BDSM en Navidad
Relata la sesión de final de año, y principio, de una pareja AMA-sumiso.
Eran las 20.00. Estábamos nerviosos ya que era un día especial y procedíamos a ir a casa de mi padre. Ambos muy arreglados, ella espectacular con tu vestido negro que le estilizaba aún más su figura convirtiendo su cuerpo muy apetecible y faltaban 10 minutos para salir. No lo esperaba para nada y ella soltó:
- Ven aquí perro.
- Si AMA.
-Desnúdate. Ponte esto y cuando acabes, sales de la habitación.
Ella salió de la habitación, sonriente. Encima de la cama se encontraba ropa interior femenina de encaje, un plug, mi cinturón de castidad. Como siempre procedí primero a colocarme el cinturón de castidad, bien prieto. Acto seguido con ayuda de lubricante me inserté un plug mediano en el ano. Luego la ropa de interior que se compró para mí: una braguita rosa de encaje y un sujetador a juego. Luego puse mi ropa encima y salí de la habitación.
- ¿Ya estás perro?
- si Señora.
- Bien. Disfruta de la noche.
Dicho esto me dio un beso acariciando mi sexo enjaulado, nos pusimos las chaquetas y nos fuimos. Durante 45 minutos hasta la llegada a casa me sentía observado. Supongo que tendría la cara roja como un tomate o que mi pareja me miraba demasiado alegre. No lo sé. El hecho es que tenía un plug mediano en mi ano que hacía presentir una larga noche. Llegamos al destino a las 21.30h y hasta la vuelta a casa, a las 02.00h no dejé de sentirme humillado y excitado por algunos mensajes provocativos de mi Señora escusándose que estaba escribiéndose con su hermana. Siempre humillación verbal y contándome aspectos de cuánto excitada estaba ella.
Salimos de casa de mi padre y acto seguido fuimos a por un taxi. Subimos a él y en ese vehículo ella procedió a tocarme las partes bajas de mi paquete atrapado ante la mirada de la taxista que a veces nos miraba. Además lo acompañaba con frases pronunciadas tan bajito que a veces hasta yo ni la oía del tipo: ¡que perros eres! ¡voy a zurrarte como regalo de entrada de año!. Estaba tan excitado que lo poco que podía crecer mi pene ahí dentro apretaba las paredes del cinturón. Llegamos al destino, pagamos a la taxista, entramos en el portal y ahí ya me propino una pequeña patadita justo en mi culo, apretando mi plug. A mitad de la escalera me agarró, metiéndome mano en el paquete susurrando "me gusta verte sufrir así enjaulado". Al fin entramos en casa, la dejé pasar a ella primero y como siempre se fué directa a la habitación. Yo me despojé de todas mis ropas y la esperé a 4 patas en el salón. Ella salió elegante y sensual: botas, corsé, su vagina al descubierto y pelo suelto con un látigo y varios juguetes en mano.
- Ven net.
Me acerqué al sofá. Me esposó las manos a la espalda y con una sonrisa me puso una mordaza. Dicha mordaza tenía dos penes, uno pequeño directa a mi boca y el otro mucho más grande en modo exterior. Era su preferido para tenerme amordazado mientras veía la TV o hablaba por teléfono y así masturbarla siendo humillado. Me quitó el plug mediano, cais salió solo, insertando un huevo vibratorio y justo después un plug con rabo algo más gordo. Hizo la seña habitual, se acomodó en el sofá cogió un libro y yo inserté la parte fálica de la mordaza para empezar a masturbarla lentamente e ir aumentando el ritmo para escucharla gozar. Ella, contenta y excitada seguía leyendo propinándome latigazos de vez en cuando para no olvidar que yo no debo gozar y corriéndose siempre en mi cara o encima mío. Cada vez que ella gozaba más a mí me azotaba o arañaba en la espalda más fuerte.
30 minutos más tarde se levantó, me llevó a la habitación, quitó el cinturón, ató bien mis huevos y miembro viril y lo ató al pie de la cama, me puso el collar y la correa y encendió el huevo vibratorio. Se dirigió al baño y fue tirando de la correa hasta que entendió que no daba más. Se metió en la bañera, dejando la puerta abierta mientras ella tiraba de la correa y yo sentía dolor en los huevos pese a mi excitación interior. 5 Minutos más tarde empezó a masturbarse delante mío, estando atados de manos y huevos, amordazado y con cara de no seguir así. Eso a ella le excita aún más y empezó a humillarme verbalmente durante otros 5 minutos, al igual que seguía masturbándose, llamándome perro, inútil...fué humillante. Una vez ella tuvo suficiente salió del baño, cogí la toalla y procedí a secarla entera besando sus pies al acabar. Volvimos a la habitación, y mientras me apretujaba los huevos yo procedí a humedecerle nuevamente su sexo, proporcionándole otro orgasmo.
- Bien. Lo haces muy bien perrito. ¿Algún deseo? - Dijo quitándome la mordaza-
- Que me use como quiera. Usted ya lo sabe.
- Te estás portando muy bien pero quiero divertirme más.
- Como quiera, AMA. - Dije y acto seguido me puso una mordaza de bola hinchable-
Esa frase precedió a una mini fase de CBT en que ella azotó y llenó de cera mi zona sexual durante 4 minutos, en que apretó mis huevos con cuerdas, con sus manos, azotándolas con sus manos también y mordiéndolas. Cuando tuvo suficiente, me subió a la cama, cogió la barra espaciadora creada por mí y ahí fijó mis manos y mis tobillos, dejándome inmóvil sin poder escapar.
Se levantó, oí el cajón, sacó de ahí varios tipos de lubricante y empezó a masturbarme con un lubricante efecto calor. Estuvo 4 minutos masturbándome el miembro viril con ese lubricante mientras con un lubricante anal (tras quitar el huevo vibratorio y el plug) empezó a humedecer la zona anal. Una vez vio que mi miembro estaba más erecto que nunca, se puso detrás mío y empezó a penetrarme con el strap-on y con la cuerda que seguía en mis huevos empezaba a tirar para su placer.
- ¿Te gusta perro? ¿Verdad que sí? Yo sé que sí. Sino, me da igual. Perro que ganas de verte así que tenía. Solo me gusta follarte. Eres mi putita. ¿verdad? Sí. ERES MI PUTA. Y A LAS PUTAS SE LES FOLLA. Goza perro goza.
Tras esa frase siguió follando empezó a masturbarme nuevamente hasta el punto de correrme en que la tuve que avisar con la seña corporal pactada. Paró de tocarme. Salió de la habitación y al regresar ví que fué a por el equipo de electro. Cogió un lubricante que retrasa la eyaculación. En mi caso evita la excitación del miembro hasta que se pasa el efecto (casi 1h) pero la excitación interna sigue y eso es aún más humillante. Estuvo 4 minutos masturbándome el miembro viril con ese lubricante hasta que la excitación dejó de ser visible. volvió a colocarme el cinturón de castidad. Me liberó de las ataduras y todo tipo de artilugio BDSM a excepción de collar. Me cambio la mordaza por una de aro, me puso pinzas en los pezones, me vistió de sirvienta y acto seguido insertó el plug eléctrico en mi ano.
Ahora ve a limpiar. Quiero la casa reluciente. Hasta que no acabes no vengas a la cama. Eran las 4.00h. Empecé a limpiar. Fue totalmente humillante. A las 05.00h por la excitación el pene volvía a apretujarse contra su jaula y el juguete eléctrico me estaba torturando.
Eran las 09.00h. Acabé, fui a avisarla. Ella se levantó, me dió un beso me pidió el desayuno y se quedó tumbada. Hice tostadas y se las llevé. Una vez volví me despojo de todo menos del cinturón.
- ¿Excitado mi perro?
- Si señora.
- ¿Con deseos de correrte?
- Si señora.
- ¿Tienes hambre?
- No señora.
- Lástima. Hoy no te corres. -Dijo ella mientras me hizo una señal indicando que podía dormir.-