Bambi (II)
Una pareja decide ampliar el círculo de sus experiencias incluyendo a un tercero en el juego sexual.
La segunda sorpresa para mi marido fue todo programado por él en un viaje que teníamos que hacer lo preparó todo para que yo pudiera disfrutar de dos hombres a la vez, él y un amigo suyo que estaba casado pero infeliz en el aspecto sexual en su matrimonio así que aceptó enseguida. El amigo en cuestión yo ni le conocía sólo había oído hablar de él pero confío plenamente en mi marido y más o menos tenemos los mismos gustos así que iba segura.
A los dos días de estar en aquel lugar donde estábamos de vacaciones mi marido me dijo que me preparara que había hablado por teléfono con su amigo y que nos esperaba aquella misma noche, no sabía si ya se iba a hacer algo porque no sabía si me gustaría pero de todas maneras conociendo a mi marido y sabiendo más o menos a lo que iba me preparé bien; me puse mi conjunto negro de mini tanga, liguero y medias con encaje que a mi marido le volvían loco, una minifalda y un jersey muy escotado, mis zapatos de tacón de aguja y un abrigo encima para taparme un poco porque no era cuestión de salir así a la calle, sino todo el mundo me miraría que aunque a mí no me importe no quería dar la nota. Así que nos montamos en el coche y nos dirigimos al lugar donde trabajaba el amigo en cuestión, era como una fabrica de no sé qué pero como el era el jefe disponía de un amplio despacho con dos cuartos. Llegamos a la oficina y nos abrió la puerta a mí la primera impresión no me gustó demasiado lo encontré un hombre un poco enclenque, bueno delgaducho, y a mí me gustan mas bien fuertes no gordos pero que puedan con una mujer encima, pero bueno ya que estábamos allí no iba a desaprovechar la oportunidad así que, en cuanto se cerró la puerta y después de las presentaciones nos mostró sus oficinas y en cuanto entramos en la segunda le cogí por banda, bueno a decir verdad mi marido me hizo una señal y comprendí enseguida que si no me lanzaba yo aquel no iba a hacer nada en toda la noche así que, me abracé a él y empecé a besarle de una manera frenética como si se me fuera la vida en ello, al poco tiempo ya podía notar su polla dura como una piedra que se pegaba a mí pidiendo algo más, mientras tanto mi marido miraba desde afuera tocándose ya y excitado al máximo. Me fui agachando poco a poco y desabrochándole poco a poco los pantalones fui sacando su polla, estaba muy excitado podía notarlo pero aún así él no hacía nada estaba un poco cortado, empecé a chuparsela con mucho mimo primero y con gran entusiasmo después estuve así un rato de vez en cuando giraba un poco la cabeza buscando a mi marido que ya estaba con su polla fuera del pantalón tocándose. Me levanté y empecé a desnudarme lentamente ante los ojos atónitos de mi marido y del amigo, me quedé sólo con el liguero nada más busqué algo sobre lo que tumbarme y allí cerca encontré una mesa bastante grande pero llena de papeles lo normal en una oficina, hice como en las películas lo tiré todo al suelo de un manotazo y me subí encima de la mesa abriendo mis piernas y llamando con el dedo de la mano a mis dos hombres, el primero en venir fue mi marido que no tardó ni un segundo en desnudarse y empezar a manosearme, el amigo tardó algo más pero no mucho y colocándose en posición empezó también él a meterme mano casi no me di cuenta y ya tenía la polla de mi marido en la boca, estaba muy excitada ya que era la primera vez que iba a tener dos pollas para mí sola. Mientras se la chupaba a mi marido su amigo empezó a penetrarme lentamente con el dedo sorprendiéndose enseguida de que mi conejito estuviese tan húmedo después de unos minutos agachó su cabeza y empezó a comérmelo como si en ello se le fuera la vida, lo hacía bastante bien y mientras más potencia ponía ál con su lengua más rápido le chupaba yo la polla a mi marido.
Mi marido le propuso que ya era hora de follarme y sacando un condón se lo puso y sin más empezó a follarme, creo que debía hacer más de una semana que no follaba el pobre porque no hacía más que gemir y decir que yo era una pasada de mujer, que era genial, única, que se lo estaba pasando en grande. No tardó mucho tiempo en correrse pero yo había disfrutado como una loca teniendo una polla en mi conejito y otra en la boca, creo que es lo más grande que puede existir, te sientes plena y súper excitada; y hicimos otro cambio mi marido empezó a follarme como sólo él sabe hacerme llenándome plenamente con su polla durísima parecía un hierro creo que nada hubiera podido pararle en aquel momento, para él también era su gran deseo y yo lo estaba haciendo realidad para los dos, seguí chupando también la polla del amigo que aunque ya había acabado de correrse, yo todavía no había dado por finalizada la sesión así que, seguí chupando hasta que logré ponérsela otra vez dura. Mi marido terminó por correrse, mientras que yo en ese tiempo ya había venido unas cuatro o cinco veces, ya que, tengo gran facilidad para correrme, me lo estaba pasando bomba, el amigo al ver que mi marido había acabado también dio por finalizada la sesión pero yo seguí chupándosela hasta que estuvo a punto de correrse y en el momento justo me derramó toda su leche encima de mis tetas, la mirada tan excitante que tenía mi marido era lo que todavía me daba fuerzas para seguir y todavía pedir más, los dos se limpiaron y nos bebimos un café pero a los cinco minutos estábamos ya otra vez en marcha.
Hicimos muchas posturas me follaron los dos cuantas veces quisieron, yo les chupé sus pollas hasta que ya no podía más con mi boca, no sé cuántas veces me corrí. Fue mi primera vez con dos hombres y tengo que decir que fue realmente maravilloso, nunca imaginé que pudiera ser así, y cuando salimos de las oficinas le di un largo beso a mi marido y le dije que le quería más que nunca por haberme dado la oportunidad de estar con dos hombres a la vez, y porque él lo había compartido conmigo, es algo que no olvidaré nunca.
UN BESO BAMBI.