Bajita y sumisa
Encuentra a una chica tan bajita que parece una niña, alucina cuando descubre que le va la caña dura.
Cuando entramos en el club la música de Fun Lovin Criminals sonaba a toda ostia y el ambiente estaba cargadito, se dice que Barcelona es la ciudad mas europea del país pero para un paleto cosmopolita como yo es la ciudad mas europea de Europa y cuando la visito siempre llevo mis cinco sentidos a tope, los asuntos que me habían llevado a la ciudad resultaron provechosos y lo estabamos celebrando, entre copas y visitas al servicio para la reanimación pertinente escruté el paisaje en busca de alguna mirada interesante pero como dice un amigo las chicas no paraban de no mirarme.
Me llamaron la atención dos chicas de bastante buen ver que parecían estar acompañadas por una niña, solo cuando la observe detenidamente me di cuenta que no era una niña que era una chica muy bajita. Ella se dio cuenta de mis miradas y las correspondió, me fije un poco mas y vi que era guapa y que estaba magníficamente proporcionada, una proporción que solo rompían un impresionante par de tetas, le calcule veintipocos años.
Ella llamó la atención a sus amigas sobre el lugar donde me encontraba con mis compañeros, cuatro chicos y una chica y se acercaron a nuestro lado de la barra, mis amigos rompieron el hielo con las chicas pero ella se mantenía al margen, cerca de mi, comenzamos a charlar con las típicas presentaciones, nuestras procedencias etcetera, la invite a una copa y un comentario suyo me dio que pensar.
-Me encanta el tono de tu voz, se nota que estas acostumbrado a mandar.
Algo me dijo que la chica estaba en disposición, la situación sin duda era propicia, dos visitantes desconocidos y procedencias dispares en una ciudad frenética. Pero me equivoque, las mujeres siempre sois un misterio, al intentar seducirla meloso y complaciente, Sonia (ese era su nombre) ignoraba mis invitaciones a tomar una copa tranquilo en la habitación de mi hotel, hasta que su actitud me empezó a encabronar y me harte de aguantarla.
-Oye tia, tu misma, yo me largo al hotel que ya esta bien de tonterías si te quieres venir te vienes y si no aquí te quedas.
Me despedí de mis amigos y enfile la puerta del local, mi sorpresa fue tremenda cuando la vi caminar detrás mía, me recordó la actitud de las mujeres árabes que caminan detrás de su marido y se me encendió la bombillita.
Le ordene que subiera al taxi y pude ver en su mirada la aprobación a mi tono imperativo, a partir de ese momento comencé a controlar la situación, no era cuestión de llevar la iniciativa, era cuestión de mandar y que ella obedeciera. En el asiento de atrás del taxi la abrace y la apreté contra mi y pude sentir sus tetas duras en mi pecho, se dejaba hacer, la bese con lengua bien profundo, se dejo hacer unos segundos y correspondió a la pasión del beso, tome su pequeña mano y la puse sobre mi paquete, ella lo aferro y comenzó a masajearlo, el taxista miraba estupefacto a través del retrovisor, me empalme como un bendito.
Cuando llegamos a la habitación tome un mini de cava del minibar escancie dos copas me senté en el sillón y le ordene que se desnudara en el centro de la habitación, con la mirada baja, un poco avergonzada pero sin titubear se fue quitando la chaqueta de cuero, el suéter y los pantalones, la observe en bragas y sujetador y pude observar complacido la proporción maravillosa de sus formas, estaba buenisima pero en bajito, le pedí que se quitara la ropa interior y que se masturbara delante mía.
Verla sentada a poco mas de un metro, contoneando sus caderas, desviando la mirada, frotándose el clítoris y metiéndose los dedos en la rajita me puso a mil, totalmente depilada, la impresión era la de una adolescente de coño hirsuto, lo que me calentó sobremanera. Me desnude mientras la miraba, tome un pañuelo negro de la maleta y le vende los ojos, ella suspiraba ansiosa mientras lo hacia sin dejar de masturbarse, sus tetas eran perfectas, voluminosas y duras con el pezón clarito y de tamaño normal, lo apreté, se endureció a tope y ella gimió de placer.
Me sitúe detrás de ella, aparte su pelo largo y comencé a besarle la nuca para lo que tuve que agacharme un poco consiguiendo rozar mi polla en sus nalgas, mientras lo hacia le susurraba al oído que me tenia caliente, que iba a sacar la putita que llevaba dentro, que me gustaban las zorritas complacientes, todo esto aferrado a sus tetas amasándolas con firmeza y aumentando la firmeza en cuanto comprobé que la demandaba, aquí no valían las sutilezas, cuanto mas apretaba sus pezones mas ritmo imponía a sus caricias masturbatorias y mas gemía de placer, me puse frente a ella y comencé a besar sus tetas y a succionarle los pezones con fuerza mientras le apretaba y pellizcaba las nalguitas, comenzó un gemido ronco y continuado y observe como se dejaba ir en un orgasmo que la dejo sin fuerzas, la tome en brazos sin apenas esfuerzo y la lleve a la cama, le abrí las piernas y acerque mi cara a su coño, pude verlo de cerca, un coño pequeñito, de labios finos, como una herida, como el de una adolescente casi púber, las paredes internas de sus muslos estaban resbaladizas, su corrida era abundante y sabrosa, bese su vientre, me embriague con su fragancia, abrí los labios de su coñito y le pase toda la lengua por la rajita hasta descubrir su clítoris sobre el que dibuje curculitos con la punta de mi lengua, levante la vista y vi que se amasaba las tetas y se daba tirones de los pezones mientras recibía las caricias de mi lengua en su maravilloso coño.
Metí la lengua en su rajita todo lo que dio de si investigando en los pliegues de su coño y dándole una follada con la lengua pera continuar lamiendo y dándole chupadas a su clitoris, le metí un dedo en el coño, mientras lo hacia y en cuestión de segundos, entre convulsiones, me pidió que le metiera otro y después otro, levantaba su trasero y se apretaba contra mi cara cada vez que sentía mis dedos a tope dentro de su coño y las chupadas en su clítoris, cada vez mas hinchadito y sensible, pude sentir su descarga en mis dedos, una descarga abundante, literalmente el coño le chorreaba, levantaba su culito convulsiva apurando su orgasmo, verla derrengarse en los estertores de su orgasmo con los ojos vendados me puso salvaje y con ganas de follarla, le di la vuelta y la puse en cuatro sobre la cama y le quite la venda, de rodillas tras de ella, abrí sus nalgas y pude ver el agujero de su culo cerradito y brillando por sus flujos, abrí los labios de su coño apunte mi capullo entre ellos y la penetre suave y profundo hasta los mismísimos cojones, cuando la tuve penetrada la tome por las tetas y comencé el vaivén sin sacarla, la sensación de follar a una chica tan pequeñita me resulto tremendamente morbosa, era como follarse a una púber, sin los peligros que esto conlleva. Ella apretaba mi polla en su coño y empujaba con violencia hacia atrás para que le diera caña, marcando el ritmo de la follada, cada vez mas violento, oleadas de flujo lubricaron mi verga, tuve que parar y pensar en algo desagradable para no correrme en ese mismo instante, se la tenia bien metida, en esta posición es maravilloso ver el coño de la chica a la que follas tragándose toda tu verga, cada vez que contraía su coño, en mi verga palpitante, podía ver el agujero de su culo abriéndose y cerrándose, recordé que el puño de mi cepillo para el pelo era redondito y adecuado, le di la vuelta, la puse de cara a mi, penetrada aun, la tome en peso y andando como quien lleva a un niño en sus brazos me fui al cuarto de baño de donde rescate el cepillo y un bote de leche hidratante, volvimos a la cama, me senté al borde de la misma y ella sobre mi, abrazada, aplastando sus tetas sobre mi pecho, me tumbe y ella me montó, me cabalgó mientras le embadurnaba el culo de leche hidratante y le ordenaba que se metiera el puño del cepillo por el culo, lo hizo en dos empujones, mirándome a los ojos y apretando los dientes cada vez que empujaba al intruso en su interior, con el metido todo lo que daba de si comenzó a incorporarse y dejarse caer sobre mi polla mientras yo le tenia tomada de las tetas, me pidió que se las apretara y le pellizcara los pezones y lo hice con sumo placer, podía sentir las cerdas del cepillo raspando la parte interior de mis muslos, ella se lo sacaba y metía del culo con bastante virulencia, ya no podía esperar la corrida, así que se la saqué, le ordené que se sacara el cepillo del culo y la puse de nuevo en cuatro, ver su culo abierto derramando leche hidratante me puso totalmente burro, se la clave de una sola embestida y ella me dijo te quiero, dándome una clave mas sobre la forma que debíamos relacionarnos, lo tuve claro, en cuanto se la tenia metida entera ni siquiera espere a que mi polla se acomodara en su trasero y dilatara lo suficiente, dándole un duro mete y saca que ella supo apreciar comenzando a gritar y a decir barbaridades:
-Soy tuya! Rómpeme! Mátame! Así así! Encula duro a esta putita!
-Que eres?
-Tu puta!
-Que hago?
-Me partes el culo!
No solo se lo partí, le regué las entrañas de leche de hombre, cuando me corría la levante en peso y la deje caer sobre mi polla, todo el peso de su cuerpo concentrado en el agujero perforado de su culito de zorra. Ella seguía convulsionándose sobre mi en lo que sin duda era otra corrida, le saque la polla manchada de semen, sangre y un poco de caca y solo tuve que mirarla para que como una gatita que ronronea se la metiera en la boca la mamara bien rico y la dejara limpia y reluciente, le di la vuelta y observe su culito violado, me encanta ver un culito abierto, follado y rebozando de mi semen.
Se levanto y se dirigió al cuarto de baño.
-No quiero que te laves ni el coño ni el culo puta¡ -le dije
-Solo me cepillare los dientes para que besarme te sea agradable amo.
Mientras estaba en el baño mi mente daba vueltas y vueltas, mi polla sin estar empalmada de nuevo tenia ese agradable aire morcillon que permite la penetración de un coño con la experiencia y el esfuerzo adecuado. Eran las seis de la mañana. Me acorde de mi amigo Enrique, con el que he vivido algunas correrías morbosas y divertidas, ella a mis pies como un perro fiel, le volví a vendar los ojos y con una bufanda y otro pañuelo la até al cabezal de la cama mientras le introducía el cepillo por el culo de nuevo. Marque el numero de la habitación de mi amigo:
-Killo que?
-Joder me estaba quedando dormido!
-Te jodes!
-Para eso me llamas?
-Te llamo para que vengas, tengo una perra salida amarrada en la cama dispuesta a sacarte toda la leche acumulada a una orden mía
-No jodas!
-Traete unas rayitas pa invitarnos y el champan de tu minibar.
-Voy palla!
Miraba a la diminuta zorra mientras hablaba con mi amigo estaba inquieta, abrió la boca, creí que se iba a negar y yo estaba dispuesto a darle una buena ostia si lo hacia pero me sorprendió preguntándome:
-La tiene grande tu amigo?
-Que puta mas perra! Si la tiene mas grande que yo, le he llamado para que te llene bien el coño con ella mientras yo te rompo el culo bien roto.
-Te quiero amo!
Cuando mi colega entró en la habitación y vio el panorama flipó de colores, la nenita abierta de piernas, con los ojos vendados, atada al cabezal, con el coño depilado y el mango del cepillo clavado en el culo parecía una adolescente a punto de ser violada por dos malvados, tremendo, se desnudo en un plis plas y apareció su rabo bien duro y dispuesto.
-Pásame la coca que me haga unas rayas y la follas un poco para ir entrando en calor.
Enrique se puso sobre la chica, yo me hacia las rayas sin perder un detalle de la penetración, su cara era un poema, la polla abría su coño de putita, yo mirando, haciendo rayas y pellizcandole un pezón, comenzó a gemir de nuevo.
-Soy puta! Soy la mas puta! decía
Me metí una raya y seguí mirando, me gusta ver a la gente follar, me empalmé como un berraco haciéndolo, la desate y le quite la venda mientras mi colega le daba duro en el coño, les ofrecí una raya a cada uno, me senté de nuevo al borde de la cama y no tuve que decirle nada, ella se incorporo y se sentó sobre mi polla dándome la espalda, tomo mi capullo y lo condujo al agujero de su culo, le abrí las nalgas y la tome en peso penetrándola, dejándole caer sobre mi polla con la precaución necesaria para no hacerme daño, todo su peso sobre mi polla, abrió las piernas y ofreció su coño a mi amigo Enrique que ya había pillado bola y se la clavo de una sola embestida, podía sentir la polla de Enrique separada por la fina tela que sirve de frontera entre el coño y el culo, Enrique comenzó un agitado mete y saca, a la presión del culo de la putita se añadía el roce de la polla de mi colega, ella se daba violentos tirones de los pezones y yo le mordía en el cuello y el hombro mientras lo hacia.
-Me rompeis viva! Aaaaaaah¡ Gracias! Dale mas duro a esta perra¡
-Nunca había visto a una guarra chorrear como chorrea esta puta- bramó Enrique.
Pude sentir su polla a tope soltando lefa en el coño de la zorra y como se la clavaba hasta el fondo, justo cuando se la dejo enterrada hasta las pelotas me toco el turno a mi y le llené, nuevamente, el culo de leche de hombre, la perra tenia los ojos en blanco y había entrado en una suerte de trance orgasmico, mi colega se salió de su interior y yo la tomé se la saqué del culo y la puse sobre la cama, ella semidesvanecida se dejaba hacer, cada uno la tomamos de una pierna y la abrimos, bromeábamos y nos deleitábamos con la vision de su coño y su culo rebozando esperma, le di un par de bofetadas para que reaccionara, abrió los ojos y sonrío, se puso en nuestro regazo, limpió con la lengua la polla de mi colega y cuando la dejo reluciente limpio la mía.
De nuevo fue a cepillarse los dientes, yo estaba cansado y con un poco de sueño así que cuando salió dispuesta del aseo no lo dudé, le dije:
-Vístete un poco que te vas a la habitación de Enrique, te voy a prestar a mi colega mientras me hecho un sueñecito.
A las diez de la mañana llamaron a mi puerta, era la zorra vestida con solo una camisa de mi colega y portando una bandeja con mi desayuno, desayune mientras me mamaba la polla, me corrí en su boca, se vistió y la despide, esta vez no se lavo los dientes, quería llevar mi sabor en su paladar.
Estare encantado de recibir vuestros comentarios rabohemio@hotmail.com