Bastards 8ª parte

Pensé: Me han follado todo tipo de hombres con diferentes tamaños de pollas, largas, cortas, gruesas, delgadas, con prepucio y sin él, pero no sé bien porque pero nunca me habían satisfecho como lo había hecho Nigel

BASTARDS 8ª PARTE

Estoy remoloneando en la amplia cama del hotel y mi mente va repitiendo: ¡Dana, Dana, Dana! Recuerdo haberme despertado con la entrepierna empapada de placer, me limpié acostándome de nuevo y ahora llaman a la puerta, casi al instante se abre entrando Noel sonriendo de oreja a oreja diciendo: ¡Buenos días dormilona! Me alarga un albornoz indicándome el baño y entro dejando la puerta abierta, desde la ducha pregunto: ¿Por qué tan temprano apenas son las siete de la mañana? La suave voz de él responde: ¡Sabes la expresión, quien madruga Dios le ayuda, pues en éste caso yo soy ése dios, así que espabila que vamos a desayunar! Su risa cantarina me hizo sonreír, me sequé y salí envuelta en el albornoz, encima de la cama estaba uno de los trajes algo menos vistoso que el de la tarde-noche, pero muy elegante, me vestí bajo la atenta mirada de él, me ayudó con la chaqueta entallada, abrochando el amplio cinturón por delante. Miré mi imagen en el espejo de pie y aún no me reconocía, este traje chaqueta tan ajustado era más sensual que el de coctel de la noche, me tendió el bolsito y unos guantes muy livianos, que yo no recordaba haber escogido. Abrió el bolsito metiendo una pitillera-encendedor, una boquilla, un pañuelo y un billetero, me lo entregó de nuevo mientras yo me ponía los guantes de cabritilla, tan suaves.

Abrió la puerta dejándome pasar cortésmente, al salir del ascensor me ofreció el brazo para que yo me sujetara en él y así cogidos entramos en el salón para desayunar, como la noche anterior fue estupendo, al terminar Noel me explicó el motivo para ayudarnos y de esa manera en reciprocidad les ayudamos a ellos, me dijo que las siguientes semanas serían muy duras para nosotras, tal vez hasta extenuantes, aprender francés, inglés, alemán, natación, montar a caballo, modales de comportamiento y conversación, además de salir, bailar y cenar con ellos. Di un leve bufido, Noel sonrió diciendo: A cambio os ayudaremos en todo, a mejorar vuestro aspecto, la educación es esencial entre damas, el comportamiento, recibiréis ropa de lo más increíble, joyas y un futuro porvenir, tal vez modelos, actrices o quien sabe una simple ama de casa… Su voz tan suave me transportaba a esos lugares y de repente tuvo que repetir la pregunta: ¿Sientes rencor con tu familia por lo ocurrido, se lo harías pagar? ¡Nooo!-respondí de inmediato, añadiendo: ¡Tal vez les ayudaría económicamente, pero ya no guardo rencor, así te he conocido! Entonces besó el dorso de mi mano diciendo: ¡Dana, recuerda que yo soy un ave de paso! Sonriendo añadí: ¡Sí, pero una espléndida ave como un impresionante Pavo Real! Continuó: ¿Las chicas aceptarán? Yo asentí diciendo que se lo explicaría de la misma forma que él a mí, sin engaños, entonces a nuestro lado se paró un joven no muy atractivo, pero bastante interesante y dirigiéndose a Noel dijo: ¡Buenos días Noel! Mi compañero se levantó saludando al joven con otros ¡Buenos días Manuel! Entonces señalándome dijo: ¡Te presento a una joven amiga de la familia, Dana! El joven inclinó su cuerpo tomando mi mano en gesto de besarla diciendo: ¡Hermosa señorita, mi nombre es Manuel Pertegaz, a su servicio! ¡Y cuando se aburra con Noel, me ofrezco para mostrarle las exquisiteces de éste país!

Noel sonriendo dijo: ¡Manuel, que estoy aquí! El otro también sonriendo replicó: ¡Para mi desgracia, estas aquí, sino te la habría robado! Y con un ademán de mano se retiró siempre sonriente. Nos levantamos y tomando el coche fuimos a ver a mis amigas, fue una mañana de locos.


Noel no está en la cama con nosotros, a mi lado está Nigel duerme plácidamente, lo miro dormir, es guapo el condenado, cuando me penetró por la noche, me sentí feliz, como cuando me penetra Noel y de mis ojos caen algunas lágrimas, me paso las manos por ellos secándolas y la cálida voz de Nigel dice: ¡Brandon lo echas de menos y apenas hace una hora que se ha marchado! Yo contesto: ¡Cuando no está a mi lado parece que me falta el aire para respirar, le amo con todo mi corazón y mí ser! Nigel dice: ¡Él te ama solamente a ti, yo u otros somos meramente pasatiempos! Alargué el brazo acercando su cuerpo al mío mientras comentaba: ¡Noel no tiene pasatiempos, él respira amor por todos sus poros, se entrega a fondo y recibe lo mismo que él da, soy consciente de su amor por mí, pero por egoísmo me gustaría tenerlo siempre a mi lado! ¿Soy malo y egoísta por eso? Nigel besa mis labios con suavidad diciendo: ¡Eso es amor! Su mano desciende bajo la sábana y acaricia mi verga que está dura como una roca y añade: ¡Eso es amor, simplemente hablar de él, estás empalmado y yo oyéndote a ti hablar de vuestro amor también me enciende! Tomando mi mano la lleva sobre su verga que esta tan dura como la mía, la acaricio y tomando al joven Nigel lo pongo sobre mi pecho, él dobla los brazos apoyando los codos en la cama mientras hablamos y nuestras vergas duras se frotan, le escucho embelesado, relatándome sobre el diario de su padre Manfred, se lo sabe de memoria y nuestras vergas gotean de placer ante el relato, puso sus manos en mi cara besándome y sin darme cuenta fui separando mis piernas colocando su verga frente a mi ano y entonces él dio un fuerte empujón clavándose de golpe dentro de mí diciendo: ¡Brandon te quiero, Noel te quiero!

Enterró su cara junto a mi cuello sollozando, levanté su cara besándole con amor, su verga palpitó dentro de mí con vida propia, la mía apretada entre los dos cuerpos también palpitó y sacando la suya la volvió a enterrar en mi culo, gemí y continuo de forma lenta, muy placentera, era como si Noel guiara sus movimientos eran casi una copia de él, menos por el tamaño, pero eso no importaba ahora, me sentía amado en éste instante, mi cuerpo se arqueaba con cada embestida, movía sus caderas dándome placer, nuestras bocas se saciaban uno del otro, mi brazo apretaba su cuerpo contra el mío y los dedos de la mano del otro frotaban el prieto ano de Nigel, que palpitaba como mi verga, gemía en mi boca y yo en la suya, mis insistentes dedos fueron entrando abriéndolo y comenzaron a follarlo al mismo ritmo que él a mí, fue acelerando el ritmo y mis dedos también finalmente los dos estallamos, él llenándome el culo con su semen y mi verga mojando nuestros cuerpos, poco después sacó la verga de mi culo tumbándose de costado a mi lado.

Sollozaba quedamente, me giré poniéndome tras él acariciando su cara me miró y casi con voz suplicante dijo: ¡Papá, papá Brandon fóllame, necesito tenerte dentro, también yo le echo de menos! Y tomando mi verga me masturbe y la clavé dentro de su culo, el gemido que soltó era de éxtasis, al estar de lado subí la pierna que estaba encima de la otra dejando su culo al descubierto, mi mano acariciaba su muslo y apretaba su cadera hacia atrás de tal manera que mi polla entraba entera dentro de él, giró su juvenil cara medio sonriente y besé esos ojos acuosos buscando después sus labios tan sabrosos, nuestras lenguas pugnaban entre nuestras bocas y mis arremetidas le hacían soltar gemidos de gozo, mi otro brazo bajo su cuerpo masturbaba su verga, mientras nos besábamos balbuceaba en mi boca ¡Papá Brandon, te quiero!

Coloqué su cuerpo sobre el mío notando el arqueo de su espalda con cada arremetida de mi polla, mi mano apretó ligeramente su garganta y su verga comenzó a soltar chorros y chorros de semen a través de mi mano mientras él gemía y gemía extasiado, su ano aprisionaba tanto mi verga que estallé dentro de su culo casi tanta cantidad como él, mi polla temblaba dentro de su culo por el placer recibido y él seguía gimiendo, entonces mis labios resiguieron su yugular lamiéndola y le decía: ¡Nigel, hijo te has comportado como un campeón, te quiero! Nigel movía su trasero apretando mi verga en su culo, lo separé un poco y le di una palmada en la nalga gimiendo de placer dije: ¡Tenemos cosas que hacer, es hora de levantarnos y desayunar un poco! Saqué mi verga de su culo dándole otra nalgada y juntos nos duchamos, bajamos a desayunar y leí la nota que me entregaron en recepción de parte de Noel, al terminar dije: ¡En marcha, tenemos mucho por hacer!


Realmente tendríamos un día muy ajetreado, nos reunimos con mis compañeras de profesión, les expuse con todo detalle lo que Noel me había dicho, él estaba de pie como un pequeño dictador observando los movimientos y preguntas de las jóvenes chicas, que yo iba respondiendo de forma cada vez más segura, Noel asentía a mis palabras y poco a poco dejaron de hacer preguntas asintiendo las tres, esta mañana estaban vestidas de forma más sencilla y al terminar partimos al salón de belleza Elizabeth Arden, allí dio instrucciones y yo me desplazaba de una chica a otra, cada vez que miraba a Noel lo encontraba hablando por teléfono, colgaba y marcaba de nuevo y estaba un rato hablando, le oí en varios idiomas, mientras hablaba mi miraba sonriendo.

Las chicas pasaron por los baños, masajes, depilaciones íntimas, maquillaje y peluquería, envueltas en albornoces les llevaron ropa interior varios vestidos y calzados, yo pasaba de un probador a otro, ellas aún no se habían visto, en ninguno de los pasos recibidos, pero sus exclamaciones frente a los vestidos eran sinceros, hablaban en voz queda, como yo les había aconsejado, ya no éramos putas, íbamos a ser “señoritas”, ésta vez a los vestidos se añadieron pantalones, blusas, botas de montar y bañadores, para mí también, hubo las joyas correspondientes y relojes, algunos pañuelos, pamelas, junto a bolsos de mano, gafas y demás cosas necesarias.

Cuando estuvieron listas Noel fue entrando en cada probador para dar su opinión y tras ello un nuevo nombre, suspiraban viéndose reflejadas frente a su espejo, antes cubierto y una a una aparecieron en el salón, la joven Josefa, apareció con el cabello moreno a lo Jane Russell resaltando sus ojos azulados, su nombre es Jennifer y estaba increíble, la siguiente fue Margarita con el mismo tono pelirrojo y peinado de Rita Hayworth, resaltaban sus ojos verdes y también estaba increíble, su nombre nuevo Marla, finalmente apareció Luisa con el pelo castaño rojizo muy parecido a Lauren Bacall, su nombre es Lilianne y estaba fantástica, no se parecían en nada a las tres chicas que habían entrado horas antes, los paquetes los entregarían en el hotel, salimos montando en el descapotable. Desayunamos todas juntas con Noel en la terraza de “Le Parisien”, los hombres que pasaban cerca de la terraza se quedaban embobados mirándonos, como si no hubieran visto a mujeres hermosas, casi habíamos terminado el desayuno cuando aparecieron los dos amigos de Noel, uno tras otro saludaron muy elegantemente a todas las chicas mientras ellas repetían su nuevo nombre, estaban encantadas, se sentaron con nosotros tomando solamente café y explicaron a Noel los pormenores de sus pesquisas, después fue relajo general, hablábamos con ellos en español y pasamos un rato muy agradable.

La joven Jennifer dijo que se encontraba acalorada y le sentaría bien refrescarse un poco, Noel se ofreció a acompañarla al hotel diciendo que el resto fuéramos a visitar las tiendas de la zona alta, y nos encontraríamos allí, ambos se fueron y nosotros algo después fuimos de tiendas, tanto Brandon como el joven Nigel eran muy atentos en todo y disfrutábamos de esa zona de la ciudad, vedada a nosotras por nuestras menguadas economías, los chicos nos señalaban diferentes artículos, que tal vez necesitáramos aparte de mirar más ropa, esta vez más informal, por recomendación de Brandon fuimos reservando diversos artículos para nosotras y también para Jennifer, sin darnos cuenta habían pasado casi dos horas, de pronto aparecen Noel con Jennifer a ella se la ve contenta y relajada, se unen a nosotros, les explicamos lo que hemos encargado para todas.

Fuimos a un restaurante a comer, al finalizar regresamos para ir recogiendo todo lo encargado y fuimos al hotel, mis amigas estaban cansadas y  se retiraron a sus habitaciones, por su lado Noel también desapareció, poco después Nigel salió a dar una vuelta, quedándonos solos Brandon y yo, nos sentamos en una mesa y comenzamos a charlar y me contó lo que Noel había hecho por él años atrás con su sangre y yo le conté mi vida.


Noel me ha dejado el descapotable y con rapidez me dirijo a la zona del puerto, paseo por la amplia zona observando el panorama y la gente que pasea por allí, veo pescadores y un montón de marineros de alguna flota atracada allí, continuo mirando y finalmente creo haber visto al joven, está apoyado en un pilón de granito cerca del agua, cuando pasan cerca de él unos marineros se les acerca y por lo movimientos les pide un cigarro, se lo ofrecen y también fuego, habla un poco con ellos, pero se alejan dejándole fumando mientras se ríen, un instante después pasé frente al joven y paré el coche junto a otros, bajé y apoyándome en el vehículo encendí un cigarrillo sin mirarlo, por el rabillo del ojo noté que se acercaba tirando el cigarro de los marineros, su andar no era chulesco, parecía algo más intranquilo, no como con los marineros, cuando estaba bastante cerca dijo: ¿Hey, míster tiene un cigarrillo? Abriendo la pitillera le ofrecí uno, se lo encendí, cuando levantó sus ojos mi corazón dio un vuelco, unos preciosos ojos almendrados de color aguamar unido a su color broncíneo y su cabello rizado tan oscuro como ala de cuervo ¡Es hermoso!-pensé, él miró mi cara y sonriendo dijo: ¡Mi nombre es Joao, Joao Souza! Apreté su mano mientras decía: ¡El mío es Nigel Von Bremer! ¿Te gustaría dar una vuelta en coche e ir a tomar algo? El joven se frotó la entrepierna y asintió.

Subimos al coche y partimos de allí, de la guantera saqué un bocadillo y se lo entregué mientras me fue indicando hacia una zona cercana unos kilómetros más adelante, allí había una pequeña cala, paramos el coche, el bocadillo había desaparecido durante el trayecto y andamos un poco, la zona estaba resguardada de miradas indiscretas, le pregunté su edad y me dijo que pronto cumpliría los 18, yo contesté que igual que yo, tumbó su cuerpo sobre la arena cerca de las rocas, se quitó la camiseta y apoyándose sobre un codo, me invitó a imitarle, me saqué la liviana americana y la camisa tendiéndome a su lado entonces miró mi cuerpo: ¡Tienes un cuerpo muy bien torneado! Yo solté una carcajada respondiendo: ¿Les dijiste lo mismo a los marineros que te dieron un cigarrillo? Me miró a los ojos sonriendo añadiendo: ¡Me has pillado! ¡Pero realmente tu cuerpo es perfecto y no miento! Yo repliqué: ¿No te has mirado en un espejo últimamente? Joao contestó: ¡No me gusta mi piel tan oscura, tan distinta de la tuya! Y yo rebatí:¡No has pensado que ese tono te hace todavía más atractivo, unido a tus ojos, ese pelo negro ensortijado y esos labios carnosos, que apetece devorarlos! ¿Me dejas besarte?

Él me miro negando, añadiendo: ¡Los besos son algo muy personal y nunca he dejado que me besen! Suspiré diciendo: ¡Lástima, suele ser muy placentero! Colocando mis manos bajo la nuca me recosté mirando el radiante sol, minutos después la cabeza de Joao tapó el sol y sus labios se depositaron sobre los míos, mis brazos pasaron sobre su espalda abrazándole mientras mis manos le acariciaban, separé mis labios y mi lengua entró en su boca saboreando su interior, el joven gimió y su lengua se unía a la mía degustándola, puso su cuerpo sobre el mío frotando su entrepierna con la mía, los dos nos estábamos calentando notaba nuestras vergas duras y nuestros labios continuaban juntos saboreándonos, metió su mano dentro de mi pantalón por la cinturilla sin desabrocharlo y sujetó mi verga apretando ligeramente su mano sobre ella y suspiró, comenzó a abrir mis pantalones bajándomelos y separando su boca de la mía la deslizó bajando su cabeza sobre mi polla engulléndola de un solo golpe, que casi se atraganta, fue más despacio y era muy placentero, mi verga estaba dura a reventar, su otra mano se desabrochó el pantalón gastado bajándoselo por debajo de su culo, entonces colocó su cuerpo sobre la arena boca abajo dejando su trasero al aire, en espera que lo penetrara, pero giré su cuerpo poniéndolo de costado frente a mí y mirando a sus lindos ojos dije: ¡Esto no siempre tiene que ser así!

Lo puse boca arriba, sacando arena de sus genitales y mi lengua comenzó a chupar su verga mientras él preguntaba: ¿Por qué? Yo respondí entre chupada y chupada: ¡Porque me gusta dar placer, no solamente recibirlo! Terminé de sacar su pantalón mientras acariciaba sus piernas y más tarde sus huevos mientras mi boca degustaba su oscura verga, tan dura y ardiente, disfrutaba tragándome ese pedazo de polla, ahora mis manos recorrían sus caderas subiendo por su vientre acariciando sus tetillas, yo gemía, el gemía y mi verga goteaba de placer al igual que la suya, mi cabeza subía y bajaba con fuerza y Joao subía su pelvis enterrando su polla más profundamente en mi boca estallando casi en ése momento tan profundo, me tragué su semen mientras me masturbaba y expulsaba mi semen sobre la arena entre sus piernas, seguí chupando un poco más su verga y él sacudía su cuerpo de forma espasmódica con sus últimas gotas, fui subiendo mi cuerpo sobre el suyo y estando sobre él miré sus preciosos ojos y acercó sus labios a los míos buscando mi lengua apretando mi nuca con su mano me devoraba de forma insaciable, al separarnos me tumbé a su lado.

¡Gracias! Susurró, alargó su mano acariciando las cicatrices de mi pecho, que ahora apenas se notaban, sus dedos reseguían las heridas y entonces dije: ¡Son heridas de guerra, de metralla y un enemigo me curó en plena contienda y ahora somos los mejores amigos, hermanos, amantes y me ha enseñado todo!

Joao comenzó: Mis padres siempre están trabajando y nos dejaban al cuidado de un amigo de la familia, mi hermana se marchó tras una discusión con mis padres, ése hombre me llevaba de acampada junto a otros chicos del barrio y lo pasábamos muy bien, pero al poco tiempo se acostaba junto a mí, al principio decía que para que no pasara frio, pero sus manos tocaban mi cuerpo y me obligaba a limpiar su “sable”-como él llamaba a su verga- y siempre terminaba llenando mi boca con su semen obligándome a tragarlo dándome ligeros cachetes, poco después me bajaba el pantalón mientras yo estaba boca abajo y cogía su verga metiéndola en mi culo, yo lloraba de dolor, pero él decía, que sin dolor no había placer, me amenazó de que si lo contaba a mis padres, me pasaría como a mi hermana que no la creyeron y la echaron de casa, también lo hacía con los otros chicos, algunas veces durante la noche aparecían otros hombres y nos hacían lo mismo. Una noche vi que esos hombres después bebían y le daban dinero marchándose más tarde. Se lo conté un día a mi padre y me dio una bofetada, por inventarme esa mentira, que su amigo era como un hermano para él, entonces le dije lo de mi hermana, que la habían echado por lo mismo. Llené una bolsa con algo de ropa y me fui de casa dejando a mi familia atrás.

Cerca del puerto habían jóvenes que se acercaban a los marineros ofreciéndose a cambio de dinero y desde entonces lo voy haciendo, pero nunca nadie se preocupó por darme placer a mí, hasta hoy. Entonces le pregunté: ¿Y cuánto cobras? El joven se lo pensó diciendo: ¡Mil Escudos! Sonriendo respondí: ¡Sí tú cobras 1000 escudos y no digo que no los merezcas, llevarías un pantalón y zapatillas menos gastadas, lo mismo que la camiseta! Compungido añadió: ¡El mejor día sacó 30 o 40 escudos, lo siento! Entonces le pregunté: ¿Sabes conducir? El joven Joao negó con la cabeza, continué: ¡Sí aprendieras a conducir bien, tal vez podría conseguirte un trabajo bien pagado y alojamiento, tal vez algún trabajo extra en el jardín o la piscina! Su cara pasó de la alegría a la seriedad, yo añadí: ¡Sí quieres te puedo enseñar, nos vemos cada día y te enseño a conducir un coche, a cambio te daré 50 escudos cada día que vayas mejorando! Estiré mi brazo tomando la chaqueta y de la cartera saqué unos billetes entregándole 50 escudos.

Joao dijo: ¡No me los he ganado! Yo siempre sonriendo dije: ¡Sí me has dado el placer de besarte y vaciarte! ¿Te gustaría subir al coche para enseñarte lo básico, supongo que abras subido algún otro coche? Él dijo: ¡Sí a coches y camiones, pero no miraba la conducción, mi cabeza agachada y mi boca estaban ocupadas chupando la verga del conductor, luego me dejaban tirado una vez finalizado el trabajito! Nos vestimos y fuimos al coche, se puso a mi lado y le enseñaba todo lo relativo al funcionamiento del vehículo, le pedí que diera la vuelta al coche y abriendo mi puerta hice que se sentara sobre mí, se quitó las zapatillas de lona y se sentó por delante de mí o mejor dicho encima de mí, su culo frotaba mi verga, sus pies desnudos sobre mis zapatos y sus brazos sobre los míos. Encendí el motor con su mano sobre la mía, quité el freno de mano y puse la marcha sujetando el volante mientras mi pie aceleraba y el coche arrancó, fuimos por ese tramo sin tráfico y él notaba el movimiento de mis pies, el freno y el acelerador, mi mano cambiando las marchas, mientras le contaba cuando debía cambiarlas, mi verga al contacto con su culo se despertaba de nuevo, él debió notarla porque movía su trasero frotándose ligeramente.

Finalmente paré el coche en una zona con bastante vegetación, hice que bajara del coche, su pantalón tenía una buena tienda de campaña muy levantada por su polla, le dije que se sentara él en mi lugar frente al volante, él dijo: ¡No sé si podré, si estoy preparado para esto! Yo dije: ¡Sí estás preparado! Me saqué la americana y la camisa, a continuación el calzado y finalmente el pantalón, Joao me miraba sin entender, yo añadí: ¡Es para que no se arrugue! Mi verga estaba potente, incliné mi cuerpo sobre el joven portugués y bajé su pantalón hasta los tobillos, monté en el coche colocando cada rodilla en cada lado de él, mis lumbares y trasero rozaban el volante, enfrente tenía a Joao sujetando su verga deslicé mi culo sobre ella clavándomela con un inmenso placer, él decía: ¿Qué haces, que haces? Pero no ceje hasta quedar ensartado con su hermosa polla mirando su cara de asombro, cerraba sus preciosos ojos y los abría de nuevo mientras sus dientes mordisqueaban su labio inferior, mi polla se frotaba con su delgado pecho cada vez que subía y bajaba cabalgando sobre su polla. Puse mis manos sobre sus hombros quedando mi culo separado de sus piernas, inclinando mi cara comencé a besar esos carnosos labios, Joao subía su pelvis y la bajaba penetrándome a su ritmo, notaba los fuertes latidos de nuestros corazones, mi verga soltaba gotas de placer al igual, que mis gemidos dentro de su boca hicieron que arreciara su follada, cuando su cuerpo comenzó a temblar de placer separé mis nalgas bajando mi culo clavándome su polla bien dentro mientras él expulsaba su semen dentro de mí, yo notaba las salpicadas del mismo y mi verga estalló llenando con mi semen todo su pecho, su verga seguía palpitando dentro de mi culo junto con sus espasmos del cuerpo gimiendo, nuestras bocas se separaron y me levanté sacando su verga de mi culo.

Le dije que se sentara bien en el coche, entonces me senté de nuevo sobre su verga, clavándola en mi culo, ahora mis pies le indicaban el freno y el acelerador, mi mano pegada a la suya las diferentes marchas, el botón de las luces, de la capota, del limpiaparabrisas, el freno de mano, apartando un poco mi cuerpo para que viera el sendero encendí el motor, nuestras manos pusieron la marcha y sujetando el volante nuestros pies aceleraron, el coche arrancó sin más problema y pocos metros más adelante paramos de nuevo, giré mi cuerpo mirando a Joao, él levantó su cuerpo besándome la boca, y su verga estaba despierta de nuevo, palpitaba en mi culo, apoyé mis brazos doblados sobre el volante quedando casi de pie, sin sacar su verga se incorporó quedándose de pie detrás de mi espalda, con una pierna doblada sobre el asiento y clavándome su polla con insistencia mientras una mano sobre mi hombro y la otra en mi cadera se sujetaba para no perder el equilibrio, sus labios besaban mi espalda mientras susurraba: ¡Nigel, Nigel! Ahora su penetración era más segura que la anterior y más contundente, me sentía feliz y contento, sus miedos estaban desapareciendo.

Gimiendo llenó de nuevo mi culo derramando su semilla mientras besaba con fuerza mi espalda, su cuerpo no se convulsionó, sacó su verga de mi culo dándome la vuelta se agachó frente a mí y su caliente boca chupó y chupó mi verga con ganas mientras acariciaba mis huevos tirando de ellos y llené su boca de semen mientras se lo tragaba continuaba chupando, como si fuera lo último de su vida, casi de inmediato me dio la vuelta enterrando su boca sobre mi ano succionando su propio semen con tanta pasión que me sorprendió. Al terminar nos vestimos de nuevo partiendo en coche, no hablamos en el trayecto, solamente me señalaba la ruta con la mano llegando de nuevo donde lo había encontrado, me extrañaba estar allí de nuevo y le pregunté: ¿Dónde duermes? Entonces levantando su brazo señaló unas barcas que estaban boca abajo al estar algo dañadas y dijo: ¡La azul y blanca, me aseo en los lavabos del hostal para marineros que queda al final de la ensenada!

Me puse frente a él y mirándole a los ojos pregunté: ¿Te importaría dormir en un lugar más céntrico, así podría enseñarte a conducir sin desplazarme tanto y yo corro con los gastos? Joao dijo: ¡No quiero que te gastes más dinero en mí, nunca te lo podría devolver! ¡Ni yo te pido que me lo devuelvas!-añadí ¡Pero me gustaría tenerte algo más cerca, a mí me ayudaron y yo quiero ayudarte a ti! Él dijo: ¡Ahhh, el famoso Noel! Sonriendo dije: ¡Ya lo conocerás y tal vez te gustará más que yo, vine aquí por indicación suya! Miré la hora y dije: ¿Te decides, que se hace tarde? Y montamos de nuevo en el coche, me di cuenta que miraba mi forma de conducir, puso su mano sobre mi muslo de forma natural y cariñosa diciendo: ¡Gracias! Y me besó la mejilla, de reojo vi cómo se secaba una lágrima con la mano.

Cuando llegamos al centro paramos en unas galerías comerciales, en una tienda compré dos bañadores, camisetas y calzoncillos, calcetines, dos camisas, camisetas de sport, pantalones de vestir y sport, tres jersey de entretiempo, un par de americanas y zapatos de vestir y deportivos, además algunos pantalones cortos, un reloj de pulsera y una cadena de oro con una cruz, pagué sin regatear, él estaba anonadado, antes de salir me dejaron llamar al hotel y hablé con Noel en alemán, me hizo esperar un momento y después de consultar algo me dio la respuesta, montamos en el coche y cargados fuimos a nuestro hotel, le dije: ¡Joao, no pongas cara de asombro, piensa como si hubieras visitado hoteles como éste toda tu vida! Él joven ruborizado asintió y dejando las llaves del coche al portero bajamos con las bolsas, que con rapidez las tomó un joven botones sonriéndonos, me acerqué a recepción y me entregaron mi llave, subimos a la habitación en silencio junto al botones y el encargado del ascensor, cuando entramos en la habitación, tras marcharse el botones con su propina y estando solos, Joao resopló mirando la suite que yo ocupaba, entró en el lavabo a orinar y en ese momento llamaron a la puerta, abrí y entró Brandon como un vendaval, detrás venía Noel más sosegado, Brandon exclamaba: ¡Nigel no tenías que entretenerte toda la tarde con el chico, solo tenías que traerlo aquí…! Apareció Joao, con su pantalón blanco ajustado y un liviano jersey celeste claro con sus deportivas todo nuevo y Brandon se quedó mudo de asombro, entonces soltó: ¡Ya veo, tu entretenimiento, bueno yo también me habría entretenido bastante! Se acercó a Joao tendiéndole la mano ¡Me llamo Brandon! Entonces Noel algo más callado se acercó mirando al joven lo abrazó, solamente dijo: ¡Bienvenido Joao, soy Noel! Mi nuevo amigo los miraba sorprendido los miraba de arriba abajo y puedo asegurar por su cara que le gustó lo que veía, ambos eran la perfección en un hombre joven, tan distintos, tan hermosos, tan risueños, hasta yo reconozco que nunca me canso de mirarlos y siempre aprendo cosas nuevas a su lado.


Llevo varios días comiendo restos de los cubos de la basura del hostal, apenas he tenido algún cliente, siempre tengo hambre-seguro que mamá diría que estoy creciendo- se acercan unos marineros y les pido cigarrillos, me lo encienden y me ofrezco para su goce, se ríen y se marchan hablando, instantes después un descapotable pasa frente a mí, solamente vislumbro un joven bastante atractivo y pienso que pasará de largo, pero aparca cerca y sale encendiendo un cigarro apoyándose en el coche, me acerco sin prisa, igual no le intereso, por su manera de vestir, su coche y su atractivo, no necesita pagar a nadie, le pido un cigarrillo y hablamos, subo en su coche y me da un bocadillo, como si supiera que estoy muerto de hambre, lo que pasó después ya lo sabéis, pero nunca esperé estrenarme como activo con un joven tan guapo, se entregó a mí y no solamente una vez hasta tres veces lo penetré, la primera vez tenía miedo a no poder cumplir, pero su paciencia hizo que todo funcionara a la perfección, pero mi primer beso con lengua fue apoteósico, la vista se me nublaba de placer y mientras nos besábamos mis empujones unido a nuestros gemidos me daban enorme placer, terminé por hacerle una mamada y lamer mi semen de su culo, nunca había disfrutado tanto del sexo como hoy, no ha querido penetrarme y sin embargo me ha enseñado a llevar el coche con mi polla ensartada en su culo.

Me ha ofrecido trabajo si aprendo a conducir y me ha llevado de compras sin reparar sobre el precio, me gustó la cadena con la cruz que me colocó en el cuello, se ha gastado tanto dinero como lo que ganan mis padres en dos años y me lleva a su hotel, su habitación es casi el doble de nuestra casa, fui al baño a orinar y oí unas voces, al salir me quedé estupefacto, dos jóvenes tan distintos pero tan hermosos estaban junto a Nigel, los tres son espectaculares, el de cabello moreno que hablaba con Nigel de un entretenimiento se ha presentado estrechándome la mano, su nombre ¡Brandon! El contacto de su mano me hizo estremecer de placer, su apretón era firme pero de forma muy sensual y mi verga tembló. Pero el joven de rubio platino era casi etéreo, se acercó abrazándome dándome la bienvenida, la forma de su abrazo su mano abierta sobre mi nuca, la otra en mi zona lumbar, nuestros cuerpos pegados y su mejilla rozando la mía, mis vertebras parecían que habían cobrado vida, como separándose por todo mi cuerpo recorrió una electricidad desde la cabeza a los pies, desde mis labios hasta el culo y hasta mi polla, que se endureció de repente y eso que fueron unos instantes solamente.

Noel, el rubio le explicó a Nigel, que las chicas habían cenado con ellos y se acostarían temprano, ya que al día siguiente iríamos a Sintra todos, nos recomendó que cenáramos y nos veríamos al día siguiente, se despidieron de ambos, quedándonos solos, Nigel me miraba sonriente y dijo: ¿Supongo que tienes hambre y no se te ha comido la lengua el gato? Y antes que pudiera decir algo añadió: ¡Ellos son mi familia, son mis padres, mis hermanos, mis amigos y mis amantes! Entonces me tendió una copa de licor, que me hizo toser diciendo: ¡Creo que lo necesitabas, te has quedado mudo! Carraspeé ligeramente y mirando sus preciosos ojos dije: ¡Sois los tres tan hermosos y tan distintos, pero estando los tres juntos se nota una electricidad entre los tres, no se ve, pero lo he notado y me ha llenado el corazón! ¡Ufff, el leve abrazo de Noel ha deshecho los nudos de nervios en mi cuerpo! Sonriendo Nigel añadió: ¡No solo los nervios! Miraba mi entrepierna que marcaba el abultamiento de mi polla, enrojecí y él me abrazó dándome un beso en los labios ¡Vamos a cenar!

Disfruté de la cena y de la agradable compañía de Nigel, me preguntaba cosas simples para no ponerme en ridículo, pero él estaba muy tranquilo, me rectificó de forma discreta y sonriente sobre el cuenco para limpiarme los dedos después de tomar marisco, yo iba a bebérmelo, durante el café me contó el encuentro del cuaderno de su padre y supo de la existencia de Noel, me explicó su detención y su enfrentamiento en la trinchera, la cura de sus heridas junto a la transfusión, el descubrimiento de quien era él y el placer que sintió con él, además con Brandon al día siguiente, que primero quería matarle, pero al saber quién era decidió que se me uniera a ellos y desde entonces están juntos, compartiéndolo todo, añadió que ellos eran 8 o 9 años mayores que él, pero nunca se mencionó y Noel parecía leer la mente de la gente, sonrió mientras terminaba su copa de coñac.

Estaba sorprendido de la franqueza de Nigel conmigo, en la habitación se quitó la chaqueta, me puse frente a él y fui abriendo su camisa sacándola del pantalón, besé sus cicatrices, que me excitaban y la tetilla se le endureció, estaba haciendo lo que me apetecía, estaba muy relajado, abrí su pantalón dejándolo caer al suelo, sin calzoncillos su verga saltó hacía delante, me agaché y mis labios capturaron tan gruesa verga, la lengua volteó su capullo Nigel gimió sus manos me sacaban el jersey después sus caricias me alentaban a continuar chupando, me levanté y poniendo mis manos en sus nalgas lo dejé tumbado sobre la amplia cama, le terminé de sacar el calzado y los pantalones, cuando dejaba las prendas en la silla Nigel  incorporó su cuerpo, atrapó mis piernas con sus manos desabrochándome el pantalón dejándolos caer al suelo y su ardiente boca succionó mi verga, sus manos seguían sobre mis nalgas acariciándolas gemí, su mamada era potente, bajé mi mano sujetando su verga masturbándole suavemente la notaba muy potente, me la imaginaba penetrándome y gemí de lujuria, mis pies se deshicieron de los deportivos y saqué los pies del pantalón.

Nigel estaba sentado a los pies de la cama me fui acercando más, separé su boca de mi verga y poniendo mis rodillas a cada lado me senté sobre él sujetando su dura verga la fui metiendo dentro de mi culo, no estaba dilatado pero mi ano fue abriéndose dolorosamente para abarcarlo en su grosor, subía y bajaba mi cuerpo lentamente clavándome su polla poco a poco, su boca lamía mis pezones, me levantó los brazos y su boca no se saciaba de besar mis axilas oliéndolas al mismo tiempo me producía un extraño placer, mi culo notaba toda su polla bien encajada y ahora su boca buscaba la mía con desesperación, nos besamos con pasión, mi cabeza daba vueltas de placer, puso sus manos bajo mis nalgas levantándome en vilo y trepando sobre la cama me dejó boca arriba con su verga enterrada en mi culo y su cuerpo entre mis piernas, sus manos acariciaban mi cara mientras nos besábamos, luego las pasaba sobre mis brazos acariciándolos, sus embestidas me llenaban de júbilo y de mis ojos salían lágrimas de gratitud y amor, me estaba enamorando de él, Nigel no pedía ni exigía nada solamente se entregaba a mí sin esperar nada a cambio, mi corazón estallaba de amor por él, necesitaba que supiera de alguna forma que yo estaba unido a él,  hemos dejado de besarnos y sus manos juntas como si rezara masturbaban mi verga, mientras continuaba penetrándome mi cuerpo se arqueaba de placer, mi polla está a punto de estallar, pero él para dejándola reposar y acercando su cara a la mía deja deslizar saliva sobre mis labios, los separo capturando tan rico manjar y nos unimos de nuevo pasándonos nuestras respectivas salivas, noto su polla caliente y dura cimbreando dentro de mí y entonces notó las convulsiones de su semen salpicando mi interior y mi verga feliz escupe semen entre nuestros cuerpos, continúa empujando su verga y la mía continuaba soltando semen, realmente sabe follar bien, mis brazos y piernas lo abrazaban con fuerza como para no dejarlo escapar, besaba mis ojos lamía mi cara y me besaba de nuevo.

Poco a poco fue sacando su verga de mi culo y comenzó a lamer mi corrida, después levantando mi trasero enterró su boca en mi ano, que placer de lengua, mi ano expulsaba su semen abriéndose y cerrándose al contacto de esa maravillosa lengua, finalizó tumbándose a mi lado abrazándome mientras nos volvíamos a besar con ardor. Pensé: Me han follado todo tipo de hombres con diferentes tamaños de pollas, largas, cortas, gruesas, delgadas, con prepucio y sin él, pero no sé bien porque pero nunca me habían satisfecho como lo había hecho Nigel, era más gruesa de lo normal y no mide más de 18 centímetros, pero el placer que he sentido era muy real. Nigel preocupado me pregunta: ¿Te he causado daño o te he decepcionado? Su simple pregunta me llena de gozo, se preocupa más que nadie por mí, yo respondo: ¡Estoy saboreando este momento tan especial para mí, no sé qué pasará mañana pero hoy me siento exultante y lleno de amor!

Me puse de costado dándole la espalda mientras él me abrazaba besando mi nuca y cuello con su cuerpo pegado al mío, nos quedamos dormidos. Soñaba en la verga de Nigel penetrándome de nuevo y la siguiente visión él poyado sobre el volante del coche y yo penetrándole con fuerza mientras beso su espalda, más tarde limpio su ano lleno de mi semen, noto mi verga dura de nuevo, casi sin darme cuenta hemos cambiado de posición, tengo la espalda y culo de Nigel rozando mi cuerpo, su mano acaricia mi verga y la dirige a su ano, aprieta su trasero contra mí clavándose mi verga hasta el fondo y gime, mis manos lo acarician y él susurra: ¡Estabas intranquilo, tal vez te puedas relajar un poco! Gira su cara y lo beso con pasión mi corazón está a punto de estallar y acariciando su verga lo penetro con rotundidad una y otra vez ambos gemimos y mi verga suelta mi semen llenándole mientras suspiro de placer, su verga entre mis dedos suelta su propio semen y no lo había masturbado, lamí mis dedos con su semen, cuando iba a sacar mi verga, él me detuvo diciendo: ¡Déjala dentro, por si necesita un poco más de relajo! Nos quedamos dormidos plácidamente.

Al día siguiente tras el desayuno Noel condujo en coche con Nigel y yo, tras unos largos kilómetros, llegamos a Sintra, una hermosa ciudad, la cruzamos y casi cerca de las afueras de la misma entramos en una impresionante finca enrejada, disminuyó la velocidad y paró frente a una gran casa, si por fuera era espectacular el interior era de una magnifica elegancia, nos enseñó las habitaciones destinadas a los chicos, en el otro extremo el de las chicas, que vendrían más tarde con Brandon, nos mostró las caballerizas, el jardín y la gran piscina, una casa para invitados y las dependencias de los cuidadores de la finca, entonces Noel se disculpó ya que tenía que hablar con ellos, nos dejó solos frente a la piscina, pero poco después reapareció diciendo que los cuidadores solo hablaban portugués y no le entendían bien, fuimos los tres, cuando entramos en la amplia cocina, ellos se quedaron junto a la puerta, yo me acerque a la pareja, que estaban de espaldas a mí, cuando se dieron la vuelta solté un grito y me precipité sobre ellos balbuceando:¡Papá, mamá! Abrazándolos a los dos, ellos lloraban y yo también, Noel y Nigel se fueron dejándome con mis padres.

Entre sollozos me contaron que los habían contratado para cuidar la finca y podían vivir allí, mi padre me contó que había visto a unos chicos que iban de acampada siempre con nosotros, le preguntaron por mí, ya que seguían siendo visitados por hombres por la noche a cambio de dinero, entonces mi padre se dio cuenta de toda la verdad respecto a su “buen amigo”, que abusó de mi hermana y de mí, dejó su trabajo buscándome a mí y a mi hermana, sin encontrar a ninguno de los dos. También intentó encontrar al causante pero también había desaparecido, pero un vecino me dijo que hace dos días la policía lo habían encontrado en un almacén desnudo, atado como una morcilla, en la boca le faltaban dientes debido a unos puñetazos, había recibido algún puñetazo o algo similar, sobre el pene le habían grabado con un cuchillo una “B” y metido en el culo la pata de una silla torneada, ante la policía berreaba, que un ángel le había castigado por abusar de jóvenes menores, finalmente lo detuvieron. Cuando terminaron, no quise mentirles explicándoles cómo me había prostituido con hombres, para poder comer.

Cuando me reuní con Nigel y Noel me percaté que la mano derecha de Noel llevaba unos ligeros moratones, él dijo que se la había golpeado con la mesita de noche, pero me extrañaba, nos indicó el vestuario para ponernos el bañador y meternos en la piscina, yo estaba pletórico y mis besos a Nigel se lo demostraban, Nigel dijo: ¡Noel no hace las cosas a medias creo que trama algo más! Yo abrazándole y besándole no escuchaba apenas sus discursos, entonces escuchamos el sonido de otro coche, salimos de la piscina acercándonos a la zona delantera, allí vimos bajar de otro descapotable a cuatro chicas todas muy hermosas, y también a Brandon que sonriente bajaba las maletas de ellas, las chicas parecían extasiadas con la casa, nosotros a lo lejos mirábamos, había una rubia platino, una morena, una pelirroja y una castaño rojizo, parecían actrices de cine, tan guapas y con cuerpos esculturales, entraron dentro de la casa, Noel había salido a recibirlas, todos entraron dentro, Momentos después Brandon y Noel vinieron a la piscina, se desnudaron y entraron dentro del agua, Nigel me había contado sobre la verga del rubio Noel, pero la visión de esa divinidad, me dejó algo traspuesto.

Realmente nunca me mintió Nigel respecto al tamaño de la verga de Noel, pero mi corazón se aceleraba al contacto de la mano de mi querido Nigel, dentro de la casa hubo una nueva conmoción…

Continuará.