Bacardi Limon

Tiene todas las cualidades que me pueden gustar en un hombre; es moreno, pelo corto, barba de tres o cuatro días, debe de medir 1.70, esta marcadito por todo el cuerpo sin ser extremadamente fuerte, es mas bien delgadito; como a mi me gustan; y, por último, una cara de niño bueno que te deja cayéndosete la baba...

¡Hola de nuevo!, bueno siento no haber escrito en todo este tiempo, pero he tenido para esperar a que la historia me pasara en realidad para relatarla, porque he de reconocer que imaginación tengo poca. Gracias por los comentarios, por ellos me enteré de que hubo gente que le gustó mi relato y eso me ha hecho mucha ilusión. También deciros que siento mis faltas de ortografía así como los errores de expresión (como leí en algún que otro comentario), se que me confundo mucho, aun así y lo hago lo mejor que puedo, pero "lengua" nunca fue una de mi preferidas… aunque la practico… jeje

Bueno ya sin más preámbulos os voy a contar otra historieta que me pasó hace poco tiempo. Esta vez no hay ningún tío de ojos verdes por medio, pero si uno que me vuelve loco, muy loco. Tiene todas las cualidades que me pueden gustar en un hombre; es moreno, pelo corto, barba de tres o cuatro días, debe de medir 1.70, esta marcadito por todo el cuerpo sin ser extremadamente fuerte, es mas bien delgadito; como a mi me gustan; y, por último, una cara de niño bueno que te deja cayéndosete la baba

Bueno, la cuestión es que esta perfección va a mi gimnasio y, claro, os podéis imaginar lo que es verle allí. Primero desvistiéndose, luego haciendo "estiramientos" y por último en las duchas. Muchas veces me tenia que ir porque de haber seguido me lo habría tirado allí mismo… pero tampoco era plan de eso. Además no seria necesario ya que poco más tarde acabaríamos juntos revolcándonos.

Llegue al gimnasio por la tarde a eso de las 6.00, el suele llegar como media hora mas tarde, y me prepare para ir a la clase de G.A.P. (glúteos, abdominales y piernas). Me pongo mis pantalones cortos, mi camiseta y subo al aula. Miraba a cada minuto el reloj entre estiramiento y estiramiento a ver cuando llega la hora de ir a la piscina y así poder ver a ese pedazo de hombre. La clase acabó a las 6.45 y bajé las escaleras para ponerme el bañador y entrar a la piscina. Allí esta el, con su bañador negro ceñido, tipo bóxer, su barbita y esos pelitos que le suben por el ombligo que me ponen tanto. Me miró y sonrió, siempre lo hace, debe ser como una forma de saludo después de vernos como tres o cuatro veces por semana. É l se puso a nadar en el carril de la derecha y yo me puse en el carril de alado, siempre estoy intentando que se me note que me mola tanto. Cuando termina veo que se va a duchar a los vestuarios, yo espero unos 5 minutos y voy detrás de él. Me ducho y justamente cuando salgo de la ducha él está vistiéndose, y no se como lo hago que siempre llego en el momento exacto para verle el culito, un culito perfecto y redondito que dan ganas de morderlo.

Pasado el tiempo yo ya estaba preparado para salir cuando en la puerta principal oigo:

¡Manuel!

Yo: (me giro como quitándole importancia) ¿Cómo sabes mi nombre?

Alex: (que así se llama él) Se lo pregunte a Alicia (la recepcionista)

Yo: Ahm. ¿Querías algo?

Alex: Si mira, es que te dejaste el bañador en la secadora

Yo: ¡Uy! ¡Gracias tío! Con lo lejos que vivo como para volver desde casa a por el… jeje.

Alex: ¿Vives muy lejos?

Yo: Si bueno, a unas cuantas manzanas.

Alex: Pssshhss, si quieres te llevo, tengo el coche ahí aparcado.

A mi me daba vergüenza, pero bueno, accedí. Tampoco pensaba resistirme. Así que montamos en el coche, y de camino, el cual creo que cogió el mas largo que había, estuvimos hablando de cosas intransigentes, hasta que salio el tema del sexo. Empezó a contarme que si había estado con chicas y esas cosas: hasta que menciono que en una ocasión se había acostado con un chico, y que la experiencia le había gustado mucho. Yo estaba flipando, no me lo podía creer; ya no podía tener ninguna duda de si era gay, bisexual o lo que fuese, de hecho no me importaba, lo importante es que ya había estado con tíos y eso me daba posibilidades. Paso a preguntarme a mi, a lo que yo, ya todo confiado le dije que era gay.

Alex: ¿Tú?, ¿gay?, no me lo creo. No lo parece en absoluto.

Yo: Ya, bueno… En realidad nadie lo sabe, Bueno, sí. ¡Ahora tú!

No me había dado cuenta pero el camino a casa estaba cambiando un poco. No había pasado mucho tiempo cuando estábamos en lo que me parecía una urbanización de chalets un poco a las afueras. El que me vio inquieto, ¡no sabia donde me llevaba! y me dijo:

Alex: Espero que no te importe, si quieres podíamos ir a tomar algo a mi casa y me sigues contando que tal con los chicos

Yo: Bueno… vale… ya decía yo que esto no me sonaba mucho.

Paró el coche en la puerta de su garaje, tenía un chalet adosado bastante guapo. Él se quedó quieto un momento dando golpecitos al volante con los dedos en plan pensativo, chasqueé los dedos y le dije:

Yo: vamos a por esa copa a la que me ibas a invitar, jeje.

Alex: Sí, claro, por supuesto.

Entramos a su casa, se notaba que vivía solo estaba todo desordenado y hecho un desastre, pero no daba sensación de abandono. Me dice que me siente, que me ponga cómodo que el enseguida viene con algo para beber. Me siento en el sofá apartando previamente con recelo unos boxer blancos de encima del sofá. Por la enorme televisión veo que se acerca, trae una coca-cola sin cafeína y un bacardí con limón para él. Me quedo mirándole las manos y le digo:

Yo: ¿La coca-cola no será para mi?

Alex: Bueno en principio si… no sabia si bebías… y no sé.

Me rio con cara de malicia y le digo:

Yo: tengo 18 años, no soy un crío. Tráete la botella y la matamos entre los dos jejeje.

Alex: Bueno, bueno, tu veras, si sales borracho de aquí yo no quiero saber nada.

Mientras volvía a la cocina, pensaba para mi mismo "que más te gustaría a ti que emborracharme".

Vuelve y empezamos a beber, a hablar de cosas sin sentido; de mis estudios, de mis ligues, de su experiencia con chicos; hasta que al final el tema como siempre deriva en pajas y sexo. Entre tato temita a mi ya se me estaba empezando a subir el calor y me daba miedo moverme mucho. Por Alex notaba que se me había puesto dura. Me estaba poniendo nervioso, no sé si era por que ya nos habíamos acabado la botella y me estaba mareando, o si porque cada vez el me ponía mas. Miro a mí alrededor y veo que tiene aire acondicionado, le sugiero que lo ponga, pero me dice que esta roto (Ahora me da por pensar que era mentira). Que si quiero me pudo quitar la camiseta que el también lo va a hacer que también empieza a sentir calor. Casualidades de la vida pensé yo.

Nos quitamos nuestras respectivas camisetas, y si antes estaba cachondo imaginate ahora, es increíble lo que me pone. Veo que me mira de arriba hacia abajo yo hago lo mismo. Los dos teníamos ganas de hacerlo. Así que me tiro encima de el y empiezo a comerle la boca, se le cae la copa encima de la alfombra, pero eso ya no importa. Mientras le doy besitos por las comisuras de los labios el se agarra mi culo con fuerza. Le muerdo los labios suavemente y le introduzco otra vez mi lengua en su boca, jugamos con ellas como si fuéramos niños. Aprovecho para meterle la mano en el pantalón y tocarle bien la polla. Me deja de besar, mira como le toco y se muerde los labios, pone los ojos en blanco y echa la cabeza sobre el respaldo del sofá. Aprovecho para comerle el cuello y besar su nuez. Me encanta que un hombre tenga la nuez marcada, el cuello es mi punto débil. Sigo besándole. Me agarra de la nuca acariciándome el pelo, y cuando estoy lo bastante cerca de él me dice al oído:

Alex: ¿Quieres chapármela?

Me quedé pensativo y acto seguido empezó a besarme por todo el cuello. Ahí ya no me puedo resistir y consiguió hacerme del todo suyo.

Empiezo a bajar lentamente dándole besitos por la barbilla, por su pecho, le chupo los pezones y acaricio los pelitos de su ombligo. Le bajo la cremallera del pantalón y lo desabotono. Lleva unos boxer amarillos en los que su polla no aguanta más. Se la empiezo a sobar por encima del calzoncillo. Mientras le miro y me pone caritas de placer como diciéndome que no pare. Al fin se la saco y le chupo solamente la punta, pasando mi lengua. Da un leve gemido en el que parece que se la ve la vida. Le vuelvo a dar otro en el que gime más todavía. Me levanto, me siento encima suyo y le digo:

Yo: ¿Qué, te gusta?

Le beso

Alex: Me encanta, pero… ¿por qué has parado?

Yo: ¿Que te crees que solo vas a disfrutar tú?

Alex: No claro que no… jeje.

Me quita de encima de él, se levanta rápidamente y se pone de rodillas delante mío. Me acaricia la cara me de un besito y me empieza a chupar los pezones y a bajar por mi abdomen con pequeños besitos. Llega a mi pantalón y

CONTINUARA… Jajaja.

Si veo que os gusta le continuo si no, pues… au revoir!

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