Ayúdame a recordar 29
Antonio: ¿A cuánta historia hacías referencia antes?- preguntó pasándose las manos por la cara.Yo: A la historia de un año- contesté mirándolos fijamente, Alicia me apretó la mano mostrándome su apoyo, yo se la besé y le sonreí.
Yo: Me iré a estudiar a Barcelona- dije finalmente.
Los dos me miraron bastante sorprendidos.
Antonio: ¿Irás…a estudiar allí?- preguntó para asegurarse.
Yo: No ha sido la decisión más fácil de mi vida pero tampoco la más difícil. Puede que quizás antes tuviera algo que me retuviese aquí-dije pensando en Alicia- Pero ahora ya no.
Lucía: ¿Estás segura de que quieres hacerlo?- me preguntó con voz suave.
Yo: Es lo que debo hacer- respondí segura- Por mí, por mi futuro.
Me levanté y me metí en mi cuarto para cambiarme. Apenas cené algo y enseguida me fui a dormir.
Un mes después
En todo este tiempo las cosas habían cambiado para mí. Mis padres insistieron en llevarme al psicólogo, yo no pude resistirme. En un principio no quería colaborar, pero poco a poco al ir conociendo a la mujer que me atendía y mostrándome su simpatía logró ganarse mi confianza y empecé a contestar a las preguntas que me hacía. A pesar de lo que yo pensaba en un principio sus sesiones conmigo me ayudaron muchísimo, no solo a dejar a Ali aparte, si no a superar todo lo que mi ‘accidente’ me había causado. Había descubierto que la mayoría de los problemas que tenía conmigo misma y el bajón que me había dado últimamente eran causados por cómo había sido ese último año. La pérdida de memoria, volver a aprender a escribir y a leer, recordar a mi familia, lo que sentía por Alicia, haberme enterado de cómo fue realmente mi accidente… Evidentemente no le conté que mis amigos habían provocado todo esto, discretamente fui dejándole saber lo justo y necesario. Fue una gran ayuda para mí.
Mis padres me habían comprado ya el billete a Barcelona y yo me había encargado de buscar un piso de alquiler en el que me pudiera quedar, lo único que tenía que hacer era llegar allí y hablar con el dueño. Me quedaba una semana en Mallorca antes de irme y todavía no había sido capaz de enviar mi solicitud a la universidad, eso mis padres no lo sabían. A pesar de que parecía muy decidida en marcharme había pensado que era mejor esperar al último día del plazo que tenía para enviarla por si acababa por arrepentirme. Me sentía una idiota pensando eso, pero muy en el fondo de mi corazón tenía la esperanza de que Alicia me detuviera, de que me diera una explicación lógica a todo y que me pidiera que me quedara por ella. Sabía que Marta y ella habían hablado y de una manera u otra ella sabía que me iba. Era una estupidez pero no había podido resistirme a ello. Soñar era gratis.
A ella no la había vuelto a ver, pero había conseguido dejarla aparte. Pensaba en ella, no podía evitarlo, pero ya no estaba todo el día lamentándome y llorándola. La seguía amando, tanto o más que el primer día, pero ella había decidido ir por el camino más fácil y yo no podía hacer nada para remediarlo. Alicia sería en mi vida como una copa de vino tinto derramada en una alfombra de pelo blanco, difícil de quitar, y aun habiéndolo hecho quedaría una pequeña mancha que no se podría eliminar nunca. No les conté a mis padres que ella era la que me tenía tan mal, no tenía sentido que les dijera nada. Yo seguía considerándome heterosexual, las mujeres no me atraían. Alicia fue una excepción, fue la única mujer que me gustó y la única a la que amé.
Había conseguido deshacerme de Sergio, lo último que supe de él fue que sus padres le habían enviado fuera de la isla, el lugar no lo sabía y tampoco me importaba. De Andrés tampoco supe nada, suponía que estaba con Alicia, como si nada hubiera pasado.
Fueron pasando los días en los que poco a poco fui quedando con mis conocidos y amistades para despedirme antes de viajar a Barcelona.
Yo: ¿Sabes? Por un momento llegué a pensar que ella vendría- le dije a Marta, aquella noche se había quedado a dormir en mi casa.
Marta: Si supiera algo te juro que te lo diría, pero no habla de ti. Sé que le importas, sé que le duele que te vayas, cuando se lo conté sus ojos la delataron. No entiendo por qué deja que la opinión de sus padres controle su vida- me confesó.
Yo: Yo que sé. Quizás está diciendo la verdad y no me ama- opiné mirando mis manos.
Marta: No lo creo- me dijo.
Yo: Bueno, ahora ya no importa- contesté intentando cambiar de tema- Lo que he sentido por ella ha sido muy bonito pero ya está, se acabó.
Marta: ¿Lo que has sentido?- preguntó levantando una ceja.
Yo: Lo que siento- dije mirándola fastidiada- Lo que siento por ella es muy fuerte, muy fuerte y muy devastador. Por eso cuanto antes empiece a dejarla ir, mejor.
Marta: ¿Crees que lo conseguirás?- me preguntó mirándome.
Yo: ¿Por qué quieres hablar de ello? Me voy en menos de una semana y tú quieres ocupar el poco tiempo que nos queda hablando de ella- le dije un poco enfadada.
Marta: No estoy hablando de ella Ainhoa, estoy hablando de ti. Quiero hablar de ello porque mi mejor amiga se va durante cuatro años a un lugar desconocido y va a estar sola sin nadie con quien hablar de esto. Quiero asegurarme que estás bien- me dijo mirándome cariñosamente.
Yo: No estoy bien- contesté sincera- Pero lo estaré.
Me cogió la mano y le sonreí para calmarla, sabía que estaba preocupada por mí. Cambié de tema y le hablé de las tonterías que hacíamos de pequeñas, empezamos a recordar los viejos tiempos mientras no dejábamos de reír.
Poco a poco los días fueron pasando, ya tan solo quedaban dos días para marcharme. Aquella tarde decidí pasarla con Javi y Marta, antes de que pudiera darme cuenta ya estaba despidiéndome de ellos ya que el día siguiente lo dedicaría completamente a hacer la maleta, enviar la solicitud y despedirme de mi familia.
Marta: Te voy a echar de menos- dijo abrazándome con fuerza.
Yo: Lo sé, y yo a ti. Pero seguiremos en contacto, nos llamaremos y hablaremos, y cuando haya vacaciones vendré a veros- le dije.
Marta: Esto no será lo mismo sin ti- se separó de mí y pude ver que estaba llorando al igual que yo.
Le cogí las manos y ella me sonrió, detrás de la calidez de su sonrisa pude notar una gran tristeza.
Javi: Prométeme que no vas a repetir ningún curso para venir aquí lo antes posible- me dijo mirándome.
Yo: Lo prometo- asentí extendiendo mi dedo meñique, el cruzó el suyo con el mío.
Javi: Cuatro años pasan rápidamente, ¿verdad?- me preguntó intentando sonar sereno y tranquilo.
Yo: Antes de que os deis cuenta estaré por aquí molestando de nuevo- contesté sonriendo.
Él me miró y me atrapó en sus brazos.
Javi: Te queremos mucho, lo sabes ¿no?- me susurró frotándome la espalda.
Yo: Lo sé, y yo a vosotros- contesté separándome.
Pasamos un par de minutos más soltando alguna que otra lagrimita y me acompañaron a casa. Lo iba a pasar muy mal sin ellos, sería muy duro empezar de cero en una ciudad nueva. Llegué a casa y lo primero que hice fue darme una ducha. Al salir me senté en el sofá con mis padres a ver la tele.
Antonio: ¿Estás bien?- me preguntó mirándome.
Yo: No- respondí sincera mirándole.
Lucía: Lo superarás- me dijo mostrándome su apoyo.
Yo: Lo sé- le sonreí tristemente.
Al poco rato les dejé solos y me fui a dormir. Era cierto que estaba triste porque iba a dejar a mi familia y a mis amigos allí, pero parte de mi tristeza era porque Alicia no había venido a despedirse de mí. Estaba claro que no lo iba a hacer, pero me había quedado un poco de esperanza. Que idiota que era por pensar aquello, me sentía estúpida por no haber enviado mi solicitud a la universidad por ella. No iba a esperar más, tampoco podía. Al día siguiente acababa el plazo de inscripción así que no me quedaba más remedio.
Desperté por mañana, desayuné con mis padres como siempre. No podían ocultar su cara de tristeza lo cual también me entristecía a mí. Fuimos a comer a mi restaurante favorito e hicimos todo lo posible para tener una charla agradable y reírnos, nos lo pasamos muy bien.
Yo: ¿A qué hora vendrá Natalia?- pregunté a mi madre al llegar a casa.
Lucía: Sobre las seis y media, después te acompañaremos al aeropuerto. El vuelo sale a las diez- me recordó.
Yo: Ya, ya lo sé.
Me metí en mi cuarto y empecé a hacer las maletas. Hasta ese momento no me había dado cuenta de cuánta ropa tenía, sobre todo zapatos. La mitad no me los había puesto más de una vez así que cogí una bolsa aparte y fui metiendo los que no quería. Una vez hube acabado me senté en mi escritorio, encendí mi portátil y me metí en la página de la universidad. Justo cuando estaba a punto de pulsar el botón para enviar mi solicitud me llamaron al móvil.
Yo: ¿Sí?- contesté.
Marta: Ainhoa, es urgente- me dijo.
Yo: ¿Qué pasa?- pregunté extrañada.
Marta: ¿Qué estás haciendo?- me preguntó.
Yo: Estaba a punto de enviar mi solicitud a la universidad- contesté.
Marta: ¿Ya lo has hecho?- preguntó alarmada.
Yo: No, justo me has llamado. ¿Ha pasado algo?- volví a preguntar preocupada.
Marta: Vale, pues no la envíes todavía. Javi y yo tenemos que quedar contigo- me dijo.
Yo: Marta no puedo, mi hermana viene a las seis y media y ya son las cinco, el vuelo sale a las diez. Sea lo que sea lo que tenéis que decirme debisteis habérmelo contado ayer- reproché.
Marta: Es urgente Ainhoa, sabes que de no ser así no te habría llamado. No será mucho tiempo, estamos en el parque de al lado de tu casa, baja un momento por favor- me pidió un poco alterada.
Miré el reloj, estuve unos segundos sin decir nada.
Yo: Está bien, pero tan solo serán quince minutos- advertí.
Marta: Con eso es suficiente, no te arrepentirás- me aseguró.
Yo: Hasta ahora- me despedí.
Marta: Adiós- colgó.
Dejé el móvil sobre la mesa y suspiré, ¿qué querían ahora? Miré la pantalla de mi portátil, ¿por qué no quería que enviara la solicitud? Desobedeciendo lo que me había dicho pulsé el botón y envié la solicitud. Al cabo de unos segundos salió un mensaje de error. ‘Falla el internet Ainhoa’ Vaya por Dios. Bueno, ya lo haré después.
Cogí mis llaves y salí de casa.
Yo: Salgo unos minutos, enseguida vuelvo- avisé a mis padres.
Salí del edificio y en menos de cinco minutos llegué al parque. Busqué a Javi y a Marta pero no los encontré. Estuve allí un par de minutos pero no apareció nadie. De repente me llamaron al móvil, vi el identificador de llamadas y vi que era Marta. Atendí la llamada.
Yo: ¿Dónde estás? Os estoy buscando y no os veo- pregunté enfadada.
De fondo escuchaba unas voces, puse atención a lo que decían. Al escuchar su voz me quedé de piedra.
Ali: Es lo mejor para ambas, ella tiene su futuro en Barcelona- decía su dulce voz.
No entendía nada, ¿estaban con Alicia?
Javi: Su vuelo sale a la diez, tienes tiempo de detenerla. Si se lo pides ella se quedará- intentó convencerla.
Ali: ¿Cómo voy a hacer que se quede? Tendrá hecha la matrícula, el billete y un piso alquilado, no puedo hacer que derroche ese dinero- reprochó.
Marta: Ella no ha enviado la solicitud aún Ali, tenía la esperanza de que la detuvieras. El alquiler no lo confirmará hasta que hablé con el dueño en persona y el billete no son más de treinta euros- le contó.
Ali: ¿Me ha estado esperando?- preguntó asombrada.
Javi: Ella te ama Ali, lo está pasando muy mal. No la dejes marchar- le dijo.
Empecé a caminar intentando averiguar dónde estaban mientras seguía escuchando.
Ali: La dejo marchar porque la amo, porque es lo mejor para ella- concluyó zanjando ese tema.
El corazón me dio un brinco al escucharla decir aquello, y empezó a batir más fuerte cuando los vi sentados en un banco a lo lejos. Empecé a caminar rápidamente hacia ellos.
Marta: ¿Cómo lo llevas?- le preguntó mirándome a los ojos después de unos segundos en silencio, no sabía a qué se refería.
Yo estaba detrás de Ali, no se había percatado de mi presencia.
Ali: Bastante bien, a veces me mareo pero por lo demás estoy bien. Es lo que tiene estar embarazada- contestó.
Al escucharla decir eso abrí los ojos atónita, se me cayó el móvil al suelo de la impresión. Ella al escuchar el ruido del móvil contra el suelo se giró, al verme su cara cambió por completo.
Ali: ¿Qué hace ella aquí?- preguntó enfadada.
Yo la miraba fijamente a los ojos, sin poder creerme lo que acababa de decir.
Yo: ¿Estás…embarazada?- le pregunté incrédula.
Bajé mi vista a su estómago, no era muy notorio.
Ali: ¿Por qué la habéis traído?- les preguntó enfadada a Javi y a Marta.
Marta: Porque sois mis mejores amigas y estabais sufriendo, no podía permitir que ella se fuera sin saber la verdad- le contestó.
Yo: ¿Vosotros lo sabíais?- les pregunté.
Javi: Nos lo contó ayer noche- respondió.
Mi mirada volvió a posarse sobre Alicia, ella me miraba avergonzada.
Yo: ¿De cuánto estás?- pregunté intentando sonar lo más normal posible.
Ali: De dos meses y medio- contestó tocándose la barriga.
Mentalmente hice un par de cálculos.
Yo: Estábamos juntas por aquel entonces- le dije afligida, ¿me había puesto los cuernos? ‘No erais novias, así que no te ha sido infiel’
Ali: No, no es lo que piensas. Te juro que el tiempo que estuve contigo no me acosté con Andrés, no sería capaz de hacerte eso- aclaró rápidamente y cogiéndome de las manos.
Me quedé en silencio, todavía estaba asimilando lo que acababa de ocurrir.
Ali: Probablemente ocurrió el día anterior de que vinieras a hablar sobre el beso que nos dimos en el cumpleaños de Marta. Estaba hecha trizas pensando que te había perdido, Andrés estaba allí y la rabia pudo conmigo- me explicó.
Yo: ¿Él lo sabe?- quise saber.
Ali: Sí, pero se ha desentendido por completo. Me ha dado algo de dinero para poder hacerme cargo del bebé cuando nazca y ya no he vuelto a saber nada más de él- me explicó.
Bajé mi mirada y suspiré. ¿Embarazada? Pensaba que todo era un sueño y que estaba a punto de despertar.
Yo: Entonces quieres tenerlo- dije lentamente.
Ali: En un principio no quería, iba a abortar, pero cuando me hice la ecografía y le vi, tan pequeño e indefenso, se me hizo imposible no quererlo- me explicó con una sonrisa.
La miré fijamente a los ojos incapaz de creerme todo lo que había ocurrido.
Yo: ¿Por qué, Alicia? ¿Por qué me has apartado de todo esto?- le pregunté dolida con un nudo en la garganta.
Ali: Cuando te contamos lo que ocurrió realmente en tu accidente y te marchaste, tardé menos de una semana en enterarme que estaba embarazada. La regla no me bajaba y se me ocurrió comprar un test de embarazo. Cuando dio positivo apenas pude creérmelo, recuerdo que lo primero que hice fue llorar. ¿Yo embarazada? No me cabía en la cabeza. Cuando decidí tenerlo pensé que mi vida iba a cambiar, no podría estudiar, tendría que empezar a trabajar para poder alimentarnos al bebé y a mí. Yo no podía arrastrarte a esto Ainhoa. Si no hubiera estado embarazada cuando viniste a mi casa a decirme que me perdonabas no habría dudado ni un segundo en decirte que sí. Pero no podía hacer eso, habría sido demasiado egoísta por mi parte- me contó mirándome con tristeza.
Yo: Todo este tiempo he estado pensando que no te importaba, que no me amabas lo suficiente para enfrentar a tus padres, que había sido un juego. ¿Cómo crees que me he sentido?- le reproché con las lágrimas en los ojos.
Ali: Tampoco ha sido fácil para mí, he tenido que decir la mentira más gorda de mi vida, tuve que decirte que no te amaba. Si no hubiera estado embarazada con mucho esfuerzo habría conseguido convencerte de que fueras a Barcelona a estudiar, me habría costado pero lo hubiera acabado consiguiendo. Pero si te hubiera dicho que estaba embarazada jamás habría podido convencerte para que te fueras. No habría podido cargar con la culpa de ver como renunciabas a tu futuro por mí- me explicó.
Yo: ¿Cómo crees que me hubiera sentido al venir aquí cuatro años después y enterarme de que tenías un hijo, de que estabas embarazada cuando me fui? ¿Crees que habría podido tener la conciencia tranquila?- le pregunté frunciendo el ceño.
Ali: Habría hablado contigo, te habría pedido que me dijeras si seguías sintiendo algo por mí. Sé que cuatro años no es suficiente para dejar de amarte, lo he estado tres años y créeme que eso no hubiera sido posible- contestó mirándome.
Yo: ¿Y si hubiera vuelto con alguien?
Ali: Entonces ni siquiera te habría buscado, no podría entrometerme en tu vida como si nada después de cuatro años- respondió negando con la cabeza.
Nos quedamos mirando un par de segundos, su mirada me transmitía una ternura infinita.
Yo: Eres una completa imbécil, estúpida e inconsciente- le dije enfadada, enseguida su cara cambió a una de tristeza.
Entonces puse mis manos en sus mejillas, me acerqué a ella y antes de que pudiera hacer nada la besé. Ella no me respondió al principio, supuse que estaba sorprendida. Justo cuando estaba a punto de finalizar el beso dado que ella no me correspondía su brazo rodeó mi cintura y colocó su mano en mi nuca profundizando el beso. Hacía tanto que no probaba sus besos, hacía tanto que no la tenía tan cerca de mí… La había extrañado con locura. Acabamos finalmente el beso para coger un poco de aire, ella me miró.
Ali: ¿Y esto?- me preguntó con la respiración agitada.
Yo: Esto porque te amo más que a nada- contesté entrecortadamente.
Ella sonrió y me abrazó con fuerza, yo metí mi cabeza en su cuello. Era tanta la alegría que sentía, que no pude evitar llorar de felicidad.
Ali: Ainhoa, tienes que irte- me dijo separándose de mí.
Yo: No, no lo haré- me negué.
Ali: Por favor, no me hagas esto- me pidió.
Yo: No me hagas esto tú, Alicia. No voy a dejarte sola estando como estás- dije mirándola fijamente.
Ali: No puedes renunciar a ser lo que quieres por quedarte conmigo, no estaré sola, Javi y Marta me ayudarán. Tienes que irte- intentó convencerme.
Yo: La única razón que tenía para irme de aquí eras tú, quería olvidarte, estaba enfadada contigo y cada rincón de esta ciudad me recordaba a ti. Yo allí no tengo nada que hacer- le expliqué cogiéndole las manos.
Ali: ¡Tienes una carrera que estudiar!- me reprochó.
Yo: Y yo aquí una familia que cuidar- contesté poniendo delicadamente mis manos sobre su vientre.
Ali: No voy a conseguir hacerte cambiar de opinión, ¿verdad?- me preguntó empezándose a dar por vencida.
Yo: Nada ni nadie me va a volver a alejar de ti- concluí besándola de nuevo.
Ali: ¿Qué van a decir tus padres?- me preguntó preocupada.
Yo: Eso lo averiguaremos en breve- le contesté besándole la punta de la nariz.
Ali: ¿Averiguaremos?- preguntó sorprendida.
Yo: Tú y yo, ahora- contesté sonriendo- No quiero ocultarte más, no quiero seguir mintiendo.
Ali: Tengo miedo- me confesó.
Yo: Estarás conmigo, no tienes que tener miedo de nada- le susurré cariñosamente.
Ali: ¿Tú no tienes miedo?- me preguntó mirándome.
Yo: Antes lo tenía, pero ahora ya no- contesté segura.
Ella me cogió la mano, yo le sonreí.
Marta: Nosotros os dejamos ya, hemos cumplido con nuestra misión- nos informó.
Ali: Muchas gracias por no saber guardar un secreto- les dijo un poco resentida.
Marta: Lo he hecho por vosotras dos. Tienes todo el derecho de estar cabreada conmigo, pero las dos estabais sufriendo. ¿Crees que habrías podido criar al bebé tú sola?- le preguntó seria.
Ali: Me las habría apañado- contestó enfadada.
Las caras de Javi y Marta estaban un tanto entristecidas, pero entonces Ali sonrió.
Ali: Pero os agradezco que seas tan poco fiables- les dijo mirándolos.
Entre los tres se abrazaron un par de segundos.
Yo: Nos vemos chicos, mañana hablamos- me despedí abrazándolos.
Javi: Mucha suerte- nos dijo a ambas.
Les sonreímos y empezamos a caminar. En el corto trayecto a mi casa no dijimos nada pero pude notar el nerviosismo de Ali.
Yo: Tranquila mi amor, no va a pasar nada- la tranquilicé mientras subíamos en el ascensor.
Ali: Echaba de menos que me llamaras ‘mi amor’- me dijo sonriendo.
Yo: Yo te echaba de menos a ti- le susurré besándola.
Las puertas del ascensor se abrieron, saqué mis llaves y abrí la puerta de mi casa sin soltar la mano de Ali. Estaban mis padres y Natalia sentados en el sofá tomando café.
Lucía: Oh vaya, no os esperábamos chicas- dijo un poco sorprendida.
Yo: Siento mucho llegar tarde- me disculpé cerrando la puerta.
Natalia: No te preocupes, acabo de llegar- dijo acercándose a mí y abrazándome- Te voy a echar de menos, hermanita.
Yo: De eso precisamente os quería hablar- dije al terminar el abrazo.
Mis padres y Natalia me miraban fijamente, esperando a que hablara.
Yo: No sé ni por dónde empezar…- comenté rascándome la cabeza.
Sentí una ligera presión en la mano, giré mi cuello y vi que Alicia me estaba sonriendo, le devolví el gesto.
Ali: ¿Quieres que te ayude?- me preguntó.
Yo: No, creo que puedo yo sola- me negué.
Estaba nerviosa, ¿cómo iba a decírselo? No había pensado todavía la manera de contarlo.
Antonio: ¿Por qué no os sentáis y tomáis algo? Así será un poco más fácil explicar esto- ofreció mi padre.
Yo: Está bien, está bien- asentí nerviosa.
Lucía: ¿Quieres algo Alicia?- le preguntó.
Ali: Un poco de agua, por favor- le pidió amablemente.
Sin soltar su mano nos sentamos en el sofá, mi padre y mi hermana estaban hablando.
Ali: Mi amor estás sudando, y se supone que tendría que ser yo la que debería estar así. Relájate- me susurró para animarme.
Yo: No puedo, ¿y si no me aceptan? ¿Y si no son tan tolerantes como yo pensaba?- le pregunté, había perdido la calma que antes tenía.
Ali: No lo harán, ellos te adoran. Van a seguir queriéndote igual- me aseguró.
Mi madre volvió con un una botella de agua y un vaso para Alicia.
Antonio: Bueno, ¿de qué se trata Ainhoa?- me preguntó mi padre al estar todos sentados y servidos.
Yo: No voy a ir a Barcelona- solté sin más.
Mis padres se miraron confusos.
Lucía: ¿Cómo que no vas a ir a Barcelona? Ya tienes que tener la matrícula hecha- me dijo ella.
Yo: No he enviado la solicitud- confesé bajando la mirada.
Antonio: ¿Por qué no lo has hecho?- preguntó confuso.
Yo: Es que, yo… el año pasado con todo esto de… pues resulta que Alicia y yo- empecé a titubear y a hacerme un lío.
Alicia giró mi cara con su mano, se acercó a mí y me besó delante de todos, nuestro roce no duró más de cinco segundos. Al separarnos miré a mis padres y a Natalia, cogí valor y hablé:
Yo: Estoy enamorada de Alicia- confesé finalmente.
Sus caras eran de sorpresa, esperé pacientemente a que dijeran algo.
Lucía: ¿Pero tú no…estabas saliendo con Andrés?- le preguntó un poco desconcertada.
Ali: Le dejé hace unos meses. Yo amo a Ainhoa- les aseguró cogiéndome la mano.
El silencio nos rodeó, nadie dijo nada.
Antonio: Bueno, en lo que a mí respecta sigues siendo mi hija, para mí no cambia quién eres- me dijo.
Lucía: ¿Por qué no nos lo has dicho antes?- me preguntó mirándome.
Yo: Tenía miedo que no lo aceptarais- confesé avergonzada.
Antonio: Un momento, ¿tú eres la que ha tenido a mi hija tan mal todo este tiempo?- le preguntó a Alicia.
Ali: Eso me temo- afirmó cabizbaja.
Yo: Papá, es una muy larga historia- le dije para que no se enfadara.
Lucía: ¿Es por ella que no quieres ir a Barcelona?- me preguntó.
Yo: En una situación normal habría accedido a mantener una relación a distancia con ella, pero… está embarazada- anuncié observando sus rostros.
Lucía: ¿Cómo?- exclamó sorprendida.
El silencio volvió a invadir la sala, el ambiente estaba cargadito de tensión.
Antonio: ¿A cuánta historia hacías referencia antes?- preguntó pasándose las manos por la cara.
Yo: A la historia de un año- contesté mirándolos fijamente, Alicia me apretó la mano mostrándome su apoyo, yo se la besé y le sonreí.
¡Hola a todos! Aquí os dejo este capítulo que, si no me equivoco, es el que todos estabáis ansiando con locura jajaja. Gracias a todos por vuestros comentarios, valoraciones y, evidentemente, por leer. Espero que este capítulo haya estado a la altura. Una vez más, quería agradecer especialmente a:
HombreFX: Me alegra que te gustara, es un gusto saber que te sigue gustando. Espero que este capítulo haya sido de tu agrado. ¡Besos desde España!
Linyose25: Este momento es épico, ¿he conseguido que alguien diga que Alicia le cae mal? ¡Oh sí! Jamás pensé conseguirlo jajaja. Aunque sé que después de este capítulo todos volvereis a amarla, me alegra que haya podido hacer que os cayera mal durante unos instantes jajaja. Espero que te haya gustado. ¡Besos!
Romina: ¿Pues qué iban a hacer Alicia y Andrés? Besarse, pero como habrás comprobado en este capítulo no es porque estén juntos. En el próximo se sabrá la razón, que no es muy complicada ni difícil de averiguar la verdad. Y no soy maldad pura, lo has podido ver en este capi, que no he mandado a Ainhoa lejos de Alicia, aunque creo que a más de uno le hubiera gustado esa opción. Y no seas tan impaciente, que ya ha llegado la conti jajaja. Espero que te haya gustado. ¡Besos desde España!
Yulianaspy: Vaya, ahora me siento mal por haberte hecho llorar. No sé si le habré dado el final que esperabas, pero es este, aun le quedan un par de apítulos más pero esta historia acabará en breve. Muchos quieren ver a Andrés muerto pero en el fondo no es tan mal hombre. Sí, ha renunciado de su hijo, pero eso ha hecho que Ainhoa pueda ocupar su puesto a la hora de criar al bebé, ¿no? Jajaja. Bueno, spero que te haya gustado y que no te isga recordando a lo que viviste. ¡Besos desde España!
Daga545: Ahora np he estado de vaga, eso te lo puedo asegurar jajaja. Pero el capítulo ha sido más largo, y con los exámenes finales ya es mucho que haya conseguido por fin un día libre sin tener que hacer nada de nada, cosa que he aprovechado para satisfaceros. Me agrada que te guste como escribo, espero que también te haya gustado este capítulo. ¡Saludos!
Labrys28: Como te dije, es largo el capítulo jajaja. Por una vez no me lo podréis echar en cara. Pues no, Sergio y Andrés esta vez no han tenido nada que ver. Bueno, Andrés en verdad ha tenido MUCHO que ver, pero no de la manera que os pensábais jajaja. Espero que te haya gustado. ¡Un beso!
Hel: Pues apostabas mal, Andrés no la amenazó con nada, el tan solo puso la semillita y ale, tan pancho. Sé que Sergio necesitaba algo más fuerte, pero él ahora en verdad no ha hecho nada, eso no le quita que no merezca un buen hostión jajaja. Pero bueno, he querido ser pacífica con él y centrarme más en la historia de las chcias, que es lo que interesa aquí, ¿no?. Espero que te haya gustado. ¡Besos desde España!
PD: Tranquila, yo también soy chillona cuando quiero jajaja.
Penelope: Pues no, chantaje no ha habido jajaja. Sé que todos os esperabais eso, pero esta vez no ha sido así. Espero que te haya gustado. ¡Un beso!
Bonny: Es un poco desconcertante tú comentario. Me dices que soy mala, que incluso te estoy haciendo sacar un cuchillo y que no te haga sufrir tanto, ¿y me dices que siga así? Jajaja. Tranquila, puede ser que te haga caso. Bueno, trampa había , chantaje no, lo siento si es lo que esperabas jajaja. Espero que te haya gustado. ¡Besos!
Aurora la Diosa: ¡Lo conseguí! Pensaba que nunca conseguiría que dijeras algo bueno de Ainhoa, joder, ¡si incluso te has compadecido de ella! Jajaja. Hoy es un día épico xd. Es cierto, no vale la pena insultar a Ali, si la pobre lo ha hecho con todo el mor de su alma. Ai, la he creado yo y me ha enamorado jajaja. Creo que no te esperabas que Ainhoa se quedara, ni tampoco lo del embarazo, veamos cómo reaccinonas a eso. Sabía que detrás de torpiusli no solo estaba el significado de torpe, no abarca lo suficiente para describir a todas mis queridas y adorables protas. Pero una cosa debes admitir: por muy torpiuslis que sean, todas son un cacho de pan en el fondo, eso no podrás negarlo jajaja. Son como yo :D (no, no soy tan desesperante e idiota siempre, todos tenemos nuestros toques) Nah, Andrés lo único que le ha hecho a Alicia en cierto modo ha sido un favor: sin embarazo, ahora mismito no estarían juntas, habría alargado bastante más la reconciliación, así que en el fondo tenéis que darle las gracias y todo. Y no, no ha sido ninguna amenaza lo que ha ocurrido, tan natural como la vida misma, creo que he conseguido sorprenderos a todos un poco aunque sea. Si finjo mi muerte no habrá forma de saber realmente si soy yo, dado que nunca me has visto, no sabes mi nombre (ni lo sabrás porque entonces ya habrá una manera de que me busques xd) y no sabes realmente en qué ciudad vivo (Mallorca aunque es pequeña, puedo asegurarte que tiene bastantes pueblos en los que en la mayoría se habla solo el mallorquín, así que no te enterarás de nada de lo que te puedan decir jajaja) Si quieres puedo darte una pequeña clase, pero no creo que te sirva de mucho xd. Espero que te haya gustado. ¡Besos desde España!
PD: No creo que intentes ser inmune a mí, en el fondo te gusta jajaja.
PD2: Como te dije, soy buena, este capítulo lo demuestra :D
PD3: Puedo ponerte insultos en catalán para referirte a Andrés y Sergio, por si acaso te apetece cambiar y conocer mínimamente un poco de una lengua nueva, así además practicas cuando tengas que venir a buscarme jajaja. Uno podría ser 'Cap de faba' que traducido al español no tiene mucho sentido, sería cabeza de haba, pero se utiliza muchísimo, me incluyo a mí misma jajaja. Uno que lo entenderías mejor ya que no es tan diferente del español es 'Malparit' que significa mal parido. Y otro, que creo que si lo utilizas será el que más te gustará, es 'Fill de puta' que significa hijo de puta, lo más acertado para estos dos vamos jajaja.
Vane: Evidentemente el comportamiento de Alicia tenía explicación, yo creo que está más que justificada, ¿no? La pobre lo hizo con toda la buena intención del mundo jajaja. Espero que te haya gustado. ¡Besos!
Gia: Como no, conmigo tenías que enfadarte jajaja. Es normal, si Alicia es un trocito de pan, es más fácil odiarme a mí jajaja. Tranquila, que ya no he puetso drama porque temía que si lo ponía ibas a explotar, literalmente jajaja. Espero que te haya gustado. ¡Saludos!
Damita: ¡QUIERO MI HELADO! Jajajaja. De vainilla con caramelo y trocitos de almendra por encima, por favor. Sé que durante todo el relato os he ido enfureciendo, y créeme cuando te digo que no es un trabajo tan fácil como lo parece, así que me merezco una recompensa jajaja. Espero que te haya gustado (y que m des mi helado ¬¬). ¡Besos desde España!
Capricornio7: Como habrás podido comprobar Ainhoa como que no se va a alejar de Alicia, es una opción que consideré pero pensé que ya era demasiado sufrimiento y que se merecían algo de felicidad. Estoy de acuerdo contigo, las mentiras sea desde donde sea, duelen, yo creo que no se podría elegir cuál es más doloroso. Espero que te haya gustado. ¡Besos!
Danni: No te disculpes por no poder comentarme mujer, si yo también tengo la agenda llena que apenas puedo respirar jajaja. Yo creo que más que colgarme de las pestañas lo que quieren es que mi sangre corra por sus manos jajaja. Luego no caen en que si ocurre eso la historia quedará sin acabar, pero bueno, no será que no aviso jajaja. Espero que te haya gustado. ¡Saludos!
Ana926: Siento mucho que hayas tenido que estar en el lado de Ainhoa, no es algo muy bonito la verdad. Pero si esa persona no es capaz de aceptar lo que es, ni siquiera por la persona que supestamente ama, no merece ni que le digan la hora. Siento decepcionarte, pero ni a Madrir ni a Barcelona, se queda en Mallorca con las playitas, las cuevas del Drac y las preciosas vistas que tiene jajaja. Ojo, que aunque no haya estado en Madrid, familiares míos me han comentado lo bella que es y tras ver un par de fotos puedo afirmarlo. Espero que te haya gustado. ¡Un beso!
SBCZ: Creo que si hubiera un concurso para adivinar el giro de la historia, muy pocos o nadie habría ganado jajaja. Me alegra saber que escribirás un relato, por supuesto que es una noticia buena, espero con ganas a que la publiques. Espero que te haya gustado. ¡Besos desde España!