Bajo presión. II
El amor desaparece con la partida de una esperanza, la pasión pasa a ser relativa la amistad amortigua las heridas pero pasa a ser otro acto de hipocresía. El destino me condena es mejor dejarle ganar la batalla irme de aquí. Rendirme por que eso hace los perros de calle como yo.
Reitero mi dedicatoria a mi s hermanos Faby y Krlitos Lazaro Bautista aquí les dejo algo que espero encuentren no se como mas mostrárselo; a la gran Roxanne. Y a una persona muy especial por que me ha hecho muy feliz por que se que esta echo para grandes cosas… te pedí que me sorprendieras y le diste vida a Tavo y eso amigo mío no tiene comparación. RigoSama esta segunda parte es para ti. Espero te guste.
Bajo presión.
Capitulo II
Daniel.
Recosté mi cabeza sobre la silla del conductor mientras recordaba lo que había pasado esa noche del viernes; Sofía finalmente me había convencido que llevara a su amiga a su casa, al llegar a este lugar que por cierto se encontraba al otro lado de la ciudad una señora algo robusta de cabello castaño y piel blanca como la porcelana nos recibió a su hija con una expresión de pena en su rostro que se reafirmo con el rubor de sus mejillas.
Ella nos invito a seguir le dije que no nos podíamos demorar a lo que Sofía afirmo pensativa; le preocupaba su amiga, en sus ojos se reflejaba la necesidad de quedarse a acompañarla y podía comprenderlo pero a mi me preocupaba alguien también, alguien a quien no debí haber abandonado; la bella mujer me guio al dormitorio de su hija para finalmente dejarla descansar en su cama.
Las dos me miraron en señal de que debía retirarme del cuarto quizás le quitarían la ropa, y le pondrían algo mas cómodo, asentí con una leve sonrisa y salí del cuarto mientras me rascaba la cabeza no veía la hora de irme de aquí la hora de estar en la fiesta; baje las escaleras y me desplome en el sofá. Aproveche el momento para marcarle a Camilo pero no me contesto en vista de que mi existencia era en vano llame a Cristian pero al parecer el tampoco tenia ánimos de contestar... me consumía el desespero nadie me contestaba no tenia razón de Cami, no sabia nada, no sabia que estaba pasando en ese lugar; llame a Sofía en un tono elevado para que lograra escucharme, oí un leve -dime- proveniente de la habitación de su amiga. Teniendo su atención le pregunte lo único que necesitaba de ella.
-Sofía, ¿conoces el número de Anderson?
-no, no me lo se, lo lamento... pero si lo necesitas envíale un mensaje a Marta ella te responderá en seguida. Mi celular esta junto al bolso.
Le dije un leve gracias al final de cuentas me había ayudado poco, ahora me tocaba pedirle el favor a la misma tipa que no me había permitido subir a buscar a Cami; barrí el lugar con la mirada cuando finalmente halle el bolso busque el celular. Toque la pantalla tenia un mensaje escrito por Lorena recordé que ella era la misma que se había llevado a Cristian. Me tome el atrevimiento de abrirlo que tan malo podía ser, a demás en ese mensaje estaría una de las respuestas que necesitaba me diría por que Cristian no me contesta el puto celular.
"Sofí creo que me enamore, Cristian me hizo el amor como ningún otro hombre me lo ha echo; ahora estamos arrunchaditos no quisiera que nadie nos molestara así que te aconsejo le coloques modo silencio al celular de Cami también.
Cristian algo ebrio pero aun así amiga, se que jamás olvidara lo que hemos echo... espero te halla ido igual con Cami; espero ansiosa tu respuesta."
Por un lado sentí ira estaba ayudando a la mujer que quería liarse a mi primo, por otra sentí lastima por Cristian me había llevado una mejor impresión de el. Pero este mensaje no respondía lo que a mi me importaba ¿¡donde coños estaba Camilo!? Por lo visto no con Cristian.
La actitud de Camilo había cambiado desde que se supo de la fiesta, no podía borrar la imagen de sus ojos llorosos unos ojos que reflejaban la miseria de una alma desgarrada por el dolor; su actitud mientras conversábamos horas atrás me preocupaba solo se dedicaba a tomar como queriendo agarrar fuerzas y cuando apareció Lorena en la escena le mire nuevamente esos ojos... unos ojos llorosos mi cabeza me repetía que eran efectos del alcohol pero no, yo sentía que era algo mas...
Fui muy breve en el mensaje que le envié a marta, le pedía el número de Anderson.
Finalmente bajo Sofía algo tambaleante con aquella buena mujer a su lado, no pude evitar fruncir el seño al verla bajar... me dirigí hacia la puerta en señal de que era hora de irnos; cuando Sofía llego a mi lado le pase el bolso y me despedí de la señora de una manera cortes.
-gracias por todo señora.
-no, a usted caballero. Correspondió mientras me soltaba la mano
De camino al auto, veía a Sofía un poco mas mareada pero no le di importancia; me adelante para abrirle la puerta y paso lo que la muy desgraciada jamás debió haber echo se vomito el espejo retrovisor de la parte costada de mi auto.
Le mire encabronado pero la muy puta a duras penas mostraba señal de comprender algo a la perfección, balbuceo unas cuantas disculpas y callo desplomada inconscientemente la agarre; toque apenado la casa de la señora quien inmediatamente me indico donde dejarla.
-¿estas bien? le pregunto la señora a Sofía mientras le alcanzaba agua.
-creo que lo mejor es que se queden, continuo
La mujer me miro suplicante, me sobe un poco el rostro y le dije que me quedaría pero que me iría muy temprano en la mañana. A pocos minutos me bajo una manta y acomodo el sofá cama para que durmiera junto a Sofía.
-buenas noches...
-Daniel, me llamo Daniel. Dije al notar el silencio avergonzado de su parte
-buenas noches Daniel, la casa es tuya.
Aquella mujer subió las escaleras y su figura desapareció de mi vista, me acosté junto a Sofía le pedí que se corriera un poco no quería que me tocara, ella se movió un poco pero aun así no era suficiente la corrí otro poco y ella balbuceo mi nombre entre sueños y finalmente se alejo.
Miraba mi celular, miraba el de ella marta no envió el mensaje en toda la noche, valiente amiga.
Al otro día desperté a Sofía y la acomode en mi carro, la señora me presto un trapo y me dispuse a limpiar luego de una despedidas finalmente me fui del lugar... le indique a Sofía que se bajara y me quede esperando que Camilo saliera. No había dormido bien esperando el puto mensaje; tenia sueño al final evidentemente me dormí.
Los golpes de mi ventana me obligaron a abrir los ojos, vi a Camilo, me anime mucho al ver que estaba bien, sus ojos se mostraban bastante cansados al igual que su cuerpo le abrí la puerta y le deje sentar al parecer hoy tampoco quería hablar conmigo. ¿¡Que era eso que le pasaba que según él, yo no podía entender!?
-hijo ayúdame, grito mi mama sacándome de los recuerdos de hace tres días, venia bastante atareada con las bolsas de mercado; suspire profundamente y salí a ayudarla.
♫Vi una sombra, y supe que no era mía Tu y ella, sé que están entrelazados ♫ Ya en el auto sonó mi celular indicándome que era un mensaje, al tocar la pantalla apareció remitente desconocido me enviaba una foto, no puse mucho problema y la abrí.
Un dolor punzante se apodero de mi pecho al punto de no dejarme respirar, cerraba los ojos para negar lo que veía pero al abrirlos era otra vez la misma imagen... mis ojos se llenaron de lagrimas que temían ser barridas delante de mi madre que no había notado lo que pasaba.
-nos vamos. Me dijo al ingresar al auto.
-cerré los ojos dejando escapar una lagrima nacida en el dolor, la sentí rodar por mi mejilla mientras ella caía yo caía, me mataban en vida...
Camilo.
Caminar fue extenuante extrañaba que Daniel me recogiera, pero lo mejor era dejarlo atrás definitivamente o quizás comenzar dejar de pasar tanto tiempo con el, cual quiera de las dos me dejaría sin su presencia a mi lado. Y… así poco a poco alejándolo de mi podrida vida... le quiero al punto que se que lo mejor que le puede pasar es alejarse de mi nuestro lazo siempre ha sido algo mas que un amigo o un familiar y no quiero que eso se dañe es mejor un bello recuerdo a un extenuante olvido.
Últimamente ando con un dolor en el pecho por que el amor duele, por que el amor debe matarte para darte vida. Era poco lo que recordaba sinceramente, solo tenia el pensamiento de Cristian junto a Lorena amándose o como sea que ellos consideren fue lo que hicieron; luego por más que intento recordar que paso después... me termina doliendo la cabeza en una batalla que es mejor desistir. Termine en el baño la noche del viernes es lo único que la resaca no deja olvidar el ardor que tus ojos sienten cuando vez la luz después de una noche de lagrimas y copas.
Deambulaba con mis pensamientos cuando un compañero de mi clase se acerco furiosamente a mí golpeándome fuertemente con su hombro y termino recitando unas frases que me dejaron perplejo.
-¡a un lado marica!
Antes de que le respondiera se fue con la multitud, no podía ponerme a pensar que mierda le pasaba a ese tipo yo tenia mis propios problemas que me quebraban, que me dejaban indefenso y para rematar he decidido alejarme de lo que amo por que solo así sabré que jamás les are daño.
-buenos días, salude cordialmente. Un saludo que nadie quiso corresponder.
Me senté en mi puesto como de costumbre, mire a Cristian que no paraba de mirar el celular, me extraño que no me saludara pero mejor para mi. Mire a mi alrededor las chicas miraban confundidas, murmuraban entre ellas. Que coños les pasaba a todos.
-bueno deben armar grupos de cuatro, dijo la maestra señalando al curso.
No me preocupe hasta que vi que todos se organizaban dejándome a un lado, yo en una esquina con baldosas vacías a mi alrededor; barrí el curso con la mirada varios grupos tenían tres personas... me acerque al grupo mas cercano cuando una de mis compañeras cerro mi paso corriendo la silla de tal manera que no tuviera un lugar para mi.
Me sentí humillado, desconcertado; las personas me miraban podía ver que la apoyaban que creían que estaba bien, mire mi grupo mas cercano de amigos y prefirieron retirar mi mirada y centrarla en sus cuadernos, deje caer la silla estaba confundido.
-¿que pasa Camilo aquí hay puestos? me dijo la profesoras señalando otro grupo.
Respire profundo, me derrumbaba yo contra mis amigos, yo contra mis enemigos... levante la silla me dirigía hacia ellos
-no queremos que se haga con nosotros, dijo valientemente una de mis compañeras
♫No digas una palabra Estoy segura que no será suficiente Para borrar lo que sé, ahora, sucede de lo que los sueños están hechos ♫ Mis manos se apretaron en puño, un nodo se amarro fuertemente a mi garganta buscaba cortarme el aire. Mire a la profesora, que desconcertada le pregunto al curso quien me aceptaba en su grupo.
El silencio se apodero de la sala, el silencio me ensordecía, mis compañeros, ellos no querían que estuviera ahí; jamás había sentido un rechazo como este.
-puede hacerse aquí, dijo en un hilo de voz casi inaudible una compañera que desconocía, nadie convivía con ella era demasiado introvertida al punto que los demás preferían alejarse; rara vez cruce palabra con ella.
La profesora le dio un leve gracias con la mirada y me invito hacerme con ella, una vez mas tome mi puesto y lo acerque a ella mientras esta agachaba la mirada con mi acercamiento; le salude cortésmente, note el rubor de sus mejillas mientras alzaba su mirada para que mis ojos pudieran apreciar ese perfecto azul oceánico brillar como un ocaso vespertino.
Ella no decía mucho, de echo no decía nada comenzó a llenar el ejercicio y su bolígrafo se detuvo, su mano se apretó con mas fuerza... mire la hoja decía nombre de los integrantes; mire su nombre Diana y con ello intente romper el hielo.
-me llamo Camilo, dije tomando su delicada mano
Ella continuo escribiendo con un tono bastante rojizo en sus mejillas, soltó el bolígrafo y en simultanea me miro era un reto para ella -di-di- diana.
Me asombro lo mucho que espero para decírmelo.
Ella hizo todo el trabajo, no pareció necesitar mi ayuda igual no se la ofrecí yo seguía pensando intentando comprender que pasaba. La mire soltar el esfero apretó sus manos a su pecho. Pude apreciar una bella cadena de plata muy bien cuidada tenia un ángel como adorno.
-muy bello, es tuyo te lo dio un amigo.
-no, no tengo amigos. Dijo tajante al punto que me sentí incomodo.
-¿alguien te lo debió haber dado? deje que mi mano se dirigiera al ángel atenazándolo con mis dedos.
-mi madre, mi madre me la dio antes de morir. Dijo con un nudo apretado en su garganta, no me dejaba mirarla permanecía con la cara agachada.
Debe ser difícil no tener a nadie, ser invisible para los ojos de los demás, desear un simple “hola”; dejar de llegar a la casa y desear que el día de mañana sea diferente mientras te ahogas en llanto que a nadie le importa, por que tu a nadie le interesas y por mas que lo desees sientes que será así siempre... levantarte con un dolor punzante en el pecho un dolor que solo tu conoces y que tu solo debes afrontar vivir con tus miedos, vivir en la oscuridad.
-me gusta mucho, te vez bonita con el. Le tome del rostro y le aprecie frente a frente esos bellos ojos azules que nadie mas quiere mirar.
Ella sonrió apenada, el timbre sonó y yo me levante con el, le dije que tenia un amigo para cuando lo necesitara.
Salí al campus necesitaba aire, baje rápidamente las escaleras me dirigía al pasillo que da apertura a la parte mas cubierta de hojarasca cuando un grupo de tres personas dos hombres y una mujer al verme se acercaron.
-vamos marica así que te encanta comer pollas.
-cuanto cobras puto bastardo.
-déjalo francisco, dijo ella suplicante al ver la forma agresiva en que se me acercaban.
El la aparto de su lado, yo no me movía un centímetro estaba frio hasta la medula, tenia miedo francisco era un hombre alto, de ojos cafés, cabello corto, bastante vibrado. Apreté un poco el puño para tomar fuerzas.
-déjame en paz, dicho esto me dispuse a irme
El no estaba dispuesto a dejarme ir, me agarro de la camisa y me jalo a el, cuando me tuvo en frente me mando un golpe al estomago que me dejo sin aire, me intentaba reponer cuando su amigo me patio con tal fuerza que caí al piso.
-vamos marica levántate, intenta lamerme la polla, dijo mientras se acercaba a mi tomándome del cuello para empuñar su puño contra mi rostro, sentí como me partía el labio, no paraba de golpearme me odiaba. Sin yo saber sus motivos.
-déjalo, ¡que lo dejes! grito ella tomándolo de la camisa atrayéndolo.
-déjame, dijo gritándole
intentaba parar sus golpes pero me dolía el cuerpo, deje caer mi cabeza cansado la vi a ella llorando, llorando por impotencia, por pesar, sus lagrimas rodaban por su mejilla para perderse en alguna parte del suelo... de alguna forma le sonreí deje que mi mano callera.
Francisco se acerco para patearme las costillas lance un grito ahogado por un puñetazo en mi boca.
-que te pasa marica temes que te quitemos el plumaje, deberías estar muerto
-¡déjalo! grito una voz conocida.
Baje un poco la mirada y ahí estaba diana intentando apartar a francisco de mi dolido cuerpo, al ver esto la joven que estaba intentando defenderme hace un momento también se unió intentando quitar a su amigo.
-te salvaste marica, deberías estar muerto
Ellas me ayudaron a levantarme con un poco de dificultad del suelo, me llevaron a un salón aledaño del pasillo.
-voy a contarle al rector, dijo una molesta diana al ver mis heridas aun sangrar.
La tome de la mano, y le mire a sus hermosos ojos bañados por una cristalina capa de agua –no quiero que digas nada.
-pero Camilo, alego la novia de francisco
-que no dirán nada, entendido. Dije en un tono elevado mientras desprendía lágrimas de mis ojos, lágrimas que me destruían, sentía como me ardía la cara pero me lo merecía. Eso sentía… me merecía una y mil palizas mas.
-iré por el botiquín de la enfermería, dijo diana. Le mire desconfiando mientras se soltaba de mi mano y me decía que no me preocupara.
La puerta se cerró despacio, en el exterior se oía que finalmente los estudiantes de todos los cursos salían ignorantes de lo que había pasado minutos antes; me dirigí a ella le pregunte como se llamaba me contesto Eugenia un nombre no muy común pero decidí hacer caso omiso de eso.
-¿por que estas con el? Le pregunte dirigiéndome a sus bellos ojos
-por que francisco me dio una vida, dijo en un suspiro mientras me acariciaba el rostro.
Darte una vida, como alguien como el puede darle vida a algo.
-tu no… tu no entenderías
-y que tal si lo intentas, dije acercándome a ella mientras la intimidaba con la mirada
-yo no soy de aquí, yo soy de un pueblo muy humilde cerca de la ciudad; en mi pueblo no tenia nada, mi familia era muy pobre subsistíamos con los que nos daba la tierra pero no sabes lo que se siente ver a tu madre llorando a escondidas desgarrándose por dentro de solo imaginar que sus hijos vivirán la misma vida que ella… cada mañana la veía sirviendo la comida para luego mirarnos comer yo sabia que ella no comía sabes por que… por que no había para mas.
Mi padre se vino aquí a la ciudad en busca de trabajo y al parecer lo encontró y también encontró otra vida lejos de nosotras, lejos de las preocupaciones… ¡como crees que me sentía viéndola caminar cuesta abajo pidiendo algo para nosotros! ¡Esa era mi vida, no tenia vida! Y yo tenia la culpa de que mi madre pasara por estas cosas.
-no tenias la culpa. Dije conmovido por su historia
-no, me vengas con esas Camilo. Dijo levantándose de mi lado para mirar la ventana
Lo ves Cami, dijo señalando a los estudiantes que transitaban por el verde campus, ninguno de ellos me ayudo, yo Salí de mi pueblo en busca de una mejor vida, al llegar sola nadie me aceptaba, me señalaban yo era la puta chica pobre del campo, la ingenua, la tonta que se sentaba en la esquina de atrás… un día cansada de mi vida me tope con francisco quien me ofreció ayuda a cambio de que hiciera todo lo que me decía… y eso hago y gracias a hacer lo que el me dice es que soy aceptada aquí y en cualquier parte… las personas me aman gracias a el.
-no seas idiota, dije enojado. Las personas te temen por culpa de él. Déjame imaginar él paga por tus servicios y tú le das el dinero a tu madre o me equivoco.
-cállate, no soy ninguna puta. Sentí su palma golpear mi rostro con tanta ira, con tanto dolor.
-y que… tienes vida, eres una esclava de ese animal no me extrañaría que no te golpee. Al decir esto ella giro la mirada confirmando lo que decía.
-casi no me lo dan pero aquí esta, dijo Daniela mientras ingresaba al salón
Diana me limpiaba las heridas mientras Eugenia no paraba de acariciar mi rostro con lastima de echo las dos me miraban con tristeza, yo les recordaba sus vidas mis golpees son los que ellas han recibido pero que nadie ve, ellas con vidas tan distintas pero tan parecidas obligadas a seguir un camino solas por que sencillamente a nadie les interesa y dudo que alguien las acepte… ellas reflejan su miseria por eso nadie es capaz de acercarse. Más halla de que una sea novia del matón y la otra sea una solitaria huérfana las dos son miedosas… Tienen miedo… miedo de conocerse.
Me senté junto a ellas las heridas no eran tan grandes simplemente la sangre se había disparado por culpa de la presión resultado de la adrenalina.
-no, sabes por que se comportan así contigo. Agrego una ingenua diana mientras me acariciaba el rostro.
Le sonreí ingenuo, no sabia el por que; negué un momento con la cabeza Eugenia saco su celular y lo toco varias veces buscando algún mensaje. Le pase por lo bajo un papelito ella paro su búsqueda y lo miro le decía que ella valía mucho mas de lo que creía y le di una dirección hay trabajaba mi tía la madre de Daniel si le decía que venia de mi parte le daría el trabajo en seguida.
Ella sonrió por lo bajo y me paso el celular con una foto en la pantalla.
-¿¡pero que coños es esto!? Dije aturdido. Claramente era yo, pero quien coños era la otra persona.
Eugenia y diana me miraron preocupadas, por mi reacción… la sorpresa de diana junto con la mía estaba envuelta en un mar de dudas. Eugenia me tomo de la mano y me dijo –se valiente.
Anderson.
Lo mire en educación física esta mañana, su cuerpo tonificado de espalda ancha terminado en una suave y sutil cintura, sus piernas de atleta entrenadas y bastante velludas, entrenaba sin camisa dejaba que todos se deleitaran de sus pectorales duros bastante sudados, sus tetillas paraditas, su abdomen era bañado por la luz del sol se podría apreciar cada cuadro, era bastante velludo pero sus vellos eran perfectos.
Me sonrió y yo hice lo mismo me pare en una esquina por que no, no entraría a clase no, no me atrevía a verle a la cara a Camilo, mirar sus ojos verdes destruidos por un segundo, destruidos y en parte por mi culpa. Esa noche estaba muy tomado llegue al baño me quite la camisa vomitada minutos antes por aquella tipa. Y si el no fuera entrado nada fuera pasado. Por mi cobardía el amaneció solo en el baño. Dudo que se acuerde de algo si no ya me fuera golpeado prefiero que se dañe su vida a que se dañe la mía. Dañar esta fachada que tan difícil fue construir…
♫Esta es mi casa y no voy a permitir esa falta de respeto cariño no me mires así No pertenezco a ti, huyo ♫ Salí de mis pensamientos al verlo en su trote su semierecta polla bailaba en su pantalón golpeaba con la tela del mismo, no le conocía sabia que se llamaba Sergio era unos tres años mayor que yo, el se encontraba en el mismo grado que yo pero estudiaba en otro curso así que pocas veces le había visto. Se pasaba de bueno su cabello negro oscuro, su piel morena clara, sus ojos grises llenos de vida.
Me mordí el labio y el me correspondió, -corrida segura. Pensé era perfecto así podría olvidar esta pena que me agobia a demás tenia la oportunidad de terminar lo que no hice esa noche con Camilo.
Se echo algo de agua, mojando su cuerpo se acerco al docente y se alejo yo instintivamente le seguí; me guio a un cuarto alejado mire el letrero “equipo de entrenamiento” en ese lugar se guardaban los balones de la clase y algunos objetos mas. Sergio saco la llave el siguió y dejo la puerta ajustada mire que nadie me viera y entre.
Antes de que le buscara sus labios se apoderaron de los míos, amortiguaba sus primeros gemidos me apretó hacia la puerta y finalmente la cerro. Me agarro del cuello su pecho mojado humedecía mi camisa, su lengua me invadió me depositaba saliva me robaba el aire sentía como sus manos acariciaban mi cintura me pegaba a el. Poso sus dos manos en mi culo bajo un poco y me levanto me amarre a su cintura.
Me gimió mientras me comía el cuello, su saliva me calentaba la piel; le agarre del cabello le exigí que me mordiera y eso hizo, subió hasta encontrar mi oreja su lengua seguía la estructura de mi oído.
-aaah me encantas.
Giro en su mismo punto, dando unos pasos me golpeo contra la pared me quito la camisa, y se pego a mi, mi caliente cuerpo secaba las gotas que le cubrían su mano apretó mis tetillas; me apretaba a sus labios no paraba de morderme, me pego un poco mas a la pared sacándome algo de aire apretaba mi miembro a su abdomen.
Soltó mis piernas, guio mis pasos hasta una pila de bolsas llenas de balones, le mire a sus ojos grises baje la mirada a sus labios húmedos por la saliva que le robaba a mi boca, tomo mi cintura sus dedos recorrieron mis tableta jugaron con mis pocos bellos y finalmente palparon mi polla sobre el pantalón le sobaban una y otra vez, su manaza me apretaba.
Desabrocho mi cinturón, y soltó su botón y en simultánea bajo el cierre; dejo caer mi pantalón a la altura de mis tobillos.
-aaah, déjate caer. Dijo en un gemido
Apoye mi cuerpo en las tulas de balones, Sergio me beso el cuello bajo por mi espalda el frio de sus besos me hacían respirar profundo, sentía como varias gotas cian en mi espalda, sus manos ingresaron al bóxer y suavemente le bajaron Sergio me agarro de las nalgas y las apretó un poco… aprecio mi ano unos instantes antes de sentir un suave beso en mi nalga. Apretó un poco mas sentí sus dientes apretar mi piel, separo mi culo su lengua roso cada uno de mis pliegues les proporcionaba saliva para luego absorberla con fuerza.
Con una de sus manos tomo mis bolas y les comenzó a dar un placentero masaje, intento introducir poco a poco su lengua mientras me arrancaba suaves gemidos, sentía como cada vez mi esfínter se abría a su huésped invasor que lengua tan cálida la de Sergio todo un dios, la mano que me magreaba las bolas agarro fuertemente mi miembro que reposaba firme en uno de los costales le apretó con delicadeza mientras subía y bajaba. Su ritmo fue aumentando el muy maestro mantenía su lengua dentro de mi esfínter mientras me pajeaba sabia como calentarme su morbo.
Sentía como salía cada gota de pre seminal, Sergio giro mi cuerpo sobre las tulas dejando mi miembro expuesto a su boca me miro fascinado estaba al tope veinte centímetros de polla esperando por su boquita; lo tome con mis brazos lo acerque a mi anhelaba tener sus labios mucho rato mas pero el tenia otros planes descendió por mi nuca bajo a mi pecho mordió un rato mis pezones y finalmente agarrándomelo de la base se lo metió todo a la boca sin ni siquiera tomar aire.
-aaah mierda. Dije en un suspiro mientras le dejaba ser
Su boca era maestra apretaba mi glande a su paladar, mientras su lengua me robaba las gotas de pre seminal. Subía despacio sin apartar completamente los labios de mi glande abrió un poco la boca y dejo que du lengua jugara con el; bajo un poco mas acariciaba mis bellos con su mandíbula, beso mi pierna tomo mis bolas con una de sus manos y el muy hijo de puta se las metió enteras mientras no paraba de pajearme.
-métemelo de una puta vez, le dije en un susurro suplicante del deseo
-que impaciente eres, jajaja su blanca sonrisa me tenia embobado.
Sergio se paro frente a mi, se bajo la pantaloneta y dejo a la vista un tremendo trozo de carne un poco mas grande que el mío bastante grueso con unas notorias venas que le cubrían, su rojizo glande cubierto de pre seminal que le daban un brillo provocativo… Sergio se la toco mientras la descapullo despacio tome un poco de saliva sentía mi garganta seca rápidamente me moví para intentar chupársela pero su mano me detuvo.
-no seas impaciente, aun no quiero. Dicho esto me sobo el pecho y me indico que descendiera.
Subió mis piernas con sus potentes manos se acerco un poco, cerré un tanto los ojos para aguantar las primeras envestidas no estaba acostumbrado a recibir, su glande roso mi ano me lo tenia sudando palpitando por sentirlo dentro; soltó una de mis piernas se lo tomo de la base.
-aaah, mierda
Fueron unas envestidas tranquilas al comienzo, luego mi dios velludo del deporte fue poseído por la pasión y comenzó a envestirme con fuerza, me daba bastante duro el choque de nuestros cuerpos era audible en la sala, tome mi miembro y le pajee con el ritmo que el me daba… su movimiento de caderas era genial.
Me daba cada vez mas duro, no podía aguantar mis gemidos al ver esto el se abalanzo como una fiera sobre mi boca… le agarre del cabello mientras me comía el cuello, sus envestidas comenzaron a ser lentas en ese momento se levanto saco su miembro de mi esfínter me tomo de la mano y me levanto. Al ver sus flameantes ojos digno de un amante me agarro de la cabeza y me descendió lentamente mientras yo lamia su pecho y posteriormente su abdomen amaba sus bellos era bastante excitante.
Mire unos instantes su polla, me pidió que no se la cogiera y agachado un poco la deje descansar su glande en mis labios, luego me la introduje despacio le agarre de las nalgas para darme sostenimiento su extraño sabor a mi me tenia loco no era un pre seminal fuerte como los de otros chicos que he conocido era dulce era una lefa agradable para mi boca.
Me la envestía mas rápido sin dejar que escapara de mis labios, Sergio subía la cabeza mientras apretaba los puños eso me animo a seguir y fue cuando me advirtió que se corría… yo perdí mi instinto solté sus nalgas atenace su miembro y le mame con ganas su pene palpitaba en mi boca y fue cuando se corrió se corría mientras yo continuaba mi labor; su semen salía por las comisuras de mis labios cuando termino me levante y le comí los labios.
♫Toma tus cosas y vete Puedes
tomar la cena sobrante De anoche
, no vomites Te hice tu despedida favorita♫Sergio dio la espalda y me dijo te toca, mierda era el hombre que yo soñaba le agarre de la espalda y lo recosté en las tulas jugué con su ano poco tiempo simulando lo que su boca maestra me había enseñado me levante un poco y comencé a envestirle no con la fuerza que él poseía pero yo tenia un buen movimiento de cintura.
Comencé a envestirle al punto de sentir que mi miembro palpitaba, el calor d su interior era magnifico el me apretaba me sofocaba, su voz me pedía mas… luego de un tiempo estaba a punto de correrme el me pidió que fuera en su interior y yo simplemente le complací.
♫Porque bebe, ahora que tu haz quedado atrapado, que estoy supuesta a decir…Cuando está tan mal lo que hiciste pero todavía me siento de esta manera No puedo creerlo, o olvidarlo, lo que vi hoy Y si te estás preguntando si me quedo, la respuesta es de ninguna manera♫Nos vestimos rápidamente cubiertos de sudor, no paraba de besarme, sonó su celular era un mensaje.
-¿este no es Camilo… tu amigo?
Me mostraba una foto donde no se quien mierda ni en que momento le tomaron a Camilo chupándome la polla, yo recuerdo que vi una luz y de inmediato cerré la puerta por lo que la foto salió incompleta y solo se veía a Camilo en el acto; yo me asuste mucho esa noche al punto que Salí del baño y espere que Martha dejara la escalera y como un demonio me fui de esa fiesta.
-lamento lo que le pasa, creo que te necesita. Dijo un preocupado Sergio pues al final del día nosotros éramos como Cami con la diferencia de que nadie lo sabía y nadie podía decirnos nada.
Sergio salió de la sala y me dijo algo parecido a que los amigos no te abandonan; pero a estas alturas no era amigo de Camilo yo prefería verlo destruido a verme a mi destruido junto a el. Luego la puerta se volvió a abrir y apareció un furioso Daniel.
Quien sin decir nada me golpeo, me tiro contra las tulas y se lanzo encima de mí, sentía como me partía la cara, no estaba dispuesto a esto; me levante y le golpee también, Daniel retrocedió unos pasos aturdido y me golpeo de nuevo me tiro al suelo y hay me cogió de la camisa.
-por que lo hiciste hijo de puta, no paraba de azotar mi cuerpo al suelo.
Lo veía llorar mientras me golpeaba se había dañado una amistad, me merecía sus golpes; pero yo no tome la foto eso me exime de alguna forma de culpas.
-Daniel, da, da ¡escúchame de una puta vez! Dije mientras lo giraba apoyando todo mi cuerpo sobre el.
-yo no tome la foto Daniel.
-yo lo se hijo de puta, quien la tomo fue marta. Dijo mientras intentaba escapar en vano.
-marta… mierda tenia sentido ella era la única… quien mas
-¿¡por que dices que fue marta!?
♫De ninguna manera (Un juego de amor) ♫ -esa noche ella subió a buscar tu numero y vio a Camilo en esas, la muy puta harta de ser la esclava de Sofía y Laura decidió dañarle la vida a alguien para sentirse de alguna forma como ellas, pero que perro sentido tiene pelear con alguien como ella que se siente la cuarta parte de sus amigas; pero tu… como mierdas Anderson confiaba en ti…
Daniel lloraba jamás lo había visto así; pero que putas le pasaba es su primo no debería afectarle tanto.
Me levante y el hizo lo mismo, -¿le amas verdad?
-¡eso no importa! tu le dañaste la vida asqueroso perro de calle.
-y que querías eh, que dijera que, que me lo folle para que me traten como a el, no me creas idiota.
Daniel rio sarcástico
-y tu crees que Camilo, no dirá nada… sentí un puto escalofrió escuchar esas palabras Camilo no se atrevería ¿o si?
Camilo.
Había comenzado a llover y me gustaba mojarme así no me veían llorar de igual forma a nadie le importaba que sentía, a nadie, mis amigos eran mis enemigos, era yo contra ellos, yo contra todos, dejaba que la lluvia recorriera mi cabello mientras miraba pasar los carros cerca de la acera; miraba mis zapatos cubiertos del agua que ellos me lanzaba. ♫Algo que ví, algo que sé que no me pertenecía Pero luego pensé que no hay manera de que tu me hicieras eso ♫ No paraba de sollozar yo era un puto marica de mierda que te la mama en el baño.
-ni te atreverás. Gire mi cuerpo para observar la voz amenazante que se acercaba.
Anderson tenia el diablo a dentro, tenia miedo, miedo a que le dañara su vida… algo que no se me pasaba por la mente por que a diferencia de el yo creo en los amigos así ellos te den la espalda no dejan de serlo.
-a que le temes Anderson, no seas idiota.
-te lo advierto no me conoces
-no, tienes razón no te conozco verdad marica.
Anderson se enojo aun mas colocándome al pie de la acera, veía su rostro mojado el también lloraba aun que no pudiera verlo, el lo sentía sufría igual que yo, y no merecía lo que me estaba pasando. Pero no le dejaría así no mas por lo menos le daría miedo.
-a que le temes a que tu vida se dañe, a que te hagan lo que yo… no me digas que no me has visto los golpes… estos ¡mírame hijo de puta!♫Sentí un enfriamiento pero me dije a mi misma que era del frío Y me desperté, pero deseé que fuera una pesadilla Porque cuando tengo aquellas, no lo es real como ésta lo es ♫ Estos serian para ti también pero sabes; un nudo se apretó en mi garganta… yo aun te quiero amigo. Creo que no debo llamarte así por que al final del día te iras ¿verdad?
Anderson agacho la mirada, estaba en sus brazos; me cogía del cuello de la camisa. No diré nada podrías soltarme. Sentencie.
♫amigo no me mires así No pertenezco a ti, huyo ♫ Anderson me soltó, con una mirada triste en sus ojos, yo apoye mis pies en la esquina de la acera y sin saber como perdí el equilibrio, alce la mano en busca de la de Anderson pero este me agarro de la manga que mojada dejo que su mano se resbalara di unos pasos intentado recuperar el equilibrio pero cuando aleje la mirada de los hermosos ojos de mi amigo una luz me cegó totalmente y luego sentí como mi cuerpo era golpeado sin compasión, el castigo de mi vida… sentí mi cuerpo suspenderse en el aire mientras la lluvia mojaba mi rostro finalmente caí mientras el charco me abría paso a la fuerza. Sentí un gran golpe en la cabeza…
Daniel.
-Camilo. Fue lo único que pude gritar mientras atravesaba la lluvia que no me dejaba ver lo que había pasado.
Empuje a Anderson del medio mientras buscaba a Camilo, el profesor había salido de su coche mientras se tocaba la cabeza, -Camilo, Camilo corrí a su cuerpo empapado por la lluvia, tome su cabeza limpiaba su rostro mientras se me desprendían lagrimas del mío.
Observe a Anderson acercarse rápidamente.
-si lo tocas te mato, le dije intimidante mientras mis ojos desprendían lagrimas de dolor ante el cuerpo inconsciente de Cami.
♫…Y si te estás preguntando si me quedo, la respuesta es de ninguna manera ♫
-lo, siento, no fui, el se callo… yo lo intente coger. Anderson se arrodillo en el suelo mientras lloraba intentando acomodar a Camilo.
-Cami, Cami despierta no me hagas esto, no a mi… yo te amo, Cami despierta.
Un dolor incontrolable en mi pecho no me dejaba respirar mientras en vano quitaba las gotas de lluvia que se habían desarmado en su rostro, pero, no paraba de llorar yo estaba perdiendo el control. –Cami vamos despierta chiquito, vamos.
Las personas se acercaban incrédulas a la escena, el profesor había llamado la ambulancia pero esta no llegaba… abrace a Cami contra mi pecho, acomodaba su cabello con mis manos.
Anderson se alejo asustado, clavándome una mirada llena de miedo –Camilo, esta, suspendió su frase en el aire para luego de tomar saliva continuar -esta sangrando.
Mire mi mano, la tenia manchada mire su cabellos bañado de un tenue color rojizo que se perdía con el agua; lo perdía mi corazón no dejaba de latir rápidamente, el nudo de mi garganta no me permitía decir palabra, por mas que intentaba mirar una capa de agua se apoderaba de mis ojos dejando mi vista nublosa, pensaba en Camilo en lo que debí decirle. –vamos, Cami yo te amo. Le repetía una y otra vez.
Las personas mantenían su distancia, pero yo no me separaría de él no lo aria, no otra vez… el sonido de la ambulancia acercándose me aturdía los oídos. –Cami llegaron por ti, no me dejes, Cami respóndeme.
Pedía una palabra una única palabra una señal de su cuerpo; le hablaba en vano al parecer no me escuchaba, le abrace a mi cuerpo pero no podía sentir su calor, apoye mi frente en la suya respiraba de forma agitada –Cami, no me dejes dicho esto bese sus fríos labios en un beso que duro poco.
Una enfermera me cogió de los brazos mientras otra tomaba a Camilo. –que hace suélteme, tengo que estar con el.
-pero señor.
-tengo que estar con el, no puede entenderlo la persona que esta ahí es la que amo.
Montaron a Camilo a la ambulancia, me acerque a las puertas.
-no puede entrar.
-déjeme subir, le dije amenazante, las gotas de lluvia cubrían mi rostro. Déjeme subir…por favor
-el es el primo, dijo mi maestro.
Al subir me acerque a su rostro le tome de la mano, -estarás bien. Le decía una y otra vez
Mire a la enfermera que cerraba las puertas y se sentaba a mi lado, comenzando a sacar algunos instrumentos de primeros auxilios. -¿estará bien, verdad?
-no lo sabemos con certeza.
Volví a mirarlo apreté su mano a mi pecho –yo se que estará bien. Dije en una voz firme.
La enfermera me coloco una manta, al verme temblando pero ella no entendía que yo no temblaba de frio. Me acerque al rostro de Cami le bese una vez mas mientras le dije te amo, abrí los ojos y la boca de Cami se abrió de golpe sacando algo de sangre, su pecho se contrajo con gran fuerza golpeando la camilla; la enfermera me aparto de el mientras lo tomaba.
-camilooo. Grite en un aullido inconsolable del alma.
los invito a valorar y comentar; para aclaras dudas Camilo aparecera en el proximo no se asusten. GRACIAS POR LEERME.