Bastards 12ª parte

, mi placer iba en aumento hasta tal punto que mi cuerpo se arqueaba y de pronto mi polla estalló soltando mi semen dentro del calzoncillo

BASTARDS 12ª PARTE

Mis niños continuaban mirando absortos las antiguas fotos de mi álbum, parecían interesados en saber todo al respecto de cada foto, mis bisnietos tan modernos para mí, pero siguiendo su propia moda y tan parecidos a mí, uno lleva el pelo largo con dos aros en su oreja izquierda, éste es Sebastián (Ian), otro con el cabello largo pero enredado en trencitas en su cabeza recordándome a Bo Derek en “10 La Mujer Perfecta”, pero sin tantos abalorios, éste es Sandro y finalmente Sergio con el pelo despeluchado, corto pero con piercings en la ceja y lengua, todos con algún tatuaje en su cuerpo, pero son tan hermosos los tres, que me siento feliz y orgulloso de ellos, sus vergas no desmerecen en nada su apostura, Sandro lleva en su glande un gran aro estilo piercing difícil de olvidar con su enorme polla, sus hermanos idénticos Sebastián lleva un tatuaje en el lateral de su cuerpo imitando a las rayas de una cebra y además le queda muy bien, pienso ¿Quién tuviera 80 años menos? Seguramente habríamos disfrutado de nuestros cuerpos, les explico, que ahora esa moda de llevar los pantalones casi por debajo del trasero no venía de ahora, ellos preguntaron de donde había salido y les dije: En las cárceles, algunos hombre follaban a los más débiles o más jóvenes, se les consideraban carne de cañón y cualquiera podía follarlos, para no romperles la ropa, llevaban los pantalones más bajos, así solamente les bajaban el calzoncillo y  los penetraban, a veces uno tras otro, entonces Sergio se levanta y pongo mi dedo en la cinturilla de su toalla y se la bajo mostrando realmente que su culo juvenil quedaba preparado para ser visitado a continuación los tres se suben las toallas hasta la cintura y yo me echo a reír.

Ian señala unas fotos preguntando que son esos edificios tan antiguos mientras su mano por debajo del batín acaricia mi polla, siempre lo hacía incluso a veces me la chupaba, él era consciente que eso me gustaba de él, sus hermanos miraron las fotos con interés mientras se acariciaban entre ellos, yo dije: ¡Eran los edificios escuela, ésta de arriba de las chicas y la foto inferior de los chicos, en esa época se educaban por separados!


Realmente los edificios eran muy grandiosos, pero tras los arreglos necesarios, que se hacían poco a poco resultaron muy efectivos, en cada uno había piscina climatizada, caballerizas, pistas de tenis, clases de pintura, ballet, música y por descontado idiomas y las clases normales de una escuela, desde muy jóvenes aprendían de todo, pasados los 16 años los mejores, eran apartados a otra escuela altamente privada, allí se reforzaba su instrucción, tanto físicamente, mentalmente y sexualmente, de allí salían los mejores chicos y chicas acompañantes del mundo, su elegancia, exquisitez e inteligencia les hacía merecedores de muy alta estima entre los poderosos y adinerados clientes de ambos sexos, también por su gran discreción, por supuesto se iban dispersando por el mundo acunados por sus cualidades y de sus adinerados protectores transformándose en buenos actores, modelos, pintores, escritores, diseñadores y ejecutivos también, el lema de ésta última Academia eran: “Apoyaros y cuidaros unos a otros” Eso lo decía todo y así ocurría, estaban pasando los años muy rápidamente.

La Postguerra fue muy dura en los países bombardeados y mi relación con mi amado Brandon tuvo altos y bajos, yo viajaba constantemente por negocios ya que teníamos muchos gastos, nuestro patrimonio se incrementó más de un 300 por 100, pero cada vez Brandon se ponía más frenético en mis ausencias, por las noches me susurraba: ¡Cuando estas fuera me falta la respiración, al segundo ya te echo de menos y tengo miedo de perderte! Yo siempre lo acunaba entre mis brazos asegurándole: ¡Nunca me perderás, creo que antes te vas a cansar tú de mí, te exijo mucho, pero debes saber que solamente tú existes para mí, nos acostamos con otras personas, pero siempre me gusta terminar entre tus brazos y lo sabes! Y terminábamos haciendo el amor, era de una forma posesiva pero yo disfrutaba entre sus brazos y cuando me penetraba mi corazón latía de forma descontrolada, pero cuando yo lo penetraba siempre quería repetir sin descanso una y otra vez, ambos lo deseábamos, nuestro entendimiento era total.

En nuestras “Academias” llegaban jóvenes de distintos países y poco a poco se fue internacionalizando, un año se presentaron dos chicas y su hermano un año mayor, en la reunión de presentación me entregó una misiva, que decía:

Querido Neil, ahora sé que te llamas Noel, me alegra saber, que continuas vivo y en buen estado, me harías un inmenso placer aceptando a mis hijos en tú Academia, yo no puedo ausentarme de la URSS, sin despertar sospechas, aquí todo está muy controlado, ahora soy Agregado Cultural de mi país, pero me es imposible salir de él, te echo de menos. Tuyo. Dima Roscov.

Finalmente aparecían lentamente los fantasmas del pasado, meses más tarde se presentó un hombre australiano junto a un nipón con sus hijos, el primero muy atractivo se presentó como Brad Paxton acercó a dos jóvenes muy distintos, uno era su misma imagen, pero el otro parecía de otra nacionalidad, el hombre dijo que también era su hijo pero adoptivo, el hombre japonés siempre con la vista baja se presentó como Roichi Katanave y presentó a su hijo, era una mezcla nipona y europea, pero era adorable, los tres eran hermosos, se les hizo las preguntas de rigor para poder ser admitidos, finalmente me entregaban los resultados para mi conformidad y los acepté, los dos hombres se inclinaron delante de mí, en ése instante hice una pregunta al aire: ¿ Los amigos no se reconocen a pesar de los años, tan viejo me encuentras Roichi? Éste levantó sus ojos clavándolos en los míos y una lágrima resbaló por su mejilla únicamente pudo articular: ¿Neil? Yo asentí, pero diciendo: ¡Me conociste como Neil Weiss, pero realmente mi nombre es Noel, Neil fue el nombre que me puso Manfred! Sus ojos estaban anegados de lágrimas, me acerqué a él abrazándole, entonces me dijo que ellos vivían juntos y entendí, les emplacé para comer juntos y ambos aceptaron, los niños fueron aceptados.

Los niños estaban ya en la Academia, durante la comida Roichi siempre con la cabeza baja hablaba, yo insistía en que levantara su vista, finalmente lo conseguí y comenzó a relatar su versión de los últimos años:

Carraspeó ligeramente y continuó diciendo, mi avión fue derribado en combate, saliendo ileso me enviaron a las Islas del Pacifico, allí me uní a disgusto a un campo de concentración como vigilante de los prisioneros, el Comandante de allí era muy riguroso y algo cruel, habían recintos para hombres y otro para mujeres, me encargaron éste último, realmente estaban en muy mal estado, yo apenas podía soportar mirarles a sus caras suplicantes, pero sobre todo me atraía la intensa mirada de una muy joven, que ayudaba a las demás y se encargaba de los niños, en todos los cercados habían personas de distintos países y religiones, americanos, británicos, hindús, filipinos y una gran variedad de asiáticos, pero siempre me atraían esos ojos un poco altaneros de la joven. Un día me rogó si podía conseguir un poco de quinina para unos enfermos, me dijo su nombre, Helen y era australiana, la habían atrapado junto a otros miembros del Cuerpo de Paz de la Cruz Roja, arrojándolos allí en esas cloacas y lentamente me enamoré de ella, a pesar de las penurias tuvimos algunos momentos de intimidad, cada vez nuestra situación era más difícil, incluso pensamos en fugarnos juntos del campo, pero la represalia con el resto podía ser muy cruel y para nuestra desgracia llegó una orden que me enviaban a otro destino, tuvimos poco tiempo para despedirnos, Helen me entregó una nota con su dirección en Australia y con dolor nos separamos. Cuando todo terminó fui a buscarla, tras visitar a mi familia, me costó mucho averiguar la granja de la familia a las afueras de Darwin desde nuestro último encuentro en el Campo de prisioneros, de eso ya hacía 5 años, pero mi corazón latía desaforadamente y entonces por la puerta apareció un joven rodeado de dos niños y un tercero en sus brazos, el joven tenía casi el mismo aspecto que Helen, se acercó a nosotros y él se presentó era su hermano gemelo, Brad, que había regresado unos meses antes.

Entramos dentro de la casa, yo miraba con asombro a los tres niños tan distintos entre sí, él señaló uno diciendo: ¡Este es tu hijo, se llama Sato! Siguió acercándome a otro diciendo: ¡Este es Dax, mi hijo! ¡Y éste es Sirik, lo adopté  antes de volver, su madre murió tras ayudarme a escapar en Borneo! En ése momento le pregunté por Helen y él dijo, que se encontraba detrás de la casa bajo un gran árbol, me dirigí a esa zona y allí encontré dos tumbas, la de su padre y la de mi adorada Helen, lloré amargamente y en silencio regresé al interior de la casa, Brad me aguardaba con un sobre en la mano, abrí la carta con mano temblorosa y las palabras de Helen me hicieron llorar, dio a luz en cautiverio, pero cuando quedaron libres ya se encontraba enferma de malaria, en todo momento pensaba en mí y el niño, nos deseaba lo mejor a los dos despidiéndose con mucho amor, enterré mi cara entre mis manos, pero Brad a mi lado me abrazó consolándome, apoyé mi cara sobre su pecho cerca de su hombro llorando como un niño desvalido, sus manos me acariciaban la espalda, puso su mano bajo mi barbilla levantando mi cara y besó mis labios suavemente, pero los separó de inmediato diciendo: ¡Perdóname! Levanté mis ojos mirándole a él, se notaba también mucho dolor y poniendo mi mano tras su nuca     lo besé de forma más sensual, separó sus labios y mi lengua buscó la suya, mientras nuestros cuerpos se acercaban uno al otro notando las aceleradas palpitaciones de ambos y lentamente nuestras lenguas saboreaban la boca del otro como si no existiera nada más en ése momento, el dolor, el amor y el ardor se fusionaron en un solo instante.

Más tarde le ayudé a bañar a los niños y a cenar, finalmente les acostamos, nosotros fuimos a su habitación y lentamente nos desnudamos menos los calzoncillos, como si se tratara de una rutina, entramos bajo las sabanas y nos abrazamos, me contó, que Helen estuvo resistiendo hasta el final esperando verme de nuevo, él insistía en que la habría olvidado, pero ella no cejaba de esperarte, cuando murió mi padre en un bombardeo descubrí en su escritorio unas cartas tuyas muy breves dirigidas a Helen, mi padre las había retenido, se las entregué poco antes de morir y me las dejó leer, para que yo supiera lo que sentías por ella, Helen era consciente que primero mirarías por tu familia en Japón y luego te reunirías con ella y el niño, pero llegaste demasiado tarde. Uno de sus dedos recogió una lágrima que resbalaba por mi cara lamiéndola a continuación. Entonces le miré a los ojos preguntando: ¿Y tú como llegaste? Brad dijo: Ya sabes que una mujer tailandesa me ayudó en mi fuga, su marido fue asesinado en su pueblo y ella había dado a luz sola en la selva, durante todo el trayecto el bebé iba colgado del cuerpo de ella, cuando estábamos a punto de ponernos a salvo, ella pisó una mina en el suelo, rápidamente me pasó el niño pidiéndome que lo cuidara bien, corrí alejándome de ella mirándola llorando mientras su cuerpo estallaba en mil pedazos, nos acercaron en barca unos pescadores, al llegar aquí  encontré sola a mi madre con mi hijo, Lauren mi mujer al recibir la nota de mi desaparición, se divorció marchándose con un militar de alta graduación americano, entre mi madre y yo cuidamos a Helen y los niños, pero cuando murió mi hermana ella volvió al hospital de Darwin donde trabaja como jefa de enfermeras, desde entonces yo hago lo que puedo para sacar a los niños y yo adelante, mi madre viene un día a la semana para echarme un cable. Ahora me tocó a mí secarle la cara llena de lágrimas, puse mis labios sobre ellas sorbiéndolas.

Nos pusimos de costado uno frente al otro hablando de nuestras vidas, cuando dejamos de hablar Brad deslizó su mano bajo la sabana acariciando mi pecho, instantes después la metía dentro de mi calzoncillo, mi verga que estaba en un reposo silencioso, a su contacto fue creciendo con rapidez, su mano sujeto mi polla y lentamente la fue masturbando mientras me mirada a los ojos, mis labios se abrían soltando lentos gemidos de placer, deslicé mi mano bajo la sabana y su calzoncillo, su polla estaba dura como una roca, mi mano la apretó con fuerza, Brad gimió cerca de mis labios, entonces yo acerqué los míos  besé los suyos, mi lengua entró suavemente dentro de su boca saboreando su interior, nuestras manos se iban acelerando al mismo ritmo que nuestras lenguas se peleaban en nuestras bocas, mi placer iba en aumento hasta tal punto que mi cuerpo se arqueaba y de pronto mi polla estalló soltando mi semen dentro del calzoncillo, yo jadeaba masturbando a Brad con más fuerza, él gimió mientras llenaba mi mano con su semen mojando su prenda interior y su cuerpo temblaba mientras continuaba soltando más y más semen, nos secamos con una toalla y nos desnudamos totalmente.

Me tumbó boca arriba colocándose entre mis piernas y sujetando su verga me fue penetrando, su verga algo floja fue creciendo dentro de mi culo con tal dureza que me hacía soltar gemidos con cada embestida, su cuerpo empujaba el mío y mi verga entre nuestros cuerpos se movía constantemente mientras que mis brazos apretaban el cuerpo de Brad contra el mío y entonces supe que mi sitio estaba ahí con él, mi verga agradecida por esa idea volvió a soltar su semen mojando mi vientre al tiempo que mi ano se estrechaba apretando más la polla de Brad, que suspirando terminó llenándome el culo con el suyo. Con tanto nerviosismo, tantas emociones encontradas y el sexo, quedamos dormidos plácidamente. Yo dormía de costado a mi espalda se encontraba Brad, creo que no había pasado mucho rato, pero su mano acariciaba mi brazo, en mi duermevela oía su voz susurrando: ¡Roichi, te quise a través de tus cartas a mi hermana Helen, me sedujo tu sensibilidad, tu amor por la vida sin saber que tenías un hijo esperándote, me gustaría tenerte siempre conmigo, los dos podríamos cuidar a nuestros hijos, pero no me veo capaz de retenerte si tú no lo deseas! Entonces noté como su polla apretaba mi ano entrando de forma contundente, nada más entrar noté su corrida soltando su semen, lentamente sacó su verga de mi culo frotándola con su propio semen, sin abrir los ojos tomé su verga en mi mano metiéndola de nuevo en mi ano y apretando mi trasero contra su pelvis mientras decía: ¡Sí, me quedaré contigo, sí quiero hacerte feliz, sí cuidaremos a nuestros hijos juntos, sí tú así lo deseas! Giró mi cara buscando mis labios y nos besamos con furia mientras empotraba su polla con contundencia dentro de mí, su mano me masturbaba y yo empujaba mi trasero contra su cuerpo, los dos gemíamos y terminó de nuevo llenándome el culo de semen y yo su mano con el mío.

Brad se levantó yendo al baño a ducharse, a mí me costaba levantarme, pero deseaba estar a su lado en cada momento, entré en la bañera donde estaba él duchándose, me abrazó buscando mi boca de nuevo, lentamente fue bajando y su boca tomó mi verga, comenzó a chuparla con frenesí, mis manos sobre su cabeza intentaron apartarlo, pero él insistió chupándome y gimiendo comencé a mearme dentro de su ardiente boca, me daba vergüenza pero sus manos acariciaban mis huevos apretándolos con cariño y sus labios apretaban mi polla mientras se iba tragando parte de mi orina, casi al mismo tiempo él orinaba agachado sobre la bañera.

Más tarde preparamos el almuerzo de los niños y después de levantarlos y vestirlos comieron, instantes más tarde los llevábamos a la escuela, volvimos a la granja, a plena luz del día estaba bastante deteriorada. Los días siguientes reparamos los daños más importantes, yo hice una llamada internacional, pero no confiaba en obtener respuesta a la misma, pero finalmente llamaron y hablé largamente con un amigo, más tarde colgué el aparato. Ya habíamos cambiado casi todo el tejado de la casa, ya no habrían goteras y comenzamos a pintar las grandes habitaciones dejándolas que se ventilaran un poco, aprovechamos el buen tiempo pintando el exterior de la casa, ahora tenía mejor aspecto, también rapáramos el techo del granero y pintamos el exterior barnizándolo después, estábamos casi terminando cuando oímos una voz algo socarrona, que se acercaba, Brad me dijo: ¡Déjalo, no le hagas caso, es Mel de una granja próxima! El tal Mel estaba cada vez más cerca, vi su sombra reflejada en la puerta del granero y dijo: ¡Mira que bien, ha vuelto mi putita y ha traído consigo una putita nipona! Mientras soltaba esas últimas palabras sus manos apretaron nuestros culos por encima de la raja del pantalón, apretaba con fuerza el muy cabrón, riéndose a carcajadas, sin girarme solté el pincel y le di un codazo fuerte bajo su esternón, se quedó medio doblado me giré poniendo mis dedos bajo su cuello por encima de la nuez y siendo el más alto lo levanté en vilo y lo lancé al interior del granero mientras le decía: ¡Hey borracho follacabras, me tienes hasta los huevos con tus chanzas!

Brad estaba sin palabras, pero yo ya había entendido, entró detrás de mí, Mel estaba espatarrado sobre unas balas de heno medio aturdido, me abrí el pantalón y comencé a orinar sobre él mojándole la ropa, mirando a Brad le dije: ¡Hazle callar, méate dentro de él! Brad le apretó la nariz obligándole a abrir la boca y metió su polla dentro mientras soltaba su meada, Brad apretaba la cabeza de Mel obligándole a tragarse entera su polla, giré su cuerpo ligeramente colocándolo de costado y palmeé su culo varias veces, entonces me percaté que Mel se estaba meando dentro de su pantalón y su verga estaba dura porque se remarcaba en el pantalón, puse mi mano sobre su pantalón mojado acariciando su dureza, separé el cinturón abriéndole el pantalón bajándole la prenda hasta la mitad de los muslos, terminé girando su cuerpo dejándole boca abajo, él ahora sujetaba la polla de Brad y la mamaba con ansia gimiendo, me masturbé un poco y comencé a penetrarlo, se quejó un instante pero continuó chupando la verga de Brad, mis arremetidas continuadas le hacían gruñir de placer, puse mi mano cogiendo su verga y mientras lo empotraba mi mano lo masturbaba, sentía a punto mi placer y estallé gimiendo de forma sonora mientras él terminaba soltando su semen entre mi mano mojando el heno, el sonido gutural que soltaba era debido a que casi se atragantaba con la corrida de Brad dentro de su boca.

Nos arreglamos la ropa y entonces le dije: ¿Sí alguna vez te apetece cenar con nosotros ven a las 20 h.? Y tomando los pinceles continuamos con nuestro trabajo en el exterior, al poco Mel salió medio tambaleante, nos miró sonriendo y se fue, no parecía enfadado incluso parecía más jovial. Realmente era bastante apuesto, cara muy angulosa, moreno, ojos color café, barba de dos días, alto y delgado, la ropa se ajustaba bastante a su cuerpo, más bien parecía un matón. Entonces riendo le dije en voz alta: ¡Hasta más ver! Él sin girarse saludó con la mano.

Brad comenzó a hablar, pero lo detuve diciéndole, que sabía lo ocurrido entre ellos, él dijo: ¿Cómo? Acaricie su linda cara susurrándole: ¡Hace muchos años conocí a un joven, Neil, con una mente privilegiada y me enseñó a leer entre líneas además de otras  cosas! Ese fin de semana los niños estaban con su abuela en Darwin y casi a la hora de cenar apareció Mel, al entrar se presentó diciendo: ¡Mi nombre es Melvin, pero todos me llaman Mel y siento haberte ensuciado la polla! Yo estrechando su mano respondí: ¡Yo soy Roichi y sí soy hasta ahora su putita nipona! Entonces sonreí mirándole de arriba abajo, asentí con la cabeza mientras le decía: ¡Eres espectacular, lo tienes todo, no entiendo… tú proceder! Brad estaba pendiente de nuestra conversación y soltó: ¡Primero cenamos algo ligero y hablamos después! Realmente Brad cocinaba muy bien, la cena aunque ligera fue muy buena y le felicitamos, noté que Mel cuando hablaba con Brad bajaba la vista.

Más tarde nos sentamos en el sofá y Mel me contó: Soy el menor de cuatro hermanos varones, yo vine al mundo 10 años después que el último de ellos y desde muy joven me forzaron uno tras otro, incluso a veces los tres al mismo tiempo, siempre me llamaban ¡Su putita! Brad era mi amigo y compañero de la escuela, además de vecino de fincas, yo notaba que él me miraba embelesado y empezamos con juegos y finalmente le hacía lo mismo que mis hermanos a mí, me hacía sentir con más poder, pero por las noches lloraba en la cama mientras me penetraban pensando en lo que yo hacía con Brad, pero cuando estaba con él me sentía poderoso. Continuó diciendo: ¡Una vez que se cayó de un árbol rompiéndose el brazo y la pierna, no vino al colegio, yo lo echaba de menos, no sabía el motivo, venía a verlo a su cuarto pero ya no era lo mismo y dentro de mí había mucha confusión, sentía algo por él, pero al recuperarse volví a las andadas follándole cuando me apetecía, él nunca rechistaba ni se revelaba y yo me auto convencía que él lo deseaba! ¡Realmente lo siento Brad, me  aproveché de tus sentimientos hacia mí, pero me gustaba estar dentro de tu culo o en tu boca!

Brad puso su mano sobre la de Mel diciendo: ¡Yo te idolatraba, sentía algo por ti y no sabía lo que era, pero no me importaba lo que me hicieras, siempre que estuvieras conmigo, al principio lo pasé mal, lo reconozco, pero más tarde deseaba nuestros breves encuentros aunque yo quedara insatisfecho, eras egoísta, en cuanto terminabas te dabas prisa en dejarme tirado donde estuviéramos y eso me dolía más que tus empujones dentro de mí, pero nunca te lo dije, te quería demasiado! Tomé la mano de Brad poniéndola sobre la abultada entrepierna de Mel y dije: ¡Esos malentendidos se pueden solucionar! Yo agachado delante de ambos con mi mano sobre la de Brad apretábamos la verga de Mel y lentamente separé mi mano para abrir el pantalón de Brad saqué su verga y los huevos apoyados sobre el calzoncillo, estaba bien dura, mi boca fue instintivamente a esa dureza engulléndola suavemente, él gimió mis manos acariciaban sus genitales rotundos, me gustaba su aroma, olía a macho recién duchado pero era una delicia, mi boca continuaba subiendo y bajando, alargué el brazo cogiendo el cuello de la camisa de Mel forzándole a inclinar su cabeza junto a la mía, por vez primera sacó su lengua pasándola por el tronco de la dura verga de su amigo y lentamente cada uno a un lado comenzamos a lamerla y Brad gemía satisfecho.

Mi mano abrió el pantalón de Mel sacando su polla al exterior como la de Brad, me puse entre sus piernas cogiendo esa hermosura tan tiesa y dura, mi boca se deslizó hacía abajo tragándomela hasta el fondo, él gimió, mientras chupaba su verga deslicé sus pantalones hasta los tobillos, le quité el calzado y calcetines junto al resto de sus prendas quedándose desnudo de cintura para abajo. Mis dedos buscaron su agujero frotándolo con intensidad al ritmo de mi mamada, lentamente se abría, ahora me puse frente a Brad haciéndole lo mismo que a Mel despojándole de su ropa, instantes después les quité la camisa a ambos, yo me iba desnudando al mismo tiempo, entonces besé a Brad con ternura haciendo que Mel se incorporara para vernos, acercó lentamente su cara a la nuestra y juntó su boca con las nuestras, lanzó un largo suspiro y cada vez su boca saboreaba las nuestras con impaciencia, pero se fue acompasando a nuestro ritmo, sus primeros besos  algo tímidos ahora eran más potentes y su verga entre mi mano comenzó a temblar de gozo soltando su semen sobre su duro vientre y mi mano, lo mismo le ocurrió a Brad, que terminó llenándose de semen su vientre, separé mi boca y engullí una verga tras otra limpiándolas, después lamí su semen sobre sus cuerpos, ellos se besaban acariciándose el cuerpo y la cara, estaban embelesados mutuamente.

Me incorporé frente a ellos masturbándome apretando mi verga entre sus bocas soltando mi semen entre los labios de ambos, continuaron besándose lamiendo mi semen de sus bocas, me aparté sentándome en el sillón individual mirándoles, todos esos años desperdiciados por un maltrato fraternal y puro egoísmo se habían eclipsado de repente, eso me complacía pero indicaba mi breve tiempo allí entre ellos. La verga de Brad seguía dura entre mi mano, tiré de él colocando su cuerpo frente a su amigo Mel, levantó las piernas de éste al tiempo que deslizaba su culo más afuera del sofá y lo penetró de una fuerte estocada, los dos gimieron, mientras lo penetraba coloqué las piernas de Mel alrededor de las caderas de su amigo y yo me senté sobre su polla, que se había endurecido de nuevo, cuando Brad lo embestía mi culo bajaba clavándose la verga de Mel, su boca lamía mis tetillas mordiéndolas después, entonces noté que me llenaba el culo con su semen, yo apreté su boca sobre mi tetilla gimiendo de placer.

Lentamente me levanté de esa hermosura de polla bajé del sofá poniéndome detrás de Brad, mi dureza le sorprendió al entrar de un solo empujón, gimió inclinando su cuerpo sobre su amigo de infancia, sus bocas se buscaron con ansia, mientras él movía sus caderas adelante y atrás, follaba y se follaba con fuerza, finalmente ambos estallamos dentro de los culos, yo en el suyo y él en el de Mel. Al separarnos nos quedamos sentados sobre la alfombra, Mel se inclinó acariciando nuestras caras y mirándome dijo: ¡Gracias, esto es disfrutar del amor y no lo que sufrí e hice sufrir! A esto último mirada candorosamente a Brad.

Brad preparó unas copas de bebidas fuertes que bebimos lentamente, Mel miraba a su amigo y después a mí, sus pulmones se hinchaban captando el aire de erotismo de todos, parecía satisfecho, como un gato tras cazar a un ratón, tomó un sorbo de la bebida mirando el reloj de la repisa y dijo: ¡Es bastante tarde! Brad con cara apesadumbrada dijo: ¿Ya te tienes que ir? Añadió: ¡Podrías quedarte a dormir, si tú lo deseas! El aludido nos miró y asintió con la cabeza.

Subimos a la habitación allí los tres ya desnudos nos tumbamos en la cama e hicimos de nuevo el amor, nos penetramos los tres terminando de nuevo dentro de nuestro culos, rendidos quedamos tendidos sobre la gran cama, yo continuaba con la sensación de ser observado constantemente, ya en el granero, como en el salón y ahora en el cuarto, pero el agotamiento me vencía y cruzando mi brazo sobre mi cara me quedé en duermevela, mis compañeros de sexo a mi lado boca arriba Brad y cubierto por medio cuerpo estaba Mel boca abajo sobre su antiguo amigo, la sensación cada vez era más potente me sentía vigilado, pero el cansancio pudo más y cerré los ojos, mi cuerpo relajado boca arriba, lentamente entré en un sopor placentero. En ese estado pasado un buen rato noté un ligero cosquilleo entre mis piernas, un cálido aliento se paseaba sobre mi cuerpo deteniéndose sobre mi verga, unos labios húmedos la capturaban dentro de una boca chupándola con ligereza al tiempo que una mano la mantenía erguida apretándola, ese placer recorría mi columna vertebral de arriba abajo, mi polla se endureció de nuevo, entonces esa boca lamía mis huevos y deslizaba su lengua buscando mi ano, separó mis piernas poniéndolas dobladas  sobre la cama, notaba una sensación fantástica de succión en mi ano, unas manos separaban mis nalgas abriéndose paso, yo gemía ligeramente, notaba un cuerpo deslizarse sobre el mío,  también notaba una verga palpitante entre mis piernas, con suavidad me fue penetrando, esa verga era enorme, no era de mis amigos, notaba cada movimiento penetrándome, dolía pero eso no importaba en ese momento yo estaba en tránsito, un cuerpo cálido se puso sobre el mío, notaba su agitada respiración, sus labios sobre mi boca succionaban mi aliento, su aroma a salitre parecía muy juvenil y muy placentero gemía en mi oído mientras empujaba una y otra vez su polla en mi culo, poco a poco su boca acallaba mis gemidos, al principio muy tímidos pero poco después con más intensidad, esa boca me enervaba hasta lo más infinito, por mi cabeza pasaron imágenes la ternura de Brad penetrándome y Neil con su inmensa polla en Berlín taladrando mi culo una y otra vez, gemí corriéndome sobre mi vientre, mi cuerpo temblaba de placer, entonces noté una inundación dentro de mi culo, me llenaban de semen, esa verga también temblaba dentro de mi ano soltando su semen, con la misma lentitud se fue retirando, lo mismo que su cuerpo sobre el mío, unas manos levantaron mi trasero y una boca succionó el semen depositado en ese momento, esas manos separaban mis nalgas accediendo bien al ano, sentí unos dedos penetrarme donde antes estaba esa polla mientras esos labios chupaban con ansia mi verga ¡Joder, esos dedos me llevaban al clímax, como la verga anteriormente! Y mi polla reventó soltando mi semen dentro de una desconocida boca, los dedos daban tanto placer que mi semen continuaba saliendo en gran cantidad a pesar de haber tenido tres finales con nuestros durmientes amigos.

Algo más tarde una polla muy oscura forzaba mi boca, entraba dulcemente hasta casi atragantarme retirándose poco después y volvía al ataque.La suavidad de esa polla me excitaba, la necesitaba bien adentro de mi boca y finalmente me llenó con su semen de nuevo, me costaba tragármela pero finalmente mi boca quedó libre para continuar chupando esa bonita verga, mi mente divagó corriéndome de gusto sobre mi plano vientre y poco a poco me fui relajando quedando dormido de nuevo pero esta vez profundamente satisfecho, me pareció escuchar una dulce voz diciéndome; ¡Me gustas, te deseo y confío en ti, la próxima vez seré tuyo!

Ya de madrugada nos levantamos todos, yo estaba más agotado, como si me hubieran exprimido, les veía contentos y eso me dolía, Brad se me escapaba de las manos volviendo con su amor de juventud, yo me sentía algo vacío y apático, mientras desayunábamos sonó el teléfono, Brad respondió asintiendo a través de la línea, al colgar el aparato mirándome dijo: ¡Han llamado del Banco Central de Darwin, tienes un ingreso en tu cuenta y tienes que personarte allí! Levantando la cabeza les pregunté: ¿No habéis tenido la sensación de ser observados en todo momento? Mel sonriendo dijo: ¡Debe ser mi “Sombra”! Añadiendo: ¡Su nombre es Naam, cuando hubo el bombardeo en Darwin y las islas cercanas, trajeron a refugiarse niños de todas las edades, que estaban en la Escuela Misión, pasado un tiempo los padres aparecieron llevándose a sus hijos, solamente quedó él, huyó para que no lo llevaran de nuevo! ¡Mi madre siempre le deja ropa limpia cerca de la casa y comida a diario, luego aparece el plato vacío y de vez en cuando un atado con la ropa sucia, todos los chicos eran aborígenes o mestizos, creo que él era de estos últimos y ahora deberá tener unos 19 o 20 años y parece gustarle vigilar mis movimientos! Resopló diciendo: ¡Puedes llevarte mi camioneta, yo ayudaré a Brad en la casa, en la nuestra no me necesitan, así os puedo echar una mano! Yo asentí agradeciéndole el gesto.

Poco después yo partía con la camioneta camino de Darwin, unos cientos de metros más adelante tuve otra vez la sensación de ser observado y hablando conmigo mismo dije: ¿Naam, siempre te esconderás de mí? Una suave voz respondió: ¡Roichi, sabes que soy “Sombra” y si me miras a los ojos tu vida corre peligro! Yo dije: ¿Cómo es eso, explícamelo? Y él continuó diciendo: ¡Toda la gente que me ha querido, deseado u amado, han tenido un final temprano, mis abuelos, mis padres y hermanos, mis tutores y algunos compañeros, también algunos sacerdotes de la Escuela Misión, allí me enseñaron todo lo que sé, pero todos han desaparecido! ¡El primer día que te vi quería mirarte, eras un japonés enemigo en la guerra, deseaba hacerte desaparecer pero entonces estabas con los niños jugando sin importarte su distinto color y cambié de parecer! Yo le pregunté: ¿Y por qué seguías a Mel? Me pareció que sonreía y añadió: ¡Tenía que aprender más cosas y siguiéndole supe que se emborrachaba constantemente, a veces lo veía espiar la casa de Brad, primero pensé que pretendía causarle daño, pero cuando lo vi penetrándole con fiereza entendí que estaba enamorado de él! Respiré hondo diciendo: ¿Y ahora qué, vas a mirarme a los ojos? Con rapidez dijo: ¡Nooo, para nada!

Y llegamos a Darwin fui al Banco sin pensar en Naam, casi una hora después salía de allí, encontré una tienda de ropa y compré unas prendas nuevas y también camisetas, unos sombreros, además de unos pañuelos de gasa, deambulé un poco por la ciudad mirando algunos locales y tiendas comerciales, estaba feliz mis amigos no se habían olvidado de mí, pero el télex en mi bolsillo me intranquilizaba, tenía miedo a abrirlo, a lo lejos miré el puerto recién reconstruido y decidí subir a la camioneta, al arrancar noté un golpe en la caja trasera, pensé en Naam y dije: ¿Estás bien? Él asintió a través del retrovisor solamente pude discernir una larga cabellera bastante oscura. A mitad de camino entré en un recodo lleno de arboleda y paré el motor, Naam dijo: ¿Por qué has parado? De las bolsas saqué dos pañuelos estampados, enrollé uno colocándomelo en el cuello, repetí lo mismo con uno de tonos rojizos y dije: ¡Naam, anoche me viste desnudo y me hiciste el amor, yo no me resistí, ahora cúbrete los ojos con el pañuelo y déjame admirar tu cuerpo, después podemos hacernos el amor con los ojos vendados los dos y nuestros cuerpos reaccionaran solamente al sentido del tacto! Una mano tiró del pañuelo y al poco dijo: ¡Tengo los ojos cubiertos!

Subí a la caja de la camioneta, lentamente aparté la lona con la que él se cubría y al verlo exclamé: ¡Oh, Dios Santo! Naam parecía nervioso, puse mi mano sobre la camiseta de tirantes del joven, su corazón palpitaba alocado, mi mano paseó por su brazo acariciando su mano y sus dedos, dos de ellos los llevé a mi boca lamiéndolos, mi otra mano acariciaba unos gruesos labios, su cara algo angulosa con una nariz algo respingona pero algo más gruesa, su melena tan oscura tenía ondulaciones y era de una suavidad extrema, el tono de su piel, era algo tostada como si hubiera tomado mucho sol, la camiseta de color militar estaba algo gastada y el pantalón era más grande de su talla, lo llevaba sujeto con un cinturón gastado y no llevaba calzado, le fui quitando la camiseta y también el pantalón, puse bien la lona colocando su desnudo cuerpo sobre ella, mi corazón latía con fuerza, ése joven era una hermosura, su oscura verga ya estaba bien dispuesta, incliné mi cuerpo sobre esa zona oliendo al joven y fui subiendo absorbiendo el aroma que desprendía Naam, me puse a su lado y mientras cubría mis ojos dije: ¡Tengo la mirada cubierta! Él alargó su brazo palpando mi cara, notó mis ojos cubiertos con el pañuelo y su mano se deslizó por mi cuello sujetando la camisa, sus dedos intentaban separar los botones, pero le resultaba difícil y yo impaciente di un tirón a la camisa saltando casi todos los botones y me despojé de la prenda, ahora sus dedos abrían mis pantalones, le ayudé sacándomelos y me puse entre sus piernas lamiendo su polla, tan gruesa y larga, era un verdadero manjar, mientras mi mano sacudía la mía masturbándome.

Mis labios fueron subiendo mientras me tumbaba sobre el cuerpo de Naam y buscaba su boca, nos fundimos en un caluroso beso, sus manos apretaban mis nalgas al tiempo que de vez en cuando paseaba sus dedos por la raja de mi culo, esas caricias me excitaban, pasé mi cuerpo por encima del suyo poniéndome detrás de su espalda, ahora estábamos de costado, sujeté mi verga y comencé a penetrarlo, él susurraba: ¡Ay, Ay, Roichi me duele mucho, Ay, Ay! Giré su cara buscando su boca diciéndole: ¡Naam será solamente al principio, pero si quieres me retiro! Entonces su brazo hacia atrás apretó mi trasero contra el suyo clavando mi polla por completo de forma brusca, su boca se apretaba contra la mía, yo notaba su respiración muy agitada y sus labios me devoraban con fuerza, mi verga clavada palpitaba en  su interior, estaba tan ajustada que parecía envuelta en un guante y con cuidado la retiraba un poco entrando de nuevo, de esta forma sus primeros quejidos estaban cambiando por gemidos, cogí su polla notándola húmeda de las primeras gotas de placer.

Hice que levantáramos nuestros cuerpos sin sacar mi verga de su culo, lo dejé de rodillas con sus manos sobre la rueda de recambio detrás de la cabina de la camioneta y yo detrás suyo lo cabalgaba cada vez con más y más potencia, él gemía sonoramente y yo igual, mis manos sujetaban sus caderas mientras su cuerpo se desplazaba con cada empotramiento de mi polla, besaba su nuca, su cuello buscando su boca, nuestras lenguas pugnaban entre sí, finalmente estallé dentro de él llenándole con mi semen, mi mano le masturbaba con fuerza, salí de su culo sentándome en el suelo  delante de su polla endurecida y sujetándola con fuerza la fui chupando, con tanta avidez, que pocos minutos después terminaba llenándome la boca con su semen, que lentamente fui tragando, continué chupándola dejándola limpia y al terminar me puse detrás de él de nuevo lamiendo mi propio semen que salía lentamente de su ano.

Le acerqué la ropa para que se vistiera y yo hice lo mismo diciéndole: ¡Me voy a quitar el pañuelo de los ojos, así podré conducir! Respiré hondamente y añadí: ¡Siento haberte hecho daño! Le besé el hombro y fui a la cabina atándome la camisa con un nudo en la cintura, mi pañuelo de tonos azulados quedó atado alrededor de mi cuello, poco después llegábamos a la casa de Brad. Me despedí de Naam en un susurro y entré en la casa, allí no había nadie, salí por detrás y los encontré arreglando unos cercados ahora vacíos, iban en pantalón corto y sin camisa, estaban sudorosos, sus cuerpos bronceados remarcaban cada musculo de sus cuerpos, me acerqué a ellos saludándoles, pararon secándose el sudor de la cara y le dije a Brad: ¡Pedí ayuda a un amigo e hizo un ingreso en mi cuenta de bastante dinero, como para arreglar toda la finca y ponerla en marcha de nuevo! Brad dijo: ¡Eso cuesta un montón de dinero! Yo sonriendo añadí: ¡Creo que sobrará algo más, el ingreso es de un millón de dólares! Ambos soltaron un silbido y les dije, que Otto lo había ingresado, entonces recordé el télex en mi bolsillo y lo saqué para leerlo, era de Otto y decía:

Querido Roichi, lamento no poder ayudarte más, estoy arreglando el castillo familiar y las tierras junto a mi amigo Ruark, pero un buen amigo nuestro sí ha podido hacerte el ingreso, ¿Te acuerdas de Neil Weiss? Por cierto su nombre es Noel Weiss y ha ayudado a muchos de sus amigos, no sé si te suena un grupo llamado “Bastards” que causaron estragos durante la guerra, pues él era un agente doble de inteligencia, pero también salvó a mucha gente de ambos bandos y fue reconocido por Berlín y Londres, además en París también fue reconocido como un héroe, le di tu dirección, ya que me insistía en ello, espero verte pronto. Tuyo. Otto.

Yo estaba pálido de asombro ante tal noticia, así, que el dios nórdico Neil, ahora Noel era también nuestro benefactor. Brad y Mel preguntaron por el tal Neil y yo les conté nuestras correrías en Alemania con Otto, Dima y Manfred, les dije a mis amigos la enormidad de su verga, ellos apenas podían imaginárselo pensaban que yo exageraba, entonces señalé mi verga que se había endurecido solo con pensar en él y me creyeron. Mel se puso delante bajándome el pantalón y Brad detrás ambos agachados, uno lamía mi polla y el otro preparaba mi culo para recibir una o dos  estocadas y así fue, me follaron los dos llenándome el culo con su semen y luego se peleaban para tragarse el mío, finalmente caímos los tres dentro del abrevadero.

Esa noche en mi habitación recibí la visita de Naam, al notar su presencia subí el pañuelo cubriendo mis ojos para su tranquilidad, me poseyó tres veces seguidas cambiando de postura, durante la última le dije: ¡Naam, no te enfades, pero me gustaría mirarte mientras me haces el amor, aunque fuera lo último de mi vida, quiero ver tus ojos al penetrarme! Y bajé el pañuelo de mis ojos mirando directamente a los suyos, de un color entre azulados y violetas, una rara combinación, que aumentaba su atractivo, acerqué su cara a la mía besándole los dos ojos terminando uniendo mis labios a los suyos, que me devoraban como siempre y yo estaba feliz, él me hacía feliz y mis amigos también, me habría gustado gritar de felicidad.

Al poco tiempo Naam se hacía visible para los tres, mientras la granja se terminaba de reconstruir, en los cercados había animales de todo tipo y teníamos gente trabajando los campos, también de los animales.

Cinco meses después apareció Otto con su amigo Ruark, se quedaron casi un mes con nosotros y todos disfrutamos de nuestros cuerpos, éramos tres parejas, Brad con Mel, Otto con Ruark y Naam conmigo. La granja mejoró con el tiempo, las cosechas fueron muy buenas y con los animales hubo beneficios, avestruces, ñus, vacas, cerdos, ovejas, gallinas, conejos, mulos y caballos. Habíamos construido una piscina en la parte trasera, pero también unos aljibes en el subsuelo para tener agua en caso de sequía.

El amor que sentía por Naam era correspondido por él y a veces en cualquier parte de la finca nos rozábamos y terminábamos haciéndonos el amor y de esta manera fueron pasando los años, pero aún tengo en mi memoria la cara de los cuatro cuando recibí un paquete un mes después del télex con el ingreso bancario, era un paquete bastante pesado y al abrirlo sobre la mesa del comedor, todos nos quedamos de piedra, un enorme lingote de oro, con un sello encima, con su numeración correspondiente, el sello era del Rey Gustavo V de Suecia, bajo la lámpara brillaba como el sol, tomé la carta adjunta y la leí en voz alta, en ella hacías hincapié en usar como garantía de préstamo el lingote y adquirir unos terrenos en la cercana zona de Kimberley, allí La Gran Barrera de Coral se traducía en posibles joyas tras la extracción del coral, pero en escala cuidada. Te quiero. Noel.


Solo yo te había conocido años atrás, pero lloramos los cuatro, cuando relatabas todas las cosas ocurridas a tus amigos y algunos también míos. Pero no pusiste dirección alguna para contestar y Otto no me la quiso dar, por eso estoy en deuda contigo Noel. Brandon y Noel enfrente nuestro en el restaurante sonrieron, mientras  Noel respondía: ¡Esa deuda se puede saldar ahora, nos damos un buen revolcón los cuatro y listo! Y los cuatro nos reímos ante tal salida que lloramos de alegría, los malos momentos se habían esfumado y realmente no me disgustaba para nada saborear de nuevo esa magnífica polla de Noel… Y esa tarde tanto Brad como yo disfrutamos con las folladas de Brandon y Noel...

Continuará.