¿Bailamos? 11. El día libre de María
Pedro es sorprendido por María y su mejor amiga, pero las chicas son sorprendidas por Pedro; sobretodo María, que encuentra algo que definitivamente no esperaba ni que existiera.
¿Bailamos? Capítulo 11
El día libre de María
Despierto porque alguien llama a la puerta insistentemente, me pongo de pie por inercia; todo mi cuerpo es dolor, abro la puerta medio dormido pero me despierto de un tirón al ver a Cristina con 3 cafes y María en la puerta con churros.
- ¿chicas, qué hacéis aquí? - pregunto sorprendido a la par que medio dormido.
La realidad es que cuando me sorprenden me doy miedo a mi mismo, si lo planeo todo me sale mal; pero cuando pasa algo que no espero, me vuelvo peligroso o al menos así a sido hasta ahora desde que llegue aquí.
- venimos a darte una sorpresa - comenta Cristina sonriendo.
Particularmente sonríe con cara de mala, no me había fijado hasta ahora o quizá es que planearon alguna maldad.
- ¿te hemos sorprendido? - pregunta María poniendo su sonrisa más dulce.
Ella siempre es dulce, pero hoy me parece que se esfuerza a serlo más.
- si mucho, deberíais haberme avisado; hubiera limpiado la casa. - me excuso.
Aunque la verdad es que me da miedo estar solo con las dos a la vez, puede pasar cualquier cosa.
anda ya, agarrame los café; anda - pide Cristina.
voy. - digo agarrando el café que sobra.
no seas tonto. - me guiña un ojo María.
Las dejo pasar y se sientan las dos separadas en el sofá, acabo en medio un tanto intimidado; ellas sonríen confiadas, sobre todo al ver mi gesto y piensan que ya han ganado.
Me pregunto si están en la boca del lobo y no lo saben o si realmente han ganado.
¿a que viene esta visita inesperada, si puede saberse? - pregunto sentandome en medio.
¿por, te molestamos? - dice Cristina haciéndome huir hacia María.
no, claro que no; me gusta que hayáis venido, pero me sorprende. - Digo mirando a Cristina y olvidando que María esta detrás.
¿por qué? - pregunta María acercándose a mi.
Agarrándome desde detras, rodeandome con sus brazos y con su cara muy cerca de la mía.
- no se, las dos tenéis pareja; me sorprende que os dejen venir aquí, tan temprano. - digo intentando retomar el control.
Ellas sueltan una risita cómplice, mientras la respiración de María cerca de mis labios; sus pechos apretados contra mi espalda, sus brazos rodeando mi cuerpo me tienen atacado.
- eso es fácil, no lo saben. - suelta Cristina.
Para mi sorpresa.
tenemos coartada - rie María.
¿hace calor aquí o es cosa mía? - digo y ambas se ríen.
Tras eso...
- es cierto, hace calor; ¿no te importa, no? - pregunta Cristina.
Bajo mi atonita mirada se empieza a desabrochar botón a botón la camisa rayada que lleva, bajo ella aparece un hermoso sujetador de encaje negro; que no tapa mucho, solo lo suficiente.
- glup - trago fuerte.
Mis ojos se desorbitan de la órbita, su cara de mala se ensancha; mi corazón se acelera aún más y mi miembro empieza a reaccionar, pensando que quizá esté juego de provocación nos lleve a algo más.
- anda mira la niña lo que te hace, ¿te gusta Pedro? - suelta María sorprendiéndome.
Asiento incapaz de hablar.
pero diselo hombre, ¿no ves que esta esperando? - me exige María
me encanta, Cristina.
es mi ropa interior nueva, la estrenó hoy. - me provoca y yo me muerdo los labios, ella sonríe aún más.
¿tu también tenías calor no Pedro? ¿Te ayudo a quitarte ropa?
Entonces todos mis traumas físicos toman el control de mi, me imagino desnudo entre dos diosas y me parece de lo más desagradable; ella baja sus manos acariciando todo mi cuerpo, cosa que me encanta y muy a mi pesar la detengo sujetando con cariño sus manos.
- ¿qué pasa Pedro? - pregunta María sorprendida.
Cristina no pregunta, pero por su cara también se sorprende.
- tengo calor, pero estoy bien así... - digo intentando no parecer malaje.
Ellas sonríen pero no piensan acabar el juego ahí.
¿por qué? Mira María también tiene calor ¿verdad? - Suelta Cristina instando a María.
si, claro; que lo tengo, mira Pedro. - Se suma María.
Se quita el polo, dejando a la vista las mallas apretadas que usa para practicar el show y el body; con un escotazo de infarto, que tapa lo justo e incluso un poco menos.
Mi cara es de alucinado, pero ella no me deja reaccionar.
- venga Pedro, ahora tu. - dice María.
Ella estira sus manos y agarra el borde de mi pijama, pero antes de que lo levante; levanto mis manos y le sujetó con delicadeza las suyas de nuevo.
no por favor... - le contesto.
venga hombre, si hay confianza. - me abraza Cristina.
Me rodea con sus brazos, intentando que quite mis manos de las de María; noto sus pechos en mi espalda, aplastados contra mi y aunque son menores que los de María tampoco están nada mal.
- no, en serio; chicas. - pido, pero ellas niegan con la cabeza.
Entre las dos me obligan a hacerlo, ambas sonríen y no le dan importancia a mis pelos de más; ni a mi grasa de más, eso me hace sentirme un poco más cómodo.
¿ves? No pasa nada - comenta Cristina
ahora, estamos a gusto los tres - suelta María
si yo ya estoy a gusto con vosotras, chicas.
ese es mi chico - suelta María y me abraza.
La abrazo aunque estoy un poco cortado, ella también lo parece; Cristina me acaricia la cara, poniéndome aún más rojo y me da un beso cerca de mis labios.
yo también estoy a gusto, Pedro. - deja caer Cristina.
¡oye, los cafes y el chocolate con churros; que se nos enfrían! - añade María.
María me suelta y se me sienta encima, estoy súper erecto después de verlas tanto; de sentirlas tan cerca, pero María se la clava justo en el sitio y al sentarse me ha parecido oír un gemido de su parte...tiene esa parte muy blandita y caliente.
Ella me habla pero estoy tan en otro mundo que no me entero, solo la veo mover los labios y mirarme.
- ¿qué?
Ambas se ríen.
¿que cuántos sobres de azúcar quieres, uno o dos? - repite María
ah, dos. - digo avergonzado.
La realidad es que si no hubiera follado tanto ultimamente, nada más sentarse encima me hubiera corrido; eso hubiera sido asqueroso, a la vez que bochornoso.
- ¿ves? te lo dije, este es de los míos. - suelta María.
Mientras me echa el azúcar y se lo echa ella misma.
ya veo, ya... - contesta Cristina.
¿y tú, que haces tan lejos? - digo de repente mirando a Cristina.
¿yo? - se sorprende.
pégate a nosotros - digo agarrando su cintura y estrellandola contra mi.
¿te lo dije María? Ya está empezando. - dice y María suelta una risita.
Las miro a ambas que son cómplices en esto.
Rodeo con el otro brazo a María y esta se sorprende.
¿quieres café? - pregunta María.
¿cómo? - pregunto sin entenderla
bueno tienes los dos brazos ocupados, si quieres te doy café. - suelta María.
me encantaría. - dejo caer y ella sonrie tierna.
Ella mueve mi cafe, sopla; se moja los labios con el, gesto que me parece sensual y tierno a la vez...luego me deja beber un poquito, dejándome con ganas de más.
¿está bien para ti?
esta perfecto.
Como para decirle que no, después de todas las molestias que se ha tomado; me esta encantando todo esto, jamás querría que se acabara. Ella bebé de su café, tras eso agarra una porra; la moja con chocolate y me la acerca a la boca, estoy apunto de negarme por la dieta pero hoy...que le den a la dieta.
Muerdo la porra, ella la vuelve a mojar y la muerde ella por donde mordí yo; me palpita de gusto y ella se muerde los labios, no puedo con este morbo.
Para rematarme del todo, la vuelve a mojar y se la acerca a Cristina; esta lo muerde con ansia.
anda hija como todo lo comas igual... - rie María divertida.
nadie se me ha quejado nunca la verdad. - sonrie con malicia.
María moja en chocolate la misma porra y me la ofrece, me relamo por el morbo de que esa porra la mordimos los tres; así que me la termino.
- ala, que buena boca. - suelta María sorprendida.
-para comerte mejor - bromea Cristina, haciéndola reír.
Cuando termino de comer, esta vez es Cristina quien coge mi café.
¿quieres, nene? - me pregunta Cristina.
si, nena.
Me da un trago más largo, María se remueve arriba; cierro los ojos pensando en otra cosa, ya que me ha dado muchísimo gusto.
María hazme caso, no hagas eso. - le pido.
¿por qué? ¿El qué? - pregunta sorprendida.
eso...tu hazme caso. - digo sin querer nombrarlo.
María, tu no diste clases de twerking; ¿por qué no nos enseñas los frutos? - provoca Cristina.
¿qué? No...¡No María!
si, mira Pedro; ¿te gusta?
Ella sobre mi paquete que al moverse diría que se le abrió un poco la raja, todo lo que permiten las mallas apretadas; se situo mejor y empieza a hacerme twerking en esa posición, cierro los ojos y pienso cosas malas...mientras voy notando como se le humedece la raja, ella jadea y suspira para evitar gemir; voy notando como si es posible me pongo más duro, el gusto me va subiendo y me muerdo los labios para no gemir.
Al poco para, justo cuando me iba a correr encima; pero su rajita se sigue humedeciendo cada vez mas.
¿te gustan las clases que tome? - pregunta María traviesa.
me encantan - consigo decir al borde de la corrida.
María moja una porra de chocolate por ambas partes, mientras me mira de reojo; pienso que me la va a acercar a mi, pero veo sorprendido y Cristina igual que se la acerca a ella.
¿qué? - pregunta Cristina.
¿puedes llegar hasta mi? - reta María
¿ y tú hasta a mi? - devuelve el reto Cristina.
Juraría que ahora compiten por mi o quizás es una táctica para ponerme más aún.
probemos. - suelta María
vale vamos a intentarlo. - mantiene Cristina.
Ambas se empiezan a meter la porra en la boca saboreando el chocolate, luego siguen avanzando hasta tocarse; se rozan sus labios y luego se la sacan, para pegarle un último bocado al final y dejando toda la porra húmeda.
Agarro la porra con la boca desde el lado de María y al mirarme esta sorprendida muerdo por el otro lado también, ambas la rematan una por cada lado.
¿que, te ha gustado? - sueltan ambas casi al unísono con sonrisa traviesa.
mucho - contesto, un poco intimidado.
si ya lo he visto. - suelta Cristina
oh, ayúdame Pedro. - dice María alarmada.
Se da la vuelta girando su torso hacia mi y veo que le ha chorreado chocolate en las tetas y el canalillo, intento soltar mis manos y ninguna me deja.
así no... - niega María
con las manos, no. - especifica Cristina, viendo mi cara de extrañada.
Acerco mi cara a sus tetas al deducir lo que quiere de mí, empiezo a pegar bocaditos en sus tetas; para quitar el chocolate de ellas, ella gime en respuesta y por el canalillo uso la lengua.
Ella se abre el body por el escote, mostrándome las tetas sujetadas y abiertas por la tela sin sujetador; sigo chupando el chocolate hasta su ombligo volviendola totalmente loca, entonces me lanzo a su boca y le doy un muerdo.
Mi mano agarra con fuerza su culo y la aprieto contra mi, ella gime con más fuerza; en ese momento quito mi boca de la suya y le como la boca a Cristina, sorprendiendolas a ambas y con mi mano le quitó el sujetador.
Maria mientras sigue dandome puntazos y siente mi mano explorando sus nalgas, me come el cuello; mi mano agarra las tetas de Cristina y se las como, provocando los gemidos de esta.
Mi mano sube desde el culo hasta las tetas de María y esta me muerde el cuello en respuesta, Cristina me acaricia por todas partes y me da besitos por la cabeza; María a su vez también lo hace, pero esta me sigue comiendo el cuello.
Mis manos bajan hasta sus pantalones mientras alternó comerle el cuello a una y a otra, cuando le como el cuello a Cristina ambas gimen y cuando se lo como a María sus gemidos se duplican; ambas me ayudan a quitarselas, mientras cada una aprovechan para comerme el cuello cuando se lo como a la otra y ambas me quitan el pantalón a mi.
madre mía que pedazo de polla, Pedro - jadea María.
¿ves? te lo dije - suspira Cristina.
María se vuelve a sentar sobre mí, pero esta vez se la clava de un tirón; lo tiene tan caliente, tan mojado que entra hasta el fondo sin dificultad alguna a pesar que es más estrecho que el de Cristina pero esta más mojado y me corro del tirón.
¡¿ya?! - suelta María decepcionada.
ahora empieza lo bueno - comunica Cristina.
Mis dedos entran del tirón en el chocho de Cristina, mientras me come el cuello y a veces me besa; esta más mojada que el otro día, se nota que esta más excitada y quizás ya venía mojada.
Agarro la nalga de María, empiezo a follarmela brutalmente; mientras alternó en besar a ambas en los labios, el cuello de María o sus tetas.
Estoy volviéndome loco, dos mujeres tan sexys para mi; gimiendo a la vez; tan calientes, tan mojadas y María tan desmelenada...el primer orgasmo le alcanza cuando le muerdo el pezon, ella se arquea; tiembla, contrae la rajita y la sigo moviendo con mi mano en su nalga ya que ella no puede.
Siento que me voy a correr, aprieto más la marcha; mientras María repite casi sin respiración
- oh dios mío, dios mío.
Esta encadenando orgasmos uno detrás de otro sin parar, sigo y sigo hasta que estoy apunto; entonces le como sus tetas, hace el amago de querer quitarse.
para, que me matas; que me meo, que no puedo más.
sigue que te corres, sigue y yo voy a alcanzar mi orgasmo.
Dicho y echo, mientras María suelta un alarido y un pedazo de squirtle; Cristina alcanza su primer orgasmo, yo me corro por segunda vez en el chocho de María.
- ¡¡Madre mía!! Que polvazo suelta María cayendo desmadejada en el sofá.
Esta despatarrada con el chocho abierto, superhumedo e hinchado; palpitando y con semen dentro, gotitas salen y ella se lo tapa para evitarlo.
Me pongo a Cristina sobre mi.
¿me toca a mi? - pregunta con cara de mala
¿lo dudabas? - respondo travieso.
¿te queda semen para mi? - dice con cara de guarra.
mucho - suelto en plan chulo.
voy a ordeñarte hasta la última gota - me susurra al oído sensualmente, dando un lameton al final.
Se la meto de un tirón y ella empieza a cabalgarme, mientras nos enrollamos juntos; ella gime como loca, María aún intenta recuperar su respiración.
Nos tocamos por todas partes con total desenfreno, nos follamos mutuamente totalmente fuera de nosotros; nos besamos y mordemos con demasiada pasión, poco después atacó a sus puntos erogenos para que se corra y ella en respuesta ataca mi cuello.
La respuesta fue inminente, me corrí dentro de ella y ella se corrio; con otro pedazo de squirtle, ella queda reventada sobre mi y yo en el sofá.
Los 3 con una sonrisa tonta en la cara, sabiendo que hemos echo un buen trabajo; pero para nuestra sorpresa...
- quita, ahora me toca a mi. - suelta María, empujando a Cristina.
Cristina cae al sofá sorprendida.
¿quieres más? - pregunta.
¿de esto? ¡infinito! - confirma convencida. - ¿Tienes para darme más? - me pregunta a mi.
creo que si, ¿quieres más? - pregunto sorprendido
infinito, te has corrido 3 veces; ¿te quedan 5 o no? -me dice pareciendo que lleva la cuenta.
¿llevas la cuenta? - pregunto sorprendido.
calla y metemela ya. - me ordena
me parece que tendrás que calentarme - le pido
¿más? - dice sonriente, mientras comienza a refregarla por su entrada.
Tras eso lo hicimos en el sofá, en la cama; ella y yo solos, en la ducha con las dos y por último justo cuando íbamos a irnos...María me agarro y me violo contra la puerta, ventajas el trabajo me salió perfecto; desventaja llegue tarde y no me echo la bronca mi tío por mi cuello, además las dos almorzaron allí y mi tío me obligó a atenderlas.
...el tonteo con ellas fue demasiado descarado, aunque intentaban disimular; sobretodo la más descarada era María, quería descansar luego pero María me obligó a ir a clase y al entrenamiento.
Siento la espera a los fans de este libro, mi bloqueo de escritor a parte del estrés del trabajo me impidió continuarlo hasta ahora; no es ninguna excusa, es la realidad no obstante la continúo con muchas ganas y esta vez planeo terminarla. Ruego si no es molestia comentarios y votos, gracias.