Bendito invento, el satisfayer.

Me han regalado un juguetito seccionado y quería compartir como fue la primera prueba.

Descubriendo satisfayer, ese gran invento.

Dentro de unos días es mi cumpleaños, y mi madre me dijo que pidiera lo que quisiera. Y le solté medio en serio medio en broma, y con un poco de pudor por ser mi madre a la que se lo estaba pidiendo, pero me salió del alma.

Ya llevaba tiempo con curiosidad y ganas de probarlo, pero por H o por B. Al final nunca me decidía a comprarlo.

En fin que la mujer le pareció bien la idea y me lo regaló.

Me lo dió el mismo día de las madres para no hacerme esperar más.

En fin que era domingo, trabajando en hostelería como muchos se suele descansar lunes. Yo igual. Así que entre que sabía que esta noche había fiesta con mi novio, de tranquileo, con musiquita de fondo bebiendo, hierba y un poquito de polvitos blancos para estar guay para el lunes estar tirados en la cama de resaca, follando o guarreandonos y calentando bien para darnos una follada extrema.

Pues eso, que no veía la hora de cerrar y y estar probando el cacharro más que llegar a casa en sí.

Como ya he dicho alguna vez, cuando tomo, me pongo caliente como una perra. Empiezo a notar calor en mi pipilla, y en la entrada a la vagina, a veces de la excitación el cosquilleo de algo caer en mi muslo delata la caída de una gota de fluidos míos. La excitación es tanta que me endurecen los pezones y me acelera la respiración de ardores que me dan en el coño.

Lo explico un poco, yo estoy muy satisfecha en la cama pero quería animar un poco el folleto.

Al contrario que a mi cuando estamos con manteca a mi novio no hay manera de hacer que se le levante, si alguien lee esto y le pasa o le ha pasado me entenderá.

Osea que esa noche hasta que el no quisiera acabar me iba a tener cachonda haciéndome pajas en la cama con la puerta abierta, porque se qué le pone cachondo aunque a su amiguito no le apetezca jugar. Pero como a mi me pone cachonda que el me vea y me escuche me pongo a correrme a gritos mojando la cama delante suya.

La ventaja que esa noche yo tenía mi nueva adquisición, mi juguete rico que me iba hacer ver las estrellas y más.

Me despedí de mi novio le di un morreo largo, diciéndole que estaba mojada y que me iba a follar fuerte yo solita sin él.

Me metí en la cama, lo dispuse todo de manera que él, me iba a ver en primer plano jugar con el satisfayer. Tumbada inclinada con las almohadas, casi sentada. De frente a él, que me miraba acomodado en el sofá. Vi que se había bajado los pantalones hasta las rodillas, y así abierto de piernas, mirando con ganas de comerme y follarme fuerte

Cuando está así se suelta un poco más sin miedo a hacerme daño y me trata un poco más duro, me agarra del cuello, me folla la boca hasta las arcadas y reconoce que cuando me duelen los azotes es cuando más cerdo se pone. A mi también.

Yo sabía que con la cantidad de farlopa que habíamos consumido no se le iba a levantar, pero la situación me ponía cerda y me daba igual, quería darme placer yo, no a él.

Me bajé el sujetador sacando los pezones hacia arriba, duritos y erectos de placer, del morbo de ser observada. Mi coño se contraía en espasmos cada vez que mi amor se mordía el labio conteniendo las ganas de follarme de los pelos literalmente.

Encendí el cacharro y puse la boca en mi pezón apretando, no notaba mucho al principio pero luego si notaba un pequeño cosquilleo que iba a más, lo puse en el otro mientras que con la mano libre amasaba y pellizcaba fuerte hasta doler el otro pezón. No quería esperar más... Tenía muchas ganas de calmar mi coño, necesitaba darle gusto y placer a mi botoncito duro salido buscando amor. Abrí bien las piernas dando buena visión del espectáculo, depilada de hace dos días, suave todavía porque no tengo el vello fuerte. Metí la parte gorda del satisfayer en mi boca para que no costara mucho entrar, si lo se que no es la principal función del objeto, pero necesitaba tener el coño lleno de algo duro y prieto. Estaba colocada y me sentía muy guarra, me ponía mucho ver a mi novio acariciarse por encima del calzoncillo su polla.

  • Nena estoy hasta el culo de mierda pero mira.

Se los bajó y para sorpresa de los dos, no estaba empalmado pero estaba cogiendo forma morcillona. Al ver eso mojé rápido de mis jugos el culo del satisfayer y lo metí de golpe dentro de mi vagina hasta el fondo, haciendo tope, sin prisa pero sin pausa. Del gustazo de estar bien penetrada se me fue la cabeza hacía atrás soltando tremendo gemido de gusto. A mi amor de verme se le contagió y apretando la base de su poya la apretó mucho intentando ponerla a tono a fuerza de estrangulamiento. Subía y bajaba la mano. Ya tenía algo más de firmeza.

  • No pares puta! Lo estas consiguiendo, me la estás poniendo dura por momentos cariño.

Yo saqué poco a poco el mojado juguete, y ya por fin algo más tranquila puse la boquita del objeto en mi clítoris.

Estaba muy muy cachonda, veía a mi novio menearse su poya ya dura, aunque no del todo.

Quería correrme pronto, no quería recrearme, sería rápido. Recordé que mi amiga me dijo que si lo ponía al tope pronto no me iba a dar tiempo a disfrutar el momento. Pero es que yo ahora no quería eso, quería correrme rico, y lo iba hacer ya.

Subiendo poco a poco el nivel de succión, subiendo el nivel de decibelios de mis gritos a cada vez que me corría casi sin esperarlo y subiendo hasta el máximo de los niveles del juguete, mi cuerpo se giraba y retorcía de manera extraña.

Con la mano libre metía dos dedos y bajé un poco para alargarlo solo un poquito más, gemi y mojaba la cama. Creo que una de esas veces me hice pis encima irremediablemente, mi novio apunto de correrse y yo follando mi coño con tres dedos sin parar, en círculos y el satisfayer comiéndose mi pipa... Hizo que me corriera como nunca en mi vida, entre el poco hueco que había entre los dedos dentro de mi vagina salían chorros de líquido vaginal a presión, mis caderas bailaban al ritmo del orgasmo, apretando el cacharro y sacando las manos empezó a salir un cañito de fluido hacia el suelo, mojando todo y dejando un gran círculo debajo mío de colchón mojado. Lo mejor fue cuando pude mirar a mi novio y vi que en el suelo había varios goterones de semen de haberse corrido también con las vistas.

Exhaustos y respirando bien ya nos mirábamos sonriendo con cara de gustazo increíble.