Bambú para la doctora (8)

Ella se levanto y se colocó en el otro sofá ofreciendo su grupa y su ano para ser penetrado. - Pues enculame , el amo lo quiere. El cumplió la orden sin pensarlo, tratandola sin miramientos. - Eres una puta y una zorra que necesitabas este tratamiento , lástima no haberlo descubierto antes.

BAMBU PARA LA DOCTORA 8

El marido de la doctora la esperaba ya en casa. Esta entró en casa con la bata puesta y una bolsa en donde llevaba su ropa.

  • ¿ Que tal cariño? .- saludó mecánicamente.- ¿ Por qué llevas la bata puesta?.- añadió al verla con ella puesta.
  • Quiero que veas como trabajo.
  • Ya te he visto otras veces.- le dijo sin interés.

Ella se acerco se puso delante de él y fue desabotonando el uniforme blanco. Cuando quitó varios botones ya se pudieron apreciar sus hermosas tetas desnudas, y la atención de su esposo se concentró plenamente en ella. Lola no se detuvo, continuó su labor y pronto su coño quedó al descubierto, finalmente arrojó la prenda al suelo y se mostró en toda su espléndida desnudez. Solo mantenía puestas las medias con liga y los zapatos.

.- Pero.- intentó decir él por decir algo.

La mujer no le dejó se arrojo a sus pies, y de rodillas empezó a tocarle el miembro con una de sus manos, mientras que con la boca apartaba el pijama. Luego sacó totalmente el pene de su marido y se lo introdujo en la boca, comenzando la mamada mejor que había realizado en su vida ( y a esas alturas ya había realizado muchas) siguiendo el mandato de Tomás.

El esposo quedó satisfecho y antes de que volviera a tomar la palabra , ella con la boca aun manchada de semen le espetó.

  • Así paso consulta porque soy una perra ansiosa por ser montada, una zorra que busca que la follen .

El se quedó alucinado escuchando a su cónyuge expresarse de ese modo y más le extrañó que él lejos de escandalizarse o enfadarse por lo que estaba oyendo se estaba excitando enormemente. Es más la vió más hermosa y deseable que nunca.

  • Mi amo , quiere que esté así disponible para él y para los que el quiera.

  • ¿ Tu amo?.- indagó él ya sí algo molesto.

  • Nunca lo conocerás si él no quiere y si intentas averiguarlo o interponerte entre él y yo te abandonaré para siempre.- Dijo ella, asombrada de su propia energía y rotundidad.

El esposo calló un momento. Ella se puso encima restregando su culo desnudo por el sexo del hombre. Este recuperó una fabulosa erección.

  • ¿ Aceptas estas reglas?.- insistió ella.- Dí , quiero oirte.

-¿ Y si no?.- intentó aún el.

  • No podrás tocarme más. Si aceptas mi amo quiere recompensarte y podrás tener de mi el placer sexual que no has tenido nunca ni te imaginas.- Aclaró ella, mientras hacía sobre el miembro del marido movimientos sexuales rotatorios y de subida y bajada.

  • Acepto.- se rindió él.

Ella se levanto y se colocó en el otro sofá ofreciendo su grupa y su ano para ser penetrado.

  • Pues enculame , el amo lo quiere.

El cumplió la orden sin pensarlo, tratandola sin miramientos.

  • Eres una puta y una zorra que necesitabas este tratamiento , lástima no haberlo descubierto antes.

El quedo exhausto y se arrojó sobre el sofá , vencido y harto de sexo.

  • Voy a ducharme.- se encaminó al cuarto de baño mas se detuvo antes de dejar el salón.- Otra cosa, el amo quiere que sea azotada, pronto volveré a casa marcada por la fusta, podrás ver las marcas si quieres, incluso azotarme tú, pero no hagas reproches ni preguntas recuerda nuestro pacto.
  • Si cariño.- dijo en un halo de voz a causa de la excitación y el inicio de una nueva erepción.

Ella mientras se duchaba pensaba que el amo había tenido razón su marido se comportaba como él había previsto.

El esposo de la doctora no sabía si lo que le había dicho su mujer era verdad o fantasía, pero había tenido un polvo mágico y la había sentido más deseable y erótica que su propia amante por primera vez en mucho tiempo.