Azhara 5

Sacrificio de una hija por su madre que termina en trio

AZAHAR – 5

Al despertar, Kamil, me beso románticamente y me dejo dormir. Tras arreglarme visite a mi madre y le di la noticia del comportamiento de Kamil aquella noche, se alegro, el se estaba enamorando de mí y yo de él.

Habían pasado dos meses desde aquella noche, y notaba en mi cuerpo los clásicos síntomas de embarazo, nauseas, pechos más sensibles dolores de cabeza y cambios de ánimo, tenía un retraso de 15 días, decidí hacerme una prueba de embarazo, que dio positiva, me hicieron unos exámenes de sangre y orina con el fin de comprobar mi estado. Todos los valores eran normales para mi estado, y comencé a tomar la medicación normal en estos casos, cuando llegue a casa se lo dije a mi madre que comenzó a llorar de felicidad, pero también de preocupación por si lo que crecía en mi vientre fuese una niña.

Ese mismo día se lo comunique a Kamil, diciéndole:

-          Kamil, cariño, tengo que comunicarte una buena noticia, estoy embarazada, y eso lo hemos conseguido gracias a tu cambio de actitud hacia mí, la presión que ejercías sobre mi me impedía llegar a este estado, tan pronto esa presión cedió, yo me relaje y este es el resultado, si quieres que mi embarazo llegue a buen fin deberás seguir mis indicaciones. 1º Suprimiremos el acto sexual con penetración, me podrás acariciar todo mi cuerpo pero no penetrarme. 2º No ejercerás sobre mi ninguna presión sicológica, ni me maltrataras de palabra u obra, y 3º necesitare tranquilidad y atenciones especiales que tú me facilitaras.

-          Lo que tú quieras, Azahar, te cuidare como una rosa en el desierto y hare todo aquello que me mandes.

Se puede decir que lo tenía domado, comía de mi mano, un día le pregunte si necesitaba tener sexo, y me contesto que sí, pero como yo no podía tenia los nervios destrozados, le dije que se calmase, que eso le perjudicaría y que buscaría una solución.

Hable con mi madre y le expuse la situación de Kamil, me preocupaba, si no se satisfacía pronto, tenía miedo de que todo mi trabajo se derrumbase y volviese a violarme lo que podría provocarme un aborto, entonces le dije.

-          Mamá, tú sigues enamorada de Kamil, verdad?

-          Si, hija, a pesar de todo lo que me hizo, le sigo queriendo, pero yo no sé si él me quiere.

-          Le voy a decir que la única manera de poder salvar mi embarazo es que él se desfogue haciendo el amor, pero no como me lo hacía antes, sino como lo hizo cuando me dejo preñada, y podrá hacerlo con la mujer que lo ama, tu, si quieres, el podrá yacer contigo pero con la condición de que te haga el amor como me lo hace a mí, estás de acuerdo?

-          Hija, si esa es la única manera de evitar de que vuelva a portarse como un animal contigo y te haga abortar, cuenta con tu madre.

Esa misma tarde, me dispuse a hablar con Kamil, y en la tranquilidad de nuestro jardín le dije:

-          Kamil, tú sigues queriendo a mi madre?

-          Sí, pero no como antes, es un amor distinto, porque me lo preguntas?

-          Ella sigue enamorada de ti, y tú estás enfermo aunque no físicamente sino síquicamente, eres un obseso del sexo. Y si no yaces con mujer aunque sea dos veces por semana, te ataca los nervios y te vuelves loco. Y te lo digo como profesional de la medicina no como tu esposa, por eso y para evitar males mayores, que te perjudiquen a ti y a mí en mi embarazo te propongo que te acuestes con una mujer dos veces a la semana para rebajar tu tensión incluso te escogí la mujer ideal para ello.

-          Me parece bien, ¿y quién es esa mujer?.

-          Mi madre, está dispuesta a sacrificarse de acostarse contigo, después de lo que le paso y como la trataste porque te sigue amando, pero será con una condición. Y quiero que me digas ahora que la aceptaras.

-          Si Azahar, la acepto sin saber cuál es.

-          Le harás el amor como me lo vienes haciendo últimamente, con cariño con suavidad, amándola. Si ella me dice que no has cumplido, hablare con mis colegas para que te pongan un tratamiento más fuerte, que en realidad no te lo deseo.

-          Acepto las condiciones, no tendrás quejas de mí.

-          Bien, se lo diré a mi madre y esta noche podrás estar con ella.

Hable con mi madre, y se puso muy contenta, me dijo, que ella también deseaba tener relaciones, ya que desde su aborto y enfermedad, casi más de dos años, no conocía varón y desde luego que lo disfrutaría a tope.

Esa noche, yo dormí sola, Kamil tras la cena y sus oraciones se dirigió al cuarto de mi madre, ella había dispuesto su cuarto dándole un ambiente romántico, con velas aromáticas, quería enamorarlo nuevamente. No puedo describir lo que paso esa noche, pero mi madre al día siguiente me dijo que fue una noche completamente de amor, caricias y besos la dulzura de Kamil había resurgido nuevamente, que sus penetraciones la habían satisfecho plenamente y él había gozado tres veces esa misma noche.

Mi madre había recuperado su sonrisa, se la veía feliz, sabiendo que la persona que seguía amando aun le guardaba un poco de cariño para ella. Kamil estaba más calmado y atento para conmigo, incluso me pidió perdón por su comportamiento para con mi madre, reconoció que ella no tenía la culpa de no haberle dado hijos varones y que buscaría la manera de compensarla.

Una noche, estando en la cama, hablando de mi estado, de cómo me encontraba, salió a colación lo que hubiese hecho si el se portase mal con mi madre y le dije.

-          Pues buscaría la manera de incapacitarte por enfermedad mental, y te internaría en una clínica, en ella te sometería a una transformación de hombre a mujer, te castraría y te haría una vagina con tu pene, te implantaría unos prótesis mamarias y serias una mujer, y de esa manera sabrías lo que sufrimos las mujeres cuando somos violadas y maltratadas sexualmente, te mandaría a un prostíbulo, donde tendrías que satisfacer a todos los nómadas que viniesen a la ciudad, que te parece?

-          Bueno creo que sería excesivo tu castigo al fin y al cabo a las mujeres os gusta ser penetradas.

-          Si nos gusta ser penetradas, que nos hagan el amor, pero no que nos traten como maquinas de hacer hijos, tenemos nuestros sentimientos y estamos en este mundo como complemento del hombre. El hombre sin la mujer no es nada, hay un refrán que dice, “Detrás de un gran Hombre siempre hay una gran mujer” pero está equivocado, debe decir, “Al lado de un gran hombre siempre hay una gran mujer” somos iguales y debemos tener los mismos derechos.

-          Sé que te extraña de que exteriorice mis ideas, que no va con las costumbres de tu país ni de tu mundo, pero piensa lo que te dije y veras como tengo razón, una mujer no es un objeto, tiene alma y sentimientos, sufre y se alegra con las desgracias y alegrías ajenas es el complemento del hombre y él, el complemento de la mujer.

Esa noche, Kamil me abrazo, yo apoye mi cabeza sobre su pecho al mismo tiempo que el acariciaba mi abultado vientre.

Durante el resto de mi embarazo, dos días a la semana Kamil dormía con mi madre, ella estaba feliz, estaba recuperando a su amor perdido durante mi embarazo y deseaba mantenerlo para siempre.

El embarazo entraba en su recta final, tan solo me quedaban dos semanas, había notado de que mi vientre había descendido, lo que indicaba que mi hijo-a estaba tomando la posición ideal para venir a este mundo, me encontraba pesada mis pechos habían crecido demasiado, tan solo con tocarlos producían calostro, todas las noches que dormía con Kamil, tenía que ponerme una toalla ya que la presión y el roce me producían la secreción del calostro dejándome toda mojada. Una mañana al levantarme para ir al baño, sentí que rompía aguas, avise a Kamil y a mi madre que de inmediato me llevaron al hospital. Tras dos horas de espera me pasaron al paritorio, mi madre me acompaño.

Cuando salió, se dirigió a Kamil y le dijo.

-          Lo que yo no pude darte, te lo ha dado mi hija, puedes pasar a ver a tu hijo.

Si, había parido un varón, el deseo de Kamil, se había cumplido y con ello había salvado a mis hermanas y a mi madre.

Kamil había comprendido que con cariño se consiguen más cosas que a la fuerza. Durante el puerperio y el resto del año, Kamil seguía durmiendo dos noches por semana con mi madre, cuando ya me hube recuperado y mi figura volvió a ser la de antes, volvimos a hacer el amor, y así hasta la fecha, cada dos años me dejaba preñada hasta mi menopausia, le he dado 6 hijos varones. Hay noches que en la cama somos tres, Kamil, mi madre y yo y los tres disfrutamos como cuando él me dejo preñada por primera vez.