Bastards 13ª parte

, su abrigo levantado sobre su espalda y el pantalón parecían estar desgarrado sobre sus tobillos, ya que cada uno estaba sujeto por un marinero mientras otro con su pantalón abierto lo penetraba,

BASTARDS 13ª PARTE

Continuamos mirando más fotos junto a mis bisnietos, hemos visto las de los 60, 70 y 80, algunos de los jóvenes habían sucumbido a cada época, los hippies, las drogas y la más temida de todas el SIDA, pero otros fueron reconocidos mundialmente por haber sido apoyados por sus protectores, bailarines, artistas, modelos, pintores, peluqueros. Pero también algunos entraron como abogados, políticos, financieros y médicos, sin desmerecer a los que prefirieron dedicarse a otros trabajos más sencillos, pero así lo querían ellos, todos recibieron nuestra ayuda para comenzar.

Luego venían las fotos en la villa cercana a Niza, donde se nos veía tomando el sol alrededor de la gran piscina, con jóvenes muy atractivos de ambos sexos, estos solían viajar a los 5 continentes, con su exquisito equipaje, los chicos señalaban constantemente a uno u otro reconociéndolos antes de hacerse famosos y entre ellos nuestros hijos, los mellizos de Dana, tan guapos y distintos eran tan parecidos a Brandon y a mí.


La agencia de modelos de Dana estaba en pleno apogeo y tanto sus chicas como los chicos eran aclamados en todas las pasarelas y revistas del mundo, ella había comentado en varias ocasiones de querer tener un hijo, pero sus amantes le duraban poco, era muy exigente con ellos y ellos no querían cargar con esa responsabilidad e insistía siempre sonriendo de tener un hijo de Brandon o mío y terminábamos los tres riendo a carcajadas. Ahora ella flirteaba con un joven modelo africano muy atractivo, pero también se quejaba delante nuestro, que la verga voluminosa del joven negro no se ponía dura a pesar de los esfuerzos de ella, cuando nos lo presentó supe de forma inmediata el problema, él era mucho más joven que Dana y ante sus exigencias el joven temía no estar a la altura deseada y así se lo dimos a entender a Dana.

Ese fin de semana se celebraba en El Palacio de las Tullerías de París un gran certamen de grandes modistos de toda Europa, siendo seleccionadas casi todas las y los modelos de Dana, incluyendo a su hermano Joao y de Ónix (Abdel-Al-Korisi) su más reciente adquisición, del cual estaba prendada, en la pasarela lucia como un verdadero dios negro, ya fuera en ropa elegante como en ajustados bañadores, el público se quedaba prendado del joven. Después de la recepción ofrecida a los diseñadores y modelos,  los cuatro terminamos en el céntrico piso de Dana donde nos quedábamos a dormir, allí continuaron las copas, bailamos y fumamos un poco de mai-mai, era en 1954, luego cada pareja entró en su dormitorio, pero pasados una media hora oímos una leve discusión por parte de Dana, Brandon y yo nos levantamos justo para encontrarnos al joven negro muy compungido intentándose enfundar sus pantalones en el salón, le detuvimos indicándole que nos siguiera de nuevo a la habitación de Dana, ésta abrazándose a la almohada lloraba de forma desconsolada, me acerqué por un lado a la cama y Brandon por el otro dándole consuelo, yo le dije que le daría un buen masaje para calmar sus nervios tan tensos, ella giró su cara mirándome diciendo: ¿Cómo en los viejos tiempos? Brandon puso bien la almohada colocando a Dana boca abajo y mis manos comenzaron a masajear su espalda, mientras mi amigo le acariciaba el cabello y la nuca, nosotros estábamos desnudos, ya que nos había pillado la discusión mientras jugábamos entre nosotros. Yo notaba los nervios que se iban relajando con mis caricias, sentado a horcajadas sobre sus nalgas mi verga cobraba vida, levanté una mano indicando a Ónix que se acercara, fue poniendo sus manos sobre las mías y me fui retirando dejándole mi sitio a él, al apartarme ligeramente noté la verga del joven bastante dura, al poco di la vuelta al cuerpo de Dana quedándose boca arriba

Yo le susurraba bonitas palabras cerca de su cara, ella dijo: ¡Me gustaría teneros de nuevo a los dos dentro de mí! Yo le dije: ¡Tienes a tu perla negra esperando que le recibas! Ella asintió con la cabeza y el joven clavó su ya dura verga dentro de Dana, nos apartamos un poco, todo eran gemidos de ambos con las penetraciones de Ónix, Dana gimió con un fuerte orgasmo al mismo tiempo que el joven derramaba su semilla dentro de ella, quedándose tumbado sobre su cuerpo con su verga dentro todavía, acaricié la cara de Dana y levantando un poco la cabeza sujetó mi verga llevándosela a la boca, entre chupada y chupada dijo: ¡Cómo siempre es magnífica! Su mano acarició la nuca del joven negro acercándole su cara a la suya, se besaron con mi verga por medio y a continuación los dos lamían mi polla con deleite, Brandon se puso entre las piernas de ambos y acariciando las duras nalgas del joven de color enterró su boca en el culo prieto de éste, el pobre chaval gimió, yo sabía los estragos que hacía la lengua de mi querido Brandon, lo estaba preparando a conciencia para ser embestido por su polla, Ónix gemía quedamente pero su ano se dilataba por la inquisidora lengua de Brandon reclamando su botín, pasado un buen rato Brandon se incorporó y mojando su verga con la saliva de nuestro beso la fue clavando dentro del juvenil culo, el joven se retorcía de dolor al principio, pero al rato continuó chupando mi verga con más frenesí que antes, las brutales embestidas de Brandon empujaban la verga de Ónix dentro de Dana y los tres gimiendo acabaron casi al mismo instante, la boca de Dana y Ónix chupaban mi verga con fuerza terminando mi corrida entre sus labios que saborearon con placer.

El joven de color se puso al lado de Dana, ella tiró de mí y me coloqué boca arriba, ella subió sobre mí, sujetando mi verga la fue entrando dentro de ella, con el cuerpo medio levantado jadeaba mientras se tragaba mi gran verga, entonces Brandon se puso tras ella inclinando su cuerpo la penetró con su verga apretándola contra la mía, mi amigo acariciaba los senos de Dana que gemía de lujuria y placer notando nuestras dos pollas dentro de ella, Ónix volvía a estar excitado ante el espectáculo, acercó su boca a los pezones de ella chupándolos con deleite mientras se masturbaba lentamente, ella subía y bajaba su cuerpo causándonos gran placer, pero Brandon inclinó su cuerpo sobre el mío follándola con fuerza mientras yo empujaba mi polla hacía arriba, los tres jadeábamos, finalmente gimiendo terminé llenándola con mi semen, Brandon hizo lo mismo mientras ella mordiéndose los labios gemía con su propio orgasmo. Nos desplomamos los tres, pero vi que el joven estaba muy salido, separándome de ellos me puse entre sus piernas separándolas y con lentitud metí mi polla en su culo mientras apretaba su verga con mi mano, de su capullo salían gotas de placer mientras las facciones de su bonita cara delataban dolor ante mi intrusión, doblé mi cuerpo como antaño chupando su bonito y rosado capullo recubierto por una piel muy oscura, realmente notaba placer lamiendo su polla, era también impresionante, chupé con fruición y mientras yo movía mi pelvis clavándome en su culo chupaba con frenesí su polla, que finalmente terminó explotando en mi boca mientras yo derramaba mi semen dentro de su culo saboreando un profundo placer.

Tras relajarnos unos instantes, hablar y reírnos, Brandon y yo penetramos a Dana por segunda vez esa noche al mismo tiempo llenándola con nuestro semen mientras que su boca saboreaba el semen del gran cipote negro de Ónix, tras fumar de nuevo algunos cigarros relajantes, el joven de color insistió en probar nuestras dos vergas en su interior. Se subió sobre mi polla dejando caer su trasero sobre ella, le dolía, pero no cejó en el intento, inclinó su cuerpo sobre el mío dejando su culo frente a Brandon que con suma prontitud clavó su verga de un certero golpe, el joven africano se quejó de dolor ante la doble intrusión, pero mi amigo levantando el pecho oscuro movía su polla dentro del trasero mientras giraba su cara besándole y acariciando su bonito cuerpo, la oscura polla estaba creciendo nuevamente, Dana se puso de espaldas sobre mi pecho y abriendo sus piernas se fue clavando el negro estoque, mis manos acariciaban los senos de ella mientras nos besábamos, los movimientos de todos parecían estar sincronizados, me recordaban los muñecos autómatas que había visto en Berlín, uno tras otro terminamos solando nuestro semen mientras que Dana gemía con otro de sus orgasmos.

Amanecí abrazado a Brandon y Dana con Ónix, meses después una llamada de Dana nos decía que estaba embarazada, pero desconocía quien era el padre, pero según sus fechas ocurrió esa noche y cuando dio a luz gemelos no quedó duda al respecto, era de los tres, la piel de los niños parecía ligeramente bronceada, uno con pelo oscuro como Brandon con el mismo color de ojos, el otro muy parecido a mí, cabello bastante rubio, no tanto como el mío, pero con mi color de ojos.

Casi un mes después recibí una llamada de auxilio de Daniel mi  hermanastro menor, estaba muy preocupado por su hermano mayor Robert, actual Lord Cavendish, tras la muerte de sus padres, Brandon y yo volvimos a la casa familiar en Escocia, allí me abracé a un desolado Daniel muy preocupado por Robert, que según él cada vez bebía más y más, tras la pérdida de su padre, supe por Daniel, que el compañero de la Marina y amante de Robert, se había suicidado tras perder ambas piernas durante la guerra al no querer ser una carga para su amado, eso afectó mucho a Robert, que se inclinó por la bebida y desapareciendo durante varios días. Brandon se quedó para calmar los temores de Daniel, que parecía embobado con mi amigo, yo fui recorriendo diferentes puertos costeros terminando en Edimburgo, deambulé indagando sobre su posible paradero, pero parecía escurrirse cada vez que localizaba una pista suya, pero finalmente lo localicé.

En Leith, el puerto de Edimburgo, visité varias tabernas y posadas, se me escapaba de nuevo, cuando casi al atardecer visité la última posada cerca del puerto, era un tugurio muy sucio y maloliente, entré sentándome en una mesa de un rincón, al entrar casi todas las voces bajaron de volumen mirándome, y eso que no iba vestido de forma elegante, pero creo que tal vez fue por mi comportamiento, el propietario azuzó a dos jóvenes para que se acercarán a mí, a uno le pedí una cerveza y el otro se sentó frente a mí, me miraba de forma insistente, me preguntaba si me interesaba su compañía a cambio de unas monedas incluso hablaba por su hermano, ya que podía estar con ambos, no eran demasiado guapos, pero sus caras de pícaros les hacían encantadores, simplemente iban desaliñados, les mostré una foto de Robert y se encogió de hombros ignorando mis preguntas, pero cuando mostré dinero, habló diciendo que había salido un poco antes de allí con varios marineros, cuando se acercó su hermano miró la foto diciendo que le parecía que estaban en la parte trasera del callejón. Ya me había enterado, que no eran hijos del dueño, sencillamente estaban acogidos por él y se acostaban con clientes por dinero para el beneficio del hombre. Le mostré con suma rapidez mi pasaporte con el sello real de Suecia guardándomelo de nuevo, le amenacé con cerrarle el negocio por prostitución infantil o me entregaba los papeles de los dos jóvenes, pasando a ser tutelados por Lord Cavendish, el hombre firmó y salimos del local los chicos y yo en la dirección indicada por el menor de ellos.

Nada más entrar en el callejón nos quedamos de piedra, casi al final, un hombre acostado sobre un tonel ladeado y por la parte curva del mismo, su abrigo levantado sobre su espalda y el pantalón parecían estar desgarrado sobre sus tobillos, ya que cada uno estaba sujeto por un marinero mientras otro con su pantalón abierto lo penetraba, los que sujetaban los tobillos le azotaban las nalgas con unas ramitas, no se le veía la cara, otro marinero bastante rudo follaba su boca tironeando del cabello del hombre tumbado, otros dos desaliñados marineros con sus vergas fuera eran masturbados al mismo tiempo por las manos del yacente. El que penetraba el culo se había corrido encima y ahora su lugar lo ocupaba uno de los que le sujetaban hasta terminar de igual forma, luego el tercero, en la parte delantera ocurría lo mismo se alternaban llenándole la boca con semen uno tras otro, yo grité: ¡Robert, Robert! Él separó su boca de una de las pollas mirando en nuestra dirección, pero sus ojos enrojecidos y algo vidriosos miraron con una sonrisa sardónica y continuó con su frenesí ávido de vergas, a medida que nos acercábamos los que habían terminado se escabullían con rapidez, quedando finalmente él tumbado sobre el tonel, las nalgas ensangrentadas y mojadas con el semen de los tres, lo mismo que en la boca y su cara totalmente salpicadas de semen, alguno de ellos también le había orinado sobre la cabeza mojándole la ropa.

Al ayudarle a levantarse me miró sin reconocerme, le ayudamos a arreglarse un poco su maltrecha ropa, los pantalones estaban rajados totalmente, pero al llevar abrigo quedaba más cubierto, entre los dos chicos y yo lo llevamos a mi coche, hice subir a los jóvenes, que parecían reacios, pero al mostrarles los papeles firmados para su custodia entraron en el coche uno a cada lado de Robert, éste no solamente estaba borracho, casi con seguridad debía estar “colocado”, en todo el trayecto apenas hablamos, Robert dormía plácidamente apoyando su cabeza sobre el hombro de uno de los chicos, casi era medianoche cuando aparqué el coche frente a la casa de mi querida Maureen, ahora me pertenecía tras su fallecimiento entramos todos en la casa, calenté algo de comida mientras le curaba las magulladuras en las nalgas de Robert dándole de beber unas tisanas que yo había preparado, al poco se quedó dormido en mi antigua habitación, lo desnudé lentamente y procedí a lavarle todo el cuerpo, por delante y por detrás, al terminar lo arropé y volví con los chicos, en la gran mesa de la cocina les dije: ¡Me llamo Noel y el hombre que duerme es Robert, Lord Cavendish, ahora estaréis bajo su protección, pero me tenéis que ayudar a cuidarlo hasta que mejore! El mayor de ellos dijo: ¡Mi nombre es Edward, pero me llaman Ed! El menor añadió: ¡Mi nombre William, y respondo por Will! Les mostré la otra habitación con una inmensa cama, pero tenían que dormir juntos, ellos sonriendo añadieron: ¡Por dormir juntos no hay problema, pero una cama para nosotros, es magnífico! Entraron en el cuarto desnudándose con la puerta abierta, los chicos eran bastante jóvenes y estaban bastante delgados, sus vergas descansaban entre una leve maraña de rizos púbicos, eran hermosas. Les dije, que yo estaría en la habitación vigilando a Robert y les deseé buenas noches. Afuera comenzaba a lloviznar, pero el viento otoñal acrecentaría la tormenta.

Volví al cuarto donde estaba Robert, me desnudé metiéndome junto a él en la cama, su cuerpo temblaba ligeramente y se acurrucó pegándose al mío, eso hizo que mi verga cobrara vida, la tormenta arreciaba fuera llenando el silencio con fuertes truenos y de pronto escuché un fuerte sonido proveniente de la otra habitación, me levanté y fui a ver a los muchachos, la cama estaba vacía iba a salir cuando noté que ellos estaban acurrucados y desnudos bajo la cama temblando, me acerqué a ellos haciéndoles salir de allí, ellos algo reticentes decían que les caería un rayo por haberse portado mal, yo los calme asegurándoles que no había tal problema, la casa tenía un pararrayos y se levantaron, ellos no dejaban de mirar mi desnudez con mi verga ligeramente levantada, no me había percatado hasta ese momento de estar desnudo. Subieron a la cama tras haberlos abrazado calmando un poco sus miedos, les dije, que si hacían el amor se olvidarían de la tormenta y todo pasaría mejor, les besé los labios uno a uno ligeramente y salí.

De nuevo en la cama con un Robert dormido, me acurruqué a su lado mi mano acariciaba su escaso vello en el pecho, entonces su voz algo más gruesa, como adormilada decía: ¡Siempre supe que solo tú me encontrarías y matarías el dragón que me atormenta, la noche antes tuvimos una fuerte discusión, ya que sus padres querían que se casara para engendrar herederos y yo les daba la razón a ellos, al día siguiente fue directo a su muerte pensando que yo no le amaba suficiente y terminó con las dos piernas destrozadas, después lo visitaba cada día pero él aseguraba que lo hacía por compasión por mucho que yo le declarara mi amor eterno no se lo creía, ahora se sentía menos que medio hombre, cuando le dieron el alta se fue en silla de ruedas al risco donde nos sentábamos a besarnos y hacernos el amor, luego hablábamos del futuro, allí encontraron la silla y su cuerpo sobre los peñascos más abajo! Yo sabía que hablaba de su compañero y amante de tantos años, habían entrado juntos en El Cuerpo Real de la Marina Británica, pero la guerra hace estragos en la mente de la gente y todo fue a peor para ambos.

Deslicé mi mano sobre la verga de Robert, estaba durísima aparté las cobijas y de rodillas entre sus piernas fui lamiendo su tronco chupando su glande con suma lentitud, por la ventana se vislumbraba los rayos de la tormenta dando una sensación a la habitación fantasmagórica y así me encontraron mis jóvenes nuevos amigos cargando su colchón entraron en el cuarto dejándolo en el suelo junto a la cama, se sentaron abrazados cubiertos por la manta mirándome como la mía y chupaba la verga de Robert, poco después de rodillas me senté sobre su polla clavándomela en su totalidad, no había prisa, quería demostrarle que el tiempo se había parado para darle una nueva oportunidad y olvidar aunque fuera por un instante el dolor que le corroía, besé su cuello, mordisqueé su mentón, mi lengua se deslizó por su oído mordiéndole el lóbulo y terminando mis labios sobre los suyos, entreabrió los suyos dejando que mi lengua devorara su interior, su lengua fue respondiendo lentamente al principio, más ardiente instantes después, su pelvis subía clavándome su estaca con brutalidad, sus ojos aún algo turbios me miraban y sus manos acariciaban mi cuerpo, se deslizaron hasta mis caderas sujetándolas con fuerza mientras su polla entraba dándonos placer, yo gemía y él emitía ligeros sonidos guturales de placer, incorporé mi cuerpo quedando vertical sobre él dejando espacio para sus movimientos que cada vez eran más seguidos, notaba sus latidos acelerados y estalló llenándome el culo con su semen mientras soltaba a viva voz: ¡Realmente tú eres el auténtico Lord Cavendish! Y en ese instante mi verga fue soltando mi semen salpicándole su pecho llegando hasta la cara. Ed y Will, se acercaron y fueron lamiendo mi semen del cuerpo dormido de Robert, chuparon mi polla, que apenas les cabía en la boca y cuando me levanté hicieron lo mismo con la polla de Robert.

Me arrodillé frente a ellos chupando sus pollas juveniles una tras otra fueron derramando su savia en mi boca que lentamente fui tragando, se acostaron en el colchón del suelo y yo con Robert, dando paso al sueño. Me levanté temprano, preparé el desayuno para todos y llamé por teléfono a Cavendish House, hablé con Daniel y después con Brandon avisándoles que estaríamos unos días en la casa de Maureen hasta que Robert estuviera mejor y en modo de chanza dije: ¡Portaros bien, haced lo que yo haría! Yo sabía con certeza, que Brandon no aguantaría estar junto a Daniel sin intentar acostarse con él, yo lo habría hecho.

Robert apenas comía, estuvo buscando algunas bebidas alcohólicas, pero no encontró nada y estaba de mal humor, los chicos estaban algo nerviosos, en el establo encontré unas gruesas cuerdas y volviendo al interior, lo encontré con el atizador de la chimenea amenazando a los dos jóvenes hermanos, me acerqué sigilosamente y  le di un puñetazo bajo el mentón, él soltó el hierro de su mano desplomándose contra uno de los bancos de madera algo aturdido, aprovechando la ventaja le até la cuerda en la muñecas y pasé la cuerda por dos travesaños de madera que hacían de vigas y eran paralelos entre sí cruzando la estancia. Até el final de la cuerda en los tobillos de Robert haciendo que se pusiera de pie con los brazos estirados hacia arriba, él intentaba zafarse pero cuando bajaba los brazos sus tobillos se iban hacia atrás quedando colgado sin tocar el suelo, se encontraba en calzoncillos de hilo blanco y una camiseta de tirantes, nos insultaba de forma muy brusca, me acerqué a su cara sujetándole la barbilla y diciéndole: ¡No bajaras de ahí hasta que te comportes de forma natural, ahora te domina el alcohol y las drogas, vas a tener que superar tu dolor y frustración! Robert mirándome a la cara dijo: ¡Solo quiero hacer lo mismo que mi amado, sentir su frustración, su dolor y finalmente reunirme con él! Continuó diciendo: ¡Sabes que cada noche lo encontraba en alguna taberna o tugurio borracho, drogado y pasando de una polla a otra como si fuera una marioneta rota y no quería mi ayuda, pero cuando ya no había nadie lo llevaba a casa de sus padres tras lavarlo, pero a mí me rechazaba una y otra vez, por eso quiero estar con él, el dolor de mi corazón así me lo dice! Yo respondí: ¿Y crees que a él le gustaría verte en semejante situación? ¡Él te quería demasiado para hacerte pasar su propio dolor, por eso intentaba que te alejaras de su lado!

Robert calló pensativo, entonces soltó: ¡Lo de anoche era cierto, tú serías el mejor Lord Cavendish, así me lo dio a entender nuestro padre y creo que tenía razón! Añadió: ¡Estoy muy cerca de la chimenea y me voy a asar como un pollo! Yo sonriendo dije: ¡Vas medio desnudo y así soltarás todas las toxinas que lleva tu cuerpo y ya sabes que si bajas los brazos te quedarás colgando paralelo al suelo! Hablé a los chicos, Ed y Will al oído y se sentaron en el banco frente a él mirándole a los ojos, al poco cuchicheaban entre ellos, Ed acariciaba la cara de su hermano mientras hablaban en voz baja, Will acercó sus labios a su hermano mayor rozando los suyos y al poco se acariciaban la cara besándose, Ed metió su mano dentro del pantalón del menor masturbándole y al poco Will hizo lo mismo, se besaban con suavidad al tiempo que sus manos dentro de los pantalones agitaban la verga del otro. Robert los miraba embobado sacaba su lengua mojándose los labios y su calzoncillo comenzó a crecer en la entrepierna formando una tienda de campaña, su cara, sus brazos y pecho rezumaban gotas de sudor, además su respiración era agitada.

Me puse detrás del cuerpo de Robert y acercando mis labios a su oído le dije: ¡Tú eres Lord Cavendish, yo solamente soy una persona que intenta ayudar a sus amigos, familia y jóvenes con problemas, sabes que gracias a ellos te pude encontrar, míralos, saborea el placer de su amor, creo que tu amigo desde allá arriba estaría feliz de saberte querido de nuevo, ya que él no podía complacerte más, fue valiente intentando apartarte de su lado, lo hizo por amor a ti! Abracé por detrás su cuerpo besándole el cuello y frotaba mi entrepierna contra su trasero, debía notar perfectamente el crecimiento de mi polla, mis dedos apretaban con suavidad sus tetillas mientras le mordisqueaba la oreja, gimió de placer, giró su cara buscando mis labios, pero no dejé que me besara. Los jóvenes se habían sacado las vergas por encima de los pantalones y sus bocas se alternaban chupándose la verga besándose después, ahora uno se agachaba para degustar la verga del hermano y después lo hacía el otro, la verga de Robert temblaba dentro de su ropa interior mojándola, desde detrás de él metí mi mano dentro de su calzoncillo rozando su estrecha cintura y sujeté con fuerza su polla, los dedos de mi otra mano buscaron su boca, sus labios los aprisionaron chupándolos con desespero, mi mano comenzaba a masturbarlo con suma lentitud, mientras nuestros jóvenes se masturbaban mutuamente delante nuestro uniendo sus labios besándose, finalmente comenzaron a gemir soltando su semen salpicando con fuerza el suelo de la cocina, casi en ése mismo instante Robert gimiendo estalló soltando su semen dentro de su calzoncillo mojando mi mano completamente. Mis dedos revolvían el rizado y suave vello sobre su polla, al sacarla empapada se la puse cerca de la boca que fue lamiendo con ganas.

Me puse frente a él y abriéndome el pantalón saqué mi endurecida polla, los chicos agachados uno a cada lado acariciaban mis piernas sus labios acariciaban mi verga cuando la veían aparecer entre mi mano que la masturbaba, los ojos de Robert seguían todos los movimientos de mi mano y las bocas juveniles, gimió ante su impotencia para acercarse, fui acelerando mi mano y mi verga soltó mi semen sobre la cara de ambos chicos, se incorporaron acercando sus caras a Robert que sacó su lengua y fue lamiendo mi semen de sus caras, cada uno luego le besó la boca apartándose después, él volvió a gemir. Entonces acercándome de nuevo le pregunté: ¿Quieres seguir como antes o disfrutar como ahora? ¡Piensa que tu amigo disfrutaría de cada uno de estos momentos! Robert mirándome a los ojos dijo: ¡Seguro que disfrutaría comiendo tu enorme polla para que luego lo penetraras!

Solté la cuerda y lo dejé libre diciéndole: ¡Ahora tienes que comer, sino ya sabes dónde te vas a encontrar de nuevo! Y comió o mejor devoró la comida, se iba a tumbar de nuevo en la cama y lo llevé al establo, todo y con ropa interior le hice montar una yegua, los cuatro salimos a cabalgar un rato, parecía que ya no estaba de tan mal talante incluso reía nuestras bromas sobre su vestimenta y llegamos al conocido abrevadero de nuestra infancia, bajamos de nuestras cabalgaduras y Robert casi de inmediato fue a refrescarse, con el cuerpo inclinado sobre el agua dejando su trasero tan apetitoso remarcado por el calzoncillo, mi polla estaba algo alterada tras la cabalgada, me acerqué tras él y no pude contener mi mano que le fue acariciando sus nalgas, giró su cara y sonrió, los chicos se habían desnudado y ya chapoteaban dentro de la alberca, como apenas sabían nadar se sujetaban al borde jugando entre ellos, froté mi entrepierna por el trasero de Robert apartándome de inmediato me desnudé juntándome a los chicos, al poco también Robert se unió a nosotros.

Robert en un aparte me dijo: ¡Sabes que padre nunca dejó de interesarse por ti, siempre estaba informado de todos tus movimientos y se sentía orgulloso por haber logrado tanto sin nada a tu favor, pero ya sabes lo terco que era padre y no quería reconocer, que te lo habías ganado sin su ayuda, por eso en su último momento dijo que hubieras sido el mejor Lord de todos los Cavendish, que eras leal, honesto y buena persona, que ayudabas sin pedir nada a cambio, pero recibías todo con creces! ¡Y yo te envidiaba, por no ser como tú, aunque siempre me sentía cerca de tu corazón, eso me producía calma y placer al mismo tiempo! Acaricié su cara y envolviéndolo entre mis piernas junté mi boca con la suya, el beso fue suave y lento como cuando éramos niños, pero se fue volviendo cada vez más ardiente y fogoso, su verga crecía y la mía también apretadas entre nuestros vientres, Ed y Will se acercaron uniéndose a nuestros besos, hundí mi cuerpo dentro del agua encontrándome con las tres vergas muy duras y una tras otra las fui chupando, de vez en cuando subía a tomar aire bajando de nuevo, era todo un placer y poco a poco fueron depositando su semen en mi boca, primero uno, luego el otro y finalmente Robert, al terminar de tragarme su semen deslicé mi cuerpo sobre el agua boca arriba masturbándome a placer mi semen salió tan disparado como una ráfaga  de metralleta flotando por unos segundos sobre el agua y perdiéndose hacía el fondo del olvido.

Volvimos a la casa más relajados, pero a la tarde Robert volvía a estar inquieto, me acerqué a él diciéndole: ¿No pretenderás que todos nos matemos a “pajas” para satisfacer tu ansiedad? Añadí: ¡Igual te ato como por la mañana y miras como disfruto de esos dos jóvenes cuerpos destinados para ti! Robert estiró sus brazos hacia delante mientras decía: ¡Tal vez sea lo mejor de momento!  No até sus muñecas con la cuerda ni sus tobillos, pero extendió sus brazos adelante con los dedos entrelazados colocándolos detrás de mi nuca y su boca buscaba la mía con placer, Ed y Will volvían tras ducharse, sus desnudos cuerpos estaban cubiertos por unos lienzos de algodón blanco cubriendo sus genitales, sus cuerpos juveniles eran un placer a la vista, sus manos se frotaban el lienzo sobre su polla que crecía, Robert con los ojos fijos en ellos también fue reaccionando, su verga crecía cada vez con más intensidad, me puse frente a él acariciando su pecho y con fuerza rompí su camiseta quedando echa girones, de un tirón rasgué el calzoncillo y su polla saltó hacia delante con fuerza, los chicos tumbados sobre el banco de madera frotaban sus desnudos cuerpos y sus vergas salían por el lado muy endurecidas mientras se besaban de forma ardiente. Yo paseé mis manos por la parte interior de los muslos de Robert de forma acariciante, él gimió y fui acercando mi boca a su verga, mi lengua saboreó la punta de la misma mis dedos acariciaban sus huevos y mi boca abrazaba su capullo moviendo mi cabeza adelante y atrás, todos estábamos muy encendidos.

Me incorporé de nuevo y nos besamos sus fuertes brazos alrededor de mi nuca cuando de un ligero salto sus piernas rodearon mis caderas mientras me susurraba: ¡Hazme gozar como cuando éramos niños! Lo llevé en vilo como si fuera una garrapata y lo dejé sobre la mesa de la cocina mirando al techo mientras nos besábamos y sujetando mi polla apunté entrando muy lentamente dentro del culo de Robert, gimió moviendo la cabeza de lado a lado, mi verga lo atravesaba de forma contundente, entraba y salía de manera constante mientras mi mano lo masturbaba, el silencio de la cocina era perturbado por nuestros gemidos y el de los dos hermanos Will penetraba a su hermano mayor Ed, los sonidos se aceleraban con las embestidas y uno a uno fuimos vaciando nuestros huevos del preciado semen. Salí de su culo acercándome a su cara saboreando su boca.

Apenas nos percatamos que la puerta se abría, Robert gimió de forma placentera y al poco noté unas manos, que levantaban sus piernas y alguien enterraba su cara entre sus nalgas, miré encontrándome con Daniel que lamía el ano de su hermano mayor separándole los cachetes del culo y enterrando su cara  chupando con ansia, entonces noté una mano que acariciaba mi trasero  y una boca lo chupaba con fuerza, sabía quién era, esa boca la reconocí de inmediato, era Brandon agachado sobre el suelo chupaba mi ano con fuerza y como siempre su boca me dilataba muy bien, se incorporó sujetando su polla me la clavó de una fuerte embestida mientras me susurraba al oído: ¡Noel, mi polla y yo te echábamos de menos y solo ha pasado un día, te quiero! Sus manos acariciaban mi amplio pectoral mientras su verga entraba y salía repetidamente con fuerza, Robert miraba mi cara mientras yo gemía de gusto sobre su boca, en ése momento gimió, su hermano Daniel lo penetraba también de forma contundente sujetándole pos las caderas, éste inclinó su cuerpo acercando su boca junto a las nuestras, su lengua entraba en las nuestras bocas luchando mientras todos jadeábamos, noté que Brandon aceleraba el ritmo preparado para finalizar y llenó mi culo con su semen mientras mordisqueaba mi espalda, al poco se apartó.

Mi polla estaba dura como una roca, me puse detrás de Daniel y le ensarté con ella, dio un ligero gemido y su culo comenzó a ir adelante y atrás, incliné mi pecho sobre su espalda besando su nuca y dije: ¡Los hermanos estamos para ayudarnos y complacernos, así ha de ser siempre! Y empujé mi polla con brutalidad empotrándome bien dentro del culo de Daniel y éste dentro de Robert, noté el ano de Daniel que apretaba mi verga señal que estaba corriéndose dentro del culo de su hermano al tiempo que yo terminaba dentro del suyo, al separarnos Daniel subió a la mesa y enterró la verga de Robert en su culo mientras devoraba su boca dejándole espacio de movimiento para que su hermano mayor lo penetrara, instantes más tarde éste terminaba llenándole el culo con su corrida.

Brandon estaba hablando y jugueteando con los dos hermanos jóvenes Ed y Will, me acerqué uniéndome a ellos mientras Robert y Daniel se abrazaban casi llorando de emoción mientras se cuchicheaban palabras entre ellos, se acercaron a mí abrazándome los dos. Cerramos la casa y fuimos los 6 a Cavendish House, Brandon y yo nos quedamos una semana con ellos disfrutando de todos nuestros cuerpos incluidos los dos más jóvenes, que penetré y me penetraron en varias ocasiones. Finalmente volvimos a París.

Edward y William, aparecieron de nuevo en mi vida años después, se habían transformado en unos jóvenes muy atractivos, entraron en nuestra Academia de Idiomas y pasaron algún tiempo en la Fundación Weiss de jóvenes acompañantes…