Belle de Jour: aumentando el nivel

Fernando y Ana siguen con sus juegos

  • Damelo... -su voz sonaba en mi cabeza, queria que le diera algo tan simple como mi abrigo, y de esa forma me quedaria solamente con ese salto de cama, y solo me separaria una cortinita de un monton de gente, era una tonteria como el decia, pero tambien era una decision importante, me lo quite y se lo entregue, el lo recibio en aquella penumbra con una sonrisa de satisfaccion, y me imagino que orgullo de lo que estaba logrando.

  • Bien. ¿que vas a tomar?, voy a pedir a la barra.

  • Un gin tonic... vas a dejarme aqui sola.

  • Si. No te preocupes, no estamos en un local de intercambio. Solo mirar, nada mas.

Salio del reservado, le segui con la mirada atreviendome a ojear fuera del reservado. La sala estaba oscura, habia luz en algunos reservados lo que me indicaba que el mio debia tener alguna iluminacion que no habiamos activado. Habia gente paseando, tomando copas, bailando, charlando. Algunas mujeres ciertamente iban vestidas de forma provocativa, pero ninguna como yo, que en realidad estaba casi desnuda. Vi venir a Fernando, y me sente. Delante de mi tenia un espejo que cubria la pared, el techo y el lateral, eso permitia que desde cualquier posicion pudiera ver mi reflejo, y suponia el motivo.

  • Estas muy guapa Ana. Te sales.

  • Gracias, le conteste con cierta coqueteria, el se habia sentado muy cerca de mi. Poso su mano en una de mis rodillas y me beso, con dulzura, pero de una menera muy sensual... me gusto y respondi.

  • Porque me has traido aqui?

  • ¿Tu porque crees?

  • No lo se... bueno me imagino, aunque espero que no pensaras en que salga asi del reservado.

  • Me gustaria, jajajaja, pero no, no te pedire eso, aun no... -sonrio- me conformo con tenerte desnuda aqui sabedora de que cualquiera podria entrar -su mano se movia por mi muslo abiertamente, me beso en el cuello, sabia cuanto me gustaba, y un tirante cedio mostrando mi hombro, al que acudio con su boca. Me gustaba aquello.

  • ¿solo por eso? le dije, dejandole continuar sus besos y caricias.

  • No amor, este es un local de voyeurs...

  • Pero aqui no pueden verme... uhm...

  • Si y no cariño, si y no. Tienes una piel suave, muy suave, que delicia

Entonces se abrio la cortina y un camarero entro con las bebidas. Me asuste. El me miro descarado, dejo las bebidas y salio sin decir nada. Tontamente me habia intentado tapar, aunque en realidad el nada podia ver, ya que no estaba desnuda... aunque algo me decia que no tardaria en estarlo. La mano de Fernado, y su boca, no habian dejado de jugar con mi cuerpo, estaba mojada, su mano ya estaba colocada directamente en mi sexo, por encima del tanguita que pedia a gritos que lo liberaran. Mis pezones se habian endurecido y el, que me habia colocado casi sentada pero de espaldas a el tocaba todo lo que queria sin parar...

  • Dime que no va a volver Fer

  • No.

  • Quitamelo todo

  • Si, amor, si, pero primero debes saber algo... ves ese espejo?, pues puede haber alguien detras, o puede que no...si lo hay vera todo lo que hacemos...

Me lo habia imaginado... busque sus labios girando mi cabeza, e intente cambiar de posicion para quedar de espaldas al dichoso espejo. No me lo permitio. Si queria que mi marido me penetrara tendria que ser asi, lo entendi perfectamente, el lo queria asi...¿y yo?.... sus manos bajaron mis tirantes, pero sin descubrir aun mis pechos.

  • Amor, dime que si

  • No Fer, por favor... no pares

  • Si o no, decidete, que me tienes loco. No dejaba de besarme, de tocarme, de lamerme, yo estaba muerta de placer.

  • No quiero hacerlo delante de extraños, no quiero...

  • Yo tampoco, quiero que ellos te follen, te toquen

  • No, no por favor, Fer, no pares de tocarme, pero tu, nadie mas, tu... sigue... desnudame

No se lo hizo repetir, mis pechos quedaron al aire, y el comenzo a pellizcar mis pezones sin dejar de morderme el cuello, su polla estaba claramente muy dura, el de alguna manera encendio una pequeña lucecita, que ilumino el reservado. Si alguien estaba mirando, veria ahora con bastante claridad a traves de ese espejo. No proteste, le pedi que siguiera con lo que estaba haciendo entre pequeños gemidos entrecortados.Entonces me puso de pie, cayendo al suelo el salto de cama, sus manos, velozmente, actuaron sobre mi tanguita, no me lo quito, lo rompio, volvio a sentarme sobre su regazo y continuo acariciandome obligandome a abrirme. Empece a imaginar que al otro lado de aquel espejo alguien estaba masturbandose mientras me miraba, me encantaba, no podia negarlo, queria que me follara pero Fer ni siquiera se habia bajado el pantalon.

  • Cariño, metemela ya, estoy lista, dame montame...

  • No. No voy a montarte. Voy a masturbarte como nunca.

Y lo hizo. Tomo una botella de la consumicion, y me acaricio el coño con ella. Pronte me vi penetrada por esa cosa fria y dura, mientras gemia, y gemia, y me corria, y pedia mas, ya con el control totalmente perdido. No se cuanto duro aquello, los orgasmos se sucedieron, uno tras otro... y en un momento determinado, sencillamente, paro... yo estaba exhausta, rendida, en un momento me olvide de que alguien podia estar viendo todo aquello... solo queria mas, y mas, y mas... Busque su polla para darle una recompensa que evidentemente merecia. No me lo permitio.

  • No. Ya continuaremos en casa... eres maravillosa anita, maravillosa...

  • Te quiero, te quiero mucho.

  • Ya no te importa que te miren?

  • No

  • Te quedaras asi hasta que nos marchemos?¿desnuda?-Asenti- Aunque cada vez ya mas nerviosa. El cogio el salto de cama... me miro... y comenzo a romperlo...

  • Edu que...

  • No lo necesitas...

Le mire. Le bese...

  • No voy a esperar -empece a manipular su pantalon, donde se adivinaba una durisima pretuberancia. Saque su miembro viril, esta vez no se opuso, y comence una larga y entretenida sesion de felacion.

  • eres una profesional anita, tienes un don... sigue cariño.

Y segui, segui durante un largo tiempo, le lleve al cielo, senti que hacia aquella felacion como jamas la habia hecho en toda mi vida. Me encanto su placer.

Cuando terminamos nos relajamos, ni siquiera pense en quien podia vernos. Fer habia apagado la luz, ahora la vision que podian tener era muy poca. En un momento dado, decidio que nos ibamos. Toco un boton, un timbre. El camarero acudio, contemplo mi cuerpo desnudo en la penumbra, yo intente darle la espalda. Fran fue popr mi abrigo, y con el puesto, volvimos al coche, a nuestra casa, a nuestras vidas... o eso creia yo. Estaba muy lejos de haberse terminado alli.

Cuando aparcamos en el garaje, hice algo que pense que el queria que hiciera. Al bajar del coche, le entregue mi abrigo, y camine delante de el completamente desnuda hasta el ascensor, y en el nos besamos hasta nuestra planta, y con mas parsimonia que nunca, abrio la puerta de nuestro hogar.

Dormimos extasiados, agotados. Y yo feliz, tranquila, dichosa, preguntandome que seria lo siguiente.