Barbara, la reina del incesto. Capítulo 10

Maratón Sexual. Primera parte

Soy Inma, la autora, vuelvo a introducir una guía de los personajes para orientar a los lectores. Gracias.

  • Antonio, 82, padre de Bárbara
  • Isabel, 67, hija de Antonio
  • Bárbara, 52, hija de Antonio e Isabel
  • Andrés, 57, marido de Bárbara

Los hijos de Bárbara:

  • Juan, 39, hijo de Antonio
  • Ana, 37, hija de Andrés
  • Cristina, 35, padre indeterminado
  • Mario, 33, hijo de Andrés
  • Pepe, 29, hijo del jardinero negro
  • Paqui, 27, hija de Andrés
  • Loli, 19, hija del entrenador personal

Los nietos de Bárbara:

  • Julián, 22, hijo de Isabel y Juan
  • Tony, 24, hijo de Ana y Antonio
  • Luís, 17, hijo de Ana y Andrés
  • Pepi, 15, hija de Ana y Pepe

La nueva familia:

  • Miguel, 55, hijo de Vicenta
  • Vicenta, 75, madre de miguel
  • Paca, 25, hija de Miguel y Vicenta

Las amigas:

  • Ksenia, 27, amante de Paqui
  • Alicia, 49, amante de Tony

CAPÍTULO 10. MARATÓN SEXUAL. Primera parte.

Hola, soy Bárbara. Hoy es mi 48 cumpleaños. Llego a casa de dar un paseo por el pueblo. Vengo calentona pues unos obreros me han dicho palabras obscenas mirándome con mi barrigón al aire de nueve meses y con un top que dejaba ver mis lechosos pechos. Abajo solo llevaba un minishort cortito enseñando mis muslazos. ¡Como para no decirme nada!.

“me gustaría ser el niño que llevas dentro para estar dentro de ti, guapa maciza”!

Llego a mi casa y veo que no hay nadie en la entrada, al pasar al salón veo una pancarta que dice; “FELIZ CUMPLEAÑOS GOLFA CONEJA, DISFRUTA DE LAS 9 PUERTAS”. Veo como unas flechas pegadas al suelo me indican el camino a la primera planta donde tenemos 9 habitaciones. En cada una de las puertas hay un número y las flechas me indican la primera.

Entro y me encuentro a Alicia en bragas y con la camisa abierta sentada en la cama con mi hermano Julián de 22 años y mi nieto Luís de 17. La viciosa madura de jovencitos les está chupando sus pollas ya tiesas y duras. Mientras los putos críos le magrean las tetas por fuera de la camisa

“Hola Bárbara, feliz cumpleaños, mira que dos yogurcitos te tengo preparados para empezar tu fiesta de cumpleaños”, me dice, mientras los tres se levantan. Alicia me da dos besos y mis nietos me dan un morreo. Mientras la madura de 49 años me desnuda quitándome los shorts y el top. “Siéntate un momento Bárbara, primero te voy a hacer yo una demostración”

Me siento en un sillón y miro el espectáculo que me dan los tres en la cama. Lo primero que hace Alicia es hacerle en 30 segundos una paja a mi Julián, que se corre en sus tetas sin que se le baje la polla ni un ápice. Mientras el adolescente de la polla grande, Luis le quita las bragas y le magrea su coño de labios colgantes, se los mete en la boca chupándoselos mientras ella abre sus piernas.

A continuación Alicia se sienta en la picha de Julián que está tumbado en la cama introduciéndosela en el coño y empieza a moverse follándoselo con maestría y diciéndole palabras guarras:

“Te gusta sentir tu picha en mi caliente coño, verdad sinvergüenza?. Cómele las tetas a esta puta que podría ser tu madre!, Y tu niñato méteme ese pedazo de polla que parece que le has quitado a tu padre en el ojete, dame por culo cabrón, puto crio”

Luís se la endiñe por atrás hasta el fondo y entre los dos se la follan por los dos agujeros hasta que se corren dentro de la madura amiga que orgasmea como una cerda.

“Es tu turno coneja”, me dice Alicia.

Están en la cama descansando y yo me acerco a mi Julián, le cojo la polla morcillona y mojada de semen, me la meto en la boca y en segundos se pone dura de nuevo. Luego hago lo mismo con mi nieto Luis, le cojo su gorda polla y se la como, éste tarda más, no es tan potente como su tío.

Mientras Julián me pone cachonda bebiendo atracones de leche de mis tetas. Juega con ellas echándole chorritos a Alicia que aun está tumbada en la cama. “Estate quieto hijo puta, no me eches leche de tía, échame leche de tíos, cabroncete” le dice.

Ya están los dos empalmados de nuevo. Yo me siento sobre la gorda polla del niño hincándomela en mi ya chorreante chocho y me echo sobre él apoyándole mi barrigón en su pecho y mis tetas al alcance de sus manos que me ordeñan echándose leche en la boca.

Julián me chupa el ojete y metiéndome un dedo me lo abre para a continuación meterme su incansable picha en el culo sin dificultad. Me cogen con tantas ganas que en pocos minutos me corro en mis nietos y ellos lo hacen dentro de los calientes agujeros de su abuela.

Me recupero y Alicia me pasa una bata de seda fina de color azul oscuro. “Sigue la ruta y disfruta coneja, aun te queda mucho”

Salgo de la habitación y paso a la número 2 .  En ella me encuentro a tres tías, mi hija Cristina en vaqueros, sin nada arriba enseñando sus bonitos pechos, está guapísima. Mi hija Paqui que sólo tiene puesta una camiseta ancha dejando ver sus patorras y a la hija de Vicente, la machorra Paca, que está con una camiseta de tirantas marcando unas generosas tetas. Tiene puesto un arnés dándole por el culo a mi hija la guarra que disfruta mientras su hermana lesbiana le morrea su boca obscena.

Cuando me ven, dejan lo que están haciendo, se levantan y me rodean abrazándome y felicitándome. Pronto Paca me morrea metiéndome en la boca su larga lengua me llega a la garganta. Luego la aparta mi hija de 35 años, Cristina que me da un beso exquisito comiéndome mi carnosa lengua. Por último le toca a mi Paqui me da un pico y directamente se amorra a mi mojado chocho que rezuma esperma de mis nietos.

Me llevan a la cama y me comen entre las tres. La machorra se lía con mi coño y culo limpiándomelos de semen con su larga lengua. Cristina me mama las tetonas acariciándome la panza y Paqui me morrea.

Luego las hermanas se cambian de puesto y Cristina se quita los pantalones y las bragas. Se sienta sobre mi boca y hace que le chupe su dulce chocho. Paca sigue metiéndome la lengua en el culo y Paqui ordeñándome mis tiesos pezonazos.

Yo le chupo con ganas el clítoris a mi lesbiana y ésta se corre echándome chorros de líquido en la boca y en la cara dejándome empapada. En esos momentos me vuelvo a correr debido a la maestría de la lengua de la machorra en mi pipa, y los chupetones de mis pezones por parte de mi hija “la guarra”.

Para terminar Cristina se sienta en una silla y Paca le mete dos dedos en su vagina moviéndoselos muy rápido. Cristina eyacula de nuevo sobre mí y Paqui que estamos en la cama. Yo le estoy comiendo el negro coño a mi guarra mientras se corre recibiendo los chorros calientes y densos de su hermana.

Me secan y me hacen pasar a la habitación número tres.

En ella me encuentro a mi madre “la puta” liada con mi marido. Está chupándole el vergajo gigante. Está empalmado con su cipote largo de 30 cms. Mi madre tiene metida su polla en la boca, cuando me ve me saluda con la mano y poco a poco hace gala de su virtuosismo como tragona de pollas.

El enorme pene va entrando poco a poco en su garganta haciendo que esta se ensanche y estreche al entrar y salir el cipote, sigue para adentro y la anaconda baja por su esófago hasta llegarle a la boca del estómago.

Mi marido al ver la proeza se corre directamente en el estomago de mi madre llenándoselo de semen. Luego se la saca lentamente limpiándosela con la lengua.

Mi madre está vestida con un corsé estrecho negro dejando sus pequeñas tetas al aire y con medias negras con ligueros. Mi marido en pelotas.

Vienen a por mí y me llevan a la cama morreándome alternativamente dándome el feliz cumpleaños.

La puta de mi madre me quita la bata y me tumba en la cama, se quita las bragas negras y se pone sobre mi cara. “Mira el regalito que tengo para ti coneja, espero que tengas ganas de leche de tíos, son las tres corridas que me han echado esta mañana en mi coche tres albañiles que vi en una obra”.

Se sacó un tapón para coños y me soltó una lechada caliente que recibí con la boca abierta. “Trágatelo golfa, es mi regalo de cumpleaños”, dijo mientras yo degustaba la combinación de las tres corridas y me lo tragaba con placer, lo que hizo que se me empalmara de nuevo mi largo clítoris y se me pusieran tiesos los pezones.

Mi madre se puso a hacer una de las cosas que más le gustan, meterme la mano en el coño y sobarme las paredes y el útero. “Cuidado mamá que estoy a punto de parir” le dije, a lo que me contestó: “pare ya coneja, a ver si nos das el espectáculo hoy”, y siguió chapoteando con su mano en mi encharcado chocho.

Mientras yo le dejé limpio su conejo de semen y a continuación empezó a manar ríos de flujos que intentaba tragar pero se me salían de la boca corriéndole por las patorras abajo. Yo se los restregaba por sus muslos sin dejar de chuparle el higo hasta que se corrió en mi boca llenándomela de caldos.

Mi marido ya estaba de nuevo empalmado. Mientras mi madre se recuperaba yo cogí y me puse a meterme su larga poya en mi coño, en el estado de preñez en el que estaba solo me entraba la mitad pero me daba mucho gusto.

Isabel, mi madre, me retó a tragarme la polla de mi marido. Solo lo había podido hacer hasta los tres cuartos como máximo, pero ese día estaba tan caliente que intenté metérmela hasta el fondo, lo cual me hizo vomitar el semen y los flujos que había tragado del coño de mi madre.

“La puta” me insistió a que lo hiciera de nuevo y está vez mi marido clavó su cipote hasta los huevos. La sentía en la puerta del estómago. Mi madre volvió a magrearme el útero, mi feto se movió, mi marido se vació en mi estómago y yo me corrí como una burra.

Al rato, pasé a la puerta 4. Me llevé una gran sorpresa porque allí estaba mi hija Loli de 19 años con cinco negrazos con unos pollones descomunales. “Hola mami, felicidades!, este es mi regalo de cumpleaños para ti” me dijo. Reconocí a su padre el jardinero que había traído a cuatro amigos que estaban buenísimos y superdotados.

Me senté en un sillón mientras vi como los cinco se follaban a mi delgadita hija, que a pesar de ser madre ya, no tenía apenas tetas ni caderas, era como una niña alta pero con cara de lolita.

Como ya os he hablado, Lolita desde chica ha sido muy salida, se la follaban por el culo con las pollas grandes. Ahora que ya tiene un hijo ya se la meten también por el coñito estrecho pero flexible hasta el fondo. La hijaputa tiene los agujeros infinitos.

Había que ver a los cinco negrazos metiendo sus pollones gordos y largos en su culo, en su chocho y en su boca. Todo hasta los huevos lo aceptaba la niñata. Loli es multiorgásmica y durante el tiempo que estuve viendo el espectáculo se corrió 9 veces, no sé las que se había corrido antes

Hubo un momento en que tenía metidos dos cipotes a la vez en el  culo, uno en el chochito y otro en la boca.

“Ven mami, ahora te toca a ti”. Me llamó, me acerque a la cama y les dije a los negros. “Metérmelas con cuidado que mirad como tengo la panza, a ver si os cargáis a mi bebé”. Me cogieron entre todos dándome a probar sus trancas en la boca, mientras me ordeñaban las tetas, chorros que mi lolita se cuidaba de beber. Pronto me vi metida en una gang bang con los cinco a la vez.

Estaba sentada sobre un pollón, el más grande de unos 35 cms hincado en mi recto, otro el más pequeño en mi coño, otro enorme entre mis lactantes pechos, otro, el más gordo que no abarcaba con mi mano meneándolo y otro follándome mi obscena boca. De esta forma me corrí por cuarta vez.

Los negros conforme se iban a correr me la sacaban y le echaban largos chorros de semen sobre la cara de mi Loli. Menos el que la tenía en mi boca que se corrió dentro haciéndome que me tragara su engrudo. Loli, se volvía a correr restregándose la leche que le echaban por el chocho.

Al rato me recuperé y me mandaron a la puerta 5 :

Cuando entré me encuentro en la cama a mi nieta Pepi, la mulatita vestida de tenista chupándole el cipote a su padre, mi hijo negro de 29 años. Se la magrea con pasión y se la chupa como si fuera un caramelo. Me ve y me dice: “Espera un momento abuela que mi madre viene enseguida, están en el jardín jugando al tenis”.

Efectivamente, al minuto  veo a mi hija “la zorra” por la cristalera que da al jardín venir vestida con una faldita de tenis que apenas cubre sus nalgas y un polo blanco ceñido marcando sus ubres. Majestuosa, con zapatillas blancas, trae en cada una de sus exageradas caderas sentados a su abuelo en un lado y a su padre en la otra, ambos vestidos de tenis también agarrados a su cuerpo y sus tetas.

Entran en la habitación y los tira sobre la cama. “Hola mamá felicidades”, me dice dándome un morreo.” Mira como me han puesto los viejos por el camino del sobeteo que me han dado”. Se agacha quitándose las bragas y las lanza contra la cristalera quedando pegadas por la plasta blanca de jugos que tiene en la entrepierna.

Enseguida, su hija mulatita corre hacia su madre y casi sin tener que agacharse se pone a comerle los flujos blancuzcos del coño que le llega casi a la altura de la boca. Después se acerca su abuelo y le mete la mano dentro de la gran boca hundiéndosela hasta la garganta. Ana saca la lengua lamiéndole el antebrazo a mi padre.

A continuación, su hermano Pepe, el negro le quita la faldita y empieza a meterle el puño en su abierto culo, el brazo negro va desapareciendo en sus entrañas hasta el codo. Por último, mi marido le levanta el polo dejando sus cantaros al aire y se pone a magrearselos y apretárselos para hacerle daño. Le agarra por los pezones y estira todo lo que puede sus grandes pechos.

La zorra se saca la mano de su abuelo de su boca y sacando la lengua que chorrea saliva, se corre como una perra. “ Agggh, guarros, bestias, ¡Cómo sabéis darme la caña que me gusta!. ¡Qué gustazo, me vacio, trágatelo hija! Aaaaah!”

Le echó una plasta blanca y espesa en la cara de su negrita, que se restregó con sus matitas.

A continuación, ”la zorra” quería mas guerra. La pusieron a cuatro patas en el suelo y dijo: “Papá, tu métemela por el culo hasta los huevos y tu, Pepe, me ensartas por la boca hasta el estómago, a ver si sois capaces de chocar las cabezas de vuestros cipotes.”

Así hicieron, mi marido se la metió sin dificultad los 30 cms en sus intestinos y mi hijo negro enterró su vergajo de 25 cms en el esófago de su hermana. Se pusieron a follársela los dos a la vez intentando encontrar sus pollas en el estomago de la zorra.

Mientras, Pepi se puso a mamarme las tetas y mi padre a comerme el coño. Yo ya estaba caliente. Ana se corrió de nuevo arrastrando sus tetones por el suelo, pero los hombres aguantaron porque estaban reservados para mí.

Ana: “Mamá, hoy es tu cumple. Haz un esfuerzo en ensartarte con las dos pollas más grandes de la casa”

Barbará: “Vale hija, no me corto ni un pelo, pero cuidado con el bebé que se está moviendo mucho con la juerga ésta”.

Me pusieron a cuatro patas en el suelo y me incrustaron los pollones, como en la habitación anterior ya me habían abierto los agujeros ,pudieron métemelas hasta los huevos.

Barbará: “Aaaagh, me revientas el culo, que llena me siento”, dije sacándome la manguera de mi negro de la garganta.

Mientras me follaban, mi hija y su hija se pusieron delante de mí y abriéndose los anos me pidieron que les metiera el brazo todo lo que pudiera. A la pequeña le metí hasta la mitad del antebrazo y a su madre increíblemente pude meterle todo el brazo hasta el hombro.

Yo no sé hasta dónde le llegaba la mano, valiente cuerpo que tiene la zorra! Esto hizo que los hombres se corrieran en mi estómago y en mis tripas y que por primera vez sintiera una contracción de parto que me llevó a un gran orgasmo.

Me callé, no dije nada, solo disfruté como me follaban y yo follaba con mis manos los culos grandes de la casa mientras mi viejo me ordeñaba las ubres dejando charcos en el suelo.

Le saqué el brazo a mi Ana del culo y se lo metí en el coño hasta el codo, se lo saqué lleno de una capa blanca de jugos que su niña se apresuró a lamer. Yo también recibí mi parte porque mi zorra me metió la mano entera dentro de mi boca.

CONTINUARÁ…..