B me hizo suya

La primera perra de "B" soy yo. Esta experiencia es real.

Por fin logré que me penetrara... Seguí en mis juegos sexuales con "B" hoy amanecí sintiéndome muy cachonda, sabía que iba a estar sola con él en un rato. Cuando todos se fueron, fui a mi recamara, prendí mota y me empecé a relajar, tenía puesta una camisa a cuadros con la que había dormido que apenas me tapaba las nalgas, "B" había rondado a mi alrededor toda la mañana, oliendo mi vagina, provocándome, como mi esposo aún estaba aquí, lo hacía a un lado y le decía que no, que esperara.

Cuando nos quedamos solos que me quite los panties, los deslice por mis piernas y me agache a recogerlos, inclinandome lo más posible para ofrecerme a él, él lo entendió de inmediato y se acercó me dio el primer lengüetazo que me hizo estremecer, me incliné más y el siguió, lamia mi vagina, mi culito y mi clitoris, mi temperatura comenzó a subir, decidí ponerme en 4 para dejar mi culo y mi pucha a su disposición, el lamia, mi vagina se hinchaba, mis jugos salían y el los devoraba, dandome mucho placer, era un ciclo riquísimo, de jugos, lengüetazos y pequeños mordiscos, estando así a gatas como una perra, ofreciéndome a él me sentí la más puta de todas y eso me puso más caliente, de pronto sentí como "B" salto encima de mi, movía sus caderas buscando penetrarme, me abrí más, sentía su vegra jugosa chocar contra mis nalgas, pero no atinaba a mi culo, ni a mi vagina, mi cuerpo temblaba de extasis, sentía como me ardía la piel de deseo, esperaba sentir la primer embestida, mi pucha estaba lista para recibir su verga, comencé a suplicarle que entrara, a decirle que era su perra, que me tomara, el lamia mi espalda, mi cuello y me daba mordidas, estaba tan caliente como yo, pero no lograba entrar, se bajó, dio una vuelta desesperado, se lamio la verga intentando saciar su deseo, entonces me levanté y fui a sentarme al bordo de una silla, abrí mis piernas, comencé a tocarme, mis dedos se resbalaban por la humedad de mi vagina, "B" se acercó y de nuevo sentí su lengua en mi vagina, comenzó a deslizarse por todos lados, entraba y salía de mi pucha, bajaba hasta mi culo y lo lamia también, subía hasta mi clitoris, trataba de llegar al fondo de mi vagina con su lengua, sentía su hocico casi dentro de mí, mis piernas temblaban, mi pucha anhelaba su verga, el seguía mi olor le gustaba y lamia frenético una y otra vez, mire hacia abajo y su verga se asomaba, el estaba muy agitado, intente bajar mi mano hasta su verga, me incorpore un poco y el dejó de lamer, se hizo hacia atrás, lo llamé, el se fue encima de mi, yo me recosté hacia atrás en la silla, sentí su suave pelaje sobre mi cuerpo y lo acaricie para que se relajara un poco porque estaba muy agitado, puse sus patas delanteras sobre mis hombros, estabamos frente a frente, sentí su mojada verga en la entrada de mi muy húmeda vagina, mi exitacion aumentó, quería que me penetrara, quería sentirlo dentro de mi, el comenzó a mover sus caderas pero no atinaba a entrar, yo lo buscaba con mi cadera, mis piernas temblaban de extasis, mi vagina goteaba y mi jugo caía al piso en grandes gotas, esperaba la primera embestida pero el no lo lograba, deslice mi mano y busque su verga, el seguía moviéndose como si me estuviera penetrando, por fin la tomé entre los manos, su verga estaba delgada y muy dura, lo acerque a mi entrada y entonces lo sentí, por fin lo sentí.... no pude evitar soltar un gemido, no podía creer que estuviera dentro de mi, comenzó a embestirme frenéticamente, sus movimientos eran rápidos y torpes, era la primera vez que "B" poseía a una perra y su perra era yo, sentí como su verga se comenzó a hinchar, había leído muchas veces de la bola que se hace en su verga y había imaginado muchas veces como se iba a sentir, pero ni siquiera se parece al placer tan grande que me provocó sentirla dentro, sentí como mi vagina se abría conforme la bola se hinchaba más y más, comencé a dar gritos de placer, mientras mi vagina succionaba la verga de "B" los espasmos comenzaron, seguidos de las contracciones de mi vagina, su verga se sentía enorme, yo dejé caer mi cabeza hacia atrás para abandonarme en placer del mejor de los orgasmos que he tenido en mi vida.