Beba se embaraza de mi amigo el Negro
Cuando finalmente mi prometida filipina se convirtió en mi esposa. Invitamos a mi amigo el negro a cenar a la casa, al calor de las copas, y la calentura del momento, creo que ella me la jugo para estar mas con el negro. ¿Qué opinan?
Beba se embaraza de mi amigo el Negro
Cuando finalmente nos reunimos mi prometida que llamaré Beba y yo; de la cual ya les relaté algunas intimidades anteriormente ( parte 1 , parte 2 ). Mi amigo Joe mostró interés en visitarnos en casa; así que lo invitamos un sábado a cenar a nuestra casa.
Beba preparó una rica cena italiana, y ella se vistió con un vestido muy corto blanco propio del verano. Después de la cena, nos sentamos en la sala en el sofá ella y yo, y mi amigo Joe frente a nosotros. Mientras disfrutábamos de un buen coñac Frances, la platica llegó al encuentro anterior de Beba y Joe en Hong Kong.
Ella dijo: ¡Me gustó mucho besar a Joe mientras tu nos estabas viendo por el teléfono! A mí también me gusto mucho verlos, respondí, invitando a Joe sentarse a un lado de Beba. Estando ella sentada entre los dos, les dije que me gustaría verlos nuevamente besarse, pues yo no tenía ningún inconveniente y lo encontraba bastante erótico.
Sin perder tiempo Beba principió a besar al negro frente a mí; besos largos y apasionados, las manos del negro desaparecieron debajo del vestido de mi mujer, acariciando sus torneadas piernas y buscando la entrepierna. Ella se sentó en las piernas del negro subiendo el vestido y dejando al descubierto una micro tanga blanca. En esta posición, fue fácil para Joe poner al descubierto las tetas de Beba y acariciarlas mientras ambos se besaban. Cuando Joe se dedicó a mamar las tetas de regular tamaño de Beba, yo me senté junto a ellos para besar a mi mujer mientras el negro hacia saltar a mi esposa con los besos en los muy sensibles pezones de mi amada.
Joe no tardó en encontrar la entrepierna de Beba, y ella dejó que entre las manazas del negro y yo la dejáramos completamente desnuda para que sus dos hombres jugaran con ella. Una vez completamente desnuda, fue fácil meterle mano por todas partes a la muy puta de mi mujer; nos dábamos turnos para insertar los dedos en la húmeda vagina mientras el otro jugaba los senos.
Acostándose Beba en el sofá y mi regazo dejó campo libre a mi amigo para jugar con la vagina. Al mismo tiempo que con los dedos negros mi amigo limpiaba los labios vaginales, me mostraba el flujo blanco que ya tenía Beba en el coño. E introducía los dedos en la boca de mi esposa para que ella disfrutara el contenido de su propio coño
Mientras yo la besaba y mis manos acariciaban los senos, el tipo puso las piernas de mi mujer en sus hombros para tener mejor acceso a la vagina de ella, y chuparle el clítoris y labios vaginales ruidosamente. Beba no tardó en tener el primer orgasmo de la noche.
Arguyendo que ella era la única desnuda del trio, Beba me dijo si podía desnudar a Joe, a lo cual yo asentí. MI amigo ya tenia la verga bien parada, bastante larga (casi cuatro manos de Beba) y mucho más gruesa que la mía. Ella acariciaba la barra de carne negra con sus manos, mientras se besaban apasionadamente estando ambos de pie completamente desnudos. Ella se divertía jugando con el prepucio del negro con la mano derecha, y con la izquierda las pelotas de mi amigo. Beba sin decir nada, se arrodillo frente al negro y principió a darle una mamada espectacular a esa enorme verga incluso más obscura que el mismo dueño, la cual le hacía abrir bastante la boca. La verga es tan grande que ella tenia parte dentro de su boca y las dos manos en el la misma y había espacio para meter y sacarla de la boca.
Mi mujer se sentó en el sillón con las piernas bien abiertas y estaba Joe a punto de meterle su cosota cosa a mi mujer, cuando se me ocurrió hacerlo yo primero para tener un punto de comparación después. Así que les dije que me tocaba a mí primero. Joe se movió de lugar y príncipe a follarme a mi mujer frente al negro. Los besos de Beba tenían un sabor diferente, en ellos se mezclaban la saliva de Joe y el sabor a verga (esos sabores totalmente desconocidos para mi). Después de disfrutar un rato de ella, yo no quise terminar; pues a mi edad, se terminaría la diversión de la noche, así que le dije a Joe que era su turno.
Le dije a Beba que se pusiera en cuatro en el sofá, yo me puse a un lado de ella para poder separar sus labios vaginales con mis dedos e invitar al negro que hiciera uso de mi mujer. Rápidamente, Joe se colocó de pie detrás de mi mujer e insertó la cabeza de esa verga que francamente me da envidia. Beba le dijo a Joe que lo hiciera despacio pues no esta acostumbrada, pero mi amigo se la metió toda de un solo movimiento; le entro a toda la putísima de mi mujer. Le pregunté a Joe si le gustaba mi mujer filipina y el dijo que lo tenía bastante cerrado y que le proporcionaba mucho placer. Después de besar a Beba un rato, mientras Joe usaba a mi mujer, me aparté para poder admirar desde el otro extremo del sofá la lujuria de mi amigo negro metiéndole toda la verga a mi mujer y como ella gozaba frente a mí. La verdad que la escena me calentó mucho, las manotas de mi amigo toqueteando las partes íntimas de mi mujer al mismo tiempo que él le introducía toda su herramienta, y la frenética copulación de ambos era digna de observar. Joe tomaba a Beba de la cintura para poder introducir todo su instrumento. Me senté detrás de ellos y podía ver como los huevos de color casi morados, se balanceaban cada vez que Joe envestía la vagina de mi amor y ella aullaba de placer. Podía ver el clítoris hinchado y la entrada de la uretra de mi mujer. Decidí no acercarme a ellos para que pudieran disfrutar al máximo sin interrupciones. Mientras admiraba esto, me estaba pajeando lentamente para extender el placer al máximo.
Sin aviso previo el muy cabrón de mi amigo se corrió dentro de mi mujer, la venida duro un buen tiempo y ella le decía: ¡dámela toda aquí adentro!, el semen escurría por las piernas de mi amada manchando el sofá beige. Con la excitación del momento y las copas nos olvidamos de recordarle a Joe que Beba no estaba en la píldora y en sus días fértiles. Cuando me repuse de la sorpresa Joe estaba sentado junto a Beba quien seguía todavía abierta de piernas en cuatro. Y yo me dispuse a realizar la comparación que había tanto anhelado. Me acerque me puede dar cuenta que la cavidad vaginal de mi esposa se miraba grotescamente abierta, parecía estar gritando, mi pene entró fácilmente sin ningún tipo de resistencia; y efectivamente comprobé que la verga de mi amigo el negro es mucho mas gruesa que la mía y que la vagina si se dilata cuando es usada por un instrumento de gran tamaño. A pesar de que esta comprobación me éxito mucho, yo no pude correrme. Simplemente le dije a Beba que me limpiara el semen de mi amigo con su lengua de mi pija y que le hiciera lo mismo a mi amigo. Ella como buena asiática dócil, obedeció dándonos más placer todavía.
Nos subimos a la habitación para estar más cómodos, Beba y yo nos dimos una ducha, durante la cual ella me pidió que yo le aplicara una ducha vaginal para sacar toda la venida de mi amigo. ¡Nunca me imagine que me tocara limpiar la lefa de un negro de las entrañas de la mujer a quien amo en mi vida! Llenando la ducha vaginal de agua tibia, Beba elevo una pierna para darme acceso a su entrepierna, introduje la cánula dentro de la vagina de Beba (que ya había recuperado su tamaño normal) y vi salir el agua con gran cantidad de semen blanco e irse por la coladera. Al salir de la ducha nos dios cuenta que Joe se estaba duchando en otro baño.
Lo invitamos a unirse con nosotros en la cama “King size”. Beba se divertía acariciando dos vergas simultáneamente, al Negro se le paro primero (el es Invitamos a Joe a nuestra cama, y ella se divirtió jugando con los vergas simultáneamente, como Joe es mucho más joven que yo, a él se le paro primero, Beba no perdió el tiempo y se colocó a horcajadas sobre el negro. Ella tomo el pene y lo puso entre sus piernas para que rosara sus clítoris, se movía de arriba abajo de lo largo del pene de su amante mientras el acariciaba los senos jalando los pezones. Pude ver que ella ya dejaba el negro pene húmedo con la secreción de su vagina, y tomándolo con una mano se sentó sobre él. Su cara tenia una expresión de gozo y lujuria mientras ella misma se proporcionaba placer insertando la vergota de mi amigo. Parándome de la cama, me posicione detrás de ellos para poder ver con claridad como el negro se follaba a mi mujer; podía ver como el pene lago y gordo se introducía lo mas posible dentro de la que yo pensaba era una vagina estrecha. Joe fácilmente movía a mi mujer como una muñeca para obtener placer mientras hacia desaparecer todo ese pedazo de carne dentro de mi esposa, y ella le decía que no parara que le gustaba mucho lo que le estaba haciendo. Si él se detenía un poco en metérsela, ella se movía frenéticamente para seguir recibiendo placer.
Cuando ella se recostó sobre el pecho de mi amigo para tomar un descanso, ambos se abrazaron y besaron un buen rato, sin que Joe dejara de cogerse a mi amor.
En ese momento ella volteo y me dijo:
¿Te gusta ver como tu mujer te hace cornudo frente a ti y con tu permiso?
¡Claro que si mi amor, me calienta mucho verte en manos de otro hombre y como te hace su puta!
Y Joe añadió: ¡Cuando quieras puedo venir a satisfacer a tu mujer! Para eso somos amigos; ¡me gusta mucho como lo hace!
Acostándome en la cama junto a ellos, jalé a mi mujer un poco para besarla y acariciarla al mismo tiempo que Joe seguía fornicando a mi mujer. Ella buscó mamar mi verga. Metiendo todo mi pene en su boca, le daba mamadas estupendas, por mas que le dije que parara, no me hizo caso hasta que solté todo el semen en su boca. Ella se lo tragó y regresó a atender al amante negro que yo mismo le había conseguido por segunda ocasión. Me di cuenta de que mi esposa quería que yo dejara de molestarla mientras ella disfrutaba de la verga negra.
Cambiando de posición Joe puso a Beba en la orilla de la cama con las piernas en lo alto dejando expuesta su intimidad y haciendo uso de ella. Ambos continuaron disfrutando por un buen rato y nuevamente Joe se corrió dentro de mi mujer.
Pude ver que la cantidad de semen expulsado no había disminuido, y un semen oloroso, y mucho más espeso que la primera vez estaba dentro de la cavidad vaginal de ella. El lavado vaginal no fue suficiente para sacar todo el semen de mi amigo, y 4 semanas después nos dimos cuenta de que Beba había sido embarazada por mi amigo el negro (recuerden que mi esposa no me dejo venirme dentro de ella ese día).
Mi prometida filipina después de algunos meses sin sexo desde la última sesión con mi amigo el negro , nuevamente tenía muchas ganas, así que yo le conseguí nuevamente un remplazo; en esta ocasión un tipo inglés.