Becario en una atractiva oferta de trabajo (2)

Y entre besos y caricias acabamos en la cama, donde acabamos follando, dejando caer la propuesta de ese ejecutivo a mi novia, diciéndome... “Pues vamos a tener que darnos prisa, creo que tu jefe se ha ‘enchochado de ti’”. Dice al tiempo que, me mira y coge un Strapon.

Becario en una atractiva oferta de trabajo (2)

Antes de nada, hacerle saber a ese lector que tiene razón, que quizás este relato encajaría mejor en la categoría de ‘Transexuales’, pero debo decirle que ni lo soy ni lo siento, pues es simplemente un rasgo de mi persona. Dicho esto, comenzare... vale. Y como acabe en mi anterior confesión con aquella humillante experiencia, donde ese ejecutivo tras haber finalizado, toco arreglarse, estirándose su traje y ver que no había prueba alguna, soltando antes de irse...

  • “Bueno ‘señorita’, ha sido todo un placer, arréglese y vuelva lo ante posible a su puesto de trabajo, quizás más tarde tenga que volver a solicitar sus ‘servicios’”.

Dijo y se marchó, viendo claramente que el plan que mi novia ideo no funciono, no quedándome otra que a mi puesto. Pero pasando mi peor rato, pues veía como ese ejecutivo canoso, no dejaba de mirarme cada vez que pasaba por delante de mi mesa, cuyos comentarios de otras compañeras, me hacían saber que tenía todas las papeletas para continuar en mi puesto de trabajo. Cosa que me daban ganas de hacerles saber... ‘como que no iba a hacer así’, concentrándome en mis tareas, acabando por ser llamada a una hora y media de salir.

Y recordar que vino a buscarme una mujer, persona que se me presento como la secretaria de fulanito de ‘Tal’, no siendo aquella persona que ese alto ejecutivo canoso. Secretaria que me hizo saber que, si deseaba continuar en la empresa, debía de acceder a lo que deseara está persona, acabando por entrar en ese despacho. Y ver a este hombre alto y ciertamente corpulento, canoso, llamarme desde su sillón, pidiéndome que me acercara hasta donde esta él.

Dude, pero este me hizo entender que siempre podría alzar la voz, y delatar mi sexualidad delante de todo el personal, dejando mi decisión por voluntad propia. Acabando por acceder a su petición, acercándome hasta donde estaba sentado, colocándome a su izquierda. Y este sonriente girarse, sintiendo de nuevo esas manos acariciar mis piernas, mano que ascendió hasta mis nalgas, mientras me preguntaba mi verdadero nombre. No dejando de indagar en mi verdadera identidad, dejando caer que podría acceder a la empresa no como chica, cosa que sabía perfectamente que no lograría, pero si como chico.

Hombre que me tenía súper nervioso y al mismo tiempo excitado, mano izquierda que magreaba mis nalgas, mientras con la derecha acariciaba mi pecho sobre mi camisa, y en minutos bajo esta... uuummm!!. Persona influyente que no dejaba de mentar las condiciones del contrato, mientras sentía uno de esos dedos hurgar en mi orificio, y soltar ante el tacto de mi prenda interior. Diciendo...

  • “Es increíble tu transformación para entrar y pasarte como una chica, ¡que hasta tu ropa interior es femenina... eeehhh!!”.

Y hacerme poner de puntilla cuando presiona ese dedo en mi interior, mientras aparta su mano derecha de mi pecho, desabotonando los botones de mi camisa, abrirla y dirigir su rostro. Sintiendo sus labios besar mi piel, lamiendo y ascendiendo hasta mi pecho, notando esa lengua lamer mis tetillas, chupar, morderlas y absorber... aaahhh!!. Dejándomelas erectas e impregnadas de sus babas, acabando por bajar su mano derecha y dedicarse a bajarse la cremallera, sacando su verga fuera. Diciéndome...

  • “Mira como la tengo, desde que pienso que te tengo”.

Y me veo obligado a comérsela, cuya posición le facilita el penetrarme con su dedos, sintiendo como me introduce hasta dos de sus dedos, ayudándose mediante alguna crema... ooohhh!!. Mientras sentía su glande traspasar mis amígdalas, no dejando de sentir arcadas, e incluso aguantaba las náuseas. No dejando de chupar, hasta que esté acabo por apartarme, colocarme echado sobre la mesa, tirar de mi vestido hacia arriba y las bragas caer a mis rodillas, colocándose detrás de mí. No pude ver nada más, pero me lo imagine de tantas veces que me he visto de esta manera, no ahí por supuesto, pero no es tan distinto.

Di por hecho que cogería su verga, dirigiéndola hasta que su glande se pusiera delante de mi orificio, acabando por presionar e introducírmela, pudiéndola sentir como su gruesa polla me entraba al menos hasta la mitad... aaahhh!!. Sintiendo como de una forma frenética me penetra en esa posición, llegando un momento en que, tuve que ponerme hasta de puntilla ante las tremendas embestidas que me da... ooohhh!!. No dejando encima de azotar mis nalgas, primero con algo parecido a una regla y luego con la mano, acabando por tomarme de mis cabellos... uuummm!!. Tirando de ellos hacia él, acariciar mi espalda o pellizcar mis pezones, mientras me insulta al llamarme puta o incluso maricona, pero dejándome claro que sería su ‘muñequita’... uuuffff!!.

Acabando por descargar al cuarto de hora o quizás algo más, sacándola y tras limpiársela... guardársela en su sitio, mientras me aparta y me pide que me arregle. Señalándome un aseo en el interior del despacho, situado este al fondo, pidiéndome que acabe de arreglarme en el interior. Allí no me quedo otra que limpiarme, recogiendo los restos de su corrida, maquillándome y arreglando mi peinado. Y recordar que fue salir del aseo, cuando este me hizo saber que ‘estaba otra vez dispuesto a echarme otro polvo’. Soltándome antes de salir del despacho...

  • “De lo ocurrido ni una sola palabra, a no ser que, quieras que se entere toda Sevilla que eres una maricona chupa pollas, y ‘muerde almohadas’, y verías que no encontrarías más trabajo a no ser que hagas la calle”.

Dice y me hace saber que quizás tenga que hacer horas extra por la tarde, no quedándome otra que darle mi número de móvil, sugiriéndome para ser más femeninas algunas prendas más sexys. Acabando por marcharme en silencio, cerrando la puerta ante la atenta y fija mirada de su secretaria, cuya mujer me llamo ante de regresar a mi sitio. Señora de aspecto estricto que me dio una pastilla, soltándome algo parecido a... ‘para evitar problemas a los nueve meses’, acabando por mandarme a mi sitio. No quedándome otra que callar y hacerlo, o al menos hasta que llega el termino de mi jornada laboral, pero antes de marcharme, aquella secretaria me llamo nuevamente.

La cual me hizo saber que no terminaría mi semana de prueba mañana viernes, sino que desean contar conmigo al menos hasta final de mes. Dice me hace saber los emolumentos, y una serie de cosas, acabando por marcharme, tocando volver a casa, donde nada más llegar me fui directamente ducharme, quitándome toda esa indumentaria lo antes posible, por no mentar esa sensación de ser utilizado. Y aparece mi novia, preguntándome como había ido todo, teniéndole que mentir en parte, soltándole...

  • “Pues no ha salido como esperábamos, no se ha sorprendido y encima, no ha dejado de tirarme los tejos”.

Viendo como mi novia encima se ríe, no dejando de decirme... ‘que pena que no he visto la escena’, y a carcajea suelta, acaba por soltarme...

  • “Pues quizás, ya que has descubierto la baraja, deberíamos de jugarnos el todo por el todo, puede llevarte una cámara o con el mismo móvil, grabar a ese cerdo en plena jugada”.

No quedándome otra que cortar a mi novia, haciéndole ver que el que se la jugaba era yo, y no precisamente ella, pues es muy fácil proponer algo, cuando ella no está actuando. Y es cuando ella me recuerda...

  • “Piensa que lo hacemos por todas esas chicas a las que están acosando y explotando, no pienses en tu situación, piensa en las de ellas y lo que están pasando”.

Y me calló en verdad lo sucedido, quedándome para mí lo ocurrido en ese servicio, o como horas más tarde en ese despacho, pero si confesarle que quizás me prorrogue la practica a un mes. Cosa que mi novia se alegró más al saber el sueldo que cobraría, no cayendo ni un momento que debía de fingir un mes en vez de una semana. E incluso me dio por recordarle esas emotivas palabras hacia esas desvalidas chicas, a la cual poco falto para que las mandara a la mierda. Y entre besos y caricias acabamos en la cama, donde acabamos follando, acabando esta por dejarme penetrarle su culito, dejando caer la propuesta de ese ejecutivo a lo de esa tarde. Contestándome mi novia...

  • “Pues vamos a tener que darnos prisa, creo que tu jefe se ha ‘enchochado de ti’, vamos a tener que arreglarte bien para que se fije mucho mejor en ti, y de paso prepararte”.

Dice al tiempo que se sale de la cama, dirigiéndose al armario, abriendo las puertas y sacando un cajón, y del interior de este sacar un objeto que le regale, pero fijado a un correaje que nunca lo he visto. No siendo otra cosa que un strapon con una especie de correaje, acercándose hacia mi sonriente, tomando un bote de vaselina del interior de la mesilla de noche. No dejando de decirme...

  • “Vamos a tener que prepararte por si las moscas, ¡no queremos que te vaya a desgraciar... eeehhh!!”.

Y aún pienso en aquel día que le hice saber una de mis ilusiones, fantasías que no era otra que verla un día penetrarme, comentario que me arrepiento enormemente, pero que fue en un momento de pasión. Una noche de esas que llegas de trabajar y ver que mi novia quería sexo, pues como habéis notado ella es muy activa sexualmente. Ella en pleno acto, le dio por sacar un vibrador y comenzó a introducírmelo poco a poco, comprobando lo fácil que me entraba y lo poco que me quejaba. Y es el momento en que no se me ocurre otra cosa que, contarle la fantasía de desear probar mi puerta trasera, cosa que vi como ella se animaba. Claro está, esa tarde no regrese a la oficina, pero me toco volver al día siguiente y las tres siguientes semanas, donde mi novia se encargaba de arreglarme bien puta. Llegando a llevarme a una manicura, para más tarde en casa me pintaba las uñas de pies y manos, peluquería y vestuario.

Empresario que me hacía acompañarle, ya sea al piso inferior donde acabábamos, unas veces en uno de tantos despachos que había vacío, como otras en los aseos. Donde le gustaba humillarme, comiéndome cuello y pecho, para acabar por desvestirme quedándome en prendas sexy (corpiño, ligueros, medias), acabando por follarme. Riéndose sobre todo del tamaño de mi miembro, pues lo cierto es que difícilmente se me empinaba, mientras este me tenía ‘mirando para cuenca’. Y lo peor para esos momentos es cuando llegas a casa, pues llegas deseando tener relaciones normales con mi novia, teniendo que aceptar a sus pretensiones y deseos.

Novia que descubrí que tenía como fetiche el verme vestida de mujer, llegando a pensar que mi novia es bisexual, pues la muy cabrona me está volviendo puta. Y por mucho que le pido explicaciones, esta calla y no deja de decirme que debo de aguantar, pues el dinero no es necesario, quedando en un segundo lugar eso de ayudar al prójimo. Y la verdad es que me tiene muy confundido, pues de verdad es que no la entiendo, nunca imaginé que tuviera estas inclinaciones.

Y lo peor es que deseando mantener esa relación, tuve que someterme a sus deseos, ya no solo el dejar que ese hombre me follara como y cuando quisiera. Sino que, en casa, debía de llevar en todo momento un plug (dildo) colocado, pues no dejaba de decir... ‘debes de estar bien preparado’. Y que, pasado ese mes, no solo me quedé sin esa oferta de trabajo temporal, sino que rompí los lazos efectivos con mi novia, pues pude ver que no me convenía.

Antes de marcharme, debo decir hacia aquellos lectores que comparte conmigo sus criticas que, acepto todas ya que me enseñan a ver mis defectos. Pero no es mi intención entrar en un intercambio dialéctico al respecto, tampoco pido que nadie se crea mis vivencias, solo las comparto, porque son tan reales como la vida misma. No me tengo que excusar porque un día me dio por ahí, y desde entonces vivo y disfruto mi vida de una forma libertina y con pasión, dándome por compartirlo con vosotros como manera de desahogo. Así que, aquellos que me leáis esto y no me crees, pienso que es tu problema, pero pienso que la vida hay que disfrutarla y vivirla, como uno sepa mejor porque pasa muy rápido. Bueno lo dicho, agradecer a todos aquellos que me seguís y me leéis, deseando que os haya gustado, espero que no os hayáis manchado demasiado. Si queréis saber más de mí, me lo hacéis saber a mi email es: jhosua 1974 @ gmail . com (obviamente todo junto).