¿Bailamos? 2. En todas partes
Pedro empieza su día temprano para variar, pero la sorpresa del día es ver a quien no espera volver a ver; en todas partes, la pregunta es: ¿el destino está jugando o que? Buena pregunta.
Capítulo 2. En todas partes
Para variar a pesar de que me duele todo, por haber trabajado las 6 horas y haber practicado la coreografia; me despierto temprano, gracias al segundo despertador y es que literalmente el primero no lo he escuchado. Antes de levantarme de la cama hago los ejercicios pasivos que me enseñó mi padre, alterno entre cien bicicletas con las piernas; cien apretones de barriga, cien estiramientos con los brazos.
Como ejercicio pasivo tardará más tiempo en hacer efecto pero lo hará, entre eso; el baile finalmente si es que me apunto, espero que me devuelvan a mi cuerpo normal y la dieta debe rematar la faena.
Desayuno y doy un paseo, mi tío había llenado la nevera; pero faltan algunas cosas, cogo el dinero para compras que me dejo y busco un supermercado por la zona, hasta que finalmente encuentro un "supercasa" que esta lleno de gente. Las chicas que veo siguen siendo demasiado hermosas y el tiempo que llevo soltero no hace más que empeorarlo, me cuesta un poco concentrarme pero me pongo a ir comprando; doy dos vueltas al super y aunque no vengo a por muchas cosas, no encuentro un par de ellas y es que nunca se me ha dado muy bien buscar. Busco a un empleado a ser posible y si no ha una empleada, veo a una chica con un cuerpazo despampanante de espaldas agachada organizando productos; y el pelo recogido en una coleta con la gorra, me suena de algo y se me corta la respiración. Pero no he visto a nadie más, que mala suerte la mía.
- disculpa, ¿sabes donde esta la remolacha y los brotes de soja?
Ella se pone de pie y se da la vuelta con una sonrisa.
¡es ella! - grito en mi mente, mientras dejo de respirar y mi corazón se desboca.
si claro, la remolacha esta en ese pasillo de allí y los brotes de soja toma; los tengo yo aqui, este acaba de llegar hoy. - dice guiñandome el ojo.
Abro la boca y acerco la mano tímidamente, ella no se percata; pero al rozar nuestras manos siento una chispa especial y abro los ojos de par en par.
- gracias por ser tan amable. - consigo decir con dificultad, ya que mi corazón se aceleró mas; mi respiración no se normaliza, y me tiembla la voz.
Mi vista se va a su pecho, no para mirar su gran pechonalidad que la tiene; pero busco su nombre, sonrió al ver el letrerito.
- María - añado tras unos segundos.
Ella sonrie un poco más.
- para lo que necesites, buscame; aquí estoy.
Asiento con un amago de sonrisa torpe y nerviosa, me doy la vuelta con un ataque de ansiedad y en el pasillo de al lado; busco la dichosa remolacha y no la encuentro, pero no pienso volver allí a molestarla.
Casi se me cae del susto al rozar sus manos el bote con brotes de soja, lo peor ha sido cuando he aferrado su mano; para que no se me cayera, cuando se la he soltado ella se ha reído. Seguramente estará acostumbrada a causar ese efecto en chicos como yo. Voy a la caja y para mi sorpresa, viene a atenderme ella.
¡mierda, no otra vez! ¡¿es que este supermercado no tiene más empleados o que?! - pienso aterrado.
buenos días, ¿lo encontraste todo?
si...bueno no, ya volveré a por la remolacha otro día.
Titubeo nervioso ante su hermosa y amable sonrisa.
- deja la compra ahí y sígueme.
Empieza a caminar y me quedo pasmado, ¿adonde me quiere llevar? Tras dudar un segundo la sigo; mi vista se va a sus nalgas donde el uniforme le queda ajustado y ¿es que quien podría no seguir ese culo? Lo sigo avergonzado de que mi vista se vaya a esa parte de su anatomía y ella da mirada de soslayo para confirmar que la sigo...me tiene que estar viendo.
Cuando llegamos al pasillo de la remolacha, ella se pone de puntillas y me ofrece el bote; a esta chica definitivamente le ha gustado darme el bote en la mano, lo cogo tímidamente y ante su sonrisa desbordante.
gracias, soy un poco torpe.
Anda ya, no digas eso; solo es la primera vez que vienes, anda vamos a la caja - me guiña el ojo medio girada, para comenzar a andar delante mio de nuevo.
Esto es el cielo y el infierno a la vez, haberla rozado; observarla entera, y no poder hacer nada con ella.
No poder hablarla, ni abrazarla; ni acariciarla, ni nada...definitivamente imaginarla desnuda no es buena idea.
Llegamos a la caja y ella comienza a pasar los productos, sin perder su maravillosa sonrisa.
¿te doy bolsas, guapo?
¿guapo? ¿le parezco guapo? - me emocionó yo solo.
si dame un par por favor.
shhh, este es nuestro secreto; pero me has caído bien y no te las cobro.
Me dice con el dedo en sus labios, ahora que los miro son un poco prominentes y perfectos; dan ganas de hincarle el diente, pero seguramente el tipo fuerte sea su novio y yo solamente un idiota.
- Gracias María
Ella sólo sonrie y tras terminar las compras nos despedimos.
Voy a casa con una sonrisa tonta, ahora se su nombre; guardo las cosas y las ordenó, luego me cambio y voy a trabajar. Hoy empiezo con buen pie en el trabajo, no es que lo haga bien; pero tampoco mal, pero una sonrisa tonta esta en mi gesto todo el tiempo.
En la hora del almuerzo...
Pedro, vas muy bien hoy; ¿que te ha pasado hoy?
¿eh, por qué; a que te refieres tío?
Bueno, llevas todo el día canturreando; tienes una sonrisa tonta, y estas super tranquilo comparado con lo nervioso que estabas ayer.
nada en especial.
yo conozco esas cosas, tu estas enamorado.
¿enamorado, yo?
Me rio asustado, no quiero pensar que sea así.
- bueno, lo que tu digas sobrino; sigue así y pronto podrás quedarte solo en la cafeteria.
Por poco me ahogo con la bebida, mi tío se harta de reír. El resto del trabajo fue tranquilo hasta que...
María entro con una bella amiga más alta que ella en la cafetería de mi tío, abro los ojos de par en par; y se me cae el café al suelo, me agachó para recogerlo y mi tío niega con una sonrisa en la cara.
ve a atender a las bellas muchachas, sobrino no las hagas esperar.
pero tío, el café...
tranquilo, yo lo recojo.
Trago fuerte, como quien va al matadero; va vestida muy similar a ayer, irá a practicar la coreografía supongo y si de uniforme esta guapa de ropa de calle está...
Hola María, ¿que queréis tomar?
¡Hola guapo! hoy nos vamos a ver en todos lados, ya solo falta en el baile. - contesto ella con una sonrisa.
¿guapo?, ¿quien es tu amigo; María?
un chico muy mono al que le digo guapo para ver si me dice su nombre, pero hasta ahora no ha colado.
Ambas se ríen y yo estoy ahí ligeramente emocionado por sus palabras a la par que incomodo porque hablan de mi en mi cara.
- Pedro, ¿no querías tu apuntarte al baile me dijiste? Así podrías encontrartela también en el baile.
Suelta mi tío tan tranquilo, creo que si mi mirada fuera una pistola; mi tío hubiera muerto casi en este instante.
Vaya, así que Pedro y quieres bailar que casualidad; precisamente tengo una academia aquí al lado y soy profesora.
ya lo se - nada más decirlo me tapó la boca.
¿y como lo sabes? - preguntan mi tío y la amiga de María al unísono, incentivando a esta a querer saberlo también.
eso, ¿cómo lo sabes?
No se me da demasiado bien mentir, así que ya habiendo metido la pata; no queda de otra que decirlo.
te he visto practicando.
¿y que te he parecido?
Por un momento mi cerebro me jugo una mala pasada, no estaba seguro de si hablaba del baile o de ella misma.
impresionante.
¿todo lo que viste?
todo lo que vi.
Su sonrisa si es posible se engrandecio, mi amago de sonrisa también.
- bueno, yo quiero una coca cola.
Interrumpió la amiga mirándonos raro.
a mi ponme un cafélito con leche calentito y un vasito de agua.
¡marchando! así tomo yo el café.
Pedro guapo, ¿nos lo traes a esa mesa?
si, claro...
En realidad no teníamos servicio a las mesas, pero esta vez haré una escepcion.
tio, ¿puedes hacerlo por mi? No quiero hacer el ridículo.
no, estoy ocupado; hazlo tú, ya sabes esfuérzate. - me giño el ojo.
Lo mire mal y me puse a hacerlo con sumo cuidado bastante nervioso porque estaban con sus risitas y sus comentario por lo bajo. Tras lograrlo, cogí la taza temblando; la coca cola en la otra mano, medí cada paso haciendo equilibrio con cada cosa. Mi tío me observaba y se reía, llegue a la mesa con sumo cuidado.
aquí tenéis chicas.
gracias
¿vendrás a las clases luego?
yo es que no se...soy muy torpe, no se me da bien nada; ni tengo cuerpo de baile ni nada.
Ambas se rieron de mi comentario, pero María negó con la cabeza; mientras me ruborizaba.
¿piensas que nací bailando o teniendo cuerpo de baile? Esto se adquiere, además no te subestimes; tienes pinta de valer mucho. - me guiño el ojo, me volví mucho más tomate.
gracias María, intentare ir...que lo disfrutéis.
Volví a la barra, para ponerme a hacer lo más sencillo que pude.
así que esa es la chica.
tio me has metido en un berenjenal
perdona, pero en el berenjenal te has metido tu solito; tu dijiste que querías bailar, yo solo te ayudado a cruzar la puerta.
Lo mire malamente pero después de todo era cierto, no podía discutirselo.
Poco después María vino a que le cobrará.
¿cuanto es guapo?
pero si ya sabes mi nombre
eso no quita que sigas siendo atractivo - mi guiño el ojo y luego una sonrisa.
gracias son 2,5
gracias a ti, ¿te veré luego en el baile?
mmm...si, ire; pero no tengas muchas espectativas, no se bailar.
tranquilo, aprenderás.
Al darme el dinero rozó mi mano, me pareció aproposito; no creo estoy soñando, una mujer así debe tener novio y seguramente ni va a mirar a un chico como yo.
Luego se fueron ambas y mi jornada termino sin muchos más accidentes.