Baños públicos

Aitor después de salir de casa de su Amo acude al baño y allí es usado por un amigo de su Amo y por varios tíos y conducido a una casa donde será usado más días

BAÑOS PÚBLICOS

Aitor salió de la casa de su Amo llevando el cb metálico puesto y con uno de silicona en el bolsillo para ponérsele cuando llegase a casa. La zona era una zona de alto standing. Su Amo había quedado con amigos y salió con él. Cuando Aitor dio la vuelta a la esquina se dio cuenta que se estaba orinando y pensó donde podía hacerlo. Pensó en ir a un bar, pero se acordó que cerca de allí en unos jardines había unos baños públicos.

Los jardines estaban cerrados por unas obras. Lo que no se acordó es que en esos baños había tíos que solían follar. Le daba un poco igual eso, pero le daba vergüenza que se pusiera alguno a su lado porque llevaba el cb puesto.

Entró en el baño y se fue a uno de los de los baños de pie. Se sacó la polla, No estaba muy empalmado cuando entraron tres tíos. Eran maduros, más grandes que él. De gimnasio o por lo menos bastante más fuertes que él. No se preocupó porque fueron a los cubículos y a los lavabos. Se preocupó un poco más cuando entró un cuarto hombre y se quedó junto a la puerta como vigilando. Entonces uno de ellos se puso a su lado a orinar. Veía que el tio no se fijaba en él, pero de repente le orinó en las piernas.

Aitor fue a quejarse cuando el que le había orinado dijo en voz alta:

Hoy me parece que hemos dado en el clavo. Tenemos una putita con jaula.

Eso, por una parte, dio bastante miedo a Aitor, pero por otro lado le excitó y eso hizo que su polla le doliera porque al crecer en el cb le dolía el mismo. El otro terminó la meada sobre sus chanclas. Antes que podía decir nada le tenía inmovilizado de un brazo. Cuando hizo por desasirse otro de los hombres le había sujetado por el otro brazo. Iba a patalear, pero el tercero se acercó y le mostró una jeringa con un líquido transparente como amenazándole con inyectárselo. Más miedo y más excitación. Le condujeron a los lavabos como pudieron porque no paraba de patalear etc., y allí le comentó el de la jeringa.

Tranquilo, nos envía tu Amo. Has entrado a los baños y nos has facilitado la sorpresa. Si quieres negarte sigue pataleando y te soltaremos y podrás irte sino estate quieto porque si te tengo que pinchar esto te va a doler más.

Acepto--- Dijo Aitor.

Se estuvo quieto mientras el hombre le bajaba los pantalones de golpe y se acercaba a él para sodomizarle. Lo penetró no muy duro para no dañarle, pero por el fist del Amo el ojal tragaba bien y se la pudo meter sin problemas y enseguida comenzó a bombearle con fuerza. Aitor le dolía, pero a la vez estaba a mil y cada vez más caliente, pero eso le provocaba un gran dolor en la polla. Los tíos se fueron turnando, incluso le folló el que vigilaba. Para la vigilancia se turnaban también. Luego le arrodillaron y se masturbaron a la vez que le follaban la boca. Cuando estaban a punto de eyacular vertieron todo su semen en la cara de Aitor. Para limpiarle le orinaron encima. Habían tenido la precaución de desnudarle previamente. Con lo que estaba empapado de orines y desnudo.

Vete a por mi coche y tráele aquí al lado que le llevamos a mi casa---- Ordenó el que parecía dirigir al grupo.

Uno de sus esbirros obedecíó. El jefe levantó a Aitor del pelo y le repitió:

Está todo pactado con tu Amo, te voy a llevar una semana a mi casa. Si aceptas dímelo y si no me dices que no y te vas libremente.

Acepto, con mi Amo tengo pactado que me puede usar y follar quien Él diga.

Cuando dijo eso los otros tíos le cogieron. Le pusieron cinta americana en la boca, unieron las muñecas con la misma cinta y los tobillos. Le liberaron la polla del cb y le introdujeron en el maletero. Luego condujeron hasta el chalet del jefe en las afueras. Allí le sacaron y condujeron al sótano. Le apoyaron contra una pared para que no se cayera. Cogió un afilado cuchillo recurvo y tras pasárselo por la garganta cortó la cinta de las muñecas y de los tobillos. Luego paso con estudiada lentitud por la cinta de la boca y cortó y la retiró después.

Vino uno de los hombres y lo metió en una jaula donde se tuvo que encoger para estar. Allí pasó la noche. A la mañana siguiente vino el que en los baños había estado de vigilante y le puso un cuenco con leche para que desayunara fuera de la jaula. Aitor aprovechó para ponerse a 4 patas para desayunar y el vigilante que le vigilaba lo metió la cabeza en la leche a la vez que lo penetraba y vertió su semen en el cuenco de la leche para el desayuno tuviera vitaminas como dijo. Aitor no lo tomó, pero se sintió excitado con la humillación.

Ahora vístete y vas a ir a ésta dirección que te voy a dar. Es el ambulatorio y allí vas a buscar la consulta del Doctor ………. Queremos antes de continuar contigo que te haga un examen completo. Luego alguien pasará con un coche a por ti.

Le dejó ropa, pero no podía llevar ropa interior. Cogió el autobús que le dijeron y andando fue hasta el ambulatorio. Allí preguntó por la consulta del Doctor y esperó. Se dio cuenta que era el último paciente. Cuando salió la enfermera para llamarle, era enfermero y era uno de los hombres del día anterior. Le hizo pasar y el Doctor era el jefe.

Zorra, desnúdate y siéntate en esa camilla.

Aitor obedeció y se sentó en la camilla. El enfermero acercó un bisturí a la cara del chico y lo fue pasando por todo el cuerpo. Aitor temblaba como una hoja, pero la excitación le podía. El Doctor se acercó y le fue haciendo un examen por todo el cuerpo. Palpó los huevos para valorarlos y en la polla la fue acariciando. La puso morcillona. Luego cogió diversos dilatadores y los fue introduciendo en la uretra. Conectó un pequeño TENS y le dio pequeñas descargas. Fue jugando con las descargas hasta que notó que el chico estaba caliente. El enfermero con una barra que emitía descargas jugaba con los pezones del chico.

Ahora le hicieron ponerse en cuatro patas en la camilla justo en el borde y apoyar los antebrazos sobre la superficie de la camilla y hundir su cabeza allí. El Doctor se puso un guante especial y al terminar de ponérselo hizo que chasqueara. Luego se untó bien el guante de lubricante e introdujo un dedo en el ano de Aitor buscando la próstata. Cuando la encontró fue estimulándola. El enfermero aplicaba las descargas a los pezones y la uretra.

La excitación de Aitor fue aumentando hasta que no se pudo controlar y eyaculó, pero con una sensación de no haber tenido orgasmo. Luego le despojaron del dilatador y le hicieron lavarse para bajar al parking y montarle en el maletero para conducirle de nuevo a la casa.

Cuando llegaron lo bajaron y fue atado contra el capó. El Doctor había tenido una mañana dura y lo culeó contra el capó hasta desahogarse. Para el enfermero sus compañeros bajaron un universitario sumiso que había venido esa mañana y habían depilado. Le dejaron que lo follase hasta eyacular y preñarlo. Los dos sumisos fueron a ducharse y cuando volvieron los metieron en celdas y subieron a comer.

Por la tarde, después de la siesta, bajaron a por los chicos. Los sujetaron a dos grandes postes. Las manos arriba bien sujetas, los tobillos también y sujetaron también los muslos bajo los glúteos. Luego Cogieron unos látigos largos que habían adquirido recientemente y los probaron sobre los sumisos hasta que la resistencia de los chicos llegó al límite entonces los soltaron. Masajearon las marcas con una crema para que se recuperasen. No eran marcas permanentes, pero querían que siempre estuvieran bien cuidados.

El resto de los días que estuvieron Aitor y el otro sumiso fueron usados junto con algún otro visitante casual. Fueron unos de los mejores días de su vida.

Este relato es imaginario, pero me gustaría que no solo lo leyerais, sino que me mostréis vuestra opinión.