Bachiller XXIX - Caballo de Troya
Nuevos frentes se abren, y cosas que estaban ocultas empiezan a ver la luz.
Hola a todos, este capítulo ha tardado bastante más de lo habitual, pero diré en mi defensa que me ha resultado el capítulo más complicado.
Ahora que nos acercamos al final, he visto que tengo que hacer muchas modificaciones, y en este en concreto he tenido que rehacerlo muchísimo, y me ha costado, pero bueno ya está aquí.
Como ya he dicho nos acercamos al final, las cosas empiezan a precipitarse y en este capítulo es más patente que en ninguno de los anteriores, el próximo intentare no tardar tanto y espero que este para el miércoles pero no puedo asegurarlo.
Por último, ya sé que me decís que no hace falta, pero yo lo aviso, en este capítulo no hay sexo.
Un fuerte abrazo a todos los que me leéis, comentáis, y valoráis
Germán
Al final lo hizo, sabía que Isaac atacaría de alguna manera, pero no pensé que sería con esto.
Noooo, jajajaja, no me estoy lamentando, bahhh, si esto lo máximo que me puede hacer Isaac, acaba de caer muchos puntos, la verdad es que esperaba más de él.
Yo no tengo ningún problema, si todo el mundo sabe que soy gay por una foto en la que salgo besándome con Dani. Las personas que me importan lo aceptan, Dani, Alberto, Oscar… bueno, también si no lo hubieran aceptado siendo los tres gais, seria para volverse los loco.
Tal vez me preocupé un poco respecto a Alex y a Esteban, pero cuando el lunes llegue a clase y Alex me paso su brazo por el hombro, y a la hora de comer, Esteban se vino con nosotros, vi que todo estaba bien, a ver… ¿quien más me importa?… uyyyy nadie más.
Es cierto que los cuchicheos llegan a ser molesto, pero no pasa de ahí, y no negare que en algún momento me ha parecido oír, algo en plan “mira uno de los maricones”, pero ha sido algo excepcional, la verdad que la reacción ha sido buena, hasta tal punto que a mí me sorprendido, de hecho algunos conocidos de cursos anteriores, han venido a hablarme, y decir que cuente con ellos, jajajaja, vaya éxito que ha tenido conmigo la treta de Isaac. Porque si una cosa tenemos todos claros es que esto tiene su marca.
De todas formas mi anonimato me ha protegido, soy una persona bastante… como decirlo, bueno, no soy demasiado conocido, así que a mucha gente si le dicen, “oye, sabes que Germán es marica” responden “Ahhhh ¿y ese quién es?”
Tras extenderse por whatsapp, paso a las redes sociales, en la del colegio se extendió a toda velocidad, pero desde arriba lo quitaron, y solo pasó a haber comentarios en Facebook, y allí fue imposible controlarlo. No me sorprendió que ninguna de las personas del colegio que tengo en Facebook me quitara de amigo, no es que tenga muchos, pero no los añado por tener más y más gente, si no por verdadero aprecio y todos me han apoyado, es más, en estos días he recibido varias solicitudes de amistad nuevas.
La foto no era difícil localizarla, claro, como me etiquetaban, y era allí podía ver los comentarios, me sorprendieron los de defensa de algunos que consideraba trogloditas, y los ataques por otras personas que no me esperaba, pero para ser sincero por uno que criticaba cuatro defendían, que coño, que estamos en el siglo XXI, pero hubo uno, hubo uno…. argggg creo que si no genere dos litros de bilis no genere nada.
“A mí me parece que algunos os estáis pasando, que hagan lo que quieran” – Isaac de Meren
Hipocresía elevada a la máxima potencia, nivel Isaac.
Evidentemente, con el revuelo, que se armo, mi tutor se reunió conmigo, me mostro el apoyo total del centro, que ellos no iban a permitir discriminación hacia un alumno, bajo ninguna circunstancia, y que ya habían retirado la foto de la red del colegio, y que si necesitaba ayuda de cualquier tipo que contara con ellos.
Siendo sincero, no necesitaba ayuda, yo estaba bien, pero sí que había una cosa que me importaba y de hecho era lo que más me preocupaba, que no le dijeran nada del tema a mi familia. Yo no se lo había contado a mis padres, se lo contaría en su momento y quería que se enteraran por mí. Mi tutor me prometió por activa y por pasiva que eso es un asunto privado del alumno y que ellos no tienen en ese sentido ningún derecho y más en mi caso, que soy mayor de edad, eso sí que lo agradecí realmente.
Así que las cosas para mí, no habían sido catastróficas, de hecho, no me parece que hayan sido ni siquiera graves.
Pero no me engañaba, el ataque de Isaac sigue su estrategia de atacar a Alberto, en este caso a través de sus amigos, y en mi había fallado, pero en Dani había dado de lleno.
Él, a diferencia de mi, era mucho más popular, conocía a mucha más gente, ser el segundo mejor del equipo de futbol no ayudaba en su anonimato, y para que engañar, Dani, a pesar de su apariencia, es un chico como Oscar, fácil de hacer daño. Y esto le está haciendo mucho, absorbía cada insulto, cada ataque, cada murmuración, cada dedo que le señalaba. Desde mi punto de vista era terriblemente exagerado, pero Dani…. bueno, Dani es Dani.
Intentábamos que no mirara el Facebook, pero sin mucho éxito, parece que le gustara torturarse. Él si tenía mucha gente agregada, y aunque no es que fueran muchos los que lo eliminaran, cada uno le suponía una puñalada, además, los comentarios sangrantes de la foto, solían ir hacia él, ya que mucha gente no sabía quién era yo, pero a él le conocían perfectamente.
Para mí lo peor es el distanciamiento con Dani. Este empezó el mismo domingo que vimos la foto. Dani se puso de los nervios, dijo que había que negarlo, contar que era broma, etc. A mi sinceramente me sentó a cuernos quemados, no solo porque no me avergüenzo de lo que soy, sino… porque ese era nuestro primer beso, para mi… para mí fue importante y me negaba a decir que era una mentira.
Fue esa tarde cuando me di cuenta de una cosa de Dani que no me gusto, se avergüenza de ser gay, en el fondo piensa que es algo malo, y por eso todos los ataques le son tan certeros.
Desde entonces nuestra relación, se ha resentido, bueno, mejor dicho se ha detenido totalmente, parece como si el hecho de alejarse de mí, haría que todo se solucionase , ayyyyy que paciencia, no sé si se siente culpable por la foto, o me achaca a mí las culpas y está resentido por no negar lo de la foto, pero nuestra relación se ha venido abajo, me he convertido en su paño de lagrimas, y simplemente eso, porque ni me cuenta nada ni me deja acercarme, yo le ayudo en lo que puedo, le quiero, pero esta situación me agota.
Y además esta Alberto, que es consciente de que este ataque contra sus amigos, iba dirigido a él, y el sentimiento de culpa le atormente, pero lo está destilando en forma de rabia, que ha venido bien en ocasiones, ha salvado a Dani de situaciones muy desagradables, ya que se ha erigido como su defensor, pero me da miedo que le cambie el carácter, Alberto es buena persona, y muy fuerte, pero no sé cuantos palos mas podrá recibir, además se ha vuelto a alejar a Oscar, en parte lo comprendo, tiene miedo de que le hagan daño para llegar a él, esto hasta el propio Oscar lo entiende, pero no puede evitar estar de bajón.
Menudo tercer trimestre que se presenta.
Daniel
Las… cosas… (snif)… no pueden ya… no … (snif)… JOODER… ME CAGO EN LA PUTA… todo el día así con la lagrima en el ojo.
Cuando Alberto me enseño la foto, pensé que el corazón se me había infartado. Ese día no me moví de la habitación de Germán, intente… intente negar lo de la foto, pero él no quiso, reconozco que me enfade con él en ese momento, pero… pero no es culpa suya, es mía por ser tan cobarde.
El lunes fue uno de los peores días de mi vida, las risas, los chascarrillos, los dedos señalando, y los insultos, eso son lo peor, me duelen todos, de desconocidos, de gente que no me cae bien, pero los peores son los de gente a la que pensaba que si caía bien.
Cierto que mucha gente me ha mostrado su apoyo, Alex, Esteban y varios más del equipo, gente de mi clase, incluso, Estela, la hermana de Alberto, me llamo para decirme que la mayor parte de su colegio estaba con nosotros, pero los apoyos no me sirven de nada, y los ataques me duelen, porque en el fondo pienso que esos que me atacan tienen razón, ha pasado tiempo, pero sigo sin aceptar lo que soy.
Los primeros días, me torturaba sin medida con las redes sociales, ver cómo se iban algunos de mis amigos en el Facebook, ver los comentarios, como me atacaban, también había muchos apoyos, pero ya digo, esos no los veía.
Aunque el peor, fue un mensaje de apoyo, lo puso el monstruo de Isaac, como se podía ser tan increíblemente mala persona.
Ese lunes no fui a entrenar, y el miércoles me reuní con el entrenador para renunciar al equipo.
- Santos – me dijo – se perfectamente porque quieres renunciar y sinceramente, me opongo a ello, eres un gran jugador, y no puedes permitir que una panda de payasos, que solo usan la polla para mear, se rían de lo que tú hagas con la tuya.
- Pero entienda que para mí es muy incomodo estar en el equipo.
- Pues debes saber, que la gran mayoría del equipo está con usted, incluyéndome a mí.
- No todos
- Santos, si lo que pretendes es caer bien a todo el mundo, tendrás que esconder la cabeza bajo una roca toda su vida.
- Pero …
- Mira entiendo perfectamente que lo estas pasando mal, pero no acepto tu renuncia, aunque te eximo de los entrenamientos durante dos semanas, entonces quiero que vuelvas, con la cabeza bien alta, diciendo “aquí estoy yo”, porque no tienes nada de lo que avergonzarte y volver para meter esos goles que durante tres años nos han hecho ganar tantos partidos.
Así que al final acepte, y curiosamente fue uno de los pocos apoyos que por primera vez me animo.
Otro fue mi tutor, el Sr. Blasco. Yo lo consideraba un profesor, como cualquier otro, pero me ha apoyado sin reservas, se ha reunido conmigo varias veces y casi siempre tiene las palabras adecuadas que logran infundirme ánimo.
Pero a pesar de ello estoy hecho un trapo, y si empezaba levantar cabeza, el mensaje que recibí el jueves me hundió del todo, de un número desconocido pero no de autor desconocido.
- Podría haber hecho mas
Y era verdad, podría habérsela mandado a mi familia, o podría haberles contado, a mis amigos todo lo que hice. Mis amigos, esa es otra.
No han hecho más que ayudarme estos días, y cada ayuda es como una espada, porque esto no es más que un recordatorio de todas las acciones malas que he hecho, ahora que estaba empezando a olvidarlo.
Alberto me protege mogollón cuando estoy con él, se cuidan de soltar chascarrillos en su presencia, ya que no le es difícil saltar últimamente, y la verdad cuando salta da miedo.
Oscar, esta siempre conmigo, él sabe lo que son los ataques de Isaac muy bien, y tiene palabras adecuadas, pero le miro y veo la traición que cometí contra él.
Pero lo peor es Germán. En estos meses él ha sido todo mi mayor apoyo, lo que ha evitado que me hundiera con toda la presión y miedos que he vivido. Ahora me siento como la persona más rastrera del mundo, que solo lo he utilizado para sentirme bien, para mantenerme a flote, además sabiendo que él me amaba, tendría que haberlo parado, no haber dejado que las cosas fueran a mas en su cumpleaños, y encima ¿que he conseguido?, que le hagan daño a él también, es que es mirarle a la cara y sentirme lo peor del mundo. Y si eso fuera poco, al estar junto a él, me siento como que doy la razón a todos los que me atacan, no puedo, no puedo, me siento incomodo con todo esto, me he tenido que alejar, y eso en el fondo, no me hace sentir mejor, porque ahora, justo ahora creo…
JODER; LA VIDA ES UNA MIERDA; ME DAN GANAS DE MANDAR TODO A TOMAR POR CULO Y PERDERME EN EL BOSQUE PARA NO APARECER JAMAS.
Oscar
Ufff, que principio de trimestre más difícil, sobre todo para Dani.
Ya han pasado casi dos semanas, desde la “Sorpresa de Isaac”, y Dani no levanta cabeza, está hundido, cabizbajo, triste, nada que ver con Germán, que lo que realmente le ha afectado ha sido ver a Dani como se ha hundido, es increíble lo fuerte que es, bueno si hubiera sido a mí, sé que no estaría tan hundido como Dani, pero tampoco tan entero como Germán.
Yo he intentado ayudarles en todo lo que he podido, sobre todo a Dani, sin embargo yo también tengo mis propias preocupaciones. Creo que a Alberto tantas cosas, le están cambiando el humor, y eso me preocupa, se siente terriblemente culpable de cómo esta Dani, y temo que le empiece a cambiar el carácter. Por si fuera poco me está volviendo a alejar, intento que no se dé mal, que él no tiene la culpa, pero no solo no me hace caso, si no que me aleja porque no quiere que a mí me jodan por fastidiarle a él, en parte lo entiendo, quiere protegerme, pero vamos creo que yo también tendría que opinar.
Así están las cosas, es decir crispadas y mal.
Hoy es sábado por la tarde y están Dani y Germán en mi habitación. Alberto se ha bajado a la ciudad por unos papeles del coche y vuelve mañana, Estela se bajaba con él y le pedí que lo sacara por ahí, si no, sé que se quedara rumiando en casa. Dani, está en su estado habitual, que es mal, pero Germán, esta cavilando, y pensando en contraatacar, lleva varios días con eso, aunque me he fijado que a Dani le pone nervioso.
- ¿¿¿Sabéis cual es problema??? , que a ese maldito cabrón nadie se le enfrenta, y así se cree intocable.
- ¿Para qué? Alberto se enfrento a él y mira cómo le va – dije –
- Pero no se ha rendido, Alberto rumia algo, aunque… espero que no se deje llevar, está muy rabioso últimamente.
- Yo no sé qué hacer con él, se ha alejado de mí, no me escucha.
- Pues tenemos que pensar algo, tu Oscar eres el que mejor conoces a Isaac, tienes que saber algo, alguna debilidad.
- No sé Germán, no sé, es muy difícil, sabe ocultarse, no es fácil conocerlo, tiene esa coraza de superioridad que hace parecerle una persona sin fisuras, además… cuando caes en sus manos, te… te va anulando poco a poco.
- No existen corazas sin fisuras, solo hay …
- ¿Por qué no lo dejas y ya?
Fue lo primero que dijo Dani en este rato, Germán lo miro entornando los ojos.
- ¿Que lo deje?
- Sí, eso no traerá nada bueno.
- Te crees que a él le importa que lo dejemos pasar, crees que no nos va a volver a joder cuando considere oportuno, además sabes que está en guerra abierta con Alberto, y tú lo conoces, es tu amigo, no se va a rendir, tenemos que ayudarle.
- Me da igual, ¡¡¡¡¡ me da todo igual!!!! solo quiero que Isaac, me deje en paz, sea como sea.
Vi que Germán le dirigía una mirada durísima
- Sabía que eras cobarde, pero no hasta ese punto.
Dani estaba cada vez más nervioso y Germán mas enfadado, se habían alejado estas semanas, la relación que tenían se había, digamos terminado y sé que Germán estaba dolido con eso, y me da que Dani también. Yo miraba de uno a otro, como si fuera un partido de tenis, un partido muy jodido.
- NO ES SER COBARDE, es simplemente ser inteligente, Isaac, llega a un nivel que ninguno de nosotros llegamos.
- ¿QUEEEEEE?, ¿me estás diciendo que ese saco de mierda está por encima de nosotros? yo no me voy a rendir sin luchar contra él, tu haz lo que quieras, pero si no luchas quedara claro que sí que no estás a su nivel, y te joderá, para jodernos a los demás, porque no serás mas que una presa fácil, con todos tus miedos, inseguridades y demás chorradas que gastas.
- NOOOOO, a Isaac si le dejas en paz, me dejara en paz.
Dani se había puesto de pie empezaban a saltar chispas.
- Pero ¿¿¿ tú te crees eso??? ¿Que por que te alejes y te estés quieto, te dejara en paz? nooo, te joderá cuando le convenga y en tu caso le será fácil.
- Seguro que hay más posibilidades, que si inicio una guerra, tuuuu, tú y Alberto con vuestro maldito orgullo, os caeréis con todo el equipo.
- Me caeré es posible, pero luchando, no como TUUUU, que caerás igual, pero hecho un ovillo y llorando en una esquina que es lo único que sabes hacer estos días.
Esto ya estaba subiendo demasiado, tenía que hacer algo.
- CHICOS BASTAAAAA, no lo veis, le estamos haciendo el juego a Isaac, peleando entre nosotros.
- CALLATE – respondieron a l unisonó –
La madre que los parió.
- Claro – dijo Dani – que fácil es para ti, como no eres tu el que le caen todos los golpes, eres invisible, la gente te ignoraba antes y te ignora ahora.
- Seré invisible, pero por lo menos sigo de pie y con la cabeza bien alta, y aunque fuera el más popular del colegio seguiría de pie, porque yo no me avergüenzo de lo que soy, no como tú, que eres un mar de inseguridades, que piensas que lo que eres está mal y te la sopla lo que los demás te digamos, aunque no te conociera nadie estarías llorando por los rincones, porque eso es lo único que sabes hacer, llorar y lamentarte, eres la persona más cobarde que he conocido.
Dios, nunca les había visto así, empezaban a soltarse ya mucha mierda estaban diciendo cosas de las que se iban a arrepentir, estaban ya fuera de si
- OJALA FUERA UN COBARDE, por ser valiente, las cosas han acabado como han acabado, si es que lo sabía, sabía que esa MALDITA FOTO SALDRIA A LA LUZ, Y TODO POR HACERME EL VALIENTE.
Estaba ya asustado, me había puesto entre ellos, los ojos de Dani soltaban chispas, mire a Germán, parecía que él si se había calmado, pero vi algo en sus ojos, algo que nunca había visto y que me asusto.
- Daniel – su tono había bajado, pero se había vuelto cortante – ¿Cómo que sabias que esa foto saldría a la luz? ¿Cómo que sabias que existía esa foto?
Dani se había quedado blanco, no me había dado cuenta, estaba más pendiente del tono que de las palabras, un escalofrió me recorrió el cuerpo.
- Daniel Santos – la voz de Germán era como hielo – ¿Cómo-lo-sabias?
- Dani – dije yo – ¿qué has hecho?
Mil cosas empezaban a dar vueltas a mi cabeza, y ninguna buena
- Me… voy…me tengo que ir.
Germán se puso delante de la puerta, y yo me coloque delante de la puerta del baño.
- No Dani – dije – no te vas, nos vas a explicar eso que acabas de decir.
- Oscar… - Dani estaba de los nervios, notaba su miedo – déjame pasar, no me obligues a apartarte.
- DANIEL – rugió Germán, nunca lo había visto así – HIJO DE PUTA, SIENTATE Y CUENTA QUE HAS HECHO, QUE HAS HECHO CON ISAAC.
- Yo – Dani temblaba de arriba abajo – no… yo…
- SIIII, TU LE HAS AYUDADO, TU HAS ESTADO AYUDANDOLE, POR ESO SABIAS LO DE LA FOTO.
Germán expreso en voz alta, lo que yo pensaba. Dani se vino abajo y se derrumbo sobre la cama, llorando como un niño, lo que confirmo nuestras sospechas, mi sangre empezó a hervir, Dani, uno de mis mejores amigos, ayudando a Isaac.
- Dani – intente contener mi rabia – cuéntanos todo
- No… no, no… - dijo entre sollozos
- QUE HABLES JODEEER – dijo Germán, tenía una expresión de rabia que… que no sé como describirla –
Dani se sentó y empezó a hablar, entre sollozos, pero de manera monótona, como si fuera un disco. Conto todo.
Que lo de la absenta lo prepararon él e Isaac. Dani debía emborracharme y llevarme hasta donde estaba Isaac, aunque él no sabía que planes tenía. Dani le indico un día que no estuviera Alberto, le dio a Isaac su número de teléfono, para mandarle el video , y el del nuevo tras romperlo en mi cuarto, que todo lo hizo porque Isaac le había hecho la foto besándose con Germán, y le amenazaba con publicarla y además mandarla a su familia, que cuando se besaron él estaba muy mal porque... estaba enamorado de Alberto, que al principio pensó en ayudar a Isaac a separarnos, pero que se arrepintió y entonces Isaac uso la foto… que… ¡¡¡¡JOOODER!!!! … que se acostó con él cuando lo dejamos en mayo, ¡¡¡¡me cago en la puta!!!! Alberto no me negó que se acostó con alguien y yo no quise saber más, pero ni en mis más locos sueños podía imaginarme que era Dani. Estaba devastado, Dani era culpable de toda la mierda que me pasaba. Apretaba los dientes, estaba llorando de rabia, Germán estaba rojo de ira.
No lo aguante, agarre a Dani por la pechera del jersey para romperle su maldita cara de traidor. Dani sobra decir que es mucho más fuerte que yo, pero en ese momento no reaccionaba, estaba totalmente quieto, podría haberle arreado hasta hartarme, pero… cuando le mire, le vi tan destrozado, llorando sin parar, que no pude hacerlo, le solté y le di la espalda mientras apoyaba mi mano en la pared.
- Mejor – dijo Germán – no vale ni la pena
No le conteste, pero no era eso, dentro de mi rabia razone, se lo que era capaz de hacer Isaac, lo que era caer en sus garras, como era capaz de retorcer todo, a mi me hizo dejar a Alberto, le hice mucho daño, sufrí sin medida, y aun así lo hice. Pensé… no, supe a ciencia cierta lo que tendría que haber sufrido Dani, teniendo que hacer todas esas cosas que le obligaba Isaac.
- Ahora todo esto, lo tiene que saber Alberto – dijo Germán –
- Germán, no podemos contarle todo esto a Alberto así de golpe –le conteste –
- Claro que no se lo podemos contar, se lo tiene que contar este.
- Nooo…. por…Germán, no … me matara – Dani sollozaba y temblaba de miedo, a pesar de mi rabia, me… me daba lástima –
- Aun dirás que no tendría motivos.
- Germán – estaba recuperando la calma poco a poco – pensémoslo seriamente, Alberto esta ahora muy crispado, si se lo contamos le haremos polvo.
- OSCAR, no me puedo creer que seas tan tonto, vuelves a hacerle el juego a Isaac, no ves que si no, ese cabrón lo usara contra él, como hizo contigo.
- No digo que no se lo contemos, claro que lo tiene que saber, pero en su momento, cuando las cosas se calmen, mira como esta Dani, le va a dar algo.
- Él se lo ha buscado.
Me sorprendía, Germán no era así, no era propio de él soltar palabras tan duras, técnicamente era yo el que tendría que estar realmente cabreado, y lo estaba ciertamente, pero también sentía mucha pena por Dani, muchísima, se tapaba la cara con las manos y no dejaba de sollozar.
- Por favor Germán, no digas esas cosas, tú no eres así, ¿qué te está pasando? ¿que a ti también se te esta amargando el carácter?, Alberto se enterara, pero a su debido tiempo, espera que se calmen las cosas.
- Sois tal para cual – agarro la puerta para irse – Oscar, eres realmente tonto, y tu – lanzo a Dani una mirada asesina – tu, me das asco.
Dani se dejo caer sobre la cama y no paraba de llorar, sentía compasión por como estaba, le comprendía, sabia tan bien hasta que punto Isaac podía anular a una persona para que hiciera lo que quisiera, pero…
- Dani…
Retiro las manos de su cara, la tenia totalmente arrasada de lágrimas
- Oscar, perdóname, perdóname por favor… por favor…
- Dani, quiero que te vayas de aquí.
- Oscar…
- Dani, vete.
Se levanto, sin dejar de llorar y con la cabeza gacha salió de la habitación, yo me tumbe y coloque mis manos en las sienes, todo lo que había pasado en la última media hora era demasiado para asimilarlo. Tras un cuarto de hora ya más calmado, fui a ver a Germán, su reacción no negare que me había sorprendido y preocupado muchísimo.
Cogí la llave de las emergencias, pero no hizo falta, la puerta del baño estaba abierta. Cuando entré, Germán estaba tumbado boca abajo, con la cabeza hundida en el almohadón. Me senté a su lado y coloque mi mano en su hombro, él se giro y me miro, tenía los ojos rojos de llorar. Apenas había visto a Germán llorar y verlo así me impresiono.
- Oscar – agarro mi mano – siento mucho lo que te dije antes.
- No pasa nada Germán, si ya sé que soy un poco tonto, pero… ¿pero que te ha pasado? tú no eres así.
Se incorporo y me miro fijamente
- Siento no habértelo contado antes, pero… yo… bueno desde el verano, pues… que me enamore de Dani
Bueno, no diré que me sorprende, con el rollito que llevaban él y Dani, estaba claro que había algo más.
- Yo sabía que Dani no me amaba, y que solo estaba conmigo porque se sentía a gusto, pero… pero nunca pensé que me utilizaba para olvidar todas las canalladas que os ha hecho, me lo dejaba entrever, pero yo pensaba que eran chorradas suyas. En parte también tengo la culpa de lo que ha pasado.
- Noooo, ni se te ocurra decir eso, la culpa de todo la tiene Isaac.
- Y Dani también, no nos exculpemos, sea por miedo, cobardía, alcohol o… ceguera, todos le hemos bailado el agua
- Eso no es verdad, tú no has hecho absolutamente nada malo.
Cogí su mano, se la apreté, lo agarre y lo atraje hacia mí, para que apoyara su cabeza en mi hombro.
- Ahora Oscar, estoy hecho polvo, ese… ese cabrón de Dani, no tiene nada que ver con la persona que yo quería, no… no puedo creer lo que ha hecho.
- La verdad que yo no me lo esperaba, pero… sí que puedo entenderlo, yo pase por lo mismo, pero lo que no puedo creer es lo de… lo de… - note que la rabia volvía a mi –
- Oscar, mira yo… yo sabía que a Dani le gustaba Alberto, pero te juro que no sabía que se acostaron, nunca me lo dijo.
- No te preocupes Germán, se… sé que si no lo dijiste, seria porque era lo mejor. ¿Sabes? Alberto me conto que estuvo con alguien, pero yo no quise saber más.
- No se lo tengas en cuenta a Alberto.
- No, tranquilo… no negare que todo esto me da mucha rabia, pero se solucionara, y… lo tuyo también, estoy seguro.
Joder, definitivamente el que sabe que hacer en estos casos es Germán, no yo, vaya ayuda, pero aun así Germán sonrió tímidamente y me abrazo.
- Gracias por intentar ayudarme Oscar, eres un sol, pero… si no te importa, me gustaría estar solo.
- ¿Seguro?, no me importa quedarme contigo.
- Seguro, haber hablado un poco me ha sentado bien, ahora me gustaría aclararme la cabeza.
- Como quieras, pero si necesitas algo estoy aquí mismo.
Volví a mi habitación y me tumbe de nuevo en la cama, mi cabeza era un remolino, demasiadas cosas en tan poco tiempo, necesitaba seguir ordenando mi mente.
Miré el reloj, la 1:47. Uffff, aquí seguía tumbado en la cama, intentando asimilar todo lo que ha pasado, lo que ha hecho Dani, lo que le hizo Isaac, la reacción de Germán, y la reacción que va a tener Alberto, creo que eso es lo que más me preocupaba. De hecho desde hacía un rato estaba más preocupado que enfadado, y siguiendo dándole vueltas no iba a conseguir nada. Así que me levante, aunque fuera tarde. Me asome un momento a la habitación de Germán, lo vi dormir, así que salí. Fui con mucho cuidado, para no encontrarme con nadie, cuando llegue golpeé la puerta, que se abrió un poco.
- ¡¡¡Oscar!!!
Madre mía, Dani tenía los ojos hinchados y rojos de tanto llorar. A pesar de que me diera pena, no pude evitar también pinchazos de rabia. No esperé a que me invitara y entre. Me senté en la silla del escritorio, y él en la cama, vi como se frotaba los ojos con las manos.
- Si sigues así, vas a pillar una conjuntivitis.
- Que me importa.
Nos quedamos un momento en silencio
- Lo siento Oscar, lo siento tanto, todo lo que ha pasado, no te puedes hacer una idea.
- Tienes razones para sentirlo, hiciste daño a tus mejores amigos, muchísimo daño, fuiste un verdadero cobarde y un cabrón, y por salvar tu pellejo, te dio igual quien cayera – vi que estaba a punto de echarse a llorar de nuevo – pero se como es Isaac, lleva a la gente hasta el límite, aprovechándose de sus miedos, logrando que hagan lo que quiere, yo mismo estuve en sus redes mucho tiempo ¿pero sabes? a mi me tuvieron que arrancar de sus garras, tu lo hiciste por ti mismo y aceptaste las consecuencias, y aunque eso no compense todo lo que hiciste, es algo
- Gracias Oscar, de verdad, no sab…
- Pero yo quiero saber otra cosa, quiero que me cuentes todo, absolutamente todo lo que paso con Alberto.
Al principio, titubeó, pero luego me conto absolutamente todo, y reconozco que cuando me conto la parte que se acostaron… sentí rabia de nuevo y apreté los puños, pero aunque en muchas cosas soy un desastre, me he vuelto una persona empática, entendí lo mal que lo había tenido que pasar, enamorándose de alguien a quien creía inalcanzable, y cuando descubre que existe una posibilidad, ve que era mío, y que sus esperanzas de derrumban de nuevo.
- Mira Dani, lo que has hecho ha sido muy gordo, pero… pero las ultimas cosas que han pasado con Alberto me han ayudado a saber ponerme en lugar de los demás, y creo que te comprendo… en ambas cosas.
- En…entonces – volvía a llorar- ¿me… me perdonas?
- Te perdonare
Nos quedamos un momento en silencio, hasta que Dani lo rompió.
- Germán me odia
- No, no te… está muy… no lo sé Dani
- La verdad no me esperaba esa reacción de él, la esperaba de ti pero no de él.
La verdad que a mí me sorprendió, nunca había visto a Germán así, y lo conozco desde hace más de cinco años, pero claro, eso fue antes de hablar con él.
- Sabes, Germán… esta… enamorado de mi.
- Si, lo sé… y… ¿y tú de él?
- Yo… es complicado.
- Creo que ahora mismo, tienes tiempo para explicarme.
- Ame a Alberto, y mira a lo que ha llevado. Tras superarlo, no me veía capaz de amar a nadie, ni que me amaran, me sentía sucio, me sentía una persona despreciable y no quería que nadie tuviera que aguantar todo eso, sin embargo Germán, era tan cariñoso, se preocupaba tanto por mí, hacia que todas mis penas pesaran menos. Cuando ocurrió lo de Nochevieja, tuve mucho miedo, miedo de que por mi culpa él sufriera, por no amarle de la misma manera, que Isaac lo usara para hacerme daño, y al final que le hiciera daño a él, así que me aleje. Pero no pude mucho tiempo, cuando me revele contra Isaac, en el fondo estaba muerto de miedo y solo con Germán a mi lado lograba sentirme seguro, no te imaginas la fuerza que me da Germán, lo seguro que me siento a su lado.
- Me parece graciosa la imagen de ti, el chico más fuerte y grande del instituto, protegido por Germán, pero sí que es verdad que es muy fuerte.
- Ya ves, está claro quién es el fuerte de los dos…. Yo, no estaba enamorado de Germán, él lo sabía, pero yo a su lado me sentía bien, y el también, así que seguimos, era una especie de qui… quit…
- Quid pro quo
- Esa cosa, y él era siempre tan estupendo, tan entregado, tan cariñoso, que poco a poco mis sentimientos, a pesar de mis esfuerzos, em…
- Perdona, pero no lo logro entender, ¿porque a pesar?
- Desde que sé que soy gay… no… no me siento cómodo, es lo que soy, pero no me siento a gusto, por eso Isaac me pudo hacer tanto daño, por eso lo estoy pasando tan mal ahora, todos los ataques hacen blanco.
- Dani, tienes que cambiar el chip, no hay nada malo, duele que haya gente que no te acepte, pero… es su problema.
- Es lo que intento decirme pero me cuesta, cuando lo de Alberto ya tenía estas ralladas, pero ahora estaba mucho más vulnerable y las cosas me afectan más, y no solo eso sabia que tarde o temprano, Isaac haría algo contra mí y no quería hacer cargar a Germán con todas la mierdas que arrastraba.
- ¿Y por eso te alejaste de él?, Dani si alguien te ama, aceptara los problemas que ello conlleve.
- Es posible, pero a mi Germán me importa y no quería que sufriera por lo que se me viniera encima, en parte… en parte es… como Alberto está actuando.
No pude contestar, era cierto, era parecido a lo que Alberto hacia, se alejaba de mi para que Isaac no me hiciera el blanco de sus ataques.
- Pero cada vez era más difícil mantenerme indiferente, empezaban a brotar sentimientos hacia Germán, que antes no tenía, y entonces llego la foto, todos los miedos que me atenazaban explotaron, yo me sentía fatal, Germán la estaba pagando por mi culpa, sentía que me había aprovechado de él para simplemente sentirme bien y encima intentaba animarme, al igual que tu, que Alberto, mientras a mí los remordimientos me mataban más que nunca, así que me volví a cerrar en mí mismo y alejarme de Germán, y no solo eso, todos mis inseguridades sobre ser gay, se me han echado encima con la maldita foto, y por mucho que me doliera, el estar con Germán, las acrecentaba, porque era una continua y clara confirmación, nunca… nunca he sido bueno luchado. Fue estos días… cuando… me he alejado de él que me he dado cuenta sin ninguna duda de que lo amaba, porque no era el dolor de perder a un amigo, y lo de hoy me lo ha confirmado del todo. Y bueno, ahora que lo sé, lo he perdido.
Comenzó de nuevo a derramar lágrimas
- Dani, eso no es seguro, yo… yo creo que… la verdad nunca había visto a Germán así, aunque… creo que si intentas hablar con él, podrás hacerlo.
- Para decirle ¿qué?
- Pedirle perdón y decirle que le amas, ya está todo patas arriba, no pierdes nada por amarlo.
Dani y yo nos quedamos callados un buen rato, eran ya más de las 3 pero no teníamos sueño, Dani pregunto si tenía hambre, le dije que sí y saco unas patatas fritas. La verdad que hablar con Dani mas tranquilamente me había sentado bien para aclarar mi mente, y creo que a él también.
- Oye, Dani una pregunta, tú… ¿tú le dijiste algo a Isaac, sobre Marcos?
- No, allí fue donde me plante, prácticamente me exigió que fuera a tu casa para noche vieja, pero ya no podía mas, le dije que no ocurrió nada, te lo juro por mi madre.
- Te creo pero sigo sin saber como el cabrón se entero.
- ¿Lo que hablamos del móvil?
- Es lo único posible, pero es que es tan rocambolesco.
Ya eran las cuatro, debería ir a la habitación, pero era muy tarde y si me pillaban a esa hora me metería en un lio, así que Dani, me dijo que me quedara a dormir allí, aunque creo que en el fondo la razón era que no quería quedarse solo. Yo al principio dude, pero la verdad, es que casi toda mi rabia se había ido.
Cuando nos echamos en la cama, Dani se acurruco como un niño pequeño, me resulto un tanto cómica, la imagen de ese hombretón de casi 1,90, buscando la protección en mi. Pero antes de dormirnos había una cosa que quería decirle.
- Dani, tendrás que pensar también cuando hablar con Alberto.
- Lo sé pero me da mucho miedo, no quiero perderlo también a él.
- No lo perderás, y tampoco creo que hayas perdido a Germán.
- Se va a enfadar mucho
- Si, no te lo niego, se enfadara muchísimo, pero te perdonara, si me perdono a mí, te perdonara a ti, pero díselo por favor, si no, se qué Isaac lo hará y le darás una nueva arma contra Alberto. Por favor Dani, no cometas mis mismos errores.
- Se lo diré, te lo juro, pero dame un poco de tiempo, ahora… ahora no puedo más, de verdad que no puedo más.
- Venga, ya es tarde, ha sido un día infernal, descansemos.
Dani se durmió antes que yo, siempre me ha parecido que el sueño es el momento en que estamos más relajados, nuestro semblante demuestra tranquilidad, pero en ese momento hasta dormido, en la cara de Dani se le notaba la preocupación.
Daniel
No sé como agradecer a Oscar como se comporto ayer conmigo, si el también me hubiera mandado a la mierda, y motivos no le faltaban, me habría hundido totalmente, pero no, estuvo allí conmigo y me dijo que me perdonaría, y ahora sé que incluso con todo derrumbado tengo donde agarrarme.
Ahora es el momento de ir haciendo las cosas bien, estoy muerto de miedo, y no sé como ira, pero no creo que puedan ir peor.
Llame a la puerta, nadie contesto, seguí llamando, hasta que me abrieron.
- ¿Qué quieres tú? – escupía las palabras-
- Por favor Germán, déjame pasar
- No, lárgate de aquí.
Coloque mi pie en el hueco, me hizo daño al cerrarla, pero necesitaba hablar con él, necesito que me perdone.
- Porfa, Germán, porfa, déjame entrar, necesito hablar contigo.
- No hay nada en absoluto que quiera hablar contigo
- Por favor – si no me dejaba hablar con él, creo que me iba a echar a llorar - por favor Germán.
Finalmente abrió la puerta y me dejo entrar, se tumbo en la cama y yo me quede apoyado en la puerta.
- Di lo que quieras decir y lárgate
- Germán, quiero que me perdones, no soporto que estés enfadado conmigo
- ¿Y de que te tengo que perdonar?
- Pueees… por todo… por todo lo que he hecho, y por cómo me he comportado
- Eso te tienen que perdonar Oscar y Alberto, a mí en eso no me toca nada, por Dios Dani, no entiendes ni siquiera porque estoy enfadado.
Tenía razón, no lo entendía, no sabía del todo porque se había puesto así, si no era por lo que había hecho, y por cómo me había comportado, no entendía el porqué, solo quería que me perdonara, volverlo a tener a mi lado, darle todo el amor que ahora sabia seguro que yo sentía por él.
- Tienes razón Germán, no lo sé, pero sea lo que sea estoy dispuesto a enmendarme, con tal de que me perdones.
- ¿Y cómo lo piensas hacer, si ni siquiera sabes el porqué?
Volví a quedarme callado, estrujándome el cerebro para intentar entender, pero yo estaba muy embotado y nervioso. Vi como Germán tomaba aire.
- Mira Dani, no te tengo que perdonarte nada realmente, porque la culpa no ha sido solo tuya, ha sido también mía, si estoy enfadado realmente con alguien es conmigo.
- ¿Contigo? – no entendía -
- Conmigo si, por haber sido un iluso, tú me dijiste como eras, que no valías la pena, y… yo no lo creí, ni por un momento, solo creí lo que yo quería creer. Que eras el chico maravilloso, tal vez un poco débil y que se rallaba demasiado, pero con un corazón de oro. Pero ahora me he dado cuenta que… que me equivoque, eres justo como tú me decías.
- No… no Germán… yo…. No…
- Si, tú si, jamás, me oyes, jamás podría haberme imaginado lo que hiciste, a pesar de lo que me decías, yo me engañe.
Las palabras de Germán me estaban doliendo muchísimo, pero me aguante, no me eché a llorar, tenía que ser fuerte e intentar arreglar las cosas.
- Después de lo de Nochevieja, yo estaba aun mas enamorado de ti…
¿Estaba?, no por favor “estaba” no.
- Sabía que conmigo estabas a gusto, aunque no estuvieras enamorado de mi, pero yo si lo estaba, así que el acuerdo me pareció aceptable, sobretodo porque pensé, que… que si me entregaba totalmente a ello … tu acabarías sintiendo lo mismo por… por mi…
- Germán, yo tam…
- Me equivoque, no vi tus motivos, solo fui un bálsamo para olvidar tu culpa, me sentí que yo también he colaborado en hacer daño a Oscar y a Alberto, me sentí utilizado.
- No Germán, yo no te…
- Si Dani, si lo hiciste, aunque… claro yo también, nos utilizamos mutuamente, así que no te lo puedo reprochar del todo, pero si hubiera sabido los verdaderos motivos, nunca, nunca lo habría aceptado, me habría alejado, habría sido lo mejor.
- No Germán, no tenias que alejarte de mí, fue culpa mía.
- Fue de los dos, yo estaba enamorado de ti y no vi lo evidente, culpa mía también.
- No… no Germán por favor perdóname…
- Dani, ya te he dicho que no solo es culpa tuya, por mi parte estas perdonado, porque…. para mí ya no eres el mismo, tal vez al Dani que yo me imagine no le perdonaría, pero a este… bueno, es lo que me habías avisado, y es lo que tendría que haber esperado.
- Germán no, yo no soy tampoco así, me utilizaron, ahora ya todo eso se acabo, ya soy lo que tú crees …
- Eso es lo que dices, pero no, yo… para mí no, para mi ahora mismo tu palabra no… no vale nada en absoluto.
Estaba empezando a derrumbarme, no podía perderlo, no podía, caí de rodillas ante él.
- Germán, no digas eso, te demostrare… te demostrare que no soy así, por favor.
- Ahora no hay nada que demostrar, todo lo que eras… lo que yo creía que eras se ha derrumbado, como un castillo de naipes.
Me miro, en su mirada vi… decepción y pena
- Pero bueno, tal vez con el tiempo, volvamos a ser amigos.
- Noooooo, Germán, yo no quiero que seamos amigos.
- Pues en ese caso no te preocupes, que no lo seremos.
Ahora sí que lloraba, me acerque a él, seguía de rodillas, le agarre la mano, se la apreté, pero él no me la apretó.
- Germán, yo no quiero que seamos amigos, yo… yo quiero más… yo… yo te amo.
Germán se sorprendió esta vez, abrió mucho los ojos, pero en su voz no mostro sentimiento alguno.
- ¿Ahora me amas?
- A tenido que pasar todo esto para darme cuenta, he tenido que caer hasta el fondo para darme cuenta que te amo, que te necesito más que nunca, no puedo imaginarme estar sin ti, sé que tengo muchos miedos e inseguridades y que soy un cobarde, pero contigo se que podre con todo, porque tu amor es lo que realmente necesito – le bese la mano, pero la separo de mi –
- Pero… Daniel, yo… ya no te amo.
- Noooo, no me digas eso, no… no has podido cambiar así de un día para otro.
- ¿Acaso no es lo que has hecho tú?
- Noooo, yo te amaba desde hacia tiempo, pero… pero, había tantas cosas que me nublaban y hacían que no viera lo que era realmente importante, ahora me doy cuenta.
- Lo mismo que yo. Lo siento, pero el Dani del que yo me enamore, ayer se hizo mil pedazos, tu ahora para mi, eres… eres esa persona horrible de la que tantas veces me avisaste.
Nooooo, no podía estar pasando esto.
- Nooo, no Germán – le bese, pero no respondía – soy el mismo Dani, seré el que tú quieras, lo que tú quieras, pero por favor … por favor… no dejes de amarme.
- Lo… lo siento Dani, yo no puedo cambiar lo que siento a mi voluntad, yo solo… puedo prometer una amistad.
- Nooo, por favor, mi amor… tu me amas, se que aun me amas… por favor Germán.
- Dani, es mejor que te marches.
La cara de Germán era una esfinge, no mostraba… nada. Entre lágrimas me fui hacia la puerta.
Iba a salir cuando
- Dani… yo… - por primera vez parecía apenado, iba a decir algo, cuando se detuvo y cambio la frase – no olvides contárselo a Alberto. Adiós.
Salí y me fui a mi habitación, no quería pensar en nada, no podía pensar en nada ya.