Belle de Jour. Comienza la entrega
Isidro le pone claro que espera de Ana.
Me quede dormida… estaba agotada después de una sesión de sexo agotadora… fueron los besos de mi marido los que me despertaron… mientras Isidro comía mi coño con autentica devoción… no podía mas… esos dos no parecían agotarse nunca. Isidro dejo de comerlo y fue subiendo por mi cuerpo con su lengua, parándose en cada parte de mi anatomía a su alcance, me comió los pechos con un ardor apasionado mientras su polla me penetraba… algo para lo que no tuvo problemas… su mete y saca fue brutal, para un hombre de su edad, y mi orgasmo rápido y satisfactorio… nos quedamos tirados en la cama los tres, yo entre ambos.
- ¿Que va a pasar ahora? Pregunte.
Isidro me miro a mi, luego a Fer… su mano acaricio mi pelo, y sus labios me besaron el hombro.
Solo aquello que tu desees que pase, ya te lo explique… quiero que seas miá, ya te dije los motivos, pero es tu decisión… y la de tu marido, claro…
Por mi no hay problema.-Fer parecía tenerlo muy claro.
Por mi tampoco -no me creía lo que estaba pasando- pero tiene que quedar algo claro, cuando vuelvan nuestros hijos, se acabo.
Tranquila Ana, como te digo todo eso se acaba cuando digáis. Lo que tienes que tener claro es lo que supone que seas miá, y no se si lo tienes claro…
No, no lo tengo claro… pero me aclarare con el tiempo, supongo.
Bien… quiero que sepas… bueno, eres increíble, guapa, con tipo… un sueño… te he deseado muchas veces pero nunca llegue a pensar… en fin…
Lo entiendo.
Bien. Sera mejor que nos vistamos. Tendremos que comer algo después de todo esto. Fer...eh… tu estas seguro de que…
No tengo dudas.
Bueno. Ella no dormirá hoy contigo.
Aquella afirmación de Isidro me tomo desprevenida… así que las cosas ahora serian así...mire a mi marido. No dijo nada, solo movió la cabeza afirmativamente… todo se nos había ido de las manos, aquello era una locura… y yo estaba encantada.
Isidro reviso mi ropa. Nunca había dejado que ningún extraño curiosear en mi ropa interior, pero Isidro ya no era un extraño.
Hum tienes una ropa muy bonita. Usa la que quieras, no tengo problema. Eso si, vestidos, faldas por encima de la rodilla, siempre, y que todo sea fácil de quitar. Preferentemente escotado. El pelo me gusta suelto, llevalo suelto, y en cuanto a adornos, algo sencillo… eres demasiado bonita para perder el tiempo observando otra cosa que no seas tu misma.
Si, de acuerdo.
Ahora me voy. Son las dos. A las cinco en punto ven a mi casa.
Vale.
Bien. -se acerco y me beso en la boca, acepte su lengua y respondí con la miá… no quería que se fuera… pero se fue.
Cuando cerro la puerta mire a Fer…
Tranquila -me dijo- es un sueño maravilloso… estoy encantado, nunca me he corrido tantas veces seguidas… y tu tampoco.
Es cierto… he disfrutado mucho… Fer es una locura, tenemos que pararlo.-¿decía lo que realmente pensaba o lo que se suponía que debía pensar?-
Ya oíste, solo tienes que decir que se acaba y se acabo… te prometo que por mi parte nada te diré.
Ya...ya…
Salimos a pasear, necesitaba aclarar mis ideas, paseábamos de la mano como dos enamorados, nadie supondría que hacia unas horas yacía en la cama en manos de un viejo ante mi marido, nadie podía imaginar que había comido su polla, se había vaciado dentro de mi y me había convertido en suya delante del hombre con el que paseaba como una adolescente enamorada… y lo estaba, quería a Fer… pero Isidro… sus arrugas, sus ojos, su boca… su polla misteriosamente dura… me enloquecía. Me di cuenta de que tenia muchas ganas de que fueran las cinco de la tarde, quería ir a su casa y saber que me tenia preparado.
Vamos cariño, recuerda que tienes una cita. - Fer parecía mas ansioso que yo-
Si… ¿estas seguro?.-di que si…
Completamente. Vamos.
Le di un beso, caminamos de la mano hasta la puerta de casa. Fui al dormitorio y me desnude, Fer entro y me observo… yo le mire… escogí unas braguitas pequeñas, negras, no tangas… no me puse sostén, no lo necesitaba y me gustaba la sensación de mis senos rozando la tela… e imaginaba que poco tiempo me iba a durar la blusa que quería ponerme…
-No. Ponte sostén.
Pero..
Sin peros, pontelo. Hazme caso.
Escogí un sostén a juego. Me puse una blusa, desabroche los botones dejando ver el canalillo de forma generosa. Una falda hasta la mitad del muslo completaban mi aspecto.
Hum-Fer me miraba – es una cita especial. Seducelo. Espera, ponte esto. -me lanzo un vestido, era un vestido que me sentaba como un guante, muy corto, muy sexy. Me dejaba la espalda a la vista, y por delante el escote era generoso…
Si. Tienes razón.
Eran las cinco menos diez, y mis nervios estaban a flor de piel. Unos tacones completaron el conjunto. No me puse ningún colgante, deje el pelo suelto… Le di un beso a mi marido, y me dirigí a casa de mi amante ¿o de mi dueño?.
Nerviosa, decidi subir a la casa de mi amante por las escaleras, solo era un piso. Llame a su timbre...no abrio de inmediato, me hizo esperar…
Hola Ana, estas guapa, muy guapa.
Hola.
Pasa. Por favor.
Cruce el umbral de la puerta, sabia que aquello era mas que cruzar una puerta, era un viaje que no sabia si tendría retorno. Pense que me abrazaría, que me acariciaría, que me besaría, pero no hizo nada de eso...
Ven. Si que estas guapa
Gracias.
Me gusta lo que veo. Creo que nos lo pasaremos bien. Ven, siéntate aquí. - me señalo una mesa, había un ordenador en ella.
Te voy a explicar que quiero. Como te he dicho no puedo esperar superar en la cama a un hombre joven, seguramente ahora todo esto te parece excitante, pero yo quiero mas. Quiero llevarte al limite, y quiero que queden claro esos limites ¿me sigues?.
Si.
Estupendo. Me ha gustado siempre la dominación de la mujer, con la miá, en paz de descanse, poco pude practicar, pero tu eres un regalo del cielo. Así que toma esos papeles de la impresora, leelos y dime que si y que no. ¿un café?
eh, si, claro… ¿estas hojas?
Si.
Nada mas empezar a leer me asuste. Básicamente consistía en una relación de “asuntos” que yo consentía: azotes, emputecemiento, introducción de objetos, juegos eléctricos, entrega a terceros, cera, encarcelamiento, exhibición publica, agujas, fisting anal y vaginal… una relación de locuras…
Isidro…
Si
No me importa ser tu amante… si quieres ahora mismo te…
Ya lo se. Eso ya lo tengo. ¿Que es lo que no estas dispuesta a dejarte hacer?
No lo se yo… azotes… bueno si no dejan marca, si...eléctricos no… joder Isidro... no lo se.
-Tranquila. Descartamos eléctricos y nada de marcas. Bien. No te preocupes.
Agujas no.
Muy bien.
Fisting tampoco.
¿algo mas?
Ahora mismo no lo se.
Vale, no pasa nada. Lo iremos viendo, pero quiero que sepas a que vamos a jugar...¿lo aceptas?
¿Que tenia que hacer?¿Porque era tan complicado?¿Porque simplemente no me follaba alli mismo que es lo que yo deseaba?
Si, lo acepto… pero siempre que paremos cuando..
No te preocupes. Bueno, vamos a salir.
¿A salir?
Si, quiero mostrarte. Que me vean contigo. ¿algún problema?
Ninguno.
Bien.
Salimos. El se puso un traje. Ni siquiera me había besado. No tenia coche, así que salimos andando, nada mas salir a la calle me tomo por la cintura… La intención era clara, demostrar que estaba liado conmigo… bien. Caminamos en dirección a una avenida cercana… me beso delante de varias personas, no me opuse. Como no me opuse a su mano descaradamente encima de mi culo. El sonrió.
Veo que no te molesta
No.
Bien. Espero que al cornudo tampoco.
Sabe a lo que vengo. Y no no le molesta. Esta de acuerdo.
Mejor… espero que si sepas a lo que vienes. Sube.
No me di cuenta, habíamos llegado a la calle y había un taxi esperando. El abrio la puerta de atrás. Le mire. No pregunte nada, entre. El entro conmigo. El chófer arranco.
¿Donde vamos?
A cenar. Por favor, a la calle Martínez Becerra. Ya le diré el lugar exacto.
El conductor arranco. El se acerco a mi y empezó a besarme el cuello suavemente, y la boca… le deje hacer. El bulto de su pantalón indicaba que se iba excitando.
Creo que le vamos a dar un espectáculo al chófer.
Hum, ya veo… pero por favor, no
¿no te gusta? -su mano se había introducido bajo mi falda acariciando mi muslo-
Si
Siguió besándome, sobándome… bajo un tirante de mi vestido. Cerre los ojos. El siguió acariciándome libremente. Pronto el otro tirante cayo y mi sostén quedo a la vista.
- No necesitas esto -dio un fuerte tirón rompiéndolo, mis pechos quedaron expuestos-
Gire mi rostro, busque sus labios. Una de sus manos empezó a acariciar mi pecho izquierdo suavemente, deteniéndose en un pezón endurecido. Si el taxista ajustaba el retrovisor estaría disfrutando de lo lindo.
Vamos,no aguanto mas. -agacho mi cabeza indicando lo que deseaba, encontré su polla y me la introducí en la boca. Mame como nunca en la vida.
Eh -oí al taxista- nada de guarradas en el coche…
Hum, tranquilo hombre, pare por algún lado discreto y disfrute del espectáculo… y tu sigue a lo tuyo.
Seguí mamando. Sin parar. El viejo tenia aguante. El taxi se detuvo y sentí que se abría la puerta de mi lado.
¿Puedo jefe?
Si, pero dejala que termine.
El tipo acaricio mi espalda con su lengua. ¿Que me estaba dejando hacer?.
-Joder que buena esta la puta.
Sus palabras me excitaban mas. Levante la cara de la polla de mi amante y busque la boca del taxista, el me recibió encantado a juzgar de lo efusivo del morreo mientras su mano buscaba mis tetas. Ese momento lo aprovecho Isidro para bajarme mas el vestido… colabore.
Vamos, come esta -el taxista saco su polla y yo comencé a besarla
No me olvides -Isidro puso su polla en una de mis manos y empece a pajearse.
Joer como traga… que pasada… uff
Espera a probar su chocho.
Isidro me quito la braga. Ahora estaba completamente desnuda en el taxi… el taxista se saco la polla de mi boca y tiro de mi hacia afuera. Yo no sabia donde estaba, me empujo contra el coche, me abrio de piernas y me penetro.
- Goza cerda.
Yo no pude decir nada, solo abrazarle y dejarle meter y sacar sin parar mientas me sujetaba contra el vehículo… no veía a Isidro. Sentí que el taxista se corría al mismo tiempo que yo tenia un orgasmo descomunal. Entonces me dejo caer las piernas. Pero aquello no había terminado. Isidro sustituyo a mi nuevo amante, pero me posiciono de espaldas a el y me tomo por detrás. Yo gemía desesperada y le decía que siguiera. Me agarro las tetas, fuerte, casi con dolor. No me importo. Solo sabia decirle dame, dame, dame…
Se corrió. Desesperadamente… me deslice al suelo. Desnuda. Inundada de la lefa de dos machos. Convertida en una golfa desesperada de pollas.
Uff, esto no me había pasado nunca… que pasada de hembra. ¿es cara?
No. Para nada. Te daré su teléfono, para que la llames cuando quieras. Si ella esta de acuerdo.
¿ella?¿porque?¿es puta no?
Solo en su rato libre… ¿que dices Ana?¿aceptas que aquí el amigo taxista pueda llamarte otro día?
Yo no se que balbucee… solo se que no dije que no, y acerté a oir como le daba mi numero de teléfono móvil…
Bueno. Os llevo a algún lado..
Si a la dirección que antes te di.
Pero tendrá que lavarse antes… no se..
Así esta bien. Ana tira el sostén, no vale para nada, y ya puestos también las bragas.
Entre en el taxi, cogí los restos de mi sostén y mis bragas, las tire al suelo, lejos. Aun permanecía desnuda. El taxista me miraba embelesado y pensé que empezaría otra vez a follarme… yo me dejaría. Se acerco a mi.
Joder tía, estas buena, no se lo que cobras pero merece la pena. Te llamare. Joer que pezones -me agarro uno, luego el otro, yo gemí-
Eh, ya vale, otro día la llamas pero hoy ya la gozaste… y gratis, supongo que no cobraras la carrera.
Claro tío, faltaría joder… vamos
Entre al taxi. Isidro me sonreía. Yo estaba avergonzada, humillada…
¿estas bien?
Si.
Bien. Aun queda noche.
El taxi arranco. Fuera a donde fuera, sabia que seria una locura, una locura que seguramente me encantaría.