Bajo las estrellas
Una mirada, esos ojos y su manos acariciando mi espalda. Solo hizo falta eso. Todo lo que nos rodeaba esa noche quedo en un recuerdo muy vago. Pues solo podia mirarle, algo muy intenso me impedia apartarme de esos ojos azules.
Recuerdo esa noche, en la que nada mas que pretemdiamos dar un paseo tranquilo por la playa vacia a la luz de la luna, admirando el manto de estrellas que cubria el cielo oscuro y charlar sin preocupaciones por lo que nos estaba pasando. Llevabamos unos dias sin vernos, y apenas habiamos hablado. Pense que nuestro amor se abia desvanecido, y que estabamos condenados a seguir nuestras vidas separados. Esos ultimos dias sin el se hicieron eternos, y me pesaban como una condena por haberlo dejado escapar. Empece a echarle de menos, a añorar sus besos, sus abrazos y ojos. Afortunadamente tuve esa fuerza para descolgar el telefono y hablar con el. El tuvo la idea de caminar por la playa, decia que era un lugar hermoso por la noche. Empezamos a ablar de las estrellas, le conte que me sentia muy pequeñita al mirar el cielo de noche, toda esa inmesidad y nosotros tan insignificantes dentro de ella. Acto seguido me susurro en el odio despacio " pues yo estando a tu lado me siento la persona mas grande de todo ese infinito de alli arriba". Me gire y cai en la cuenta de que sus brazos rodeaban mi cintura y que sus ojos me miraban de una forma muy tierna. Como un hechizo no pude dejar de mirarlos. La noche, la playa y las estrellas quedaron en el olvido, para mi solo existia el. Su rostro quedaba muy cerca del mio, podia sentir su respiracion tranquila. Mi corazon de acelero y toda la tristeza de esos dias lejos de el se traspormo deseo.
- Te he echado de menos, y esque no puedo estar sin ti- dijo el.
Senti miedo de responder, de romper aquel hechizo. Como si el comprediese mi temor, me estrecho entre sus brazos. Sentia su pecho contra el mio, sus latidos se confundian con los mios y me invadio una sensacion calida y acogedora. Me sientia a salvo, tranquila en sus brazos.
- Quiero que seas solamente mia- me dijo mientras me besaba la frente.
Cogi su cara entre mis manos, respondi a esa frase con un beso, prometiendole que lo seria por siempre. Comenzo a acariciarme la espalda suavemente, recorriendola de principio a fin. Pase mis manos por su pelo, bajando por su cuello hasta llegar a su pecho, me detuve para mirarle una vez mas a los ojos. Le amaba, mas que a nada en este mundo, y lo añoraba. El tambien ami, nuestro amor no se habia desvanecido, seguia vivo.
El humdio su cabeza en mi cuello, me lo besaba tiernamente, y yo lo agarre y lo atraje hacia mi fuertemente. Ante mi reaccion, sus besos tiernos dieron lugar a unos muchos mas salvajes. Notaba su lengua y como me mordia. La pasion nos invadio, estabamos hambrientos el uno del otro. Me deje llevar, sentia un torrente de sensaciones, amor, tranquilidad, placer...
Heche la cabeza hacia tras dejando mi cuello totalmente al descubierto, el seguia besandolo. Abri los ojos y vi las estrellas. El tenia razon, era hermoso pasear de noche, pero mas hermoso era sentirlo, sentir la pasion y que todos esos puntitos de luz a lo alto del cielo fuesen testigos de toda esa pasion que ahora nos invadia.
Le quite la camisea y recorri su espalda y su pecho desnudo lentamente, tenia la piel muy suave. Bese sus hombros, el aroma de su piel me enloquecia. Comenzo a desabrocharme la camisa despacio. Esta finalmente callo a la arena.
- Te deseo- le dije al oido con suavidad.
Mis palabras eran ciertas, demasiado ciertas. El sonrio como un niño picaro y me tomo en brazos para despues arrodillarse sobre la arena. Yo quede encima suya, notaba su mienbro muy excitado bajo sus pantalones. Me besaba el pecho y acariciaba mi piel, me extremeci de placer por ello. Empezamos a movernos como si estuvieramos haciendo el acto sexual, y note mis ropa interior muy mojada. El se dejo caer hacia atras con la espalda en la arena, me quite el sujetador y el agarro mis pechos. Nos miramos con complicidad, los dos nos deciamos todo el amor que nos teniamos con solo mirarnos. Sonrei y el me agarro de la cintura para tumbarme encima suya, me cogio el pelo y me beso. Seguiamos moviendonos, frotando nuestros cuerpos el uno contra el otro. Me dio la vuelta, ahora era yo la que estaba sobre la arena. La notaba fria de bajo de mi, pero no me importaba, estaba demasiado caliente. Siguio besandome, bajando por mi cuello, recreandose en mis pechos y luego recorriendo mi estomago, sus manos desabrocharon mis vaqueros. Seguia bajando y pornto estaba completamente desnuda. Le agarre el pelo y lo conduje hasta mi coño, empezo suavemente a acariciarme el clitoris. Se humedecio los dedos con su boca mirandome apasionadamente, acto seguido mientras seguia mirandome note como sus dedos entraban en mi vagina, se movian despacio, cerre los ojos y me deje llevar, senti su lengua moviendose en mi clitoris. Arquee la espalda de placer, estaba gimiendo. Poco a poco aumento el ritmo. No tarde en tener el primer orgasmo, acto seguido me incline para terminar de desnudarle, agarre su polla y comence a masajearle, notaba como se excitaba cada vez mas, se mordia el labio de placer y verlo me excitaba mas ami. Me la meti en la boca y se la comi con pasion, notaba como se extremecia. Estaba apunto de correrse asi que me beso la cabeza y me invito a tumbarme de nuevo en la arena. Estaba encima de mi y yo tenia mis piernas completamente abiertas deseando que me penetrase. Empezo ha hacerlo despacio poco a poco, primero solo la puntita, la sacaba y cada vez metia un poco mas. Note su polla grande dentro de mi, ese miembro grande y caliente. Nos moviamos suavemente, acariciandonos la piel y besandonos. Aumentamos el ritmo, ahora me penetraba salvajemente. Los dos gemiamos de placer. Llegue a mi segundo orgasmo, uno muy intenso y prolongado. Pocas veces habia experimentado uno como aquel, fue como una explosion de placer. El no tardo en correrse, note todo su fluido caliente dentro de mi. Nos desplomamos en la arena, sudados y extasiados. Gire mi cara para mirarle, le bese y e me respondio tiernamente, acariciaba mi cara.
- Eres preciosa- me dijo.
Me levante y comence a andar por la orilla de la playa, el me agarro por detras posando su cara en mi hombre. Estaba amaneciendo, el sol salia y nosotros nos abrazabamos desnudos contemplando como empezaba un nuevo dia, el primero de muchos que pasariamos juntos, queriendonos.