Bendita crisis

Nunca pense que debido a la situacion de crisis por la que atraveso el pais me diera la oportunidad de disfrutar de la mujer de uno de mis clientes.

BENDITA CRISIS.

Trabajo en una entidad bancaria, tengo 36 años soy moreno 1,75 de altura, de constitución atlética ojos negros y lo que voy a contaros no hace mucho que sucedió y me gustaría haceros participe de mi experiencia.

Como he comentado soy el director de una sucursal bancaria en una pequeña ciudad, y estos años con la crisis,  los recortes y objetivos que nos han impuesto han sido años muy duros en los que hemos sufrido y visto de todo.

Teníamos un cliente que me caía fatal, tenía por castigo el dinero, y era un hombre acostumbrado a que todo el mundo hiciese lo que él quisiera, su forma de pedir las cosas no era muy educada, soberbio y altivo, pero por desgracia necesitaba a ese cliente ya que mi oficina era una de las mas nuevas de la ciudad y me era casi imposible conseguir los objetivos que se marcaban para la oficina, por lo que muy a mi pesar necesitaba a ese cliente.

Se llama Fernando, es un empresario de unos 40 años, con barriga prominente, muy repeinado con el pelo engominado y hacia atrás, con una estaca por puro siempre en su boca. Un hombre que con la construcción y la especulación se ha hecho de oro, aparte de tener el apoyo de provenir de una familia de dinero.

Siempre que podía se venía por la oficina, me contaba sus experiencias y orgias sexuales, o sino venia del brazo de su imponente esposa, una mujer 20 años más joven que él, de piel aceitunada, mirada felina y penetrante, morena con un cuerpo de infarto y bastante más alta que el.

Raquel que así se llamaba su esposa vestía muy provocativa con minifaldas no mucho más grandes que un cinturón, por lo que constantemente tenía que andar bajándoselas para evitar que el resto de mortales pudiéramos ver más de lo que ella quisiera, tenía unas piernas moldeadas y larguísimas, con un culito respingón y finas caderas terminadas en unos hermosos y generosos pechos, que como digo sabía muy bien cómo sacarles partido.

Ella tampoco era mucho más agradable que él, ya que siempre tenía una expresión de asco, y miraba a todo el mundo por encima del hombro, como si estuviera por encima de los demás, vamos una pija mal criada.

El caso es que Fernando pese a mis indicaciones contrarias realizo una fuerte inversión de dinero en fondos de inversión de países emergentes de Sudamérica, ya que según el iban a incrementarse por lo menos un 20%, yo le indique que eran países muy inestables y que el riesgo también era muy elevado, sin embargo no me hizo caso e invirtió un buen pellizco.

Lógicamente no tardo mucho en darse cuenta que la inversión que realizo unido a la crisis galopante que teníamos en España y más concretamente en el sector de la construcción hizo que rápidamente Fernando perdiera importantes cantidades de dinero y pronto pasara por la oficina para pedir más dinero.

Yo por aquel entonces estaba atado de pies y manos ya que las altas esferas de la entidad financiera habían cerrado el grifo y teníamos orden de que no se concediera más dinero en el sector de la construcción.

Y Fernando después de varios años de pérdidas y varias chapuzas financieras, necesitaba efectivo, no es que se hubieran arruinado que no era el caso, lo que ocurría es que tenían muchas posesiones y bienes así como depósitos o bonos que no podía hacer efectivos sino era con fuertes sanciones económicas por su retirada.

Por lo que se encontraba en una tesitura complicada, ya que lógicamente como todas las familias de dinero los gastos que tenían eran muy considerables pero en ese momento no disponían de efectivo y debido a la crisis no tenía muchas opciones ya que para obtener efectivo necesitaría vender varios bienes muy por debajo de su valor.

Fernando nunca había recibido un revés así, y era muy orgulloso como para reconocer que se había equivocado, por lo que una vez le hube explicado la situación en la que se encontraba, el dinero que podía perder y la negativa del banco a una nueva financiación, este se levanto rojo de ira y dando un puñetazo en la mesa me indico que me dejara de pamplinas y que arreglara la situación fuese como fuese, y si era capaz de sacarle ese dinero me lo recompensaría con lo que fuese.

Tras varios días revisando toda la documentación vi una posibilidad de refinanciar la deuda que habían generado y hacerla coincidir con el cobro de unos bonos estatales, así como la obtención de un préstamo con la hipoteca de varios inmuebles en el centro de la ciudad, la idea podía ser buena para ambas partes así que mande toda la documentación a mi agente de riesgos y este tras varias reuniones me dio el visto bueno.

Yo llame a Fernando para que se pasase por la oficina, y ahora que yo tenía la sartén por el mango iba a hacerle pasar un mal rato como otras muchas veces el me lo había hecho pasar a mí, así que lo cite para el sábado a la mañana, para estar solos en la oficina.

Llego el sábado, y Fernando apareció en la oficina a la hora señalada, me sorprendió ya que no venia solo, había venido con su despampanante esposa, entraron, y se sentaron. Tras esto Fernando mirándome fijamente a los ojos me indico que tenía para él.

Yo mirándolo fijamente le solté de golpe que tenia 125.000 € a los que tendría que hacer frente en 10 días, y que la entidad había dado orden de ejecutar el embargo de los fondos y depósitos junto con el incremento correspondiente por las sanciones sino hacían frente a ese pago, que se incrementaría aproximadamente a 150.000 € más o menos por las sanciones.

Pude ver como la cara de Fernando mudaba, ahora su mirada era esquiva, y pérdida, estaba perplejo ante aquella respuesta, lógicamente no se esperaba esa respuesta.

Fernando estaba abatido, negaba con la cabeza y no paraba de decir que no podía ser, le preocupaba en exceso el que dirían en su entorno si se enterasen que lo iban a embargar, en como de dañada quedaría su imagen y que eso no podía pasar, casi me suplicaba e imploraba que hiciera lo imposible por evitar que eso pasase, que me quedaría eternamente agradecido.

La verdad, era la primera vez que Fernando pedía algo por favor, y ciertamente estaba pasando por un mal trago, que sea dicho de paso casi me hacía sentir mal…. ¡CASI¡.

Yo intentaba rebatirle lo que me pedía, disfrutaba el momento, ver a esa persona tan arrogante abatido y pidiendo por favor las cosas no tenía precio.

Así que sin más dilación y en vista de que Fernando estaba a punto de darse por vencido, como si se me hubiese ocurrido en ese momento, le comente lo que ya tenía aprobado, pero siempre dejándole entrever a el que esa operación suponía un riesgo muy alto para mi, y que podría ser incluso una operación fraudulenta y que acabara con los huesos de ambos en la cárcel, por lo que tenía mis dudas en llevarla a cabo ya que dudaba si el riesgo que corríamos era correlativo a lo que podríamos ganar.

Lógicamente como ya he comentado la operación estaba aprobada y ni mucho menos era fraudulenta, yo solo quería asustarlo y dármelas de salvador…y vista la situación estaba funcionando.

Una vez explicado detalladamente, Fernando se quedo pensativo, valorando lo que le había explicado, y yo me despiste un momento observando lo hermosa que estaba hoy su mujer, era un bombón, estaba distraída mirando unos cuadros en la pared, como si la cosa no fuera con ella, mientras yo furtivamente miraba sus hermosas piernas que tenia cruzadas en la silla para evitar que me enseñase todo…

Yo estaba en esas cuando ella se giro hacia mí y me pillo mirándola, me quede paralizado no sabía qué hacer o decir, sin embargo ella con una sonrisa maliciosa, se cruzo de piernas suavemente a lo instinto básico, permitiéndome ver que no llevaba bragas, “La muy zorra venia sin ropa interior” yo trague saliva, y mire para Fernando que también me estaba mirando y observaba mi cara.

Me quede petrificado, estaba con la polla completamente erecta y sentía como un calor intenso me invadía, quería que me tragase la tierra no estar ahí en ese momento pero intente hacer como que no pasaba nada, y seguí hablando del peligro de la operación, pero Fernando  con una gran carcajada me indico que preparara la operación.

Ante esta respuesta pensé que no se había dado cuenta de lo sucedido. Y comencé nuevamente a intentar comentarle el peligro que conllevaba esa operación. Pero Fernando me interrumpió, y con un aire triunfal me indico que preparase la operación y a cambio me prestaría a Raquel durante un fin de semana para que la disfrutase a mi antojo.

Yo atónito ante lo que acababa de oír le indique que el asunto era serio y no estaba la cosa para bromas.

Fernando con una sonrisa de oreja a oreja me indico que el también hablaba enserio y más después de ver como había mirado a su mujer.

Yo me sonroje un poco más si cabe, no salía de mi asombro ni tampoco sabía que decir, era evidente que me había pillado observando a su esposa.

Yo insistí haciéndome el loco ante lo que acababa de oír con que el asunto era serio.

Pude ver como a Fernando le mudaba la cara y más seco me indico que el siempre hablaba en serio y mas tratándose de dinero, todo esto mirándome directamente a los ojos.

Me quede pensativo, no daba crédito a lo que me estaba proponiendo en ese momento, pero sin embargo la idea de disfrutar de esa hermosa mujer ya estaba germinando en mi cabeza. Por lo que sin pensarlo mucho le pregunte que su mujer tendría algo que decir al respecto sobre este asunto.

Y diciendo esto señale a Raquel sin dejar de mirar a los ojos de Fernando.

Fernando de forma triunfal y dando un golpe a la mesa decía: “lo sabía”, eso quiere decir que aceptas el trato, así que tú me financias y a cambio como compensación disfrutas de mi mujer” Jeje sabía que llegaríamos a un acuerdo.

Yo intente rebatirle sin mucho éxito indicándole que en ningún momento le había dicho que si. Pero Fernando ya no hacía caso a nada de lo que yo le decía, Fernando volvía a ser el Fernando de siempre, avasallador y seguro de si mismo.

Y viendo mis dudas y como queriendo tranquilizarme Fernando me indico que no me preocupase que su mujer haría todo lo que yo le pidiese que para eso le pagaba todos sus vicios y caprichos, y si no ya sabe lo que perdería si se oponía a alguno de mis deseos.

Yo mire ahora si a Raquel, esta me sonreía y no abrió la boca para protestar ante lo que estaba diciendo su marido

Entonces Fernando levantándose de la silla cogió del brazo a Raquel para obligarla a levantarse, la giro y cogiendo su minifalda la levanto, quedando a escasos metros de mi cara un hermoso y duro culito, casi lo podía tocar, sino fuera por la mesa de estudio que tenia entre ella y yo. Raquel lejos de molestarse, se sonreía y ponía el culo en pompa para enseñarlo mejor, Fernando le daba un cachete en una nalga haciendo que esta se sonrojara a la vez que Raquel emitía un gritito.

Fernando me preguntaba si verdaderamente no quería disfrutar de eso, si acaso el riesgo no merecía la pena, y me animaba a levantarme para que catase el material del que disfrutaría en caso de aceptar la proposición.

Yo estaba petrificado, no me lo podía creer, Fernando me ofrecía a su mujer a cambio de firmar una operación que tenia aprobada, ¡no me lo podía creer¡.

Al ver que no me movía, Raquel se giro y de forma sensual se acerco hasta mi, yo estaba sentado y ella apoyando sus manos en mis hombros se sentó encima mía, para comenzar a frotar su pelvis contra mi polla, podía sentir su calor, y ella lógicamente podría sentir mi erección. Mire a Fernando que estaba sentado observándolo todo y con un gesto con la mano derecha me invito a catar “la mercancía”.

Raquel era un volcán un torbellino de erotismo que me mordisqueaba el cuello, el lóbulo de la oreja, mientras el ritmo de sus caderas contra mi polla se aceleraba, tras la aprobación previa de Fernando yo metí mi mano entre mi entrepierna y su pelvis y comencé a sobarle su clítoris.. Ella al sentir esa caricia acelero su respiración y movimientos, yo sin dejar de mirar a su marido, le introducía un par de dedos en su húmedo coño mientras que con el dedo gordo frotaba su clítoris cada vez más rápido, hasta que al cabo de poco pude sentir como se corría en mi mano.

Tras esto se incorporo y bajándose la minifalda se fue a su sillón como si no hubiese pasado nada, sin embargo yo me encontraba como en un sueño, prácticamente flotando en un mundo surrealista y con una erección de caballo, y a punto de correrme allí mismo, en mi oficina frente a un tipo que hasta ahora mismo no era precisamente santo de mi devoción.

Fernando cuando Raquel se volvió a sentar en su sillón me hizo salir de mis ensoñaciones y me pregunto directamente que decía sobre la propuesta que estábamos negociando.

Yo ahora mismo no sabía que decir era lógico que hacia un rato había dejado de pensar con la cabeza para hacerlo con la polla, y no dejaba de pensar lo que había pasado en ese mismo instante con Raquel.

El intuyendo lo que estaba pensando en ese momento decidió responder por mí: “ok” ¡tomare tu silencio como un si¡ y diciendo esto se levanto con la mano extendida, yo me lo quede mirando un segundo y tras un breve vistazo a Raquel, estreche su mano en señal de aceptación. Mientras estrechábamos las manos en señal de aceptación le indique a Fernando que teníamos diez días de plazo, en los que yo preparare todo para el viernes pero hasta el lunes no firmaremos nada, ya que de viernes a domingo de la semana que viene Raquel será mía, eso quiere decir que hará todo lo que yo le pida, sin vacilar, cualquier cosa”

Fernando accedió a mi solicitud afirmando que Raquel seria mía durante todo el fin de semana, sin límites a todos mis deseos.

Tras esto se fueron de la oficina, yo no me podía creer lo que acababa de pasar, tan solo pretendía hacerle pasar un mal rato y a cambio no sé como había conseguido cerrar un acuerdo en el que iba a disfrutar de una fierecilla durante 48 horas, uff no me lo podía creer.

Así paso la semana, yo estaba ido, dándole vueltas a lo que iba hacer ese fin de semana, quería que fuera un fin de semana inolvidable y quería que esa zorra que siempre me había mirado por encima del hombro con aires de superioridad, me lo pagara, vamos bajarle los humos, se me ocurrieron mil cosas, pero no se si ella estaría dispuesta, por mucho que Fernando se lo ordenase.

Ya era viernes y cuando aun no eran las 10 de la mañana Fernando se paso por la oficina, como siempre con un aire de superioridad, con una sonrisa de oreja a oreja y una buena estaca en la boca a pesar de lógicamente tener prohibido fumar en la oficina, cosa que Fernando siempre obviaba.

Entro en la oficina, me saludo y se sentó en una silla frente a mí y tras un breve paréntesis me pregunto si tenía algo para él.

Yo me sonreí saque la carpeta con la operación que tenia aprobada y la tire encima de la mesa, Fernando se sonrió y la cogió para echarle un vistazo y como habíamos acordado ahí estaba todo, saco su pluma y firmo la operación.

Yo.:”Bien Fernando yo he cumplido, y sabes que esto no lo firmare hasta el lunes, es decir hasta que tu cumplas con lo prometido, ¿o debería decir hasta que Raquel cumpla con lo prometido?”.

Fernando estaba muy tranquilo y seguro de que firmaría, yo quería dejar todo muy claro y le comente que pensaba realizar todas mis fantasías con Raquel, indicándole que era soltero y que no pensaba desaprovechar la ocasión.

Fernando seguía tranquilo y sonriente escuchando lo que le decía, a lo que me contesto que Raquel era una mujer muy caliente y activa, una bomba en la cama y que estaba convencido de que no me iba a defraudar.

Tras esto se levanto, ya le he dicho a mi chofer que te la traiga a las 14.00 h y será tuya hasta el lunes a las 14.00 h solo voy a pedirte una cosa, devuélvemela en las mismas condiciones que te la dejo, confió en ti, y cuando digo en las mismas condiciones me refiero a sin ningún rasguño, no pienso consentir que la marques o la maltrates físicamente, por lo demás no hay problema.

Tras esto Fernando se marcho, y la mañana se me hizo eterna no se las veces que pude mirar el reloj, pero a las dos como un clavo vi como el hermoso mercedes de Fernando paraba en la puerta principal y Raquel salía del coche.

No había mucha gente en la oficina pero los pocos que había se la comían con la mirada, Raquel apareció con un vestido negro corto de tirantes, tipo gasa que se adaptaba a su cuerpo como un guante, marcándole esos hermosos y generosos pechos, se transparentaba todo su cuerpo y se dejaba intuir una coqueta y diminuta lencería negra adornado con unas botas negras altas y tacones enormes, su paso era firme y seguro venia directa a mi oficina por lo que se cruzo toda la oficina dejando sin habla tanto a hombres como ha mujeres.

Una vez entro, le ordene que cerrara la puerta con pestillo, cogí el teléfono y le indique a mi secretaria que no me pasara llamadas, que esta visita era importante, me levante y cerré las persianas para que los de fuera no pudiesen ver lo que iba a pasar en el interior.

Entonces me acerque a Raquel, la cogí por una nalga y atrayéndola hacia mi le comí la boca con pasión, ella no dijo nada ni tan siquiera hizo ademan alguno de protesta, yo mientras le comía la boca le estrujaba el culo con ansia y me la atraía hacia mí, quería sentir ese cuerpazo cerca, con esos tacones era más alta que yo.

Me estaba empalmando, y quería que sintiera mi erección, por lo que rozaba con mi polla erecta en su pelvis. Mientras manoseaba todo su cuerpo, lo mismo le estrujaba un pecho que una nalga, recorría toda su esbelta figura, sin dejar ni un centímetro por palpar. Estaba fuera de mi, Raquel también se estaba animando y con una mano me sobaba la polla por encima del pantalón y con la otra recorría mi espalda, me la pasaba por el pelo o me pellizcaba los pezones.

Entonces cogí apoye mis manos en sus hombros y comencé a hacer presión hacia abajo, ella pareció comprenderlo y se puso de rodillas, y mirándome a los ojos comenzó a mordisquearme cariñosamente por encima de los pantalones mi polla, hasta que por fin me la saco de su prisión y se la metió con ansiedad en la boca, mientras con una mano me masajeaba los huevos con la otra me masturbaba la polla a la vez que se tragaba mi glande y lo succionaba mientras que con su lengua me hacía ver las estrellas, a ese ritmo no aguantaría mucho y así fue al poco le avise que me corría por lo que ella comenzó a succionar más fuerte y a pajearme más rápido hasta que me corrí en su boca, ella no hizo ademan de retirarse me miraba fijamente a la cara mientras yo le llenaba la boca de mi semen caliente.

Tras correrme me abrió la boca para enseñarme que tenía todo el semen que le había echado, y sonriéndose se lo trago todo, relamiéndose se incorporo y me dio un beso en la boca que me dio un poco de asco pero no dije nada.

Tan solo habían pasado 10 o 15 minutos que para mi parecieron segundos, la oficina ya estaba cerrada cara al público.

Le comente a mi secretaria que se marchara que yo cerraría la oficina, ya que tenía para rato con el cliente.

Tras comprobar que todos se habían ido y que estábamos solos, mire a Raquel y le hice algunas preguntas que quería saber antes de comenzar.

Yo:” bueno Raquel  antes de comenzar nuestro fin de semana, me gustaría saber alguna cosa que creo que nos puede servir”

Raquel:” ¡Bien, dime¡”

Yo:” ¿Tomas medidas anticonceptivas?”

Raquel:”Si por su puesto”

Yo:” ¿Has hecho sexo anal alguna vez?”

Raquel: “SI”

Sus respuestas eran concisas y directas, sin ningún rubor. Me costaba más a mi realizar las preguntas que responderlas a ella.

Yo: “alguna cosa que no te guste… en el apartado sexual.”

Raquel: “ummm, No sé, ¡como que¡”

Yo:” bueno algo que no te guste… algo que te moleste, como que te insulten o que se corran en tu boca o en algún sitio.”

Raquel:” No, estoy abierta a cualquier sugerencia, me gusta probar cosas, siempre dentro de una lógica”

Yo:” ¡Perfecto¡ quiero que seas mi zorra, que realices todas mis órdenes sin protestar y que pongas todo tu empeño en satisfacerme”” Vamos como acordamos tu marido y yo” “Sino quedo satisfecho no firmare nada” “¿Entendido?”

Raquel: “Ok”

Yo.:”Entonces, vámonos”

Tras esto cerramos la oficina y nos fuimos hacia una parada de taxis, ya que yo vivo en una urbanización y no suelo coger el coche para ir a la oficina y ese día tampoco lo cogí y no me apetecía ir en metro por el calor que hacía.

Cuando subimos al taxi, pude ver como el taxista un chaval joven se comía con la mirada a Raquel, cuando le indicamos donde íbamos, pude ver como el taxista colocaba el espejo para observar a Raquel, y arranco.

Cada poco hacia miradas furtivas al espejo para contemplar el cuerpo de Raquel, esquivas y rápidas, posibilitadas por el poco trafico que había a esa hora en la ciudad y aprovechando que ella no se percataba ya que iba mirando por la ventanilla el paisaje, abstraída en sus pensamientos, pero yo sí me percate de esas miradas, y no iba a desaprovechar la situación.

Pose una mano en el muslo de Raquel, esta al sentir el roce de mi mano en su muslo desnudo rápidamente se volvió hacia mí , con una sonrisa picarona en señal de aprobación, por lo que subí un poco mas mi mano pero ahora tocando la parte interna de su muslo y abriéndole un poco mas su falda, muy cerca de su pelvis, ella apoyo la cabeza en el cabecero y cerró los ojos dejándose hacer y abriendo un poco mas sus piernas para facilitar la maniobra.

Mientras subía mi mano hasta casi su pelvis mire hacia delante ya que estábamos parados en un semáforo, y vi como el taxista no quitaba ojo de la entrepierna de Raquel.

Y en un vistazo furtivo me vio que lo observaba, el rápidamente retiro la vista ruborizado y muy apurado, yo me sonreí y mire a Raquel esta no  se había dado cuenta de nada, seguía con los ojos cerrados y con la boca entreabierta dejándose hacer… entonces retirando a un lado esa fina tanga le introduje un dedo en ese caliente coño, a lo que ella dio un pequeño respingo y un leve suspiro ahogado pero perceptible a todos los presentes en el taxi, comencé a masturbarla suavemente, poco antes de que llegáramos a destino deje de masturbar a Raquel, sacando mi mano húmeda de su pelvis, esta frunció el ceño en señal de protesta por parar.

Una vez llegamos a mi casa, le di las llaves a Raquel para que fuera entrando en casa mientras yo pagaba al taxista.

Raquel cogió su pequeña mochila que traía consigo mientras yo pagaba al taxista. Este me miraba y se sonreía pero no se atrevía a decirme nada.

Por lo que decidí preguntarle que le parecía mi novia, el dudo un segundo pero rápidamente con una sonrisa de bobalicón me indico que no sabía la suerte que tenia de tener una novia tan hermosa

Me miro fijamente yo me sonreí mientras cogía mi cartera para pagarle a lo que aprovecho para girarse a ver a Raquel que ya estaba cerca de la puerta de mi casa y no podía oír nada de lo que hablábamos, me fije en como el taxista clavaba su mirada en el trasero de Raquel, estaba ensimismado devorando a Raquel con esa mirada lasciva, hasta que le di el dinero y una generosa propina, tras esto y casi sin apartar la mirada de ella me dio las gracias y se marcho.

Yo fui hacia Raquel y he de reconocer que la forma en que ese muchacho miro a Raquel me gusto, saber que era deseada es una cosa que a ella le gustaba pero sentir como la gente me miraba y me envidiaba por ser yo quien se la beneficiaba también me gustaba e incluso me excitaba.

Raquel me vio llegar, y me pregunto que estaba hablando con el taxista, yo le indique que nada sin importancia, simplemente quería saber hasta qué hora trabajaba por si esta noche salimos para llamarlo, Raquel no estaba muy convencida de lo que acababa de decirle pero no dijo nada

Y tras esto entramos en casa, le enseñe su habitación, dejo sus cosas, y le enseñe toda la casa.

Cuando llegamos a mi habitación y en vistas de que esta noche iba a estar muy ocupada decidí que era mi momento de disfrutar de esa hembra.

Por lo que cogiéndola del brazo la eche a la cama, ella en un principio se asusto pero al mirarme y ver cómo me estaba quitando los pantalones abrió sus piernas y con una sonrisa maliciosa me pregunto si por fin iba a terminar lo que había comenzado en el taxi.

Diciendo esto y en un movimiento rápido se saco ese vestidito negro quedando tan solo con la ropa interior negra que la hacía irresistible, por lo que me abalance hacia ella, echándome encima, estrujándole un pecho y buscando su boca con avidez, a lo que ella no reusó, entrelazándose nuestras lenguas dentro de su boca con una pasión desatada, ella tampoco estaba quieta, me pasaba sus manos por mi pelo por mi espalda, me clavaba las uñas en la espalda y me cogía de mis glúteos, estaba claro que ella también se estaba excitando y era todo un volcán.

Yo comencé a besarle el cuello, bajando hasta sus pechos, pechos duros y grandes que a la vez que me introducía un hermoso pezón en mi boca, no podía dejar de amasarle esas hermosas ubres.

Ella se había relajado un poco, y me cogía de los pelos a la vez que me empujaba hacia abajo, estaba claro que quería que le hiciese una comida y no había cosa que deseara mas en ese momento, pero esos  pezones me tenían hipnotizado, no podía dejar de chupar y pellizcarlos.

Ella daba pequeños gemidos y según incrementaba mi succión o la fricción en sus pezones ella me tiraba más del pelo.

Al rato comencé a deslizar mi lengua por su plano vientre, tenía claro que no iba a dejar ni un palmo de ese cuerpazo sin disfrutar, hasta llegar a su ombligo, donde introduje mi lengua, a la vez que mientras estrujaba un pecho con mi mano izquierda, descendía mi mano derecha a su entrepierna.

Raquel al sentir el roce de mi mano sobre su coño, se agito de arriba abajo, y abrió aun mas sus piernas, estaba con los ojos cerrados y totalmente tumbada en la cama, me sorprendió un poco localizar tan rápido y por encima de la tela ese clítoris tan grande e inflado, el tanguita estaba húmedo, por lo que al sentir todo eso me excite aun más si cabe y me deslice hasta esa zona para darle el placer que estaba pidiendo a gritos.

Pase mi lengua por todo su tanga desde abajo hasta arriba, cogí ese tanguita y tire suavemente hacia arriba, lo que hizo que sus labios vaginales se tragasen la tira del tanguita y se marcara ese clítoris que me estaba volviendo loco.

Tras esto y de una forma un poco tosca y algo brusca conseguí quitarle ese tanga, dejándola completamente desnuda y pude ver esos abultados labios vaginales sin ni un solo pelito, ella completamente espatarrada como estaba comenzó a mover sus caderas como reclamando más atención, y yo le comencé a frotar un par de dedos en su clítoris a lo que nuevamente se arqueo como si le hubieran dando una descarga, para posteriormente separándole suavemente esos inflamados labios vaginales para dejar al descubierto ese gran botón y lanzarme como un poseso a chupar como si fuera el primero, como si nunca hubiese un mañana.

Ahora Raquel no gemía prácticamente chillaba, me tiraba de los pelos y me cerraba las piernas sobre mi cabeza, llegando a dejarme casi sin aire, pero yo no hacía caso, estaba exhorto en mi trabajo, era devoción como succionaba y chupaba ese clítoris.

Estaba completamente extasiado, me encantaba sentir sus vibraciones, sus alaridos, por lo que sin dejar de chupar ese clítoris hinchado y excitado, le comencé a introducir un dedo en su ya encharcado coño, lo que provoco que Raquel me soltara los pelos y volviese abrir bien las piernas para sentir esa penetración, yo deje de atender ese clítoris para introducir un segundo dedo a la vez que aceleraba su penetración, hasta que pude sentir como se corría, como explotaba en un intenso orgasmo que me humedeció totalmente la mano con la que la estaba masturbando, a la vez que se arqueaba y gemía como una loca, dejándose caer extasiada en la cama.

Tras esto, le saque los dos dedos del coño ofreciéndoselos para que se deleitase con su manjar.

Ella se los introdujo con suma glotonería, mirándome fijamente a los ojos.

Estaba radiante, tenía unos coloretes en sus mofletes producto de la excitación y una mirada vidriosa que la hacía más apetecible si cabe, y ver cómo me chupaba los dedos con glotonería me estaba embruteciendo hasta límites insospechados.

Me coloque entre sus piernas y con la otra mano le pase varias veces mi polla erecta por sus labios vaginales, sintiendo su humedad, hasta que en uno de esos refrotes le introduje el capullo de mi polla en su coño, que gusto, me quede inmóvil, pero ella con un movimiento rápido de cadera se introdujo medio falo más en su interior, yo podía sentir como sus paredes vaginales se adaptaban a la intrusión y casi me corro ahí mismo, y tras una breve pausa y con un solo movimiento le introduje el resto del tronco, dejándola totalmente ensartada en esa húmeda cavidad, ambos nos quedamos inmóviles unos segundos, para comenzar un cadente mete saca, ella estaba inmóvil, como esperando a que yo me corriese, por lo que comencé a comerle un pezón y a presionar fuertemente el otro pecho mientras intensificaba mi penetración. Hasta que al cabo de un rato, me olvide de sus pechos me eche sobre ella pasándole mis brazos sobre sus hombros y comencé a empujar con toda la fuerza y rapidez de la que me era posible, hasta que me corrí dentro de ella como un animal.

Tras esto nos besamos un rato y cuando la vigorosidad de mi miembro fue perdiendo fuerza se la saque y nos fuimos a la ducha.

Y así llego la noche pedimos unas pizzas, y nos preparamos para salir esa noche.

Como es lógico yo me prepare antes me había puesto de sport unos vaqueros con una camisa azul marino y me baje al cuarto de estar, hasta que pasados unos 20 minutos bajo Raquel, estaba radiante, se había recogido el pelo, maquillado de forma muy elegante y pintado los labios de un rojo chillón que los hacían más apetecibles y sugerentes.

Llevaba puesto una blusa blanca vaporosa con un generoso escote, un cinturón negro con una hebilla blanca que definía su esbelta y fina cintura y una minifalda negra ajustada con unas mallas de rejilla y unos zapatos negros con un tacón infinito que hacían unas piernas largas y esbeltas.

Yo me quede embelesado, y le comente lo impresionantemente hermosa que estaba, comentándole que no estaba seguro si sería una buena idea que saldría a la calle así ya que todo el mundo iba a intentar comerse un bombón como ese y me veía dándome de ostias con todo el personal.

Raquel se sonrió, estaba claro que le había gustado el cumplido, a lo que me indico que yo tampoco estaba mal y que ya veríamos si al final no era ella la que tendría que separarme de las lagartas que se me tiraran al cuello.

Tras los piropos de rigor le comente cuales eran mis ideas de cara a esa noche indicándole que quería divertirme, pasarlo muy bien, quiero que seas la mayor calienta pollas de la ciudad, pero ojo no quiero que folles con nadie, recuerda solo lo que yo te diga, quiero que seas una calienta pollas y que solo quemes cuando yo te lo diga, ¿de acuerdo?

Raquel muy seria me indico que lo que yo quisiera, que estaba ahí para hacer todo lo que yo le indicase sin condiciones.

Tras esto cogimos un taxi, y nos dirigimos a la zona de fiesta, al ser viernes no había mucho ambiente, si bastantes cuadrillas de chavales jóvenes.

Entramos a un garito de moda, eran todos chavales universitarios, jugando quinitos y emborrachándose, Raquel iba delante y pude ver como los chavales giraban las cabezas para verla e incluso pude oír algún comentario obsceno sobre ella.

Nos sentamos en una mesa un poco apartada y nos cogimos unos cubatas yo whisky con naranja y ella ginebra con limón. Estuvimos hablando un rato de cosas triviales sin importancia, y sin dejar de beber.

Cuando salimos del garito y tras varios cubatas he de reconocer que estaba un poco tocado y me fije que Raquel también estaba tocada, reía desinhibida y tenía unos coloretes en sus mejillas que la hacían muy atractiva, fuimos a un pub había menos luz, a los lados unos apartados donde se podía ver a parejas y grupos de amigos hablando y riendo, en medio del pub había una sala de baile donde apenas un pequeño grupo estaban bailando o hablando y al fondo una barra larga en la que unos cuantos chavales estaban pidiendo alguna que otra copa.

En una primera visual pude ver que aproximadamente habría unas 20 o 30 personas  de las cuales 10 serian mujeres, nosotros seriamos los más mayores, ya que el resto rondaría la veintena año arriba o año abajo.

Yo fui a pedir, mientras Raquel se situaba en mitad de la sala y comenzaba a bailar de forma sensual y cadente, desde la barra pude observar como todos observaban a Raquel algunos sin ningún tipo de pudor la miraban, la señalaban o hablaban de ella.

Al poco fui donde estaba ella, con un par de tragos uno para ella y otro para mí, ella cogió el trago pero siguió bailando, y aproveche para ir al baño.

Estaba en el baño cuando un par de chavales entraron al baño y comentaban lo buena que estaba la de la minifalda, que vaya polvo tenia y todo eso, supuse que estaban hablando de Raquel no podía ser otra, por lo que decidí quedarme a escucharlo

“Esa zorra está pidiendo guerra, si fuera mi novia no la dejaría salir de casa me la estaría follando sin parar” y dicho esto comenzaron a reírse.

Salí del baño y me senté en un reservado, deje que Raquel siguiera bailando, y desde donde estaba podía ver toda la sala sin casi ser visto.

La verdad es que Raquel estaba desatada, bailaba de forma sensual, la falda por el movimiento la tenia ligeramente levantada y se podía ver como esos melones bailaban al son de la música, eche un vistazo a la sala ahora mismo solo había unas 10 personas y ninguna mujer, todo eran hombres, mire la hora eran cerca de las 4 de la mañana, cuando un par de chavales se acercaron tímidamente a Raquel, en la sala de baile solo estaba ella con esos chavales, que poco a poco se acercaban mas a ella, hasta que al final los tres bailaban juntos de forma sensual, casi erótico, uno de ellos la tenia cogida por la cintura restregando su paquete en su culo mientras el otro por delante aprovecho a meter una pierna entre las suyas, lo que hacía que se le levantase la falda casi hasta arriba.

Ella me miraba no decía nada, se dejaba llevar, hasta que le hice un gesto para que se acercara, los chavales se quedaron inmóviles con sus paquetes marcándose claramente en sus pantalones.

Ella vino andando lentamente hacia mí moviendo sus caderas de forma provocativa y con una sonrisa, y se sentó a mi lado.

Cuando llego a mi altura le pregunte si lo estaba pasando bien, a lo que ella me contesto que no estaba mal, tras esto le pregunte qué le parecería si invitamos a esos chicos.

Raquel se calló no dijo nada pero la cara se le ilumino, por lo que deduje que no le desagradaba la idea.

Lo chavales se habían ido a otro apartado y estaban con ellos otros dos chicos, yo me acerque a su mesa, y les pedí permiso para poder sentarme con ellos mientras Raquel volvía a la sala de baile, la cual estaba vacía, solo para ella, cosa que pude ver le encantaba

Yo:”Perdonen señores, pero tengo una propuesta para ustedes que creo que les va a gustar”

Los chavales se miraron pero ninguno me dijo nada…

Por lo que sin más miramientos les dije lo que quería.

Yo:”Mirar mi chica y yo somos una pareja liberal, y nos gustaría que esta noche nos acompañaran en nuestros juegos”

Los chavales estaban flipando, no se creían lo que les acababa de soltar, fue como una bomba

Entonces uno de ellos me dijo:” Venga tío no te quieras quedar con nosotros somos jóvenes pero no gilipollas”

Yo le pregunte como se llamaba, a lo que el me contesto que Javier, así que una vez hechas las presentaciones le indique se acercara a donde estaba bailando Raquel y que le indicara que vendría a donde estábamos, pero antes les indique que me gustaría poner unas condiciones y si las aceptaban todos pasaríamos una gran noche que nunca olvidarían.

Javier parecía ser el cabecilla de esa cuadrilla, por lo que me pregunto qué condiciones eran, así que yo le indique que me gustaría saber si tenían algún sitio para ir, el me indico que si un chamizo donde se reunían los fines de semana.

Tras esto les indique que por mi parte todo estaba permitido, siempre y cuando no se propasasen con ella, si ella o yo decíamos no, es no, yo en un principio no participaría, pero lo gravare todo y antes de empezar vosotros me entregareis vuestros móviles, no quiero que haya más copia que la que yo haga.

Los chavales se miraban, estaban alucinados, alguno miraba a Raquel y luego a mi… para después de forma afirmativa aceptar los cuatro.

Tras esto Javier fue a por Raquel, esta vino y le indique que se colocara en medio de los chavales, y mientras Javier y yo nos poníamos delante le indique que se levantara la falda.

Raquel no lo dudo un segundo se levanto la falda hasta la cintura, los chavales estaban flipados, los ojos parecían que en cualquier momento fueran a salírseles de sus cuencas.

Por lo que decidí tomar la iniciativa e indicándole a uno de los chicos que estaba más próximo a Raquel que por favor hiciese el favor de comprobar la mercancía.

El chaval me miro, parecía confuso hasta que miro a Raquel, esta estaba mirándolo fijamente y con una sonrisa de oreja a oreja que la hacían parecer una tonta, y cogiendo una de las manos de este muchacho se la introdujo entre sus piernas, a lo que Raquel cerró los ojos, mientras sentía las caricias que el chaval le estaba dando en su parte más sensible.

El chaval estaba disfrutando hasta tal punto que pareció olvidarse de que junto a el había mas gente ya que comenzó a tocarse, a lo que le indique que ya valía que si no acabaría corriéndose aquí mismo.

Todos reímos, Raquel se bajo la falda, los chicos se la comían con la mirada, la devoraban, hasta que se encendieron las luces del local y Javier dijo.: “Venga vámonos para el Chamizo”

El chamizo no estaba muy lejos por lo que en cinco minutos, llegamos, al entrar era una sala de unos 20 metros con sillones y al fondo una barra de bar con una nevera y una televisión encima, las paredes estaban pintadas con grafitis.

Una vez allí, podía ver como los chavales estaban algo cortados, por lo que tome nuevamente la iniciativa, solicitando a los chavales que me entregaran sus móviles a lo que todos me los entregaron sin protestar.

Tras esto les indique que se quitaran la ropa, los chavales parecieron dudar un poco, se miraban entre ellos como dudando si despelotarse… por lo que los anime y les indique si iba a ser todo el rato así, tras esto todos se despelotaron.

Por lo que mire a Raque y le indique que ahora le tocaba a ella.

Y diciendo esto, cogí el móvil y me puse a grabar a Raquel, esta se coloco en mitad de la sala, y comenzó a bailar, Javier se levanto y puso algo de música dance, para amenizar la velada, a lo que ella al son de la música comenzó a quitarse la ropa.

Todos estaban sentados en los sillones observando el striptease, dos de los chavales se levantaron, y trajeron varios colchones que echaron al suelo, pará que Raquel siguiera su striptease, todos tenían las pollas bien tiesas, esos dos chavales que habían traído los colchones se colocaron a sus espaldas, mientras que Javi y el otro chaval estaban delante, cuando Raquel se quito las bragas fue como una avalancha los chavales se olvidaron de todo, se abalanzaron hasta ella, la tumbaron en los colchones y comenzaron a manosearla por todas partes.

Raquel ante la reacción de los chicos dio un chillo de sorpresa, que pronto pasaron a ser gemidos de placer, iban muy atolondrados, de forma brusca, cada uno iba a su bola, haciendo la guerra de manera independiente, Raquel asustada ante semejante jauría de lobos intentaba taparse pero no daba abasto.

Por lo que intente poner un poco de orden y fui dirigiendo a los chavales, para que se organizaran, así mientras uno le cogía por las manos otros dos la cogían por las piernas y Javier que era el que quedaba libre fue el que comenzó a disfrutar del cuerpo de Raquel de forma libre.

Todos hicieron lo que les indique, Javi se abalanzo a lamer y mordisquear sus pezones, mientras con la otra mano introducía un par de dedos en su coño.

Javi: “Joder que zorra, si esta encharcada, tiene más ganas que nosotros.”

Tras este comentario otro de los compañeros le indico que no perdiera el tiempo que se la follara, que le diera toda la caña que necesitaba.

Tras esto Javier se coloco entre sus piernas y sin miramientos se la introdujo de un solo golpe, ella dio un chillido más de sorpresa que de dolor, pero que hizo que Javier parase.

Entonces les dije al resto que la soltasen y que disfrutasen que todos tendrían su momento

Entonces Raquel cuando se sintió liberada se agarro al cuello de Javier y diciéndole todo tipo de improperios le animo a que se la follara, cosa que no tardo en hacer como un loco, el ritmo que estaba imprimiendo en sus acometidas  era frenético.

Mientras los otros tres estaban cada uno en un sofá cascándose la polla ante el espectáculo que estábamos viendo.

Al rato en un movimiento rápido, Raquel se giro cambiando la situación, ahora era Javier quien estaba debajo de ella y ella la que subía y bajaba a un ritmo frenético, como ida, como si allí no hubiera nadie más que ellos, Javier estaba inmóvil con los ojos cerrados mientras Raquel tenía sus manos apoyadas en el fuerte pecho de Javier y con movimientos circulares subía y bajaba en su falo.

Uno de los chavales se levanto cogió la cabeza de Raquel y se la guio hasta su mástil gordo y tieso para que se la chupara, lo que antes todo era timidez ahora no se veía por ningún lado,  Otro chico se lanzo a por un pecho de Raquel que botaban al son de la follada, mientras el chaval que quedaba se estaba corriendo como un loco sentado en el sofá viendo el espectáculo.

No tardaron mucho en correrse el chaval que le estaba haciendo una mamada que bramando como un animal se vació por completo en su boca y Javier al mismo tiempo que este también se corrió  dentro de ella.

Pronto el chaval que sobaba los pechos de Raquel tomo el lugar de Javier, este se tumbo en el colchón y Raquel fue bajando hasta llegar a una polla nervuda y larga que  comenzó a introducirse suavemente en su boca, para pasar a succionarlo con suma glotonería como si fuera la primera que chupara.

El chaval que se acababa de correr en la boca de Raquel con la polla más fofa, se coloco detrás de ella y comenzó a juguetear con los labios vaginales de esta para introducirle un dedo en su coño, mientras le comía la polla a su amigo.

Javier se había ido a por una cerveza y me trajo otra, mientras me daba las gracias por dejarnos disfrutar de mi novia y de la suerte que tenia de tener una novia como esta.

Pronto el que estaba tumbado en el colchón recibiendo una impresionante mamada comenzó a bufar como sus compañeros y a correrse mientras Raquel seguía succionando como si nada, en esta primera batalla había echo correrse a todos y uno de ellos solo mirando lo que estaba pasando.

Yo pare de grabar y les indique que parasen un descanso…

Raquel fue al pequeño baño que tenían y se limpio un poco mientras todos los demás nos tomábamos una cerveza, e íbamos preparando el segundo asalto.

Cuando salió Raquel del baño como su madre la había traído al mundo estaba preciosa, todos la miraron con deseo y pasión y varias pollas comenzaron a reaccionar, ella pidió una cerveza que le sirvieron y mientras la tomaba como si tal cosa los chicos no paraban de sobarla, rozarla y devorarla con la mirada, diciéndole todo tipo de guarradas, que ella respondía con una sonrisa.

Cuando termino la cerveza, todos estaban expectantes, pero ella en vista de que nadie tomaba la iniciativa se tumbo en los colchones, a lo que el chaval que se había pajeado en el sofá, se echo encima y como su compañero sin ningún miramiento se la introdujo de un solo golpe, a lo que ella le susurro que más despacio que estaba esa zona un poco irritada.

El chaval no hizo mucho caso, seguía con sus embestidas fuertes y algo desacompasadas, pero frenéticas, Javier le dio un toque a su amigo y se sentó en el pecho de Raquel con su polla semierecta apuntando a su cara, por lo que Raquel se la introdujo en su boca y comenzó a chuparla haciendo que esta recuperase su vigorosidad, mientras el otro la taladraba con toda su alma, se podía oír como un chapoteo por lo que intuí que Raquel se había corrido o estaba cerca de hacerlo.

Ambos estuvieron un buen rato así hasta que se corrieron, por lo que  tomaron el relevo los otros dos, parecía que algo habían estado tramando ya que  uno se coloco debajo de ella, pero rápidamente le paso sus fuertes manos por la espada y la sujeto fuertemente contra su pecho ofreciendo ese ojete al otro colega que a pesar de no tener una gran polla si era muy gorda por lo que le indique que no se la introdujera sin lubricante, ante la falta de este se hecho  un escupitajo en sus dedos y le introdujo un par de ellos de golpe en su culo… a lo que Raquel intento levantarse pero el chaval la tenía muy fuerte y apenas si pudo decir un par de improperios que pronto fueron acallados por la polla fofa de uno de sus colegas que de un golpe se la metió en su boca en uno de los gritos que dio mientras el amigo la masturbaba analmente.

Cuando sintió que ya estaba bastante dado ese orificio o simplemente se canso, apunto su polla contra ese orificio y de un movimiento de cadera seco le introdujo el capullo en su ano.

Los tres se quedaron inmóviles, incluida Raquel, la imagen era espectacular, ahí estaba ella con una polla en la boca y dos más en sus otros orificios, fuertemente cogida de la cabeza espalda y caderas por tres machos jóvenes borrachos y salidos por tener una hembra así.

No sé exactamente el tiempo que estuvieron dándole esos tres sementales por todos sus agujeros turnándose para que todos disfrutaran de sus orificios y ninguno de ellos permaneciera vacio ni un instante, se notaba que eran jóvenes y tenían mucho aguante, pero al cabo de un rato y casi a la vez los tres se corrieron como sementales sobre Raquel, y poco a poco fueron vaciando los agujeros de esta dejándola sobre el suelo desmadejada de tanta caña como la habían dado.

Se podía ver como por los muslos de Raquel corría el semen que habían descargado en su interior, me entretuve un rato grabando a Raquel en el suelo, con sus orificios muy abiertos y sonrojados por el trajín dado por los chavales.

Estos se estaban vistiendo y comentando la suerte que habían tenido esa noche.

Yo deje de grabar y entregándole un paquete de clínex a Raquel le indique que se vistiera que la noche ya había acabado, ella con bastante trabajo se fue hasta el baño para asearse y vestirse, a lo que los chavales aprovecharon para acercarse a mí y comentarme lo bien que lo habían pasado y darme sus teléfonos por si otro día lo quería repetir.

Así al cabo de un rato cuando Raquel se había aseado y vestido y yo les entregue sus móviles, nos despedimos de ellos y nos fuimos a casa.

Raquel estaba agotada y cayó en la cama desplomada quedándose dormida en seguida.

Tras este primer e intenso día, yo también me fui a dormir ya que aun quedaban dos días más que no pensaba desaprovechar, pero eso es harina de otro costal que según la aceptación que tenga este relato veremos si lo contamos.