Bachiller XXXIV - Siempre seré tuyo

Tras momentos felices y momentos tristes, las cosas siempre llegan a su final.

Bueno, tras 34 capítulos, llegamos al final de la historia, no voy a añadir nada mas, lo dejo para después del capítulo. Espero que os guste.


Isaac

Dioooos ¿qué hora es? Las 10:53, ufff demasiado alcohol anoche, ni siquiera me acuerdo del nombre de esa pánfila con la que me lie. Ayyyy pero sí que me acuerdo de algo, que me supo a poco. Es el inconveniente de estar con alguien como Alberto, ahora todo lo demás me sabe a poco.

Uffff, me gustaría llamarle para quedar esta tarde, pero bueno, ya mejor quedaremos mañana, que descanse hoy, el viernes se lo gano con creces, además me veo un día bastante resacoso y ocupado.

Los exámenes están cerca y debería ponerme un poco a estudiar esta tarde. Me levante y decidí vestirme, creo que una vuelta me vendrá bien para despejar la cabeza, no soporto la sensación de resaca.

Mire el móvil, estaba sin batería, lo puse a cargar. Fui al baño, me eche un poco de agua en cara, para mejorar un poco mi aspecto, ya me ducharía después de comer.  Ya estaba un poco mejor así que salí de la habitación.

Iba caminando de los pasillos camino de los jardines. Sentí una extraña sensación, me sentía observado, como si la gente se girara a mirarme. Es cierto que soy muy popular y admirado, y la gente se me queda mirando, pero esta vez era diferente, les oía cuchichear, pero cuando les miraba, era como si bajaran la cabeza y disimularan, no me gustaba, de hecho me pareció en algún momento oír alguna risa, aunque no identifique de donde, no soportaba que la gente hiciera eso, no soportaba que la gente se riera de mi. ¿¿¿Qué coño pasaba???

Salí del colegio, note el aire fresco de la mañana, no tuve que andar mucho, hasta que vi a Sergio y al tonto de Pablo sentados en un banco, así que me acerque hacia ellos, quizá supieran lo que había pasado y pudieran explicarme.

-          Ey Sergio c….

Se giraron al oírme. Pablo dibujo en su cara esa expresión idiota que tiene a menudo de no saber qué hacer, pero Sergio me miro con una cara sombría que no me gusto nada, nada, nada. Se levanto y Pablo hizo lo mismo.

-          A mí ni te me acerques ¿queda claro?

Se marcharon, mientras yo me quede allí sorprendido ¿pero que era esto? ¿Qué pasaba? ¿Cómo ese imbécil se atrevía a hablarme así?, eso no era normal, me estaba empezando a poner nervioso y no me gusta, odio no entender el por qué de las cosas, odio que las cosas escapen de mi control.

Mi móvil, estaba sin batería, pero tal vez allí leyera algo sobre lo que está pasando, estoy en suficientes grupos para que en alguno salga algo. Enfile hacia mi cuarto. Estaba a medio camino cuando vi sentados en las escaleras a Germán y Dani. Germán estaba entre las piernas de Dani con el portátil en las rodillas y sonreían como imbéciles, últimamente se les veía de un empalagoso, que daban ganas de vomitar. Pero cuando me vieron se empezaron a reír abiertamente, note como la sangre empezaba a hervir ¿Cómo se atrevían a reírse en mi cara esos insectos?

-          ¿¡¿¡¿¡QUE PASA!?!?!? – espete – ¿¿¿OS PAREZCO GRACIOSO???

-          No Isaac – dijo Germán tranquilamente, sin borrar su sonrisa – gracioso no es la palabra correcta, más bien yo diría que admirable, estamos admirando tus maravillosas dotes de actor y lo bien que das en cámara, nunca habría imaginado que fueras tan fotogénico.

-          ¿QUÉ COÑO DICES?

Se empezaron a reír a carcajada y Germán giro el portátil.

Cuando vi la pantalla, pensé que ahí mismo caía muerto de un infarto. En la pantalla se veía un video, un video en el que salía yo, ¡¡¡¡FOLLANDO!!!! Era el polvo de la otra noche, estaba a cuatro patas en la cama dejándome encular salvajemente, estaba recortado y retocado, de forma que a Alberto no se le veía la cara, pero a mí sí que se me reconocía, vamos se me veía perfectamente. No podía ser, ¡¡¡¡NO PODIA SEEEER!!!! ¿QUÉ COÑO HACIA ESE MALDITO VIDEO ALLÍ? ¿DE DONDE HABIA SALIDO?

-          Es impresionante Isaac, la sensación del instituto, todo el mundo lo está viendo y no es para menos, no decepciona en ningún momento, 16 minutos de video de puro arte amatorio en su máxima expresión, yo sinceramente, creo que te mereces un premio por esto.

-          No sé si un premio, pero yo me he puesto todo burro – añadió Dani con una sonrisa de oreja a oreja–

Los ojos se me salían de las orbitas, no podía respirar, era como si mis pulmones estuvieran llenos de plomo y se negaran aceptar mas aire, el corazón me iba a explotar. Ese video, y todo el mundo viéndolo. Salí de allí corriendo, olvidando la compostura.

-          Ehhhhh Isaac – oí gritar a Germán – no te pierdas el audio, es buenísimo.

Mientras corría, note los mil ojos que se clavaban en mi, con desprecio, con alegría, con suficiencia, se clavaban como chuchillos, los susurros ya no eran susurros, las risas eran más evidentes, todas eran hacia mí, todos se reían de mí. Debía mantener la dignidad no permitir que me vieran así, pero me era imposible ¿cómo hacerlo sabiendo que habían visto ese video? Nunca había sido blanco de ataques, nunca se habían reído de mi, y ahora lo hacían todos ¡¡¡¡TODOS!!!!

Llegue a la puerta de mi habitación, busque las llaves, pero se me cayeron al suelo, me temblaban las manos por los nervios, respiraba entrecortadamente, solo quería  entrar y dejar de soportar esas risas y miradas, jamás me imagine que pudieran resultar tan hirientes. Fue entonces cuando lo vi.

A unos 10 metros de mi, me observaba Alberto, apoyado en la pared, su cara no mostraba, ni regodeo por su triunfo, ni alegría, ni desprecio, pero note algo en sus ojos, en sus ojos verdes, era como una gota de ¿¿¿pena????

-          Lo siento Isaac – dijo- no me dejaste opción, tú te lo has buscado.

Note como los ojos se me humedecían, no quería verlo, no quería que me viera, no podía soportar sus ojos clavados en mi.

Entre en la habitación y cerré de un golpe, clave las uñas en la puerta de madera hasta que me dolió.  Fui a por el móvil para encenderlo, casi se bloquea, no acertaba al marcar las teclas de lo nervioso que estaba. Por fin se activo, y puede ver el whatsapp, no podía ser, esto era imposible. 423 mensajes de whatsapp, en 27 conversaciones, tenían miedo de entrar ¡¡¡¡¡YO CON MIEDO!!!!! Pero entré para ver que ponía en ellas.

Eran ataques, burlas y risas, de gente a los que había jodido, atemorizado, humillado ahora se regodeaban y se reían y me miraban por encima del hombro, los había tenido bajo mi pie y ahora se vengaban. Gente que se consideraban mis amigos, me insultaban, me rechazaban o simplemente callaban, no solo eso, empezaron a salir a la luz todas las fechorías que había cometido a infinidad de personas, ya no era fuerte, ya no me tenían miedo, ya no me respetaban o admiraban, solo me despreciaban, deseaban hundirme aun más y eso solo hacía que los ataques aumentaran, era como una bola de nieve que no hacía más que crecer y caía sobre mí.

No vi apenas, mejor dicho, no vi ningún mensaje de ánimo, de comprensión. Nunca había hecho nada por nadie, siempre los había sojuzgado y despreciado y utilizado, y ahora recogía la cosecha de mi siembra. Nunca me pude imaginar que esa cosecha fuera tan sumamente desagradable.

El enlace estaba por doquier, llevaba a una página de videos porno gay y allí salía, 16 minutos de video, en el que se veía como Alberto me empalaba sin compasión y yo disfrutaba sin medida. Lo mire no más de 2 minuto, se veía por activa y por pasiva que era yo, sin embargo no había manera de reconocer a Alberto.

Mis manos eran como gelatina, los dientes me castañeaban y creí que me estaba dando un tick en el cuello, ¿cómo era esto posible? ¿Cómo no pude darme cuenta? ¿Cómo permití que la pasión me impidiera ver lo evidente?

Una voz en mi cabeza, que nunca había oído, o tal vez a la que nunca había hecho caso me contesto “porque es lo que te mereces”

Fui al registro de llamadas, donde tenía 16 llamadas perdidas, y un frio atroz se extendió por todo mi cuerpo, no podía ser, no habían podido llegar allí.

Once llamadas de mi padre y cuatro de mi madre y hasta una de mi hermana, con la que no hablaba desde el verano pasado y sé que no me soportaba.

No, no, no, no, noooo ¡¡¡¡NOOOOOOOOOOOOOOO!!!!

El móvil se estrello contra la pared, saltando en mil pedazos, como hicieron mis nervios en ese momento, el portátil le siguió, partiéndose por la mitad, libros, vasos, arranque las sabanas de la cama, rasgue la tela del colchón, destroce todo lo que tenía en mi habitación, golpee con todas mis fuerzas el suelo y note un crujido en mis nudillos acompañado de un terrible dolor que subió por el brazo. Caí al suelo, agotado, con la mano dolorida y con un ataque de nervios, que apenas me permitía respirar.

Todo, todo lo que había construido a mi alrededor, todo lo había levantado en tantos años, el respeto, el miedo, la admiración, mi coraza, mi escudo, mi imagen, todo lo que me convertía en un fuerte entre débiles, todo lo que en suma representaba mi vida, se había derrumbado, había estallado en mil pedazos, y había caído justo en el momento que pensaba que estaba en lo más alto, y por la persona que creí derrotar de la manera más grandiosa.

Ahora era yo el derrotado, de forma total, sin ninguna opción de respuesta o de recuperación,  porque nunca había recibido un golpe así, nunca había recibido un verdadero golpe, y ahora sabía lo que era caer y lo que dolía, ahora sabía lo que era sufrir por los ataques de los demás, de la misma manera que yo se lo había causado de forma continua a un sin número de personas.

Me di cuenta de que estaba hundido, por primera vez en mi vida estaba hundido… y solo, completamente solo, a nadie le importaba lo mas mínimo, peor que eso, se regodeaban y lo disfrutaban, lo único que les importaba era hundirme aun más. Y la única, ¡¡¡ LA UNICA!!! muestra de bondad había venido, del vencedor, al que tanto daño había hecho.

La única persona que había llegado a de alguna manera respetar, que fue más que un siervo para mi, que… de alguna forma me había llegado a importar, la trate como un simple objeto, al que había amargado y hecho todo el daño posible, si esa es la forma que he tratado a alguien que casi me llego a importar ¿Qué puedo esperar recibir yo con tanto que odio había sembrado? Por primera vez sentí asco de mis acciones, y empecé a ver de qué forma enfermiza había actuado tantas veces, porque ahora sentía el dolor en mis carnes.

En ese momento el shock, se fue y el dolor manó, manó hasta del último poro de mi cuerpo, desde cada una de mis células, de manera lacerante, como agujas que se clavaban por todo mi cuerpo, de tal manera que deseaba desaparecer para que parara de doler y por primera vez en mi vida llore sinceramente, llore de dolor, de soledad, llore de remordimiento.

Llore, llore, llore y llore.

Oscar

Aunque era domingo, llevaba despierto desde la 8 de la mañana, los nervios me rodeaban desde que recibí el mensaje de Alberto ¿Qué querría decirme? ¿Me iba a dejar ayudarle? Y si… ¿era para algo malo? A las 9 no aguante mas, y me fui a dar una ducha, me vestí, elegí ropa que me quedara bien, tenía pensado volver a insistir con Alberto de que me dejara ayudarle, y si le daba buena impresión mejor.

Poco antes de las 10 me fui de la habitación y salí a pasear por los jardines mientras oía música, no eran aun las 11 cuando llegue, aun faltaba más de media hora, pero no quería llegar tarde. Estaba esperando en el banco donde me había dicho, nuestro banco, donde hace más de un año, me senté, pensando en todos los desprecios por parte de Isaac, cuando apareció Alberto, donde tuvimos nuestra primera conversación importante, donde empecé a enamorarme de él. Me agarre un segundo los brazos, recordando cómo me abrazo en ese mismo banco.

Saque el móvil, no lo había mirado en todo este rato y vi una llamada perdida y un mensaje de whatsapp, me asuste, pensé que Alberto se había echado atrás, pero no, eran de Germán

- Oscar, ¿donde estas?, llevo toda la mañana buscándote

- Estoy haciendo unas cosas, ¿quedamos después de comer?

No tardo ni 20 segundos en contestar

- Te estás perdiendo  la mayor fiesta de la historia, la mayor caída desde de la del Imperio Romano

- ??????

Me paso un enlace, que me llevo a una web gay, jajajaja, este Germán, siempre igual.

Pero de repente un video empezó a reproducirse y me quede boquiabierto, era Isaac, se le veía perfectamente, estaba a cuatro patas sobre su cama, gozando como si no hubiera mañana mientras le enculaban de forma salvaje. No se veía la cara del otro chico, pero conocía demasiado bien ese cuerpo para saber al momento de quién se trataba.

Fui corriendo a Facebook, era un hervidero, todo el mundo se había enterado y despellejaban a Isaac sin piedad, la gente que lo odiaba estaba gozándolo, sacando a la luz sin tapujos todas las maldades que les había hecho, derrumbándolo de su pedestal. Los que lo admiraban y adoraban estaban enfadados y decepcionados, los que no estaban escandalizados por el video, lo estaban por las cosas que contaba el resto sobre sus tejemanejes, los que no hacían eso, simplemente callaban, nadie salía en su defensa y por lo que vi el conocimiento era total, también en la red del colegio, tanto chicos como chicas estaban enterados, y tantas chicas que habían sufrido en manos de Isaac se despachaban a gusto, yo estaba alucinado, era increíble. La caída de Isaac.

-          Por tu cara, ya veo que has visto el video.

Me gire y allí estaba Alberto, llevaba las manos en los bolsillos, con una bandolera a un lado y me sonreía tímidamente.

Yo estaba en shock, no entendía nada y mil cosas me pasaban por la cabeza a toda velocidad, no sabía por dónde empezar.

-          Alberto… esto… como…cuando… tu…

-          Si me concedes un tiempo, te lo explicare todo ahora mismo

Yo estaba un poco turbado, necesitaba saber. Asentí con la cabeza y Alberto se sentó en el banco, me gire y quedamos frente a frente.

-          Lo primero que quiero que sepas, es que no te voy a ocultar nada, te lo voy a contar todo, y espero que entiendas porque he hecho lo que he hecho, y me perdones por habértelo hecho pasar mal.

-          De… de acuerdo

Alberto cerró los ojos y tomo aire

-          Desde el follón de mi cumpleaños, me di cuenta de una cosa, que por mucho que hiciera, por mucho que luchar por estar contigo, Isaac estaría allí para jodernos, nunca nos dejaría en paz, te atacaría para llegar a mí si hacía falta y no soportaba el hecho que te hiciera daño. La única forma de pararlo era que cayera suplicando y rodillas, como me dijo.

-          ¿Cuándo te lo dijo?

-          Tras la bronca del año pasado en el campo de futbol, tuvimos una charla, le advertí que  no se volviera  acercar a ti, y me dijo que se las iba a pagar, que no pararía hasta verme de rodillas y suplicando, por haberme enfrentado a él. No te dije nada, porque… bueno ya lo habías pasado bastante mal, quería verte tranquilo y feliz, que olvidaras ese mal trago y la verdad, yo en ese momento tampoco le di importancia, siento no habértelo contado.

-          No te preocupes – coloque mi mano sobre su mano – entiendo porque lo hiciste y gracias por preocuparte siempre por mí.

-          Bueno tras lo que paso en el cumpleaños, yo estaba rabioso, estaba harto de los ataques de Isaac, solo rumiaba una venganza contra él, pero fue entonces, que llego un alguien que me dio muy buenos consejos y me ayudo, me hizo ver que la venganza no tenía sentido, que si hacia algo, tenía que ser para lograr lo que más quería.

-          ¿Y qué era lo que más querías Alberto?

-          A ti, tu eres lo que más quiero

Note como un calor se extendía por todo mi cuerpo, mientras me sonrojaba. Apreté con fuerza su mano

-          Alberto, yo ta….

-          Espera por favor, déjame terminar. Durante un tiempo, pensé la forma de quitarlo de en medio para que tú y yo pudiéramos estar bien, pero no se me ocurría nada. Me dieron dos buenos consejos “conoce a tu enemigo” y  “para vencer, a veces hay que rebajarse a su nivel”, pero ¿cómo?, no me podía acercar, nuestro odio era mutuo y muy grande y cada vez que me acercaba, o acabábamos a palos o salía aun mas escaldado, y no podía ponerme a su nivel, no soy como él, no puedo hacer daño a los que quería, solo paro dañarle. El día de lo de Dani, y… nuestra bronca, estaba tocando fondo, estaba harto de golpes y de sufrir, me planteaba seriamente el rendirme, porque no podía más. Fue la noche siguiente cuando Isaac dio la puntilla, me mando unos mensajes, amenazando a Germán, a Dani, a Cristian, a Estela y a ti.

Me estremecí solo de pensarlo, me puse en el pellejo de Alberto, ver como todo lo que quieres es amenazado por alguien que ha demostrado que es capaz de hacerlo

-          Justo en ese momento, en el  que estaba al borde de rendirme, asumiendo todo lo que me tocaría hacer, porque Isaac me lo había insinuado en nuestros últimos encuentros, fue cuando lo vi claro, era tan fácil, que me sorprendió no haberlo pensado antes. Tenía que hacerle creer que me rendía, que él había ganado, era perfecto, vosotros dejarías de correr peligro y yo podría acercarme a él, estudiarlo, ver sus puntos débiles. Pero claro…. tenía que hacer bien mi papel, Isaac no es en absoluto un tonto, tenía que conseguir que de verdad creyera que estaba en sus mano, haciendo todo lo que él quería, pero por suerte la victoria lo cegó.

-          Alberto… ¿Qué…que tuviste que hacer?

-          Sabes lo que tuve que hacer – dijo en un tono tajante y serio -

Lo sabía perfectamente, conocía a Isaac, sabia cual era su forma de sojuzgar a las personas, Alberto me lo confirmo y bueno, allí estaba el video. Fue entonces cuando me volvió esa duda que me había surgido varias veces estos días. Tal vez metía la pata, pero si estábamos sincerándonos tenía que preguntarlo.

-          ¿Te….gustó?

-          ¿Porque preguntas eso?

-          Lo quiero saber, lo necesito saber y sé que tu no me mentirías

-          Pues, disfrute, no puedo negarlo, tu lo conoces y sabes cómo es Isaac en ese campo, pero no me gustaba, me asqueaba, me hacía sentir mal y más aun que fuera él.

Pensé por un momento y sí que lo comprendía, lo comprendía perfectamente era exactamente la misma sensación que tuve yo hace más o menos un año. Un enorme peso, se me quito de encima.

-          Si, lo sé Alberto, porque yo me sentí así muchas veces con Isaac

-          ¿Sabes? yo intentaba por todos los medios no sentir placer, pero mi cuerpo me traicionaba, muchas veces me resultaba insoportable, pero aprendí a controlarlo, no podía permitirme derrumbarme, era en esos momentos cuando miraba tu esclava y eso me recordaba porque lo hacía, y me daba fuerzas para continuar.

Me puse rojo, y note como se me humedecían los ojos.

-          Desde el primer día supe que iba a funcionar, porque en el primer encuentro descubrí más de Isaac, que en todo el tiempo anterior. Vi que la victoria le cegó, por eso se creyó mi papel con tanta facilidad, su seguridad en sí mismo le superaba, se creía tan superior de haberme vencido, que en cierta manera bajo sus defensas, se volvió temerario,  además me fije que… en ciertos momentos la pasión le dominaba, con lo que su control se reducía, yo empecé a pensar como podía utilizar todo eso. Pero no sabía cuánto duraría todo, por mucho que hubiera visto no niego que Isaac, estaba siempre en alerte y… bueno… tenía miedo por ti, porque te olvidarás de mi, que…

-          Alberto ¿cómo puedes si quiera pensar eso?

-          Lo sé, pero en ese momento estaba en un momento complicado, no hacia ni tres días de nuestra discusión y aun no sabía cómo estabas y por mucho que tuviera un plan, era una carga pesada, así que… así que al día siguiente de haber empezado, cuando ya no me podía volver atrás, se lo conté a Germán.

-          ¿¿¿Qué??? ¿Qué Germán sabia todo esto?

-          Mas o menos, pero no se lo tengas en cuenta que no te dijera nada por favor, antes de contárselo le hice prometerle que no te contara nada.

-          ¿Y por qué a él se lo contaste?

-          Para que no dejara que te olvidaras de mí, para que supieras que te quería, y que para que convenciera de que tuvieras paciencia conmigo.

No puede evitar torcer el gesto. Alberto se dio cuenta.

-          Por favor Oscar, no te enfades conmigo y con Germán, por favor

Entendía lo de Germán, sé que si se le pedía que no se le dijera nada, el lo hacía, es alguien en quien se puede confiar. Esto explica porque me insistía tanto y tanto en lo de dejar al tiempo actuar. No, no me iba a enfadar con él, lo que no quita que se va a llevar una colleja. ¿Pero…?

-          Si, entiendo que Germán no podía decirlo, pero ¿Por qué no me lo contaste a mí?

-          Oscar, eres maravilloso en casi todas las cosas, pero no sabes disimular, si te lo contaba estoy seguro que Isaac lo habría descubierto.

-          No, habría disimulado.

-          El día que te dijo eso en la discoteca ¿crees que no habría visto que tu reacción era fingida?

Tenía razón, no sabía fingir y seguramente Isaac se habría dado cuenta de algo, sin embargo…

-          Alberto, ¿sabes lo mal que lo he pasado? ¿Sabes lo preocupado que he estado por ti?, noches dando y dando vueltas a lo que te estaría haciendo Isaac, la frustración de no saber cómo ayudarte o de que no me dejaras hacerlo.

-          Lo sé Oscar, lo sé, ¿crees que no me preocupaba? Por eso se lo conté a Germán, para que estuviera atento de ti, que te mantuviera ocupado, por eso te pedí que confiaras en mi, para que no te preocuparas, para que vieras que estaba bien. Lo siento Oscar de verdad, por favor perdóname.

-          Llegue a pensar que te gustaba estar con Isaac, eso fue lo peor.

Agarro mis manos, sus ojos estaban húmedos, y cuando hablo note pena en su voz

-          Oscar, por favor no pienses eso, jamás me gusto, ni mucho menos lo desee, lo hice porque no supe que otra cosa hacer para acabar con él, y siento no habértelo contado de verdad, pero es que… también pensé que si no sabias nada sería más seguro para ti, puede que me equivocara, por favor, perdóname Oscar, por favor

Ver sus ojos tristes y recordar todo lo que había hecho y había luchado fue suficiente para mí.

-          Claro que te perdono, no podría no hacerlo, si precisamente me preocupe, es por lo mucho que me importas, además, en parte… también fue culpa mía, tú me dijiste que confiara en ti. – Volvió a sonreír, y yo con él - Bueno sígueme contando.

-          Bien, yo una cosa sabia, había que ir sin prisas, aunque se me hiciera duro no podía dejar que Isaac sospechara, pero entonces tu lo cambiaste todo.

-          ¿Yo? ¿pero si yo no sabía nada de esto?

-          Si, el lunes cuando me contaste lo que te dijo Isaac. Sinceramente, pensaba  y esperaba que tu no supieras nada hasta que acabara, porque yo había acordado con él que si me rendía, os dejaría en paz, pero vi que aun arrodillado, el seguía atacando, yo estuve por tirar todo por la borda, guerra de nuevo, si os iba a atacar hiciera lo que hiciera prefería estar a vuestro lado. Pero Isaac hizo algo… hasta entonces siempre era él quien me usaba, para su placer, pero… esta vez fue él quien hizo algo, para que no hubiera guerra, para que las cosas siguieran como están.

-          ¿Sabes? creo que sé el que, conmigo hizo lo mismo, cuando quiere es dulce como la miel.

-          Lo es, pero metió la pata, no se dio ni cuenta de que manera, vi que no solo era humillarme lo que quería, me deseaba, y aunque intentara ocultarlo, me daba cuenta, no empezó de nuevo la guerra porque estaba muy a gusto. Entonces algo que yo tenía ya en mente como una opción más, empezó a convertirse en algo realmente posible de llevar a cabo.

-          ¿El qué?

-          La idea me venía de la foto de Dani y Germán. Ya me había dado cuenta que Isaac valora su estatus, lo valoraba muchísimo y que le preocupaba que el resto supieran que también le gustaban los chicos, por eso, uso esa arma contra ti y contra Dani, porque era algo que él temía.

-          Las cosas que comprendemos son las que mejor sabemos usar

-          Jajajajaja, muy bien chiquitín, muy bien. Había descubierto sus puntos débiles. Pero claro Isaac es mucho más duro que Dani, solo habría una oportunidad, cualquier, ataque demasiado débil o errado, haría que se revolviera con toda su mala baba, pero yo me fui preparando desde el principio. Me compre una maravilla de móvil, 3000€ me costo.

-          ¿¿¿Te gastaste 3000€ en un móvil???

-          Si, uno con la mejor cámara del mundo, con una increíble resolución, filtros y todo lo que pudieras imaginar, si conseguía la oportunidad tenía que verse bien, aunque en ese momento, solo era una opción. Pero ya te digo, todo cambio tras mi charla contigo, el me mostro que esa opción era posible, además… sabia que lo estabas pasando mal, a pesar de que pedí a Germán que te mantuviera ocupado, te conozco, se que le darías vueltas a la cabeza y que te pondrías triste y eso no lo soportaba, me carcomía por dentro, así que tenía que ir más deprisa.

Le acaricie la mejilla, siempre, en toda situación Alberto se ha preocupado por mí.

-          Esa misma noche del lunes empecé a hacer un listado gracias a la red del colegio, con todos los correos electrónicos de 4º a 2º de bachiller, tanto de chicos como de chicas, sé que muchos estarían abandonados, pero con que llegara a una parte me bastaría, pero necesitaba un correo extra para que fuera un golpe demoledor… quería el mail de su padre.

-          ¡¡¡¡Joder Alberto!!!! ese es un buen golpe.

-          Tenía que serlo, uno certero y demoledor, con Isaac no valen medias tintas.

-          ¿Lo conseguiste?

-          Claro

-          ¿Cómo?

-          Fue gracias a Cristian, es un hacha en estas cosas, se mueve por internet como un pez en el agua, a veces pienso que es casi un hacker, si quiere conseguir un contacto con alguien lo hace, es una pasada y lo consiguió. Aun así, yo tenía mis escrúpulos, sabía que eso era una pieza fundamental del plan, y estaba seguro que a la inversa, Isaac no dudaría en usarlo contra mí, pero… no sé… me parecía demasiado, no me sentía del todo cómodo. Pero la cuestión es que mi plan tomaba forma, pero no me engañaba, estaba muy lejos de poder llevarlo a cabo, ya que me faltaba la pieza fundamental, porque no sabía cómo podía hacer una foto o un video, me dejo claro que no llevara nunca mochila, además siempre… lo … lo primero que me pedía era que … que me desnudara… le gustaba verme así.

Le note un ligero sonrojo, que me hizo sentir mal, no por mí si no por él, era típico de Isaac, regodearse en sus trofeos, y que se lo hiciera a mi Alberto… me daban unas ganas terribles de arrancarle la cabeza a Isaac.

-          Pero este viernes habría muchas opciones, Isaac quería que pasáramos toda la noche juntos, yo lo sabía desde el lunes, otra de las razones por las que llevé a cabo ese plan. una noche da para mucho y habría bastantes posibilidades, yo además prepare el terreno. Me había dado cuenta de una cosa, él desde el principio quiso que disfrutara, sabía que me sentía mal por ello, que me sentía turbado y humillado, lo conseguía y eso le gustaba, as…

-          Maldito hijo de puta, me gustaría agarrarlo por el cuello y… y…

-          Venga chiquitín, tranquilo – me paso sus dedos de mi mejilla y mi rabia se disipo- además le salió mal, sus ganas de hacer daño, le fallaron, no solo era eso, le gustaba verme disfrutar, me di cuenta con… bueno con lo que hizo para que no reiniciara la guerra, así que esta semana, le hice creer que me había rendido al placer que me daba, se hizo más fácil, cuando… cuando cerraba los ojos y pensaba que eras tú.

Con estas cosas me daba cada vez mas cuenta de todo lo que había tenido que pasar Alberto para acabar con él, sentimientos de admiración y cariño me abrumaron, agarre sus manos y se las bese. El sonrió, tomo aire y continuó.

-          Bueno como ya te he dicho, la victoria le cegó, y se lo creyó, el viernes tenía que hacer mi mejor papel. Insistió en que bebiéramos unas copas, yo me comporte lo más distendido que pude, fue una suerte lo de las copas, ayudo, porque fue difícil, tenia que sonreír y poner buenas caras, por su parte él se volvió… más cercano. Volví a dudar de llevar a cabo el plan, ¿era posible que hubiera alguna posibilidad de razonar con él? así que quise darle una oportunidad, entender porque era así, si habría otro camino, pero no, le descubrí como una persona totalmente amoral y sin una gota de empatía, de hecho hubo un momento que tuve que hacer acopio de todas mis fuerzas para que no se diera cuenta que quería estrangularle, Isaac era un peligro, así que me decidí a seguir mi plan, había despejado mis dudas. Bueno yo había pensado varias cosas primero mientas teníamos la conversación me planteé llevarla a cabo, pero Isaac estaba aun muy atento, así que espere un poco y cuando lo vi mas en mi terreno seguí un nuevo plan, le dije que el sábado pasado en la disco me fije que me miraba, jajajajaja y el muy idiota me confirmo que le encantaba como bailaba, bueno tu… sabes que no lo hago mal.

-          Eso es quedarte muy muy corto.

-          Jajajajaja, gracias, pues me ofrecí bailar para él, sabia como le ponía mi cuerpo, y que su pasión le perdía. Puse una canción en el móvil, así muy sensual y me puse a bailar, mientras me quitaba la ropa, con lo que logre que toda su atención se centrara en mí, y no se fijara que el móvil estaba en la estantería, y… lo estaba grabando todo. Yo hice todo lo posible por…. bueno… Isaac sentía cierta predilección por… una parte de mí.

Vi como Alberto se sonrojaba esta vez bastante, pero le sonreí para que se le fuera el rubor.

-          Creo que sé cuál es, y por experiencia te digo que no deja indiferente.

Eso le hizo sonreír de nuevo y que se le fuera el rubor

-          Bueno intente que se centrara totalmente en ella, porque… yo sabía que… bueno de cara a lo que iba a hacer unas imágenes son mejores que otras, e increíblemente Isaac hizo todo el trabajo, sinceramente no creía que a la primera lo consiguiera, pero así fue, y como has visto Isaac cayó en la trampa. Ehhh Oscar – su expresión se volvió más seria-  no te voy a mentir, no lo hare nunca, y he de reconocer, que el viernes, disfrute, disfrute mucho, no pude evitarlo, pero…  no me gusto tener que hacerlo, perdóname, por favor.

Yo lo único que hice fue acariciarle la cara, después de saber toda la historia, no podía enfadarme con él. Entendió el gesto y me regalo una de sus preciosas sonrisas.

-          Ayer me dedique a montar el video durante toda la mañana, para que no se me viera, e Isaac, se llevara la “gloria”, así que tuve que cortar y retocar bastantes cosas, costo, pero domino uno de esos programas de edición de video y al final salió uno que lo dejaba bastante en evidencia como has visto. Tenía que ser cuidadoso, esto… realmente es un delito. Baje a casa, ya sabes que en la plaza de la catedral hay wi-fi  gratis, así que allí me puse a hacer todo, subí el video a una página, luego quedaba la otra parte. Existen páginas que se encargan de mandar correos masivos, previo pago, pero hay formas de pagos anónimos, lo dividí en bloques de 20, para evitar los antispam, mas uno de 16, mas uno suelto, el de su padre. El mensaje era un link al video y el asunto era claro “pero que bien se lo pasa Isaac”

-          Jajajajaja, no mentías

-          No, la verdad es que no – se volvió a sonrojar un poco - Lo programe para que el envío fuera a al ocho de la mañana. En ese momento volví a dudar, pero me acorde de una historia de un amigo, de mi hermana, a la que amenazo, y de ti, sobretodo de ti, del daño que te había hecho y a lo que renunciaba si no lo hacía, así que le di a aceptar y bueno, el resto de la historia ya la sabes. Esta mañana he estado esperando para verlo, tenía que comprobar si había funcionado, no me ha visto al salir, estaba en el pasillo esperándolo, pero cuando ha vuelto a los 15 minutos, nos hemos visto frente a frente.

-          ¿¿¿Y qué???

-          Lo he visto en sus ojos, se acabo, Isaac, ha sido derrotado, ya no está.

Isaac ya no está, esa bestia que nos ha hecho la vida imposible  por todos los medios posibles por fin ha desaparecido para siempre. Me hizo sufrir en mi relación con el, me hizo romper con Alberto, dos veces, evitaba que pudiéramos arreglarlo, sojuzgo, torturo y ataco a Dani, destrozo su amistad con Alberto, ataco a Germán, todo eso se había acabado, tras más de año y medio, se había ido para siempre, gracias a Alberto

Note como un peso se desvanecía de mi pecho, y fantasmas que llevaban tanto tiempo rondándome y rondándonos desaparecían, gracias a la lucha y al sacrificio de Alberto.

Alberto… ahora solo éramos él y yo

-          Y ahora Alberto ¿qué va a ser de nosotros? – pregunte con un poco de miedo –

-          Oscar, yo quería que supieras todo lo que he hecho, no te he ocultado nada… tú… ¿me perdonas de todo lo que he hecho?

-          Pero ¿de qué te tengo que perdonar? has derrotado a Isaac, lo has hecho por mí, no tengo que perdonarte, solo puedo darte las gracias por terminar con ese monstruo, que nos ha hecho tanto daño.

-          ¿De verdad Oscar?

-          Claro que si, te lo juro y… ¿y tú me perdonas? ¿por todas las veces que he metido la pata? ¿por todas las veces que te he hecho daño?

No me contesto, simplemente abrió su bandolera y saco una caja rectangular, envuelta en papel de regalo.

-          Toma, es para ti

Me quede sorprendido, no lo esperaba. Desenvolví la caja, dentro había un estuche, cuando lo abrí, me quede con la boca abierta, casi me puse a llorar, mire a Alberto que me miraba con una radiante sonrisa de felicidad. Era una esclava, idéntica a la que yo le regale para su cumpleaños, solo que en esta ponía “OSCAR”, no sabía que decir, la cogí entre mis dedos sin dejar de mirarla.

-          Al…Alberto…

-          Dale la vuelta.

Lo hice y vi el mensaje grabado en la plaquita “Siempre seré tuyo”, no dije nada, solo le mire, mientras las lágrimas caían por mis mejillas.

-          Oscar, yo no tengo nada que perdonarte, porque no existe nada que no te haya perdonado ya  y no te preocupes porque seremos lo que tú quieras que seamos, pero decidas lo que decidas, quiero que sepas que mi corazón, siempre te pertenecerá.

No conteste, solo me lance a sus brazos y le bese con todo el amor del que era capaz y cuando él me devolvió el beso, mientras me abrazaba, con uno de esos abrazos que me enamoraron hace tanto tiempo, sentí que nunca en mi vida había sido tan feliz. Necesitaba a Alberto, tanto como el aire que respiraba, sin él me faltaba la vida.

-          Jajajaja, Oscar, nos van a ver.

-          Que me importa, solo me importa que estés a mi lado, y que jamás dejes de besarme

Le volví a besar, aun con más fuerza, mientras él me devolvía los besos más dulces del mundo, a mi querido Alberto, al hombre de mi vida, que por fin volvía a estar a mi lado, que volvía a ser mío y yo volvía a ser suyo y esta vez, no habría nada que lo alejara de mi nunca, nunca, nunca.

-          Chiquitín nunca dejare de besarte

-          Y yo nunca dejare que lo hagas

Apoyamos frente con frente, nos miramos a los ojos y  sonreímos, con toda la felicidad que éramos capaces, mientras una cálida brisa de finales de primavera nos acariciaba.

-          Te quiero, mi amor

-          Te quiero, mi vida.

FIN


Y aquí llega el final, de los dos años de bachiller de Oscar, Alberto, Dani, Germán e Isaac… pero aun queda algo, seguro que quedan dudas, y por eso he creado unos epílogos, cinco en total, uno por cada uno de los protagonistas.

Se sitúan dos años después, y están escritos de un modo diferente, en ellos veremos una situación de ese momento e intercalada a ella iremos sabiendo las cosas que han pasado en ese tiempo.

Están ya hechos, pero puede que haya alguna duda que queráis saber que se me haya pasado, así que os animo a que me comentéis tanto aquí como por mail, que os gustaría saber. También me gustaría que me comentarais, que os ha gustado más de la historia que menos, y lo mismo de los personajes, es mi primer escrito y claro valoro mucho vuestra opinión.

Y tras presentaros un poco los epílogos y pediros ese favor. Pasó a daros a todos las gracias, esta ha sido la primera vez que escribo, y no esperaba este éxito, me he encontrado con momentos difíciles y os agradezco mucho todos vuestros ánimos.

A Javier por todo lo que me ha ayudado, por estar ahí, por ser así, a Albany , siempre con tus ingeniosos comentarios, y por regalarnos tu maravillosa Historia por capítulos, a Aurora La Diosa , y sus encantadoras ganas de dar una cachetada a Oscarcito, jesus por estar allí como un grande a las duras y las maduras, Diexsh que desde el principio no perdió la pasión por la historia, keegan que le tuve que despistar con el final, pero sé que te gustara, biofrango que mi historia le hizo registrarse, estheban22 cuyas encantadoras ansias me animaban a traeros antes los capítulos, tavo siempre con tus buenas palabras, leoandres por cómo vivía la historia alvaromga , que se ha animado  a escribir , fbm que se que le gustara este final romántico, cuco curioso que has seguido aquí hasta el final , Alejandro , juan , caótico , corderillo,frank366 , qwertyxx , Emiliano , Greylook , manuel Fernando, marazuela que siguió a pesar de Isaac y Alberto, marcos , alex , diegol,elbotija que sabe que me gusto su comentario, elsolo , jhosemit , joseles22 , luispas por preocuparse por mí, ombra, oso, rakshamen,srtapervertida y su odio hacia Isaac , boy , dreamboy , Eyes , jay , Kalzifer por sus buenos consejos, maxi92 , natorgrajaldo , Phillips , rodri , ale205 , baskerville que me animo en los momentos malos, danivinhas92 , divad , ellector , enrique , juliangon1990 , lito66 , mringeniero , nezu , paisdelolivera , pepotee , Ricardo , rockeitorsh , rodvzla , rroll , Sergio , xaxo ese ojo con juego de tronos, alexxtalker , amazings,ameyit , Andrew , aquifero , arik100 , custer , davicito , divine , duque , ebsg24 , edgar , erebos , everx , Felipeh , Fhuici 15 , greco , Hasret , heroinez , Isabel,ivan , jache , javier , jorge , joven escritorkirenisankrowl , Larry , llano , Lucas , maxonacho , neito karva , noche , oliveros , ramón , Raymundo , soxero , victorgay , wilt2002

Y a los tantos y tantos que me habéis mandado vuestros mail, que me regalabais vuestros ánimos opiniones y cariño, a mi amigo de Betera que está en Valencia agobiado el pobre trabajando en fallas, a mi amigo del barrio de San Jose,  a mi amigo oscense que vive en Madrid, a Solang, a Yvone, a Albany, Javier, Xaxo y Luispas, que también hablábamos por aquí, a mi amigo el sevillanito, que es todo corazón, a Angel Noel, que no le podía contestar tanto como quisiera, a Argenis, a Diego, con sus mails siempre tan agudos, estupendos y geniales en una palabra, a francisco, que ha estado desde el principio, a Luis, a Rudy a Omar, a Yair, y todos los muchos que os habéis molestado en mandarme vuestros mail

Y por último a todos y cada uno de los que habéis molestado en leerla, que hayas sonreído, llorado, rabiado, emocionado y estado conmigo en esta, mi primera historia.

Esta historia no es solo mía, es vuestra también.

Mil gracias a todos