Barbara, la reina del incesto. Capítulo 2

Mi vida de coneja. Primera parte

Hola, hoy voy a contaros mis partos, mi vida de puta coneja desde los 18 años. Sigue mi hija “la zorra” escribiendo, entre sus patorras está el pervertido de su padre comiéndole la gran vulva que no deja de rezumar flujos blancuzcos. Conmigo están hoy mis padres y mi nieto/hermano Tony. Mi padre me está ordeñando literalmente, estoy lanzando chorros de leche sobre mi madre que está a cuatro patas desnuda en el suelo comiéndome el gran coño. La estamos bañando de leche.

Detrás de ella está mi nieto Julián de 22 años, es  el último hijo de mi madre y de mi hijo mayor, y tiene la virtud de que siempre tiene la polla tiesa. Está follándose a su madre por detrás. El hijo puta puede aguantar horas sin que se le baje corriéndose hasta 10 veces por lo menos.

Bueno vamos al lio, a ver cuánto aguanto sin correrme, porque mi madre y mi padre me están poniendo a 100 y la zorra de mi hija no sé cómo estará escribiendo con las lamidas de su padre.

Como ya dije, desde pequeña veía a mis padres incestuosos follar, a partir de los 15 años aquello empezó a calentarme y siempre procuraba espiarlos. Además pillé a “la puta” follando con extraños que traía a casa cuando no estaba papa. A partir de entonces descubrí que me picaba un bultito que me había salido en la parte alta del chocho. A mis 15 años ya estaba desarrollando mis tetitas y culo. Así que descubrí como hacerme pajas.

Más adelante a falta de las pichas que le metían a mamá empecé a meterme los dedos, y luego plátanos y verduras. Así seguí hasta que a los 17 años me vino la regla y mi cuerpo se transformó en una adolescente con un cuerpazo. Mi coño a base de meterme cosas ya era grande y profundo, conseguía meterme hasta pepinos.

Así fue como me pilló un día en la cama mi madre con un pepino en el coño. Como teníamos confianza me explicó cosas del sexo y como masturbarme. Yo, caliente y lanzada le pregunté que si mi padre querría meterme su gran polla. Ella me dijo en esos momentos que también era su padre, lo que me calentó tanto que me corrí delante de ella. Mamá me dijo que le metiera mano a mi padre, que lo provocara como ella hizo cuando era como yo, ya que él no me iba a meter mano por su iniciativa.

Así fue, una noche que mi madre estaba puteando por ahí, pille a mi padre en su cama haciéndose una paja, tenía 50 años y una polla hermosa. Me lancé sobre ella y me puse a mamarla, se llevó una sorpresa, pero mayor fue la de ver cómo me cabía en mi coño de 18 años su nabo de 24 cms. Ya entonces tenía la vagina profunda.

A partir de entonces follamos juntos o con mi madre, que curioso: follando con su hija que tuvo con su madre y con la hija que tuvo con su hija. Al mes ya estaba preñada. Siempre he sido muy rápida en embarazarme. Mi padre dice que veo unos calzoncillos de hombre y me quedo preñada.

Nueve meses después, con 18 años, tuve mi primer hijo. Juan, el más gamberro y follador de todos mis hijos machos como ya os iré contando. Ahora tiene 34 años.

Unos meses después conocí a mi marido, era un chaval con 5 años más que yo. Yo ya estaba salida y cuando me enamoré empecé a follar con él, me fascinó el pedazo de pene tan grande que tenía, “la ostia puta”, le medía 30 cms. Entonces no podía metérmela entera, fue después de parir varios hijos, con veintitantos años. Andrés mi marido es un pervertido, le gusta todo, pero todo lo relacionado con el sexo, es un guarro, ya os contaré.

Con 20 años me preño y nos casamos, tuve con él una niña, la más zorra de mis hijas, eso, “la zorra”. Ahora tiene 32 años y es la que está escribiendo. Por cierto la estoy mirando y veo que mientras el guarro de su padre se traga sus flujos, ella se ha quitado uno de sus zapatos de tacón y le está frotando con el pie el vergajo que tiene en el suelo, haciéndole una paja.

Paro un momento, luego sigo porque entre que mi zorra se está corriendo, los magreos que me da mi padre en las tetas y que mi madre me está mordiendo mi enorme pipa: me voy!

Mi nieto/ hermano ya se ha vaciado 4 veces dos en el culo de “la puta” y dos en el coño. Mi madre está empapadita de la leche de mis tetas. Ahgggg, puta, que bien me comes la pipa!.

Bueno, ahora que veo que mi hija se ha recuperado del orgasmo vamos a seguir contando mi vida de coneja. Ahora hemos cambiado de posición. Yo sigo estando sentada en el butacón me he quitado la ropa por el calor de la corrida. Ahora mi padre está entre mis piernas abiertas comiéndose mi conejo. Le encanta mordérmelo y lamérmelo mi gran vulva, cómo disfruta el cabrón, desde que era chica. Mi madre está tras el tirándole del pene morcillón entre las piernas chupándole los huevos y el capullo. Y detrás de mi madre sigue mi incansable nieto/hermano ahora dándole por el ano. Ana sigue escribiendo y ahora su padre, mi marido le está enchufando el vergajo morcillón en la boca. Ella lo chupa mientras escribe y su padre le magrea una de sus enormes tetas de vaca.

Después de la zorra, con 17 años tuve un gangbang con seis tíos más de su edad más o menos 47 años, poco después de parir a la zorra, donde se dieron una pechá de leche de mis tetas. Total que me preñaron y claro, no sabemos cuál de los siete es el padre. De ahí nació mi hija Cristina, que ya os presenté.

Es la única hija que me ha salido lesbiana. Mira que han intentado darle rabo mi padre, mi marido y mis hijos, pero nada, no le gusta, le van las tías, pero les va mucho. Como las mujeres de la familia casi todas no le hacemos ascos a un buen bollo, pues follamos con ella desde que tenía 14 años.

Cristina es un pibón, es guapa y femenina, no se le nota que es tortillera. Nos come los coños como nadie y no le importa hacérselo a sus hermanas, a su madre o a su abuela. Tiene la habilidad de que cuando se corre lanza chorros de líquidos, es decir, tiene eyaculaciones femeninas poniéndonos chorreando cuando se corre. Se ha especializado últimamente a follarnos haciendo las tijeras y cuando llega al orgasmo nos introduce los chorros de sus líquidos en los coños. A mí me gusta bebérmelos comiéndole su chocho, está bueno, sabe como a semen pero más dulce. Cristina tiene ahora 30 años.

Cuando yo tenía 19 años tuve un hijo con mi marido y este también nos salió homosexual. Se llama Mario y ahora tiene 28 años. Mira que he intentado provocarlo pero nada. Incluso me he tirado media hora mamándole la polla pero no se empalma con las mujeres. Como los machos de la familia son muy machos no quieren nada con él. Pero ha encontrado el consuelo dentro de casa con su madre y su hermana Paqui de  22 años pues las dos nos gusta darle por el culo con una polla de arnés. Pero como más lo calientamos es metiéndole el brazo hasta el codo en su culo, el cabrón se corre sin tocarse.

A los 21 años tuve a mi hijo Cristóbal, también fue con mi marido. Ahora tiene 26 años, pero se fue de casa con 18 años. Es quizá mi hijo más mojigato y religioso. No aceptaba nuestras relaciones. Nunca hemos obligado a ninguno de nuestros hijos. Siempre hemos esperado que ellos nos metieran mano, claro que tampoco nos hemos escondido de ellos estando desnudos delante de ellos desde chiquititos e incluso follando a veces. De vez en cuando viene a vernos previo aviso porque nos quiere ver follando.

A los 23 años tenía un jardinero que estaba buenísimo. Era negro. Yo le noté un buen bulto en la entrepierna y lo seduje. No veas que pollón tenía, pero me lo metió entero el bruto. Me preñó y tuve un hijo negrito como su padre. Se llama Pepe y ahora tiene 24 años. Tiene una tranca gorda y grande 26 cms, pero sobre todo gorda. Desde los 15 años empezó a follarme, yo tenía 38 y me vino de vicio porque con esa edad ya tenía el coño enorme y con su tronco me lo rellena perfectamente.

A los 25 años tuve a Paqui, la guarra, como nosotros le decimos cuando estamos en faena. Habréis visto que casi todos tenemos un mote en la familia, nos llamamos así cuando estamos follando, luego en casa y en la calle nos llamamos por nuestros nombres. A lo que iba, Paqui, también hija de mi marido, es una chica morena  y rellenita, una chubby como le dicen en el porno, pero muy bonita. Es la mas…, bueno lo contaré más adelante porque pienso dedicarle un capítulo entero a ella. Ahora tiene 22 años.

A los 27 años mi primer hijo, Juan ya tenía 14 años, y como ya dije es el más salido, ya llevaba dos años follado con su madre y su abuela. Total que poco después de parir a Paqui, el hijo puta me preñó cuando todavía no había pasado la cuarentena. La verdad es que casi nunca he respetado la cuarentena, normalmente al mes ya follaba cuando era joven, y ahora a los diez días de parir ya me la están metiendo. Mi coño se repone muy rápido. Además que no puedo esperar tanto tiempo sin follar, ostias.

Pues bien mi primer hijo me fecundó y tuve a los 27 años por primera vez gemelas dos de una vez.  Barbi y Juani, por su madre y por su padre. Ahora tienen 20 años y follan con nosotros desde los 18, estas fueron más tardías. Lo que hace una lo hace la otra, y además les gusta follar las dos juntas con los otros. Tampoco le hacen ascos a tortillear las dos juntas. Es una delicia hacerlo con dos chicas guapísimas de 20 añitos.  Suelen está mucho tiempo con su padre hermano, salen con el como trio, mi juan presume de ir con sus dos hijas y acostarse con ella.M

A los 29 años parí otro hijo de mi marido, es el único que nos ha dejado de hablarnos, cuando tenía 17 años se fue de casa y nunca tuvo relaciones sexuales con la familia. Le echo de menos, soy su madre. Se llama Rafael.

Voy a tener que dejarlo porque mi hija, la zorra ya se está corriendo otra vez. Veo como le chorrea el coño sus jugos blancos cayendo al suelo. El salido de su padre se está corriendo en su boca y le tiene las tetas alargadas y aplastadas a lo bestia. Por mi parte también estoy a punto de venirme porque mi padre me está chupando la pipa. Yo estoy estrujando mis pechos echándole leche a mi padre para que la beba junto con mis flujos. Mi madre le está ordeñando el rabo ya tieso a mi padre mientras se corre con los pollazos que le está dando el multiorgasmico Julián, su hijo. Creo que ya se ha corrido 8 veces, la “puta” tiene que tener el coño y el culo llenos de leche.

Mañana seguimos, Aaaaaadios, ah, ah. Me corro. Traga papá , traga.