Bachiller XXXV - Epilogo I - Oscar

La historia de como le ha ido en este tiempo, al inocente y Oscar

Hola a todos

Ya han pasado unos días desde el ultimo capitulo, pero es que los epílogos, no estaban tan definidos como el resto de la historia, pero os traigo el primero de ellos.

Comentaros, que en ellos he probado un estilo nuevo, algo así como un monologo interior  pero no quería que solo fuera monologo, quería que se viera también la situación presente, así que a medida que se ve una escena del presente, se pasa al recuerdo de estos años.

Para hacerlo más fácil he puesto una separación cada vez que se vuelve al presente, espero que os guste.

Como siempre, aviso, hay sexo, pero más que explicito es sugerido, porque lo principal era contar como les ha ido la vida a los personajes

Y quería también daros muchísimas gracias, por la buena acogida que tuvo el capítulo final, significo mucho para mí.


EPILOGO I: Oscar

Que mañana tan estupenda, hoy será un buen día de playa, jajajaja, no me puedo creer que me haya despertado a las 8 de la mañana y eso que ayer no me dormí hasta las 2, pero es que he dormido taaaaan bien, claro que ayer el señorito me dejo planchado.

Me encanta mirarlo cuando duerme, esta tan majo, lo único, que no puedo ver esos preciosos ojos verdes que me vuelven loco. Está un poco más fuerte que cuando nos conocimos, y algo más alto, menos mal que con 20 años no creo que crezca más, porque si no vamos a ser el punto y la “i”, porque yo me he quedado en 1,69 m, pero para que negarlo, mi tipo me gusta, no soy alto pero estoy fuerte, es lo que tiene el deporte y la verdad es que le gusto mucho a mi nene y eso es lo que realmente me importa.

Bueno lo dejo que duerma, que se le ve muy a gusto. Me senté en el borde de la cama agarre mi Ipad, con la intención de cotillear un rato el correo, el Facebook, etc.

La universidad este año había ido muy muy bien y no tenía nada que estudiar este verano, que vaya verano. Una semana en Italia en julio, ahora en agosto 10 días a la playa, y la primera semana de septiembre una semanita a Nueva York, mi ciudad soñada, un regalo de Alberto, que ya que es un niño rico, pues que me haga buenos regalos, jejejeje.

Fuera de coñas, el dinero es lo que menos me importa de él, pero cuando me dijo que me invitaba a Nueva York una semana, la ciudad de mis sueños desde que era un niño, me volví loco de alegría. Además este es mi último verano de estudiante, así que tengo que aprovecharlo.

Cuando acabé el colegio, volví a mi ciudad y después de 6 años estudiando en Sahú. Se me hizo raro el volver y a la vez triste, Sahú ya era como un hogar para mí, además de saber que no vería ya a mucha gente con la que había compartido muchos años.

Aquí empecé en la universidad la carrera de empresariales, y me han ido bastante bien, bueno este segundo año mucho mejor, en primero… bueno me lo tome un poco relajado. Volver a jugar a futbol, conocer a nuevos amigos y sobretodo estar con Alberto, pues que no me lo tome tan enserio como debiera, pero aun así aprobé todo y este segundo ya me he centrado.

El año que viene empiezo tercero, y también empiezo a trabajar, va a ser mi primer trabajo, y la verdad que me da un poco de miedo, si lo haré bien, o mal, pero claro el trabajar con mi padre, facilita todo mucho.

La idea que tuvo de la franquicia ha ido muy bien, y en dos años ya hay más de 6 restaurantes por toda España, más 5 propios, por lo que ha montado una pequeña oficina en el centro de la ciudad para llevar la administración.

Ya me dijo que quiere que aprenda que es trabajar, y estaré en tareas administrativas y algo de gestión, para que me vaya rodando, 15 horas a la semana, por las tardes tras las clases y me pagara como tal, mi padre es así, favoritismos cero, pero a mí me parece bien, tampoco me gustan y además creo que es una buena forma de rodaje.  Sé que será duro, ya que tendré que compaginarlo con las clases y los entrenamientos, pero no lo negare, me hace ilusión.

He de reconocer que estoy muy contento en la universidad, los compañeros son estupendos, me llevo muy bien con todos y cuando les conté que era gay, no hubo ningún problema, la verdad que ahora no lo oculto, ya no me importa lo que piense la gente, aunque que por ahora he tenido mucha suerte, nadie me ha rechazado por ello.

Pero lo que más me gusta de la universidad es el futbol, lo echaba muchísimo de menos, en el colegio lo tuve que dejar, por razones que ya sabéis. Cuando me entere de la cantidad de posibilidades que había de jugar a futbol, no me lo pensé ni un segundo, evidentemente no pude entrar en el equipo de la universidad, pero si en el de económicas para la liga interfacultades. Además ahora tengo con quien celebrarlo de forma especial jejejeje.


-          Mmmmmm

Note como sus brazos me rodeaban la cintura, su pecho se pegaba a la espalda, su barbilla se colocaba en mi hombro, y sus labios me rozaban el cuello. Llevamos más de dos años y sus abrazos me gustan cada día más.

-          Que prontico te has levantado chiquitín.

-          Es que he dormido muy muy a gusto

Gire mi cabeza para poder besar sus preciosos labios, mira, otra cosa de la que no me cansaba, el poder besarle continuamente.

Esto es lo mejor que tengo en mi vida, Alberto, mi novio.

La verdad, que nuestros inicios fueron difíciles, luego pasamos una buena época, pero todo se vino abajo. Lo reconozco, yo tuve mucha culpa, cometí errores tremendos, pero Alberto me ha perdonado, y ahora tengo toda la vida para compensárselo y demostrarle todo lo que lo quiero. Pero la mano negra, quien fue el artífice de todos nuestros problemas fue Isaac. Cuando pienso que lo ame, me da repelús.

Inicio una guerra contra Alberto cuando se enfrentó a él por ayudarme, y la mejor manera de joderle fue a través de los demás, en especial en su relación conmigo, y yo que soy gilipollas, se lo puse fácil. Pero cuando parecía que Isaac había ganado y hundido totalmente a Alberto, este usando sus mismas armas le dio un golpe demoledor que acabo con él.

No sé qué fue de él, se fue del colegio el último mes que le quedaba y solo vino a los exámenes, venia los hacía y se iba, intentando pasar desapercibido. Creo que ahora estudia en Estados Unidos, genial, contra mas lejos este mejor.

Por fin sin Isaac y con todo lo ocurrido perdonado, sabíamos los dos que podíamos ser felices, él me regalo la esclava con mi nombre que siempre llevo, y con las palabras que gravo, me demostró que me seguía queriendo y que me daba una segunda oportunidad. Fue el momento más feliz de mi vida cuando me beso en nuestro banco y me dijo que me quería, y ¿sabéis que? quien dijo que segundas partes nunca fueron buenas, es porque no nos han conocido a nosotros


-          ¿Y qué haces ya tan temprano en el ordenador?

-          Naaaa cotillear un rato el Facebook, que he visto que tu hermana y Cristian han subido fotos del festival en el que están.

-          Uffff miedo me dan esos dos

-          No entiendo como les queda energías después de lo de Italia, ¡¡¡si no pararon!!! siempre volvían al hotel dos o tres horas después de nosotros.

-          Son una fuerza de la naturaleza.

Cuando lo arreglamos, yo habría celebrado la reconciliación esa misma tarde de todas las maneras posibles, pero Alberto me pidió que esperáramos… un poco, que había que celebrarlo como se merecía una ocasión tan importante. Eso no quito que esa tarde la pasáramos encerrados en mi habitación. Nos tumbamos juntos y no dejamos de besarnos y abrazarnos, recuperando todos los meses perdidos, colmándonos de cariños, haciendo que todo fantasma que pudiera quedar se desvaneciera como el humo. Sentir los brazos de Alberto alrededor mío, sintiendo la fuerza y el calor que emanaba, sus suaves labios con esos besos dulces. A día de hoy aun no entiendo como pude aguantar tanto tiempo sin ellos.

Aun así nos contuvimos, no pasamos de darnos cariñicos esos días, aunque no nos dimos tanto como hubiera deseado, ya que me hizo estudiar como un loco toda esa semana, ¿Por qué? porque los exámenes estaban a la vuelta de la esquina, y… bueno…  porque el fin de semana no podríamos estudiar. De todas formas me encantaba volver a estudiar con Alberto, era estupendo, además cuando acabábamos de estudiar, siempre estábamos un ratico abrazándonos y besándonos.

Ese viernes nada más acabar las clases, nos bajamos a la ciudad, me dejo en mi casa y me pidió que fuera a su ático a las 7 de la tarde. Mi padre se sorprendió de verme, no me esperaba, pero cuando le conté que había bajado con Alberto y que lo habíamos arreglado, se alegro un montón, le caía muy bien desde el principio y cada día le cae mejor, porque he de reconocer que Alberto es el yerno más encantador y pelota que os podáis imaginar.

Cuando llegué a su ático, me había preparado una cena especial, como la primera que tuvimos, con velitas, y una rosa en la mesa, se había vestido muy guapo para la ocasión y yo me derretía  viendo todo tan bonito. Tras cenar me llevo a la cama, la había cubierto con pétalos de rosa, ayyyy como me gusto esa cursilería. Intentamos ir despacito por el tema del romanticismo, pero aguantamos… como dos minutos, deseábamos tanto ese momento, desde hacía meses y meses que nos fue imposible ir despacio y no miento si digo que no tuvo nada que envidiar a nuestra primera vez. Cuando volví a sentir a Alberto dentro de mí, con sus labios en los míos, sus manos en mi cuello, y rodeándolo con mis brazos y mis piernas, sentí que mi felicidad era plena.

Esa noche tras haber hecho el amor, estaba  abrazado a él, con la cabeza en su pecho, cuando no puede evitar echarme a llorar, llore de felicidad, por haberlo recuperado, llore liberando la tensión y los nervios contenidos en estas últimas semanas y estos últimos meses, llore porque volvíamos a estar juntos y porque éramos por fin felices. Alberto me acuno como si fuera un niño pequeño, y así rodeado por sus brazos, me quede dormido, sin que ni una sola preocupación nublara mi mente.

Ese finde echamos el cerrojo de la casa, y no paramos de “celebrarlo” de todas las maneras posibles hasta que nos tuvimos que ir el domingo por la tarde. Pasamos primero por mi casa, Alberto se empeño, quería saludar a mi padre, jajajaja, que pelota que es, pero me encanta que se lleven tan bien.

Las ultimas semanas de clase consistieron en estudiar sin parar, pero gracias a las horas de estudio y a lo contento que estaba, los exámenes fueron genial, la selectividad… bueno, no fue mal, pero no tan bien como esperaba, aunque la media en conjunto era buena, y no tuve problema para la universidad. Una vez terminada la selectividad por fin nos pudimos matricular en las carreras que queríamos.

Entre los exámenes, la selectividad y el papeleo de la universidad, no pude celebrar mi cumpleaños en condiciones. Así que para finales de Julio decidimos hacer un viaje los dos solos para compensar, nuestro primer viaje romántico.


-          Oye, pues en las fotos se les ve formalitos.

-          Jajajajaja, ¿tú crees Alberto?

Pase las fotos nuevas del Facebook hasta que llegue a una foto en que salían Estela y Cristian, con cara de haberse bebido hasta el agua de los floreros, llevando unos cascos con cuernos de vikingos.

-          Hay Dioooooos, estos se me pierden, no hago carrera con ellos.

-          No digas eso de la futura doctora y del futuro abogado.

-          Si, ya veras, esta acaba en el tráfico de órganos, y el otro abogado de la mafia.

-          Jajajajaja, mira que eres burro, pues yo me alegro de ver así a Cristian, ha estado tan triste desde que lo dejo con Miguel.

Tardamos bastante en decidir donde haríamos el viaje romántico, yo decía Paris, el Roma. Roma no me gustaba, la consideraba una ciudad, destartalada, fea y sucia, no me llamaba nada y para mi París era mucho más romántica, pero al final fuimos a Roma, porque en Paris habíamos estado ya los dos, y en Roma ninguno. Y ¡¡¡¡¡la ciudad más bonita que he visitado!!!!! Me enamore de ella, sus iglesias, sus palacios, sus ruinas, todo, pero si hubo algo que me enamoro fue cuando subimos a la colina del Gianiculo.

Ver Roma al atardecer, con una suave brisa de verano, con Alberto, rodeándome desde atrás, apoyando su barbilla en mi hombro. Creo que en ese momento, me sentí la persona más afortunando del mundo.

Cuando volvimos del viaje, no pude estar tanto con Alberto como pensaba, porque estaba haciendo obras en su ático. Fui un par de veces a su casa, pero…. no era lo mismo, estaba muy alejada de la mía, además a él no le gustaba y a mí me intimidaba bastante

Finalmente a una semana de empezar el curso estábamos tomando algo en una cafetería.

-          Chiquitín, quería darte una cosa

-          ¿Qué es esto? ¿Una llave? ¿Para qué?

-          Jajajajaja, jajajajaja

-          ¿Qué pasa?

-          Jajajaja me encantas, mi amor, jajajaja

-          ¿¿¿¿Cómo???? Me estas pidiendo que …

-          Si que te vengas a vivir conmigo, por eso estaba el ático en obras, quería que pasara de un ático… bueno sigue siendo un ático, pero más majo y mas grande.

Le abrace en medio de la cafetería y me lo comí a besos, vivir juntos, eso sería estupendo, la guinda del pastel, aunque… había algo que me preocupaba.

-          ¿Sabes? Me hace una ilusión tremenda, lo de vivir juntos, de verdad… lo que no se… es como decírselo a mi padre.

-          Yo también he pensado en eso, y por eso, no quiero que te lo tomes como una obligación, es una proposición, no quiero que por mi culpa tengas problemas con tu padre.

-          Pero yo sí que quiero ir, lo que no quiero es que se lo tome a mal, pero yo… yo quiero estar contigo. – me quede un poco pensando- Podrías… podrías venir a cenar el jueves, ya sabes que te adora y así entre los dos le convencemos.

-          Claro que iré y ya verás que va bien, pero si vemos que no le hace mucha gracia, tampoco insistamos en exceso.

Y fue bien, de hecho no hubo ni que convencerle, me conto que era algo que se veía venir, y que en el fondo él ya estaba acostumbrado a que estuviera en Sahú y tenerme en casa de Alberto era como tenerme al lado, además de que yo ya era mayor de edad. Lo único que hubo problema fue que mi padre quería pagar un alquiler a Alberto, y este se negaba en redondo. Al final utilizo todas sus dotes diplomáticas y lo consiguió, así que mi padre solo me pasa dinero para mis gastos, aunque claro, ahora que cobrare algo de sueldo, eso cambiara, pero será estupendo ganar mi propio dinero.

Y bueno, llevamos viviendo juntos desde hace casi dos años, y han sido estupendos.

Cuando vi el ático, estaba bastante cambiado, resulta que lo que yo pensaba que era otro ático en el rellano, era una especie de cuarto de los trastos, que también era de Alberto. Ahora solo había una puerta en el rellano, y el ático, era más grande, realmente era un piso. La cocina y el dormitorio, eran habitaciones independientes, y había una más, con una cama para las visitas y un escritorio, pero que de normal, la usamos de gimnasio, ya que pusimos una bici estática y una banca y también para estudiar, cada uno lo nuestro claro, porque yo ya he dicho que hago empresariales, pero Alberto estudia administración y dirección de empresas, algo que le viene bien, ya que la empresa ya la tiene.


-          Si, la verdad que ha estado muy de bajón, y yo también prefiero al Cristian de siempre. Pero claro fue la primera vez que se enamoraba, maldito Miguel – torció el gesto – desde el principio vi que era un mal bicho.

-          Anda que no se te notaba que no te caía bien.

-          Y tú me reñías

-          Es que a veces eras un poco, borde… pero si, era un mal bicho.

-          Veeees y era yo el que se tenía que ir al sofá a dormir

-          Jajajaja, pero sabes que no tardaba ni cinco minutos en ir a buscarte.

La convivencia con Alberto era estupenda, había riñas como en toda pareja, yo soy algo enfadica, y él es bastante orgulloso, pero no nos suelen durar más de una hora, y luego siempre unos abrazos y unos besos lo arreglan todo, jajajaja y a veces acaban en algo mas… Solo hemos tenido una discusión seria, reconozco que fue mi culpa, aunque en mi defensa diré que era un tema difícil para mí, pero al final sin consecuencias, lo invite a comer fuera para pedirle perdón, y esta vez la reconciliación fue realmente…uffff… aun se me pone la carne de gallina solo de recordarla.

Los fines de semana, íbamos a comer a menudo a casa de mi padre o a su casa, también venían nuestras familias, Estela la que mas con diferencia, porque es además de nuestro grupo de amigos, la quiero mucho, se que siempre intento que Alberto volviera conmigo. Me llama cuñadito, le encantan los diminutivos y a mí me gustan sus muestras de cariño, jajajaja, allí descubrí que Alberto los odiaba, porque desde pequeño Estela le llamaba Albertito para recalcar que ella era la mayor, aunque fuera por unos minutos, y jamás llama a nadie por el diminutivo.

Nuestras familias se conocieron también, mi padre y el tío de Alberto se llevaron muy bien, los dos eran personas sencillas, que habían logrado tener éxito. A Carmina le tenía cada vez más cariño, me trataba como a un hijo, y yo empecé a tratarle como una segunda madre.

Al vivir con Alberto por fin aprendí a cocinar de verdad, cada vez mejor, un día sorprendí a mi padre con uno de mis platos y él se sintió orgulloso. Alberto le pidió que le ayudara con la repostería, mi padre se sintió halagado y yo me pase una hora llamándole pelota entre risas.

Yo he intentado pegar a Alberto mi pasión por el futbol, pero… no he tenido tanto éxito. Viene a verme jugar siempre y vemos los partidos en la tele juntos, pero bueno, más de una vez se me queda dormido viéndolos. El tiene claro que lo que más le gusta del futbol es lo fogoso que me pongo cuando gano en los partidos de la universidad, y es verdad, me lo como vivo tras una victoria.


Seguía viendo fotos en el ipad, con Alberto en mi hombro, cuando se empezaron a oír unos gemidos de placer cada vez más altos.

-          Puffffffff, ya están otra veeeeeeeeez – dije-

-          Jajajajaja, puntuales como siempre, deben ser ya las nueve.

-          Les odioooo

-          A mí me alegra que se lo pasen bien

-          Y a mí, ya sabes que les quiero un montón, pero podrían hacerlo sin tanto ruido

-          Mira aquí el puritano, como si tú te estuvieras callado.

-          No, pero lo hago más bajito.

-          Ummmm, pues te podría decir varias veces que estoy seguro que nos han tenido que oír los vecinos.

-          Bueno, pero es que Dani parece siempre una peli porno.

A sí, estamos de vacaciones con Dani y Germán, y esta es su señal de despertarse, a las nueve de la mañana, puntuales como un reloj.

El mismo mañana que lo arreglamos Alberto y yo, les mande un mensaje a Dani y Germán para que vinieran a mi habitación, Germán no se sorprendió al vernos juntos, bueno que se va a sorprender, si el capullo estaba mas enterado que yo, pero Dani, se quedo junto a la puerta con la cabeza gacha y expresión triste, no habían cruzado palabra desde el día en que Alberto se entero de su papel en lo de Isaac.

Alberto se levanto dio una colleja a Dani, con lo que este bajo aun más la cabeza, pero acto seguido le dio un fuerte abrazo. En cuanto se recupero de la sorpresa, Dani empezó a llorar como un niño, pero sonreía, le dio a Alberto un abrazo de oso que lo levantó del suelo, sin dejar de pedirle perdón, Germán tenía una sonrisa radiante, y yo no pude evitar que se me escapara unas lagrimillas, por fin todas las malas hiervas de Isaac habían muerto.

Estuvimos hasta la hora de comer comentando contentos la caída de Isaac, bueno todos no, curiosamente, Alberto, estaba contento porque todos estuviéramos bien, pero decía que hubiera preferido solucionarlo sin recurrir a estos métodos.

A finales de curso Germán nos dijo que se había decidido, que vendría a estudiar farmacia a mi ciudad como hablo con nosotros el año pasado, el quería investigar, algo difícil en este país, pero bueno, la empresa de Alberto es puntera en eso, y Germán no tendría problemas y lo mejor es que la fuera conociendo. No fue del todo fácil para Germán, sus padres no estaban convencidos, tuvo que viajar Alberto a Valencia para explicarles todo y convencerlos, y luego vinieron ellos, cuando conocieron los laboratorios de la empresa de Alberto, se convencieron del todo.

Dani también se vino, no soportaba estar alejado de Germán, pero lo tuvo mas fácil, es el niño mimado de la casa, cuando dijo que no queria separarse de sus amigos después de tantos años, su madre y hermanas hicieron piña con él, así que su padre lo acepto.

Estudia empresariales conmigo y vamos a la misma clase, lo cual me alegro un montón desde el principio, aunque bueno, a Dani se le ha hecho duro, nunca se le han dado bien los estudios y ha sido un milagro que haya pasado a tercero, y eso sin contar que arrastra varias asignaturas, justo lo contrario que en el futbol. Jugamos en el mismo equipo también, pero me da que Dani, acabara en el equipo de la Universidad, seguramente el curso que viene.


Los gemidos que se oían eran cada vez más altos

-          Si semental, relléname como solo tú sabes

Era la voz de Dani

-          Pufffjffjfjaajajajajajaa – me partía de risa con la cabeza apoyada en el ipad

-          Guao –dijo Alberto.

-          Mira que Dani es burro

-          Bueno si lo piensas, lo que dice es bonito

-          Es una garrulada.

-          ¿¿Siiiii?? – empezó a besarme el cuello – ¿no te gusta a ti que te rellene como solo yo sé?

-          Mmmmmmm

-          Porque a mí me encanta que me rellenes

-          Tontorrón, sabes que me encanta que me lo hagas – sus besos me estaban poniendo retozón –

Dani y Germán, se instalaron a principios de septiembre en un piso muy majo, cerca de la universidad, oficialmente para sus familias eran compañeros de piso, pero en realidad eran compañeros de todo. Mentiría si dijera que la convivencia les fue tan fácil como a nosotros, Germán es una persona muy diligente, y Dani… bueno está acostumbrado a que le hagan todo y es un poco desastre y dejado con las cosas del hogar. Eso les ha dado más de un problema, pero Dani se puso las pilas, y ahora, están genial.

Quedábamos muchísimo con ellos y así fuimos conformando nuestro grupo de amigos, nosotros cuatro y Cristian el mejor amigo de Alberto, con el que me llevaba muy bien, y luego también Estela y sus amigas Alicia y Natalia.

De todas formas no éramos un grupo cerrado, Dani y yo salíamos mucho con los de clase o con los del equipo y los demás con los de sus respectivas facultades, a veces venia algún amigo con nosotros o ellos venían con nuestros compañeros, pero cuando era, preparar cenas en casa, escapadas o vacaciones éramos siempre nuestro grupo, aunque Estela, Natalia y Alicia, solían hacer más “sus planes de chicas” e iban más a si ritmo.


Alberto se había tumbado sobre mi sin dejar de besarme, solo llevábamos los bóxer, y ya habían volado, notaba como nuestros rabos rozaban, totalmente duros, yo rodeaba su cadera con mis piernas.

-          Joder Alberto, eres insaciable

-          Como que tu no quiere

-          Como se te ocurra parar, te mato

Alberto empezó a bajar recorriendo con su lengua mi barbilla, mi cuello, mi pecho mi abdomen hasta llegar a mi polla, que empezó a devorar con deleite, volviéndome loco , siempre  me vuelve loco, pero hoy, aaaaaa se lo estaba currando.

-          Uaaaaa… ne….nene… eres el mejor -

Ufffff, al final puede que acabe gritando como Dani.

Las navidades del primer año de la universidad las pasamos cada uno con nuestras familias, pero el fin de año le convencí para que viniera a pasarla con mi familia y lo presente oficialmente como mi novio, con lo que salí del armario ante todos. Se alegraron mucho por nosotros. Ya de fiesta mis primos me dijeron que ya era hora de que lo dijera, que ya lo sospechaban, maldita sea, no sé porque hubo un tiempo que me preocupe tanto, si parece que lo sospechaba hasta el gato.

En Semana Santa fui a Teruel a ver a mis abuelos, les quería contar también a ellos que era gay, no los veía tanto como debiera o quisiera, pero eran mis únicos abuelos, aunque en este caso estaba más nervioso, la familia de mi padre siempre ha sido muy abierta, pero mis abuelos son más tradicionales, no sabía cómo se lo tomarían, pero no sé, quería decírselo.

Cuando se lo dije, se sorprendieron un montón, bueno, por lo menos alguien que no lo sospechaba. La verdad que mi abuela se lo tomo bien, soy su único nieto y me idolatra, pero mi abuelo… bueno, se lo tomo con hosca educación. Al día siguiente estuve casi todo el día fuera de casa, notaba la tensión con mi abuelo. El tercer día decidí tender un puente y me fui a tomar algo con él, descubrí que mas el hecho de ser gay, era porque tenía una idea preconcebida, de frivolidad y desorden. Sin embargo yo le explique que tenía una vida ordenada, tenia novio estable, los dos estudiábamos, vivíamos juntos. Eso pareció convencer un poco a mi abuelo. Y al final me quede casi toda la Semana Santa con ellos, algo que les ilusiono mucho y me lo pase muy bien. Prometí que un fin de semana me acercaría con Alberto para que lo conocieran, cosa que hicimos.


Las embestidas de Alberto eran cada vez más fuertes, y la única razón de que no gimiera como un poseso era que sus labios no se separaban de los míos.

Mientras, su mano no paraba de pajearme, era totalmente suyo y me encantaba, no aguante más y me corrí salpicando mi pecho y el suyo. He descubierto que no hay nada que guste más que correrme con la polla de Alberto dentro de mí.

Al momento Alberto dejo de besarme y note como se derramaba dentro de mí, mientras echaba su cabeza hacia atrás, para acto seguido, dejarse caer ya relajado sobre mí dándome besos en la mejilla y en el cuello.

-          Ves… ves… como tú… ahhhh…. también haces tus ruiditos

-          Uffff… eres un bicho… te has esmerado…

-          Jajajajaja, ¿no lo hago siempre?

-          Siempre, eres el mejor mi amor.

Y nos fundimos en un estupendo beso antes de levantarnos

Y ya que hablo de mi familia, os comentare la razón de la única verdadera bronca con Alberto. Sería el noviembre pasado. Mi padre me llamo para comer en algún sitio al salir de la universidad, no era algo raro, pero mientras comíamos le notaba nervioso, me quería contar algo, tardo, pero al final, me lo dijo. Había conocido a una mujer y estaba con ella desde hacía un mes más o menos.

Yo sentí como algo terriblemente amargo bajaba por mi garganta, mi padre aun no era viejo y sé que tenía derecho a rehacer su vida, mi madre había fallecido hacia ya 10 años, pero no lo vi, en ese momento no lo veía, mi padre era de mi madre. Él me explico todo, era la encargada de una empresa de comida que suministraba a los restaurantes, tuvieron una comida de negocios hace unos meses, pero ella le volvió a llamar, y quedaron a cenar y después de un par de citas decidieron dar el paso. Notaba que mi aprobación era muy importante para mi padre y le sonreía mientras debajo de la mesa apretaba los puños.

Cuando llegue a casa, me desahogué, odiaba a esa mujer sin ni siquiera conocerla, por robarme a mi padre, por sustituir a mi madre,  y encima le había dicho a mi padre que iríamos a comer el sábado, estaba que estallaba. Alberto me miraba desde el sofá, sin atreverse a decir nada el pobre, esperando que me calmara.

Pero no lo hice, cada vez me desagradaba más la comida del sábado. Al llegar, mi padre me presento a Susana, era una mujer de la edad de mi padre, con aspecto dulce y pelo rizado, para su edad, he de reconocer que sigue siendo atractiva. Debo decir que es una mujer encantadora, y se esforzó en ser amable conmigo a pesar de mis malas caras, porque aunque intentaba disimular no lo lograba, a mi padre se le notaba nervioso y a Alberto lo veia incomodo.

Cuando nos fuimos estaba de muy mal humor y Alberto no decía ni una palabra, me ponía nervioso, eso y su gesto hosco. Al final ya en casa, le espete que si no tenía nada que decir. Y si que dijo, me dijo que me había comportado bastante mal, que le parecía que había sido totalmente injusto, que Susana era una mujer muy agradable, y que me había portado muy muy mal con mi padre.

Tenía razón, es cierto, pero en ese momento no lo quería oír, creía que Alberto como mi novio debía estar de mi parte, y me encare, el me contesto, yo le conteste, hasta que la discusión subió a un punto que le mande a la mierda, cogí la puerta y me fui. Estaba en un bar tomándome una cerveza, Alberto me llamo, pero no se lo cogí, no quería hablar con él.

Llame a Germán y me pase por su casa, aun a estas alturas sigue ayudándome con los líos de mi cabeza.

Cuando llegue les conté a él y a Dani todo lo que había pasado. Solo con ver su cara supe que estaba de acuerdo con Alberto, pero viendo mi enfado, prefirió no decirlo. Me dijeron que me quedara a pasar la noche y que se me bajara un poco el enfado, pero que avisara a Alberto para que no se preocupara, y eso hice, la verdad que ya el enfado iba bajando y no quería que se preocupara.

Como siempre, Germán con su paciencia y diplomacia, me hizo ver las cosas, lo mal que me había portado con Alberto, y lo injusto que había sido con mi padre. Al día siguiente, antes de que se despertaran fui para casa, al llegar, Alberto estaba aun en la cama, y me metí con él. Al principio me ignoro y no quería hablarme, pero bueno yo le seguí pidiendo perdón y me puse mimoso con él, la verdad que había reflexionado y necesitaba que me perdonara, hasta que al final pareció que se desenfadaba.

Nos fuimos a comer por ahí. Me comento que tras irme, mi padre llamo a casa, dijo que estaba triste y enfadado por cómo me había comportado, eso me hizo sentir muy mal y le prometí que hablaría con mi padre, le pediría perdón, y haría un esfuerzo con el tema de Susana. Tras comer fuimos para casa y bueno la reconciliación final fue… uffff…. qué maravilla.

Como prometí hable con mi padre, estaba más preocupado que enfadado. Le prometí que iba hacer el esfuerzo por él. Reconozco que las primeras veces aun me costó aceptar a Susana, pero poco a poca la cosa fue mejorando y ahora todo está bien, acepto que no es ninguna sustituta de mi madre, simplemente la pareja de mi padre. Le he cogido hasta cariño, y ella a mí, algo que demuestra como es, ya que teniendo en cuenta como me comporte al principio, no me lo merecía.


Ya habíamos comido, Germán  y yo estábamos sentados en la terraza, mientras Dani y Alberto jugaban a la Play de Germán en el salón. Era nuestro ultimo día y hoy haríamos una buena cena con mucha comida y bebida.

-          ¿Te puedes creer Germán? se me duerme cuando vemos los partidos en la tele, pero luego le encanta jugar al Pro.

-          Pues como a mí.

-          Mira que sois raros los dos

-          ¿Y tú qué? te gusta el futbol, pero no jugar a él con la Play.

-          La única que consola que me gusta es la Wii, que tiene juegos muy divertidos, para jugar a futbol ya tengo el de verdad.

-          Hablando de futbol, ¿sabes a quien me encontré hace un par de semanas en Valencia? A Esteban

-          Vaya ¿qué tal le va? hable con él para mi cumpleaños, aun estaba en Alemania, pero que vendría para agosto aquí.

-          Pues había bajado de Castellón a pasar unos días a Valencia, que estaba buscando piso y que está harto de Alemania

-          Jajajajajaja, me lo dijo, ha convencido a su padre para que lo trasladen a la uni de Valencia, me alegro, así podrá venir a vernos, a ver si para Octubre le convencemos para que venga a fiestas.

-          Le dije que viniera estos días a la playa, pero no pudo ser, volvía a Castellón, ahhh y tendrías que verlo, se ha puesto fuerte el cabrón, y eso que siempre ha sido delgadito

-          A ver si tiene suerte y podemos verlo este año, también hable en mi cumpleaños con Alex y me dijo que seguro que venía para fiestas, que el año pasado se lo paso muy  bien, jajajaja y esta con novia nueva.

-          ¿Ya no está con la que vino en semana santa?

-          No, a esa la dejo poco después de venir, esta es otra, me llamo desde Galicia, que se ve que ella es de allí, pero estudian juntos en Salamanca

-          Joder con Alex, una tras otra.

-          Hombre siempre ha sido un chico muy guapo.

-          Si, jajajajaa pero tú en las duchas era a mi novio al que le mirabas el culo.

-          Idiota -dije riendo –

Seria, ¿mediados de marzo de mi primer año en la uni?, no sería aun febrero, porque fue antes del cumpleaños de Alberto. Habíamos ido a un bar de ambiente con Cristian, este estaba bailando en la pista, y Alberto había ido a la barra a pedir unos cubatas, así que me quede esperando junto a la pared cuando…

-          Hombre Oscar, cuánto tiempo sin saber de ti

-          Ho…hola Marcos.

Desde el mensaje que nos mandamos en Semana Santa, no había vuelto a saber, de él, de hecho me había olvidado totalmente de él. Me pregunto qué tal, si había acabado el curso, si había vuelto a la ciudad, yo no había apenas contestado, cuando apareció Alberto.

-          Alberto, mira, que te presento, este es Marcos, Marcos este es Alberto, mi novio.

Yo me tense, por su rostro supe que recordaba quien era, pero sonrió, le estrecho la mano y fue amable, como lo es con todo el mundo. Se quedo en un discreto segundo plano, mientras hablaba un poco con Marcos. Me conto que ya acababa la carrera, que la relación con su padre era cada vez peor y que iba a intentar irse a vivir a Madrid, que había conocido a un chico allí, y que le gustaría ver si podía ir a algo más, tras un cuarto de hora se fue.

Me lo volví a encontrar una vez  más después de aquello, cuando volvimos al ambiente, esa vez me confirmo que había empezado con ese chico y que se iba a Madrid en verano.

Cuando nos quedamos solos yo estaba nervioso esperando la reacción de Alberto.

-          Así que ese es el famoso Marcos

-          Si… es…ese era …Mar…Marcos – era un manojo de nervios-

-          Pero chiquitín tranquilo, no te preocupes, cuándo pasó lo que pasó tú y yo no estábamos juntos, no pasa nada, ni a él tengo nada que reprocharle.

-          Entonces ¿no estás enfadado?

-          Claro que no, por esa regla de tres deberías enfadarte cada vez que ves a Cristian, mira yo me enfade en ese momento porque, bueno mi confianza en ti estaba tocada, pero eso ya pasó, confió en ti con toda mi alma.

Le atraje hacia mí y empecé a besarle, la verdad que cuando los nervios me abandonan me pongo mimoso.


Eran ya las 3 de la mañana cuando nos acostamos, al día siguiente no nos podíamos levantar muy tarde que había que preparar todo para la vuelta a casa.

-          Ufff Oscar, creo que hemos bebido demasiado – dijo Alberto dejándose caer en la cama –

-          Ya, pero era el ultimo día – me tumbe a su lado –

-          Claro, como tú no tienes que conducir mañana

-          Bueno no te preocupes que ya tengo el teórico, en cuanto me saque el practico te llevare a pasear

-          Ummm con lo poco te gusta conducir, no sé yo.

-          Jajajajaja, ¿y para que tiene que gustarme? Ya estas tu, que te encanta.

-          Pues también es verdad, solo espero que mañana no me duela la cabeza.

-          Ya verás cómo no te duele, jajajaja, al que creo que le dolerá el estomago mañana será a Dani, madre mía como come.

-          Jajajajaja, menos mal que es deportista, porque si no se volvería un tonel

-           Y ahora lo mejor será que durmamos un rato – le di un tierno beso – hasta mañana nene

-          Hasta mañana chiquitín

El año pasado, no vine, era la única fecha en que me atrevía a venir, el día de su cumpleaños, que era solo 6 días después del mío. Era de las pocas cosas que mi padre me recriminaba, que tenía que ir más. Pero cada vez que iba se me partía el alma. Siempre iba solo, me quedaba allí un rato, lloraba un poco y me iba. Pero esta vez no iba solo, Alberto iba conmigo de la mano. Finalmente llegamos.

-          Hola mama. Feliz Cumpleaños

Nunca me gusto su nicho, no me gustan que lleven foto, lo decidió mi padre, yo le he pedido que la quite, no es más que una pálida sombra de la mujer más maravillosa que conocí.

-          Siento llevar tanto sin venir, ha sido un año difícil, pero bueno, tú ya lo sabes.

Me arrodille, para estar a la altura del nicho

-          18 ya, estoy hecho un hombretón como papa, pero me he quedado bajito como tú.

Las lágrimas empezaron a brotar de mis ojos y a correr por mis mejillas, Alberto se agacho y paso su brazo por mis hombros.

-          Pero hoy te quiero presentar a alguien, este es Alberto, es mi novio, y es la persona más maravillosa del mundo, aunque bueno… (snif)… eso también lo sabes.

Alargue la mano, y roce su foto

-          Ojala estuvieras aquí,  siempre sonreías cuando me veías feliz, y sé que ahora sonreirías,  porque soy muy feliz y porque nunca he dejado de hacerte caso mama, ser buena persona, y… (snif)… querer a los demás, si me equivoco, pedir perdón e intentar arreglarlo y luchar, luchar siempre, por lo que deseas… y... (snif)… y mira – cogí a Alberto suavemente por su nuca – más de lo que pude soñar jamás, gracias a ti mama. Estarías orgullosa de mí…. ¡¡¡¡Te hecho tanto de menos!!!!

Me abrace fuerte a Alberto enjugando mis lagrimas en su hombro y él, me abrazo con toda su alma y me acaricio el pelo. Estuve así unos 10 minutos hasta que me sosegué.

Me acerque a la lapida y di un beso a la foto.

-          Adiós mama.


Por fin en casa, habíamos dejado a Dani y Germán en Valencia, en casa de este, y luego tres horas en coche, podríamos haber tardado menos porque a Alberto le gusta correr, pero a mí no. ¿Para qué correr? no tenemos prisa.

Lo primero una ducha, y luego haría la cena.

Estaba preparando una crema de verduras, cuando Alberto salió de la ducha con la toalla en la cintura, se acerco y se coloco a mi lado.

-          Ummmmm que bien huele eso

-          Huele bien y sabe mejor, aunque… no tanto como tu

Solté la toalla y le atraje hacia mí, mientras ponía mis manos sobre su estupendo culo.

-          Te voy a mojar.

-          Me da igual – le di un beso – Te quiero muchísimo.

-          Y yo a ti chiquitín – me rodeo, colocando sus brazos en mi cintura

-          Ayyy, y en dos semana camino de New York.

-          Jajajajaja, si acabamos de volver

-          Me da igual, no sabes las ganas que tengo.

-          Pues eso quiero, nos lo vamos a pasar muy bien, ya he comprado unas cuantas chorradas para el viaje.

-          ¿¿¿A si???? ¿¿¿el qué???

-          Unas tonterías, ya te las daré allí.

-          Que malo eres.

Lo volví a besar mientras lo apretaba contra mí.