¿Bailamos? 8. Juego y regalo
Cuando uno descubre el poder de la seducción sobre el otro género, no queda otra que practicar y probar para ver que funciona y que no.
Capítulo 8. Juego y regalo
Llego a casa me ducho tras practicar lo aprendido sin quitarme a María y a su amiga de la cabeza, tan diferentes; cada una reacciona diferente a las cosas, pero me ha parecido que tras su conversación María estaba ligeramente diferente.
- ¿le abra contado lo que ha pasado entre nosotros? - pienso en voz alta - no creo, aunque María no dejaba de mirarme...
Me acarició la barba incipiente, me duele el rabo; espero tener al menos 2 o 3 dias de descanso, que la amiga de María es insaciable.
Llega la cena con mi tío, a respetado el acuerdo y es una cena de dieta; una sopita calentita, que devoro con un hambre voraz.
¿que te pasa hoy que tienes tanto apetito?
traje una amiga a casa y...
lo se, la "vieja alarma" me lo contó.
¿vieja alarma? Yo no escuche nada.
la vecina de enfrente lo ve todo, lo escucha todo; lo cuenta todo.
Casi me atragantó con lo que suelta mi tío.
¿era María?
no, su mejor amiga.
Ahora es mi tio el que se atraganta.
bien echo sobrino.
¿tu crees?
si gritaba tanto como dice la vecina, hablará bien a María de ti; y eso atraerá su atención inevitablemente, las mujeres son curiosas cómo gatos y no lo pueden evitar...cuando se de cuenta estará entre tus brazos.
Niego con la cabeza ruborizado.
desde luego tío, no se si eres un machista animal; un filósofo incomprendido o un cazador experimentado.
quizá una mezcla de todo.
María estaba rara después de hablar con ella, me ha dicho tenemos que hablar.
¿literalmente?
literalmente
compra algo bonito, una tonteria; dile que paseando por la mañana lo viste y te recordó a ella, y la tendrás en el bote.
¿tu crees?
estoy seguro.
te haré caso, tío.
ya me contaras...
La cena paso sin nada raro, luego fui a casa y analice tanto a María cómo su amiga; no se con cual de las dos acabaré, pero me espera una vivencia divertida...eso sin duda.
Al día siguiente hago caso a mi tío y me doy un paseo por la calle principal, donde están la mayoría de tiendas de Estepa; en principio no veo nada con las características de lo que dijo mi tío, hasta que entro en una perfumería que esta de rebajas porque van a cerrar.
Miro toda la tienda sin terminar de decidirme, la dependienta esta aburrida y se me acerca; es guapísima, más bajita que la amiga de María pero bien repartida cómo María y con el pelo rizado cómo su amiga.
¿puedo ayudarle en algo caballero?
pues...la verdad busco un detalle tonto bonito, para una chica que estoy conociendo.
¿en que habías pensado, perfume; maquillaje?
la verdad no tengo idea.
mira por un lado los perfumes zaphir los hay de muchos olores y son muy económicos, por otro lado está caja de maquillaje es para bolsos y esta rebajada al 50 % si te llevas dos unidades; es una buena oferta.
Me rasco la barba incipiente, ella me observa en silencio; no sabría definir si esta incomoda o otra cosa, pero estoy pensando. Lo de la caja de maquillaje suena bien, pero me parece demasiado; sin embargo lo del perfume podría buscar uno que me guste para ella y regalarselo.
me llevare las dos cajas, pero necesito que me hagas un favor.
¿cual?
quiero probar todos los Zaphir cómo huelen pero en el papel no huelen igual, quiero probarlos en ti.
pero...
bueno si no quieres no pasa nada.
Empiezo a marcharme.
¿no será más cómodo en el papel, que para eso está?
bueno, tu estas para vender; si no me equivoco, si vais a cerrar y quieres cobrar...
esta bien. - dijo cabizbaja.
Ella me fue indicando los que son de mujer, el primero se lo echo en el cuello; me acerco a su cuello, lo huelo eroticamente. Ella pone cara rara, el perfume huele demasiado suave; incluso he sentido su olor corporal que es agradable, pruebo el siguiente en otro lado del cuello. Empiezo a olerlo y ella vuelve a poner cara extraña, yo lo huelo incluso un poco más cerca; ella se muestra lo que parece incomoda, pero se queda. Pruebo el tercero en la nuca, suspira y me mira mal; le sonrió y ella hace un intento de sonrisa aunque se nota esta enojada, el segundo era demasiado fuerte y este muy ácido.
Pruebo el cuarto en el escote, ella pega un gritito incomodo y de sorpresa; aprieta los labios, me mira juzgandome. Acercó mi cara a su escote, ella se lo tapa por actor reflejo; niego con la cabeza y lo destapa apesadumbrada, huelo y huele a caramelo sin llegar a ser empalagoso.
Ya lo tengo medio elegido, pero quiero seguir con el juego; para ver donde acaba esto, si me manda lejos o puede llegar a pasar algo bueno. El quinto lo disparo contra su ombligo que esta al aire, ella se encoge y suelta una risita; siempre me ha parecido muy sexy el ombligo de las mujeres, es una de las partes que más me ponen.
Me agachó a olerlo y veo que se pone colorada, este huele muy empalagoso. Disparo el sexto contra su espalda y ella se arquea del susto, hace un sonido raro; cómo de contención y me agachó para olerlo, ella suelta un comentario.
veo que no te decides, ¿quieres ayuda de una profesional?
si, pero quiero seguir oliendolos; me gusta.
Ella se ruboriza y se enoja.
a ver si te crees que soy un arbolito de navidad de olores para ti.
¿que más te da? Esta siendo divertido para ambos.
¿para ambos? Solo te estás divirtiendo tu.
¿y que hace falta para que te diviertas tu?
Ella me mira raro, piensa bien antes de hablar.
no se que pretendes.
pretendo jugar, divertirnos.
¿y que te hace pensar que yo quiero jugar contigo o divertirme?
que te estoy haciendo algo que nadie más te ha echo.
Ella piensa un segundo, antes de volver a hablar.
esta bien, sigue; pero te quedas sin sitios especiales donde echarlos y si entra alguien, esta juego se acaba y compras lo que prometiste.
lo prometo.
Echo el séptimo en su mano y le doy un beso como si fuera una noble al ir a olerlo, ella niega con la cabeza y se ruboriza.
no se a que estas jugando, pero no lo vas a conseguir.
shhh. - digo con el dedo en sus labios.
El octavo lo echo en la punta de su melena, huelo sus puntas y me parece que se muerde los labios. El noveno lo echo en la mitad de su pelo, ella suspira y aprieta los labios; el décimo y último lo echo en su coronilla me pongo detrás de ella, rozó su ombligo rodeandola con los brazos y trayendola hacia mi...Al oler su pelo le doy un beso en la cabeza y la noto jadear, esta temblorosa; al pegarme su espalda a mi pecho noto que su corazón está alterado, y ella se da la vuelta bruscamente y me empuja.
¡ay por favor! dejame.
¿y si no quiero?
¿si no quieres? Te lo estoy pidiendo.
pero no lo deseas.
Me acerco doy un paso al frente, veo que sus labios miran mis labios; y la beso sin dudar, ella me sigue torpemente al principio y luego su sabor junto a un cúmulo de olores distintos llenan mis sentidos. Ella con todas sus fuerzas, me empuja y consigue separarme levemente nos miramos a los ojos y veo la pregunta en sus ojos, pero sus labios no la pronuncian.
- estoy trabajando, ¿no puede ser después?
Niego con la cabeza, ella niega con la cabeza; sabe que su debilidad le traerá problemas, pero no puede resistirse a los encantos de Pedro y el morbo de la situación.
- puf, pero que morbo; ven aquí.
Agarra la mano con fuerza y me jala tras la caja, que hace un cuadrado perfecto; una de las paredes es el cristal tintado, por lo que estamos cubiertos. Me tira al suelo tirándose sobre mi y comienza a enrollarse conmigo, la manoseo por todas partes y ella no hace más que refregarse conmigo; esta deseando que pase algo pero nada más entrar ya decidí lo que iba a pasar, contando con que entrará alguien y nos interrumpiera.
Cosa que paso poco después cuando sus manos agarraban la llave por encima de la ropa notando como crecía ante estas, y mis manos tocaban el cielo que se humedecia ante estas; ella se puso en pie y se arreglo como pudo la ropa, pero situado entre sus piernas no iba a desaprovechar la oportunidad por el destino brindada.
En este instante adoro que la obligen a llevar minifalda, le bajo el tanga amarillo empapado con sutileza; ella me da un golpe con su rodilla para amilanarme, pero no sabe con quien esta tratando.
Cierra sus piernas para evitar que se lo saque, pero le pego un lindo bocado en la nalga que dejará marca; me mira con rencor y aunque me da un golpe con la mano en la cabeza, abre las piernas para pegarme y aprovecho el momento. El cliente debe mirar por el ruido porque ella finge una sonrisa que se trunca justo cuando paso el dedo por toda la rájita, ella suspira bajo y me amenaza con la grapadora; le aviso que gritare por signos y sigo moviendo el dedo por terreno peligroso, su humedad se multiplica y sus suspiros se convierten en jadeos. Mientras ella empieza a hablar con el cliente, mi inocente dedo encuentra su cueva y entra; ella abre la boca de par en par y cierra las piernas atrapando mi dedo, lo que no se espera es que le de un lameton en pleno clitoris.
Se le escapa un gemido que intenta disimular cómo un quejido, me empuja la cabeza; abriendo las piernas, por lo que cuando consigue alejar mi cabeza le meto el dedo y a viceversa. Una vez el cliente se va, se agacha rápidamente y de una sentada me muerde los labios con fuerza; odio y coraje, lo que no se espera es que le meta dos dedos al bajar y pega un gemidito que le obliga a aflojar el mordisco.
¡auch!
te lo mereces por cabron
pero si te gusta
no me gusta
Le saco los dedos y se los enseñó con cara de ¿en serio?
calla y vamos a hacerlo rápido, antes de que entre algún cliente más.
no vamos a follar, ponte de pie.
pero...
vamos o llegará algún cliente.
Ella obedeció a disgusto. Seguí metiendole los dedos y comiendole la rájita, ella tuvo que apoyarse en el mostrador para no caer; sus gemidos hacían eco por todo el lugar, hasta que las puertas se abrieron ella contuvo sus gemidos pero no pudo y gimió por lo bajo. Tocó mi cabeza en plan aviso para que parará pero no lo hice, ella empezó a empujar y a cerrar las piernas; antes de que lo logrará metí 3 dedos, y ella reventó en un incontrolable orgasmo que hizo temblar toda la caja.
Escuche salir al cliente y ella me golpeo el hombro.
¡eres un idiota! El cliente se ha ido asustado.
si, lo soy; pero entre el morbo, la situación y yo te hemos dado el mejor orgasmo de tu vida.
...
Ella guarda silencio y pestañea varias veces, mientras me levanto y con una gran ereccion me dirijo al estante de zaphir; agarro dos del que huele a caramelo y dos cajas de maquillaje, ella esta buscando algo.
aquí tienes, ¿que buscas?
mi tanga ¿lo has visto, que has echo con el?
...no lo se, ya lo encontrarás; me llevo esto Elisa
Ella mira y abre los ojos de par en par.
pero si ese es el cuarto que me echaste, ¿ahí ya sabias cual querías?
si, pero ¿a que ha sido divertido el juego?
Ella gruñe por toda respuesta, me atiende y pago lo que compro; cuando termina de atenderme...
imagino que estarás excitado, si quieres quedamos luego y rematamos la faena. - dice con cara provocativa.
no, gracias; dijiste que no conseguiría mi juego, ahora voy a marcharme.
Ella se enoja, no puede entender que un tipo cómo yo la rechace; que juegue con ella y después de probarla, no quiera terminar el juego.
- ¿me usas y te vas? Típico de los cerdos de los tíos.
Sonrió lo que la enoja aun más.
¡¿encima te ríes?! No tienes vergüenza.
bueno, eras tu la que no querías jugar.
la gente cambia de opinión, además luego he jugado; ¿es que eso no cuenta?
supongo que si.
¿y no vas a rematar lo empezado?
bueno hagamos algo, buscame por Estepa; si me encuentras sabre que tienes interés, sino ha sido un placer jugar contigo.
yo no voy detrás de los chicos, ellos van detrás mía.
esta vez no, preciosa.
espera, pero si la tienes dura como una piedra. - suelta una carcajada.
¿y? Hay muchas donde meterla.
Veo en su cara que se siente ofendida. Salgo de la tienda y ella sale, no sabe muy bien porque lo hace; le provocó sensaciones contradictorias, por un lado quiere mandarme lejos y por otro tener algo conmigo incluso una parte de ella acostarse conmigo.
perdona, te dejaste este tarro en la tienda.
no, es que me gusta para ti.
Veo que la descuadra totalmente, duda un instante; antes de decidir.
¿donde puedo buscarte si me lo pienso o al menos dime como te llamas?
si quieres buscarme, busca en el baile latino; si quieres saber como me llamo, buscame.
Cuando ambos nos separamos, ella volvió a la tienda; yo volví a casa a ducharme, y los dos casi al unísono dijimos algo similar.
- imbécil...se cree que le voy a perseguir, solo por un polvo; aunque no veas que morbo me ha dado y que orgasmo...hubiéramos echado un polvo, que lastima.
Espero os haya gustado la forma de meter a Elisa, ¿os a dado morbo el relato con los olores? a mi me gustan mucho y creo que es algo diferente; ¿volveremos a verla, queréis? ¿que pensais de ella?