Bendito destino-2

Las exigencias de Carla están empezando a dejarme sin fuerzas ni para pensar en nada más que no sea una pista de tenis.

Ese mismo sábado me quedé en la pista hasta mi terminar mi sesión de entrenamiento, pero mi cuerpo estaba más pesado de lo normal, el cansancio y la falta se sueño se hacían más que visibles, así que en cuanto se hicieron las 11:30 me di una ducha y me marché a mi casa. Nada más llegar, sobre las 12:30 comí y me tumbé en mi maravilloso sofá a ver la televisión, pero el cansancio y el sueño me vencieron. Me desperté después de 3 horas, y en mi cabeza había un run run que no me dejaba estar tranquila. No hacía más que pensar en toda la serie de normas que me había enumerado Carla horas antes.

Respecto a las exigencias de Carlita en el aspecto físico, no creo que hubiese mayor problema, empezar las rutinas a las 7:00 tampoco, eran ningún drama, y que ella eligiese el calendario de competición, incluso era beneficioso, sé que ella elegirá lo mejor para mi, pero que tanto le importaba a Carla a quien metiese en mi casa o en mi cama? Dejé que las horas transcurriesen y después de las malas sensaciones del día de hoy no tenía pensado volver a cometer el mismo error, hoy iría directa de mi sofá a mi cama.

El domingo temprano, como cada día me levanté para ir a la escuela de tenis, el día era excepcional, y mi cuerpo mucho más descansado tenía una energía renovada, aunque mi mente seguía enfrascada en las palabras de Carla. Sus normas, sus "amenazas" sobre ser dura conmigo, y su consejo o imposición sobre el llegar descansada al lunes me hicieron ir del entrenamiento a un tranquilo paseo por el puerto de Barcelona, después del mismo me dirigí a mi casa, y el resto del día lo pasé escuchando música y relajando mi cuerpo.

Sobre las 20:00 aproximadamente, recibo un mail de Carla, que al abrirlo veo que se trata de mi primer planning de entrenamiento para el día de mañana.

  • Hola Laura, sé que esperas que te cuente todo cara a cara, y así será, pero quiero que mi amistad no interfiera en mi profesionalidad contigo, así que te mando la que será tu primera sesión de entrenamiento, podrás ver que no te mentía cuando te decía que soy infinitamente estricta y exigente.

07:00 Nos vemos en el gimnasio de la escuela.

09:00 Pista

11:00 Almuerzo

12:00 Volvemos a la pista

17:00 Se han terminado las tardes libres, nos vemos en la escuela para visualizar videos de las rivales.

Mi respuesta al ver el primer planning de Carla no se hizo esperar.

  • Carla para ser el primer día, y además lunes, no crees que deberíamos tomárnoslo con más calma? Sé que tu eres la experta en esto, pero tampoco te vayas a volver loca, sabes yo empiezo a ser persona a partir de las 9:00.

Su respuesta, fue aún más rápida que la mía.

  • Pues deberás aprender a ser persona a partir de las 6:00, porque supongo que querrás desayunar para todo lo que te espera. Ya te dije que yo ponía las normas.

  • Ok, tu ganas.

El primer día llegó, recuerdo que me levanté a las 06:00, desayuné copiosamente y rápidamente me alisté para salir hacia la escuela de tenis. Llegué a las 07:01 al gimnasio donde ya me esperaba Carla.

  • Buenos días Carlita, si que eres puntual.

  • Yo mucho, y por lo que veo, tu nada, llegas 1’ tarde.

  • Carla por favor, es 1’.

-En un minuto puedes perder el torneo más importante de la temporada, ese minuto no es más importante que este, para que ese no se produzca tienes que llegar puntual cada día de tu vida, si cuando llegues quieres que yo siga aquí.

  • Entendido, pero…

  • Te lo repito Laura, no hay peros que valgan. Conmigo ya no te sirven tus típicas excusas.

Sólo por la bienvenida que me dio Carla, ya me dejó claro que mi día iba a ser duro… pero no pensaba que tanto. La sesión de gimnasio fue insufrible, la sesión de pista creo que llegué a desgastar la suela de las zapatillas de todo lo que me hizo correr, y en mi momento de “relax”, el almuerzo, me dijo que no me relajase mucho y que cuidase mi nutrición, que en menos de una hora debía volver al trabajo. Volvimos al trabajo en la pista, y una vez terminada la sesión opté por darme una ducha en la escuela y comer allí mismo.

Ese día empecé a volver a hacer uso de mi habitación en la escuela, desde que mis padres decidieron trasladarse a Barcelona a vivir para estar cerca de mí, hacía muy poco uso de la habitación en la escuela, pero desde ese día volvería a ser mi rincón para desconectar. Se me pasó volando las 2h que tuve libre aprovechando para echar una cabezadita hasta la nueva sesión de vídeo que Carla se había inventado para no dejarme hacer mi siesta de 3h y por supuesto mis salidas por la ciudad. A las 16:50 estaba como un clavo en la puerta de la sala de audiovisuales donde me había citado Carla, donde la vi aparecer a las 16:55.

  • Vaya estrella del tenis, parece que si que has aprendido esta mañana que conmigo no te puedes retrasar ni 1 segundo.

  • Con todo lo que me has hecho sudar en el gimnasio y correr en la pista, te prometo que por mi bien no llegaré tarde nunca más.

  • Así me gusta, que aprendas rápido, sino tendré que sumar nuevas normas a mi contrato.

  • Entendido jefa, casi que prefiero que no haya ninguna norma extra.

Nos adentramos en la sala de audiovisuales, estuvimos comentando jugadas, viendo videos, hasta que el cansancio me venció de nuevo, y mis ojos pesaban más y más hasta entrecerrarse.

-Vaya vaya señorita Aguilar, parece que no le interesa mucho el estado de sus rivales. - Ella sabía que si que me interesaba conocer a mis rivales, pero que el cansancio podía conmigo.

  • Si si, perdona sólo que estoy muy cansada Carla.

  • Yo llevo despierta desde la misma hora que tú, y aquí sigo intentando con la misma energía para hacer que tu seas la mejor.

  • Lo siento Carla de verdad, no es por falta de interés y por no hacerte caso a ti.

Debí convencerla, porque 20’ después dijo que finalizaba la jornada, nos despedimos y justo antes de subir al coche que me llevaba cada día a mi casa me dijo:

  • Ahora ya conoces los horarios, estos van a ser así todos los días, así que mañana a las 07:00 nos vemos en el gimnasio, y he dicho a las 07:00.

  • Tranquila Carlita, ya has visto que he aprendido en un sólo día a llegar puntual. - Le di un beso a la mejilla, me sonrío y subí al coche que por fin me llevaría a mi casa. Este fue el único momento del día en el que vi a mi amiga, y no a la teniente de mi entrenadora.

Llegué a mi casa y el cansancio podía conmigo, sólo quería cenar e irme directamente a la cama.

Los días sucesivos eran más de lo mismo, trabajo, esfuerzo y también muy buenos momentos, pero sobre todo disfrute por ver que el trabajo iba dando frutos. Mi mente cambió mucho, no pensaba en salir de fiesta, sólo me centraba en entrenar, mejorar, y poder cumplir el pronostico que publicaban las revistas especializadas.

Después de 3 meses y 3 semanas el trabajo estaba hecho pero los nervios pre-competitivos estaban presentes, teníamos la incertidumbre de que iba a pasar, pero sabíamos y estábamos convencidas que iría perfectamente, el gran momento, el arranque de la temporada con un torneo WTA había llegado.

El día del partido volvió a aparecer la que era sólo mi amiga, ese día la estricta entrenadora desapareció, nos fundimos en un gran abrazo justo antes de saltar a la pista, y una mirada en silencio en la que sólo con la mirada le di las gracias, y en la que ella igualmente, y sin ninguna palabra me dijo que era mi oportunidad de hacer cosas grandes, que tenía todo su apoyo.

El partido no voy a decir que fue coser y cantar, pero por fin vimos que el fruto del trabajo que habíamos hecho estaba resultando ser el camino correcto, gané ese partido y los siguientes hasta llegar a la final del torneo. Durante esos días mi ego iba creciendo, pero siempre estaba allí Carla para ponerme los pies en el suelo.

-Laura todavía no has ganado nada, sólo estás haciendo un buen torneo, pero no puedes confiarte y mucho menos creerte superior a los demás, tu puedes ser tu peor rival.

  • Carla permitete disfrutar, las cosas van bien, pero tranquila estás tu aquí para devolverme a la realidad y decirme que sigo siendo igual de mala que antes, porque todavía no he ganado nada esta temporada.

  • No te he dicho que seas mala Laura, sólo digo que no te pueda la euforia, debemos seguir haciendo las cosas como hasta ahora, y así seguro las cosas van bien.

  • Por que siempre tienes que tener la razón?

  • Porque soy inteligente amiga. - ambas reímos y después de esa relajada charla ambas entendimos que debíamos hacer las cosas correctamente.

Llegó el ansiado día de mi primera final WTA, la rival era María Ilynick, una jugadora rusa, pero que vivía en Barcelona desde hace más de 5 años, era conocida por su prepotencia y arrogancia tanto dentro como fuera de las pistas, pero que voy yo a decir sobre esto, si quizá la siguiente en la lista era yo, para los que no me conocían.

El partido debía comenzar a las 12:00, por lo que me levanté a las 8:00 de la mañana a desayunar y hacer una comida un poco más copiosa, como era normal los días de partido. Ya desde bien temprano mis sensaciones no eran buenas, no sabía que me pasaba, pero algo no iba bien.

No dije nada a nadie de mi staff, ni a mi familia, pero sé que Carla notó algo raro.

  • Buenos días Laura, estas bien?

  • Si Carla, creo que son los nervios de jugar mi primera final - Sabía que ella me conocía y no me había creído, pero le quitó importancia para no presionarme más.

  • De acuerdo guapa, vamos a sacar todo el trabajo que hemos hecho.

Nos dirigimos hacía el estadio donde se jugaría la final en la pista central, las entradas estaban todas vendidas y mi sensación de agobio crecía por momentos, seguimos el protocolo que casi habíamos establecido como ritual, nos dimos un fuerte abrazo, una mirada en silencio y me dispuse a saltar a la pista.

No fue un partido fácil, mi rival me lo puso muy muy difícil, llegamos a los 3 sets, y sólo la fuerza mental que me había inculcado Carla en estos escasos 3 meses de trabajo hicieron que me alzase con la victoria.

Hasta aquí la segunda parte de esta historia. Gracias por la lectura!!