Baños termales

Maria va a relajarse al balneario y se relaja pero follando.

BAÑOS TERMALES

Maria había decidido ir a un balneario para desconectar del trabajo y poder disfrutar un poco. Había decidido escoger uno a unos cuantos kilómetros enclavado en plena naturaleza que tenía aparte de los circuitos termales clásicos bastantes ofertas de masajes relajantes. Llegó al balneario y se registró. La dieron la llave de su habitación y fue a cambiarse de ropa. Lo que no le habían dicho del balneario era lo que iba a averiguar por si misma unos minutos después.

Se cambió de ropa y fue a la zona del jacuzzi y de camino a él vió a mucha gente desnuda pero pensó que era porque entre zona y zona iban así por comodidad. Se dio cuenta también que toda la gente con la que se encontraba eran entre los mas o menos dieciocho años y los cincuenta. El sitio se lo había recomendado una compañera de trabajo que la dijo que solía ir allí con su novio para relajarse de vez en cuando.

Mariaaaaa---Oyó que la gritaban.

Se giró y vió a su compañera de trabajo con su novio, los dos desnudos que llegaba donde ella y la daba dos besos. Maria aunque no era nada remilgada para esos temas ya que solía ir a playas a hacer top-less y tenía pensado ir algún día a hacer nudismo pues la situación la sorprendió pero se notó como su entrepierna empezaba a humedecerse. Al principio se sintió incomoda pero comenzaron a hablar y ella perdió la timidez. Su amiga la dijo que en las instalaciones estaba prohibido ir con ropa salvo en el comedor que se debía de ir vestido.

Maria llevaba bikini. Dudó un poco pero Ana guiñándola el ojo la dijo que ya se lo quitaba ella. María no supo ni reaccionar. Se puso colorada y cuando estuvo desnuda se tapó con las manos solo vió como Fernando, el novio de su compañera, no la quitaba ojo. Ahora supo porque Ana insistió tanto en que eligiera ese balneario y no otro. La dijeron si quería que la enseñasen las instalaciones y ella aceptó. Cada minuto que pasaba se sentía más cómoda, la desnudez ya no era un problema para ella pero tampoco quería parecer demasiado relajada.

Quedaba poco tiempo para la cena y Ana propuso acompañarla a la habitación con su novio para que Maria se vistiera y luego ir a la suya y vestirse ellos. Maria no intuyó lo que vendría después. Llegaron a la habitación y Ana muy suelta abrió la puerta del armario y escogió un vestido rojo de tirante fino para su amiga y se lo dio para que se lo pusiera. Maria la dijo que de acuerdo, cogió unas braguitas y fue al cuarto de baño para ponérselo pero Fernando que no había abierto la boca en toda la tarde puso una mano en el marco de la puerta impidiéndoselo y la dijo que se vistiera allí que a ver si iba a tener vergüenza ahora.

Maria pensó que tenía razón, habían estado toda la tarde desnudos y ellos se habían comportado y ahora no iba a tener que ser distinto así que empezó a vestirse y a maquillarse hasta que estuvo lista. Seguidamente fueron a la habitación de ellos que casualmente estaba al lado de la suya y con una puerta interior que las comunicaba. Se dio cuenta nuestra protagonista que la parejita había preparado todo bien y no había dejado ningún cabo suelto. La sorprendía que todavía no habían intentado nada. La pareja se vistió fueron a la cena etc y no ocurrió nada. Al día siguiente después del desayuno se tumbó desnuda en una hamaca a leer y luego fue a darse un baño de contrastes. Se agarraba a los lados con las manos mientras un joven fornido la mojaba con el agua a presión de una manguera que iba cambiando de temperatura. Maria era una mujer de estatura más bien baja, morena de pelo largo, ojos negros, pechos pequeños de pezones oscuros, pubis casi rasurado en su totalidad y culo durito y respingón que destacaba cuando llevaba algunos pantalones. allí estaba ella primero de espaldas y después de frente disfrutando. Cuando terminó el joven se acercó para ofrecerla una toalla para secarse y cuando iba a dársela se le cayó. Ella se arrodilló a cogerla y cuando levantó la vista sus ojos toparon con los del empleado y se dio cuenta de la jugada. El la obligó con ambas manos a acercar su boca a la polla.

Maria al principio pugnó por rechazarle pero al final aceptó y después de unos besos suaves y lentos y jugar con su lengua en todo el glande se metió la polla por completo en la boca. Se la estaba mamando como una guarra. Pero a la vez notaba como su coño se ponía mojadísimo, no pensaba más que en comer semejante falo cuando él la levantó y poniéndola contra una mesa la hizo sacar el culo en pompa y se la metió en el coño de una sola vez empezando a follarla con fuerza y casi violentamente. Ella gemía y jadeaba hasta que emitiendo un agudo gemido se fue en un brutal orgasmo que hizo que su vagina de forma involuntaria abrazase la polla del chico estrujándola y que al sacarla él eyaculara sobre la espalda de la mujer.

María se duchó en la ducha y fue a la habitación a relajarse y pensar lo que había pasado. Se sentó en la cama y puso la televisión. Empezó a enredar con el mando a distancia buscando algún canal interesante cuando tropezó con un canal porno en el que un hombre con una polla como un vaso de tubo de gruesa se la metía a una joven por el culo. Empezó nuestra amiga a acariciarse y a masturbarse. Cada vez se fue poniendo más caliente y mas cachonda. En ese momento al oír los gemidos entraron Ana y su novio. Ana fue directa donde ella y cogiendo su mano chupó el dedo índice de nuestra amiga el dedo que antes había estado en el clítoris. Por su parte Fernando se acercó y le puso la polla al alcance de su boca y ella empezó a comérsela.

Maria nunca había estado con una mujer y ahora estaba excitadísima cuando sobre todo Ana la besó en un beso con lengua que hizo que su coño se pusiera como un mar de fluidos. Ana se puso a cuatro patas entre sus piernas a comerla el conejito. La besaba en los muslos, la daba mordisquitos y la acariciaba el coño masturbando su clítoris. Maria por su parte mamaba la polla del novio de su amiga. Ana logró que Maria se corriera lamiendo su coño y la hizo levantar de la cama para que su novio se tumbara boca arriba.

Coloco a su novio en el borde de tal forma que las piernas colgaban fuera del colchón. Maria se sentó sobre la polla clavándosela en el coño y empezando a botar sobre él. Ana estaba en el suelo y sujetaba las nalgas de su amiga abriéndolas para después lamer el agujerito de la chica y haciendo que esta se pusiera a mil. En ese momento entró el empleado del balneario. Se puso detrás de Ana y con la polla sujetándola con la mano derecha se la puso en la entrada del ano y poco a poco fue empujando muy lentamente hasta que la polla iba entrando.

Con la polla ya dentro empezó a follarla mientras la sujetaba de los pechos. Maria por su parte botaba encima de Fernando a la vez que era ensartada por dos dedos por Ana que se los había introducido en el culo. Javi follaba el culo de Ana pero quería follarse el culo de Maria así que se la sacó a la otra chica y acercándose a ella hizo sacar a Ana los dedos y los sustituyó por su polla. Empezó a follar a Maria sujetándola de los pechos. Ana entonces se situó sobre la boca de su novio y mirando a Maria la empezó a besar sintiendo la húmeda lengua de Fernando en su clítoris. Las dos mujeres terminaron por correrse juntas y logrando desembarazarse de los chicos les mamaron las pollas a dúo hasta que ellos eyacularon en sus caras.

Así siguió todo la estancia en tan caliente lugar follando con cualquiera que les saliera al paso.

Este relato es imaginario pero si queréis podéis escribirme sobre todo mujeres a:

Picante100@hotmail.com