Bajo tu sombra 2

Fue un beso dulce, delicado, lleno de amor

Estaba tan nerviosa que una pequeña sonrisa salía como idiota  de mi rostro...Me encontraba en mi habitación y lo único que podía hacer era pensar en ella, en esa mirada tan penetrante que decían mucho y al mismo tiempo no decía nada, esos ojos azules que parecía el color del cielo y la hacían verse como un ángel, como mi Ángel, su cabello oscuro como la noche, ese cuerpo tan perfecto que seguramente había despertado muchos deseos, pero que me está pasando?...maldición Sara, desde cuando a ti te gustan las mujeres !! Pero? porque me habrá dicho que me veía hermosa, será que le gustó? ya basta deja de pensar tonterías, contrólate, seguramente eso se los dirá a todas asique no te hagas ilusiones...y así poco a poco cayó rendida en los brazos de Morfeo…

El ruido de las campanas les informaba que ya era hora de despertarse, hizo un intento desenfrenado por levantarse, pero alguien la tomo del brazo e hizo que se sentará en la cama, era Vanessa, desde que la internaron  ella se había vuelto en su protectora, amiga, confidente, compartían habitación, pero a veces su presencia le  era un tanto incomoda su cabeza parecía estallar, se dirigió al baño buscando algo que pudiera calmar ese dolor  pero no encontró nada más que una cucaracha en una media de Vanessa que había dejado en una de las cajoneras.

Vanessa: porque tanto alboroto, que es lo q tanto haces.

Sara: cállate!! Por tu culpa casi me da un infarto…Le decía mientras agarraba la media y se la lanzaba.

Vanessa: ahora que bicho te picó…Hacia un gesto como si algo estuviese tramando.

Sara: y a ti que te pasa que vas a hacer...se acerca a Vanessa un poco curiosa.

Vanessa: estoooo!!..y le tira un almohadazo que la dejó viendo estrellas a plena luz del día.

Sara: con que esas tenemos no? la venganza es más dulce, le decía mientras cogía unas toallas y se metía al baño.

Se disponían a desayunar cuando en esas llega una de las enfermeras para darle sus dosis diaria, eran unas pastillas que lograban controlar sus estados de ansiedad, si que funcionaban esas pastillas.

Hacia un día agradable, sería buena idea tomar un poco de aire, el centro tenía ciertas partes rodeado de vegetación que le daban un estilo campestre, un jardín enorme con algunos animales y arbustos por todos lados, algo así como el paraíso.

Marina : qué bonito día el de hoy…Manifestaba Mariana mientras se sentaba al lado de Sara.

Sara: mariana!! No te había visto…su corazón empezó a palpitar de una manera incontrolable.

Mariana: estaba realizando un recorrido, trabajaré con ustedes por un largo tiempo y es bueno que me vaya familiarizando con el lugar…Lo decía con una sonrisa en su rostro.

Vanessa : es bueno tenerla aquí doctorcita...la voz de Vanessa sonaba un tanto molesta, al parecer no le gustaba el hecho de que Mariana estuviese ahí.

Mariana: chicas me tengo que ir, seguiré con el recorrido, sólo venía a decirles que dentro de una hora tenemos consulta, no lleguen tarde.

Vanessa: ok, adiós.

Sara: puedo saber que traes contra Mariana?.

Vanessa: nada, solo no me gusta.

Sara: porque no te gusta, si ni siquiera la conoces.

Mariana: no me da buena espina, no ves cómo te mira?.

Sara: y que con eso? ahora resulta que nadie me puede ver.

Vanessa: porque la defiendes tanto. Acaso te gusta?..

Sara: mmmm... ahora que le digo?...Tan evidente es, que hasta Vanessa ya se dio cuenta, en que lió me metí...un silencio incómodo se hizo presente entre las dos cuando de repente de un grito Vanessa la saca de sus pensamientos.

Vanessa: respóndeme,  te gusta?...estaba bastante alterada.

Sara: no se porque te pones así, es mejor que vayas a tomarte tus medicamentos...

Vanessa: sólo quiero protegerte…y unas lágrimas empezaron a salir de su rostro, provocando tanta ternura que lo único que Sara hizo fue rodearla  entre sus brazos, queriendo calmar la tristeza que ahora la agobiaba.

Sara: tranquila chiquita, todo está bien, es mejor que entremos...la agarraba de la mano guiándola hasta donde recibirían las terapias con la psicóloga.

Al entrar ya mariana tenía todo preparado, había puesto unas sillas realizando un círculo, cada chica empezó a tomar su lugar, la sección consistían en que cada una empresaria a contar algo sobre su vida, era una simple rutina para irse conociendo, la primera en pasar fue Fabiola, de 19 años de edad, una chica que había tenido un romance con Vanessa pero todo terminó cuando la sorprendió  teniendo sexo en el baño con uno de los enfermeros, al chico lo despidieron y Fabiola siguió haciendo de las suyas, en fin eso era un tema superado, la siguiente en pasar fue Vanessa, quien al principio se negaba a salir pero los chiflidos de sus compañeras la hicieron achantar y no tuvo más remedio…les informó a todas que se llamaba, Vanessa Medina, hija de  unos prestigiosos médicos de la ciudad,  a pesar de sus 17 años de edad ya había tenido mucho más recorrido que todas juntas…y así fueron pasando una a una, hasta que llegó el turno de Sara.

Mariana: Sara te toca a ti, repetía una y otra vez, saraaaaa adelante, te estamos esperando…la expresión de Sara era como de miedo, tristeza, rabia, todo un sin fin de emociones reflejados en ese bello rostro.

Sara: perdón, mi...mi nombre es Sara val..val..Valverde, lo decía al mismo tiempo que tartamudeaba, estaba un poco dudosa en seguir ya que no quería recordar, dirigió la mirada hacia Mariana recibiendo de ella una tierna sonrisa, ese gesto fue más que suficiente para que pudiera continuar.... tengo 23 años, soy hija única, mi padre falleció cuando tenía 7 años de edad y mi madre asumió toda la responsabilidad sobre nuestra crianza, ella es contadora, hace un año atrás, tenía una vida casi perfecta, estudiaba comunicación social, siempre había soñado en convertirme en una gran reportera, la mejor de todas, no tenía muchos amigos pero los que tenia valían por millones, mi familia era maravillosa y bueno también lo tenía a él...nuevamente ese brillo en sus ojos, desapareció, su voz empezaba a sonar entre cortada, era evidente  que ciertos temas le causaban mucho dolor... y como siempre huir de ese lugar fue su mejor opción.

Mariana : espera, espera gritaba mientras salía detrás de ella...no entendía porque se había puesto así.

Sara: soy una tonta, era lo único que repetía mientras se golpeaba.

Mariana: no hagas eso te estás lastimando…Le agarraba los brazos tratando de controlarla.

Sara: suéltame!! No me toques, no quiero hablar contigo...hizo un intento por soltarse pero Mariana cada vez apretaba más sus brazos…ahora la que me lástima eres tú, te exijo q me sueltes.

Mariana: lo haré si me prometes que no te volverás a golpear.

Sara sólo asintió y en un intento por soltarse, jalo sus manos con fuerza atrayendo a mariana hacia ella...un minuto de silencio para tan bello momento, su olfato estaba totalmente embriagado por ese aroma, tan dulce pero a la vez tan intenso, sus miradas se encontraron tratando de buscar alguna explicación para lo que en ese momento estaban sintiendo, pero no había tiempo de jugar a las detectives, ambas se acercaban lentamente como si fueran atraídas por inercia y poco después sus labios se unieron..

Fue un  beso dulce, delicado, lleno de amor, se percataron de que alguien las observaba pero a ellas no les importaba, querían seguir disfrutando de ese momento, Mariana giro un poco más la cabeza  quería sentirla asique no titubeo ni un instante y profundizó el beso dándole pasó a su lengua, en principio Sara estaba un poco dudosa pero realmente lo estaba disfrutando, abrió un poco más los labios y sus lenguas se entrelazaron formando una danza mortal. Es increíble todo lo que puede pasar en tan sólo un minuto

Las imágenes de Luis vieron a la mente de Sara lo que provocó que ella se alejara bruscamente, cortando ese momento mágico.

Sara : esto no está bien, decía con la voz agitada, saboreándose los labios como si acabase de probar el más exquisito manjar.

Mariana: no entiendo, pensé que te había gustado.

Sara: yo no debí, no sé qué hacer.

Mariana: no tienes que hacer nada, sólo deja que las cosas pasen, Sara yo te quiero.

Sara : no digas cosas de las cuales te puedas arrepentir, yo no puedo corresponderte...

Mariana: porque no? estás con alguien más...las dudas empezaron a surgir.

Sara: no se trata de eso, sólo es que no estoy preparada…nunca antes había besado a una mujer, ni siquiera sabía que me gustaban y llegas tú a revolverlo todo.

Mariana: sólo respóndeme algo...significó algo el beso que te di?

Sara: no lo sé...estoy muy confundida es mejor que me vaya.

Así sin más se alejó, dejando a Mariana con un nudo en la garganta, quería gritar, salir corriendo, pero su cuerpo no respondió...

continuará... :)