Baile de disfrazes
Una chica baila en un baile con su padre disfrazado sin saber quien es.
Esto era una vez que vivia en madrid una chica que se llamaba Doris, hacia poco que habia cumplido los 15 y era lo que se dice una chica feliz pues se encontraba a gusto con casi todas las cosas de su vida, como amigas, estudios y familia.
Databa el mes de febrero y se acercaba el carnaval alli en madrid. Doris i sus amigas andaban preparando tal acontecimiento desde hacia ya tiempo y se habian ocupado de comprar la ropa necesaria para montarse el disfraz que llevarian ese carnaval, en concreto el que llevarian en el llamado "baile de la chica" que concretando era un baile en que solo las chicas iban disfrazadas y los chicos iban de smoking.
Ese baile se hacia desde hacia mucho tiempo y el programa era que las chicas que iban disfrazadas y con careta sacaban a bailar a los chicos que casi nunca sabian con quien bailaban, y eso es lo que hacia especial esa noche.
Doris y sus amigas eran como compinches pues todas sabian mas o menos que llevarian cada una esa noche del "baile de la chica", pero al mismo tiempo era un secreto que no debia descubrir nadie.
Acabo llegando la fecha y de momento no habia ocurrido ningun imprevisto. Los disfrazes estaban a punto y tenian el coche con que ir esa noche al pabellon donde se celebraba el baile.
El coche era el del padre de Doris, al que le habian pedido que esa noche las llevara al pabellon donde se celebraba el baile. La cosa guardaba sus condiciones porque dicho padre tambien pasaria la noche en el pabellon para recogerlas de nuevo al final de este y llevarla a casa.
Le pidieron que las llevara al baile esa noche pero que no mirara a ninguna de ellas para que no supiera su identidad. El padre de Doris se llamaba Fernando y era un hombre de confianza, el llevaria esa noche, un amplio monovolumen renault-space que tenia unas 9 plazas, entonces todas las amigas irian sentadas detras y el delante conduciendo el coche y con un juego de: cierra los ojos que entramos / cierra los ojos que salimos, no veria el disfraz de ninguna de ellas.
Finalmente la noche llego, y tanto Doris como todas sus amigas estaban muy emocionadas porque cada una podria sacar a bailar esa noche al chico que mas le gustara.
Qudaron todas para cambiarse en casa de Doris para ahi mismo subir al coche de Fernando y encaminarse hacia el pabellon.
Asi lo hicieron y entre gritos y risas se cambiaron todas en la habitacion de Doris y de dentro mismo le dijeron a Fernando que subiera ya al coche y cerrara los ojos que en un momento estarian todas alli.
Fernando bajo de casa, subio al coche y esperando que viniera su hija y compañia cerro los ojos. No tardaron ni 1 minuto que llegaron todas al coche cuchicheandose las cosas. A duras penas consiguieron subir al coche y dijo Doris: venga papa, vamos alli. Fernando arranco el coche y no tardaron en llegar al pabellon, una vez ahi Fernando volvio a cerrar los ojos y espero a que salieran y a que se hubieran alejado todas. Una vez finalizado lo acordado se dispuso a pasar la noche lo mejor que pudiera, o sea, entrar en el baile a ver si encontraba algun conocido en la barra o en la puerta para charlar i pasar el rato.
Asi lo hizo y encontro que estaba trabajando en la barra a Roberto, un viejo amigo suyo, se pidio un whiski con hielo y se dispuso a tratar de hacer cortas las horas.
Doris y sus amigas llebavan ya un rato bailando, habia bailado cada una con el chico que mas le gustaba y se lo estaban pasando todas muy bien. En esto estaba Doris libre, sin ningun chico y paseando a ver a quien encontraba para sacarlo a bailar. Paso cerca de la barra y vio a Fernando que con cara un poco aburrida tenia la copa vacia en la mano y pasaba el rato contemplando lo bien que se lo pasaba la muchedumbre. A Doris le dio como lastima el verlo tan aburrido y se acerco a el para sacarlo a bailar. Lo cogio de la mano estirandolo hacia la pista como pidiendo para bailar, sin, claro, decir ni una palabra pues entonces seria descubierta por su voz.
Fernando se lo tomo un poco a broma pues no era el muy apropiado para bailar con una adolescente pero accedio y se dejo estirar hasta la pista.
Una vez alli se cogieron los dos estrechamente pues asi lo hacia todo el mundo y no era plan de parecer un bicho raro. De Doris solo podia ver Fernando los ojos, los vio bonitos y eso le saco un poco la pereza que llevaba acumulando desde su llegada.
-a lo que Doris respondia con un ladear de la cabeza, como diciendo: no te lo dire.
-Doris asintio con la cabeza con un amplia pero invisible sonrisa detras de la mascara.
-esta vez Doris no contesto nada, dejando a Fernando en la incognita.
Ante la negacion de Doris, Fernando se dispuso a idear una estrategia de eliminacion, o sea, de ir diciendole nombres, eres tal? eres otra?
-esta vez si respondio Doris, ladeando la cabeza para revelar a Fernando que no estaba bailando con su Monica.
Doris temio que con la estrategia de eliminacion acabara descubriendo quien era y por eso no le contesto nada.
Ante que Doris seguia sin contestar, Fernando ideo otra estrategia. La cogio calidamente de la cintura y.
-Doris agitaba la cabeza de lado a lado nerviosa como diciendo: NO NO NO NO.
Con la mano izquierda, Fernando cogio calidamente por la espalda a Doris, pegandola lo mas que pudo a su cuerpo y con la derecha empezo a acariciarle la cintura y la espalda lumbar.
-Doris no pudo reprimir una carcajada que se le escapo.
Esta confesion de Doris hizo encenderse una luz dentro de Fernando, o sea que tenia delante de el la oportunidad de hacerse la chica qu mas le gustaba del mundo, su hija! solo tenia que saberlo llevar.
Fernando retomo las caricias en Doris mietras entablo una conversacion de CAZA.
Fernando emprendio su maniobra final de CAZA y abrazo el cuerpo de Doris contra el suyo intentando fuera el abrazo mas cariñoso del mundo.
Con un pellizco en el trasero Fernando se despidio de Doris y se fue a despedir a sus amigos, acabo y se dirigio a su coche. Una vez ahi se sento a esperar. A los pocos minutos llego Doris y se metio en el coche, Fernando la cogio repentinamente y le planto un fogoso beso que dejo a Doris sin repiracion pero con fuerzas para decir:
Fernando arranco el coche al instante que ponia su mano en el muslo de Doris, esa noche no iba ser su hija, iba a ser su amante! En el trayecto hasta la salida del parquing el coche se cruzo con mucha gente perteneciente al baile. En esto que una chica se acerco al coche:
Era Susana, otra de las amigas de Doris que estaba paseando por fuera del pabellon.
En el transcurso de tal charla la mano de Fernando seguia acariciando el muslo de Doris que se estaba poniendo cardiaca, estaba hablando con una de sus mejores amigas mientras su padre le estaba mentiendo mano en el muslo progresando a metersele debajo de la falda.
Fernando reanudo la marcha con el coche y a la que se hubieron alejado un poco de la zona.
A los pocos segundos Fernando inicio la maniobra de aparcar, habian llegado a su destino. Con Doris mirando a derecha y a izquierda se metieron los dos en el edificio, nada mas meterse en el ascensor Fernando planto otro fogoso beso a Doris que se dejo tomar por el impetu de su padre de quererla. Llevava aun puesto el brillante disfraz que las manos de Fernando empezaron a levantar a la altura del muslo, pero el ascensor se paro rapido y se dirigieron los dos a un mejor aposento para su intimidad.
Llegaron tras unas cuantas puertas a la oficina personal de Fernando, este cerro la puerta con llave tras de si.
Abrazando a Doris la sento encima del escritorio y empezo sus manipulaciones, mientras la besaba le acariciaba por encima del disfraz el tierno cuerpo de Doris que estaba sientiendo cosas que nunca habia sentido con ninguno de los retoños con que se habia enrollado alguna vez. Las manos de Fernando cojian por la cintura a Doris y se iban moviendo de arriba a abajo mientras Doris empezaba a suspirar. La boca de Fernando inicio un camino descendente de los labios de Doris hasta su cuello que mimo con ternura mientras las manos de Fernando desabotonaban el escote de Doris dejando libres unos tiernos pechos que pedian ser amasados.
Mientras tal amasamiento era iniciado, la boca de Fernando volvio a los labios de Doris dandose un beso casi descontrolado por el intenso deseo de ambos. Nada en el mundo podria parar el vigor de Fernando en su impulso a amar a Doris, los pechos de la cual eran ahora sorbidos por los ansiosos labios de Fernando que al mismo tiempo iba bajando el disfraz que cubria el busto de Doris.
Dejando su busto totalmente libre, mientras con la boca besaba fuerte uno de los pezones de Doris, sus manos amasaban los dos pechos catapultando la mente de Doris muy lejos de lo que hasta el momento habia conocido de la vida. Esta no podia mas que, mientras sus manos le respondian, abrazar el cuerpo o la cabeza de Fernando o lo que fuera pues en algunos momentos no era dueña de si misma.
Fernando levanto la falda del disfraz de Doris y le bajo las bragas, y a la que estaban a la altura de la rodilla, las dejo caer al suelo. Metio la mano dentro de la falda de Doris haciendo que esta empezara a suspirar exalando por la boca la poca fuerza que le quedaba. El dedo de Fernando se introducia avido denro del sexo de Doris mientras los brazos de esta abrazaban la espalda del Fernando que le comia el cuello.
Fernando estaba decidido a follarse a su hija y de momento las cosas iban a favor suyo.
Fernando se bajo los pantalones mostrando a Doris el pijo que fue su padre hace 15 años. Doris se dio una gran sorpresa y quedo asombrada mirandolo fijamente pues nunca habia visto uno. Fernando se percato de ello y le dijo:
Doris se levanto del escritorio y se agacho delante Fernando para observarlo mejor. Estaba tan hinchado que parecia que iba a petar. Lo toco con la mano to curiosa y se asombro de lo caliente que estaba.
Obedeciendo Doris acerco su boca al pijo, al principio con miedo. Empezo dandole besos para probar su sabor y como no le parecio malo, abrio mas la boca para meterselo dentro.
El pijo de Fernando entraba y salia de la boca de Doris en gran parte impulsado por el empuje de Fernando. Que estaba disfrutando el momento al maximo.
Asi se sento mientras Fernando se sacaba del todo los pantalones. Fernando pensaba que tenia que ir con cuidado que no se asustara. Trato de llevarlo lo mejor que pudo y abrazando a Doris la beso tiernamente mientras le acariciaba el sexo y los muslos. Aplico intesamente sus dedos en el sexo dando todo de si para hacer gozar a Doris; la besaba, la masturbaba, le acariciaba los mas sensibles putos del cuerpo y casi sin darse cuenta Doris acabo el pijo de Fernando apoyado el la entrada del sexo de Doris.
Era el momento, no podia fallar.
Fernando puso una mano el la espalda de Doris para aguantarla fuerte y con la otra guio su pene con precaucion a adentrarse dentro Doris.
-empuje-
-empuuuuje-
De momento solo habia entrado hasta la mitad del pijo de Fernando. Preparandose para la batalla Fernando cogio bien a Doris con los dos brazos abrazandola bien para que no se cayera ni del escritorio ni de sus brazos.
-empuje- ooooooh empuje ooooooooh empujeeeeeeeeee oooooooooooooooooooooohhhhhh papa, te quiero.
Fue entonces que, ya con todo el pene dentro de Doris, inicio Fernando un endiablado mete-saca que hizo retumbar las pareces de la oficina de los gritos que pegaba Doris.
No tenia tiempo de pensar Doris lo esceptional de la situacion, aun con el disfraz a la cintura estaba siendo follada por su propio padre en su oficina. Recordaria este acontecimiento toda su vida, quien sabe lo que le depararia el futuro en su relacion con su padre.
Las acometidas de Fernando estaban llegando a su punto culminante. Su pene entraba y salia de Doris en toda su extension, haciendo a Doris una mujer no solo por lo circunstancial de la perdida de virginidad sino tambien por el conocimiento de el placer mas grande del mundo y que cambiaria su forma de ser haciendola superior a la niñita que habia sido hasta ahora.
El orgasmo de Fernando acabo llegando y casi con rudeza descargo sus ultimas acometidas en el entrepierna de Doris.
Terminado el movimiento se separaron los dos amantes, restando unos minutos en silencio. Fernando sentado en una silla y Doris estirada en el escritorio con la mirada perdida en el techo.