Azotina a Mónica
Mónica es reprendida de manera espacial por su padres
Azotina a Mónica
Mónica una chica de piel trigueña, tetas medianas y alegres con unos muslos prietos y macizos como su culo caminaba distraídamente y ansiosa a su casa en el liceo hizo de las suya este día, las miradas eran atraídas por lo llamativo de sus ropas; una falda a medio mulso revelaba las medias de nailon que lleva, también ocultaba una braguita tipo tanga que se le metía entre los cachetes de redondito y paradito culo. Su blusa sin mangas de tirantes cortos mastaba su ombligo descaradamente.
Su cabello castaño era mecido por viento al caminar; llevaba una nota de la dirección por su provocador atuendo. Ella se había cambiado sus ropas más decentes en el lavabo antes de entrar a clase y habiendo levantado el espectáculo en su salón de clase, además de la discusión que tuvo con su profesora de literatura por tan vergonzoso atuendo; la habían suspendido por tres días ahora caminaba de regreso a su casa con una citación para sus padres.
Por ese motivo estaba ansiosa; aunque sus padres siempre habían sido laxos al respecto de sus vestimentas, si eran estrictos con su ropa de llevar a la escuela esta siempre era falda y blusas conservadoras no sabía qué hacer, ella era inteligente y aunque no era una come libros tenía buenas notas era la tercera vez que le citaban a sus padres en el mes.
Llego a casa su madre se encontraba en la cocina se sorprendió por verla llegara a casa a media mañana y reprendió:
— ¿Ahora qué hiciste niña? — Carolina una mujer alta y esbelta se sobresaltó aún más cuando vio la vestimenta de su hija. — Pero ¿Qué fachas son estas Mónica? —
— ¡Ups! — Exclamo la adolescente al percatarse o se había vuelto a cambiar de ropa. — Mamá yo, yo…— Intento decir, pero su madre la acallo.
— De mamá nada, ve a tu cuarto estas castigada por un mes sin salir el fin de semana— Sentencio la mujer mayor. — Supongo que me trajiste una citación.
— Si— Dijo Mónica entregándole el papel saliendo de la cocina y dirigiéndose a su habitación.
— Y a veras cuando venga esta noche tu padre te vas a enterar. —
* * *
La Mónica se encontraba sobre el regazo de su padre aun llevaba la faldita corta y el top pequeño. Su padre levanto la falda para ver que llevaba tanga negra que se le incrustaba
ente los cachetes del redondo culo. Mónica mojo la tanga estaba excitada su padre levanto su mano y la descargo contra su culo, Mónica gimió:
— ¡AH! — Su padre volvió a azotarle el culo. El hombre le pregunto: - ¿Por qué estas recibiendo el correctivo? -
— Por vestir como zorra en el colegio. — Recibió otro azote el terminar y volvió a gemir, padre le otros azotes intercambiando las nalgas al Mónica contar diez azotes sus ojos se aguaron sus gemidos ambientaron la habitación matrimonial. Carolina su madre estaba sentada en la cama y la mujer no sabía, pero ver el culo de su hija enrojecidos por los azotes la había hecho mojar sus bragas su marido le azotaba cuando follaban, pero n supo por que ver a su hija en el culo rojo y en pompa la calentó.
Se sorprendió a si misma al caminar hacia la cama y acariciar el culo de su hija, metiendo la mano entre los muslos toco la intimidad de la adolescente; la prenda estaba empapada, su propia braga se humedeció al tiempo que la acariciaba.
— José esta mojada— Dijo Carolina estirando más su mano y sintiendo el bulto erecto que había en el pantalón de su marido, el hombre descargo otro azote en el culo de su hija los dos gimieron. Las tetas de Carolina se tensaron sus pezones eran piedras que se macaban atreves de su pijama. Ella se separó de nuevo del lecho y se sacó la pequeña prenda de ropa por la cabeza.
Sus tetas botaron con el movimiento, José descargo otro azote en el culo de la adolescente viendo a su mujer, Mónica gimió estaba muy excitado y viendo a su madre volvió a gemir. Desde los quince había deseado a su padre, siempre se tocaba pensando en él incluso había espiado a sus padres cuando hacían el amor, y aunque no era lesbiana la visión de su madre solo en braga y que esta hace unos instantes le abría acariciado el chocho la tenía muy cachonda. Carolina le dijo:
— Mónica súbete a la cama. — La chica obedeció a su madre. — Denúdate— le ordenó su madre nuevamente mientras que le hacía señas a su marido. este se le acerco y la mujer besándole le susurró al oído:
— Siempre quisiste un trio. — aunque ella también había fantaseado con ello.
El hombre que hasta este momento estaba sorprendido por los sucesos se volvió a la cama su mujer lo abrazaba por detrás y bajando el pantalón y el bóxer dejo a la vista de su pequeña la barra de 22 cm gruesa erecta de su marido. Carolina beso los cachetes del culo de José y metiendo su lengua entre ellos lamió el ano de su marido, siempre le gusto ella era una mujer de culos.
La chica ahora tenía la ansiada polla de su padre en frente, su madre se le acercó y le susurró:
— Sé que nos espías y te tocas pensando en él, ahora cómetela. — Mónica solo abrió la boca y la verga de su padre entro en ella; era larga y gorda solo podía con la mitad del miembro, cuando sintió un azote en el culo y como le desabrochaba su madre la falda se la sacaba junto con el tanga. Otro azote en el culo un gemido y la polla de papá entraba un poco más en su boca, la adolescente comenzó una mamada como había visto en las pelis porno, pero se dio cuenta que era más difícil de lo que en la pantalla se mostraba, el pene de su padre era de carne grueso y larga, su padre viendo su inexperiencia la fue guiando tomándola de su cabeza:
— Suave mi niña, suave. — Mónica comenzó a recibir de su madre una azotina en toda regla, la mujer la golpeaba en el culo y abrió las nalgas juveniles para lamer tanto su sexo como su ano el trabajo oral de su madre eran bálsamos de placer que se intercalaban con los azotes en el culo.
— Te vistes como zorra y tendrás el tratamiento de una zorra— Decía Carolina mientras azotaba con fuerza el culo nuevamente. —
Mónica gimió sacando la polla de su padre de la boca:
— ¡Ah! Duele mami. — Carolina metió su mano entre los muslos la mano azotadora y hundió sus dedos en el coño mojado de su hija.
— Pero mira como tienes el chocho— Dijo su madre mientras sus dedos entraban y salían del sexo adolescente.
La boca de la niña volvía a la polla paterna. José gemía mientras la lengua juvenil acariciaba el tronco de su polla.
— ¡Oh Dios! La chupa como tu Carolina de tal madre tal hija— Exclamo el hombre sabía que su corrida estaba por venir, sacando la polla de la boca de su hija comencé a menearse la, la madre bien aumento las embestidas mientras que con su mano libre azotaba de nuevo el rojo culo de su hija ella comenzó a gemir más fuertemente mientras era penetrada por su madre y su culo era nuevamente calentado con palmadas.
— ¡OH! Mami sí que rico mami más fuerte si estoy tan cerca— Exclamó la niña. La mujer casi se parte la mano en el culo de su hija azotándola y follándola con los dedos mientras su marido se continuaba masturbando el orgasmo en él estaba por estalla junto como el de su hija unas meneadas como unos azotes y embestidas y su marido y su hija se corrieron como posesos ellos gimieron.
— ¡Oh mierda! — Dijo su marido al tiempo que su hija gemida:
— ¡Oh me corro! —
Los jugos de su hija se derramaron por todo el cobertor de la cama, su mamá. La lefa de su marido roció y pinto toda la cara de su hija.
Carolina fue hasta su marido y le beso con pasión para volver a su hija y con su lengua lamer la corrida de su marido del rostro de su hija, para luego besarla con pasión a ella también diciendo:
— Como me encanta la leche de mi hombre. —