Bachiller XXXVII - Epilogo III - German

Es el turno de saber sobre el rubito, el paciente German

Hola de nuevo. Os traigo el tercer epilogo, en este caso el de Germán.

Debo reconocer que este me ha costado más. Tanto Germán como Dani, aunque protagonistas, eran un poco mas secundarios, y claro en el epilogo me ha resultado un poco más complicado.

De todas formas espero que os guste.

Muchas gracias a todos por seguir aguantado mi historia y un fuerte abrazo.


EPILOGO: Germán

-          Pero ¿esto no se acaba nunca o qué? -dije faltándome el aire-

-          Venga si no llevamos ni una hora andando, quejica

-          Claro, una hora, pero una hora toda cuesta arriba

-          Es lo que tiene los montes, que hay que subirlos

-          No me gustan, yo soy de llanura, playita y eso, nada de montes, como envidio a Oscar y Alberto, en Nueva York pudiendo viajar en metro. Aunque por lo menos no hace frio como en Semana Santa

-          Menudo flojo estas hecho

-          Jajajajaa, cuando lleguemos a donde dices, te demuestro si soy flojo o no.

Siempre que venimos al pueblo de Dani, acabo metiéndome en esto de trepar montes, como si fuera una cabra, a él le encanta, bueno en realidad le encanta cualquier cosa que huela a deporte pero a mi… es que no soy muy deportista. Pero bueno, vale la pena, ya que es una oportunidad de estar solos y juntos, que en su pueblo… no es que se dé mucho la posibilidad, además verlo con esos pantalones cortos que le marcan tan bien el culito, me vuelve loco, una ventaja de ser más lento que él.

Siendo sincero no ha cambiado mucho desde el instituto, aunque a mí me parece más guapo cada día, yo sí que he cambiado más. He dado un ultimo estirón y he llegado al 1,80m y el deporte (el poco que hago por Dani) ha hecho que se me hayan definido un poco los músculos, en comparación a hace unos años. Aunque claro, si me comparo con Dani, con su 1,93 m y sus grandes músculos me hace parecer pequeño.

Ayyyyy mi Dani, llevamos cerca de dos años y medio y casi dos viviendo juntos. Me gustaría decir que nuestra relación fue un camino de rosas y todo perfecto, pero… hemos tenido nuestros problemas, el primer año fue un poco difícil en algunos momentos, aunque poco a poco la cosa fue mejorando, hemos ido superando todos los obstáculos, haciendo que la relación se haya vuelto más fuerte cada día y en este momento, creo que no puede ir mejor.

El ultimo año en el instituto acabo como una bomba, con la caída del cabrón de Isaac. Para mí no fue una sorpresa, ya que sabía todo el plan de Alberto. Me lo contó desde el principio para que no dejara que Oscar se preocupara, ni que lo olvidara. Reconozco que cuando me lo contó me pareció una autentica locura y no creía que funcionara, pero Alberto confió en mí contándomelo, me pidió ayuda y era mi amigo y no podía negársela. Lo más difícil fue no podérselo contar a Oscar, con lo que me gane una buena colleja por su parte cuando supo todo, pero era otra de las cosas que me hizo prometer Alberto y en eso soy muy cumplido.

Pero a medida que Alberto me informaba de cómo iban las cosas con Isaac, me fui convenciendo que podía funcionar y así fue. Ver a Isaac derrotado y humillado, pero principalmente, incapaz de no poder volver a llevar a cabo sus maldades contra nadie más y saber que por fin nos habíamos librado de él, no tuvo precio.

Pero para mí lo mejor fue ver a Dani tan feliz cuando Alberto lo perdono definitivamente por todo lo que había pasado. Por fin toda la mierda que había echado Isaac sobre nosotros desaparecía.


-          Oyeeeee – dije tomando aire - y para llegar hasta allí ¿no hay algún camino por el que podamos ir en moto?

-          Si fuera por ti, irías en moto hasta a comprar el pan

-          Pueeees… jajajaja, creo que alguna vez lo he hecho

Se volvió a mi riendo y me coloco su brazo alrededor de mis hombros, me encantaban los fuertes brazos de Dani

-          Menos mal que te hago hacer algo de deporte, si no, te me habrías puesto como un tonel

-          Jajajajaja, ¿y dejaría de gustarte?

-          Sabes que no – me dio un pico – Venga, adelante

Estábamos a punto de acabar el instituto y aun no sabía claramente que carrera estudiar, biología, química, farmacia… no lo sabía. Lo que tenía claro es que fuera una carrera con la pudiera tener la posibilidad de investigar, algo que siempre había sido mi sueño. En este país no es fácil, sin embargo tenía una ventaja, tener un amigo con una gran empresa farmacéutica. Alberto me prometió que tendría puesto en ella, siempre que demostrara mi valía, cosa de la que no tenía ninguna duda. Me decidí por farmacia, y por suerte, con una selectividad de la leche, llegue a la nota de corte, que era muy alta.

Lo realmente difícil vino después, que fue convencer a mis padres de seguir estudiando fuera. A ellos les parecía bien qué estudiara farmacia, sabían de mi sueño de investigar desde niño, pero querían que fuera en Valencia, ya que había pasado demasiado tiempo fuera. Les explique la situación, lo de la empresa de Alberto y que aunque estuviera fuera, era más cerca que hasta ahora y podría ir a menudo a verlos. A mi padre más o menos le convencí, mi madre era más recelosa.

Finalmente tuvo que venir Alberto a mi casa para convencerlos. El tío es un maldito genio, les explico que lo mejor sería que estudiara allí, para estar en contacto con la empresa lo antes posible, incluso para poder empezar de prácticas durante la carrera. Es un diplomático de narices, fue él quien les convenció realmente. Ya, para finales de verano mis padres vinieron para ver el piso en el que iba a vivir y conocieron de paso la empresa de Alberto, eso ya a cabo por convencerlos del todo.

Así que por esa parte, al final, fue perfecto, pero si algo me hizo ilusión, más que nada, es cuando Dani me dijo que también vendría conmigo a estudiar, que no podía estar lejos de mi y que iría a estudiar donde yo fuera. Además del vivir juntos, porque claro, compartíamos piso. Aun no se lo habíamos dicho a nuestros padres por entonces, así que para ellos éramos compañeros de piso, pero evidentemente éramos una pareja viviendo juntos.


Por fin habíamos llegado a una zona con menos pendiente, vi unas rocas planas que sobresalían a un lado del camino.

-          Tiempo muerto, necesito sentarme.

Me senté y me quite el sudor de la cara, saque una botella de agua y bebí con ganas.

-          Jajajajaja, ayyy cari, eres un flojo, eso te pasa por no hacer deporte.

-          Calla, que por ti me apunte al gimnasio.

-          Claro, para no ir, el mes que más has ido ¿Cuánto ha sido?

-          Buenoooooo, te prometo que este año iré más.

Se acerco, se sentó a mi lado y hundió la cabeza en mi cuello.

-          Ummmmm, como me pones así todo sudadito.

Empezó a besarme el cuello

-          Aaaaa, no empieces, que no me podre controlar

-          No quiero que te controles, mi machote – se separo de golpe – pero aun no, cuando lleguemos arriba.

-          Jajajaja, eres un calientabraguetas

-          Tranquilo, que cuando lleguemos arriba te ayudo con el calentón.

-          Más te vale, porque estoy que exploto.

El primer verano antes de empezar la universidad me saque el carnet de moto. La tenía desde hacía casi año y medio pero no me había puesto con ello, realmente en Sahú no era necesaria, pero para una ciudad grande, pensé que me vendría muy bien.

Y no me equivocaba, la uso muchísimo, no solo para moverme yo, si no para ir también con Dani, me encanta ir con él en la moto. El se está sacando el carnet de conducir, pero se lo toma con calma, es más huevón.

Pero no solo tengo la moto para moverme, sino para disfrutar, es que me encanta, me he vuelto un experto en el tema, la he mejorado y tunedo un poco, todo hecho por mí, e incluso fui a una concentración de motos con Dani, Oscar, Alberto y Cristian.

Y ahora que hablo del tema del motor

Fue la última semana de Agosto cuando recibí una llamada, que me sorprendió, era de Martin, el chico con el que estuve en Sahú durante casi todo primero.

Tras acabar, seguimos manteniendo el contacto un tiempo, cada vez menos la verdad, hasta que tras un whatsapp antes de Semana Santa no había vuelto a saber de él.

Me preguntaba que si ya había acabado el curso y si había vuelto a Valencia, que él se iba  acercar unos días, por si quería quedar, vernos y ponernos al día, el vivía en Alicante y no resultaba raro que se acercara a Valencia.

Yo durante un momento dude en contestar, había pasado mucho tiempo y no sabía claramente sus intenciones, pero me dije “qué diablos”, Martin fue un buen amigo, llegue a tenerle mucho cariño y lo que tuvimos tengo claro que fue cosa del pasado, me di cuenta que me apetecía verlo y saber de él.

Quedamos en una terraza del centro de la ciudad, cuando nos vimos nos dimos un fuerte abrazo. Nos quedamos sorprendidos al vernos, yo en este último año había crecido, y él… se había engordado bastante la verdad.

Pero a pesar de su cambio físico, seguía siendo un tío tan majo como siempre. Me estuvo contando que estaba muy contento, que seguía con el tema de los coches, pero que últimamente se dedicaba más al “tunning”.  También me conto que estaba con un chico desde principios de año y que vivían juntos desde hacía más de tres meses, y que de eso la barriga, se estaba acostumbrando a la buena vida de pareja. Me enseño una foto de ellos en una concentración de coches, se le veía un poco macarrilla pero simpático, hacían buena pareja, me alegre un montón por él.

Yo le conté que estaba con Dani y se quedo con la boca abierta, él conocía a Dani, de verlo conmigo y con Oscar, de mi cumpleaños, pero también de haberlo visto con alguna chica en la cafetería, por lo que se quedo de piedra, no se imaginaba para nada que fuera gay. Pero cuando se lo fui contando, se alegro un montón por mí, que se le veía que era un buen chico y que me había echado un novio bien guapo, jajajajaja y es verdad, el mejor.

Desde ese día no hemos vuelto a quedar, pero sí que he hablado con el por whatsapp. Sigue con ese chico y las cosas les van bien.

Pero también paso… algo. La verdad que en ese momento no le di importancia. Cuando quede con Martín, pues claro yo se lo conté a Dani, me pareció que no le hizo gracia y después de quedar, cuando hablamos por whatsapp, me pregunto… bueno, un montón, aunque ya digo no le di importancia, en el fondo lo entendía, Martín era… podíamos llamarlo mi ex y era comprensible.

Pero cuando empezamos el curso, volvió a pasar.

Desde el principio de curso, Dani y yo quedábamos un montón con Oscar y Alberto y claro siendo el mejor amigo de a Alberto, venia también Cristian.

A Dani le conté lo del verano pasado, queremos que las cosas vayan bien y no nos hemos ocultado nada. Sin embargo cuando estaba Cristian, le notaba un gesto un poco… como que no estaba a gusto. Por lo menos al principio, pero poco a poco se fue acostumbrando, no en vano Cristian es un tío estupendo y he de decir que ahora se llevan bastante bien.

Pero me estaba dando la impresión y no es que me hiciera mucha gracia, de que Dani era un poco celoso.


-          ¿¿¿¿¿Falta aun mucho??????

-          Mira que eres quejica y pesado, no queda nada ya, flojo.

-          No es por flojo

-          ¿Entonces?

-          Es culpa tuya, que antes me has puesto muy tonto

Se giro y me miro sonriendo, se acerco a mí y me dio un abrazo y fue bajando su mano hasta mi entrepierna

-          Ahora cuando lleguemos, podrás descargarlos

-          Jajajaja, lo tuyo es romanticismo puro y lo demás tonterías

Me dio un tierno beso

-          Si que soy romántico

-          Bueno cuando quieres si

Me dio un beso con más pasión y me abrazo fuerte

-          Uffff Dani, que difícil se me hacen estos días contigo y no poder estar juntos.

-          Ya lo sé, pero ya sabes, mis padres quieren proteger la pureza y la virtud de su niño pequeño.

-          Jajajaja, pobres, si supieran.

-          Noooo, mejor que no sepan nada

Me beso con más fuerza levantándome del suelo, notaba que el también estaba a mil.

-          Ummmm, venga que ya estamos llegando.

La universidad desde el principio fue estupenda, me encantaban las asignaturas me encantaban los compañero, estaba muy muy contento.

Rápidamente me empecé a llevar muy bien con ellos, sobre todo con tres, Saúl, Miriam y Jorge. Me cayeron bien desde el principio, se parecían a mí, eran también personas que soñaban con investigar, muy inteligentes, con inquietudes, era estupendo conocer a gente tan parecida a mí, con la que podía hablar de temas que no podía con los demas.

Quedábamos a estudiar, a tomar un café y algún fin de semana de fiesta, la verdad me sentía muy a gusto estando con ellos. Aunque en absoluto deje de salir con Alberto, Oscar, etc. era con quienes más salía y ni mucho menos con Dani, es más, yo les había dicho que era gay y que tenia novio, no tuve ningún problema, así que me moría de ganas de que los conociera Dani y ellos le conocieran a él.

Salimos un día con ellos, fuimos  a un bar donde había juegos de mesa y estuvimos jugando al Trivial un buen rato y luego nos fuimos a tomar una copa. Yo la verdad pensé que nos lo habíamos pasado bien, o eso pensé.

Las siguientes veces que le dije a Dani de quedar con ellos, me ponía alguna escusa, luego ya note que cuando yo pretendía quedar con ellos siempre me proponía otros planes, como si no quisiera quedar con ellos. Llego a decirme que últimamente apenas quedábamos con Alberto y Oscar, cosa que no era cierta, como el propio Oscar me comento.

Esta situación, nos llevo a tener alguna que otra pelea aunque sin importancia yo intentaba que no fuera a más, porque ya me había dado cuenta de una cosa, Dani estaba celoso de mis nuevos amigos, como lo estuvo de Martin y de Cristian. Así que intentaba ser comprensivo con él, lo que no quitaba que se estaba creando un ambiente enrarecido entre nosotros.

Y a finales de Enero la situación estallo.

Era un viernes, Oscar estaba con un resfriado de narices y Alberto se quedaba con él y como Dani y yo no teníamos ningún plan decidimos ir al cine. Pero resulto que Saúl me mando un mensaje, de que había una fiesta Erasmus y si queríamos ir. La verdad que me pareció una gran idea al fin y al cabo habíamos dicho lo del cine por      que no había nada que hacer, y pensé que a Dani no le molestaría.

Pero si que se molesto y mucho. Al principio solo puso mala cara, pero yo le dije que dijera que le pasaba, que estaba cansado de sus malas caras cuando se trataba de mis amigos de la universidad y allí fue donde la cosa salto. Él me echaba en cara que le estaba dejando de lado y que si no bastaba con eso, ahora cambiaba nuestros planes para estar con mis “amiguitos”, yo le dije que ya estaba con sus tonterías y sus ralladas como en el instituto y que si estaba celoso era su problema, porque nunca le había dado razones para ello y que o me cargara con sus tonterías, tal vez no debí decir eso, suelo ser mas paciente pero es que llevaba ya varios meses quitándole importancia. Su cara se puso roja de rabia, me grito que no estaba celoso, pero si quería irme con mis nuevos amigos ya estaba tardando, que le había dejado claro cuánto le importaba. Eso me dolió, yo a Dani lo quería con toda mi alma, y que me dijera eso fue como una puñalada.

Cogí mi cazadora, el casco y las llaves de la moto, evite a Dani, que seguía con la cara roja y rabioso y me fui.

Yo estaba enfadado, pero sobretodo dolido, no entendía que Dani me dijera eso, es cierto que pasaba tiempo con mis amigos, pero… ¿Qué problema había? Yo no lo había dejado de lado, ni mucho menos. Así que cogí la moto y me fui. Dar una vuelta me solía ayudar, pero entre el enfado y los nervios iba algo distraído.

Lo suficiente como para no darme cuenta de un stop, tener que dar un frenazo brusco y perder el control de la moto.


-          Uuuuuuuala, es precioso.

Por fin habíamos llegado después de subir no se cuanto, pero el lugar era precioso, se abría un pequeño claro, y de la pared de roca brotaba un matinal, formando una poza, de la que salía un pequeño arroyo, estaba todo rodeado de césped, tachonado de pequeñas flores.

-          ¿Te gusta?

-          Mucho, es muy bonito, al final vas a tener razón, ha valido la pena.

-          Jajajajaja, me alegro, hay muchas fuentes en esta sierra, pero esta, está tan alta y tan aislada, que no viene nadie, por eso quería venir contigo.

-          La poza es tentadora, tendrías que habérmelo dicho, me habría traído el bañador.

-          ¿Bañador? ¿quién necesita bañador?

De repente, Dani empezó ha desprenderse de su ropa a toda velocidad, hasta quedar sin nada, salió corriendo y se lanzo a la poza.

-          Veeeen, el agua esta buenísima.

Me quite la ropa, y me lance también, es verdad el agua esta buenísima, pero a mí me interesaba mas el grandullón que estaba en ella, nadé hasta llegar a él y me puse a besarlo.

-          Está genial este sitio, gracias por traerme aquí.

-          Gracias a ti por venir.

Estuvimos un rato nadando, jugando, haciendo aguadillas, hasta que salí y me senté en una roca plana junto a la orilla. El sol pegaba con fuerza, pero con la brisa de la mañana y el cuerpo todo mojado, la sensación resultaba agradable. Dani vino y se sentó a horcajadas sobre mí, para besarme.

-          Te quiero muchísimo Germán.

-          Y yo a ti grandullón.

Me abrazo con fuerza, pegando su pecho al mío, apoyando su cabeza en mi hombro, me encantaba el contraste de Dani, entre lo grande y fuerte que es por fuera y lo mimoso que es por dentro.

-          Germán, no sabes lo que significa para mí la paciencia que estas teniendo, ya sé que esto no es del todo agradable.

-          Ehhhh, mi amor – le cogí y le mire a la cara – cada uno tenemos nuestras circunstancias, es tu familia, y es importante para ti, solo necesitan tiempo, tu dáselo, yo, estaré a tu lado, y tendré la paciencia que haga falta, yo solo quiero verte feliz.

Me beso con más pasión, fue bajando por mis mejillas, hasta mi cuello, me estaba poniendo mucho esos besos, notaba como mi polla se ponía dura como una roca, y empezaba a rozar el culo de Dani.

-          Ufffff, lo único que se me hace difícil, es lo de no poder dormir contigo, me tienes tan mal acostumbrado.

Note como cogía mi polla y rozaba la punta contra la entrada de su culo.

-          Pues ahora te voy a compensar, te voy a compensar a base de bien.

La verdad que el golpe de la moto no fue muy aparatoso, no lo llamaría accidente, sino caída. Solo salí con un buen raspado desde el codo hasta la muñeca del brazo derecho. La moto también se llevo un buen raspado, pero no le paso nada.

Me ayudaron a levantarme, preguntaron si quería que llamara a una ambulancia, pero como dije que no hacía falta, que estaba bien me dejaron. Aunque podía conducir, preferí no hacerlo, aparque la moto, ya al día siguiente iría a por ella y me dirigí hacia casa andando.

Por el camino pensé que tal vez no me había comportado del todo bien con Dani, yo soy más reflexivo y tendría que haber sabido que hacer, pero… es que llevaba así con esos celos tantos meses y no me gustaban, en el fondo tenía miedo que afectaran a nuestra relación y viendo los hechos, lo estaba haciendo.

Cuando llegue, Dani estaba en el sofá, con las manos en la cara y sollozando. Hacía mucho que no lo veía llorar y ahora que se me había pasado el enfado, se me partía el alma.

Cuando me vio y se fijo en mi herida. Se levanto de golpe, abrió muchos los ojos y se puso terriblemente nervioso, yo intente convencerlo que no era nada, pero él seguía muy nervioso, me llevo al baño para limpiarme la herida.

Me desnude de cintura para arriba. El raspado era grande y había sangre, pero era todo superficial, escocía más que dolía. Dani saco agua oxigenada y algodón y fue limpiándome la herida con mucho cuidado y en silencio, mientras unas lágrimas corrían por su rostro.

-          Dani, siento mucho haberme enfadado, lo siento de verdad, por favor no llores grandullón.

-          No puedo evitarlo, yo también lo siento, siento mucho lo que te dije.

-          Venga no pasa nada, pero es que no te entiendo, no entiendo estos celos a mis amigos de clase, llevas mucho tiempo así, como si me fueran a robar

-          Ya te he dicho, no son celos.

-          Dani, no es la primera vez.

-          Lo sé, sé que te das cuenta de todo, tuve algunos celos cuando en verano quedaste con Martín y… también al principio con Cristian, pero sabes que se me pasaron y me llevo bien con él, esto… esto es distinto, es que… es que…

-          Shhhh, venga cari – le rodeé con el brazo bueno-  tranquilízate y cuéntamelo todo, si no me lo explicas, no lo voy a entender.

-          Es que… me da tanto miedo… perderte… no…no sabría que hacer sin ti

-          Pero grandullón, ¿Cómo me vas a perder? no ves que yo tampoco sabría que hacer sin ti, eres lo que más quiero en este mundo, y que quede con algunos amigos, no quita un ápice a eso, si sabes que no habría nada que me gustara más que vinieras conmigo.

-          Lo sé, y a mí no me gusta compórtame así, pero es que… en el fondo… a veces pienso que… bueno… el otro día cuando los conocí, se les veía tan inteligentes, tan brillantes… tan…tan como tú, que no puede evitar pensar que... bueno… que sigo siendo poco para ti y que… en algún momento tu pienses lo mismo… y me… me…

A pesar del dolor del brazo lo abracé con mucha fuerza y el hizo lo mismo.

-          Dani, no quiero oírte volver a decir eso nunca más, me oyes nunca más, eres lo más grande con lo que podía soñar, que tal vez en algunas cosas te supero, pues si, como en muchísimas cosas me superas tu a mí, pero no eres menos que yo, ni eres poco para mi, eres todo lo que deseo.

En ese momento me di cuenta de que me había equivocado, a veces mi seguridad, me hace dar cosas por hecho, y meto la pata, como ahora con Dani. Con la reacción con Martin y con Cristian yo pensé que lo de Dani eran celos, y es cierto, pero era algo comprensible. El problema era más profundo. Era su inseguridad innata. Es cierto que había mejorado mucho, por ejemplo ya aceptaba sin problemas el ser gay, y eso… bueno me llevo a pensar que ya no se rallaba, y no. Dani seguía siendo en el fondo muy inseguro, no era algo que se fuera de la noche a la mañana, y sus celos y sus dudas de ser menos que yo, no eran más que muestras de esa inseguridad.

Me sentí muy mal por no haberle comprendido, le prometí que a partir de ahora estas cosas las hablaríamos, que no daría nada por sentado y que haría todo lo que estuviese en mi mano para que no tuviera tantas inseguridades, pero que el también tenía que poner de su parte un no dudar tanto de las cosas.

Para empezar ese fin de semana nos quedamos en casa. Fue un poco volver al instituto, con mi Dani rallado y yo animándolo. La noche del viernes al sábado nos la pasamos haciendo el amor, quería que viera lo mucho que lo quería y lo importante que es para mí.

Dani empezó a ser menos reacio con mis amigos, ahora venia más a menudo cuando quedaba con ellos y si no venia por lo menos ya no se ralla.

Poco a poco va teniendo cada vez menos inseguridades, a ver, tener tiene, si no, no sería Dani, pero ha mejorado mucho, se que se valora mucho mas a sí mismo, porque sabe que él es lo más importante para mí y eso le ha ayudado no solo conmigo si no en muchos más aspectos. Además yo también he aprendido, a no dejarme llevar por mis suposiciones y buscar la raíz del problema.


Bajamos de la piedra donde estábamos, extendimos una manta sobre el césped y nos tumbamos sin dejar de besarnos. Él se sentó y yo fui bajando por su pecho, mientras le abría las piernas hasta llegar a mi regalo, que sin pensarlo dos veces, me metí en la boca, ufff como la echaba de menos tras estos días.

-          Joder Germán eres…. eres….

Me encantaba el rabo de Dani, es genial, sentirlo en la boca y saber que el disfrutaba, que soy yo quien le hace disfrutar. Eso me excitaba muchísimo. Mientras Dani me acariciaba suavemente el pelo, yo me tocaba la polla y me metía la suya cada vez más hondo en mi boca. Siempre me había gustado el sexo oral, pero no sabía lo maravilloso que era, hasta que empecé a hacérselo a Dani.

-          Ger…man aaaa…. para….

Me acerque a sus labios para besarlo, el me rodeo apretándome con fuerza

-          Uffff, llevo tantos días esperando que los tengo a rebosar, si seguías así, me corro y no… quiero mas

-          Y ¿cómo quieres grandullón?

-          Jajajajaja, ya sabes cómo me gusta mas

Dani se puso a cuatro patas, apoyándose en los codos, dejando su culito en pompa a mi merced. No sé si era verdad, o era por lo mucho que lo quiero, pero me parece que cada vez lo tiene mejor. Hundí mi cara entre sus cachetes y empecé a lamérselo suavemente.

-          Ummmm, cari… ufff como lo he echado de menos

Empecé a jugar con un dedito, mientras le besaba los cachetes haciéndole soltar algunas risas entre sus jadeos que me encantaban. Sin sacar mis dedos, me acerque para besarle, ufff me encanta besarle cuando estaba tan caliente, es pura pasión. Me pidió que me irguiera y comenzó a chupármela, y con esa pasión y entrega con lo que lo hacía, me… ufffff. Yo mientras introduje otro dedo y seguí jugando con su culito.

-          German… no….aaaaa… no aguanto más, te quiero dentro…  destrózame.

Me coloque a su espalda y dirigí mi polla hacia su agujero, ufff que ganas tenia de hacerle el amor a mi grandote.

Es cierto que las inseguridades de Dani fueron el problema más importante, y aunque volvió a haber algún roce fue sin importancia y ahora en ese aspecto va todo muy muy bien. Pero… esos no fueron el único problema que tuvimos, hubo otro producido por la convivencia en sí.

Dani es… como decirlo…. es el niño mimado de su casa, siempre ha estado acostumbrado a que le hagan todo y  luego en el instituto lo mismo. Yo le quiero con toda mi alma, pero no soy su madre. De las tareas de la casa, bueno, cocinar, planchar, poner la lavadora, cero patatero, no tenía ni idea, vale, entiendo que no sepa, pero es que ni lavar platos, ni bajar a comprar y es que tampoco ponía ningún empeño en querer aprender nada, claro, tenia al tonto de Germán que se encargaba de todo. Joder y por lo menos si se toca tanto los huevos a dos manos, no lo ponga más difícil, pero no, la ropa tirada por los suelos, los platos ni llevarlos al fregadero, saca una cosa y nunca la recoge.

Esto durante los primeros meses ocasiono algunos problemas, porque además Dani se ponía a la defensiva. A ver, sé que es todo fachada, es como un niño que no acepta algo que ha hecho mal y le molesta que se lo digan. Pero así todos los días cansaba, aunque claro, luego siempre me venía como cachorrito arrepentido, con besos y abrazos, yo me derretía y se lo dejaba pasar.

Pero el follón gordo fue después de Semana Santa del primer año, allí ya no se lo deje pasar. Cada uno la pasamos con nuestras familias. Yo volví dos días antes de empezar las clases, Dani tres días antes que yo. Cuando llegue la casa era una verdadera pocilga, no había fregado en dos días, la ropa tirada por todos los lados y apenas comida en la nevera, ni siquiera había bajado a comprar para tener comida el fin de semana

Allí explote, le dije que estaba harto de que fuera un guarro, un desordenado y un huevón y que como no cambiara en eso, yo me empezaba a buscar otro piso, que cada uno se ocupara de su casa y santas pascuas. No lo decía en serio claro, era el calor del cabreo, pero Dani, lo tomo en serio, me pidió perdón mil veces y me prometió que iba a cambiar, que se pondría las pilas. Y la verdad que lo ha hecho. No lo voy a negar, yo sigo haciendo más tareas que él, pero por lo menos no es ya tan desordenado, friega los platos, baja a comprar y no rechista cuando hay que hacer alguna tarea.

Y la verdad que lo agradezco, porque para que negarlo, le dije que si no, me iba, pero no podría hacerlo, le quiero demasiado, no podría estar sin él.


-          Uaaaaa… que pasada German…. me encanta tu polla… me encanta sentirla en mi culo… la adoro.

-          Me encanta…aaaaa… verte disfrutar grandullón

Los jadeos de Dani eran cada vez mayores, eran casi gritos, si hubiera alguien cerca nos oiría pero ahora mismo me daba absolutamente igual, me encanta oírlo gemir.

Sabia como le gustaba. Que le penetrara estando a cuatro patas, que le diera algún pequeño azote en el culo, pero sobretodo que le besara el cuello y la espalda, o erguirse él y besarnos con pasión. Al principio tuvimos algún problema por la diferencia de altura, jajajaja pero ahora esta mas que dominado.

Dani se incorporo juntando su espalda con mi pecho, giro su torso, paso su brazo por mi cuello y me beso de una forma que pensé que me arrancaría la lengua, me encantan sus besos, me encanta su pasión, empecé a bombear con más fuerza

-          Dani… aaaa…no puedo más…aaa…

-          Lléname… hasta arriba… me encanta…arrggg me vuelve loco

Dani se volvió a poner a cuatro, se pajeaba a toda velocidad, movía sus caderas golpeándose con las mías, no pude mas y me empecé a correr, soltando todo lo que aguantaba desde hacía varios días. Casi a la vez, Dani empezó a correrse como una manguera, mientras daba un fuerte aullido, joder notar como apretaba el culo en ese momento fue la cumbre del éxtasis. Me incline sobre su espalda, lo rodee y no pare de besarlo.

Al igual que yo he influido en Dani con las labores de la casa, el me ha influido con los deportes, bueno, lo ha intentado, la verdad es que odio el deporte, y él es un adicto, sobre todo al futbol. Pienso que más le valdría estudiar un poco más, en vez de tanto futbol, ya que el curso se le está resistiendo y mucho, pero se lo feliz que le hace y eso también es importante para mí.

Pero aun así me apunte al gimnasio, la primera vez para tirar el dinero, pague tres meses, y fui… ¿dos días? ¿Tres? Pero desde entonces, por lo menos una vez por semana voy, no es mucho, lo sé, pero es algo, por lo menos me conservo. Mi complexión no se ha puesto fuerte, nunca he sido musculado, pero he de reconocer que me he definido un poco en comparación al instituto. En conjunto me veo bien, no se la necesidad de tanto deporte que insiste Dani. También ha intentado meterme el gusanillo del futbol.  Pero nada, no me gusta, no hay nada que hacer, reconozco una causa perdida cuando la veo. Aun así voy a animarlo a los partidos junto con Alberto, vaya dos patas para un banco, los dos mayores hinchas que os podáis imaginar, pero que remedio, son nuestros novios los que juegan.

Las navidades del primer año me volví a Valencia, para pasarla con mis padres, pero tenía pensado algo más. Llevaba ya más de medio año con Dani y vivíamos juntos así que pensé que ya era el momento de decirles a mis padres que era gay.

El día antes de Navidad, después de cenar me senté con ellos y se lo conté. Tras recuperarse de la sorpresa debo decir que su reacción fue “buena”, sobre todo por parte de mi padre, mi madre al principio… a ver, no es que se lo tomara a mal, pero… la conozco bien, note que no es que le entusiasmara, en el fondo para ella no había sido una buena noticia.

Antes de irme hablamos, me dijo que ella lo respetaba, y que no pensara ni por un momento que me iba a querer menos por ello, ni nada de eso, pero que había sido una sorpresa y necesitaba un poco de tiempo para hacerse a la idea. Yo la entendía perfectamente.

Cuando volví en Semana Santa, mi madre ya lo aceptaba totalmente (creo que mi padre también influyo en eso), entonces fue cuando les hable de Dani, que no era en realidad mi compañero de piso solamente y que me gustaría que ese verano pudiera venir, para que lo conocieran.

Y así fue. Dani  vino a pasar gran parte del mes de agosto, saco a relucir todas las cartas de su carácter campechano, simpático y cariñoso y se los gano a los dos. Cuando mi madre me dijo “que encanto de novio tienes” no pude caber mas en mi de gozo. Ojala con los padres de Dani la cosa hubiera sido solo la mitad de fácil que para mí.


Estábamos los dos tumbados en la manta junto a la poza, aún era pronto y el sol estaba alto. Seguíamos desnudo y yo apoyaba la cabeza en el fuerte pecho de Dani mientras me acariciaba suavemente el pelo. Si esto no era estar en la gloria, debía estar muy cerca.

-          Joooo Germán, como necesitaba esto de verdad – dijo mientras se estiraba -

-          Y yo, necesitaba hacerte el amor con urgencia

-          Pero… creo que deberíamos ir volviendo

-          ¿¿Yaaaa?? Con lo bien que estamos aquí

-          Jajajajajaja con lo que te has quejado todo el camino

-          El camino, pero la verdad que el resultado ha sido increíble

-          Pero hay un camino largo de vuelta, si llegamos muy tarde a comer… mis padres se preocuparan y no querrás que se preocupen ¿verdad?

-          Uy no, deja, deja

-          Pues entonces habrá que ir preparándose, pero antes…

Dani me levanto, me agarro por la cintura y me cogió en volandas, yo pataleé entre risas, pero no tenía mucho que hacer ante la fuerza de Dani.

-          Al aguaaaa

Me lanzo y al momento se lanzo él. Nos movimos hasta donde el agua era más profunda, me rodeo con sus brazos y me beso mientras el agua nos goteaba por el pelo

-          No sabes cuánto te quiero Germán

-          Si es tanto como yo te quiero a ti, entonces es muchísimo

-          Muchisimo