Bajando los humos III

Sigue el adiestramiento de la niñata a mano de sus Señores, aparece un nuevo personaje.

Los dias transcurrían y aunque cada vez tenía asumido más mi papel, seguía protestando ante cualquier orden y eso siempre me acarreaba un castigo extra… tenía las nalgas curtidas ya de tanto azote…

Un día mientras mis Señores tomaban café y yo fregaba y recogía escuché una conversación entre ellos que me dejó un poco desconcertada:

-Esta niña nos está dando mucho trabajo, así es imposible descansar, dijo Mi Señor

-Tienes razón, ya sabía que podía pasar esto cuando vinimos aquí el primer día, y como sabes que me gusta controlar y planificar todo barajé dos opciones:

Opción A: que la niña se portara bien y merecía que la llevásemos con nosotros a nuestra escapada a la playa

Opción B: dejarla aquí al cuidado de tu perro sumiso. El tiene sentimiento de Amo y seguramente la lleve más tiesa que nosotros.

-¡Joder! ¡Eres una crack! Esta claro que la opción escogida es la B. Vaya cara se le va a quedar a nuestra niña.

No podía creer lo que estaba escuchando, me iban a dejar en manos de un desconocido, que era sumiso también, ¿quién sería? Quizá al ser sumiso, me entendería y esos días los dos podríamos ser libres y descansar de disciplina…todo eran suposiciones que pronto acabaron cuando mi Señora me dijo:

-Niña! tienes 10 min para acabar, si tengo que ayudarte lo lamentarás.

No me quedaba nada más que secar los platos y guardarlos así que no tarde nada.

Me dirigía a mi habitación para dormir y descansar un rato antes de las clases de la tarde, cuando por detrás mi Señor me chilló:

-¿dónde se cree q va Señorita? Su Señora la está esperando para examinarla de inglés.

Mierda! Había olvidado el dichoso examen. Me había confiado de que inglés no me supondría esfuerzo, aunque algo si que tenía que mirarlo, pero ya no había tiempo.

Evidentemente cambié mi rumbo, y fui hacia esa clase improvisada que habían montado en una de las habitaciones.

No sólo estaba ella, si no él también, allí los 2 intimidándome con su mirada, ya sólo tenerles frente a frente me hacían ponerme nerviosa, me hacían sentirme insignificante y yo tenía que defender aquel dichoso examen…

-Bien Señorita, los dos esperamos que hayas estudiado lo suficiente, las preguntas te las irá diciendo ella y tú tienes que contestar en menos de 10 segundos, tiempo más que suficiente si has estudiado, me dijo mi Señor.

Eran unos cínicos, tiempo para mirarlo si me habían dado, pero muy poco y muchas otras tareas que hacer… era o estudiar o dormir algo… y claro yo sin dormir no era persona…pero bueno tenía que aprobarlo Si o Si.

Empezó mi Señora a preguntarme, ellos tomaban notas y yo tenía la sensación de no dar ni uno. El examen acabó:

-Bueno niña, ¿crees que has aprobado? Dijo mi Señora

Yo le conteste, creo que si , mi Señora. Soñar es gratis…los dos se rieron y mi Señor dijo:

-Evidentemente no has aprobado, es más no has llegado ni al 3. No te esfuerzas y no tomas en serio tus tareas, ¿qué debemos hacer contigo?

-Señor, no me dio tiempo, apenas me dejáis tiempo libre, y con tanto deporte y castigo por las noches me quedo dormida.

Rápidamente se levantó mi señora y me cruzó la cara con dos bofetadas que me ardieron y picaron e hicieron que me pusiera a llorar como una niña.

-Esto por insolente, ahora mismo y hasta la hora de la cena vas a copiar toda la lista de verbos 100 veces y pobre de ti como no te de tiempo. Además cuando acabes te anunciaremos algo, yo ya sabía de que se trataba….

-Espera querida, has visto que no podemos ser tan blandos con ella, antes de nada, vete a la cocina a por arroz.

Cuando llegué con el arroz, mi Señor vació el bote delante de mi pupitre, yo estaba al lado de pie presenciando la escena y me dijo:

-quítate la falda, y ponte las bragazas esas que llevas al revés, lo de alante, atrás.

Yo estaba muerta de vergüenza, y tenía la cara roja como un tomate, no solo de las bofetadas, pero apesar de todo, también estaba excitada y eso hacía que me abochornase más…

Una vez estaba como me dijo, se acercó a mí, pensé que me iba a dar alguna bofetada más pero no, cogió mis bragas y me las subió hasta el pecho, casi salto de la fuerza que hizo, me las clavo en lo mas adentro , eso sí que era incomodo…

-Señorita esta lista para cumplir con sus copias póngase de rodillas aquí y a copiar… espero que no digas que no te dejamos tiempo, tienes 4 horitas enteras para que copies lo que tú Señora te ha dicho. Y una cosa, si notas que tus bragas ceden y se bajan las vuelves a subir bien metiditas, más que nada para que absorban tus fluidos porque estás demasiado húmeda.

No me lo podía creer, habían notado lo mojada que estaba.

Concentrarme con las bragas violandome y copiar sobre el arroz de rodillas iba a ser una tortura pero no me quedaba otra.

Durante la tarde los noté a mis espaldas varias veces, en alguna ocasión se acercaban a mí para ver como copiaba y subirme las bragas.

Me dolían las rodillas, mi coño, mi ano y mi mano… me estaban castigando de verdad. Perdí la noción del tiempo, cuando vi que aparecieron los dos y me mandaron poner de pie, me costo horrores tenía las piernas tullidas y me dolían mucho. Mi Señora cogió todos los folios de las copias y los rompió sin mirarlos ni tan siquiera y me dijo:

-Por peso creo que casi estaba….

Querían putearme y humillarme pero bien, me reventaba que me trataran así, con esos aires de superioridad… pero no tenía más remedio que aguantar.

-Tienes 20 minutos para darte una ducha, ponerte el uniforme y venir al salón me dijo mi Señor. No podía casi andar, pero una ducha me vendría bien para despejarme.

No tardé ni 15 en estar lista, sabía lo que pasaba si me retrasaba, mis Señores estaban ya allí, cuando me vieron aparecer me mandaron ponerme en un rincón mirando a la pared, y ellos siguieron a lo suyo.

De repente sonó el timbre de la casa, me puse nerviosa, ¿sería la persona de la que les escuche hablar?

-Niña vete a abrir la puerta, me dijo mi señora.

Que vergüenza abrir la puerta con ese uniforme ridiculo y ese corte de pelo…

El corazón me iba a mil por hora… ¿quién sería? Pero el shock de verdad vino cuando vi que la persona que venía era Ivan, otro compañero del trabajo al que no soportaba, un idiota, chulo de los pies a la cabeza.

-Hombre Laurita, ¿no me saludas? ¿ no estas teniendo suficiente disciplina con tu señores?

Yo le contesté: eso a ti ¿qué te importa?, ni te va ni te viene.

Una vez en el salón, fue como un auténtico pelota a besar los pies de mis Señores, él era el sumiso de mi Amo, cosa que en la vida podría haberme imaginado.

Mi Señora comenzó a hablar:

-Ivan es el perro sumiso de tu Señor , pero su comportamiento y educación hace que esté muy por encima tuyo.

Nosotros teníamos planificado una escapada a la playa, contábamos con llevarte, pero viendo tú comportamiento y las notas de tus tareas, no te lo mereces. Necesitas seguir teniendo mano dura y no relajarte, y para ello se va a encargar Ivan.

El va a ser tu Amo durante la próxima semana. Tenemos plena confianza en él y él tiene absoluta libertad para educarte como quiera.

Ahora besa sus pies.

No podía ser verdad, mi plan de relajarme durante la ausencia de mis amos, se desvaneció por completo. Conocía a Ivan y la rabia que me tenía, seguro que iba a ser peor que ellos….

-Bueno nosotros nos vamos ya, nuestro avión sale esta noche, Ivan tienes los horarios, tareas de esta niñata y conoces de sobra esta casa, no nos defraudes y demuéstranos todo lo que has aprendido con nosotros.

-Mis señores, les debo todo, y haré que se sientan orgullosos de mi, todos los días les mandaré vídeos e informaré del comportamiento de esta niñata malcriada.-dijo Ivan.

Me superaba lo pelota y pedante que era, eso sí me iba a dar pero bien, iba a ser una humillación continua, un calvario tener que obedecerlo…

Antes de que se fueran lo Señores, Ivan comenzó a hablar:

-Como me contasteis, esta niña es muy despistada y no está pendiente de nada. Creo que para tenerla en alerta, me he permitido el lujo de traer estas lijas, estas tiras son para las bragas y estos círculos para el sujetador, será una forma de que espabile.

-Eres un alumno brillante Ivan , dijo mi Señor.

-Perfecto Ivan, ¡colocaselas ya!, me gustaría verlo antes de irnos, dijo mi Señora.

¡Qué cabron! Había comprado lija de la fuerte, estaba disfrutando mientras me la colocaba. Una vez puesta me ordenó que caminara y que moviera los brazos… el roce en pezones y coño era brutal, él estaba satisfecho de su idea y mis Amos orgullosos…que horror de semana me esperaba, no se habían ido y ya deseaba que volviesen….