Beatriz y sus alumnos

Una mujer viuda entra a dar clases en una ONG. Sus alumnos van ganando su confianza y la de su hijo hasta que consiguen engañar a este último para que les ayude a follarse a su madre.

BEATRIZ Y SUS ALUMNOS

Beatriz Morales, Bea como le gusta que le llamen, tiene 37 años y un hijo de 14 años llamado Valentín. Es viuda y vive en un chalet en una urbanización de lujo de las afueras de Madrid. Su casa es de dos plantas , con jardín y piscina. Tienen un rottweiler llamado Dingo.

Su marido murió en un accidente de submarinismo en plena luna de miel en Haway. Por aquel entonces ella no sabia que se había quedado embarazada de Valentín, el pobre chico no conoció a su padre. De regreso a España volvió a casa de sus padres. Cuando se enteró de la noticia de su embarazo, decidió mudarse al chalet que habían comprado su marido y ella antes de casarse, pues seria un lugar más indicado para que su hijo creciera que un piso en el centro de la ciudad. Su familia es de buena reputación y unido al dinero y propiedades que heredo de su marido al morir le permitía vivir holgadamente.

La muerte de su esposo la marco mucho, decidió no volver a casarse. Era una mujer muy atractiva pero lucía ropas holgadas que ocultaban sus voluminosas formas para no llamar la atención de los hombres . Se dedicó por entero a la educación de su hijo hasta que éste estuvo en edad de ir al colegio. Los años fueron pasando hasta el momento en que se desarrolla esta historia.

Aquella mañana Beatriz y Valentín montaron en su monovolumen y se dirigieron hacia el colegio como todos los días. Al llegar Beatriz entrego a su hijo una bolsa con la merienda, le dio un beso y se despidió de él hasta la tarde cuando volvería a recogerlo.

Después de eso Beatriz se dirigió al centro de la ciudad donde había quedado con Carolina, su mejor amiga, para desayunar y luego asistir juntas a clase de aerobic como todos los días. Entró en la cafetería donde ya le estaba esperando Carolina.

Carolina como siempre insistía a Beatriz en que debía tener alguna ocupación a parte de su casa y su hijo, ya había desistido de convencer a su amiga de que saliera con hombres porque ésta siempre se negaba, pero creía que alguna ocupación le vendría bien. Beatriz siempre argumentaba que no necesitaba trabajar, que tenia dinero suficiente para vivir bien y que con el gimnasio de por las mañanas y la misa de los domingos ya tenía bastante.

Pero ese día era diferente, Carolina le había traído diversos folletos sobre ONG's que podrían interesarle. Beatriz era una persona muy religiosa y le gustó la idea, tomó los folletos y se los llevo para estudiarlos en casa, no sin antes prometer a Carolina que se apuntaría como voluntaria a alguna de ellas.

Esa tarde, antes de ir a buscar a Valentín los estuvo hojeando. El que más le interesó fue uno en el que se necesitaban voluntarios para enseñar a niños gitanos, eran adolescentes cuyos padres tenían problemas con la justicia o con las drogas y para sacarlos de la calle se les daba clases para lograr el graduado escolar. Ella era licenciada en Historia y podía ser la persona indicada, además la barriada estaba cerca de su casa, sólo hay que cruzar la autopista que hay en la linde de su urbanización. Se puso en contacto con el coordinador y quedaron en verse la mañana siguiente.

Cuando le contó a Valentín que pensaba trabajar de voluntaria no le hizo gracia, era muy protector con su madre y la quería solo para él. Su madre le convenció argumentando que eran niños como él, que necesitaban ayuda y que sus papás no podían dársela, además iría a recogerle como todas las tardes y se irían juntos a casa como siempre, no le quitaría tiempo de estar con él.

Al día siguiente después de su clase de aerobic se dirigió a un bar donde había quedado con Oscar, el coordinador de la ONG. Él llevaba un jersey rojo, como habían acordado, para que le reconociera.

-"Hola soy Bea, tu debes de ser Oscar."

-"Sí hola ¿cómo estas Bea?"

-"Bien, gracias."

-"Ok. Mira ando un poco ocupado así que si te parece te comento cual será tu cometido. Piensas venir de lunes a viernes de cuatro a seis ¿verdad?"

-"Eso es, por la mañana no puedo porque voy al gym y luego me ocupo de la casa. Y a las seis y media voy a recoger a mi hijo del colegio."

-"Muy bien, sustituirás a su antiguo profesor hasta que termine el curso, está en casa con una pierna rota y a tenido que dejar de darles clase. De lunes a jueves seguirás este libro para prepararles para el graduado escolar, y los viernes les darás dos horas de ética con este otro. Es importante esto último porque son chicos de la calle y en muchas ocasiones no disciernen lo que está bien de lo que está mal."

-"Me parece bien."

-"Trabajaras con treinta chicos y chicas de entre catorce y dieciséis años de raza gitana. Son un poco más revoltosos de lo habitual, pero por lo general entienden que venimos a ayudarles y no te crearan demasiados problemas."

-"Estoy un poco nerviosa, nunca he trabajado y menos enseñando. Es una gran responsabilidad."

-"No te preocupes Bea que lo harás bien. La dirección está en este papel, empezarás mañana."

Al día siguiente se presento en el recinto donde daría clases, era un local cedido por el ayuntamiento. Iba vestida muy sobria, como siempre, con una falda larga, camisa y una rebeca fina.

Se presentó a los chicos y fue pasando lista para conocerlos mejor.

La semana pasó mejor de lo esperado, todos se comportaban bastante bien. Los chicos estaban organizados en pandas. Jorge parecía el jefe de todos ellos y con sus grupo de amigos dominaba a los demás, eran cinco en total cuatro chicos y una chica, todos de dieciséis años.

El viernes tocaba la clase de ética y, como había hecho durante la semana, antes de acostarse preparó la clase del día siguiente. Trataba sobre educación sexual. Se puso nerviosa, ella no tenía experiencia en esos temas, además en el libro estaban enfocados de forma diferente a sus creencias, tenia que hablarles del preservativo y de tener cuidado en las relaciones sexuales, cuando eso era pecado fuera del matrimonio. Esa noche le costó mucho conciliar el sueño.

Al día siguiente entró en clase como siempre.

-"Está bien empecemos. Hoy hablaremos de educación sexual."

Se escuchó un murmullo por toda la clase.

-"Ante todo quiero dejar claro que yo soy cristiana y que considero que es pecado mantener relaciones sexuales fuera del matrimonio". Dijo Bea para dejar su conciencia tranquila.

Toda la clase rió.

-"No le veo la gracia chicos."

-"Eso es una tontería". Dijo Jorge, el jefe de los chicos.

-"¿Cómo una tontería? Son mis convicciones."

-"No me malinterprete doña Beatriz, me refiero a si podría hacernos algunas aclaraciones." Volvió a decir Jorge.

-"¿Cómo cuáles?" dijo Beatriz.

Se enfrascaron en una conversación a dos bandas, todos los demás escuchaban entusiasmados.

-"No se..., ¿es pecado hacer el amor con preservativo?"

-"Sí, lo es."

-"¿Incluso en el matrimonio?"

-"Sí, incluso en el matrimonio, según la ley de Dios el sexo debe estar orientado a la procreación."

-"Venga no me ira usted a decir que solo hace el amor con su marido para tener hijos."

-"No estoy casada."

-"¿Y por qué lleva ese anillo en el dedo?"

-"Porque antes lo estaba, soy viuda desde hace casi quince años."

-"Y no me dirá que lleva quince años sin hacer el amor."

-"Pues te lo digo."

En ese momento sonó el timbre. La clase entera se había quedado muda escuchando la conversación. Beatriz estaba roja como un tomate. Jorge sonreía, había conseguido ruborizar a su profesora paya.

A la salida de las clases Jorge se reunió con sus amigos:Héctor, Ángel, Jhonatan y Encarni. Estos bromearon con el sobre su conversación con la profesora.

-"Has visto lo roja que se ha puesto la profesora." Dijo Encarni.

-"Si la verdad es que nos hemos reído un rato." Contestó Jorge.

-"A mi me da pena, parece buena persona y lleva tanto tiempo sola." dijo Ángel.

-"Creéis que será verdad que lleva tanto tiempo sin tener sexo?" apuntó Jhonatan.

-"No lo se , lo que si es verdad que parece buena persona y podemos sacar tajada de ello. Hay que camelársela" dijo Jorge.

-" Si me he enterado que vive en la urbanización de al lado, esa de la gente con dinero". Dijo Encarni.

-"¿Y cómo nos la vamos a camelar ?" preguntó Jhonatan

-"Ya se me ocurrirá algo" dijo sonriendo Jorge.

Aquella tarde Beatriz se fue buscar a Valentín. Todo el camino lo pasó pensando en como había transcurrido el día, cuando empezaron a hablar de sexo Jorge le había ganado la partida, la clase había reído sus gracias y no había podido explicarles correctamente el sexto mandamiento. A ella no le parecía tan raro llevar quince años sin practicar el sexo, la verdad es que no lo echaba de menos. Perdió su virginidad en la luna de miel con su marido y a los pocos días él murió. Se podía decir que en sus 37 años de vida había hecho el amor tres o cuatro veces.

El lunes siguiente después de las clase, Encarni se acercó a ella.

-"Señorita Beatriz ¿Puedo hablar con usted un momento?"

-"Tú dirás."

-"Es que quería disculparme por nuestro comportamiento de ayer, me pareció que se fue usted ofendida."

-"No te preocupes Encarni, no pasa nada"

-"Ya pero yo sólo teníamos curiosidad por lo que estaba usted diciendo, en ningún momento quisimos faltarle al respeto"

-"No te preocupes , además fue Jorge y no tú."

-"Es un buen chico, pero tiene mala."

-"¿Mala fama?

-"Si es que ya le han echado una fama de problemático encima y ya se sabe, cría fama y échate a dormir. Es como a usted."

-"¿Cómo a mi?"

-"Si, ahora le llaman la beata."

-"¿Por qué?"

-"Porque se llama Bea y dijo que no había tenido sexo desde hace quince años."

Las dos rieron, siguieron charlando animadamente un rato más. Beatriz pensó que eran chicos a los que no se les había dado ninguna oportunidad en la vida. Ella se propuso ayudarles, sabía que eran buenos chicos que solo necesitaban un poco de confianza. Decidió invitarles a la piscina el fin de semana, era mayo y ya empezaba a hacer calor.

Después de esto Encarni le comentó a sus amigos los avances que había hecho con la profesora, decía que ya la tenía en el bote y que creería todo lo que le dijese. Además nos ha invitado este sábado por la tarde a ir a su piscina a los cinco. Todos estaban encantados, normalmente iban a la piscina pública llena de gente y el sábado irían a una piscina privada en una urbanización de lujo.

Llegó el sábado y todos se presentaron después de comer en casa de Beatriz. A Valentín no le hacia gracia la idea de que unos desconocidos se bañaran en su piscina, encima eran gitanos y además tenia que atar al perro que siempre estaba suelto para que no hubiese problemas, pero tuvo que aguantarse porque su madre se enfadó mucho cuando se lo dijo.

Bea les saludó y les indicó donde podían cambiarse. Les preparó algo de merienda y se fue a ponerse el bikini. Cuando bajó los chicos quedaron alucinados al verla. Nunca habían visto unas tetas tan grandes, además tenía un culo bastante bueno, quizá un poco grande pero muy apetecible. Se notaban sus horas de aerobic.

-"Joder con la vieja, si que esta buena."Dijo Héctor.

-"¿Quién lo diría con las ropas que lleva normalmente". Dijo Jorge

-"!Como me gustaría poder comerme esas tetas!"exclamó Jhonatan.

-"No es nada del otro mundo". Dijo Encarni con un poco de envidia.

Pasaron en la piscina toda la tarde, jugando con Valentín para ganarse la confianza de la profe, mirando disimuladamente a Bea cuando podían. Ella no se daba cuenta. Estaba tumbada relajadamente en una tumbona. En la playa no usaba bikini porque era muy atrevido pero en su casa nadie la veía, la casa estaba rodeada por un alto seto y el resto de chalets eran de la misma altura, no le importaba que estuvieran los chicos presentes ya que pensaba que eran sólo unos niños . Ellos dieron cuenta de que Valentín miraba mucho a Encarni, era natural pues era una chica de dieciséis años morena, con ojos negros y bastante desarrollada. Pensaron que podían sacarle provecho a la situación.

Pasaron las semanas, llegaron las vacaciones de verano, Bea se había hecho bastante amiga de Encarni y ella y los chicos iban todos los fines de semana a bañarse a casa. Valentín estaba bastante celoso de ellos, creía que su madre le estaba dando de lado. Los chicos estaban súper calientes con su profesora, pero tenían que conformarse con verla en bikini. Encarni, que era un poco golfa y le gustaba la idea de putear a la profesora beata, les había ayudado a idear un plan para el sábado siguiente.

Ese sábado estaban todos en la piscina, Encarni se marchó con Bea a la cocina para preparar la merienda. Los demás se quedaron con Valentín. Sabían que Valentín estaba loco por Encarni, sólo había que ver como la miraba. Jorge se apartó con Valentín.

-"Oye Valentín tú y yo somos amigos ¿Verdad?"

-"Claro Jorge."

-"A ti te gusta Encarni ¿verdad?"

Valentín se puso rojo como un tomate.

-"Ya lo sabia, no tienes de que avergonzarte, es normal, está muy buena. A nosotros también nos gusta. Hemos ideado un plan para verle las tetas, pero tienes que ayudarnos"

-"¿Y cómo?"

-"Mañana vendrá ella sola y se pondrá en topless en la piscina. Cuando tu madre y ella vayan a la piscina tú nos abrirás la puerta sin que nadie se entere y nos iremos todos a tu cuarto a espiarla desde allí."

El cuarto de Valentín estaba en el segundo piso de la casa y daba a la piscina. También el de su madre, tenían un balcón común.

-"¿Cómo sabes que se pondrá en topless?"

-"Porque cuando va a bañarse sola siempre lo hace, me lo ha dicho una amiga suya."

Lo que no sabía Valentín es que al día siguiente el plan era que su mamá también se pondría en topless, pero eso tendría que conseguirlo Encarni, a la cual le encantaba la idea de calentar al mocoso y de paso dejar que sus amigos se divirtieran mirando a la profe.

Al día siguiente Encarni apareció. Dijo que sus amigos se habían ido a jugar al fútbol y que hoy no vendrían. Bea y ella se fueron a la piscina y Valentín fue a la puerta a abrir a los chicos sin hacer ruido, luego subieron a la habitación, que tenia entornadas las persianas para poder mirar sin ser vistos. Encarni y Bea hablaban animadamente. Encarni, siguiendo el plan, le dijo:

-"Te importa si me pongo en topless hoy que estamos solas Bea." Ya tenían confianza y Encarni la tuteaba.

-"No se..."

-"No pasa nada , yo siempre que puedo lo hago. Tu deberías hacer lo mismo."

-"¿Yo? ¡Estas loca! Tu si quieres hazlo pero yo.... "

-"Ya está la profe anticuada." Bromeó Encarni.

-"Bueno está bien, lo haré para que veas que no soy tan anticuada, pero que conste que yo nunca he hecho esto, lo hago porque somos amigas y estamos solas."

Encarni se quito primero la parte de arriba del bikini, sus tetas eran de tamaño normal pero muy bien formadas. Luego Bea la imitó, las suyas estaban muy blancas y eran enormes, para nada caídas, estaban culminadas por unos pezones del tamaño de una galleta. A los chicos desde arriba se les caía la baba, por fin veían esas tetas libres y eran mucho mejor de lo que esperaban. Valentín estaba celoso,se preguntaba qué hacia su mama en tetas en el jardín . Él nunca se las había visto y estaba en el jardín enseñándoselas a otra persona. Jorge le dijo que ellos no sabían nada, que Encarni era una guarrilla pero que no esperaban lo de su madre, una señora decente. Además Jhonatan le dijo que les dejase quedarse, ellos habían conseguido que viera a Encarni y él les tenía que dar algo a cambio.

Valentín se lo pensó un momento y finalmente aceptó. No lo hubiera echo hace unos meses por nada del mundo, pero desde que su madre traía a esta gente a casa Valentín le había cogido un poco de manía. La seguía queriendo pero pensaba que se lo había buscado por invitarlos a casa, tenía la impresión de que los quería más que a él. Todo eso eran suposiciones suyas, ya que su madre le seguía queriendo tanto como siempre, pero al ser hijo único no estaba acostumbrado a compartir nada, y menos a su mamá.

Le convencieron para que bajase a la piscina para poder ver mejor el espectáculo, que preparase unos refrescos para ellas y se hiciese el despistado para que no se molestasen cuando llegara. Le dijeron que ellos no podían porque se suponía que no estaban en casa. Cuando Valentín bajo los chicos aprovecharon para pajearse. Tal era su excitación que antes de que Valentín apareciese en el jardín con los refresco ya se habían corrido. También tomaron unas fotos de Bea y Encarni con una vieja cámara que tenia Ángel. Las fotos les servirían para continuar su plan más adelante.

Beatriz no se había dado cuenta de que Valentín las estaba observando, cuando lo hizo se tapó inmediatamente sus grandes tetas con las manos y luego se puso como pudo la parte de arriba del bikini. Encarni hizo lo propio pero tranquilamente, dejando que Valentín la mirase mientras lo hacía, le tenia embobado. Jorge y los demás aprovecharon para salir de la casa sin ser vistos.

Esa noche Valentín se hizo varias pajas pensando en Encarni. También le venían a la mente imágenes de las tremendas tetas de su madre, nunca la había mirado con esas intenciones, pero desde que esa tarde la había visto en topless se sentía algo intrigado por ella.

Al día siguiente Encarni llamó por teléfono a Beatriz y le dijo que los Jorge y los otros iban a ir a jugar al fútbol, que Valentín podía irse con ellos y así podrían tomar el sol las dos tranquilamente. A Bea le pareció una gran idea, a Valentín no tanto aunque acepto porque sospechaba que a lo mejor Jorge y los demás no tenían pensado ir a jugar al fútbol.....

Pasaron a buscarle a eso de las cuatro. Le dijeron que realmente se habían apuntado a un campeonato de fútbol y que le habían avisado para que tuviera una excusa para fingir que no estaba en casa y así poder espiar a Encarni tranquilamente. Era mentira, efectivamente Valentín podría espiarla, pero le habían preparado una sorpresa que Valentín no se esperaba.

Valentín aguardó en la calle escondido hasta que apareció Encarni, esperó unos diez minutos y entró por la puerta trasera de su casa. El perro, que estaba atado en el jardín, al escuchar la puerta, se puso a ladrar. Por un momento creyó que le descubrirían pero no fue así. Subió rápidamente la escaleras y se metió en su cuarto. Pensó que era estupendo que no estuvieran los otros porque se podría masturbar sin ser molestado. También le gustaba la idea de espiar a su madre, podría ver esas enormes tetas otra vez.

Cuando Encarni escuchó al perro sabía que Valentín había entrado en la casa, estaba al corriente de todo, ya que el plan era idea suya. Siguiendo la estratagema que tenían preparada se quitó la parte de arriba del bikini , Beatriz hizo lo propio. Esperó hasta estar segura de que Valentín habría tenido tiempo de ir a su habitación y dijo:

-"Bea, no mires ahora pero me ha parecido ver moverse la persiana del cuarto de Valentín."

-"No puede ser Encarni, no hay nadie en la casa."

-"A lo mejor es Valentín que ya ha vuelto."

-"Voy a ir a ver qué pasa."

Bea se levantó y sin ponerse la parte de arriba del bikini dijo en voz alta para disimular:

-"¿Quieres un refresco?"

-"Si gracias." Dijo Encarni también en voz alta.

Beatriz entró en la casa y desató a Dingo ,que estaba en la cocina, por si había algún extraño y subió con él las escaleras sin hacer ruido, se acercó a la puerta de Valentín y la abrió de golpe. Se encontró a su hijo pajeándose mientras miraba por las rendijas de la persiana, Valentín intentó inútilmente esconder su polla pero era demasiado tarde. Su madre sin mediar palabra le pegó dos tortazos. El niño se puso a llorar, su madre no le había pegado en su vida, pero su llanto no era solo de dolor, era también de rabia contra ella. Definitivamente su madre había cambiado con respecto a él.

Beatriz bajó la escaleras muy enfadada, no era partidaria de pegar a un hijo pero el pecado que había cometido era muy grave. Su escrupulosa moral le decía que el sexto mandamiento era el más importante de todos. "No cometerás actos impuros, no cometerás actos impuros" se repetía para sí misma.

Cuando llegó junto a Encarni le dijo acaloradamente:

-"¡Ponte el bikini! Valentín te estaba mirando, y se estaba tocando." Pensaba que a ella no le miraba ya que era su madre y eso sería una aberración.

Encarni le hizo caso.

-"Bueno no te pongas así Bea, no es más que un crío."

-"¡Lo que es es un guarro! "Dijo Bea vociferando.

-"Mira Bea tú cálmate, si quieres subo a la habitación de Valentín y le explico que esta mal lo que ha hecho. A mi me hará caso porque seguro que esta avergonzado por espiarme."

-"No se, quizá tengas razón. Yo estoy muy enfadada es mejor que me tranquilice".

-"Bueno pues entonces subo, no entres en la habitación para que no se ponga incomodo."

Valentín había escuchado los gritos de su madre y estaba aún mas enfurecido. "Un guarro, la guarra es ella que esta en tetas en la piscina" pensaba. De pronto tocaron a su puerta y entró Encarni.

-"Mira Valentín se lo que ha pasado."

-"Yo......ehh..."

-"No pasa nada, estas cosas son normales."

-"Pues díselo a mi madre, no veas como se ha puesto."

-"¿Te gustan mis tetas?. "

Mientras decía esto Encarni se quitaba la parte de arriba del bikini dejando a la vista sus pechos.

-"Yo..... no se.... Dijo tartamudeando Valentín."

-"Yo se que sí, he notado como me miras desde el primer día que vine. Puedes tocarlas si quieres."

Valentín se acercó y torpemente empezó a estrujar las tetas de Encarni.

-"Así , muy bien. Ves como no pasa nada. Todo esto es normal. ¿Te estabas pajeando mientras me mirabas?"

-"Sí, es que eres muy bonita."

-"¿Quieres que la Encarni te haga una pajita ?"

Valentín no contesto, Encarni le bajó los pantalones de deporte y tomo su polla entre sus manos. Era bastante pequeña, incluso para un niño de su edad.

-"Mira que pijita tenemos aquí, es muy bonita."

Dicho esto Encarni sentó a Valentín en una silla,se arrodilló delante de él y mirándole a los ojos comenzó un suave sube y baja. Él daba pequeños gemidos, se corrió al poco rato sobre las manos de ella.

-"Te gusta que Encarni saque tu lechita ¿eh?. Será nuestro secreto. No se lo diremos a nadie. Pero sobre todo a tu mamá, ella no quiere que te lo pases bien, pero si te portas bien tú y yo seguiremos jugando."

Dicho esto se limpio las manos con un pañuelo de papel, se arregló y se marchó dejando a Valentín sin habla y con cara de felicidad. Era lo mejor que le había pasado en su vida, le había hecho una paja una chica buenísima de dieciséis años. Pensó que Encarni tenia razón, que su madre era demasiado estricta y no le dejaba disfrutar de la vida.

Encarni bajó y le dijo a Bea que todo estaba aclarado, que ya no lo volvería a hacer. De todas formas quedaron en no volver a hacer topless. Beatriz además dijo que sería mejor que no volviesen en una temporada a bañarse a casa para evitar incidentes.

Cuando Encarni llego a su barrio, le estaban esperando en la plaza Jorge y Héctor. Encarni les dijo que todo había salido a pedir de boca y que Valentín haría lo que ella quisiese. También les hablo de lo pequeña que la tenia el pobre chico. Los otros se rieron. Jhonatan y Ángel habían ido a revelar las fotos del día anterior, habían quedado bastante bien teniendo en cuenta que la cámara era vieja y las fotos estaban hechas a través de la rendija. Mañana las utilizarían para su siguiente paso.

Todo estaba saliendo perfecto. Desde que habían visto las tetas de la maestra los chicos solo podían pensar en ella. Querían conseguir algo más que verla, querían follársela. Su táctica de parecer buenos chicos estaba funcionando, Encarni jugaba a dos bandas con Bea y con su hijo, y este último era básico que cooperase para que el plan saliera bien. Ella disfrutaba más que los otros con todo esto, le encantaba la idea de que sus amigos sometieran a la profesora paya y le encantaba su papel, trabajaba desde dentro moviendo los hilos de lo que sucedía a su antojo, era el autentico cerebro de la operación.

Aquella noche Beatriz se dirigió al cuarto de Valentín para hablar de lo sucedido,el chico no había salido de allí en toda la tarde y ella se sentía culpable por haberle pegado, el pecado era grave pero pensaba que se había pasado. Llamó a la puerta.

-"¿Se puede?"

-"Es tu casa ."Contestó secamente Valentín mientras su madre entraba en el cuarto.

-"Mira hijo, quería disculparme por haberte pegado esta tarde, pero lo que estabas haciendo es algo muy grave. Has ofendido a Dios."

-"Pero mamá... es normal a mi edad lo que estaba haciendo."

-"¿Normal? Es una guarrería."

-"Pero tu estabas en tetas, siempre has dicho que las señoras no hacen topless, que las que lo hacen son unas cualquiera. ¿No es eso también una guarrería?"

Bea tragó saliva, ahí llevaba razón, por lo que intentó quitarle hierro al asunto.

-"Pensaba castigarte, pero si me prometes que no lo volverás a hacer te perdono."

-"Sí, te lo prometo mama."

Esto último lo dijo Valentín sólo para que se fuera. "Vaya cínica que esta hecha mi madre, tendrá cara , y todavía se permite dar lecciones de moral la muy guarra" pensó. Empezaba a estar harto de su madre.

Al día siguiente Jorge montó guardia delante de la casa hasta que vio que Bea se marchaba al gym como todas las mañanas. Luego se acercó a la puerta metió por debajo un sobre y llamó al timbre. Valentín lo recogió. En el sobre ponía su nombre. Cuando lo abrió se asombro al ver el contenido, una foto de su madre y otra de Encarni en la piscina, y en topless las dos. También había una nota que ponía:

"Nos hemos enterado de que ayer te descubrieron. Lo siento tío. Esto es un regalo de tus colegas para que pases el rato"

Sabían que Bea encontraría las fotos. Bea le contó a Encarni que su hijo tenia un escondite secreto donde guardaba los petardos, algunas chucherías y tonterías por el estilo. Estaba en un doble fondo del armario. Ella lo revisaba a menudo por si su hijo tenía pornografía o algo grave. Nunca había encontrado nada.

Valentín se pregunto que cuándo habrían hecho las fotos, luego cayo en que fue cuando se quedaron solos en la habitación. Miro la foto de Encarni y recordó lo sucedido el día anterior. Luego miró la de su madre, "menuda zorra" pensó. Empezó a calentarse y decidió masturbarse, iba mirando alternativamente una foto y otra, se corrió instintivamente sobre la foto de su madre. "Esto por ponerte en tetas como una cualquiera" se dijo mientras lo hacía.

Después de un par de días ocurrió lo inevitable, Valentín había escondido las fotos en su escondite y su madre las había encontrado. Bea casi se desmaya cuando se vio en una de las dos fotos, además estaba manchada. Cuando se recupero del shock bajó al jardín donde estaba su hijo, y con las fotos en la mano, le agarro de los pelos y empezó a darle tortazos diciendo "¿Qué es esto pervertido? Soy tu madre, esto es el pecado más grave que un hijo puede cometer". Luego se alejo de él muy sofocada, no podía ni mirarle a la cara. Los días siguientes Bea y su hijo prácticamente no se cruzaron la palabra, ella seguía enfadadísima.

Una semana después de darle las fotos a Valentín, suponiendo que Bea ya las habría encontrado, Encarni la telefoneo al móvil para comprobarlo, Bea estaba en el gym. Beatriz no le había contado a nadie los sucedido y necesitaba desahogarse, Encarni al notarle la voz rara le insistió que si le pasaba algo podía contárselo, que eran amigas. Bea dudó pero al final le contó lo sucedido con las fotos.

Era perfecto, al colgar el teléfono se dirigió a casa de Beatriz, consciente de que estaba en el gym, tenia que actuar rápido antes de que volviera. Esta era la fase crucial, de ella dependía todo. Llamo a la puerta y abrió Valentín.

-"Hola machote ¿cómo estas?"

-"Hola Encarni, muy bien. Mi madre no está."

-"Lo se vengo a hablar contigo. He estado pensando que como tu madre ya no nos deja venir a la piscina tu y yo no podremos seguir jugando, ya me entiendes. Ademas....."

-"Además ¿qué?"

-"Pues que tu madre....no se cómo decirlo..."

-"Venga ¡Dímelo!"

-"Mira, ella me ha contado lo de las fotos, me ha dicho que está muy enfadada contigo,que encima su foto estaba pegajosa. Piensa que eres un degenerado, que necesitas mano dura, está considerando la opción de meterte en un internado."

Encarni lo había exagerado todo un montón. Su madre estaba disgustada, pero nunca se separaría de su hijo, era lo único que tenía.

-"Ya estoy harto de mi madre ¡La odio!" Gritó Valentín.

Encarni sonrió para sus adentros. Ya le tenía donde quería.

-"¡Pues démosle un escarmiento!" Dijo Encarni acto seguido.

-"¡Siiii! Pero ¿cómo?"

-"Eso depende de lo que estés dispuesto a hacer."

-"Estoy dispuesto a todo, quiero que sufra, quiero devolverle el daño que me ha hecho."

-"Por cierto...¿Y de dónde has sacado las fotos?"

-"Yo.... ehhh....Bueno no les digas nada pero me las dieron tus amigos."

-"¿Jorge y los demás? ¡Eres un cabrón! Creía que tu y yo teníamos algo especial y les has dejado espiarme y tomarme fotos."

Encarni se hacia la ofendida.

-"No, no...Ellos no te espían a ti , la que les gusta es mi madre. Dicen que esta muy buena."

-"¿Les gusta tu madre? Eso nos podría ser útil para nuestras intenciones, se me está ocurriendo una idea. "

-"¿Qué idea?"

-"Necesitaremos a los chicos. Dices que están locos por tu madre, hay que conseguir que consigan lo que quieren. Si ella falta al sexto mandamiento nunca más te podrá recriminar nada y además le daremos donde mas le duele."

-"Parece un buen plan pero es imposible, a lo mejor los otros no quieren colaborar y ella nunca querría hacer tal cosa."

-"¿ Y quién te ha dicho que tiene que querer?.....Mira tú esta noche desconecta la alarma, ata al perro para que no nos ataque cuando entremos y baja a abrirnos la puerta sin hacer ruido a la una en punto, de lo demás ya me ocupo yo. Tu puedes espiar desde el balcón, podrás ver todo lo que pase. Tu madre no sabrá que nos has ayudado. Decías que querías que sufriera, pues vas a ver..."

-"No se, me parece un poco fuerte..."

-"Tú no te preocupes y disfruta del espectáculo. ¿No es eso lo que querías?"

-"Sí pero...."

Encarni no le dejó terminar la frase, sabía que ya le tenia en el bote, no podía dejar que se echara atrás. Se acercó a él, le bajó los pantalones y los calzoncillos, se introdujo su pene en la boca y le empezó a hacer una mamada de campeonato.

-"¿Te gusta chiquitín?"

-"¡Ohhh! ¡Siii! "

-"Piensa en tu mamaíta, yo se que te gusta. Se que te corriste sobre su foto. Piensa en lo bien que lo vas a pasar esta noche. Haz caso a la Encarni."

-"¡Siiiii, qué se joda esa puta!"dijo Valentín mientras se corría en su boca.

Lo que Valentín no sabía es que Encarni había grabado todo la conversación con una grabadora que habían mangado Héctor y Jorge esa tarde. Iban a violar a esa puta y ella luego no les podría denunciar porque su propio hijo era cómplice de todo. Además le necesitaban para abrirles la puerta y controlar al perro. Al ser agosto, la urbanización estaba desierta, nadie oiría nada de lo que pasara en la casa. Todo estaba dispuesto, fue a comunicarles la noticia a los otros. Esa iba a ser una gran noche.

A la una en punto Valentín abrió la puerta y encontró a los cinco. Acto seguido subió a su habitación, salió al balcón y se coloco delante de la ventana del dormitorio de su madre. Era verano y ella dormía con la persiana con rendijas. No se veía nada. De repente se encendió la luz, su madre se había incorporado y Encarni estaba enfrente suya, los demás aún no habían entrado.

-"¿Qué haces aquí?¿Cómo has entrado?". Gritó Beatriz

-"Mira sólo quiero decirte que desde que nos conocemos me has parecido la típica pija insoportable, que intenta aparentar ser una buena persona y cree que lo es por dar clases a unos niños gitanos. Quiero que sepas que nunca nos has caído bien y que solo te poníamos buena cara para aprovecharnos de ti. Hoy vas a recibir tu merecido."

Beatriz no entendía nada de lo que pasaba, se había quedado absorta escuchando a Encarni. Ésta, por su parte había entrado primero en la habitación porque le daba un morbo tremendo decirle todas esas cosas a Bea, quería que ella supiese que todo lo que había pasado ese tiempo era una estratagema para conseguir lo que iba a pasar esa noche y lo más importante, quería ver la expresión de su cara cuando se lo dijera.

Acto seguido entraron los otros. Antes de que Bea pudiese reaccionar ya se le habían echado encima. Cada uno le sujeto por una extremidad. Encarni rápidamente empezó a atar con unas cuerdas, que tenían preparadas, sus manos y sus pies a las esquinas de la cama. Bea intentaba resistirse pero le era imposible, tenían más fuerza que ella. Finalmente quedó atada boca arriba con los brazos y las piernas totalmente estirados y cubierta solamente con un camisón de verano que ocultaba su ropa interior.

-"¡Soltadme! ¿Qué me vais a hacer?"

-"Te vamos a follar hasta la saciedad" dijo Jorge.

Beatriz intentaba liberarse de sus ataduras, pero era imposible, estaba perfectamente inmovilizada. Encarni se acerco a la cama y con un cuchillo empezó a rasgarle el camisón. Bea comenzó a llorar, suplicaba que la dejasen en paz, pero ellos solo reían. Encarni la dejó en ropa interior, luego le fue recorriendo con la lengua todo su cuerpo, se incorporó un poco y de un brusco tirón le arrancó el sujetador. Los chicos gritaron de excitación al ver esas tetas gigantes, y esos pezones de tamaño galleta, cuya oscuridad resaltaba sobre su blanca piel. Luego corto por un borde sus bragas y fue tirando suavemente de ellas hasta dejar al descubierto su poblado monte de venus.

-"¡Cuantos pelos!" Dijo Jhonatan.

-"Vaya guarra ." Dijo Héctor.

-"No os preocupéis."

Y sin decir más Encarni se levantó se dirigió al baño y trajo una palangana con agua, una cuchilla de depilar las piernas, unas tijeras, jabón y una toalla.

-"No te muevas si no quieres que te corte."

-"No, por favor...." Suplicaba la pobre de Bea.

Encarni le hizo un trabajo de profesional, le dejó el coño sin un solo pelo, resultaba extraño después de ver la pelambrera que tenia antes. Después se dio la vuelta, guiñó un ojo hacia la ventana donde estaba Valentín y dijo:

-"Toda vuestra muchachos."

Dicho esto los cuatro se tiraron sobre ella. Beatriz se retorcía sobre la cama, pero era inútil, estaba inmovilizada. Los cuatro chicos forcejeaban por apoderarse de alguna de sus tetas. Sus pezones centraban toda su atención, los chupaban y mordisqueaban violentamente. Jorge descubrió que no solo sus tetas eran interesantes y decidió bajar a explorar su intimidad. Intento introducirle un dedo pero estaba muy cerrada, por lo que opto por empezar a chuparla, lo hacía con desesperación como un depredador devorando lo más rápidamente posible a su presa.

-"¡A qué esperáis folláosla!" Dijo Encarni

-"Noooo, por favor chicos soltadme. Yo he sido buena con vosotros, no me hagáis esto."

En lugar de contestar Jorge se desnudo, su polla de 18 cm estaba completamente erecta y la dirigió a la entrada del coño. Empujo pero no entraba.

-"Esta puta esta muy cerrada."

-"¡Empuja fuerte!" Ordeno Encarni

Jorge dejó caer todo su peso sobre el cuerpo de Beatriz y esta vez entró de golpe.

-"¡Ahhhhhhhh! ¡Me quema, sácamela!"

Jorge hizo caso omiso y empezó un mete saca desenfrenado.

-"Valentín, hijo mío Ayúdame!" Llamaba Beatriz desesperadamente.

Lo que ella no sabía era que en lugar de ayudarla su hijo estaba detrás de la ventana pajeándose con el espectáculo. Estaba disfrutando, su venganza se hacía realidad. Jorge aceleraba sus embestidas era evidente que se iba a correr.

-"¡Me corroooo!"

-"¡No, dentro no!" Se quejó Beatriz mientras sentía el torrente de esperma que le invadía las entrañas.

Jorge se aparto y dejo su sitio a Jhonatan. Su polla era algo menor, pero aún así grande.

-"¡Te vas a enterar de lo que es un hombre!" Exclamó.

Así fueron follándosela uno por uno. El último fue Héctor, su polla era la mayor, desproporcionada para un chico de su edad, mediría 22cm y era muy gorda. Tampoco tuvo piedad de Beatriz y se la folló salvajemente mientras ella seguía pidiendo auxilio.

Bea no había tenido tiempo de reflexionar, todo estaba ocurriendo tan rápido que no sabía bien donde estaba. Pero lo que si se preguntaba era por su hijo, dormía en el cuarto de alado y tenía que estar oyéndolo todo. Pensó que tendría miedo y por eso no venía, era mejor así, no quería que la encontrase en esa situación, "es demasiado sensible, no lo soportaría" pensaba.

Después de eso Encarni se dirigió a los otros.

-"Juguemos un a un juego."

-"¿A cual?" pregunto intrigado Ángel.

-"A Simón dice. Por turnos cada uno dirá lo que quiere que le hagamos a esta perra y lo haremos."

Todos estuvieron de acuerdo. Lo echaron a suertes y el primero sería Jhonatan. Después Ángel, Héctor, Jorge y por último Encarni que no entró en sorteo porque de ella había sido la idea y tenía derecho a ser la última. Jhonatan habló:

-"Quiero que se corra. Quiero que esa puritana de mierda disfrute mientras la humillamos."

Dicho esto Encarni se puso al frente. Ordenó a Jhonatan y Ángel que chuparan los pezones de Bea suavemente. Ella se dirigió a su coño, como mujer sabía bien como conseguir que sintiera placer. Mientras los chicos hacían su trabajo ella empezó a lamer los restos de semen de los muslos de Bea, lo hacía despacio, no tenia prisa por llegar a su intimad. Luego fue acercándose poco a poco a su coño y cuando llego empezó a lamer su clítoris. Bea arqueo un poco la espalda y dio un pequeño gemido. Encarni siguió chupándole el clítoris, introdujo un dedo en su cueva y empezó a explorarla, lo hacía sabiamente, el coño de Beatriz empezaba a encharcarse, ella se resistía pero su cuerpo reaccionaba a las caricias que le estaban dando. Encarni lo notó, sabia que el momento cumbre estaba cerca, continuo trabajando hasta que Bea dio un gemido brutal, su cuerpo se convulsionó y una descarga eléctrica lo recorrió de arriba abajo.

-"¿Te ha gustado profe?Seguro que nunca te habías corrido." Dijo Encarni sarcásticamente.

Efectivamente era la primera vez que lo hacía. Beatriz no quería contestar, no les daría esa satisfacción. Se había corrido aunque había hecho lo posible por evitarlo.

-"Ahora me toca a mi. Dijo Ángel"

Ángel se acercó a Encarni y le dijo al oído:

-"Quiero que se entere de que es gracias a su hijo que nos la estamos follando."

-"Es una excelente idea, tú déjame a mí. Primero que diga Héctor su deseo."

-"¡Vamos a darle por el culo!"

-"¡Qué decís insensatos eso es una aberración!" Bea intentaba inútilmente hacerles entrar en razón.

Le quitaron las ataduras, ya no tenía prácticamente fuerzas para resistirse aunque seguía intentándolo bravamente. La pusieron a cuatro patas con la cabeza sobre una silla mirando hacia la ventana. Le ataron las manos por delante de la silla. Mientras los otros tres la sujetaban, Héctor se disponía a sodomizarla. Le estaba untando con vaselina, que había sacado del baño, su entrada posterior. Encarni estaba junto a la ventana sonriendo. Bea volvió a pedir auxilio.

-"¡Valentín te necesito!¡Haz algo, por favor!"

Mientras decía estas palabras Héctor le metía de un solo golpe la polla por todo el culo, la estaba rompiendo con esos 22 cm de carne. Simultáneamente, y sin previo aviso, Encarni subió de un tirón la persiana. Apareció la figura de Valentín masturbándose, su mirada se cruzó con la de su madre.

-"¡Nooooooooooooooo!" Gritó Beatriz.

Era un grito de dolor, la polla de Héctor le había reventado, pero lo que más le dolía era el corazón. Su hijo, lo único que tenía en la vida, en lugar de ayudarla se estaba masturbando mientras esos salvajes la sodomizaban.

-"No te esperabas esto ¿eh profe?" Dijo Encarni burlonamente.

Mientras decía esto puso en play la grabadora, había seleccionado dos frases dichas por Valentín esa tarde que la hundirían: "Ya estoy harto de mi madre ¡La odio!" y "Estoy dispuesto a todo, quiero que sufra, quiero devolverle el daño que me ha hecho". Beatriz lloraba desconsoladamente mientras Héctor seguía dándole duro.

Cuando Héctor termino Jorge tomo su lugar, empleó la misma violencia que su amigo. Le tiraba del pelo y le daba palmadas en el culo.

-"Mirad como domo a esta yegua." Decía mientras todos los demás le animaban

Ya no necesitaban sujetar a Beatriz, todavía le quedaban algunas fuerzas para seguir peleando, pero tenía una herida de muerte en el alma, ya nada importaba. Estaba como inerte con la cabeza sobre la silla mientras Jorge la seguía humillando con sus comentarios. Cuando terminó le tocó a Jhonatan y, por último, Ángel.

Encarni mientras tanto abrió la ventana e hizo que Valentín entrara en la habitación. Éste estaba sorprendido, no esperaba este cambio de planes. No sabía como debía actuar. Encarni estaba exultante, habían ganado, pero quería más, tenían que dar una vuelta de tuerca más. Se dirigió a Valentín para que su madre lo oyera.

-"¿Te gusta lo que le hacemos a tu mamá?"

Valentín. Estaba confundido no sabía que contestar. Encarni volvió a hablar.

-"Es lo que tú querías. Nos pediste ayuda y te la hemos dado."

-"No yo no quería...."

-"No me vengas con tonterías, y sino dime ¿Por qué te masturbabas?"

Valentín se quedo mudo. Su madre , con lagrimas en los ojos dijo suplicante:

-"¿Por qué me has entregado hijo?"

Encarni aprovechó el momento, Bea seguía a cuatro patas con la cabeza en la silla, Ángel le estaba dando por el culo lo más fuerte que podía, se acercó a Valentín , que todavía estaba desnudo, lo tomó de la mano y lo acercó a su madre. Le hizo una seña a los otros para que la sujetaran y suavemente comenzó a masturbarle. Su polla estaba a escasos centímetros de la cara de su madre. Ella pedía clemencia " Tú no, tú no hijo mío " decía. Pero era inevitable, a los pocos segundos Valentín empezó a respirar agitadamente y descargó un chorro de esperma sobre el rostro de Beatriz y otro sobre su pelo. Encarni se incorporó, disfrutando del momento dijo: "Habéis visto? El muy hijo de puta se ha corrido en la cara de su mami"

Ahora le tocaba el turno a Jorge, salió al balcón y volvió con tres pinzas para tender la ropa. Colocó una en cada pezón de de Beatriz y otra en su clítoris. Beatriz chillaba de dolor, pero eso no era nada. Jorge quitó el cinturón de su pantalón y le dio un latigazo en el culo.

-"¡Ahhhhhhhh! ¡Piedad!" Suplicaba Beatriz

Jorge le dio otro latigazo y dijo:

-"Venga chicos a que esperáis, no queréis ordeñar a esta vaquita."

Los otros tres se arrojaron al suelo y empezaron a estrujar los enormes globos de Bea. Lo hacían con saña, apretando lo mas fuete que podían. Jorge seguía dándole azotes. Encarni y Valentín solo miraban. Siguieron así quince interminables minutos más . Tenía el culo y las tetas totalmente marcadas.

Encarni se aparto con Valentín de la vista de su madre y le dijo en voz baja:

-"Tu no has pedido un deseo. ¿Quieres hacerlo?"

-"No se..."

-"Mira, haremos una cosa. Tú te pones detrás con los otros y le das por el culete. Yo le sujetaré la cabeza para que no mire y no sepa que eres tú. Haz caso a la Encarni."

Encarni le metió en la boca a Bea los calzoncillos de Valentín para que no pudiera decir nada, le sujeto la cara y le hizo una seña a Valentín para que empezara. Encarni sabía que podían ver el reflejo de lo que pasaba detrás suya en el cristal de la ventana. Valentín no se daba cuenta, estaba tan excitado que en lo único que pensaba era en poseer ese culo. Bea intentaba suplicar pero los calzoncillos de su boca le impedían el habla, solo salían de ella quejidos, lloraba a mares mientras veía por el reflejo de la ventana la cara de su hijo cada vez que le introducía su polla. Tenía una expresión mezcla de satisfacción y odio. Cogió el cinturón y empezó a azotarla mientras mientras la embestía una y otra vez, lo hacía con todas sus fuerzas, Bea se desmayó , la expresión de la cara de su hijo era ahora de sadismo, no pudo soportarlo. Valentin continuó así hasta que se corrió.

Bea permanecía sin sentido. Encarni se dirigió a los otros.

-"Bueno, es mi turno. Queda la última prueba."

Todos esperaron a ver que decía

-"Ahora Valentín va a subir el perro aquí y vamos a hacer que la cubra."

A todos les encantó la idea menos a Valentín. A Encarni no le costó mucho convencerle

-"Mira yo te he ayudado en tu deseo y tu me ayudarás en el mío, me lo debes. Así que baja, coge al perro y súbelo."

-"¡No lo haré!"

-"Si lo haces, te dejaré que me folles."

Valentín sin decir nada salió corriendo de la habitación, subió con Dingo y lo ató detrás de su madre. Cuando Beatriz volvió en sí, seguía en la misma postura. Los cuatro chicos estaban masturbándose delante de ella y a un lado Valentín y Encarni miraban la escena. Bea sentía algo detrás de ella, algo le estaba lamiendo el coño. Miró al cristal y vio a Dingo que intentaba subírsele encima. Encarni le dijo a Valentín:

-"Venga chiquitín ve a sujetar a tu madre mientras el perro la monta y luego tu y yo disfrutaremos, pero quiero que le mires a los ojos mientras lo haces."

Valentín hizo lo que le decían, ya no le importaba que su madre lo viera, sólo pensaba en follarse a Encarni. Bea no podía protestar porque seguía amordazada, aunque su rostro reflejaba terror. Por fin Dingo consiguió su objetivo, se la metía y sacaba con una rapidez inimaginable. Valentín miraba a su madre a los ojos, unos ojos suplicantes llenos de lagrimas. Esa expresión cambió cuando el perro empezó a meterle la bola por el coño. Beatriz tenía la cara desdibujada de dolor, sus ojos estaban superabiertos, y estaba pálida. Intentaba moverse, quería liberarse de ese monstruo, pero Valentín la tenía bien sujeta. Los otros cuatro se corrieron en su cara dejándosela cubierta de esperma. Sentía el caliente esperma del animal en su interior y el de los chicos en su cara y en su pelo. Volvió a sentir dolor, el perro intentaba salir pero no podía. Se habían quedado pegados. Encarni le quitó los calzoncillos de la boca para poder escuchar bien sus gritos y suplicas. Los demás reían con la situación. A los pocos minutos el perro salió de dentro de ella dejándola súper dolorida y exhausta.

Valentín intentó reclamar a Encarni su premio, ésta se volvió hacia el y le dijo:

-"Tal vez otro día, nosotros ahora nos vamos."

-"Pero... me dijiste que si traía al perro..."

Antes de que terminara la frase Encarni volvió a decir:

-"Mira niñato, no voy a follar con un pringao como tú, que además la tiene pequeña. Si estás caliente ahí tienes a la puta de tu madre, puedes hacer con ella lo que quieras."

Valentín estaba confundido, Encarni le había engañado, pero también estaba excitado, quería calmar esa excitación. Se dirigió hacia Bea, que estaba como en trance y ya no se daba cuenta de nada, y volvió a metérsela por el culo, estuvo diez minutos empujando hasta que se corrió por última vez. En esa postura Jorge aprovechó para tomarle un par de fotos, que probarían la participación de Valentín en la violación, por si a Beatriz se le ocurría intentar denunciarlos. Luego sin decir nada se marcharon sin importarles las consecuencias de lo ocurrido.

De esto han pasado ya seis meses. Beatriz no les denunció, no quiere implicar a su hijo, aunque no se habla con él. Lo mandó a casa de sus abuelos paternos alegando que tiene una depresión. Esta en tratamiento psiquiátrico desde entonces.

Os preguntareis que como se todas estas cosas, es normal.... Soy su psiquiatra.