Bachiller I - Inicio de curso

Este es el comienzo de una historia, que relata las aventuras de un grupo de chicos, en un elitista internado.

Buenas a todos, este es mi primer relato, y espero que les guste, es el primer capitulo de una serie. La serie esta ya hecha, y la ire subiendo poco a poco. Pero espero sus comentarios, para poder ir mejorandola poco a poco. Deseo de verdad que les guste y siendo mi primer relato, que sean comprensivos conmigo, si no esta del todo bien, jejeje. Un saludo


Oscar

Hoy es mi primer día de primero de bachiller

Me llamo Oscar Antúnez, tengo 16 años y estudio en el colegio Ramiro I.

El Ramiro I es uno de los centro de enseñanza más prestigiosos del país, aquí se forman para la universidad, los futuros amos de grandes empresas, y los que serán grandes políticos, chicos con mucho dinero que no tienen apenas preocupaciones.

Situado a más de 100 km de mí ciudad será de nuevo mi hogar durante los próximos 9 meses, con excepción de las escapadas para Navidad y Semana Santa. Esta situado en la pequeña ciudad de Sahú donde los chicos se juntan con las chicas del Colegio Femenino Reina Petronila. Aunque a mí nos es que me interese eso mucho, de hecho ligar con chicas no me interesan nada, ya que soy gay.

Pero antes os cuento un poco de mi, soy bajito, no mido más de 1,66 m, pero eso no quita que este bien de cuerpo, ya que me gusta el deporte, juego a futbol desde niño y estoy en el equipo del colegio, pero no soy de los destacados. Aun así mi 1,66 m está bien marcado, fibroso, pero sin exagerar, a mi la verdad que me gusta mi cuerpo, sobretodo mi culo, que creo que es mi mejor baza, fuerte y respingón, muy bonito de tocar y agarrar.

Tengo cara de niño, con pelo muy negro y hacia arriba, ojos grandes y marrones, la nariz algo ancha pero armoniosa, labios gruesos (otra de mis bazas), y tono de piel morena.

Así que en conjunto estoy bien, pero bajito.

Respecto a mi forma de ser soy una persona simpática y bondadosa, muy aplicada y trabajadora – no quiero decepcionar a mi padre, que hace un gran sacrificio para que estudie aqui- pero a la vez soy inseguro, algo cobardica e ingenuo, lo que hace que sea fácil hacerme daño.

Aunque estudio desde los 12 años, en este colegio tan elitista, yo no caso del todo aquí, a ver no nos equivoquemos, yo estoy aquí a gusto, pero no soy digamos del grupo social de la mayoría, hijos de banqueros, grandes empresarios y políticos. Mi padre ha hecho muchos sacrificios para que estudie aquí, es dueño de tres restaurantes en mi ciudad, van bien, no somos pobres, pero no me soy de la clase de la mayoría de aquí.

Mi padre es la persona más importante de mi vida, tenemos una excelente relación, y aunque es una persona, exigente, a la vez es comprensiva y cariñosa, se que siempre me apoya. Es un hombre al que admiro, se ha hecho a sí mismo, abrió su primer restaurante con la ayuda de mis abuelos, trabajaron él y mi madre muy duro para que saliera adelante, luego abrieron un segundo y un tercero.

Yo físicamente me parezco bastante a él, menos en la altura, en eso he salido a mi madre.

Mi madre era una de las personas más buenas que he conocido, me hizo mucho ser como soy, era alegre y divertida, muy decidida, fue la que animo a mi padre a lanzarse a un segundo restaurante. Pero ella ya no está. Cuando yo tenía 10 años, le descubrieron un cáncer, no se pudo hacer nada. Yo era muy pequeño, y no fui consciente de su muerte, hasta unos días después. Cuando me di cuenta que no iba a volver, llore sin parar toda la noche. Ha pasado tiempo y aun la añoro sin medida, solo voy a verla el día de su cumpleaños, me duele demasiado.

Como ya he comentado, soy bastante inseguro y cobarde, esta es una de las razones por las que no me he atrevido a decir que soy gay, tengo mucho miedo a las burlas de los demás, o a su rechazo. La única persona que lo sabía era Germán Ansaldo, mi mejor amigo, mi único amigo de verdad. Iba a mi mismo curso, era rubito, de ojos azules, mas alto que yo, pero no mucho mas, 1,74m, no estaba gordo, pero tampoco musculoso, pero daba igual, su punto fuerte era esa carita de ángel, Germán si que pegaba mas en el Ramiro I, su padre era importante medico de Valencia y su madre tenía un bufete de abogados.

A Germán lo conocí desde que empecé el colegio, pero no nos hicimos amigos hasta segundo curso, cuando compartimos clase.

He de reconocer que no soy de tener muchos amigos, de pequeño, era mucho más tímido, y aunque me llevaba bien con todo el mundo, no entablaba verdadera amistad. Tras morir mi madre me retraje aun más. A los doce años empecé en el colegio, y aunque me llevaba bien con este o con aquel, era más de ir solo, perdido en mis pensamientos.

Eso cambio en segundo. Ese año Germán coincidió conmigo en clase, yo lo concia de vista, y por lo que sabía, tampoco es que tuviera amigos en exceso. No sé que le llevo a ello, pero se sentó conmigo. Desde el principio me sorprendió, me imaginaba una persona como yo, pero para nada, era una persona segura, madura para tener solo 13 años y muy inteligente. Para mi sorpresa me hice su amigo rápidamente, y a él le encantaba ayudarme a ser menos tímido y a relacionarme me mas con la gente.

A final de ese curso ya éramos inseparables, ese mismo verano me invito a su casa, y desde entonces voy todos los veranos, de la misma forma él viene a mi casa. En realidad somos como los hermanos, que ninguno de los dos tuvimos.

Por eso, si había a alguien a quien le podía contar mi secreto sabía que era a él, por eso este verano, cuando le visite en Valencia, me arme de valor, aunque a la vez aterrado:

-          Germán, me gustaría contarte una cosa, pero si me prometes que no te vas a enfadar.

-          Oscar, eres mi mejor amigo puedes contarme lo que quieras, sabes que no me enfadare y si te puedo ayudar te ayudare.

-          No hace falta que me ayudes, solo…solo que no me des la espalda

-          Oscar, me estas preocupando, que ocurre.

-          Pues… veras… yo…, bueno, tú sabes… que yo nunca he estado con ninguna chica…

-          Bueno, tranquilo, yo tampoco.

-          Pero, es que… yo no he estado con ninguna chica… porque no me gusta… soy gay

Estaba muerto de miedo, era la primera vez que le decía eso a alguien, y me ponía en lo peor, como siempre. Pero no fue así, Germán rodeo mi hombro con su brazo y me atrajo hacia el diciendo.

-          No te diré que me sorprenda, no es que se te note, pero más de una vez te has quedado mirando a otros chicos, a uno en concreto demasiadas veces para pasar desapercibido.

-          Pero ¿tanto se me ha notado? – dije nervioso, sabiendo a que chico se refería- de verdad que siempre soy muy disimulado, de verdad, pero a veces es muy difícil de resistirse, ufff, ¿tú crees que alguien más se habrá dado cuenta?

-          No sé, yo me he dado cuenta porque estoy mucho tiempo contigo pero no creo que los demás se fijaran, eso sí, de que eres muy disimulado….pues como que no.

Yo seguía muy nervioso, es típico de mi, acababa de soltarlo y Germán se había dado cuenta de mis miraditas a otros chicos, ¿de verdad nadie más se habría dado cuenta?, Germán se dio cuenta de mi nerviosismo, y me abrazo.

-          Venga, Oscar, venga, no te pongas nervioso ni que fuera algo malo, no lo es, para nada, es un principio. Además no sabes cómo agradezco tu confianza.

-          Eres mi mejor amigo.

-          Y tú el mío, y yo también te tengo que contarte algo.

-          ¿El qué?

-          Pues, como dirías tu, pues… nunca he estado con una chica – dijo imitándome - … porque no me gustan… porque yo también soy gay.

-          Vete a la mierda – no estaba para cachondeo- no bromees con esto, joder que me ha costado mucho contártelo.

-          No bromeo – mirándome con unos ojos que solo destilaban sinceridad-

-          Como que no… - abrí mucho los ojos -, me… ¿me lo dices enserio? – él asintió- Pero como,… cuando… esto…no… no me lo puedo creer.

-          Pues créetelo, ¿te acuerdas el año pasado cuando viniste a mi apartamento de la playa? ¿Un chico alto moreno, de mis amigos de la playa?

-          Había mucha gente, no me acuerdo en concreto

-          Normal, fuimos muy disimulados, pero estuve las dos semanas que estuvo en la playa con él, fue el primer chico al que bese, y el primero con el que….

-          Que fuerte, así que ¡¡¡¡ni siquiera eres virgen!!!!, Germán me dejas de una pieza.

-          Te lo habría contado antes, pero la verdad que no sabía cómo abordar tampoco el tema, realmente, a parte de ese chico nunca se lo había dicho antes a nadie.

-          Tu eres el primero que se lo cuento, y la verdad, estaba muy preocupado por tu reacción.

-          Pues ya ves que no tienes que preocuparte, porque te entiendo perfectamente, a partir de ahora, podemos contar en esto, el uno con el otro.

Y nos dimos un fuerte abrazo, me alegro habérselo contado a Germán. Era mi mejor amigo ¡¡¡¡¡ y también era gay!!!! Que fuerte, no salía de mi asombro. Lo mejor es que podríamos ayudarnos, y aconsejarnos, pero la verdad aunque no hubiera sido gay lo habría hecho igualmente.

Por fin había llegado a Sahú, el autobús no tardaba más que 45 minutos. No era un pueblo muy grande, no más de quince mil habitantes, pero bonito, enclavado en las estribaciones del Pirineo, y con una oferta de ocio muy completa, no en vano, acogía a más de 600 estudiantes, de los dos colegios.

Cogí todos mis bártulos y me dirigí al colegio, cuando pasaba por sus amplios jardines miraba a los chicos, buscando uno en concreto, pero no lo veía.

-          Eyyyy Oscaaaar.

Era Germán, estaba con dos enormes maletones en la escalinata de entrada.

-          Hola Germán – nos dimos un fuerte abrazo- te estaba buscando.

-          Mentiroso – dijo sonriendo- se que no era a mí a quien buscabas, pero te perdono, estaba esperándote para ir a pedir las habitaciones.

-          ¿Crees que nos pondrán justos?

-          Si no te has cambiado de apellido este verano, creo que si.

Entramos en el hall del instituto, una enorme sala circular abovedada, con escaleras hacia el segundo piso, y pasillos que salían de derecha e izquierda, siempre me había parecido muy bonito. En el centro había tres alumnos encargados de la distribución de habitaciones.

-          Ansaldo, Germán, Ala Flumen, Pasillo 2 habitación 2 – Dijo un chico de forma muy formal- Antúnez, Oscar, Ala Flumen, Pasillo 2 habitación 4, compartís baño

Nos dirigimos hacia allí.

-          Qué bien un baño para nosotros solos, la de cosas que se me ocurren.

Y era verdad, en el colegio cada uno teníamos una habitación independiente, que no estaban mal, pero había dos baños por pasillo para 20 estudiantes, los de bachiller en cambio teníamos un baño cada dos habitaciones, lo cual era una comodidad, además no solo cambiaba lo del baño. En bachiller había mucha más libertad, las habitaciones eran más un colegio mayor que un internado, podríamos decir que estábamos en un hotel un tanto estricto.

-          Eres un poco salido, no te imaginaba así – le conteste-

-          Pues ya has tenido un par de meses para acostumbrarte, y tú, tampoco eres un santo.

Me puse rojo, recordando algunas cosas de este verano. Llegamos a las habitaciones, y cada uno entro en la suya.

No estaba mal, era un poco más grande que la del año pasado, había una ventana grande al fondo que daba al jardín del colegio la cama estaba debajo con una pequeña mesita de noche, a la derecha había un armario empotrado muy amplio. A mi derecha había un escritorio con silla, unas estanterías, y una mininevera. Además vi que había conectores por si quería poner un televisor, tendré que traer el de casa. Me gustaba y eso era bueno, ya que sería mi hogar en los próximos dos cursos.

A la derecha estaba la puerta del baño, tenia llave propia para que el compañero no pudiera entrar en tu habitación, pero entre Germán y yo había confianza de sobra.

-          Oscar, Oscar –me llamaron desde el baño-

Entre y allí estaba Germán, el baño estaba bien, con dos armaritos a los lados del espejo y una ducha bastante amplia.

-          Has visto que ducha más grande, podremos bañarnos juntitos.

-          Mira que eres tonto -dije sonriendo-.

Me agarro por la espalda con su brazos rodeando mi cintura

-          Hombre, si alguna noche tenemos prisa nos tocara ducharnos juntitos. – me dijo fingiendo pucheros-

-          Venga ya suelta – le dije entre risas y sonrojándome – tiempo al tiempo, que nos toca compartir baño mucho tiempo, además, no te creas que aquí será como en el verano.

-          Jajajaja, como me gusta tomarte el pelo, es tan fácil.

Desde que nos confesamos, Germán mucho mas desinhibido conmigo en estos temas, por un lado me gustaba la confianza que se había creado, pero por otro no podía evitar sonrojarme a menudo, yo seguía siendo muy vergonzoso.

-          Aun es pronto, hasta la una no es la hora de comer y las presentación es por la tarde, podríamos dar un paseo.

-          Me parece bien.

Nos pusimos el uniforme del colegio. Camisa blanca, jersey verde fino, con cuello de pico, corbata de líneas negras y azules oscuro en diagonal, y pantalones negros, calcetines oscuros y zapatos negros. A mí al verdad el traje de estudiante me daba morbo, a algunos les quedaba mejor que a otros, a Germán por ejemplo, le quedaba siempre un poco desgarbado, en cambio a mí me gustaba como me quedaba, sobretodo el pantalón.

Hacia una tarde estupenda, aunque el jersey daba calor, me encetaba pasear por los inmensos jardines, donde había muchos árboles y espacios abiertos. En el centro del recinto estaba el colegio propiamente dicho, al norte empezaban los bosques del Cascajo, los cuales gran parte eran espacio protegido, al este estaba el recinto deportivo, mientras que al oeste era una enorme extensión de hierba, salpicada por arboles, era allí donde se llevaba a cabo las graduaciones.

Llevábamos como media hora paseando, y nos acercábamos al bosque cuando oí que alguien gritaba mi nombre.

-          Oscar, Oscar.

Mi corazón se acelero, era la voz de la persona que había estado todo el día intentando encontrar.

-          Hola Oscar ¿qué tal el verano?

Era Isaac de Meren, el chico más guapo del colegio, capitán del equipo de futbol, sueño de todas chicas del instituto Petronila, y el hombre que hacía que mi corazón se acelerara.

Y no era para menos, Isaac era realmente guapo, media 1,80m cabello rubio oscuro, ojos azul claro, una nariz perfecta, una barbilla fuerte, y un cuerpo, ufffff que cuerpo, parecía hecho a cincel, nunca perdía ocasión en las duchas, de admirarlo, tenía todos su músculos marcados, pero no era una montaña de músculos, era un cuerpo perfecto, algo moreno, lampiño, con un buen rabo incluso en reposo y un culo que podía cascar nueces.

Si a esto le sumamos que era el heredero de un rico banquero de Gijón, no se podía negar que era un partido increíble.

Era algo engreído y prepotente, y más de una chica había salido escaldada con él, pero era ver esa sonrisa y no importarme nada mas, además conmigo siempre era simpático.

Nunca encajamos en clase, pero desde primero, los dos formábamos parte de los grupos junior de futbol, y desde el año pasado del equipo del colegio. Ya desde crio me di cuenta que era un chico muy guapo, pero entonces yo aun no había definido mi sexualidad, fue desde el año pasado que me empecé a sentir mas y mas atraído por él, hasta darme cuenta que me había enamorado.

-          Hola Isaac, - siempre cuando hablaba con él, me tenía que esforzar para que no me temblara la voz - pues la verdad muy tranquilo, pero bien, ¿y tú? ¿qué tal?

-          Han sido las vacaciones de mi vida, estuve en Grecia y luego en Turquía, y ahora soy el nuevo capitán del equipo, este año, pinta muy bien.

-          Yo lo leí en la web, te lo mereces.

-          Gracias enano – y me revolvió el pelo – Pero no sé si me lo agradecerás dentro de unos meses, ya he hablado con el entrenador y os pienso hacer trabajar duro.

-          No esperaba menos de ti.

-          Pues mañana empezamos, a las 10 en el campo de futbol

-          ¿¿¿¿Cómo???? ¿¿¿¿Mañana ya????

-          Jajajaja, tranquilo será más que nada una toma de contacto, no haremos ejercicio, así que no hace falta que vengas con el uniforme, y oye, lo he puesto en la web, pero si ves a alguno más, se lo dices, hasta luego Oscar

Me quede mirando cómo se alejaba viendo ese cuerpo que me hipnotizaba.

-          ¿Vuelves al mundo de los mortales? – dijo Germán

-          ¿¿Ehhhhh??

-          Jajajaja, te has quedado empanado.

-          Es inevitable, es tan guapo.

-          Por Dios…

-          No me digas que no es el chico más guapo del instituto.

-          Es muy guapo sí, pero tiene algo, no se … siniestro

-          ¿Qué?

-          No sé, a mi no me resulta de fiar, no me convence.

-          Lo que pasa es que tú has oído todos los rumores, sobre que es un golfo y todo eso.

-          Y es un golfo, las tías que se ha trajinado en el Petronila pueden dar fe de ello.

-          Supongo que ellas tampoco pusieron muchos reparos.

-          No digo que ellas fueran unas santas, pero Isaac tiene no sé, una mirada turbia.

-          ¿¿¿¿Turbia???? Como puedes llamar turbia a esos dos trocitos de cielos que tiene por ojos.

-          Ayyyy, no puedo contigo, de todas formas dudo que Isaac tenga nuestros gustos, así que ten cuidado.

-          Joder, no me voy a lanzar a su cuello, no soy un obseso y sabes que no me atrevo a esas cosas, pero puedo estar atento, ¿y si resulta que existiera alguna posibilidad?, además este lugar siempre ha tenido fama de ser una institución muy liberal.

-          Y así es, y jamás expulsarían a alguien por ser gay, pero una cosa es el colegio y otra los alumnos, así que deja de hacerte castillos en el aire.

-          Está bien, pero es muy guapo.

-          Bueno y que es eso de que este verano ha sido muy tranquilo.

-          Jajajaja, no iba a contarle detalles.

-          ¿No eras tú el que quería saber?, pues si se lo hubieras contado habrías salido de dudas

Me sonroje mientras sonreía

A la 13:00 era la comida, bueno no es comida como tal, no es obligatorio ir a los alumnos de bachiller, unos bajan y otros no, a las cenas aun baja menos gente y a los desayunos menos aun, eso sí, llevan cierto control, no se puede permitir que los alumnos se queden desnutridos. A mí personalmente me gusta. El salón comedor no es un salón comedor realmente, es como una macrocafeteria con muchas mesas de entre 5 y 10 comensales. Comimos Germán y yo tranquilamente y saludamos a otros compañeros de la escuela. Ya acabábamos cuando llego Daniel Santos.

Dani, era compañero de mi equipo de futbol, y uno de mis mejores amigos, aunque no tanto como Germán. Era una persona risueña y vital, noble y sincera, aunque un poco brutote. Algunos lo llamaban despectivamente nuevo rico, ya que su familia se había enriquecido de forma reciente gracias al negocio inmobiliario.

Era el más alto y fuerte del equipo, 1,87, y eso que solo tenía 16 años, era fuerte, muy musculado – en el también me fijaba en las duchas, era inevitable- tenia planta de jugador de rugby. Tenía el pelo castaño claro, con ojos color miel, piel ligeramente morena, y una cara de niño tontorron, a mi sinceramente me parecía atractivo, pero era un poco tímido cuando no te conocía, conmigo no lo era.

-          Oscaaaaar – me dio un abrazo de oso que me dejo sin aire- como me alegro de verte, y a ti también Germán – y le dio la mano, se llevaban bien, pero no tenía la misma confianza que conmigo – ¿¿¿Cómo te ha ido el verano???

-          Pues la mitad en casa y la mitad en la playa con Germán, así que bien, ¿y tú? ¿qué tal?

-          Pues la mitad bien y la mitad mal, me fui casi todo el verano a mi pueblo y muy bien, pero en fiestas decidí salir a dar un pase a la vaquilla, pero había tomado unas cuantas cervezas y la vaquilla me tiro al suelo, me rompí el hueso del culo y lo pase muy mal, el resto del verano, imagínate que tenía que cagar de pie.

Germán se atraganto con el zumo que le salió por la nariz.

-          Jajajajaja, mira que eres bruto, eso te pasa por hacer tonterías yendo borracho.

-          Lo peor era mi madre, que si no me estaba mimando como si tuviera 5 años, me estaba echando la bronca.

-          Sigo pensando que te está bien, soy tu madre y te habría metido una colleja, además no podemos permitirnos perder a uno de los mejores delanteros del equipo. Bueno   pero ¿ya estás bien?

-          Y tanto tengo ya el culo a prueba de bombas, por cierto, ¿sabes que mañana empezamos ya con el futbol?

-          Sí, me lo ha dicho ya Isaac.

-          Creo que a este tío se le ha subido pronto a la cabeza lo de capitán, ¡¡¡¡¡reunirnos ya mañana!!!!! – era sabido que Isaac y Dani no eran muy amigos – Este tío es tonto.

-          Hombre ahora tiene muchas responsabilidades.

-          Bla bla bla, bueno caballerete, nos vemos a las seis ¿no?, a ver si hay suerte y nos toca en la misma clase, hasta luego Oscar, hasta luego Germán.

Mientras Dani se alejaba Germán le miro disimuladamente.

-          Oscar, me encanta Dani.

-          Y a mi es un tío de puta madre y muy bueno.

-          Y esta muy bueno – dijo bajando la voz –

-          La verdad es que está bien, pero demasiado alto para mí.

-          Pues para mí no, oye ¿crees de verdad que tiene el culo a prueba de bombas?

-          Germán, estas muy salido, háztelo mirar

-          Jajajaja

Tras comer me eche una siesta, los de primero no teníamos la presentación hasta las 6, así que había tiempo.

A las 6 estábamos todos en el auditorio del colegio, para oír lo de todos los años, la gran institución, el presente curso, es un honor y privilegio y bla bla bla. Yo quería saber en qué clase me iba a tocar, deseaba estar con Germán, con Dani y con Isaac.

Germán Ansaldo 1º D – bueno ya se cual es clase que quiero

Oscar Antúnez 1º D – Bieeeeen, Germán y yo juntos, por ahora va bien.

Isaac de Meren 1º A – Ohhhh, mi galán ya no estará conmigo.

Daniel Santos 1º C –Vaya y Dani tampoco, bueno por lo menos estoy con Germán.

Tras esto fuimos a la nuestras clases para recibir una charla de nuestro tutor, en nuestro caso sería el Sr Blasco, el profesor de Historia. Era un hombre de unos treinta y tantos años, a mí personalmente me resultaba muy atractivo, y el único profesor de todo el instituto que valía la pena, en ese sentido.

Tras la típica charla a las 19:30 éramos libres. La cena era a las 20:30, pero no me apetecía bajar a cenar había comido mucho a la hora de comer, así que mientras Germán bajo yo me tumbe en mi cama a leer.

Pero tras un rato leyendo ya no me enteraba, pasaba página tras página, mi mente estaba en otra parte, estaba en Isaac.

Finalmente deje el libro y empecé a tocarme el paquete por encima del pantalón que ya estaba todo erecto gracias a Isaac. Me quite el jersey y me acaricie el pecho, por encima de la camisa, cerré los ojos y me imagine que eran sus manos, empecé a notar como el calor me iba subiendo.

Desabroche le pantalón y me saque mi pene, ya complete duro y húmedo e inicie un suave masaje, mientras me desbrochaba la camisa lentamente, para que mi otra mano comenzara a acariciar mi pecho lampiño, llegando finalmente a mis pezones. Al acariciarlos y pellizcarlos se pusieron erectos y yo estaba cada vez más caliente.

-          Isaaaaac, … Isaaaaac….

Llevaba mis dedos a mi boca, los llenaba de saliva y volví a acariciarme los pezones y el masaje a mi pene se había convertido en una paja en toda regla. Mis jadeos aumentaron, mientras me mordía mi labio inferior.

Tras un rato así notaba que me iba a venir, pero no quería acabar aun, así que pare. Me quite los pantalones, los bóxer y la corbata, quedando solo con la camisa desabrochada.

Me lleve la mano izquierda a la boca y empecé a chupar el índice. Ya húmedo, acaricie con él mi glande lleno de liquido pre seminal, lo que me producía un cosquilleo que hacía que mi pene brincara, tras esto fui bajando, por el tronco, los huevos, las ingles hasta llegar a mi ano.

Me llevaba los dedos a la boca y con ellos acariciaba y humedecía mi entrada, produciéndome un agradable sensación, hasta que empecé a empujar, uffff hacia mucho que no lo hacía y me encantaba, poco a poco lo metí, comencé a moverlo en mi interior, aumentando mi calentura, notaba como el sudor perlaba mi frente .

Saque el dedo y me lleve a la boca esta vez, el índice y el corazón, los chupe bien, y los lleve a mi culo y sin pensarlo los metí hasta el fondo, ahhhhh, que sensación tan deliciosa.

Estaba ya cubierto de sudor y a mil, así que volví a pajearme, no hizo falta mucho para correrme.

-          Ahhhhhhh, jode… jod…. Isaa…Isaac, siiii

Debieron ser como cinco trallazos que me llegaron desde la barbilla hasta el abdomen, y así me quede totalmente relajado tocando mi polla que iba perdiendo su dureza y pensando en Isaac, dándome besos por el cuello.

No habían pasado ni cinco minutos cuando llamaron a la puerta.

-          ¿¿Oscar??

Joder, Germán, que oportuno y yo allí medio desnudo, sudoroso y con la lefa aun por todo el cuerpo, me la limpie con lo primero que pille – un calcetín- y me empecé a vestir.

-          ¿Oscar estas?

-          Si ,ya voy

Más o menos limpio y vestido abrí

-          Que pasaba que no abrías

-          Me había quedado medio dormido, ¿qué hora es?

-          Casi las nueve y media pero…

-          ¿¿Qué pasa?? –pregunte con ojos inquisitivos-

-          Jajajajajaja, te la estabas machando, jajajaja

-          Que dices, eso no es cierto – me puse rojo como un tomate-

-          Jajajajaja, si no me era bastante con tu rostro sudoroso, y el olor, los colores que te han salido me lo confirman, podrías haber abierto la ventana

-          Bueno es que…

-          Que has visto a Isaac y querías darte un homenaje ¿no?

-          Déjalo por favor – y me senté en la cama-

-          Jajajaja, vale – Germán se acostó en la cama apoyando su cabeza en mi regazo – pero lo que no entiendo es cómo puedes ser aun tan vergonzoso con lo que paso este verano.

La verdad es que tenía razón, este después de lo que paso este verano no tendría porque avergonzarme de estas cosas con Germán. No en vano es la persona con la que me inicie en el sexo y perdí mi virginidad.