Bendito calor

Cuando el calor interno es más fuerte que el verano.

Por fin estamos en tu casa.

Tanto tiempo trabajando juntos, compartiendo horas uno junto al otro y hasta hoy no sabía como era el sitio donde vivías. Siento en mi interior como crece el deseo. Siempre me pasa cuando te miro, eres hermosa y lo sabes, te arreglas y luces tu cuerpo y tu rostro. Pero sobre todo me atrae tu vitalidad, esa sensación de vida irrefrenable que bulle dentro de ti, la forma en que conviertes una tarde de cansancio y lluvia en una ocasión para la risa y el juego. Sin embargo hoy noto algo distinto, hoy el calor amenaza con derretirnos y cuando tras terminar un trabajo especialmente dificil me ofreciste ir a tomar algo en tu casa crei ver una estrella en tus ojos que se reflejó en los míos.

Hace calor. El aire acondicionado no funciona. No se si lo sabías o no antes de venir pero esta sensación tórrida hace que me cueste respirar. O quiza es que estar tan cerca de ti, ambos vivos y anhelantes me quita el aliento. Tu llevas un minivestido de algodón, ligero, suave, que se pega a tu piel sudorosa. Estamos bebiendo, hablando, riendo. Miro tu cuerpo con deseo y noto en tu rostro que lo notas y te gusta.

La bebida se acaba y vas a la cocina por más. Me aproximo por detrás, poco a poco, y acerco mi cuerpo al tuyo, sin tocarte pero estando muy cerca, tanto que noto el calor de tu espalda en mi pecho. Aparto tu pelo con la mano y beso tu cuello. Suspiras y te mueves un poco, lo justo para pegarte a mí. Paso mi mano adelante y la poso sobre tu vientre, noto la piel a través de la fina tela y te aprieto contra mí. Ahora puedes sentir mi polla, dura y levantada, acomodarse en el hueco de tus nalgas.

Tomo un cubito de hielo del vaso y lo paso por tu escote, despacio, sintiendo como tu calor lo derrite y las gotas de agua bajan por tu escote hacia tus pechos. Suelto las tiras que sujetan tu vestido y cae destapando tus pechos, Tus tetas son magnificas, suaves, duras y llenas, y tus pezones erguidos señalan tu excitación. Paso el hielo por ellos y se levantan y endurecen más aun. Suspiras cada vez más y mueves tu cuerpo, tu culo, para frotarlo contra mi paquete.

Me separo un poco, lo justo para que el vestido caiga al suelo dejándote desnuda ante mi, y me desnudo a mi vez, rápido, con urgencia. No soporto estar separado de ti. Vuelvo a aproximarme y mi polla se sitúa entre tus piernas esta vez. Apoyas las manos en la encimera y separas un poco las piernas. Estás ardiendo y me quieres dentro, pero no hay prisa. Acerco mis dedos a tu boca y abriéndola los chupas y lames. Cuando están llenos de saliva los bajo hasta tu sexo y froto tu clítoris. La saliva no era necesaria, estas chorreando y pasando los dedos entre tus labios se llenan de tus jugos. Acerco mi polla a la entrada de tu sexo y tu misma vas clavándotela, suave al principio, notando como te va llenando, como tu interior se separa para dejarla paso. Cuando está dentro del todo te sientes llena. Mi polla normalmente es grande, pero hoy estoy especialmente excitado, caliente y deseoso de ti y creo que va a explotar. Comienzo a moverme mientras me agarro a tus pechos con mis manos y bombeo, profundo, lento al principio pero cada vez más rápido. Te pido que te toques, quiero que te corras, notar como aprietas mi polla con tu sexo durante tu orgasmo. Lo haces y no aguantas, comienzas a correrte y gritas, te pegas del todo a mi, noto mi polla hasta el fondo en tu interior y tu culo apretado contra mi cuerpo.

Sigo follandote, bajando un poco el ritmo, y aprovecho para ir preparando tu culo. Con saliva y tus propios jugos voy abriéndolo y te meto un dedo. Entra fácil aunque siento como lo aprietas y gimes. Ahora son dos dedos entrando y saliendo de tu interior, casi he tenido que parar de follarte para hacerlo y estoy quieto, dentro de ti, mientras tu vuelves a tocar tu clítoris y tu culo ya está preparado.

Te arrodillas en el suelo, frente a mi, y metes mi polla en tu boca, solo un poco, para lubricarla con tu saliva. La verdad es que estaba llena de jugos y no era necesario, pero me gusta verte mientras me la chupas, con ojos de deseo y lujuria. A ti también te gusta.

Te preparas, te pones a gatas, subes el culo y bajas la cabeza y me pides que entre ya en ti. Te penetro un par de veces por el coño y a continuación apoyo la cabeza de mi polla en tu culo. Le cuesta un poco entrar, pero no protestas. Sigues tocando tu clítoris y poco a poco tu culo se acostumbra a mi polla. Ya está dentro, noto mis huevos frotando tu coño y comienzo a sacarla, despacio. Bombeo poco a poco. Estás caliente de nuevo. Yo también. Comienzo a follarte el culo más rápido, y cuando te corres de nuevo con mi polla en tu culo no aguanto más y te lo lleno de leche. Notas como corre por tu interior mientras gritamos. Caemos al suelo y quedo sobre ti, tu culo aun atrapando mi polla que no ha dejado de estar dura. Poco a poco baja y te la saco. Veo mi semen salir de tu interior y froto tu culo y tu coño con el. Te remueves. Parece que sigues caliente.

Me dices “Vamos a la cama” y te sigo. Aun es pronto. Bendito calor