Bendita rutina

A veces la rutina,tiene sus cosas buenas. A Montse mi inesperada inspiración. Inesperada por que la vida me ha permitido conocerla y disfrutar de ella.

BENDITA RUTINA

A Montse mi inesperada inspiración. Inesperada por que la vida me ha permitido conocerla y disfrutar de ella.


Trabajo en una multinacional y mi trabajo consiste en gran parte en visitar a diferentes empresas a fin de ofrecer diferentes productos o servicios relacionados con la actividad de mi empresa.

Pese a ser un trabajo que es de constante movimiento y sin un patrón fijo, hay algo que siempre es rutinario: el mediodía. En ese periodo de tiempo todo el mundo marcha a comer, quedándonos unos pocos que hemos cogido el mal habito de no hacerlo con la excusa de que en ese tiempo se saca y se avanza bastante en el trabajo. Y gracias a "esa mala costumbre" un día el mediodía me hizo todavía tener mas claro que marchar a comer es algo secundario y que sobre todo te puede dar contraprestaciones. Y ese mediodía fue precisamente un cúmulo de ellas.

En nuestro edificio existen varios departamentos todos relacionados entre si y en uno de estos trabaja Montse. La relación entre Montse y yo había sido hasta hace poco meramente profesional y que fruto al buen rollo existente entre ambos habíamos quedado una mañana y un desayuno, agradable y distendido, había finalizado en una agradable y distendida sesión de sexo que fue muy placentera para ambos. Pero no es de esa sesión de la que os hablare.

Los días habían pasado y dada nuestra vida de padres y en mi caso de esposo los encuentros se hacen complicados, por no decir casi imposibles, hasta ese mediodía. Me encontraba solo en la zona de planta que mi departamento ocupa y ella subió a buscar unos documentos. Se acerco y nuestras miradas de complicidad como los comentarios del tipo "que solito estas" hizo que se aproximase hasta mi mesa, apoyando su redondito trasero sobre esta.

"Que si me habías echado de menos, que si habías pensado en mi" Etc. Somos y hacemos mucha broma sobre ello, como dos quinceañeros que descubren el amor. Cómico? No se, pero nos hace sentirnos muy bien a los dos.

Ella seguía apoyada en la mesa y aprovechando mi visión hacia la puerta hice que se sentara sobre la mesa. Montse no utiliza pantys completos sino esas preciosas y excitantes medias de media pierna que se sujetan gracias a la banda de silicona que llevan. Empecé a acariciar sus piernas con disimulo y observando en todo momento la puerta y dado que no había mucho tiempo que perder fui rápidamente hasta ese coñito calentito y que por lo que mis dedos apreciaron rasuradito en su punto justo. Empuje la braguita e introduje dos de mis dedos en su caliente interior dejando mi pulgar pulsando su desafiante clítoris. Empezando un movimiento cada vez mas fuerte mientras que ella lanzaba su cuerpo hacia atrás y abriendo bien sus piernas para facilitarme la tarea. Ya que ella es multiorgasmica, el primer orgasmo llego rápido y en ese punto alcanzo en pocos minutos de mi continuo movimiento de mano un segundo. Mis dedos estaban mojados y ya mi mano izquierda apretaba con firmeza y el disimulo que la situación y la excitación me permitía.

Me hubiese encantado comerle su coñito. Poner sus piernas sobre mis hombros aprovechando la posición que teníamos, sentarla sobre mi polla que estaba durísima y húmeda o algo que me encantaría hacerle: apoyarla contra la mesa de espaldas y follarla y por que no? Por su rico y calentito coñito.

Restablecida de su doble orgasmo y pensando que la fiesta había acabado y una vez colocadas correctamente sus braguitas como sus medias y vestido y ya dando por hecho su marcha al trabajo y yo distraía la mirada oliendo mis dedos impregnados de sus flujos, se sentó a mi lado y dirigió su mano hacia mi paquete. Mi polla todavía se encontraba dura, durísima y con unas ganas tremendas de ser vaciada. Pero estaba claro que Montse tramaba algo.

Tocaba con suavidad mi polla y con su otra mano abrió mi bragueta.

Vigila la puerta. Me dijo.

Me la vas a chupar? Acerté a preguntar.

No...aquí no me atrevo. Pero creo que lo que voy a hacerte te va a gustar.

Ah.

Yo miraba la puerta y note como mi polla salía del escondite de mis boxers a la vez que notaba los calientes dedos de Montse sobre ella. Enseguida y con toda ella fuera, empezó a masturbarme después de llenar sus labios de saliva, haciendo un especial hincapié sobre mi capullo que me dolía pensando que me iba a estallar de un momento a otro. Notaba que estaba a punto de correrme. Mis mejillas eran fuego y mi cuerpo se tensaba por momentos.

Montse mi niña...Me voy a correr!!!

Siii...Hazlo en mis manos...

Me corro!!!!

Sii, damelo, damelo calentito!!!

Note como mi polla y en concreto mi capullo era apretado por su mano y sobre ella me corrí. Note varios disparos de semen y como su mano los recibía todos. Ya repuestos por la corrida vi como ella chupaba sus dedos y tragaba todo mi semen para luego guardar mi polla que ya empezaba a languidecer dentro de mis boxers y pantalón.

En ese momento ya empezaron a llegar varios de mis compañeros.

Hola Montse, que haces por aquí, a buscar algún caramelo?

Si, exacto. A buscar una de las piruletas de Javier, pero estaba tan buena que me la he comido aquí.....Dijo guiñándome un ojo.

Si, están buenas las chuches que Javier compra

Si que lo están, si....dijo.

Ni que decir tiene, que lo de comer al mediodía si hasta ese momento era extraño ahora no voy ni de broma y Montse sube cada mediodía a por su caramelo favorito....