Ayúdame a recordar 30

Ali: Poco después de que te fueras a casa de tu hermana decidí contarles a mis padres que era lesbiana y que estaba enamorada de ti, que tan solo salí con Andrés para que fuera mi tapadera. Como era de esperar me insultaron y me dieron dos días para hacer las maletas y buscarme un piso para vivir.

Yo: A la historia de un año- contesté mirándolos fijamente, Alicia me apretó la mano mostrándome su apoyo, yo se la besé y le sonreí.


Entre Alicia y yo poco a poco fuimos contándoles a mis padres todo lo que había ocurrido aquel último año. Nos llevó nuestro tiempo explicarles todo pero el momento más difícil de explicar fue la razón por la cual había estado tan mal y había tenido que irme a casa de Natalia ese último mes. No quería mentir más y no nos quedó más remedio que contar la verdad. No era la mejor manera para que Alicia les cayera bien pero teníamos que ser honestas. Después de explicarles aquello mi padre se puso hecho una furia.

Antonio: ¿Cómo pudiste dejar que le hicieran eso?- le preguntó enfadado a Alicia.

Ali: No tiene ni idea de lo que me arrepiento de eso- dijo para intentar calmarlo.

Yo: Papá por favor, cálmate- le pedí.

Antonio: ¿Cómo quieres que me calme? No le importaste una mierda Ainhoa, ¡te dejó tirada!- exclamó con rabia.

Iba a replicar, a decirle que se estaba pasando pero Alicia se adelantó.

Ali: Su hija es lo que más me importa en esta vida, la amo como no puede imaginarse- le reprochó intentando no perder la calma.

Antonio: Si fuera lo más importante de tu vida no habrías permitido que le hicieran eso, si la amaras de verdad no habrías permitido que ella sufriera de esa manera- la encaró.

Yo: ¡Papá, basta!- le grité levantándome pero no me hizo caso.

Ali: Podrá negarme muchas cosas pero no voy a permitir que niegue que la amo- le contestó empezando a enfadarse.

Yo: Ali tranquilízate, no es bueno para el bebé- le dije suavemente.

Antonio: Has perdido la memoria por su culpa, podrías haber muerto, podrías no haber recordado nada. ¿Cómo puedes estar con ella?- me preguntó airado.

Yo: ¡Porque la amo!

Antonio: Por su culpa he tenido que experimentar que mi propia hija no recordara mi nombre, que no supiera quien era. Podrías…-le interrumpí.

Yo: Podrías, podrías, podrías. ¡Ninguno de esos podrías se han hecho realidad! ¡De todos los presentes en esta sala yo he sido la que más ha sufrido! No niego que a vosotros os haya dolido que no os recordara, pero yo he tenido que cargar con que no conocía a nadie, con saber que tenía una familia y un pasado y no recordar nada, con que ni siquiera sabía leer ni escribir- enumeré dejando un gran silencio en la sala.

Mi padre hizo el amago de decir algo pero me adelanté.

Yo: La amo lo suficiente para perdonarla y para saber que ella también me ama a mí. Y en el remoto caso de que me estuviera equivocando y no fuera así me daría exactamente igual. ¿Sabéis por qué? Porque ella me hace feliz, y cada instante que he pasado con ella ha valido la pena- concluí.

Ella me sonrió y me apretó cariñosamente la mano.

Yo: Me voy a quedar aquí para cuidar de ella y del bebé- afirmé mirándolos.

Antonio: ¿Esa es tu decisión?- me preguntó mirándome fijamente.

Yo: Sí- contesté segura.

Antonio: Está bien- contestó levantándose y saliendo del comedor.

Clavé mi mirada en el suelo bastante entristecida.

Yo: Di algo mamá- dije mirándola con pena, no había hablado en toda la discusión.

Lucía: Lo primero que voy a decirte es que tu padre no se ha comportado así porque salgas con ella, tal y como él ha dicho a nosotros no nos importa con quien estés mientras seas feliz- contestó ella con voz suave.

Yo: ¿Entonces por qué se ha comportado así? Sé lo que me ha hecho, lo he sufrido en mis propias carnes, y entiendo que le moleste, pero ella me hace feliz- le dije confusa.

Lucía: Fue un golpe muy duro para nosotros enterarnos que habías perdido la memoria, entiende que se sienta enfadado al saber que estás saliendo con ella cuando ha sido la razón de nuestro sufrimiento- me explicó.

Yo: ¿La odiáis?- pregunté con temor.

Lucía: Quizás tu padre piense eso, pero no la odia- respondió segura.

Yo: ¿Y tú?- volví a preguntarle.

Lucía: Tampoco- miró a Alicia- No soy nadie para juzgar si amas a mi hija o no, pero te voy a decir que lo que hiciste no es propio de alguien que esté enamorado. Ha pasado un año de eso y tú puedes haber cambiado, yo lo único que quiero es que mi hija sea feliz.

Ali: Le aseguro que no hay cosa en este mundo que me importe más que la felicidad de Ainhoa- afirmó segura.

Mi madre asintió en respuesta a su afirmación, después de eso nos quedamos en silencio unos cuantos segundos. Ali y yo estábamos cogidas de la mano, ella con el dedo gordo me acariciaba el dorso.

Lucía: ¿Cómo llevas el embarazo?- le preguntó amistosamente.

Ali: Muy bien, es bastante raro pensar que voy a ser madre- contestó con una sonrisa.

Lucía: Sabes que va a ser muy duro criar a ese bebé y que vas a tener que renunciar prácticamente a tu vida para cuidarlo, ¿verdad?- le preguntó a modo de advertencia.

Ali: Por esa razón le mentí a Ainhoa, no quería arrastrarla a este gran problema y que renunciara a su futuro. He intentado convencerla de que se vaya pero se niega.

Miró la hora en su reloj y me miró a mí.

Ali: Aún estás a tiempo de coger el avión- dijo intentando hacerme cambiar de opinión.

Yo: Digas lo que digas no vas a conseguir que me marche- insistí mirándola fijamente.

Al contestarle vi como su rostro se entristeció desesperanzado por conseguir su objetivo.

Lucía: Ainhoa, ¿estás completamente segura de querer formar parte de la vida del bebé? Un niño conlleva muchas responsabilidades, vais a tener que renunciar a muchas cosas.

Yo: Quiero formar parte de la vida de Alicia, y yo no puedo obligarla a abortar si ella no quiere, así que sí, quiero formar parte de la vida del niño- contesté segura.

Natalia: ¿Qué te han dicho tus padres?- le preguntó curiosa después de no haber dicho nada en toda la tarde.

Ella bajó su mirada a sus manos visiblemente incómoda por la pregunta.

Ali: En comparación con mis padres Antonio ha sido un tierno y dulce corderito- contestó con una sonrisa triste.

Natalia: Con el tiempo se les pasará, ya verás.

Ali: Lo dudo mucho- contestó negando con la cabeza- Se han ido a otro de sus viajes de ‘trabajo’, no les he importado.

Lucía: Por muchas cosas que hagas o digas sigues siendo su hija, quizá tarden más o menos en aceptarlo, pero ellos te quieren- la reconfortó, sabía lo difíciles que podían llegar a ser sus padres.

Ali: Gracias por los ánimos- dijo sincera con una sonrisa.

Lucía: De nada.

Natalia: Se está haciendo tarde, tendría que irme ya- anunció levantándose del sofá.

Ali: Yo también debería irme.

Yo: Siento haber roto tus esperanzas para perderme de vista- bromeé abrazando a Natalia para despedirme de ella.

Natalia: No seas boba, sabes que te quiero mucho- me dijo al oído.

Yo: Y yo a ti- le contesté separándome.

Se acercó Ali a ella para despedirse también.

Ali: Gracias por guardarme el secreto estos años- le dijo dándole un abrazo.

Natalia: Tu caso podría definirse muy bien con el dicho ‘El que la sigue la consigue’- le dijo, las dos se echaron a reír.

Yo: ¿Qué secreto? ¿Por qué dices eso del dicho?- le pregunté desconcertada.

Ali: No del todo, hubo una época en la que nos distanciamos mucho- dijo ella ignorando mi pregunta.

Natalia: Bueno, pero la cuestión es que la tienes ¿no?

Ali: Doy gracias a Dios cada día por ello- contestó orgullosa mirándome.

Yo: ¿Me he perdido algo?- volví a preguntar.

Ali: Tu hermana supo desde el principio que estaba enamorada de ti- me confesó.

Yo: ¿Cómo?- dije asombrada.

Ali: Todavía no lo sé ni yo. Un día que vine a tu casa y tú aun no habías llegado me dijo: A ti te gusta mi hermana.

Natalia: Deberías haber visto la cara de sorpresa que puso intentando decirme que aquello no era verdad, parecía que había visto a un fantasma- recordó riéndose.

Ali: Me acuerdo como si fuera ayer, lo pasé realmente mal- dijo sonriendo- ¿Cómo lo averiguaste?

Natalia: Me bastó con observar tú reacción cada vez que la veías con Sergio, la manera en que la mirabas, la típica sonrisa tonta de enamorados… Aun no entiendo cómo he sido la única en darme cuenta.

Yo: ¿Por qué no me lo dijiste antes? ¿Tú sabes lo mal que lo he pasado por pensar que no ibais  a aceptarme?

Natalia: Le perjuré a Alicia que no te diría nada, y aunque estuve tentada a contártelo no pude romper mi promesa- se justificó.

Yo: Consigues que hasta mi familia se ponga en mi contra- le dije mirándola con los ojos entrecerrados.

Ella se encogió de hombros a la vez que una pequeña sonrisa se le escapaba.

Natalia: Sé que amas a Ainhoa ya que todas las charlas y lágrimas que hemos tenido me lo han demostrado, pero si no te dijera esto no sería una buena hermana. Tan solo quiero pedirte que no le hagas daño.

Ali: Eso es lo último que deseo. Tal y como te dije en su día voy a vivir para hacerla feliz- le aseguró.

Aquella conversación me sirvió para darme cuenta de que mi hermana y Alicia tenían una relación más cercana de lo que yo pensaba. Más tarde investigaría sobre eso.

Lucía: Tan solo me queda decirte que eres bienvenida a esta familia y que esta es tu casa si algún día necesitas ayuda- dijo despidiéndose de ella.

Ali: Se lo agradezco muchísimo- contestó sonriéndole.

Lucía: Por favor tutéame, dejémonos ya de formalismos.

Ali: Está bien.

Lucía: Dale paciencia a Antonio, esto le ha impactado un poco pero puedo asegurarte que os adorará tanto a ti como al bebé- le aseguró.

Ali: Me alivia mucho oír eso- respondió suspirando.

Yo: Te acompaño a casa.

Ali: No hace falta mi amor.

Yo: No te lo estaba preguntando, lo estaba afirmando- le dije con una sonrisa.

Ali: A veces eres imposible- me miró negando con la cabeza.

Me acerqué a ella y la besé con ternura.

Yo: Aun así y todo te encanto- le susurré al oído.

Ali: Demasiado.

Me acerqué a mi madre para despedirme.

Yo: ¿Hablarás con papá?- le susurré para que tan solo me oyera ella.

Lucía: Sí. No le tomes en cuenta lo de esta tarde, sabes que te adora.

Yo: Ya lo sé, en cierto modo entiendo que se haya puesto así.

Lucía: Tú dale tiempo y ya verás.

Asentí y le sonreí.

Yo: Te quiero. Adiós- me despedí.

Cerré la puerta y bajamos las tres en el ascensor, Natalia se fue por su lado y nosotras por el nuestro.

Ali: ¿Te esperabas lo de tu padre?- me preguntó mientras encendía el motor del coche.

Yo: En parte sí y en parte no. Sabía que no le iba a hacer gracia que tú estuvieras embarazada y mucho menos que fueras una de las causas de mi accidente- le contesté pisando el acelerador.

Ali: Ainhoa…- me detuvo con la mano, dejé el coche inmóvil.

Yo: ¿Qué ocurre?

Ali: No te he explicado lo suficiente lo avergonzada, estúpida e inmadura que me siento por lo que te hice aquella noche- me dijo angustiada.

Yo: Ali ya pasó, está bien. Gracias a eso estoy hoy enamorada de la mujer más hermosa, increíble, inteligente y adorable del mundo- le contesté sonriendo con ternura.

Ali: Pero te defraudé.

Yo: Sí, me defraudaste. Pero has querido renunciar a tu felicidad por mi futuro, no has sido egoísta porque sabías que si me decías que estabas embarazada no querría irme. Con eso me basta- intenté hacerla entrar en razón.

Ali: Y por mi culpa has renunciado a tu futuro- repitió fastidiada mirando por la ventana.

Yo: Es verdad que me quedo aquí por ti, pero no porque tú me lo hayas dicho si no porque yo quiero. No es culpa tuya.

Ali: Si no nos hubiéramos visto hoy ya estarías en ese avión.

Yo: Si no nos hubiéramos visto hoy estaría en ese avión pensando que no me amabas lo suficiente- contesté volviendo a poner en marcha el coche y metiéndome en un tremendo atasco.

Ali: Ya no vivo en casa de mis padres.

Giré mi cuello y la miré asombrada.

Yo: ¿Cómo que ya no vives con tus padres?- le pregunté sorprendida.

Ali: Me han echado de casa- soltó sin mirarme.

En vez de preguntarle la razón esperé a que tomara ella la iniciativa.

Ali: Poco después de que te fueras a casa de tu hermana decidí contarles a mis padres que era lesbiana y que estaba enamorada de ti, que tan solo salí con Andrés para que fuera mi tapadera. Como era de esperar me insultaron y me dieron dos días para hacer las maletas y buscarme un piso para vivir- me explicó mirándome esta vez.

Me había quedado de piedra, no me lo esperaba en absoluto.

Yo: Lo siento mucho Ali- le dije cogiéndola de la mano.

Ali: Quería hacer las cosas bien contigo y era un buen comienzo, así no dudarías de mi amor cuando volviéramos a vernos. Pero después me enteré de que estaba embarazada así que…- añadió apretándome la mano.

Yo: Nunca dudé de lo que sentías por mí. Quise hacerlo, estaba tan enfadada contigo que por un momento llegué a desear que no me amaras. Me fue más fácil pensar que me amabas pero que era mejor para ti estar con Andrés- recordé sintiendo un pinchazo en el corazón.

Ali: Nunca volví con él si es lo que estás pensando- me aclaró.

Yo: Lo sé, pero por aquel entonces todo me parecía posible- le dije- ¿Entonces dónde vives ahora?

Ali: Mis padres fueron considerados conmigo y me dijeron que cada mes me ingresarían algo de dinero en el banco para que pudiera alquilarme un piso y tener algo de comer- me explicó.

Yo: No entiendo cómo pueden echarte de casa sabiendo el estado en el que estás- comenté negando con la cabeza.

Ali: No lo saben, mi idea era decirles que era lesbiana y después decirles que estaba embarazada pero antes de que pudiera empezar con la segunda parte ya me estaban gritando- dijo haciendo una mueca- Si no me quieren por lo que soy no quiero que me quieran por lo que llevo dentro.

El claxon de las decenas de coches que nos rodeaban se convirtió en un verdadero martirio. A pesar del barullo que había montado fuera el silencio hizo presencia entre Alicia y yo. Odiaba aquello.

Yo: Escuché la canción que me dedicaste en la radio-  comenté en un intento de romper el silencio.

Giró su cuello y me miró a los ojos un poco sorprendida.

Ali: ¿En serio?.

Yo: Una de mis canciones preferidas de Edurne, muy bonita- contesté poniendo mi mano sobre la suya- Me sentí identificada con la letra.

Ali: No pensé que la escucharas, de hecho quería que no lo hicieras.

Yo: ¿Por qué?

Ali: Porque justo el día después de dedicártela supe que estaba embarazada, y si la hubieras escuchado no me habrías creído cuando tuve que decirte que no te amaba.

Yo: Es que no te creí.

Ali: Cuando viniste a buscarme yo ya había hablado con mis padres, ese era el último día que me quedaba en casa, por eso salí a beber.  Me daba igual estar embarazada. No tenía ni idea de a dónde ir y estaba asustada, gracias a Dios encontré un alquiler barato que podía costearme- me contó, se removió en su asiento.

Yo: Yo…siento mucho lo que te dije aquella noche. Dios, he sido tan injusta- me arrepentí cerrando los ojos y apoyando la cabeza contra el cristal de la ventanilla- Yo insultándote, gritándote y echándote las cosas en cara sin saber a lo que te estabas afrontando en el estado en el que te encuentras.

Ali: Mi amor, de las dos tú precisamente no eres la que debe disculparse- me dijo acariciándome la mejilla con su mano.

La miré con ternura y le sonreí. Mirases cómo la mirases era simple e inexplicablemente hermosa.

Yo: Te amo- le susurré.

Ali: Yo también te amo.

Poco a poco el tráfico fue aligerándose de manera que pudimos salir de aquel horrible atasco en diez minutos más. Ali fue indicándome qué calles debía tomar hasta que llegamos al piso que tenía alquilado. Aparqué y apagué el motor dejando el ambiente en el que hubiera sido un silencio total de no ser por el sonido de unos grillos.

Ali: ¿Quieres subir?- me preguntó mirándome.

Yo: Claro.

Salimos del coche, subimos en el ascensor y entramos en su nueva casa. No tenía recibidor, directamente al entrar te encontrabas con el comedor. Estaba muy vacío, tan solo había un sofá, un mueble, una televisión y una mesa con dos sillas.

Ali: Poco a poco tendré que ir comprando cosas, de momento con esto me es suficiente.

La casa era pequeña, tenía el espacio para máximo dos personas. La cocina tenía barra americana por lo tanto también estaba conectado con el pequeño salón-comedor.

Yo: Es acogedora- comenté mirando a mi alrededor.

Ali: ¿Vas a quedarte a cenar?- me preguntó dejando su bolso.

Yo: Depende.

Ali: ¿De qué?- me preguntó levantando una ceja.

Yo: De si quieres que me quede a cenar- contesté con una sonrisa divertida mientras la abrazaba por la cintura.

Ali: Si no quisiera que te quedaras no te lo habría ofrecido- me contestó cruzando sus manos detrás de mí.

Yo: ¿Eso es un sí?- pregunté acercándome a sus labios.

Ali: Sí- susurró antes de besarme.

Mientras nuestros labios jugueteaban acaricié suavemente su espalda.

Yo: ¿Qué tenemos de menú?- pregunté al separarme de ella.

Ali: Vayamos a ver.

Deshizo el abrazo y se metió en la cocina, yo me apoyé en la barra observándola.

Ali: Podemos hacer un poco de pasta- ofreció enseñándome un paquete de espaguetis.

Yo: Perfecto.

Mientras ella sacaba las cosas para cocinar yo le envié un mensaje a mi madre avisándola de que no iba a cenar en casa. Después me metí en la cocina y le ayudé a preparar la cena. Estuvimos jugando y bromeando, manchándonos con la salsa de tomate o con el agua como si fuéramos niñas pequeñas. Dentro de la pequeña y vacía casa su risa era más potente, lo cual me alegraba de una manera incomprensible. Terminamos de preparar la cena y empezamos a comer hambrientas. A Alicia no se le daban bien muchas cosas ya que era bastante patosa, había que admitirlo, pero cocinaba como una auténtica chef.

Yo: Ali esto está buenísimo- la elogié al probar la salsa.

Ali: Me alegra que te guste- sonrió al verme comer con tantas ganas.

A mí se me podía ganar muy fácilmente por el estómago, eso Alicia lo tenía más que dominado, una pequeña razón más por la cual amaba con locura a esa mujer. Terminamos de cenar, recogimos los platos y la ayudé a fregar. Mientras me secaba las manos me fijé en la hora que había en un reloj que estaba colgado en la pared.

Yo: Debería irme ya.

Ali: Es muy tarde, no me gusta que conduzcas a estas horas. Es peligroso.

Yo: ¿Y qué sugieres?- le pregunté con picardía.

Ali: Podrías pasar la noche aquí conmigo…- ofreció cogiéndome de las manos.

Yo: ¿Durmiendo contigo, abrazada a ti, toda la noche?- pregunté acercándome a ella.

Ali: Ajam- murmuró besándome el cuello.

Yo: No…- suspiré.

Ali: ¿No?- preguntó extrañada separándose.

Yo:…lo dudes- finalicé la oración dándole cortos y rápidos besos en los labios.

Ali: Voy a darte algo para dormir.

Volví a enviarle un mensaje a mi madre indicándole que no iba a dormir a casa y fui tras Alicia hasta el que supuse sería su dormitorio. Había una cama matrimonial, una mesita de noche y un armario el cual había abierto.

Ali: Toma este- me dijo pasándome un pijama.

Lo cogí y empecé a desvestirme mientras ella aún estaba de espaldas. Me quité la camiseta, los zapatos y los pantalones. Cuando me llevé las manos al broche del sujetador Ali se dio la vuelta y se quedó mirándome fijamente de arriba abajo embobada, se sentó en la cama. Sonreí al ver su reacción. Lentamente me lo fui quitando y lo dejé en la cama junto al resto de mi ropa. Primero me puse los shorts del pijama y luego, después de un buen rato contoneándome delante de la expectante mirada de Alicia, me puse la camiseta.

Yo: ¿Quieres que te ayude?- le pregunté seductoramente sentándome delicadamente en sus rodillas.

Le fui besando el cuello mientras poco a poco le iba desabrochando los botones de su camisa.

Ali: ¡No! No hace falta, puedo yo sola. Mejor…mejor voy al baño.

Cogió su pijama y abandonó el cuarto con velocidad. Me senté donde ella había estado antes desanimada y pensativa ante su reacción. Estuvo un par de minutos en el baño, yo seguí empanada hasta que entró de nuevo en el dormitorio.

Ali: ¿Qué ocurre?- me preguntó al verme tan distraída.

Yo: Nada, no pasa nada. Es una tontería- negué con la cabeza.

Ali: Si te tiene distante entonces no es ninguna tontería, al menos no para mí.

Yo: No es nada. Tan solo pensaba que después de las veces que hemos estado juntas tendrías la suficiente confianza como para que volviera a verte desnuda.

Ella bajó la mirada desanimada, yo suspiré.

Yo: ¿Ves? Es una tontería, mi amor no pasa nada. Si no te sientes preparada después de todo este tiempo yo lo entiendo, no me importa- la animé cogiéndole la mano.

Ali: No, no es nada de eso- negó rápidamente.

Yo: ¿Entonces?

Ali: Mírame.

Y le hice caso, la miré de arriba abajo intentando encontrar algo, me encogí de hombros.

Yo: Tienes un cuerpo de infarto- comenté riendo.

A diferencia de lo que creía que iba a provocarle mi comentario, me pegó en el brazo.

Ali: ¡Ainhoa esto es serio!

Yo: ¡Au! Yo no te veo nada diferente- me quejé sobándome el brazo.

Ali: ¿Enserio? ¿Esto no es nada diferente?- preguntó irónica señalando su barriga.

Yo: Pero Ali, a mí eso no me importa- contesté para restarle importancia.

Ali: Pero a mí sí me importa.

Yo: ¿Te avergüenza que te vea?

Ali: Me molesta e incomoda, porque si yo fuera tú precisamente no me agradaría verte así.

Suspiré, le cogí las manos y la miré.

Yo: Es cierto que me resulta muy extraño verte así, desde luego no me imaginaba verte de esta manera, pero no me sirve de nada sentirme mal por ello. Lo único que puedo hacer ahora es apoyarte y ayudarte a cuidar al bebé- le respondí sincera.

Ali: Aun así, es incómodo para mí.

Yo: No quiero que te justifiques, ni que te sientas mal, ¿vale? Voy a hacer como que todo este tiempo que has pasado sin mi te has dedicado a comer para poder desahogar tú tristeza por no tenerme a tu lado y que, como es obvio, has engordado- bromeé sonriendo.

Ali: Entonces no querré que me mires porque estoy gorda.

Yo: Estando embarazada, gorda o en silla de ruedas, eres la mujer más preciosa y sexy del mundo- respondí besándola.

Ali: Eres una mentirosa- susurró ella antes de que la besara.

Yo: Eso es completamente incierto- dije antes de volver a besarla.

Cuando iba a separarme ella me puso su mano en mi mejilla impidiéndomelo, recorrí con mi lengua sus labios provocándonos a ambas un escalofrío. Al separarnos finalmente ella me sonrió mirándome dulcemente.

Ali: Gracias por darme esta segunda oportunidad- me agradeció.

Yo: Shh, no lo hagas.

La tumbé con delicadeza y empezamos a besarnos lentamente. No quise excitarnos a ninguna de las dos, razón por la cual no intensifiqué mucho mis besos, tan solo nos besábamos mientras ella jugaba con mi pelo y yo de tanto en tanto perfilaba con mi nariz su rostro. La mitad de mi cuerpo estaba sobre ella pero cargaba todo mi peso en mi brazo izquierdo por miedo de hacerle daño al feto. Me incorporé y me senté a sus pies.

Ali: ¿Qué haces?

Yo: Tú déjate hacer.

Cogí uno de sus pies y empecé a masajearlo con fuerza con los dedos pulgares. Recorrí toda la planta de su pie ejerciendo presión.

Ali: Mi amor no hace falta que me hagas un masaje.

Yo: Estás agotada Alicia, cada vez que te sientas suspiras cansada, probablemente no has parado en todo el día y eso para tu embarazo no va bien. Déjame como mínimo que intente que te relajes un poco- le contesté siguiendo con el masaje.

Iba a darme las gracias pero me llevé un dedo a mi boca en señal de que no dijera nada, ella me sonrió y se tumbó un poco más abajo para estar más cómoda. Fui intercambiando las caricias en sus dos pies.

Yo: ¿Qué se siente al estar embarazada?- le pregunté con curiosidad.

Ali: Es extraño saber que dentro de ti está creciendo una nueva vida. Estoy tremendamente agotada, los mareos cada vez son más frecuentes y de cada vez tengo las tetas más duras y grandes. Mira, algo bueno he sacado de todo esto- rio al decir la última oración.

Yo: No seas boba, antes las tenías bien. Al menos a mí me gustaban- le contesté con un poco de timidez.

Ella levantó un poco la cabeza y me miró sonriendo, yo le respondí con otra sonrisa de mi parte.

Ali: No sabes lo que daría ahora por un poco de helado.

Yo: ¿Ya empiezas con los antojos?

Ali: Eso parece. Sé que debo controlar lo que como, pero hay veces que es imposible contener las ganas-

Yo: ¿Quieres que te traiga un poco?

Ali: No hay- giró su tronco de manera que su lado izquierdo de la cara estaba apoyado contra el colchón- Ya me lo he acabado- admitió con una sonrisa mirándome.

Yo me reí negando con la cabeza, ella volvió a tumbarse bien.

Yo: ¿Qué helado es?

Ali: Vainilla con caramelo y nueces de Pecán.

Yo: Y yo que pensaba que eras más de chocolate.

Ali: Prefiero la vainilla mil veces. El chocolate está bueno, pero llega a empalagar.

Nos quedamos en silencio y yo continué con el masaje, ella poco a poco fue quedándose dormida. Al principio cerraba los ojos lentamente e intentaba no dormirse, pero de cada vez le costaba más mantenerse despierta hasta que cayó en un profundo sueño. Me levanté para apagar la luz y me tumbé con cuidado a su lado. Pasé mi brazo por su costado abrazándola. Me parecía increíble estar así con ella de nuevo. El día anterior a la misma hora me estaba comiendo la cabeza porque ella no me había ido a ver, pensando que no le importaba lo suficiente y ahora la tenía dormida en mis brazos esperando un hijo suyo. ¿Cómo podía cambiar todo tan rápido y de una manera tan drástica? Estaba pensando en ello cuando Alicia se dio la vuelta, quedamos cara a cara. Me acerqué a ella y besé su frente con ternura.

Yo: Te amo- le susurré no del todo segura de que me hubiera escuchado.

Ella se acurrucó en mi pecho mientras una enorme alegría me invadía. La observé dormir todo el tiempo que me fue posible hasta que Morfeo se apoderó de mí.


¡Hola a todos! Sí, ya lo sé, he tardado una eternidad en publicar, soy consciente de ello, pero tenía los exámenes finales. Ahora puedo decir con alegría que YA SOY LIBRE jajaja. Ahora a disfrutar del veranito y del calorcete que hará jejeje. Considerando que el capítulo es bastante largo no os podréis quejar mucho, y si lo hacéis bienvenidos seáis. Ya estoy acostumbrada. Una pregunta que os quería hacer a los lectores. Estoy dudando mucho si acabar esta historia en los próximos dos capítulos o continuarla con algo que tengo en mente, lo que pasa es que no sé si será demasiado pesado. Así que por eso quiero preguntaros: ¿Confías en que pueda alargarla más o queréis que la acabe en el capítulo treinta y dos? En el caso de que la alargara no serían tampoco muchos capítulos más, quizás llegaría hasta el capítulo treinta y cinco, pero serían bastante largos y densos. La elección es vuestra.

Como siempre, quería agradecer especialmente a:

Romina: Sí, Alicia embarazada, era algo que no esperabas ¿verdad? Cuando se me vino la idea a la mente sonreí maliciosamente jajaja. Algo tengo pensado para Andrés, puede que sea la muerte o puede que sea otra cosa, pero algo es xd. Eso sí, tan solo saldrá en el caso de alargar la historia, vosotros me diréis qué os parece. Creo que con lo de que los padres de Ainhoa aceptarán bien a Ali te equivocaste, al menos en el caso del padre jajaja.  O.O ¿Estaba en tu lista negra? Creo que voy a llorar. Con lo buena gente que soy yo...  (Si Aurora lee esto se estará riendo mucho) Bueno, espero que te haya gustado y que me digas si quieres que alargue la historia o no. ¡Besos desde España!

HombreFX: Andrés estará por ahí molestando hasta el fin de los tiempos jajaja. Espero que te haya gustado. ¡Besos desde España!

Karina: Me alegra que valga la espera para leer mi relato, juro que intento escribir lo más rápido posible. Pero como ya he dicho ahora soy libre y tengo tiempo libre. Espero que te haya gustado. ¡Besos!

Aurora la Diosa: Me alegra muchísimo ver que no te esperabas para nada el embarazo de Alicia jajaja. Ya sabía yo que aún podía sorprenderte. Pues claro que Ali es mi parte más tierna y linda, la lástima es que lo soy tanto que soy tonta, la gente se aprovecha de ello. Pero bueno, debo decir que tengo mi lado de Andrés y Sergio en el que puedo ser muy cabrona :D Por mucho que te cueste creerlo la única causa por la que se separaron fue el embarazo de Ali, mi mente retorcida ya está frita y he decidido darle un descanso a la pobre, que ha trabajado muy duro durante todo el año. Lo de la explicación de los padres más o menos ha salido, Antonio se puso igualito que su hija. Ya sabes de dónde ha sacado Ainhoa ese mal genio (sí, mi mal genio lo he heredado de mi querido padre, le podéis dar las gracias) ¿Cómo que un cacho de pan duro y mohoso? ¿Te parece a ti que Ainhoa es dura y mohosa después de lo que ha demostrado en los dos últimos capítulos? Vamos, que indirectamente me estás llamando dura y mohosa ¬¬ Qué golpe más bajo. Y sí, creo que el idioma y no sabes ni mi nombre ni dónde vivo es impedimiento suficiente como para que no me encuentres. Habrá diccionarios y todo lo que tú quieras pero te puedo asegurar que a pesar de parecerse mucho al español es bastante complicado de aprender. Yo que soy mallorquina de toda la vida debo admitir que no sé hablarlo a la perfección xd. Espero que te haya gustado este capítulo. ¡Besos desde España!

PD: Bueno, podemos continuar con la segunda clase de catalán. Creo que será mejor que me digas una frase que te gustaría que tradujese, pero aquí te puedo poner algunas otras frases para insultar a Sergio y a Andrés. 'Que se'n vagin a prendre pel cul' Sería en español 'Que se vayan a tomar por culo'. 'Tros d'ase' Que sería 'Pedazo de burro' y para finalizar, ya que me estoy quedando sin insultos que tengan traducción al castellano 'Talòs' Que significa 'Tarugo'. Como he dicho antes, casi mejor que me digas tú una frase que te apetezca traducir al catalán jajaja.

Biittersweet: Jajaja ya sabía que os dejaría sorprendidos con el embarazo de Ali, pero no exageres tanto que me ruborizas mujer. Lo de los padres va más o menos, ya verás si se reconcilian del todo o no. Espero que te haya gustado. ¡Un beso!

Maly: ¿Tú que te esperabas que no fuera el embarazo de Alicia? Creo que de toda la historia es la idea más genial que he tenido jajaja. La verdad es que sí, podría haber hecho que Ainhoa la rechazara y que se marchara pero por una vez quería que se comportara acorde con su edad. Espero que te haya gustado. ¡Saludos!

Chapis: Me alegra ver que vale la pena esperar por mí relato (me sonrojáis jajaja) Tranqui, que no pienso separarlas (¿o sí?) Yo ya avisé del dinal feliz. Espero que te haya gustado. ¡Un beso!

Labrys28: Déjame decirte que me esperaba que me dijeras que te esperabas algo muy drámatico pero no un embarazo jajaja. Juntitas ya están, dudo mucho que las separe pero aún pueden ocurrir muchas cosas, sobre todo si decidiis que alargue la historia. Espero que te haya gustado. ¡Besos!

Stephys: Jajaja me ha hecho bastante gracia lo que dijiste, es bueno que te gustara el beso delante de los padres de Ainhoa, algo sorpresivo. Pero lo del embarazo fue un puntazo también ¿no? Espero que te haya gustado. ¡Besos!

Yulianaspy: Bueno, puede ser que te imaginaras que de mi mente retorcida podía salir la opción de un embarazo y que justo acertaras jajaja. Como ya he dicho en otro comentario a Andrés le tengo algo preparado, pero tan solo saldría en el caso de que se decida alargar la historia, ya veremos lo que opináis. Me alegra que te guste tanto mi relato ( no es para tanto, conozco muchos otros buenos relatos que mereen la calificación de leyenda, pero gracias de todos modos) Aquí ya te he dejado la conti, así que ya puedes respirar tranquila jajaja. Espero que te haya gustado. ¡Besos desde España!

Ailen: Me alegra que te gustara el capítulo anterior, espero que este también. ¡Saludos!

Anayal: Me alegra que te guste mi historia, es bastante agradable saberlo. Sobre ayudarte a escribir tu historia tan solo puedo decirte que seas tú misma, que te relajes y escribas lo que sientas. Parece difícil pero una vez que empiezas te aseguro que no puedes dejar de hacerlo. Si te cuesta obtener inspiración haz lo mismo que yo, créate una lista de reproducción en YouTube y pon las canciones que más te gusten, y mientras escribes escúchalas. A mí siempre me ayuda :D Espero que te haya servido mi consejo y que te haya gustado esta continuación. ¡Un beso!

Paulita800: ¿Sorprendida ante el embarazo? Si es así entonces he conseguido lo que quería jajaja. Aquí tenéis vuestro capítulo tan ansiado, espero que te haya gustado. ¡Un saludo!

Capricornio7: Creo que vas al revés del mundo. O sea, que a todos les encanta la idea de que Ali esté embarazada (o eso al menos me han hecho creer) ¿y a ti te causa las ganas de darle a me gusta a la página de 'Matemos a Peke'? Si es que cuando dicen que somos complicadas, es porque lo somos jajaja. Bueno, como ya he dicho antes a Andrés le tengo una pequeña sorpresita, cosa que saldrá en el caso de que decidáis que alargue la historia. Ya veremos que sale de todo esto. Espero que te haya gustado. ¡Besos desde España!

Karin9: Sí, embarazada, las cosas pasan muy rápido jajaja. Me halaga mucho que pienses todo eso de mi historia, pero ¿desgarradora en qué sentido? Espero que te haya gustado la continuación. ¡Un beso!

Penelope: Dicen que un bebé es la cosa más bonita que te puede pasar en la vida ¿no? Veamos si es así para estas dos tortolitas. Espero que te haya gustado. ¡Besos!

Damita: ¿Exactamente cómo debo interpretar los jeroglíficos que me has puesto al inicio del comentario? Jajaja. Ya sé que te he hecho cabrear mucho, pero ¿no ha valido la pena? Mira que tu querídisima Alicia ya está con Ainhoa jajaja. Y sí, ya te estás viniendo paar España para comerme mi heladito _ Vainillita con caramelito bien rico. Pues el final viene dependiendo de lo que queráis vosotros. Si queréis que se alargue, la alargaré (no prometo que siga teniendo tanta intriga como ahora) y si no queréis que se alargue, pues la acabaré en el capítulo treinta y dos. Está en vuestras manos. Espero que te haya gustado. ¡Besos desde España!

Yayis: No te preocuper por no haber podido comentar hasta ahora, lo que cuenta es que lo hayas hecho :D Espero que te haya gustado la continuación. ¡Un beso!

Gia: Es cierto, es más fácil emfadarse conmigo que con Ali, pero no caes en una cosa. Como ya dije en su momento, cada personaje tiene algo de mí. Así que soy el resultado de juntar a Alicia, Marta, Javi, Sergio, Andrés y Ainhoa. O mejor dicho, Alicia, Marta, Javi, Sergio, Andrés y Ainhoa son el resultado de separar cada característica mía y maximizarla individualmente. Así que si te enfadas comigo, en cierta manera te estás enfadando con Alicia  ( y con todos los personajes de esta historia) Ya no mola tanto ¿verdad? Jajaja. La parte de los insultos en un principio debo admitir que era una bofetada. Luego caí en la cuenta de que estaba embarazada y me dije: Es demasiado fuerte, creo que un par de insultos bien merecidos será mejor. Bueno, déjame decirte que si decidiis que alargue la historia, lo pasarás bien porque habrá bastante más amor entre estas dos tortolitas, pero también lo pasarás un poco mal. La decisión es vuestra xd. Espero que te haya gustado. ¡Besos desde España!

Lita: ¡Mujer, tú si que estás desaparecida! ¿Te parece bien dejarme tanto tiempo sin Sabrina y Audrey? Mira que tengo muchas ganas de leerte ya ¬¬ Volviendo ahora con mi relato, ya sé que es bastane sorprendente que Ali esté embarazada, ese era el objetivo de esta capítulo. Antonio ha reaccionado como cualquier padre reaccionaría creo yo, creo que Lucía incluso se ha quedado demasiado pasiva jajaja. Espeor que te haya gustado. ¡Besos desde España!

Barbara90gm: Madre mía que pereza eso de leer en dos días toda la historia entera jajaja. Supongo que si engancha, engancha. A mí también me ha pasado. Podría haber hecho eso del chantaje, pero si has tenido la oportunidad de leer mi anterior historia, Mi Salvación, verás que las protagonistas se ven separadas por esta manera, y no quería repetir lo mismo en dos historias diferentes. Creo incluso que lo del embarazo ha sido mejor. El final se acercará dependiendo de lo que queráis vosotros. Si queréis que la alargue, la alargaré. Si no, pues acabará en el capítulo treinta y dos. Espero que te haya gustado. ¡un beso!

FarruKo: Uo, ¿de qué te operaron si puede saberse? Espero que no fuera nada grave y que ya estés bien. Pues el nombre y el sexo del bebé ya se sabrá, no esperarás que te lo suelte todo aquí ¿no? Y el padrino, si quieres, fuera del relato serás tú jajaja. Creo que te equivocabas, más que con la temible suegra, el temible suegro. A mí me dan más miedo los suegros jajaja. Espero que te haya gustado. ¡Besos desde España!

Muchas gracias a todos por comentar, valorar y leer. ¡Besos desde España!