Bella Obsesión 2

Final de la primera etapa de ésta historia.

BELLA OBSESION 2

Transcurrido cierto tiempo continuaba como instructor ahora de la pareja al igual que continuaba mi relación con Paola, pero el esposo, ¡ah el esposo!; pero el esposo se topó con mi retorcida mente que al igual no se detenía a lo que desde que se me ocurrió convertir a Antonio en la otra gemela no dejaba de darle vueltas y vueltas a ¿Cómo?, ¿Cómo lo haría?;

De nueva cuenta el carácter de Paola jugó a mi favor y a ello sumarle ahora la confianza cada vez mayor que la chica depositaba en mí y lo que tenía que pasar pasó.

Una noche nos la ingeniamos para despistar a Antonio y el resultado fue que terminé follándome a Paola en la habitación de mi departamento; ¡oh que chica, cuanto placer, cuanta energía tenía aquella belleza!; solo el recuerdo, el momento en que me la mamaba y de nuevo me caliento, en especial en cuanto le decía— ¡así Brie mámamela, chúpamela Brie no te detengas!;

¡Sí Omar!— me contestaba en verdad sumisamente la chica y de nueva cuenta se aplicaba a lo suyo.

¡Dime amo!— le ordené de pronto.

¿Perdón?— me contestó extrañada.

Con firmeza pero sin llegar a ser brusco la regresé a su posición o sea a chuparme la polla.

¡Amo, soy tu amo Brie, venga, compláceme que yo también te hago gozar, mira nada mas lo mojada que estás!— le dije picarón palpándole su sexo. La chica me sonrió coqueta.

¡Sí amo, me encantas Omar!;

¿Te encanto o te encanta como te la meto?;

Ella sonrió ésta vez tímidamente; volví a palparle su sexo y me respondió lo que deseaba oír— ¡me encanta como me la metes amo!; de nuevo se aplicó a lo suyo y obtuvo su recompensa al extraerme una considerable descarga de semen que con gusto se tragó no sin antes saborearlo.

¡Que fácil estaba resultando todo!, ¡como me sonreía la vida!; la chica era en verdad un dulce.

Esa noche marcó el principio de una nueva vida para todos; para mí, Paola y claro, el ahora cornudo Antonio. Hicimos el amor como locos; en cuanto recargué las baterías le metí la polla por delante, por detrás, por la boca; por todos sus orificios.

¡Mmmmmmmmmmmmmmm aaaaaaaaaa siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii mas fuerte, hazme gozar!— me gritaba en la cima de su pasión y su lujuria.

La miré sonriente y orgulloso; ya nos conocíamos perfectamente.

¡Métemela mas amo!— me gritó agitada, entre pausas al hablar.

¡Con gusto putita Brie!— le contesté mas que excitado viendo en ella a la hermosa gemelita.

Quedando abrazados, satisfechos en la cama; obtuve de ella información bendita pues ella me confirmó que las riendas del hogar las llevaba ella económicamente hablando a lo que concluyó que Antonio la controlaba en muchos aspectos, mas bien se aprovechaba de ella, de su carácter sumiso por naturaleza; ¡claro!, deduje en mi mente, por eso el tipo anda pero al pendiente de ella; sí su esposa prácticamente lo mantiene, bueno, no, lo mantiene en todos los aspectos.

Era sencillo; Antonio la controlaba a ella en base al carácter dócil de Paola pero en realidad era Paola quien sí se aplicaba podía controlarlo a el pues el poder financiero que a final de cuentas es primordial, lo tenía ella y después de complacerla sexualmente no fue nada complicado que accediera; tajantemente le propuse que mandara al diablo a su esposo, que viviera conmigo, que experimentara conmigo nuevos placeres y perversiones. Sí Antonio la había controlado durante mucho tiempo, yo rebasé ese control en un corto periodo; Paola estaba encantada conmigo y yo con ella.

Al otro día sin perder tiempo, la chica aceptó llevar y vivir a mi lado una nueva experiencia de vida, sencillamente me otorgó todas sus propiedades y de ésta forma se entregó a mí en cuerpo y alma y reconociéndome como su amo al igual que sabía que la mayor fantasía que me fascinaba realizar en ella era el parecido con las gemelas Bella a lo que a partir de ese día Paola se extinguió para renacer en Brie, su nuevo nombre. Ahora faltaba ultimar detalles para tener en mi poder a Nikki que sería precisamente Antonio.

Brie no se sentía capaz de encarar a su esposo a lo que lo hicimos juntos pues ante todo yo era su amo, su protector y podía ver reflejada en ella dicha y alegría al sentirse custodiada y respaldada por mí.

Me encontraba nervioso pero mas que eso excitado en que llegase el momento de gritarle a Antonio que no le quedaba de otra que dar vida a mi otro personaje real en mi mundo de fantasía; a todo eso el morbo era mayor pues en el tiempo en que fui instructor de la pareja logré ganarme no por completo pero sí en parte, la confianza de Antonio, por ello fue mas fácil llevar a cabo mi plan al igual que pasármela follando con su esposa sin mayor problema a lo que en cuanto éste se enterara de todo, su coraje y su impotencia serían todavía mayores.

Antonio tenía el rostro desencajado, la mirada perturbada; nos encontrábamos en su vivienda ahora mía y la propia Brie con mi apoyo fue quien le explicó sin rodeos y le dejó mas que clara la situación.

¡Adiós Antonio, ésta ya no es nuestra propiedad, no se que harás pero bueno, no es mi prioridad!— le dijo abrazándose a mí.

Antonio se me quiso ir encima pero me encontraba más que listo para confrontarlo a lo que sin dificultad lo sometí, lo hice quedar de rodillas primero y posteriormente postrado en el piso y a una orden mía, Brie le pisó la cara mientras yo le propuse mi loca fantasía.

¡Así las cosas, mira, no es el fin de tu mundo coño, todo lo contrario!; ¿Por qué no te nos unes?— le hablaba burlón— y formamos algo así como una bonita familia jajajajaja— no pude evitar reír y fui acompañado por Brie que ejercía mayor presión con su pie pisándole la cara a su esposo.

¡No creo que acepte amo mejor ejecutamos el plan b de una vez, digo, para mayor tranquilidad!;

¡Bien zorrita Brie bien!— le comenté.

Enseguida Brie se armó con unas esposas y con ellas inmovilizó a Antonio, iba a continuar explicándole el rumbo que tomarían las cosas pero la detuve, pues eso me correspondía a mí como único dueño y controlador de ambos.

¡A un lado Brie, del resto me encargo yo, mejor acaríciame la polla que esto me pone caliente!;

¡Sí amo!— contestó.

Antonio aún me quería matar, de alguna forma lo estaba haciendo pues con su mirada fulminaba a cualquiera pero no a mí y menos ahora que se encontraba indefenso.

¡Mira puto así las cosas, pensábamos darte a escoger, la calle o compañera de tu esposa pero pensándolo bien, nada de opciones pues como puedes imaginarte tengo a Brie y tú podrías representar dignamente a Nikki, mas vale que lo hagas!;

¡Estás demente maldito!; ¿de que coño hablas?;

¡De hacerte mujercita cabrón, ya verás como te gusta!— le contesté riendo.

¡Púdrete hijo de….!

¡Plaaaaf!— le metí un bofetón para callarlo— ¡silencio Nikki aprende de tu hermana carajo mmmm claro aún no te pareces a Nikki pero aguarda tantito en cuanto te le parezcas verás como te vuelves obediente!;

¡Vete al diablo, coño Paola quítame las esposas, maldita puta, los voy a joder a ambos!;

¡Jajajajaja Paola!— me reí— mmmmm no, a ver Brie, aquí, de rodillas, continúa con lo que te encanta hacer.

¡Sí amo!— contestó Brie.

Wow, ¡me encantaba su docilidad y la entrega de mi Brie!; en verdad que era un regalo divino.

¡Uuuuuuuuuuuu!— me contuve, pues gracias a la boquita de Brie me encontraba a nada de eyacular pero ésta vez iba a ir mas lejos pues quería destrozarle el culito a Nikki y para ello había que trabajarlo, prepararlo.

Brie me ayudó en todo lo que le mandara realizar para transformar lo más rápido posible a Antonio en Nikki. Los días avanzaban al igual que evolucionaba el nuevo Antonio que a costa de su voluntad daba vida a Nikki.

Lo primero fue depilarlo, enseguida le adaptamos perfectamente una hermosa peluca, del maquillaje y demás también se encargaría Brie; ahora seguía ejercitarlo. Con latigazos le imprimí el ritmo necesario para que accediera a continuar con sus rutinas de ejercicio; tenía que lograr una figura que me convenciera que tenía frente a mí a la otra gemela.

¡Aaaaaaaaaaaaaaaaa basta basta maldito!— rogaba con coraje Antonio que se negaba a ceder pero cada vez con menos intensidad.

¡Vamos, brinca cabrón, corre, tienes que bajar aún unos kilos mas!— le decía mientras lo animaba a latigazos.

Lo difícil para el tipo era que continuaba esposado y por ello me miraba más rabioso y apenado. Antonio, quizás pudo permanecer más tiempo rebelde pero no se lo permití, me urgía tenerlo a lado de mi Brie controlado, sometido y para ello aligeré las cosas.

Físicamente ya estaba; la peluca, la depilación, los latigazos ayudaron y mucho para que éste cambiara su aspecto y parte de su comportamiento; ahora faltaba lo mental y su actitud y que mejor que hacerle ver que era una mujercita que romperle el culo; de una u otra forma, ello le haría ver que varón ya no era a lo que con furia lo tomé del cabello una tarde y lo sometí.

¡No por favor Omar eso no!;

¡Amo, soy tu amo!;

¡Amo!— dijo murmurando al final pero no fue suficiente. No me detuve hasta satisfacer mis instintos carnales violándomelo y metiéndome de lleno en mi mundo.

¡Vamos Nikki, dime quien eres, dímelo o te destrozo el culo aún mas!;

¡Soy tu esclava Nikki, amo, eso soy!— contestó el tipo llorando, derrotado, le había roto su masculinidad, su orgullo. Él, desde un principio sabía que pasaría, le insistió a su esposa que le ayudara pero pronto se dio cuenta que su esposa Paola era otra, era Brie y era mía.

Los tiempos de gloria para Antonio terminaron, aquellos tiempos en los que él era el rey y Paola su súbdita se extinguieron; ahora tanto él como Paola eran míos; Brie, completamente desde el inicio y él, poco a poco terminó por ceder y mis palabras se cumplieron, no se exactamente las causas pero hoy puedo asegurar que Antonio vive sino feliz sí conforme, le gusta y acepta el rol que le ha tocado llevar, en parte por que se vio sometido y al verse incapaz de salir victorioso ha optado por complacerme y por adentrarse en mi mundo.

Lo que le sigue doliendo es que lo exhiba con algunos discretos colegas que saben de mi fantasía, pero eso es necesario, vital para que tanto Brie como ahora Nikki recuerden su posición y a quien pertenecen. Soy dueño de sus vidas, de mí dependen económica y moralmente.

Estoy a punto de volver a gozar de mi Brie, es mi preferida; Nikki está llorando, apenas unos minutos tiene que algunos colegas se marcharon, he vuelto a exhibirlas a ambas, Nikki estuvo muy activa chupando pollas y cediendo gentilmente, casi con una sonrisa a que le den por el culo, por ello se resiente y llora, me acerco a ella y le susurro maliciosamente al oído— ¡descansa querida Nikki que puede que me apetezca volver a gozar también de ti!— concluyo dándole una cachetada en su nalga.

¡Sí amo!— me responde resignada, ahora Nikki incluso adopta a la perfección hasta una voz mas suave y femenina, fruto del trabajo realizado en ella por mi Brie. Sin duda alguna es la nueva Nikki que salió de Antonio.

¡Bien Nikki y en cuanto me apetezca usarte tú me darás las gracias por que soy tu amo!; ¿entendido?;

¡Sí amo!;

¡Bien bien bonita!; Nikki en muestra de su respeto y sumisión me ha besado humildemente la polla, la dejo y me voy a la cama con Brie que ya me espera dispuesta a complacerme.

Las observo a las dos, ambas lucen preciosas; observo también a un lado a la orilla de la cama su ropa íntima que es casi lo único con que les permito vestir y cubrir su desnuda piel en casa. Sonrío feliz y satisfecho, muy dentro de mí se que no son Brie y Nikki Bella; ¡no!, es mas que eso, es mucho mejor, son mi Brie y mi Nikki, son mías y siempre dispuestas a darle vida a mis fantasías, me quedo descansando en medio de la cama con Brie a mi derecha y Nikki a la izquierda.

FIN.

BLACK.