son los políticos honrados. Las Hadas si existimos, solo que no nos mostramos . -Dijo ella.

-¿Y por qué no?

-La humanidad se ha vuelto muy agresiva con lo que no entiende ni comprende...para muestra, un botón, ¡¡me lanzaste el control del televisor!!

-¿¿Y qué esperabas?? ¡Estas en Venezuela! Agradece que no tengo una pistola bajo la almohada para dispararte.

-¿Segura? -Dijo ella -Revisa...

Metí la mano bajo la almohada. Sentí un metal frío allí. Lo tomé y lentamente lo saqué, temerosa. Era una pistola, una Magnum 44. Me quedé de piedra viéndola.

-Cuidado con lo que deseas nena… -Dijo ella.

-¿Eres.....eres mi Hada Madrina? -Pregunté.

-No...tuya no la verdad…eso de la pistola fue nada más para demostrarte mi poder. -Me respondió. -La que tienes asignada está ayudando en este preciso momento a Ricardo Arjona a escribir su próximo disco.

-¿Comparto Hada con Ricardo Arjona? -Pregunté, asqueada.

-Si...es que quedamos pocas en el universo, y bueno, se nos asignan seres por lotes. En el lote que le tocó a ella estas tú, está Arjona, y fíjate el viejito de los memes, entre otros más...El viejito de los memes quería ser famoso, y ahí ves, lo convirtió en meme. Arjona quiere sacar discos y ahí está...tú quieres conseguir tus metas y ahí vas, bien encaminada, aunque tu creas que no. El problema es que como ves, ella no es muy competente, por eso has tardado con tus metas, al viejo de los memes le dio esa clase de fama, y Arjona....bueno, ya ves.

-¿Y entonces que haces aquí? -Pregunté.

-Bueno, verás, tú sabes, José, el chico de Perú con quien hablas…soy su Hada.

-¿Y eso que tiene que ver conmigo? ¿Él está bien? ¿Le pasó algo? -Pregunté.

-Oh no querida, tranquila…nada malo…solo que tiene el deseo de conocerte en persona…y bueno, me dio tanta cosita con él…que le hice una réplica tuya.

-Aja… ¿y? -Pregunté

-Él deseó que le fuera franca y me preguntó si era la Skarlet original o si era de mentiritas…y bueno...tuve que confesarle que era una réplica exacta. Me dijo que no, que quería a la única, a la original Skarlet. Así que aquí estoy, para llevarte allá con él.

-Espera, espera…- Le dije - yo no conozco a nadie de internet en persona....

-Si, él me dijo que dirías eso…pero igual te llevaré, vamos, solo será una noche niña…yo te teletransportaré hasta su habitación, charlan un rato y te traigo de vuelta.

-Pero.. .-Intenté refutar.

-Shhhhh sin peros tontita . -Me interrumpió ella. Alzó lo que creí que era la lámpara led, que resultó ser su varita mágica y comenzó a recitar las palabras -Bibidi Babidi Bú... ¡el burro sabe más que tú!

Un destello de luz iluminó la habitación. Para cuando desapareció, estaba en otra habitación. -¿Skarlet? -Escuché una voz masculina detrás de mí. Me volteé y lo vi. Era José, el de internet. Estaba acostado en su cama, inmóvil . -No puedo creerlo.......eres…eres hermosa -dijo.

-Ho..hola, gracias.... -Le respondí, sonrojada. Recordé que estaba desnuda, e instintivamente me llevé los brazos a mis pechos para cubrirlos. Ahí caí en cuenta que llevaba puesto un vestido azul, de seda. Vi mis pies, y tenía puestos un par de hermosos tacones de cristal.

-Pareces....pareces cenicienta . -Me dijo José. Yo volteé a ver a la Hada Madrina.

-¿Que? -Dijo ella -No podía tenerte desnuda. Y dijiste que eras Cenicienta….

-Bueno, -Dijo José -Si me la traías desnuda no habría tenido problemas con eso jejeje. -Rió él. Yo me le quede viendo con cara de idiota.

-¿Really? -Exclamé, viendo a la hada -¿Eres todo Disney o qué?

-No cariño. Solo fue una broma. Mira. -Chasqueó los dedos, y mi ropa inmediatamente cambió, ahora estaba vestida como La Mujer Maravilla. -¿Ves? Puedo cambiarte de ropita. -Volvió a Chasquear los dedos, y mi atuendo volvió a cambiar, por el de la Bruja Escarlata de los cómics. -Cualquier atuendo de cualquier universo -Dijo la Hada. Volvió a chasquear los dedos y mi atuendo cambió por el vestido ensangrentado de Carrie. -No importa lo macabro o escabroso que sea…por cierto, puto Stephen, no me dio ni las gracias por inspirarle esta obra.... -Dijo.

-Bueno, ¿qué tal solo un vestidito sencillo y ya? -Le pregunté.

-Oh, no cariño. -Dijo ella. - decidí vestirte por respeto, pero la verdad no tomo sugerencias tuyas, No soy tu Hada.

-Eres la mía…- Dijo José. -Y bueno Skarlet....perdóname pero te prefiero con un atuendo más digno del universo de tus relatos… -Dijo él. El Hada al oír sus palabras chasqueó los dedos nuevamente, y mi vestido de Carrie se cambió, dejándome ahora sí, totalmente desnuda, con solo un collar de perra puesto y una cadena abrochada a él. Tenía los piercings puestos en mi clítoris, ombligo y pezones, y unas sandalias de plataforma puestas.

-¿Así? -preguntó la Hada.

-Oh si…así. -Contestó José.

-Esto no me puede estar pasando -Dije. - No a mí. Esto es como si fuera un relato escrito por mí.

-Bueno -Dijo la Hada -He leído varios. Bastante morbosos la verdad. Y en todos terminas teniendo muchos orgasmos...Yo podría hacer que tú...

-No Hada . -Dijo José adivinando lo que la Hada iba a decir -Si Skarlet se va a entregar a mí, quiero que sea por su voluntad.

-Te entiendo cariño…pero un poco de ayuda.. .-dijo ella

-No. -Interrumpió José . -Que sea ella la que se entregue sola si lo desea. Y ponle el traje que ella quiera.

-¿Y bien niña? -Preguntó la Hada. -¿Qué quieres?

Yo me quedé callada, pensativa. Estaba asimilando todo. Recordé nuestros chats. Recordé que él me había comentado que no podía tener orgasmos, dada su condición.

-Hada… ¿Por qué apareces justo ahora? -Pregunté.

-¿Como así? -Preguntó ella.

-Es decir… ¿Como se te invoca? A ti y a tus compañeras…digo, porque todos deseamos algo…pero no todos tienen lo que quieren. ¿Cuál es el secreto?

-No puedo darte el secreto bobita... -Me dijo -Aunque te daré un tip: debes desear algo con mucha, mucha fuerza, y debes CREER.

-¿Y tú, José? -Pregunté -De entre todas las cosas que pudiste desear....

-Te deseó a ti, Skarlet. -Dijo la Hada. -Él deseó mucho conocerte en persona.

José tenía una expresión de pena en su rostro. Como cuando a un niño le descubres que ama a alguien en secreto. No creo que haya sido amor lo que él sentía por mí, yo creo que más bien era morbo, el morbo que tal vez deben sentir todos los lectores que leen mis relatos. Pero a decir verdad, para mí era un inmenso halago, el hecho de que haya deseado tenerme en persona frente a él, pudiendo desear, por ejemplo, la cura a su condición.

-Eso él también lo desea -Dijo la Hada.

-¿Qué cosa? -Pregunté

-Eso que narras en tu cabeza, la cura a su condición . -Me respondió la Hada . -Pero no es algo muy sencillo que se diga. Aún trabajo en eso…Pero hey, aquí esta su otro deseo más preciado...tú.

Sin duda, el saber eso cambió mucho mi forma de ver todo lo que estaba sucediendo. Y me dije, "¿Por qué no?"

-José -Dije -¿Te gusta lo que la Hada me puso?

-Pues....te ves sexy -Me dijo él. A juzgar por el bulto que se veía bajo las sábanas, sí que le gustaba lo que veía ante él. Caminé a un lado de la cama donde el yacía, y me subí, poniéndome a cuatro patas a un lado de él. Mis tetas colgaban morbosamente. Y dado lo romántico y morboso que me parecía todo, estaba mojada, excitada. Tomé la cadena y se la puse en una de sus manos.

-Pues....si te gusta.. .-Le dije -Sigamos complaciendo al señor....

-Pero Skarlet yo... -me dijo, yo le interrumpí colocando un dedo en su boca.

-El saber que soy uno de tus deseos me parece algo de lo más lindo. Pocos hombres me han hecho sentir algo así. Me querías aquí, y aquí me tienes. Y no creas que me voy a ir de aquí sin que me pruebes toda. -Le dije. - Así que Amo, pida por esa boquita lo que usted desee, que su perrita Skarlet se lo dará. Ella Podrá ser tu Hada Madrina, pero yo esta noche seré tu esclava sexual.

José se puso rojito como un tomate. Vi en su cara que no sabía que decir, que ordenar, él no sabía por dónde empezar. Comencé a mover el culo cual perrita esperando que su Amo le de atención, lo que hacía que mis tetas se bambolearan obscenamente al mismo ritmo.

-Enséñame…enséñame tu vagina Skarlet. -Ordenó él.

-Uh la la señor francés "Enséñame tu vagina Skarlet" -Se mofó la Hada de su protegido, imitando a Moe de los Simpsons en una escena que se convirtió en meme.

-¿Como se dice entonces? -Preguntó él.

-Quiero verte la chucha, perra asquerosa…o cambia chucha por cuca, que es como se dice en venezolano. -le dijo ella sin pelos en la lengua.

-Jajaja yo soy un hombre muy educado. -Dijo José.

-Vamos cariño… -Dijo la Hada. -ella ya debe haber oído miles de malas palabras.

- Si, -le respondió él -pero no de mí . ¿A ti que te gusta Skarlet? -Me preguntó

-Amo, a mí me gusta lo que a usted le guste. -Le dije, bien metida en mi papel de esclava. -sin embargo, sé muy bien que tienes una educación y modales intachables, y sé que eso puede cansar. Así que, si quieres drenar un poco tu lado salvaje diciéndome malas palabras o poniéndome sobrenombres, siéntete libre de hacerlo.

-¿Lo ves bebé? -Dijo la Hada. -Céntrate en lo que te gusta y te libera, es tu noche . -dijo esto último guiñándole un ojo.

-¿Como sé que esto no es un truco tuyo, Hada? - Preguntó él, dubitativo.

- Tengo tu deseo de que yo te sea franca. -Le respondió ella -Así que puedes estar seguro cuando te digo que ella está haciendo lo que hace porque quiere....

Y tenía razón. Me estaba ofreciendo a él porque quería, estaba excitada con toda la situación tan surrealista y además me parecía que se lo debía a él, como dije, es lindo saber que alguien te desea así lo suficiente como para hacer aparecer a una Hada Madrina.

-Bueno…- dijo José, con más confianza -vamos neumática, busca mi verga y chúpala . -Me ordenó.

-¿Neumática.....? -Me quedé viéndolo extrañada ante ese mote.

-Si, porque tienes una curvas hinchadas y deliciosas...eres una zorra con airbags jajaja -me contestó riéndose

-Jajajajaa -no pude evitar carcajearme. Sin embargo, dejé de hacerlo cuando sentí que me dieron una fuerte nalgada con una fusta que cortó el viento, y que de la sorpresa me hizo dar un saltito comisco. -¡Hey! -Volteé a ver quién me había dado, y vi a la Hada Madrina, cuyo traje había cambiado de color y material. Era el mismo diseño, pero ahora era de látex bastante brillante y de color negro.

-¡Muévete perrita! -Me dijo -¡Tu Amo te dio una orden!

José y yo reímos, y yo me puse en posición tal que estando a cuatro patas él pudiera verme la cuquita, totalmente mojadita, mientras buscaba bajo las sábanas y la pijama su verga, que se hallaba erecta. La saqué de su prisión y comencé a sobarla con amor y cariño. Era grande, calculé unos 19 centímetros, y se hallaba bastante mojada también, por el líquido preseminal que manaba de su interior. ¡Pas! Otro fustazo sonó en toda la habitación, y yo lo sentí en mi culo. -Te dijo que se lo mamaras Neumática -me recordó la Hada y yo, sin reclamar ni objetar nada, obedecí, llevando mi boca a ese guebo enorme y metérmela, primero la puntita, brillante, saboreando su verga como una perrita buena. Sabía exquisito me encantaba, y la verdad nunca había visto tanto líquido preseminal en mi vida.

Sentí que me hurgaban la cuquita. Unos movimientos un poco torpes pero decididos a explorarme. Eché un vistazo rápido, y era José, quién palpaba lo que su condición le permitía y me miraba toda mi intimidad, maravillado. Y eso no hacía más que aumentar mi excitación, ya que poco a poco sobaba mis labios mayores e iba buscando más, adentrándose en la caverna de mi vulva. Mi respiración se agitaba cada vez más mientras saboreaba su verga que palpitaba dentro de mi boca intensamente. Comencé a mover mis caderas ligeramente, al ritmo de sus toqueteos.

Con su otra mano comenzó a ayudarse, para palpar no solamente mi cuca, sino también mis generosas y bien formadas nalgas, metiéndola como podía en mi raja para poder acariciar mi agujerito anal, el mismo que él sabe muy bien que me encanta usar para dar placer. -Hoy esto me pertenece -Dijo, con total satisfacción. -Eres mía, Skarlet. Esta noche eres mía.

-Si papi…- contesté, con voz algo entrecortada por toda la excitación a la que me estaba sometiendo tanto el sabor de su verga como los toqueteos ricos que él me daba -Esta noche, soy tuya....tu propiedad....tu juguete....tu mascota....tu esclava....

Su verga dio un gran respingo, lo que me impulsó a meterla más adentro de mi boca. Trataba de hacerlo suave y lento, quería que José lo disfrutara al máximo, quería dar lo mejor de mi esa noche. Sin duda se lo merecía. Mientras más me lo metía en la boca, le bajé más los pantalones de la pijama para poder ver sus bolas ya que noté que estaba algo incómodo. Pude apreciarlas en todo su esplendor, lampiñas, y bastante hinchadas. Pobrecito, si por su condición nunca había sido desahogado, pues yo iba a encargarme de vaciárselas por completo esa noche.

En ese momento oí que José dijo algo, pero no logré entender bien, pero pude adivinar lo que dijo, ya que sentí una lengua en mi culo, recorriendo mi agujerito anal, así como la raja de mis nalgas de arriba a abajo para volver a entretenerse en mi ano unos segundos más y repetir el recorrido. Siempre me ha gustado los estímulos anales, y si bien la penetración por ahí me duele, lo cierto es que lo disfruto como una cerda masoquista. Y esa lengüita estaba haciendo que me acercara al orgasmo, y pensar que aún no había sido penetrada.

Saqué la verga de mi boca y me erguí un poco, esa lengua jugueteaba con maestría en mi culo, mientras que las manos de José lograban hacer de las delicias en mi cuca. No pude evitar temblar del gusto, y cuando dirigí mis ojos hacia detrás de mí, pude ver que era la Hada Madrina quién me relamía el culo con hambre, a juzgar por la mirada que tenía en sus ojos. Comencé a gemir fuertemente para gusto de José, quien me dijo que le encantaba oír a una mujer gemir y gritar de placer.

-¿Qué haces neumática? -Me reclamó José -No te di permiso para que me dejes de mamar la pichula

-Per...ooohhh....siiiihhgg...perdón ammmm....aaahhh Amo . -Dije entre gemidos y respiración agitada.

-Sigue mamando puta, sigue mamando -Me ordenó y yo obedecí, poniéndome hocico a la obra, volví a caer en su verga para tragármela de nuevo y darle el placer que se merecía.

Y ahí estábamos, en un trío loco y sorpresa, con una Hada Madrina morbosa y bien puta, ya que la muy guarra tomo mis nalgas y las abrió con fuerza para hacer que me corriera con su lengua. Fue un orgasmo delicioso, que me recorrió entera de pies a cabeza, haciéndome temblar de lujuria, y más aún cuando José, al percatarse de que me estaba corriendo, comenzó a acariciar mi clítoris con avidez., Haciéndome gemir locamente de placer, aunque mis gemidos eran ahogados por su enorme verga en mi boca.

Y justo en ese momento que estaba en pleno orgasmo, comencé a sentir como la verga de él comenzaba a disparar los primeros chorros de semen, que salían con furia de su miembro y hacen que casi me ahogue dada la gran cantidad expulsada. Al tener tantos años sin desahogo, era normal que el orgasmo llegara rápidamente, y vaya, que cantidad de leche me dio. Tragué cuanto pude, orgullosa de ser la responsable de una nueva sensación para él, aunque tal era la cantidad que rezumó un poco por mi boca y fue a parar a las sábanas.

Jugueteé un poco con su guebo en mi boca, relamiéndolo de arriba a abajo con suavidad y dulzura, mientras veía que no perdía la erección. Era de esperarse, dada su condición no ha tenido encuentros sexuales en su vida, y ahora estaba teniendo un trío con una mujer y una Hada Madrina con la apariencia de una actriz porno. Así que me propuse hacer que esa sea una noche realmente inolvidable para él. Me moví separando mi culo de la cara de la Hada quien seguía devorándolo con lujuria, y de las manos de José, quien ya había dejado de estimularme, y que estaba aún pasando las reminiscencias del orgasmo. Tomé a la Hada por el cabello y la llevé a mi cara, para plantarle un delicioso beso con lengua, un beso de intercambio de sabores de semen y de mi culo. Un beso que captó la atención de la Hada. Al terminar vi a José a los ojos.

-Amo, ¿puedo cabalgarlo? -pedí con vocecita cortés.

- Claro perrita, faltaba más, adelante, y procura hacerlo como nunca antes. -Me dijo él.

-Yupiiii -Exclamé con niña con juguete nuevo. Tomé su verga con una mano, y abrí mis piernas para que su cuerpo quedara entre ellas.

Comencé a bajar lentamente hasta sentir la puntita en toda la entrada de mi cuquita hambrienta. Y seguí bajando para clavarme en su verga poco a poco hasta que lo tuve completamente dentro de mí. La Hada se puso de pie ante mí, y con la fusta castigó suavemente mi culo -Ya oíste perrucha, muévete como nunca antes te has movido. -Me ordenó, y yo comencé un lento sube y baja que fui aumentando en intensidad poco a poco hasta llevar un ritmo frenético, alternando el sube y baja con movimientos circulares de caderas como si estuviera bailando al son de la mejor canción de bachata o Reggaetón. José no dejaba de gemir de placer, y me tomó las tetas para amasarlas, aunque de forma muy suave ya que su condición no le dejaba imprimir mucha fuerza en sus manos.

La Hada, aún de pie ante mí, chasqueó los dedos para que su body desapareciera por completo, quedando vestida solo con las fetichistas botas y los fetichistas guantes. Su cuca contrastaba con la mía en el sentido de que tenía una mata de pelo bastante poblada pero bien arreglada, mientras que la mía no tenía ni un solo pelito. Sin vacilar, la Hada tomó mi cabeza con decisión y me la dirigió a su cuca que se veía brillante de la humedad. Dio un par de pasos hacia atrás, jalándome con ella para hacerme inclinar hacia adelante y apoyarme sobre mis rodillas a cada lado del cuerpo de José, por lo que me tocó cambiar de sube y baja y movimientos circulares de cadera, a movimientos de twerking bastante rápidos y frenéticos, y gracias a la inclinación, José pudo meter mis tetas en su boquita para mamarlas, lamerlas, e incluso morderlas a gusto.

Estuvimos un largo rato así, conmigo mamándole la cuca a la Hada, hasta que ella se corrió, dejando salir un muy abundante squirt, que bañó a José completamente. Para mi sorpresa la Hada no emitió ningún gemido, aunque sí que noté como se tensaron sus músculos. En ese momento ella me separó de su vulva y me dirigió hacia la cara de José . -Límpialo con la lengua guarrita . -Me ordenó, y yo obedecí, lamiendo de la cara de José todo el jugo que ella expulsó. A José esto le daba cosquillas por lo que comenzó a reírse. -La perrita lamiéndole la cara al Amo....que linda vista -dijo la Hada mientras nos veía satisfecha y plena, supongo que además de por su orgasmo, también por ver a su "Protegido" feliz.

Ella se bajó de la cama, mientras yo reanudaba el rico twerking que le hacía a José. Sin embargo, no duramos mucho, la Hada tomó la cadena de mi collar y me hizo bajarme de él. - Ven Neumática . -Me ordenó, halando la cadena y haciéndome bajar de la cama. -Ve y trae mi varita, como las perras -Me ordenó, señalándome la varita que estaba en un rincón de la habitación tirada. No sabía cómo fue a parar allí, pero tampoco me importó, ya que obedecí y fui a cuatro patas a buscarla, tomarla con mi hocico para volver de nuevo a cuatro hasta ella y dársela en la mano.

-Buena chica -me dijo mientras me daba un par de palmadas en la cabeza. -Bueno… ¿estas disfrutando esta noche queridito? -Le preguntó a un José que tenía una sonrisa tonta en su cara dibujada.

-Siiii mucho…es obvio que es un sueño, y no quiero despertar nunca . -Respondió él. No pude evitar sonreír ante ese comentario, desde el piso a cuatro patas. Me sentía feliz por él.

-Otro más que cree que es un sueño…- dijo la Hada tras un suspiro. -Bueno cariño…quiero que sepas que lo siguiente que pasará no es para siempre. El hechizo se acabará en un par de horas.

-¿Cual hechizo? -Preguntó él.

-¡Bibidi Babidi Bú! ¡El burro sabe más que tú! -Dijo la Hada agitando la varita mágica en el aire para terminar apuntándole a él al terminar de recitar las típicas palabras. Un rayo amarillo salió de la punta de la varita directo hacia José, cuyo cuerpo comenzó a brillar y a levitar....hasta que cayó de golpe de nuevo en la cama, movimiento que lo asustó a él, y a mí también, no quería que le pasara nada.

-¡¡Hey!! -Exclamó él exaltado por el movimiento brusco, poniéndose de pie de la cama en un rápido movimiento reflejo.

Movimiento que lo dejo petrificado, ahí, de pie. Se vio a sí mismo, a sus piernas, a sus brazos. Su rostro describía una profunda sorpresa. ¡¡Estaba de pie!

Vio a la Hada, quién tenía una sonrisa confiada dibujada en su cara. Me vio a mí, que estaba ya no a cuatro patas sino arrodillada sentada sobre mis talones, con las manos en mi boca, tapándola de la sorpresa y felicidad que me daba verlo de pie. La Hada lo había curado.

Comenzó a moverse, a brincar, y a llorar de la felicidad. Yo también deje escapar bastantes lágrimas de felicidad al verlo tan contento. La Hada sonreía.

-¡¡¡Me curaste!!! ¡¡¡Me puedo mover!!! -Exclamó José.

-Si cariño...- dijo la Hada, pero con voz pesarosa y mirada ya no feliz, sino triste. -Pero es algo temporal…durará cuando mucho un par de horas.

-Oh...- Dijo José, algo desilusionado. Yo también me sentí mal por eso.

-Como te dije hace un rato bebé…eso es algo muy difícil y lleva mucho tiempo. Esto en cambio es un hechizo temporal y rápido. Es tu noche. -Dijo la Hada. -Así que elige sabiamente lo que harás mientras dure. Puedes brincar correr, saltar…y follar desquiciadamente -dijo esto último con una sonrisa maliciosa dibujada en su rostro mientras me veía.

Yo la vi con sorpresa, y para cuando volteé a ver a José, ya lo tenía prácticamente encima de mí, sin los pantalones de la pijama puestos, con su enorme verga bien erecta apuntando al techo y sus bolas aun hinchadas colgando. Me agarró por el pelo con cierta rudeza y halando de él me llevo arrastrándome a cuatro patas de nuevo a la cama, donde me acomodó al borde de la misma, quedando yo de rodillas y con las tetas aplastadas contra el colchón. -A lo rudo como te gusta perra . -Me dijo al oído, para acto seguido apuntar su verga a mi agujerito anal y taladrármelo con una embestida furiosa y potente que me hizo quedar sin aliento, privada. Sentí un espasmoso corrientazo recorrer mi cuerpo, con el epicentro en mis entrañas anales.

Sin darme tiempo a asimilar todo, José comenzó un brutal y rabioso mete y saca, con cada embestida provocando más y más corrientazos dolorosos que me desbordaban de placee de forma indescriptible. Por muy entrenado que tuviera el culo, esa intensidad era muy difícil de sobrellevar. Además estaba indefensa, ya que tenía mis dos brazos bien agarrados en mi espalda mientras que con su otra mano me tenía bien agarrada por el cabello, de manera firme.

El estar en esa posición, a su completa merced, bajo su completo dominio, y dándome ese trato tan rudo, tan violento, hizo que en cuestión de segundos yo llegara al orgasmo 3 veces. De vez en cuando el me soltaba el cabello para darme una fuerte y sonora nalgada.

Mientras tanto, la Hada veía toda la escena recostada al lado de nosotros, con las piernas bien abiertas y masturbándose frenéticamente. En un momento dado José detuvo las embestidas en mi culo y cambió hacia ella, poniéndose entre sus piernas. Sin ningún miramiento, repitió la dosis con la Hada, agarrándole una de las piernas con una mano y con la otra sus cabellos de manera firme, haciéndola ver como el destrozaba su culo sin ningún tipo de contemplación.

-OOOOOHHH SIIIIHHHH -Gritaba la Hada -DAME DURO CABRÓN, MÉTEME ESA PICHULA DURO POR EL CULO, DESTRÓZAME -le animaba ella. Yo veía todo desde la misma posición en que el que me había dejado. Estaba agotada, con el culo adolorido y bien abierto, ya que sentía el aire entrar por mi abertura anal.

Estuvieron así un par de minutos extras, hasta que José estiró su brazo para volver a tomarme del pelo y halarme fuertemente hacia él, recostándome firmemente de su pierna, la cual abracé en señal de devoción y adoración. Luego de varias embestidas, se detuvo, y pude ver como sus bolas se contraían entre fuertes gemidos, estaba eyaculando en el culo de la Hada.

Luego de unos segundos, sacó lentamente la verga del culo de la Hada, quien ya libre su cabeza estaba respirando agitadamente recostada de la cama. Para cuando terminó de salir ese miembro enorme, el culo de la Hada se veía bien abierto y palpitante, y a los pocos milisegundos, comenzó a salir el semen que él había depositado allí en abundancia, yendo a parar al colchón y chorreando de ahí al piso. José me metió el guebo en la boca, para follármela unos instantes a gusto. El sabor era delicioso, una mezcla del culo de la Hada y del mío, con la verga de él. Me sentía increíblemente puerca, y al mismo tiempo, feliz.

Acto seguido, me dirigió, sin soltar mi cabello, hacia el culo de la Hada, el cual comencé a mamar y a lengüetear como si fuera el manjar más rico que me hayan dado. Succioné lo más fuerte que pude, aún quedaba una gran cantidad de leche dentro de ella, y yo lo bebía gustosa. José me nalgueaba mientras tanto, y al rato, me restregó la cara por el pequeño charquito de semen del colchón y luego del piso.

Me soltó y se fue a sentar a un sillón de su habitación mientras nos veía jadear agotadas ahí en la cama. Yo lo veía desde el piso, ya que estaba con la cara allí, de rodillas con el culo en pompa. Se veía feliz, satisfecho, contento, y eso me alegraba muchísimo. Tenía un temple de rey, de superioridad. Nos quedamos así unos minutos.

-Bueno mis queridas perras vengan aquí -Dijo mientras se inclinaba y chasqueaba los dedos a la altura del piso. Rápidamente acudimos a su llamado, la Hada bajándose de la cama y poniéndose a mi lado, a cuatro patas para gatear junto a mí y ubicarnos entre sus piernas, restregando nuestras caras contra sus muslos. Él nos tomó por las cabezas y me llevó a mi hacia sus bolas que ahora se veían más desahogadas, y a la Hada hacia su verga que aún no perdía la erección.

Y entre ambas comenzamos un ritual de adoración hacia su masculinidad. Yo besaba, lamía, y mamaba sus enormes bolas y su zona perineal mientras la Hada se comía su enorme verga entera, lo que la hacía babear bastantes babas que escurrían por sus bolas y que yo me bebía gustosa. De vez en cuando él nos separaba, y nos hacía besarnos tiernamente, para acto seguido cambiar de posición y ser yo la que mamaba su guebo enorme mientras ella le consentía las bolas.

No sé cuánto tiempo estuvimos en esa posición, pero en momento dado, él se puso de pie. Yo mamaba su verga con hambre y deseo y la Hada, que aún lamía sus bolas, fue dirigida por el mismo hacia su culo para darle un buen beso negro.

Y luego de unos instantes, me separó de su guebo, y comenzó a correrse entre gemidos y gruñidos, corrida que recibí con la boca abierta, aunque varios chorros cayeron en mi cabello y mi cara. Y luego de esto se fue a su cama, cayendo dormido y dejándonos de rodillas ahí a ambas. La Hada en ese instante se puso de pie. Y lo vio en la cama, con una sonrisa.

-Espero que haya sido lo que esperabas bebé -susurró la Hada. Caminó hacia donde estaba yo, recogiendo la varita del piso.

-¿Y Ahora qué? -Pregunté yo, agotada, pero con una gran sensación de plenitud y felicidad.

-¿Ahora? Ahora despertarás, Neumática -Dijo ella.

-¡¡¡Espera!!! -Intenté detenerla, tenía muchas preguntas aún.

-Bibidi, babidí.....Bu!. -Dijo ella, agitando la varita en el aire.

Desperté sudorosa en mi cama, desorientada, somnolienta, y perdida. Sentía una extraña sensación en el culo, pero nada del otro mundo. Vi el reloj, eran las 5 de la mañana, hora de levantarme para comenzar mi jornada laboral. Me dispuse a levantarme de la cama, y pude ver y sentir las sábanas mojadas, empapadas de flujo vaginal.

Todo fue un sueño. Un sueño húmedo.

Paso el día, y me dispuse a hablar con José por facebook, cono siempre. Luego de un rato charlando sobre diversas nimiedades, le conté sobre mi sueño.

José dice: Vaya bonita…yo también soñé lo mismo

Tú: No me jodas José!!!

José dice: Te lo juro Skarlet....

Tenía razón. Omití algunos detalles del sueño cuando se lo conté, pero él los dijo con total detalle.

Tu: pero…pero…las Hadas no existen!

José dice: Eso es obvio. Tuvimos solo un sueño colectivo.

Tu: pero.....como????

José dice: No lo sé bonita....no lo sé. Pero es la única explicación

Tu: Bueno, si.....digno de un relato no?

José Dice: Siiii escríbelo!!! Genial, seré coprotagonista de un relato tuyo. No olvides mencionar el detalle de que te di duro por el culo jejeje

Tu: jijiji claro que no lo olvidare....

Jose dice: como lo titularas?

Tu: no se....pero creo que lo ideal será "Bibidi Babidi Bu"

Fin....

Dedicado a José, más que un lector, un amigo.

Cualquier comentario sobre este u otro de mis relatos publicados pueden dejármelo en el apartado de comentarios de la pagina o enviármelo por correo a skarletpricet@yahoo.es . Y como siempre, mil gracias por leerme.