Becario en una oferta de trabajo temporal

Uuuffff!!, vi ese pedazo de polla y casi me desmayo, pues sabía lo que este esperaría, acabando viéndome arrodillado comiéndole la polla, saboreándola en su totalidad en mi boca. Comenzando por besar su glande y continuar por lamérselo, chupando e introducírmela muy lentamente hasta sentir arcadas.

Becario en una oferta de trabajo temporal

Hasta donde tengo memoria, recuerdo en su mayoría todo, habiendo cosas que me lo dejo para mi dentro, cosas personales y muy íntimas, y otras en cambio las divulgo, como manera de desahogo. E incluso recuerdo cuando contaba con diez años, como en el colegio había niños muy malos, pero para crueles eran las niñas, donde no dejaban de preguntarme o decirme que era una niña, y solo porque tenía el pelo largo, acentuadas estas burlas por mi propia fisionomía.

Y llegaba a casa del colegio triste, amargado e incluso impotente por las burlas de esos niños/as, cuya autoestima lo tenía por los suelos, venía cansado de estar diciendo todos los días que... ‘no soy una niña’, y sobre todo por el largo de mis cabellos. Llegando incluso a ir más de una vez mi madre al colegio, hablando con el director y tutor, cuya solución de estos, no era otra que... ‘pues que se corte el pelo’.

Mi madre a la cual se nota que no he salido en el temperamento, cosa que creo que he salido más hacia mi padre, más sereno y templado, como si pasara de todo y solo actuara en el momento preciso. Pues eso, mi madre saltaba, diciéndole a estos de todo, tachándoles de poco ‘profesionales’, acabando por contéstale el director...

  • “Señora por favor, contrólese que su hijo esta tras la puerta, y podría escucharnos”.

Dice y prosigue...

  • “Entiendo que le moleste las confusiones, pero son eso... confusiones y no burlas”.

Siguiendo...

  • “Como norma general, somos humanos y cuando vemos a una serie de persona, dando igual el género (chico/chica). Solemos "clasificarlos" por una primera impresión, y solemos guiarnos por el aspecto físico principal, y sí, no nos encaja, acabamos por encajarlos en lo que menos entendemos”.

Y recuerdo que desde estoy... detrás de la puerta, no escucho a mi madre, dando por sentado que está escucha y aguanta, esperando el momento preciso para contestar y argumentar, como buena abogada que es. Escuchando a mi director, continuar...

  • “Pues por eso le digo, si a su hijo o a usted, le gusta la imagen que va dando, le digo que se tiene que acostumbrar a corregir a las personas que se burlen, pero eso sí, intentando controlarse y sin molestarse, eso, o cambia de imagen”.

Momento en que entra a la palestra mi tutor, como si quisiera defenderme ante lo dicho por el director, pues ante el silencio de mi madre, debo de pensar eso. Diciendo esta persona...

  • “Pues señor director, yo lo veo igual, da igual que lleve melena o no, pero también es verdad es que los críos, dando igual la edad que se tenga tienden a ser crueles cuando no comprenden”.

  • “También es verdad que su hijo, aumenta estas dudas, porque aún tiene una cara infantil (poco masculina), pues está en un rango de edad en el cual el cuerpo aún no está definido, siendo normal desde mi punto de vista que lo confundan”.

Y es cuando escucho a mi madre saltar, acusándoles a cada uno de ellos de promover esos pensamientos, pues no ponen medios para evitarlo, sino que a veces los alimentan. Alegando que no es culpa mía sino de ella, pues le gusta los chicos con pelo largo (cosa que no era tan largo, no me llegaba apenas ni al cuello), no siendo mi culpa que este alejado del estereotipo fijado por el colegio. Dice y entre otros matices zanja, saliendo del despacho y tras tomarme de la mano, acaba por despedirse con educación. Dejándome como yo pienso el ‘marrón’ para mí, pues quien debe de continuar yendo a ese colegio era yo.

Pero estas confusiones no se quedan en el colegio, pues a lo largo de mi vida han continuado, ya sea en la calle, la universidad, ocio, o en el mismo trabajo. Donde en una ocasión en la cual asistí a una entrevista de trabajo, en primer comentario que me soltó el entrevistador, fue...

  • “¿Que eres, un chico o una chica?”.

Debo decir que, no me moleste pues ya estoy acostumbrado, simplemente le corregí con educación, acabando esta persona por mostrarse más molesta que yo. Diciéndome...

  • “Pues para trabajar aquí, te tendrás que cortar el pelo como todo hombre, vale...”.

Y ahí finalizo mi entrevista, cogí y me marché sin llegar a contestarle, luego con el tiempo me enteré que la empresa donde trabaja mi padre, dio por finalizada los servicios de esta subcontrata. Debo puntualizar, que yo no iba a entrar enchufado, solo asistí a una entrevista como cualquier otro. Entrevista que se centró sobre todo en el largo de mis cabellos, no echando cuenta a mi curriculum y mucho menos a mis actitudes.

Aunque también es verdad y os lo cuento como desahogo, recuerdo aquella vez que buscaba ofertas laborales, encontré una de forma casual, oferta laboral que por lo que aportaba me interesaba muchísimo. Donde recuerdo que leí... ‘Empresa puntera de sector; proyecto temporal; no es necesario experiencia previa; prioridad para becarios; incorporación inmediata; horario de mañana y tarde rotativo; salario más incentivo.

Y debo reseñar que, en aquella oferta, no indicaba género o cualquier otra cualidad que debiera aportar, pues era un puesto técnico de programación, pruebas y configuración de software, y tareas de desarrollo. Puesto que me aportaría mucha experiencia en mi campo, eso una mentalidad analítica esencial para solucionar eficazmente los problemas y mejorar las funciones.

Y lo raro que tras mandar mi curriculum, me mandaron una respuesta en la cual me indicaba, una dirección y hora donde debía de presentarme para una entrevista. Acudiendo a dicha entrevista, donde sentado en aquella sala de espera, estaba escamado, extrañado al verme como el único chico entre quince aspirantes femeninas. Comenzando las dudas, y pero para extraño, cuando escuche mi nombre y entre en ese despacho, donde esa persona que entrevistaba, me dijo...

  • “Aquí debe de haber un error, creo que le han informado mal, este puesto es solo para chicas”.

Requisito que hice saber que no lo mencionaba en ningún sitio, llegando incluso a mostrarle la carta de respuesta a mi solicitud, donde mostraba la hora y el lugar de dicha entrevista. Y está persona, tras disculparse por las molestias dadas, no me daba más opciones, acabando por pedirle como compensación que me dieran una oportunidad. Y me marché hundido de allí, pues me hice ilusiones a raíz de esa contestación, me vi allí trabajando, aunque fuera temporal como becario.

Llegué a casa, y recuerdo que mi novia me consoló, chica que por aquel entonces salía con Laura, chica que conocí en un bar en Madrid cuando estudiaba. La cual estudiaba periodismo, y que en ese momento trabajaba como becaria para una cadena de radio de un pueblo de Sevilla. Y recuerdo que está para subirme la moral, no dejaba de decirme tonterías, sugiriéndome locuras e incluso proponerme, averiguar la verdad de esa oferta de trabajo. Obviamente le salió el gusanillo de periodista, pues no dejaba de decirme... ‘habría que indagar, averiguar porque piden solo chicas, cuando es un puesto para ambos sexos’. Surgiéndole ideas descabelladas, desde explotarla solo por ser mujer, como drogarlas y abusar de ellas. Acabando por decirme...

  • “Podrías denunciarlo por discriminación, podríamos sacar un buen ‘pellizco’, te aseguro que se puede hacer, y aún más si encontráramos pruebas”.

Y por el brillo de sus ojos, pude saber que había tenido una idea, claro está una de esas locas propuesta. Idea que sin llegar a saberla al principio me negué, pero Laura sin llegar a aclarármelo, no dejaba de mencionar lo que lograría. Llegando incluso a soltar... ‘y seguro que al final te admiten, tu hazme caso y veras’, pero que está no me dejo de comer el ‘tarro’’ (cabeza). Acabando por decirme esa descabellada idea, no dejándome de decir... ‘dime, sino pruebas como vas a saber si lo de las chicas es verdad, o quizás era simplemente un pretexto laboral para no contratarte’.

Y finalmente a regañadientes acepte, idea que no era otra que hacerme pasar por una chica, o para ser exacto por ella, ya que iba a ir con su curriculum y alguna acreditación de la facultad. No dejando de decirme...

  • “Esto es parte de una investigación, como las reporteras que vemos en la televisión donde se hacen pasar por todo, además podrías verlo desde otra perspectiva. O sea, tú me ayudas con esto y yo te ayudo a entrar”.

Y aunque seguía sin verlo, no me veía ir así en público y menos entrar en una empresa, donde valoraba lo negativo en el caso de ser descubierto. Y volver a mi novia decirme...

  • “Bueno, no te preocupes, podemos decirle a tú padre que no te han escogido, tú sabes que él lo comprenderá, y de paso puedes pedirle algo para aguantar hasta fin de mes”.

Y la cabrona de mi novia son de esas que sabe dónde pinchar, sabe perfectamente que me he valido sin la ayuda de mis padres, cuyo último esfuerzo por su parte fue mi piso, regalo por haber entrado en la facultad. Y que, desde entonces, he estado trabajando de lo que sea para pagarme los estudios, alimento y demás gastos, todo sin la ayuda de mis padres.

Acabando por aceptar, siendo ella misma quien se quería encargar de todo, desde mandar el curriculum a la empresa y en el caso de ser escogida para la entrevista. Y en el transcurso de esos días, compro algunas prendas y se documentó, preparándose para el momento. Pues no dejaba de hacerme saber mi novia que, ella se encargaría de prepararme y transforme, pues como decía ella...

  • “No te quejes tanto, no es tan difícil, además lo tengo fácil, no te hace falta depilarte, y menos ponerte peluca, además tu sabes que siempre he dicho que tienes una figura mejor que la mía”.

Suelta, y tras pedirme que me desvistiera, me dio un conjunto de prendas interior, medias con apertura central, un vestido y zapatos. Haciéndome saber que, lo primero que debía de colocarme eran las medias, explicándome que con estas lo tendría mas fácil si quisiera orinar, pues solo me bajaría las braguitas y no medias y estas. Pero mi queja en esos momentos, no era por ese motivo, sino por llevar braguitas y no bóxer, explicándome ella... ‘las braguitas se notan mucho menos que esa prenda tan horrorosa’.

Callo y acepto, colocándome las medias y prosiguiendo por las braguitas, sujetador con relleno, ayudándome a colocarme uno de sus vestidos. No dejando de mentar las similitudes que tenemos, no dejando de decir... ‘Ambos medimos casi lo mismo, centímetro arriba... centímetro abajo (ella 1.70cm y yo 1.75cm), casi tenemos la misma cintura, ambos tenemos de talla de pantalón la treinta y ocho, y casi también de zapatos, ya que depende del modelo’.

Continuo con peinarme, siguiendo con pintarme las uñas y el maquillaje, me pinto los labios de rojo, me rizo las pestañas, me delineó mis cejas, me maquilló mis mejillas y hasta me puso carmín. Finalizando con la bisutería, sarcillos que no hace falta hacer agujeros, anillos y pulseras, e incluso la muy cabrona me coloco una en el tobillo. Viéndome reflejada en el espejo totalmente transformada, felicitándose por el trabajo, aunque soltaba que... ‘con un maniquí (cuerpo) como el tuyo es todo más fácil’. Decir y acabar con una bordería...

  • “Joder, pues sí que estas buena, no me importaría cambiar los roles y echarte un ‘polvo’”.

Acabando por reírse a carcajada e incluso cogerme el culo. Siendo ella misma quien me acerco en coche, y durante todo el trayecto, repasábamos la entrevista basada en la anterior. No dejando de decirme que hablara despacio, intentando suavizar las palabras, pues de esa manera el tono de mi voz salía más femenina. Y la cabrona encima, durante el trayecto, no dejaba de meterme mano, entre bromas, pues decía que tenía que comprobar el invento que, había echo para evitar la erección.

Y por fin comenzó la entrevista, siendo mucho más breve que la anterior, no preguntándome cosas técnicas y mucho menos complicadas, finalizando está con hacerme saber que, antes debía de pasar una semana de prueba. Saliendo de ese edificio de la avenida de San Fráncico Javier, donde a pocos metros me esperaba mi novia en el interior del coche, y a la cual le di esa enorme noticia. Durante el trayecto, no deje contarle como fue la entrevista, las diferencias entre una y esta, no dejando de mentar mi novia algo de una trama. Y tras llegar a casa, acabamos follando como posesos, donde mi novia me confeso una vez más que, me veía muy sexy con esas prendas.

Comencé el lunes como me dijeron, cuyo horario laboral era de lunes a viernes de ocho de la mañana a dos, alternando algunos días con ir por las tardes, partiendo el horario. Y desde que llegaba, cumplí con mi jornada laboral, realizando otras tareas a las mencionadas, tareas más de documentación, viendo que aquello no se asemejaba a lo que decían. Y lo extraño es que nadie se extrañó de mi verdadera sexualidad, nadie se percató que yo era un chico en vez de una chica.

Y aproveche la experiencia, aprendiendo lo que me aportaba esa empresa, pero también comprendiendo que aun de haber entrado como chico, tampoco me aportaba realmente tanto. Pero eso sí, semana que más de uno, intentaba llevarme al huerto por no mentar a los aseos, cuyas manos a más de uno acabe por retirar de mis nalgas. Estos hechos, llegue a mencionárselo a mi novia, cuya buena reportera de investigación tomaba notas, pidiéndome nombres, fechas y lugares. Llegándome a pedir que me dejara hacer, e incluso que accediera, pero que me llevara algo para documentarlo.

Y para esos momentos, acabar en la cama, comenzando a comerme mi miembro, tragándosela una y otra vez, acabando por tomarla por los cabellos mientras tragaba... uuuffff!!. Sacándosela de la boca, y comenzar a lamer desde mi glande hasta el perineo, continuando por chupar y lamer esta zona. Alternando con hablarme, informándome que los hombres tenemos nuestro punto G entre la polla y el culo, especificándome... ‘ya sabes la zona del perineo’, haciéndome saber cómo si no lo supiera, que esa zona es bastante sensible. Y comenzar a pajearme al mismo tiempo que me come el culo e introduce sus dedos, y acabar por montarse... uuummm!!.

E iniciar un nuevo día, una nueva jornada laboral, donde sentada delante de mi escritorio no dejaba de redactar documentación, y realizar estudios de radio. Tocándome ir al registro a buscar información, donde me encontraba a más de un sobón, tocándome apartarlo sin llegar a acordarme lo que me dijo mi novia. Apartando a unos y a otros, hasta que, en una ocasión, uno de esos ejecutivos, hombre maduro, alto y canoso, no dejaba de tentarme, no dejaba de magrear mis muslos y culo, mano que apartaba y que este volvía a colocar.

Llegando momentos, como aquel en el cual estaba en el cuarto de impresión realizando fotocopias, y en un momento dado, esta persona colocarse detrás, tomarme por las caderas y acercarse. Haciéndome sentir su dura polla presionar contra mis nalgas, intente apartarlo, pero solo conseguí que este comenzara a restregarse como un animal salido. Acabando por sugiriéndome irnos a los aseos o a las escaleras de servicios, mientras no dejaba de forzarme a tocársela a modo de saber cómo estaba. Y mientras me comía la oreja o el cuello, me trataba como mujer, mostrándose dulce y me decía ‘preciosa, hermosa’ e incluso... ‘su muñequita’. Alternando con caricias, sobre todo por mi pecho, mientras embriagado me dejaba, no dejando de decirme...

  • “Como me ponen las nenas con poco pecho... uuuffff!!”.

Sintiendo esos labios recorrer mi cuello, poniéndome cardiaco, sintiendo como tiraba de la tela de mi vestido hacia arriba, mientras me decía al oído...

  • “Me tienes como un toro de lidia, todo bravo y que te va a dar una buena faena”.

Y le tengo que apartar al sentir el pernil de ese vestido rozar mis nalgas, por no decir una de sus manos en mi nalga desnuda... uuummm!!. Acabando por salir e ir avergonzado a mi sitio, aguantando hasta el fin de mi jornada laboral. Y luego ya en casa, acabe con contarle el supuesto acoso que sufren allí las chicas, todo exceptuando lo ocurrido en la sala de las fotocopias, aunque si esas propuestas de este pervertido. Propuesta que mi novia, me propuso que aceptar, calentar a alguno de estos y llevármelo a los aseos, dándole allí la sorpresa de que soy un chico y no una chica. Propuesta que no dejaba de decirme...

  • “Esto deberías de hacerlo el ultimo día si quieres, pero si deseas irte antes por no aguantar ese asedio, pues hacerlo mañana jueves”.

Y para no alargar mucho hasta ese momento, puedo decir que lo hice aquello que me propuso mi novia, calenté a ese canoso como bien se, acabe por dejarle creer que me había seducido, acabando por dejarle que me llevara a los aseos de la planta inferior. Metiéndome en una de esas cabinas, donde me deje comer cuello y oreja, mientras me magreaba el cuerpo... uuummm!!. Dedicándose esté sobre todo al pecho y culo, cediendo a veces ante los besos y muerdos en mi cuello (punto débil)... ooohhh!!.

Y viéndome vencido, no me quedo otra que descubrirme, esperando que esté me formara la de Dios, deseando que acudieran a los aseos personal de seguridad y de la empresa para descubrirlo. Pero en vez de eso, pude ver y descubrir que a este poco le importo que tuviera pene, pues me hizo saber que le ponen también los ‘nenitos’ como yo. Y soltarme...

  • “Tú que crees... que no sabía que eras una maricona, una de las veces que te estuve metiendo mano, te pude palpar y comprobar que no eras lo que aparentas ser”.

Dice, y sacándose su polla de su pantalón, y soltándome...

  • “Pero vez, yo también tengo una como tú, pero la mía es tres veces mayor, y la se usar mejor que tú... te lo aseguro”.

Uuuffff!!, vi ese pedazo de polla y casi me desmayo, pues sabía lo que este esperaría, acabando viéndome arrodillado comiéndole la polla, saboreándola en su totalidad en mi boca. Comenzando por besar su glande y continuar por lamérselo, continuando por chupar e introducírmelo, muy lentamente. Tragándomelo poco a poco hasta llegar a la base, sin ayuda de manos, y evitando mirarle a la cara por mucho que este canoso me lo pidiera... uuummm!!. Saque su polla de mi boca, para coronarla con mis labios, mientras escuchaba lindeza por su parte, elogiando mi manera de chupar e incuso decirme...

  • “Tú de inexperto como que poco... eeehhh!!”.

No deje de grabar, ayudándome con la mano en algún que otro momento, volviendo a mi tarea de tragármela en su totalidad a pesar de las arcadas y nauseas... uuummm!!. Acabando por ayudarme este al colocar su mano en mi nuca y obligarme, presión que me di cuenta rápido, pues comenzó a correrse, descargando en su totalidad en mi boca. No dejando de presionar, no apartando su mano hasta que dejo de echar hasta su ultimo chorro, no quedándome otra que tragar si deseaba respirar... ooohhh!!. Y una vez finalizado, toco por su parte levantarse, arreglar sus ropas, y decirme...

  • “Bueno señorita, ha sido todo un placer, arréglese y vuelva a su puesto de trabajo, quizás más tarde tenga que llamarla para que me ayude con algo más”.

Dijo y se marchó, viendo claramente que el plan que mi novia fraguo no funciono como esperaba, no quedándome otra que arreglarme y volver a mi puesto. Os lo dejo aquí hasta su continuación, pero antes de dejaros, debo decir hacia aquellos lectores que comparte conmigo sus criticas que, acepto todas ya que me enseñan a ver mis defectos.

Pero no es mi intención entrar en un intercambio dialéctico al respecto, tampoco pido que nadie se crea mis vivencias, solo las comparto, porque son tan reales como la vida misma. No me tengo que excusar porque un día me dio por ahí, y desde entonces vivo y disfruto mi vida de una forma tan liberal como libertina y con pasión, dándome por compartirlo con vosotros como manera de desahogo.

Así que, aquellos que me leáis esto y no me crees, pienso que es tu problema, pero pienso que la vida hay que disfrutarla y vivirla, como uno sepa mejor porque pasa muy rápido. Bueno lo dicho, agradecer a todos aquellos que me seguís y me leéis, deseando que os haya gustado, espero que no os hayáis manchado demasiado. Si queréis saber más de mí, me lo hacéis saber a mi email es: jhosua 1974 @ gmail . com (obviamente todo junto).