Ayyyyyy maider

AYYYY MAIDER, QUE DUCHA

Maider fue al gimnasio como todos los viernes a última hora de la tarde, era el gimnasio de un amigo suyo, de esa forma podía ir tarde y estar más tranquila. Su amigo era monitor de gimnasio. Ella estaba en los aparatos de musculación, a su lado estaba Amaia su mejor amiga. Estaban haciendo ejercicio y en un momento de descanso comentaban lo buenos que estaban algunos de los chicos y alguna de las chicas. Al de media hora ya solo quedaban las dos chicas, su amigo el monitor del gimnasio y otro chico.

El chico se fue a la ducha llevaba la camiseta gris pegada al cuerpo completamente sudada en la espalda. En la ducha se empezó a quitar la ropa y se metió bajo el agua, apoyó las manos en la pared mientras el agua caliente caía por su cuerpo lentamente, muy lentamente. El cerraba los ojos jabonándose el pelo con las dos manos. En ese preciso instante sintió unas manos que comenzaban a darle jabón en la espalda. Se dio la vuelta y vió a Maider completamente desnuda empezando a dar jabón.

La conocía de vista del gimnasio y sabía que era amiga del dueño del mismo. Al principio se sorprendió y pensó en rechazarla pero la verdad es que la chica era muy guapa y estaba como para comérsela. El se dio la vuelta para besarla pero ella le hizo seguir dándola la espalda y siguió dándole jabón en la espalda, fue bajando hasta llegar a las nalgas, jabonó los dos cachetes y con un dedo pasó el jabón por la raja del culo. Con la otra mano le acarició los huevos como sopesándolos y subiendo la mano con mucha dulzura por la polla.

El ya no aguantó más y se dio la vuelta y la besó, los dos cuerpos parecían como dos llamas de ardiente fuego uniéndose en una sola. Las lenguas jugaban a una pelea de ardiente deseo. Jon la separó y mirándola a los ojos con deseo admiró su belleza. La chica era de algo más baja que él, de pelo largo castaño con mechas rubias, ojos marrones y labios sensuales, delgada, pechos medianos con los pezones como dos pequeñas montañitas de color café claro, culo redondo respingón, se notaba que lo ejercitaba y en el pubis solo un pequeño mechón castaño.

Ella se arrodilló ante él y comenzó a besar el glande del chico, estaba descapullado. Se lo fue metiendo en la boca con la lengua jugando con el frenillo y sacándolo aspirando el agujerito de la uretras para después volver a engullirla por completo. Con la mano acariciaba los huevos y se ayudaba con la mano masturbándole y mamandosela. El la retiró y se sentó en el suelo indicándola que le montase. Ella se agachó sentándose sobre la polla que estaba muy dura y comenzó a metersela en el coño dando la espalda al chico.

El empuñaba los pechos como si fueran dos asas de las que ella cuando comenzó a botar sobre la polla del chico él se servía para regular la velocidad. La chica jadeaba y gemía mucho. El acercó el gel y se echó parte en la mano y la acercó al culo, al ano masajeándoselo. Ella no aguantó más y tuvo su primer orgasmo. El seguía follandola pero ella como queriendo torturarle redujo la velocidad al máximo pero haciendo que la penetración en su vagina fuera muy profunda. El la penetraba con dos dedos en el ano y esta doble penetración la estaba volviendo loca.

Cuando él ya la follaba el coño con la verga y con los dedos el culo se levantó y también dándole la espalda se la metió ella sola en el ano. Al principio le costaba pero conforme pasaba el tiempo cada vez le resultaba más fácil hasta que empezó a botar sobre la verga en círculos y retardando la eyaculación de él.

Fuera en el gimnasio Amaia fue a la ducha de las chicas y vió la ropa de Maider y se sorprendió porque ella no estaba allí y su ropa si y no era posible que hubiera salido porque tendría que haber salido desnuda. Fue al despacho de Gaizka el dueño y monitor del gimnasio y se lo comentó. El la dijo que no sabía donde estaba que la buscara ella que él tenía que rellenar unos papeles. El supuso donde estaba. Amaia solo le quedaba un sitio por mirar y era el vestuario de los chicos y nada más entrar oyó los gemidos que venían de la ducha. Era Maider. Se desnudó para unirse a la fiesta.

Apareció en la ducha viendo a Jon sentado y con Maider sobre él ensartada por el ano por la verga del chico. Amaia mostraba todos sus encantos, de pelo largo rizado de color castaño, ojos almendrados de color miel. Bonita sonrisa, pechos pequeños de pezones rosados, culo redondo y duro y pubis de ensortijado vello negro. Se puso a cuatro patas entre las piernas de Maider y comenzó a besarla en los muslos, con la mano acariciaba sus pechos mientras Jon sostenía a la chica tumbada sobre él guiándola.

Amaia pasaba la lengua a continuación por la vulva de su amiga y llegaba al clítoris toqueteándole con la lengua y penetrándola con dos dedos que buscaban su punto G y la follaban. Pero Jon no pudo aguantar más y eyaculó dentro del ano de la chica. Amaia pudo observar el semen resbalando por la verga del chico saliendo del ano de su amiga y resbalando hasta el suelo.

Maider se puso abierta de piernas en el suelo tumbada boca arriba y su amiga la seguía lamiendo el coñito cuando llegó Gaizka y vió el espectáculo. La cogió de las caderas y abriéndola de piernas se la metió a Amaia en el coño empezando a follarla. La follaba con fuerza y vigor mientras ella se comía el chochito de Maider. Jon acercó la polla a la boca de Maider y ésta se la empezó a ensalivar y a dar lametones en todo el tronco mientras le decía obscenidades. Luego la engulló por completo y el pene empezó a ponerse duro y tieso de nuevo.

Gaizka se la sacó de dentro a Amaia y se tumbó en el suelo para que la chica lo cabalgara. Ella se montó a horcajadas y empezó a galopar sobre el chico. Sentía la base de la polla rozar sobre el clítoris y esto hizo que aumentaran las sensaciones. De repente sintió detrás a su amiga que lamía su agujerito trasero y ensalivándoselo para después meterla un dedo muy lentamente. Cuando estuvo así Jon la cogió y empezó a clavársela. La chica era ahora follada por dos jóvenes vergas.

Maider entretanto se sentó sobre la boca de Gaizka y el chico sacó la lengua y lamía su conejito, la muchacha estaba muy mojada, terriblemente mojada. Las dos chicas que estaban frente a frente se besaban apasionadamente jugando con sus lenguas y acariciando sus pechos. Amaia subía y bajaba sobre la verga de Gaizka y Jon la daba por culo maravillosamente. El dolor que sentía al principio se convirtió en placer. Las dos chicas se convulsionaban por los orgasmos.

Jon se la sacó del culo a Amaia y ella se levantó de la polla de Gaizka e intercambió la postura con Maider que volvió a sentir la verga de Jon pero ahora también la de Gaizka. Estaba en la gloria. Las dos chicas parecían multiorgasmicas, sus fluidos resbalaban por sus prietos muslos en el momento que ellos les avisaron de su eyaculación y las dos chicas se levantaron y ayudaron a levantarles para situarse de rodillas debajo de ellos que se masturbaron llenando sus caras de semen. Luego se ducharon los cuatro juntos y se fueron a tomar unas copas.

Este relato es imaginario pero si queréis podéis escribirme sobre todo mujeres a:

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