Azafata de cogresos chantajeada y violada

Lorena es chantajeada hasta conseguir someterla y hacer de ella lo que quieren. Espero os guste. Es un estilo diferente de mis otros relatos, con mucho más diálogo entre los personajes y menos descripciones ... comentarios a carlos_javier_gzlez@yahoo.es

Tarde como siempre … en un céntrico hotel de Madrid entrevistando a varias chicas de una agencia de un conocido para contratarlas como azafatas en la próxima feria que empezaba en 2 días. Nos jugábamos mucho con un par de clientes y quería personalmente encargarme de todos los detalles. Supuse que si me encargaba yo de contratar a las chicas elegiría la más adecuada para mis objetivos … dejadme que os cuente lo que allí ocurrió …

Este relato lo escribí al día después para enviárselo a Lorena, explicándola como ocurrió todo, incluyendo aquellas conversaciones en las que no estaba presente. Permitidme que lo comparta con vosotros y espero que os excite al menos lo mismo que a mí me excitó escribírselo.

-

“Buenos días”, dijiste al abrir la puerta.

-

“Hola buenos días. Pasa por favor”.

Mientras pasabas no pude evitar mirarte de arriba abajo, desnudándote con la mirada. Por una parte necesitaba una chica físicamente atractiva, pero por otra me tenía que ayudar en el negocio. Después de las monótonas entrevistas anteriores, sin duda mi mirada fue especialmente descarada, provocando un claro gesto de incomodidad en tu mirada. Sin duda tu fino pantalón blanco de tiro bajo marcando unas caderas realmente espectaculares, una cintura descubierta bien marcada y tu apretada camiseta cubriendo unos pechos realmente impresionantes se llevaron mis miradas principales, pero tus labios carnosos, tu precioso pelo negro rizado largo y tu mirada de “chica mala” consiguieron captar mi antención y sacarme de la monotonía del resto de las entrevistas.

-

“Soy el director general de esta empresa y he llamado a tu agencia porque estamos buscando azafatas para la feria de pasado mañana. Nos jugamos la vida casi en la feria y necesito a alguien muy especial”.

-

“Eso me dijeron”, contestaste al abrir la puerta.

-

“¿Tienes experiencia en trabajos de este tipo?

-

“Si, claro. Participo en muchos eventos similares”.

-

“Vale estupendo”, dije de forma indiferente mientras repasaba tu curriculum distraídamente.  “Mira, necesitamos chicas guapas y que además sepan amarrar a un cliente en particular. Charlar y tal …”

-

“Sí claro. Sé cómo funciona esto”.

-

“Ya. Primero me gustaría verte bien, si no te importa”, dije apartando el curriculum y dejándolo abierto sobre la mesa. “Levántate por favor. El físico es muy importante. En especial pasado mañana”.

-

“Bueno …”, dijiste levantándote de la silla con mirada de desprecio clavada en mis ojos.

-

“Estas muy bien. Date la vuelta y déjame verte por detrás guapa”, dije mientras afirmaba con la cabeza y recorría tu cuerpo centrándome en tu cintura desnuda y el delicioso volumen que marcaban tus pechos bajo la camiseta elástica.

-

“Bueno creo que ya está bien. Esto no es lo normal”, dijiste manifiestamente incómoda.

-

“El físico es importante, ya te lo comentaba hace un minuto … busco algo especial”.

-

“Pero ya me has visto”, dijiste volviendo a sentarte en la silla sin darte la vuelta como te había pedido.

-

“El sueldo será también especial y me puedes encajar, pero me gustaría ver cómo te queda el traje de mañana. ¿Te importa ponértelo?. Creo que esta será tu talla”, dije sacando un buzo de licra azul chillón del cajón superior de la mesa.

-

“Pues sí, mira. No me gusta esto. He hecho muchas entrevistas para congresos y ferias y estas entrevistas no son así. No soy un pedazo de carne sabes”

-

“Tampoco te suelen ofrecer lo que yo voy a ofrecerte guapa. Por un día de trabajo tendrás un fijo y un variable de diez veces el fijo en función de las ventas”.

-

“¿Cómo?. No entiendo bien”.

-

“Por 10 horas de trabajo en la feria pasado mañana tienes 500 € de sueldo fijo y si la venta con mi cliente se cierra tendrás 5.000 € adicionales”.

-

“¡¡¿5.500 por un día de trabajo?!!” … tu cara de sorpresa era evidente.

-

“Eso si el trato sale bien guapa. Sino no. Yo me juego el año entero mañana y quiero que si estás conmigo también te juegues mucho”.

-

“Es mucho dinero pero no sé muy bien que rollo es esto. No pienso hacer nada con tu cliente si es lo que buscas”.

-

“Te lo digo francamente. Es un contrato de 1.000.000 de € para mí con un margen estupendo que si gano me permitirá muchas cosas y si pierdo será un desastre total. Bueno ... tu veras guapa, chicas tengo un montón y aunque me gustas para este trabajo puedo coger a otra. Te lo pregunto por última vez: ¿te quieres probar el traje?”

-

“¿Pero esto no será un rollo prostitución de lujo no?. Ya me han ofrecido esto otras veces y paso absolutamente”.

-

“Chica ... estas muy buena, pero no te enteras. Toma aquí está el traje ... no te lo repito. Pruébatelo si quieres y si no lárgate pero no perdamos el tiempo ninguno”.

-

“¿Pero cual será mi trabajo mañana?. No pienso ir a un hotel con nadie por mucho dinero que me des. ¿Está claro eso?.

-

“Tu trabajo será ayudarme a tener al director general de mi cliente tranquilo, relajado, ofrecerle un vino, sonreír … vamos … conseguir que cerremos el trato”.

-

“¿Nada de sexo?”.

-

“Oye guapa ... esto no es una casa de putas. Aquí se viene a vender. Si quieres follarte a mi cliente es cosa tuya, pero no mía”, dije mirándote fijamente a los ojos.

-

“ Estoooo…. yo que sé …..”, dijiste ahora incómoda por la rotundidad de mi respuesta.

-

“Yo quiero cerrar un trato y necesito una azafata, porque creo que ayudará por cómo es mi cliente. No te lo repito. ¿Te quieres probarte el traje, sí o no?

-

“Está bien, dámelo por favor”, asentiste por fin tendiendo tu mano hacia mí.

-

“Vale ... toma. Pasa al baño y te lo pruebas. No tienes que llevar ropa interior debajo, sino se marcara todo”. Te doy el buzo de lycra super ajustado de los tobillos hasta el cuello de color azul chillón.

-

“Supongo que sí puedo llevar un tanga, ¿no?”.

-

“No puedes llevar ni tanguita mona. Quiero que estés bien guapa y que no se te marque nada. Venga tienes un minuto”, la verdad es que la simple conversación y mi mirada, que no dejaba de escrutar sobre todo tus enormes y aparentemente durísimas tetas, me estaban poniendo la polla durísima bajo el pantalón.

Te ofrecí el buzo con la mano.

-

“No me gusta esto un pelo “, dijiste cogiéndolo con bastante cara de asco y caminando hasta el baño que te indiqué.

Aprovechando que caminabas dándome la espalda, pude observarte por fin por detrás, no pudiendo impedir un claro gesto de aprobación por lo bonito que parecía ese culazo debajo del pantaloncito blanco con que te habías presentado. Un culo bien durito y perfectamente trabajado posiblemente por horas de gimnasio.

Tardaste unos 5 minutos en abrir la puerta del baño y aparecer con el buzo puesto … haciendo que en ese mismo momento mi erección ya fuese insoportable.

-

“Es tan ajustado que no puedo ni cerrar la cremallera por el escote”, dijiste bastante avergonzada por lo apretado del buzo y por el evidente tamaño de tu pecho. La cremallera la llevabas abierta hasta el ombligo, dejando a la vista un absolutamente tentador escotazo. En el resto del cuerpo el buzo se ajustaba como un guante, marcando cada curva de tu cuerpo. Incluso se clavaba un poquito en tus labios vaginales, abriéndolos ligeramente, haciendo para cualquier hombre imposible despegar la vista de ahí.

-

“Pues yo creo que te queda bastante bien. Acércate, esta cremallera hay que cerrarla”.

-

“Pues tendrás que darme otra talla, porque sino …”

Sin decir absolutamente nada y con toda naturalidad, te sujeto por las tetas con una mano mientras con la otra subo la cremallera hasta el cuello.

-

“¡Qué coño haces!. No me toques cerdo, ¿quién te has creído que eres?”, dijiste apartándote a los pocos segundos tras la confusión inicial.

-

“Tranquila, no te pongas nerviosa ... así estás mucho mejor. Perdona, creí que me pedias ayuda con la cremallera. Perdona”.

-

“¡Cómo que perdona. Tu de que vas!”, dijiste con los ojos realmente encendidos de ira, mientras yo te observaba detalladamente de arriba abajo.

-

“Estas guapa ... pero no se ... parece que no estás muy bien depiladita ... se te marca demasiado el monte de Venus. Te tienes que depilar bien pasado mañana para estar más sexy. Solucionado ese problemita, creo que estarás perfecta para el papel”.

-

“Mira tío yo no paso por esto ni por todo el oro del mundo. ¡Que te den!”.

-

“Chica ... no será para tanto. Seguro que tu novio se alegra de que te depiles bien”.

-

“¡Eres un machista de mierda!. Me da igual lo que me digan en la agencia pero no pienso trabajar con un cerdo como tu”.

Para ese momento sin duda ya te habías dado cuenta de que mi pantalón se abultaba enormemente por la erección que me habías provocado.

-

“Además veo que se te marcan bien los pezoncitos ... creo que puedes interesarme. Mi cliente estará distraído mirándote y firmara lo que le ponga delante. Estas muy mona, esa es la verdad, para qué negarlo”.

-

“¡Que te jodan imbécil!. Vuelvo al baño para cambiarme”.

Mientras avanzabas con pasos largos al baño no pude despegar la vista de tu precioso y espectacular culo moviéndose … deseaba en ese mismo momento arrancarte el buzo y darte unos buenos azotes por zorrita desobediente … pero no era el momento.

-

“En lo que te cambias te preparo el contrato. Me parece que voy a intentar hacer un esfuerzo para ofrecerte algo económicamente más atractivo”.

-

“¡Que te den tío!. Paso de ti y de tu contrato”.

-

“Espera chica. ¿Qué te ha molestado?. No se ... discúlpame si te he ofendido por mi impulsividad. Mira en lugar de 500 € de fijo llego a 700 € y si firmamos el contrato te doy 7.000 €. Créeme que no está nada mal para un día de trabajo.

-

“¡Paso de tu dinero cerdo!. Me largo”.

-

“Venga chica. Tenemos que firmar rápido porque tengo otra entrevista”.

-

“He dicho que paso de ti y de tu dinero. Me largo de aquí”.

-

“Bueno ... si no aceptas llamo a la agencia y hago que no trabajes de azafata en tu puta vida guapa. Tu jefe es buen amigo mío y me juego mucho en la feria de pasado mañana. ¿Le llamo o aceptas los 500 iniciales?”.

Sin más comentarios saliste del baño con tu ropa blanca y abandonaste la sala de reuniones sin mirar atrás siquiera. Momento en el que tomé el teléfono móvil para llamar a mi amigo Javi, el Gerente de la agencia para la que trabajabas.

-

“Hola Elena. Pásame a Javi por favor, soy Carlos”.

-

“Hola Carlos … te paso”.

Javi tomó el teléfono inmediatamente.

-

“Hola chico, ¿cómo va eso?”, me contestó Javi al momento.

-

“Estoy aquí… bueno, estaba, con la chica de tu agencia de la que me hablabas. Creo que se llama Lorena… una morenita muy muy mona”.

-

“Es Lorena, sí, una morena de pelo rizado, con unas tetas impresionantes, un culo precioso y una boquita de chupona impresionante ¿no?”.

-

“Sí esa esa ... jajajaja, es verdad que tiene unas tetas de la hostia … jajaja … tú cabronazo seguro que te la has follado ya 100 veces … jajaja … manda huevos que chollo de curro te has buscado. Todo el día rodeado de tías buenas en tanga para que las hagan fotitos”

-

“Jajajaja, bueno, no exageres chico. Ten en cuenta que en la agencia trabajamos con hombres, mujeres, mayores, jóvenes … absolutamente de todo. Pero vamos, que en cualquier caso Lorena me pone muchísimo y que sepas que jamás la he tocado. La conozco desde niña que vino aquí a trabajar con nosotros de la mano de sus padres. La he visto crecer y la he visto cómo la creían esas tetas que tiene ahora y créeme … joder, me encantaría fallármela como a una zorrita. ¿Y tú que tal todo?”.

-

“Yo aquí jodido, ya sabes. Tengo esta feria que empieza pasado mañana donde me juego casi todo a un par de cartas”.

-

“Vaya, y ¿puedo ayudarte de alguna manera?”.

-

“Pues mira, la verdad es que sí. Voy a ser directo Javi, porque nos conocemos de hace mucho tiempo. Sabes que soy morboso y me encantan las tías como la Lorenita esta. La verdad es que quiero tenerla en la feria a mi alrededor vacilándola sin parar, viéndola mover el culito y mostrándome sus pezoncitos duros bajo ese traje que he diseñado con el único objetivo de alegrar la vista a un par de clientes que sé que les gustará. Lo cierto es que la he hecho creer que de ella dependerá un gran contrato, pero como te puedes imaginar eso lo tengo yo atado por otro lado y mi único interés es tener una tía mona rondando por el stand, llamar un poco la atención, quedar bien con un par de bromas a los clientes y follarmela después de que me ponga bien cachondo moviendo el culito todo el día a mi alrededor. Creo que he sido, claro, ¿no?. De hecho tengo pensado un plan con un supuesto cliente amigo mío para conseguir abrirle las piernas a esta zorrita. Tú simplemente haz que ella vuelva aquí a verme para firmar el contrato y pasado mañana a las 8 de la tarde te pasas por la feria”.

Nota del autor: no os aburriré con los detalles de lo que describiré más abajo, pero Javi y yo tejimos un plan que comenzó con una llamada de Javi a Lorena que hizo que esta volviese a verme.

Lorena toca nuevamente la puerta de la sala de reuniones y vuelve a pasar a verme.

-

“He estado hablando con Javi”.

-

“Bueno Lorena, antes de que digas nada. Disculpa lo de la cremallera. Ha sido una confusión tonta sin mayor importancia”.

-

“Ya. Eres demasiado listo tu”.

-

“Venga aclarado el malentendido, vamos un poco rápido que ya esta esperándome el director comercial. Firma aquí y aquí, por favor. Mañana te doy la copia”.

Firmaste sin mirar el contrato y con cara aún muy enfadada … así me ponías aún más … esa carita de chica mala bien abierta de piernas no salía de mi mente.

-

“Lo dicho inicialmente: 500 fijos y si el negocio se cierra 10 veces más. Pero acuérdate lo que te he pedido para que el traje te quede bien”, te guiño el ojo y mientras te vuelvo a mirar de arriba abajo parándome en tus tetas y asintiendo en silencio.

-

“Me das asco... no sé cómo Javi te aguanta” y saliste nuevamente dando un gran portazo sin volver la mirada atrás.

Llegó en seguida en día de la feria y yo ya estaba allí cuando llegas a la hora acordada.

-

“Hola guapa”.

-

“Me llamo Lorena. ¿No te acuerdas o qué?”.

-

“Hola Lorena guapa. ¡Chica qué carácter tienes!, de verdad. ¿Cómo no me voy a acordar?. ¿Vienes bien arregladita… como hablábamos?”, te dije mirando sin disimulo a tu entrepierna.

-

“Que te den… cerdo. Dame el maldito traje de una vez y terminemos con esto”.

-

“Espero que sí, ¿es así?”, pregunto ahora en tono mucho más insistente, mirándote a los ojos, sujetando fuerte tu buzo con una mano y sin soltarlo.

-

“¿Qué haces?, dame el puto traje”.

-

“Pregunto si te has arreglado el coñito como te pedí … creo que es una pregunta sencilla y parece que tengo que ser más directo para que me entiendas”

-

“¡Que te den!. Voy a hablar con Javi sabes”, y cogiste el traje de un tirón fuerte.

-

“Chica, no sé... todo lo haces tan complicado. ¡Ala vístete!. Espero que sí… me fijaré por si acaso”, dije sonriendo maliciosamente… “no tienes forma de ocultarlo y lo sabes”, me quedé sonriendo y súper excitado ya por la primera conversación esperando a que salieses con el buzo puesto. En menos de 2 minutos saliste con el buzo esta vez sí perfectamente cerrado.

-

Vaya ... ¿ves como si que cierra la cremallera?. Si no te ayudaba yo, no hay pega... ya lo sabes. El problema chica es que tienes unas tetas tan enormes que hay que ayudarlas un poquito… pero estas muy guapa.

-

“Ni te acerques a mí. Creo que te lo dijo Javi bien claro”.

-

“Espera... hace mucho calor aquí. Voy a bajar más el aire acondicionado para que se te marquen bien los pezoncitos. Así estarás mas guapa bien empitonada para que mis clientes disfruten de unas buenas vistas”, digo mientras sigo disfrutando de la situación a la vez que bajo el aire acondicionado hasta los 18 grados. “¿No te parece, guapa?.

-

“Me das asco”.

Sin disimular en absoluto te miro a ver si vas depilada aprovechando tu distracción con el aire acondicionado, notando como ya no se te nota abultado el Monte de Venus por el vello y cómo el traje se te clava incluso más en los labios vaginales.

-

“Bueno, bueno… parece que si te has arreglado... mmmhhhh. Así estás más guapa con la rajita bien marcada. La verdad es que da gusto verte”.

Avergonzada y sonrojada te pones detrás del stand para taparme con la mesa lo más posible.

-

“Sal de ahí guapa. Quiero que andes por aquí entre la gente para que te vean así bien empitonada y con el culito ese tan mono que Dios te ha dado. ¡Ala, venga!, a currar”.

-

“Como digas una sola cosa mas de mi me voy. No te aguanto tío”.

-

“Ofrece champagne a los que entren al stand, por favor guapa”.

-

“¿Lo entiendes?. Me da igual lo que diga Javi … una palabra más fuera de lugar y me largo”.

-

“Venga ... no seas tonta, chica, es una broma mujer … no sé cómo puedes ser tan arisca la verdad”.

-

“¿Lo entiendes o no?”, me insististe con ojos realmente enfadados.

-

“Ponte allí que te vea todo el mundo. La feria se va llenando de gente”.

-

“Una sola cosa mas y me voy”, te digo mientras salgo del mostrador.

-

“Vale vale guapa ... déjate de chorradas y a trabajar”.

Cogiste, enfadadísima, la botella de champagne con unas copas y comenzaste a hacer lo que te había pedido.

-

“Vamos a buscar clientes. Te juegas una pasta y yo también. Vamos sonríe guapa, parece que estás amargada”.

Notas como si decenas de ojos se te clavasen en cada centímetro de tu cuerpo. Uno de los primeros en acercarse es un hombre de unos 50 años realmente gordo, con camisa ridícula y pantalón medio caído.

-

“Hola guapa. ¿Me das una copa?”, te dice el obeso desconocido.

-

“Hola, si claro”.

Mientras coje la copa, que le ofreces, te pone la mano en la cintura y te susurra al oído algo.

-

“Estás muy guapa. ¿Qué haces al acabar aquí?”.

-

“Gracias. Irme a mi casa. Estaré muy cansada”.

El posible cliente insiste y baja un poco la mano de tu cintura para tocarte un poco el culo.

-

“Vamos una chica como tú… seguro que quiere ganar un dinerito fácil”.

-

“ ¡¡Bueeeno, ya está bien!!. No soy de esas”.

Mientras el “moscón” continua pegado a ti como una lapa, se acerca otro cliente y te pide una copa. Ahora el gordo es más directo y no solo no te suelta la cintura sino que vuelve a bajar la mano ... ahora ya a cogerte bien el culo descaradamente.

-

“¿Seguro morena?. Vamos... una mamadita ... no sé ... nada raro. Te queda tan bien este traje. Te voy a pagar bien, puedes estar segura morena”.

-

“Si.. seguro”.

Con gracia te sueltas y te alejas, mostrando que estás acostumbrada a tratar con ese tipo de gente. Después de observar todo desde un par de metros, me acerco y te susurro al oído:

-

“Muy bien Lorenita. Te estás ganando hasta el último euro”.

Me despido de ti dándote un pequeño cachete en ese culito que me lleva 3 días poniendo cachondo perdido. Cuando notas mi mano en tus nalgas te giras con mirada de lanzarme la botella, pero otro cliente se acerca a mi y me saluda efusivamente a la vez que te guiño un ojo de forma burlona.

-

“Hola Señor Del Río. Me alegro de verle. Pase a la sala por favor”. “¡Lorena, acompáñanos por favor y nos pones un cafecito en la sala. Tenemos un tema importante”.

Suavizas tu gesto y asintiendo nos sigues. Le hago pasar al cliente por delante y esperándote te comento que este es nuestro principal objetivo del día. Se trata de un hombre elegantemente vestido, de unos 60 años.

-

“Aquí nos jugamos todo Lorena”, te susurro al oído.

-

“Que vale. No me lo repitas mas”.

-

“Bueno guapa ... pues pellízcate un poquito los pezones para que los tengas duritos. Seguro que así le despistamos de lo cachondo que le vas a poner” … y te guiño un ojo cogiéndote nuevamente por la cintura mirándote los pezones que ya los tienes absolutamente marcados en el buzo.

-

“Ni se te ocurra volver a tocarme o te mando ahora mismo a la mierda”

-

“Venga tonta ... si no te los pellizco yo ... póntelos bien empitonados”.

Sin dar pie a más palabras me sueltas una bofetada sin que el cliente nos vea y sin decir nada más te adelanto y paso a la sala.

-

“Me cago en tu madre. Serás zorra”, susurro en voz inaudible a la vez que entro detrás de ti sujetándome la mejilla donde me has dado el tortazo y en la que tus dedos han quedado marcados. Me paro frente al Sr. Del Rio y vuelvo a pedirte un café con mirada de odio.

-

“Claro. ¿Cómo lo quiere?.

-

“Solo, por favor, con un poco de azúcar”, digo mientras sigo mirándote con resentimiento.

-

“Claro ahora mismo”.

Solo para molestarme mueves las caderas mientras sirves el café mientras yo me sujeto la cara donde me pegaste el bofetón. No puedo casi ni hablar del cabreo que tengo y el cliente nota algo raro.

-

“Lorena, por favor, coge de la puerta de arriba una carpeta verde pequeña”, digo apuntando a la parte alta de un armario justo a las espaldas del cliente.

-

“Claro, un segundo”.

Mientras estas estirada de puntillas tratando de coger la carpeta me levanto, me acerco a ti y con una mano en cada teta de doy un buen pellizco en cada pezón haciendo que se te caiga la carpeta al suelo.

-

“Lorena chica, ten cuidado”.

-

“Lo siento, se me resbalo”.

-

“Dámela por favor y siéntate ahí enfrente por si te necesitamos para algo”, digo apuntando justo la silla frente a mí al otro lado de la mesa redonda.

Haces lo que te he pedido y mientras hablo con el cliente me quito un zapato y te pongo el pie entre las piernas por debajo de la mesa. A pesar de que las cierras rápidamente, mi pie queda atrapado en tan delicioso lugar mientras continúo hablando con el cliente como si nada, pero te miro de vez en cuando con cara de cabrón disfrutando del tacto de tu coñito en mi pie, solo separado por el suave buzo de tu uniforme.

-

“Creo que alguien me llama allí afuera, será solo un minuto”, dices como excusa para levantarte sin aguantar más.

-

“Bien. No tardes en volver”.

Antes de que vuelvas el cliente ya sale por la puerta tras despedirse con un apretón de manos. Te miro con cara de gran cabreo y tu me respondes una sonrisita de niña mala.

-

“No hemos cerrado el trato zorrita, por tu puta culpa. Pero me las pagaras. No has leído bien tu contrato”, te susurro al oído.

-

“Te jodes y ahora mismo me marcho”.

-

“Espera ... Javi esta de camino. Le he llamado para que esté presente al cerrar el tema del dinero. Espérame en la sala. Entro en 2 minutos. Tienes una copia del contrato en la mesa para que vayas mirándolo.

Pasaste a la sala pero no leíste ni una letra del contrato. Tu cara de cabreo decía absolutamente todo. A lo 15 minutos aparecí nuevamente con tu jefe.

-

“Hola Lorena”, saludó Javi (tu jefe de la agencia) entrando en la conversación directamente contigo. “¿Me dicen que no ha ido bien el día?”.

-

“No, parece que no cerramos el trato”, dijiste con una sonrisa de oreja a oreja.

-

“Ya ... pues chica. Por la copia del contrato que Carlos me envió, es un problema para ti. ¿Leíste bien lo que firmaste?”.

-

“No leí nada. ¿Como un problema para mí?”.

-

“Pues que la comisión por cerrar el trato se convierte en penalización por no haberlo cerrado. Es algo típico en contratos tan altos. O sea que le debes a Carlos 5.000 Euros. Es lo que firmaste y deberías haberlo leído bien. Pensé que lo sabías”.

-

“¿Cómo?. ¿Cómo voy a deberle yo 5.000 euros después de trabajar?”.

-

“Pues si chica. La prima por cerrar el contrato era alta, pero también lo era la penalización”.

-

“Yo no pienso pagarle nada”.

-

“Pero es lo que firmaste”.

-

“¿Estáis todos locos o qué?. ¿Cómo voy a pagar 5.000 euros?. Si el tío es un inútil que culpa tengo yo?”.

Mientras Javi se sentaba en una silla mostrando cara de preocupación y frotándose el rostro con la mano, volví yo a hablar contigo por las evidentes alusiones a mi profesionalidad.

-

“Mira guapa ... ¿Tú te crees que alguien iba a pagar a una azafata 5.000 Euros por poner un café?. Tenías que poner más de tu parte y la has jodido. ¿Cómo me vas a pagar lo que me debes?”

-

“No pienso pagarte nada y me da igual lo que ponga en esa mierda de contrato. Javi, por favor, dile que esto es una locura”, dijiste aludiendo a tu jefe que continuaba sentado mostrando signos de aparente nerviosismo.

-

“Lorena, no es así. Tienes que pagar lo que has firmado”, afirmó tu jefe.

-

“¡¡Que voy a pagar!!. ¿Estáis locos o qué?”.

-

“Carlos es uno de nuestros clientes VIP y el contrato lo has firmado. Lo siento mucho pero le debes ese dinero”.

-

“Yo no le debo nada. Pero Javi, ¿qué coño te pasa?

Volví a entrar yo en la conversación para presionar un poco más, mirándote desafiante y clavando los ojos en los pezones que tan bien se marcan en el buzo del uniforme.

-

“Mira zorrita, ¿me pagas ... o llegamos a otro acuerdo?. Lo cierto es que puedo ser flexible”.

-

“Zorrita le llamas a tu puta madre. Yo no tengo que pagarte nada y no aguanto mas esto. Me marcho de aquí. Demasiado he aguantado hasta el momento”, dijiste notando claramente mi mirada.

-

“Zorrita, ¿me pagas o llegamos a un acuerdo?”.

Al ver tu intención de abandonar la habitación vuelve a ser tu jefe quien entra en la conversación.

-

“Espera, no te vayas, no puedo perder este cliente. Siéntate por favor, Lorena”.

-

“No me pienso sentar. Estáis de la cabeza los dos”.

-

“Siéntate por favor”, insiste tu jefe.

-

“No me esperaba esto de ti Javi”, dijiste enfadada y por supuesto sin sentarte.

-

“A ver Carlos, tratemos de ser razonables por favor, ¿cómo te puede pagar Lorena?. Seguro que no tiene ese dinero. Seamos comprensibles todos, por favor. Entiende que es una chica joven y no puede tener ese dinero tan fácilmente”.

-

“No pienso pagarle nada, que quede bien claro”.

-

“Mira zorrita ... te perdono el dinero con una condición. Fíijate que bueno soy”, dije nuevamente clavando tus ojos en todo el contorno de tu cuerpo marcado por el ajustado buzo.

-

“¡Que no te debo nada, cerdo!”.

-

“Lorena, por favor, ... escucha lo que diga Carlos. Seamos razonables”, volvió a intervenir Javi tratando de mediar en la discusión. “Si va a un juez tendras que pagar lo que has firmado, chica”.

-

“Zorrita, ¿quieres oír o no?”.

-

“Que dejes de llamarme zorrita cabrón de mierda”.

-

“Zorrita, siéntate por favor”, dije sonriéndome y volviendo a mirarte descaradamente de arriba hasta abajo.

Sin responder una vez más, caminaste con paso firme hacia la puerta mientras Javi se trataba de poner en tu camino para evitar que salieses de la sala de reuniones.

-

“Lorena por favor, no puedes irte. Espera y hablemos con él. Lleguemos a algún acuerdo razonable”.

-

“Apártate, joder. Déjame salir. No aguanto a este cabrón de mierda”.

-

“Lorena por favor, si este tío nos deja me cierra la agencia”.

-

“Y a mi que me importa, Javi. Ese no es mi problema”.

-

A mi me cierra la agencia y tú le tienes que pagar 5.000 Euros mas las costas de un juicio joder. Te va a salir una pasta esta cabezonería. Siéntate por favor y simplemente escucha lo que te diga”.

-

“O me dejas salir o llamo a la policía Javi. No aguanto más”, dijiste visiblemente alterada y mirando hacia la puerta a la vez que cogías tu teléfono móvil.

-

“Mira zorrita, te perdono todo el dinero con una condición. En las próximas dos horas vas a ser mi putita y te voy a follar como te mereces… como estas deseando que te follen de verdad”.

-

“Que te den hijo de puta. Eso es lo que has estado buscando desde el primer momento”.

-

“Y si quiere Javi participar ... le invito”

-

“Que me dejes salir joder”.

-

“Lorena, joder compréndelo. Es una chorrada... mañana está olvidado”.

-

“¡¡Que no pienso pagarle nada a este cabrón!!, y mucho menos entrar en su juego asqueroso”.

-

“Haz lo que te pide y salimos de este lio, chica”.

-

“¿Estás loco o qué?. Ese contrato es una mierda”.

-

“Lorena, nos conocemos desde hace años ... el contrato es bueno. No te engaño. En la agencia hemos firmado muchos de ese estilo y como te lleve a juicio te saca el doble con las costas”.

-

“Joder Javi, eres amigo de mi padre. ¿Cómo puedes pedirme lo que me estás pidiendo?”.

-

“Bueno chica, ha salido mal.

-

“Me conozces desde los 15 años. ¿Cómo puedes ser como ese mierda?”.

-

“Es verdad, por eso creo que es la mejor solución. Yo no soy como él y lo sabes. Deja que te folle y punto chica, no es para tanto”.

-

“No me lo puedo creer, Javi”, afirmaste escandalizada mirando a tu jefe fijamente.

Mientras tanto en mi silla me sigo sonriendo escuchando la conversación  la vez que sigo tu cuerpo con la mirada.

-

“Venga zorrita, quítate ese traje tan chulo que te he puesto”, digo siguiendo con la sonrisa marcada en la cara.

Producto de los nervios, le diste un bofetón a tu jefe en ese mismo momento que sonó en toda la habitación.

-

“¡¡¡Plaaaaas!!! … que me dejes salir joder”.

-

“¡¡Lorena!!. ¿Joder estás loca?”, exclamó tu jefe a la vez que se sujetaba la mejilla.

-

“Déjala salir Javi. Está demasiado nerviosa y necesita pensar sola. Mira zorrita ... te esperamos aquí 10 minutos. Si quieres largarte lárgate, pero en 10 minutos como máximo quiero que vuelvas por esta puerta con la cremallera del traje bajada hasta el coñito. Bien expuesta ... si no os arruino la puta vida a ti y a tu jefe”.

-

“¡¡Que os den a los dos, imbéciles!!”, te despediste con un fuerte portazo

-

“¡Como me cierre la empresa no vuelves a trabajar ni de barrendera. Te lo juro!”, gritó tu jefe mientras salías por la puerta.

-

“¿Has oído ... la cremallera bien bajada hasta el coñito?, te grité yo inmediatamente después para que oyeras mientras te alejabas por el pasillo.

Mientras esperaban se pusieron una copa para charlar de cómo se había complicado todo el plan más de la cuenta.

-

“Javi, chico .. ¿tú crees que vendrá?”, se ha marchado muy cabreada la verdad. Llevamos tanto tiempo preparando esto que si ahora no sale, joder, qué decepción me voy a llevar, con las ganas que la tengo de celebrar el éxito de la feria”, dije antes de reír airadamente..

-

“Te digo que viene. Esta es una zorrita de cojones. Conozco a su padre desde hace mucho. Ya con 15 añitos era una calientapollas y cuando vuelva nos la follamos a saco. Te digo que en el fondo está deseando verse llena de polla”.

-

“Como después del follón que ha montado vuelva, la pienso humillar como a una perrita”.

-

“Yo la tengo ganas desde hace años ... ya te digo que con 15 años que la fichamos en la agencia ya era una calientapollas. Te digo que vuelve”.

-

“Como aparezca por esa puerta se la voy a meter hasta la garganta. Con la boquita de chupona que tiene la cabrona”.

-

“Pues yo le voy a follar ese coñito que se ha depilado la muy gilipollas para ponerse el buzo”

-

“Oye, tu que la conoces más, ... ¿tú crees que se dejara dar por el culo?. La verdad es que tiene un culo que flipas”.

-

“Tenemos que probar también a rompérselo. Seguro que gime como una gatita con una buena polla en el culo”.

Seguíamos con la conversación apurando la copa de Brandy, sin darnos cuenta que habían pasado los diez minutos y nos interrumpió el ruido de la puerta al abrirse.

-

“Vaya ... mira quien está aquí. Hola zorrita, ¿y la cremallera bajada como te pedí?. No te acuerdas ...”, te dije en cuanto te vi aparecer por la puerta a la vez que posaba el vaso en la mesa.

-

“¿Cómo me haces esto Javi?. Me conoces desde hace muchos años y sabes que soy buena profesional”.

-

“A mi no me digas chica. Has sido tú sola la que te has metido en el lio guapa. Haz lo que te dice. No puedo hacer nada en este momento”.

No se veían por estar sentados, pero las erecciones de los dos en ese momento eras increíbles.

-

“¡¡La cremallera zorrita!!. Hasta abajo. No te lo repito”.

-

“Por favor os lo pido … he sido una tonta, pero no me hagáis esto por favor”.

-

“Bien bajada ... hasta el coñito … queremos ver si te lo has depilado bien”.

Mirando al suelo comenzaste a bajar la cremallera poco a poco. Costó abrirla por encima de los pechos, pero lentamente va bajando dejando a la vista parte de tus preciosos pechos.

-

“Joder Lorenita. ¡Quién te ha visto y quién te ve!. Estas buenísima chica”, comentó tu jefe.

-

“Venga zorrita ... hasta abajo. Que se te vea si te has depilado el coñito como te pedí”.

-

“No esperaba esto de ti Javi. ¿No te da vergüenza?. Me conoces desde niña”, dijiste con los ojos vidriosos por la humillación.

-

“Venga Lorena ... no te hagas la tonta. Me parece que yo también voy a disfrutar de este ratito”, dijo tu jefe ahora ya con un tono de voz y una mirada absolutamente obscena.

La cremallera terminó de bajar hasta el final y aunque llegaba justo por encima de tu rajita y no dejaba ver nada, se veía que estaba depilado completamente. Tu exposición así, con la cremallera del buzo abierta, era total.

-

“Mmmmhhh ... pero que rica estas zorrita. Ven aquí de rodillas y empieza a mamar suavemente”, mientras me saqué la polla durísima por la bragueta del pantalón. “Sin manos me gusta mucho más guapa, póntelas a la espalda y no las muevas de ahí hasta que yo te lo pida. Sólo quiero notar tu boquita”.

Sin resistencia y completamente humillada haces lo que te pido, arrodillándote frente a mi polla, sujetando una de tus muñecas a la espalda con la otra mano y sumisa acercas la boca, notando que mi excitación es brutal.

-

“Vamos tonta, no te hagas la remolona. Seguro que pones una cara de zorrita de verdad mientras mamas. Abre bien la boquita y prepárate a tragar”.

Sin decir absolutamente nada y no perdiendo de vista la enorme polla que tenías frente a la cara, humillada y obligada, la cogiste suavemente con los labios y empezaste a pasar la lengua por el capullo.

-

“Mmmmhhh … así ... muy bien. Vamos, que seguro que has mamado unas cuantas. Cómetela enterita.

Después de los lametones iniciales empezaste a mover la cabeza más rápido y además bajando más abajo sin usar las manos en ningún momento.

-

“Mmmhhh, joder Javi tío ... como la chupa”.

Mientras tanto tu jefe se había quitado toda la ropa, quedando completamente desnudo mientras disfrutaba de tu mamada de rodillas y a la vez que se pajeaba suavemente la polla. Pero ya no aguantó más y se arrodilló detrás de ti, para con una mano directamente cogerte por la entrepierna y con otra abrirte el traje para sacar tus dos tetas y jugar con ellas.

-

“Dios Carlos, mírala... se ha depilado enterita la zorrita. Que coñito más delicioso, joder”, dijo Javi con una mano en tu entrepierna y la otra en tus pechos.

-

“Mmmmhhh ... como la chupa la muy puta tío. Vamos Lorenita ... así … trágate la enterita … hasta el fondo vamos”, te decía mientras mi polla poco a poco iba desapareciendo casi entera en tu boca hasta notar mi barriga contra tu nariz. “Vamos tonta, aprieta más que  quiero notar tu lengua en mis huevos”.

Mientras mamabas, tu jefe ya te había bajado el buzo hasta las rodillas, quedando completamente expuesta a sus sobadas. Por una parte te sentías indefensa y por otra te atragantabas con la enorme polla que ocupaba tu boca y parte de tu garganta.

-

“Mmmmhhh ... es buena la putita ... muy buena. Puede con toda la muy zorra”, decía mientras te acariciaba la cabeza. “Deja que te sea yo quien te folle la boquita ahora”, dije cogiéndote por la cabeza con las dos manos.

-

“¡¡¡Aaahhhhummmm!!!

Sin compasión alguna comencé a mover las caderas follandote la boca, sacándotela y metiéndotela hasta el fondo una y otra vez, haciendo que cada vez estés más colorada y lágrimas caigan por tus mejillas por las arcadas.

-

“Mmmmhhhh .... ¡¡qué mamadita más rica me estás pegando, chica rebelde!!. Hace unos minutos ahí toda chulita insultándome y ahora arrodillada con la boquita llena de polla, ¿eh?. Me gusta más esta Lorenita, la zorra sumisa que se deja hacer de todo. Vamos, no llores tonta, traga bien y prepárate para recibir polla por todos los sitios”.

Mientras tanto, Javi te sobaba las tetas violentamente y te clavó dos dedos por tu depiladito coño.

-

“Dios tio ... yo creo que está mojándose la zorra”.

-

“Eso seguro ... las tías como esta son unas zorritas. Primero se creen que son alguien chillando y luego les encanta que les traten así como zorras en celo”.

Con la mano te soba el clítoris en círculos mientras se saca la polla y te la pone entre las nalgas para que la sientas bien dura.

-

“¡¡No ,no!!. Eso no, basta ya por favor” dijiste en ese momento sacándote mi polla de la boca por un momento.

-

“¿Qué pasa tonta?, ¿que no qué? … vamos dilo … quiero oírte Lorenita”

-

“No me folles por favor Javi, por favor te lo pido”.

-

“Te voy a follar zorra porque te tengo ganas desde que tenias 15 años joder”, dice a la vez que coloca la polla a la entrada de tu coñito. “Vamos saca el culito para que entre mejor tonta”, dice Javi mientras sus manos no dejan de pellizcarte los pezones durísimos y a la vez que yo volví a colocar mi polla en tu boquita aprovechando cuando la abriste para chillar.

-

“¡¡Aahhhhhmmmmmm!!, vamos tonta, que yo no te había dicho antes que parases de mamar, sigue con tu trabajo”, y te dí un buen cachete en la cara. “Vamos zorra hasta el fondo”.

Sin compasión alguna Javi te la clavó hasta el fondo de un solo golpe mientras sigue sujetándote con fuerza por los pezones.

-

“Dios ... qué buena esta la zorra. Menudas tetazas y menudo coñito delicioso que tiene”.

Te sientes completamente entregada y humillada mientras notas como una polla entra a placer por tu boca y otra a placer por tu coñito. Aunque intentas con las manos evitar que entre bien dentro, es imposible y la polla de tu coñito se clava todo lo profunda que quiere entrar. Tienes las piernas pilladas por el traje, apenas pudiendo moverte, haciéndote sentir casi como una muñeca hinchable a merced de dos hombres.

-

“Joder tío ... hacía años que no estaba tan cachondo. Qué buena esta y qué coñito mas estrechito tiene. ¿Tú zorrita, tomas la píldora?. No te quiero dejar embarazada ... vamos dime … que si no te lleno de leche en un minuto Lorenita”, preguntó Javi mientras seguía follándote a placer.

-

“Mmmmhhhh ngggooo, mmmhhh”.

-

“Vaya, jajajajaja, …. La muy zorra no sabe hablar con la boquita llena. Vamos para un momento de mamar que ya se que te encanta una buena polla y responde a tu jefe zorrita”.

-

“No tomo nada por favor”, dijiste cada vez más y más sumisa y humillada por la situación.

-

“Pues entonces ya puedes abrir el culito, porque si no puede ser en un agujerito, tendrá que ser en el otro … pero de leche yo te lleno hoy seguro”.

-

“¡¡Nooooo pogfavvoggg…!! , no pudiste terminar de hablar al volver a notar la polla de Carlos hasta la garganta,  mientras Javi te la saca del coñito y apunta a tu agujerito de atrás.

-

“Vamos tonta, ¿no te gusta por el culito?. Vamos, venga dímelo … te la estoy metiendo poco a poco para que la notes bien”. Te la fue clavando milímetro a milímetro por atrás... sin dejar de empujar un solo instante … disfrutando del momento de dominación total de una tía espectacular como tú.

-

“¡¡Ummmmhhhhh!!, ngggoooooo pogfavoggg”, tratabas de quejarte con la boca llena de polla.

-

“Dios que culazo tienes Lorenita”, dice tu jefe mientras te da un par de fuertes azotes en las nalgas dejándote marcados los dedos, mientras se recrea viendo como su polla va desapareciendo milímetro a milímetro entre tus preciosas nalgas.

-

“¡¡Para hijo de putaaaa!!”, lograste decir en um momento que conseguiste librarte de la polla que ocupaba tu boca. “Por el culo no por favor … ¡¡Auuummmmhhhhhh!!”.

-

“Mmmhhhh … ¿Qué diria tu papi si me viese enculando así a su nenita ... eh?.  Desde los 15 años deseando joderme este culo tío. Dios ... qué buena esta”, dijo Javi sobándote el depiladito clítoris en círculos mientras te sodomizaba y tú no parabas de gemir por el dolor de la polla perforando tu agujerito trasero.

-

“MMmhhh ... le gusta tío, métesela hasta los huevos … zorrita, me voy a correr en tu boca y como se caiga una gota te puedes preparar. Te lo vas a tragar todo, ¿vale?”, te saqué la polla de la boca esperando una respuesta mientras seguías recibiendo la polla de tu jefe en el culo”.

-

“Sácamela del culo por favor. Me arde. Sácala, por favor, por favor Javi”.

-

“Me encanta que te arda. Eso es porque lo tienes bien estrechito y tenemos que abrírtelo para que tus novietes puedan darte por detrás, tonta”.

-

“Por favor te lo pido”, dijiste con lágrimas por la humillación en los ojos. “No me hagas esto, Javi por favor”.

-

“Sufre un poco zorrita, a mi me encanta … mira”, y sin previo aviso te la sacó y la volvió a meter de un golpe hasta los huevos. “¿Ves que bien te entra ya?”.

-

“¡¡Aahhhhhhh!!, hijo de puta me duele, joder”.

-

“Te voy a dejar el culo que te va a caber un bate de beisbol”.

-

“No me hs respondido”, te dije. “¿Me has oído zorrita?. ¿Te lo tragaras todito?”, te cogí por las mejillas con fuerza, mirándote a los ojos ... disfrutando de tu humillación.

Totalmente asustada dijiste que si con la cabeza, asintiendo mirándome a los ojos, con carita de sumisa total.

-

“Así me gusta, pues abre la boquita que allá voy”.

Cerrando los ojos y abriste la boca todo lo que podías, obedeciendo nuevamente de forma sumisa, a la vez que mi polla volvió a ocupar tu boquita.

-

“Seguro que tu noviete se pajea para correrse en tu boca … ¿eh? … ¿te echa todo en la lengua, a que sí?. Mmmmhhh .. que guapa estas así enculadita y preparada para tragar leche ….¡¡Aahhhhhh, ahhhhhh, ahhhhhhh!! … joder … que zorra estás hecha Lorenita …vamos trágatelo todito y chúpamela bien para limpiarla”. Primero me masturbé suavemente para estar a punto de terminar y cuando iba a empezar a correrme te volví a meter la polla en la boquita para echártelo todo dentro.

Aunque intentaste tragar,  no pudiste evitar que gran parte de la corrida se cayese por tu cuello hasta tus preciosos y desnudos pechos mientras tu jefe se movía frenéticamente dentro de tu indefenso culito, golpeándote con las caderas en tus nalgas.

-

“Joder .... será zorra la tía, se le ha caído mi leche”, dije cogiéndote fuertemente por la cabeza para volver a follarte la boquita hasta el fondo muy rápido. Aún la tenía dura después de la corrida y aproveché para metértela lo más profundo que pude para arrancarte alguna arcada.

-

“¡¡Auggggghhh!!”.

-

“Zorrita estúpida. Te voy a enseñar yo a mamar y a tragar”, dije pellizcándote los pezones súper fuerte.

-

“¡¡Aaaaauuuuuahhh!!”, solo acertabas a quejarte, sin poder hablar, mientras Javi parecía que llegaba al final dentro de tu culito.

-

“Dios no aguanto mas ... joder … te voy a llenar este culito tan precioso de leche Lorenita … con las ganas que tenía de jodértelo”.

-

“Vamos tío llénale el culo de leche … por zorrita”.

-

“Ahhhhhh …. Ahhhhhhhhhhhhh …ahhhhhhhhh”, dijo tu jefe por cada chorro de leche que mandaba al interior de tu cuerpo.

-

“Joder … que maravilla chico. Un día cachondo perdido viéndola con ese bucito y ahora mírala así en pelotas que mona está”

Una vez los dos nos corrieron, nos quedamos así un poco como fieras calmadas … unos segundos .... mientras tú te tumbaste en el suelo, con las piernas aún enganchadas por el traje y con la cara, el pecho y las nalgas goteando semen de los dos hombres. Los dos nos chocamos las manos, descojonandonos y evidenciando que todo había sido perfectamente planeado entre ambos para tenerte así … desnuda, entregada y bien follada.

-

“Te lo dije tío”, dijo tu jefe. “Esta picaba como una niñata”, remató antes de sentarse a acabarse el cubata. “Relájate un poco guapa, que enseguida viene la segunda parte … jajajaja”.

-

“¿Qué segunda parte?. Dejadme ir cabrones. Me habéis hecho ya todo lo que habéis querido”.

-

“Jajaja … de eso nada guapa. Ahora queremos ver cómo te corres como la zorrita obediente que estás hecha. Lo estás deseando en el fondo … y lo sabes”, afirmé mientras te incorporabas para buscar algo para limpiarte.

-

“Límpiate un poco y quítate ese traje de los tobillos. Tienes un cuerpo divino Lorenita, pero así estás ridícula. Quédate completamente desnuda tonta, que estás mucho más guapa”.

-

“Por favor basta ya. No puedo más. Por favor Javi”, dijiste mirándole fijamente a tu jefe que permanecía desnudo con la polla completamente flácida después de su corrida anterior.

-

“Guapa, a ver si te crees que por muy buena que estés me voy a conformar con un polvo a cambio de los 5.000 Euros. Mira tú mismo puedes decidir, sácate ese bucito de los tobillos y quédate completamente desnuda para que volvamos a jugar o súbetelo y te largas por la puerta cuando quieras. No creo que haya ninguna cadena atándote aquí dentro. En el fondo lo que te pasa es que eres una zorrita calientapollas y te apetece otro buen polvo … ¿tengo o no tengo razón?”, dije mirándote a los ojos esperando a tu reacción.

Tras unos segundos en que volví a recorrer tu cuerpo desnudo con la mirada de arriba abajo, volviendo a admirar tus preciosos pechos grandes y firmes, tus caderas bien marcadas y ese coñito depilado que me había vuelto loco mi polla parece que empezó a crecer nuevamente poco a poco … y terminó de ponerse durita al ver cómo sin agacharte te sacabas el buzo de los tobillos ayudándote simplemente de los pies, quedando ahora sí completamente desnuda.

-

“Pero que zorra estás hecha Lorenita. Ven aquí Lorenita. Siéntate en mis rodillas. Quiero probar esos deliciosos labios tuyos … seguro que saben a una deliciosa fruta prohibida … y además no te creas que se me ha olvidado el tortazo que me diste … te voy a dar unos buenos azotes

…. y te acercaste a mi sentándote en mis rodillas … (continuara)

Comentarios por favor a carlos_javier_gzlez@yahoo.es