Bendito internet 4

Llegue a la terminal de regreso a casa y ahí estaba esperándome Amanda, sentí un poco de pena y sobre todo pensé en lo que había hecho y aunque no me arrepentí si sentí dolor, porque sabía en mi interior que ni mi pareja ni su pareja de ella se merecían esto, la salude de forma cordial aunque fría, ella me miro a los ojos y con una voz bajita, como hacía mucho que no usaba conmigo

Llegue a la terminal de regreso a casa y ahí estaba esperándome Amanda, sentí un poco de pena y sobre todo pensé en lo que había hecho y aunque no me arrepentí si sentí dolor, porque sabía en mi interior que ni mi pareja ni su pareja de ella se merecían esto, la salude de forma cordial aunque fría, ella me miro a los ojos y con una voz bajita, como hacía mucho que no usaba conmigo me dijo:

Amanda: como te fue?...te divertiste?

Le dije que si lo más tranquila que mi corazón y mi conciencia me lo permitían y le asegure que no había sido nada fuera de lo común, le hable de los lugares a donde habíamos ido y le mostré las fotos que tome, le comente que algún día iríamos juntas porque tenía que conocer esos lugares tan bonitos.

Caminamos hasta el abordaje de taxis, me acerque a la ventanilla y compre el boleto mientras ella veía la cámara, lo abordamos y de camino a casa ninguna de las dos dijo una sola palabra.

Pasaron dos días. Se llegaron las fiestas patrias y en casa se organizo un festejo, vinieron amigos cercanos y familia, todo estuvo bien hasta que comenzaron a irse y solo quedamos Amanda, mi cuñado y yo, fue entonces que al calor de las copas ella me recrimino esa salida, argumentando que no creía que nada hubiera pasado, me recriminaba que nos habíamos alejado por mi culpa y que si nuestra relación se terminaba era a consecuencia de mi forma de ser, como es lógico me defendí  tal vez de la peor manera, es decir, echándole la culpa a ella, le dije que estaba cansada de correr con los gastos de la casa, de que siempre quisiera que mi mundo girara alrededor suyo y que tenía que entender que me había faltado vivir, conocer, experimentar y mi enojo creció al extremo cuando la escuche reírse y decirme que si conocer a gente e irme a la cama con ellas era lo que quería entonces se hacía a un lado, porque no deseaba a una mujer así  junto a ella. Me colerice en un segundo, le dije que no tomaba las riendas de su vida y muchas cosas más, fue aventarnos la pelota una a la otra sin llegar a nada y sobre todo sin tratar de solucionar. Se retiro a la cama para dormir, estaba un poco mas tomada que yo, pero para evitar continuar con la discusión me quede en el sillón, no podía dejar de pensar en Aby y sobre todo considerar la posibilidad de que Amanda tuviera la razón, quizás era incorrecto lo que estaba haciendo, pero nunca había tenido intimidad con nadie más que con ella y en ese momento con Aby, me había pasado casi 10 años de mi vida a su lado, desde muy joven y dije la verdad…tenia ganas de vivir y sentirme libre, tenía entonces 27 años y trabajaba en un bufete jurídico en el cual me iba muy bien, sentía que tenía todo excepto…LIBERTAD y  nada ni nadie me haría desistir en mi osadía de seguir frecuentando a Aby ya lo había decidido de regreso en el taxi.

Sonó mi alarma y cuando desperté me encontraba sola en la cama, me levante fui al baño, lave mi cara y mis dientes y cuando regrese estaba parada junto a su ropero, con bolsas en las manos, me quede parada mirándola y le pregunte que iba a hacer con ellas, me miro y con la voz más seca que jamás escuche antes de ella me dio la noticia, se iba, me dijo que si lo que quería era libertad me la daba, que estaba cansada de luchar por mi y de que solo ella navegara en el barco, me senté en la cama, le pregunte que si de verdad quería irse y no obtuve respuesta, me sentía llena de confusión, con tantos sentimientos encontrados, trate de poner las cosas en una balanza, pensé si de verdad valía la pena arriesgarse a perder todo y que obvio pensé si tendría una recompensa satisfactoria al arriesgarme de esa manera a perder a quien era hasta ese momento el único amor formal. Salí de la habitación sin que ella me contestara nada y le hice una carta, donde le ofrecía disculpas si le cause algún dolor con esa salida y también le asegure que no volvería a pasar si se quedaba, al mismo tiempo también le escribí que se lo prometía siempre y cuando no saliera de la casa, pero que si de todos modos insistía en irse, no la detendría porque en algún momento de  nuestra relación hicimos un pacto donde si una de las dos dejaba de amar o sentirse contenta lo expresaría abiertamente y la otra tendría que entenderlo sin poner oposición. Regrese le entregue la carta y le pedí que la leyera y una vez que decidiera que hacer me lo dijera, la leyó en ese momento rápido y me dijo que se iba. Comenzó a juntar sus cosas y Salí de la habitación, no tenia caso permanecer mientras arreglaba su ropa.

La vi entrar y salir de la casa varias veces con objetos de ella, entre y por ultimas vez le pedí que reconsiderara su solución, que si de verdad nos amábamos intentáramos salvar lo nuestro, no contesto, acto seguido entro a la casa de mi madre y se despidió de ella, solo me dijo que por lo que faltaba que se llevase iría en la semana por ello y salió.

Me quede sola, tuve tiempo para pensar las cosas y volví a caer en cuenta que nada es por casualidad, Amanda sufría de celos excesivos para conmigo, cabe mencionar que hasta ese momento sin razón justificable, todo le ocasionaba celos, que si no le prestaba la atención, que si platicaba con alguien más, en fin no era la primeras vez que nos molestábamos y alejábamos por ese motivo, sin embargo aunque me decía que se iba hasta ese momento lo hacía de forma real, así que aunque me dolió como era lógico no dije ni una sola palabra.

En la noche me llamo Aby, le comente lo que estaba pasando en mi casa y pidió disculpas por ser la causante de ese rompimiento, le comente que no se creyera tan importante como para lograrlo que si rompíamos era porque teníamos cosas del pasado arrastrando con las cuales no podíamos lidiar, que este era solo asunto de Amanda y mío y los créditos también eran solo nuestros.  Le plantee la idea de volvernos a ver y al parecer le agrado porque me dijo que ella también tenía ganas de volverme a ver, nada me detenía, en ese momento era una mujer libre y si a ella no le importaba verme aun con novia a mi ya no me interesaba nada porque estaba consciente de mi situación y no deseaba nada más que pasarla bien. Acordamos una segunda salida que sería el último fin de semana de septiembre, me emocionaba demasiado volver a verla y sobre todo estar en sus brazos. Era fabuloso.

Los días transcurrieron y para no sentir la soledad me inscribí a clases de zumba en la tarde con la finalidad de mantener mi mente ocupada en algo mas aparte del trabajo y así avanzaron los días, de vez en cuando Amanda subía por algo que necesitara de las cosas que le faltaba por llevarse y en el inter de platicar me comento su deseo de regresar, obtuvo por respuesta un no, era definitivo y se lo había hecho saber antes de que se fuera, no habría marcha atrás, las decisiones estaban tomadas y así tenía que ser, por algo suceden las cosas y aunque la ame mucho en su momento, para ese entonces ya no sentí a lo mismo por ella y no se merecía el engaño, ella no.

Espere con ansias ese nuevo encuentro y se llego el día….