Bendito juego de la botella

Soy Julián y tuve sexo con mi hermana Rocío, ella es menor que yo por dos años.

Bendito juego de la botella

Soy Julián y tuve sexo con mi hermana Rocío, ella es menor que yo por dos años.

La primera vez que tuvimos sexo fue cuando yo tenia 16 y ella 14, por esa edad Rocío cursaba la secundaría y yo la preparatoria, debido a ello yo salía con amigos y amigas de mi edad.

Bueno para no hacer el cuento tan largo les cuento que un día me invitaron a una fiesta, el compa que me invitó tenia dos semanas de conocerlo cuando intentaron asaltarnos en pleno transporte urbano y unimos fuerzas para pelear contra los cacos, por lo que sus amigos aun eran desconocidos para mí.

Acepte ir a la dichosa fiesta en donde por casualidades de la vida me encontré con mi hermana Rocío, pues era amiga de la hermana de mía recién amigo.

La fiesta inicio como a las seis de la tarde y ya como a las 10 de la noche una gran parte de los asistentes se habían ido, solo quedábamos mi camarada y su hermana, así como Rocío y dos parejas más.

Una de las chicas la cual era muy alocada nos propuso jugar a la botella, aceptamos y los castigos como siempre al principio son suaves y algo bobos, pero poco a poco comenzaron hacerse un poco más fuertes, como de besos, bailes eróticos.

Por lo menos a mi me había tocado besar a todas las chicas menos a mi hermana, y ella solamente había besado a dos chicos y bailado eróticamente en dos ocasiones enfrente de todos.

En una de las ocasiones que perdí me colocaron de castigo besarme con mi hermana, lo cual de primera mano me rehusé, por lo que me cambiaron de castigo y me exigieron que simulara que tenia sexo con ella.

Me lo pensé un poco, pero después de meditarlo me dije a fin de cuentas es una simulación y además estamos vestidos.

Acepte y pedí que me dijeran en que posición simularíamos, a lo que nos solicitaron que ella me montara mientras yo la tomaba de la cintura.

Así lo hicimos, Rocío se monto sobre mí, mientras yo la tomaba de su cintura, creo que eso fue peor que negarme al beso, por que ella vestía una falda corta de vuelo y yo un pantalón de mezclilla delgada y holgado.

Al sentarse sobre mi, lo hizo de forma tal que su vagina cubierta por su pantaleta tocara directamente mi entrepierna.

Eso me éxito y mi pene comenzó a crecer, mi hermana me vio y abrió mas sus ojos y me miro fijamente, comencé a mover a Rocío de lado a lado sobre de mi, eso provoco una fricción entre nuestros sexos lo que nos éxito más a los dos, ya que sus pupilas se dilataron y eso me indicaba su calentura.

Era sensacional sentir su sexo sobre el mío, haciendo movimientos eróticos, el roce era muy placentero, yo podía sentir como mi pene formaba un canal sobre su raja.

Escuchamos la voz de orden de simular jadeos, mi hermana no se lo espero mucho y comenzó a emitir gemidos y jadeos que me excitaban más.

Sus, -AAAAAAAAAAAhhhhh, mmmmmmmmmm mmmmmmmmm, mmmmmmmmmmmmahhhhhh hhhaaaaaaaaaaaaaa, ssssssssssssssmmm mmmmmmmmmmmm, si sigue-, me estaban volviendo loco y solo podía decir, -siii, sigue, muévete, oooooooooooohhhhh, cabalga, ohhhhhhhhh-.

Sus movimientos comenzaron hacerse mas rápidos eso me estaba llevando a sentir la sensación de correrme, pero la voz de mando nos dijo que ya era suficiente que se estaban aburriendo.

Mí hermana se levanto, y yo me incorpore, íbamos a continuar el juego pero llegaron los padres de mi amigo, por lo que nos tuvimos que marchar.

Rocío y yo tomamos un taxi y nos fuimos a la casa, en el trayecto guardamos silencio, no comentamos nada de lo sucedido, hasta que ella me pregunto que porque no había querido besarla, a lo que le dije que me daba pena y vergüenza, ella se rió y me dijo que más pena debió de haberme dado lo que hicimos a lo que baje la cabeza de vergüenza y ella me la levanto mientras me decía que ya para que si ya había pasado.

Me pregunto que había sentido con el castigo y le confesé que me excite mucho y ella me respondió que también, en eso comenzamos a reírnos y nuestros rostros se acercaron lo suficiente para sugerir un beso, el cual nos dimos, primero suave, tierno y después un poco subido de tono, hasta que decidimos detenernos por estábamos a punto de llegar al hogar.

Cuando entramos a la casa lo hicimos con toda normalidad de dos buenos hermanos, nuestros padres estaban en la sala veían la TV, nosotros nos despedimos de ellos y les dijimos que estábamos algo cansados que queríamos dormir.

Por suerte, la habitación de nuestros padres están en la parte baja de la casa y la nuestra en la de arriba, simule que entre a mi recamara y la cual cerré con llave y me metí a la de mi hermana.

Pero eso se los cuento luego.

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