Benalmadena (03: noche en el hotel)
Cuando me acerque me dijo mi mujer . Amo puedo hablar?
Hola amigos, continuare con mi relato anterior pues por falta de tiempo no lo pude terminar, en los dos anteriores explicaba la experiencia de mis vacaciones el primer día en la que tuvimos una noche esplendida y al día siguiente de compras para hacerlas mis sumisas,
Pues bien durante el día las hice hacer cosas que jamás me hubiera imaginado que hicieran, en el sexhop, en el bar., en el cine.
De ahí decidí irme al hotel, por el camino entramos en una tienda y compramos lencería, un juego de lencería negra para mi mujer y otro de lencería blanca para nuestra amiga, se componía de sujetador, corsé, tanga, ligas y portaligas, me las imaginaba así vestidas y ya me ponía a tope.
Llegamos a la habitación y les dije que iba a bajar a tomar café, les ordene que se pusieran los conjuntos y tuvieran preparados todos los juguetes para cuando yo subiera, los que habíamos comprado y los que ya teníamos.
Allí las deje y baje al bar. Del hotel para hacer tiempo, y al ratito llame y le dije a mi mujer que si estaban preparadas que ya subía, tarde un poco mas en subir.
Cuando subí me las encontré a las dos allí de rodillas en la cama.
La visión era esplendida las dos en postura de perrito con la cabeza agachada.
Cuando me acerque me dijo mi mujer . Amo puedo hablar?
Al decirme eso dude en darle unos azotes por hablar u oír lo que me quería decir.
Opte por la segunda opción y le dije, venga puta dime lo que me quieres decir, espero que sea bueno.
Me dice amo lo siento mucho pero hemos desobedecido las dos una orden tuya,
Que es lo que habéis hecho. Todo estaba tal y como yo había ordenado, pero bueno a ver en que me habían desobedecido, a ver explícame .
Mi mujer empezó a contarme sin levantar la cabeza y nuestra amiga tampoco la levantaba, se ve que algo hicieron y temían.
Me contó que cuando llegaron tenían muchas ganas de orinar con lo que se quitaron las bolas y al empezar a orinar mi mujer noto que al haber tenido las bolas chinas todo el tiempo lo tenia como bastante sensible y al orinar se empezó a calentar mucho, y se lo dijo a la amiga que cuando también hizo lo mismo se noto mucho gusto, tanto que tenían que tocarse, no aguantaban mas y se fueron a la cama a masturbarse mutuamente hasta que se corrieron, y justo después llame yo, con lo que se dieron mucha prisa en ponerse lo que les encargue, no les dio tiempo a lavarse,
Yo conteste ah si,no? Primero se habéis corrido sin mi permiso y no se habéis lavado,
Me agache y a nuestra amiga le abrí el tanga por el lado y me acerque a oler, olía muy bien, solo con ese olor se me puso a reventar.
Le dije, bueno zorrita, sabes que tienes un castigo de esta tarde y otro por tu desobediencia de ahora, que me tienes que decir.. Me contesto.. Amo lo siento mucho, no soy digna de ti, solo soy una zorra que tiene mucho que aprender y sufrir mis castigos sin rechistar,
Entonces me dirigí a mi mujer y le dije, y tu? Puta? Lo tuyo es peor, pues tú me conoces y sabes que castigo una desobediencia y no te ha importado, las dos sereis castigadas.asi que os quiero a las dos de pie y cada una en una esquina mirando a la pared, con los brazos en alto y las manos juntas
Cuando mi mujer se levanto me entraron ganas de pasar de todo tirarla sobre la cama y follarla sin contemplaciones, pero tenia que disfrutar de aquello y no ablandarme.
Cuando tas tenia cada una a un lado, coji el látigo y empecé por mi mujer.
El primer azote no le lo di muy fuerte, pues tampoco sabia el dolor que podía producir ese látigo,
Y cada vez mas fuerte, cuando llevaba unos 10 azotes me acerque y le dije, no tienes nada que decirme puta?
Me dice gracias amo por usar a esta puta a tu antojo y castigarle sus desobediencias, siento mucho haberla hecho correrse y me merezco todo el castigo que me quieras infringir.
Entonces seguí con mis azotes ya bastante fuertes, y mientras le daba me dirigí a nuestra amiga y le dije oye zorra, ya sabes lo que te espera por desobediente. No decía nada no podía mirar, allí estaba esperando su castigo, le quite el sujetador y coji una pinzas para los pechos le di la vuelta a mi mujer y se los puse, hizo una mueca de dolor, pero no abrió la boca, me acerque a su boca y la bese, estaba riquísima, y yo tenia que hacer grandes esfuerzos para no echarle un polvo allí mismo.
Después me dirigí a nuestra amiga y le di el primer azote no muy fuerte pues no lo había probado nunca, lo resistió muy bien así que seguí, sin decir nada, y aumentando la fuerza tenían las dos el culo precioso con el corsé que le hacia esa cintura perfecta y el culo rojo con muchas rayas de marcas del látigo, entonces me acerque a mi mujer y le metí la mano en el coño, aquello era un charco, saque la mano totalmente mojada, me fui hacia la zorrita , le acerque mi mano a su boca y le dije mira como me ha puesto la mano esta putita, límpiamela, no lo dudo, me lamía la mano como si en ello le fuera la vida, por poco no me corro allí mismo.
Le digo y tu zorrita no tienes nada que decirme?, me contesta esta cuerpo te pertenece y soportara todo lo que quieras hacer con el,
Le di la vuelta y le puse las pinzas en los pechos, con la misma mueca de dolor, pero también sin rechistar, me acerque y la bese,
Después me retire y me senté en el sofá a fumarme un cigarro, quería disfrutar de esa visión, ellas no se movían, allí las tenia mirando a la pared,
Entonces me acorde de los dildos anales y puse un sobre la mesilla y le dije a mi mujer.
Oye puta ven aquí, se vuelve y viene hacia mi sin levantar la vista, le digo date la vuelta y pon las manos en tus rodillas, allí tenia el culo a la altura de mi cara con ese tanga negro metido, se lo baje hasta las rodillas y me dispuse a lamerle el culo, me apetecía hacerlo, cuando me harte coji la crema lubricante y moje bien el consolador anal,
Le dije, siéntate ahí encima y te lo metes hasta el fondo, así lo hizo, despacio hasta que entro todo dentro, allí la deje sentada y le dije, ahora puta observa lo que voy a hacer con la zorrita,
Me acerque a la zorrita y le dije date la vuelta y pon las manos a la espalda, cuando lo hizo le puse las esposas y le quite el tanga, la visión era esplendida el vello pubico le brillaba de los flujos que tenia, le dije ponte firme,
Cuando estuvo así empecé a acariciarle el coño y a pellizcárselo, le cojia los labios mayores y tiraba de ellos, ella no decía nada, lo aguantaba todo y empecé a darle trotazos con la mano, al primero se encogió un poco pero enseguida volvió a su posición, me gusto aquello y le di varios mas, que aguanto sin abrir la boca,
Entonces la puse de rodillas y con mi mano le acerque la polla a la boca que inmediatamente abrió, le coji los cabellos y empecé a follarle la boca, a veces le daban arcada pues se la metía muy adentro, pero después se acabaron las arcadas y le entraba casi toda, a veces cuando la tenia bien adentro le aguantaba la cabeza y se la dejaba varios segundos dentro, mi mujer mientras estaba observando aquello allí sentada con el consolador dentro,
Cuando vi. que no aguantaba mucho la solté, le hice poner los brazos sobre la mesa que era de cristal, pero las manos al final de la mesa con lo que los pechos quedaban sobre el frió del cristal y las cadenas de las pinzas le apretaba los pezones, dio un pequeño respingo, volví a darle varios azotes y la deje allí, me fui hacia mi mujer y le dije, levántate puta, me senté sobre la mesilla y la senté sobre mi, se la clavo hasta el fondo, así la estuve follando y ella sudaba y gemía, estaba supercaliente, se movía como una posesa, después le dije ,ya basta puta, vuelve a tu sitio, tenia que dejarla si para no correrme, me acerque a la zorrita mas bien para que se me bajara un poco la leche pues la tenia a punto de estallar,
La visión de ese culo azotado y ese vello pubico completamente empapado, no me pude resistir y se la metí de un golpe,
Llame a mi mujer y le dije, oye puta siéntate ahí debajo y cómele el coño, quiero que se corra esta zorra, me dirigí a la zorra y le dije, tienes permiso para correrte, creo que no me dio tiempo a terminar la frase cuando de pronto oigo mmmmmmmmmmm
se estaba corriendo mientras la follaba y mi mujer se lo comía, yo seguía y empezó a tener orgasmos muy seguidos y muy rápidos, llego un momento que le temblaban las piernas y se convulsionaba toda, solo decía gracias amo, gracias amo, gracias por dejarme correrme, esta zorra es tuya, que gustazo, estaba empapada en sudor y no paraba de correrse, yo no aguante mas y me corri, fue una gran corrida, solté muchísima leche, seguí empujando hasta que llego un momento que la saque, pero no le dije a mi mujer que dejara de comérselo, así que siguió y se corrió varias veces mas, yo estaba sentado en el sofá con un cigarro, recuperando el aliento y una copa, entonces cuando vi. Que la zorrita ya no se corría mas le dije, oye zorra ven aquí y ponte de rodillas como los perros delante de mi, así lo hizo y la puse de lado, le puse las piernas encima y le dije a mi mujer, ven aquí puta, quiero que me comas la polla mientras descanso, se vino hacia mi, se tumbo a mi lado y se la metió en la boca, aquello estaba flácido pero me producía mucho placer, pues depuse de aquello la tenia muy sensible,
Mientras le acariciaba los pechos y los pezones que aun los tenían con las pinzas puestas,
Mi mujer aun no se había corrido y quería darle unos buenos orgasmos,
Así que allí la tuve durante un rato chupando, después empecé a notar los efectos de la mamada y le coji los pelos para metérsela bien adentro en la boca igual que hice con la zorrita, aunque mi mujer no dio ninguna arcada, ya estaba mas acostumbrada,
Entonces caí en la cuenta que no tenían las bolas puestas, se me había olvidado, pero no preste atención a eso, y ya solo pensaba en follarme a mi mujer,
La hice poner en pie sobre el sofá de forma que mi cara quedara a la altura de su coño y empecé a comérselo, se estremecía, gemía,
pero me apetecía hacerlo en la cama, así que me levante y las coji a las dos por las cadenas de los pechos, tumbe a mi mujer en la cama bocarriba y le dije a la amiga, zorra cómele el coño a esta puta que quiero ver cuanto aguanta, allí las tenia a mi mujer con las piernas levantadas, el dildo en el culo y la amiga comiéndoselo, le dije, puedes correrte, al poco tiempo se estaba corriendo como una loca, tuvo tres muy seguidos y cuando pensé que le venia el cuarto agarre a la amiga de los pelos y la saque de allí, tenia la cara empapada y una cara de viciosa que no vea, puse a mi mujer de rodillas y
le saque con cuidado el dildo del culo, lo tenia preparado para follarselo, se la empecé a meter despacio y parando cada poco, hasta que entro entera, le dije a la amiga que se metiera abajo y se lo comiera, aquello era demasiado para mi mujer, volvió a sus orgasmos, ya no eran gemidos sino gritos,
Yo estuve bombeando bastante rato pues ya mi segunda corrida se haría esperar más que la primera, mi mujer no paraba,
Hasta que no aguante mas y me corri dentro de su culo,
Yo estaba ya derrotado, muerto,
Se la saque y allí nos quedamos los tres tirados en la cama sin decir nada,
Así estuvimos un buen rato,
Después bese a mi mujer y a nuestra amiga, y en la misma postura que estábamos (atravesados a la cama) nos quedamos dormidos,
Al otro día seguimos con nuestros juegos, pero eso pertenece ya a otro relato que contare en cuanto tenga tiempo de hacerlo.